Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Institución Yasherville por Yori

[Reviews - 100]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

La fiesta llega a su punto algido en este capítulooo!!! Espero que os guste y gracias por seguir este fic y apoyarme con vuestros reviews. Gracias!!!

Intentaré actualizar tanto el nuevo fic de Breath of Live como el de Todos juntos...¿puede salir algo bueno? esta semana. Siento el retrasoooo.

Espero que os guste y no os sigo dando el coñazo, a leeeer!!! ^^

Fiesta II


 


 


Entonces me acordé de lo sucedido, Ruki se había marchado corriendo medio llorando ¿por qué? ¿Le habría sucedido algo malo? Decidí ir en su busca, aunque me costaba moverme todavía debido a mi falta de equilibrio, pero no por ello dejé de beber.


 


-        ¿Ruki?- pregunté abriendo una de las primeras puertas. Entré al interior.- ¿Estás aquí…?- miré por todas partes pero allí no parecía haber nadie, ni siquiera debajo de la sucia cama.


 


Iba a salir cuando oí la conocida voz del pequeño, estaban en alguna de las estancias de al lado, pero todo se oía a la perfección debido a los finos tabiques. Puse toda mi atención para captar sus palabras. Me parecía mal estar expiándole de esa forma mientras conversaba con Reita y estuve a punto de irme, cuando oí un fuerte sollozo. ¿Ruki estaba llorando?


Me senté en la cama, pegado a la pared dispuesto a escuchar todo perfectamente, así que opté por pegar la oreja a la superficie y prestar muchísima atención.


 


-        Shh…Taka, tienes que calmarte, si sigues llorando no puedo entender lo que quieres decirme- le explicaba Reita. Seguramente, consolándole.


-        E-es…que yo…no l-lo soporto m-más…- dijo entre sollozos.


-        ¿Estás cansado de los trabajos? Ruki…sabes como es, no puedes hacer nada para evitarlo, así que intenta llevarlo de la mejor manera posible…- decía Reita. ¿A qué se refería el rubio? No lo pensé mucho y seguí atento.


-        N-no es eso…yo…yo… ¡No aguanto que Uruha esté con otros!- exclamó de repente con rabia, el pequeño. No pude hacer otra cosa que apartarme de la pared sin creer en las palabras que acababa de escuchar.- S-se supone que no le gustan los chicos y…y… ¿ahora se besa con Aoi? ¿Por qué? ¿¡Además te has fijado en su cuello?! ¡Esta lleno de marcas!- Se refería a las de Kyo, ¡pero yo no tenía la culpa de eso!


-        Serán de chicas Ruki, estoy seguro que a Uruha no le gustan los hombres…- murmuró Reita, con una voz realmente sorprendida y confundida también por la declaración del menor.


-        Entonces no se hubiera besado con Aoi…- suspiró.- Y-yo…le quiero, Reita…


-        Taka…- susurró este, casi podía ver el abrazo a través de la pared.


 


Me alejé de la superficie y me tumbé en la cama, no, no, sin duda eso no podía estar pasando. Lo que acababa de oír debía ser una broma pesada por parte de mis amigos, eso quería pensar, aunque en el fondo de mí sabía que no era así. Los sentimientos de Ruki eran sinceros y yo tan solo le hacía daño al pequeño. No me gustaban los hombres lo tenía claro, pero Taka era un caso especial. Él era tan delicado y bueno, incluso a veces dudaba de que fuera un hombre… Pero yo no sentía nada por él, ¿verdad?


 


No quería pensar ahora en eso, no quería fastidiarme la fiesta que había comenzado tan bien. Recorrí la habitación con la mirada, encontrándome más botellas de alcohol allí. Me dio igual de quién fueran, abrí una y comencé a beber a morro, atragantándome con el líquido pero sin dejar de tragar. No sé cuanto tiempo pasé allí encerrado, pero por una parte me daba igual, no sabía como enfrentarme ahora a Ruki y lo más sensato me parecía seguir bebiendo en el exilio que me proporcionaba esta habitación. En ese momento y como castigo divino, la puerta se abrió dejando ver la baja figura de Kyo. El cual sin uniforme escolar ganaba mucho más. Le miré mal desde mi posición y él tan solo me dedicó una burlesca sonrisa.


 


-        Vaya y yo que venía a por suministros, no pensaba que había un borracho atrincherado con todo el alcohol- se rió.


-        ¿Por qué no te largas?- inquirí, volviendo a beber.


-        No se te ve en condiciones como para que estés solito, Uru-chan- sonrió, sentándose a mi lado en la cama.


-        Mejor solo que mal acompañado- contradije.- Y no te tomes las confianzas de llamarme chan.


-        Uff, que frío…- sonrió.- Yo que tan solo intento cuidarte…


-        ¿Tú? Lo único que buscas es sexo.


-        Bueno, eso también, para que negarlo- me miró lascivamente a tiempo que una sonrisa se formaba también en sus labios.


-        ¿No has tenido suficiente con Toshiya?


-        ¿Celoso?- enarcó una ceja, con mofa en el rostro.


-        Más quisieras, ¿sabes qué Kyo? Tengo problemas suficientes para encima tener que soportar tu compañía, pírate de mi vista.


-        Ya veo que tienes problemas y que intentas solucionarlos con alcohol, pero hay cosas mejores- propuso mientras que se sacaba una bolsita idéntica a la que le había entregado a Kaoru.


-        ¿Intentas drogarme para que te sea más fácil follarme o qué?- inquirí duramente, alejando mi vista de esa bolsita, que en estos momentos de depresión me parecía realmente tentadora. Él rió y la guardó nuevamente.


-        Cariño, si quisiera eso podría hacerlo sin tener que gastar esto en ti- susurró, acercándose a mí peligrosamente.


 


Se inclinó y fue haciendo lo mismo conmigo hasta quedar sobre mí en cuatro y con su rostro a pocos centímetros del mío.


Él tenía razón, no hacía falta demasiado para doblegarme, ni siquiera tenía la fuerza de voluntad como para oponerme a nada, mucho menos física.


Me observó desde esa posición, antes de atrapar mis labios en un beso que comenzó siendo suave, casi me pareció delicado, pero que poco a poco se iba tornando más pasional hasta que noté su lengua en mi boca, saboreándola. Sus manos recorrieron mi pecho, hasta llegar al vientre y después meterse debajo de la ropa para acariciar mi piel. No pude evitar soltar un gemido, sus manos eran demasiado expertas y acariciaban allí donde yo era más sensible, provocando esas sensaciones tan placenteras. Pero no, no pensaba darle ese gusto. Estaba borracho, sí, pero no lo suficiente como para acostarme con un tío.


 


-        D-dijiste…q-que…esperarías…- logré pronunciar dificultosamente, ya que su boca ahora se encargaba de atender mi cuello. Suspiró y se dejó caer sobre mí.


-        ¿Por qué no simplemente te puedes dejar llevar?- preguntó frustrado, levantándose de sobre mi cuerpo y echándose a un lado de la cama.- Sé que lo disfrutarías.


-        Y yo creo que tienes el ego demasiado alto- gruñí.


-        Solo lo justo conforme con lo que hay- sonrió socarronamente. Se levantó y me miró seriamente por primera vez.- Uruha.


-        ¿Sí?- dije sentándome firmemente y concentrándome en sus palabras, que ahora parecían realmente serias.


-        No te deben meter aquí y mucho menos debías haber venido a esta fiesta, así que ándate con ojo- advirtió encaminándose a la entrada.- ¡Y nada de drogas!


-        ¿A qué te refieres? Pero ¡¿si tú me acabas de ofrecer?!- inquirí, ofuscado.


-        Sí, pero conmigo estás seguro; y me refiero a qué dejes de beber porque eso lo único que hace es facilitar la tarea a personas como yo y, ¡coño sal de aquí que encima lo pones más a huevo que nadie!- exclamó cerrando la puerta tras de sí. ¿¿Acaso Kyo se preocupaba verdaderamente por mí??


 


Decidí salir tal y como me había recomendado el rubio, el cual había vuelto junto con Toshiya que se agarraba a Kyo como si fuera enteramente suyo, reí, ¿el pobre acaso no se enteraba de los cuernos que tenía?


Me senté junto con Die, el cual bebía con Shinya y Kai mientras que hablaban de no sé que anécdota; el alcohol ya me impedía entender bien las palabras. No sé exactamente cuanto tiempo pasé allí, riéndome por tonterías que decían mientras que veía al resto, beber, fumar y drogarse; hasta que entró en mi campo de visión Reita (el cual ahora estaba más lúcido).


 


-        ¿Y Ruki?


-        ¿Por qué preguntas por él?- contestó con otra pregunta.


-        Porque es mi amigo y me sale de las pelotas preguntar por él, Reita- dije con mal humor, no quería interrogatorios.


-        Está con Mao.


-        Bufff, ese canijo sin personalidad…


-        ¿Quién te hizo esas marcas en el cuello, Uruha?- interrogó el rubio.


-        ¡Y a ti que te importa!- exclamé apartando su mano de mi cuello.


-        Te pones insoportable cuando bebes más de la cuenta- suspiró cabreado, levantándose y marchándose de allí.


-        Si no fueras un puto cotilla…- mascullé antes de beber otro largo trago.


 


 


++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++


 


 


Llegué a la fiesta sin a penas ser visto por los demás, mejor, eso me facilitaría mi objetivo esta noche. Observé el panorama del lugar rápidamente Die, Aoi, Kai y Shinya jugaban a la botella junto con otros alumnos; no había rastro ni de Reita ni de Ruki, atisbé a mi víctima observando como Kaoru y Kyo hablaban mientras que le pasaba la droga. Me escondí ligeramente cuando Uruha pasó por mi lado en dirección a las habitaciones. Dentro de poco cobraría mi venganza, ningún niñato homófobo  se metía con lo que yo quería. Esperé a que Kaoru se alejase del rubio y caminé entre la gente hasta Kyo, le tomé de la mano y le llevé a otra de las habitaciones vacías.


 


-        Mao, creí que no vendrías a esta fiesta- habló Kyo, separándose de mi contacto. Tan cerca y tan lejos.


-        ¿Por qué no iba a venir? Nunca me perdería esto- sonreí malévolamente. Jamás me perdería la caída de Takashima Kouyou.- ¿Qué tal con Toshiya?


-        Todo bien.


-        Me alegro- sonreí, cálidamente.


-        Bueno supongo que no me has metido aquí para preguntarme por mi relación con Toshi ¿verdad?- soltó el rubio, mientras que se sentaba en el borde de la cama.


-        No, en realidad no- respondí, acercándome y poniéndome frente a él. Me puse de rodillas entre sus piernas y me acerqué a su rostro lentamente. Cuando nuestros labios se juntaron en un pasional contacto, bajé mis manos por su pecho hasta llegar a la cinturilla del pantalón y comenzar a desabrocharle el cinturón. Me separé de sus labios por poca distancia y vi su expresión de confusión. Ojala él quisiera tanto como yo hacerlo, pero sabía que no era correspondido. Aún así me bastaba con lo poco que me daba Kyo en ocasiones concretas.- Quiero lo mismo que le has dado a Kao…


-        ¿Qué?- preguntó, alejándose más.- ¿Desde cuando te drogas, Mao?


-        Lo he hecho muchas veces Kyo, no te hagas el sorprendido- dije, encogiéndome de hombros.


-        Sí, como todos. Pero siempre te invita Kao, no vienes a comprármela y a venderte…- respondió confuso.


-        ¿No me la darás?- pregunté, cambiando el tono a uno juguetón y sensual mientras que me sentaba a horcajadas sobre él, acariciándole el pecho.


-        Si insistes…- murmuró, mientras que le besaba suavemente el cuello. Llevé mis manos nuevamente hacia abajo para terminar la tarea de desabrocharle el cinturón, no sin antes acariciarle, haciendo que un ronco gemido se escapase de sus labios.


-        Házmelo Kyo…- pedí en su oído, para después morderle el lóbulo con delicadeza.


-        No- negó, cogiéndome de las caderas y levantándome de encima suyo mientras que él hacía lo mismo. Se abrochó el cinturón y rebuscó en el bolsillo del pantalón, sacando la ansiada bolsa.- No te metas toda Mao, ya me la pagarás- dijo a modo de despedida, guardándome la bolsa en el bolsillo de mi cazadora, para después marcharse sin más.


 


Solté un frustrado gemido y me dejé caer en la cama de espaldas, cuando salió de la habitación. ¿Desde cuándo Kyo se negaba a un polvo? Sé que acababa de terminar con Toshiya, pero eso nunca había sido un problema. Sin duda se había encaprichado demasiado del imbécil de Takashima, cada vez le odiaba más. Lo único que me reconfortaba era el saber que dentro de poco Uruha estaría acabado.


Sonreí y me levanté con nuevos ánimos para ir a finalizar mi plan, fui al salón donde estaban todos y después a la pequeña mesa donde estaban todas las bebidas alcohólicas. Me serví una copa para echar la mayor parte de la droga que me había proporcionado Kyo y caminé nuevamente hacia el pasillo, revisando las habitaciones en busca de Ruki. No tardé en localizarlo en una de ellas con los ojos llorosos, junto con Reita. ¿Qué le había sucedido al pequeño? La rabia volvió apoderarse de parte de mí.


 


-        Reita… ¿me dejas un momento con Ruki?- pregunté con voz suave.


-        Sí- afirmó, dándole un cariñoso beso al cabello del menor y marchándose.


-        Ruki, ¿por qué lloras?- me acerqué a él y le abracé suavemente.


-        N-no…m-me pas-pasa nad-a…- dijo entre sollozos, intentando reprimirlos.


-        ¡Oh, así que ahora la gente llora sin razón, que curiosa moda!- bromeé, él soltó una frágil risita.


-        Es por Uruha…nunca sentirá nada por mí…- confesó mirando al suelo. ¿¿Qué tenía ese imbécil para que a todo el mundo le gustase?? Ya no solo se metía con Kyo, sino que encima hacía sufrir a Ruki. Esto cada vez era más imperdonable…


-        Todo el mundo siente algo por ti, pequeño, es imposible no quererte- dije, levantando su rostro con mis dedos en su barbilla. Él me dedicó una mirada apagada.- No puedes darlo todo por vencido, no me gusta Uruha, pero seguro que él te tiene gran cariño.


-        Gra-gracias.


-        Toma ¿quieres beber algo?- pregunté dándole la bebida. Conocía perfectamente a Ruki, la aceptaría, pero no bebería ni un solo trago. Seguramente se la ofrecería a la primera persona que encontrase, solo era cuestión de llevarle en el buen camino.


-        Gracias- aceptó, tomándola entre sus manos.


-        Ahora, ve a hablar con Uruha. Es tu amigo, sino comparte tus sentimientos al menos será capaz de comprenderlos y apoyarte- sonreí cariñosamente. Una cosa era mi plan y otra mi preocupación por el pequeño. Le acaricié con delicadeza la mejilla y le dejé marchar, siguiéndolo.


 


Me quedé observando desde la pared viendo como mi objetivo se cumplía, Ruki había caminado hasta Uruha, que denotaba incomodidad ante su presencia y le entregó la copa. El castaño bebió todo de un solo trago. Salud.


Ahora sí que disfrutaría de lo que quedaba de fiesta, caminé hasta las bebidas y me llené mi propia copa.


 


 


++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++


 


 


Estar con Ruki me parecía algo incómodo en un principio, no sabía como debía reaccionar ante sus palabras. Aunque se suponía que no sabía nada, así que fingí no haber escuchado nada e intentar seguir normal. Y he de decir que la copa que me entregó ayudó a que terminara de relajarme y quedara inmerso en una nube de actividad, mareo y despreocupación.


Cuando me di cuenta que Aoi estaba bailando en la pista improvisada, me acerqué a él y comencé a bailar, mientras que se pegaba más a mi cuerpo, tal y como la música exigía.


Pasamos un tiempo allí, me sentía realmente hiperactivo hace tan solo unos instantes, pero con el tiempo fui decayendo. Comenzaba a sentir mi cuerpo fallar y mareos, así que me separé con dificultad del moreno.


 


-        ¿Estás bien Uruha?- preguntó sujetándome por los hombros, con un tono algo preocupado. La verdad es que no podía enfocar bien su rostro.


-        S-sí…tran-tranquilo- respondí con una seria dificultad en la modulación, tenía la garganta seca y sentía como si mi boca fuera ajena.


-        ¿Qué pasa, moreno?- intervino Kyo, recién aparecido, saludando a Aoi. Pude sentir como clavaba la sus ojos en mí, pero me daba igual, suficiente tenía con concentrarme en mantener el equilibrio.- Uruha, mírame- ordenó levantándome la cabeza.


-        ¡Suél- suéltame!- exclamé separándome del agarre e inevitablemente perdiendo el equilibrio.


-        ¡Uruha!- nombraron los dos a la vez sujetándome e impidiendo que cayese contra el suelo.


-        Aoi, mira las muecas que está haciendo, está drogado…- oí decir a Aoi.- Voy a llevarle a que se tumbe en una habitación, busca a Reita.


-        Sí- afirmó, marchándose rápidamente.


 


Me cogió por los hombros y me arrastró prácticamente a la habitación, estaba cada vez peor y ya no me quedaban energías como para decir o hacer nada. Me tumbó con delicadeza sobre la cama y noté como no separaba su mirada de mí.


 


-        Te dije que no te drogases…- decía más para sí mismo, que para mi semiconsciente mente.- Eres un imbécil, desde luego quieres que te encierren aquí de una patada. Reza porque nadie se dé cuenta de tu estado o te abrirán un nuevo juicio y a la mierda- gruñó frustrado, moviéndose de un lado a otro de la habitación.


-        Y-yo…no…


-        No pasa nada, pequeño, iré a por un baso de agua. No te muevas de ahí, ahora mismo vengo- pidió, marchándose y cerrando la puerta tras él. Como si pudiera moverme…


 


 


++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++


 


 


 


Como odiaba que se preocupara por él, ¿por qué mierda le presta tanta atención? Pensaba viendo como Kyo se llevaba cogido con cuidado a Uruha a una de las habitaciones, su estado era lamentable y tal vez me hubiese pasado con la cantidad, porque por los efectos podía deducir que era su primera vez.


Esperé allí atento a cualquier movimiento, hasta que vi salir a Kyo en dirección a la cocina, seguramente a por agua.


Era mi momento de actuar, corrí a la misma habitación, donde me encontré a semiconsciente Uruha, con los ojos cerrados. Podría coger la misma almohada de la cama y asfixiarle ahí mismo, acabando con la amenaza, pero por desgracia los intereses de Yoshiki-sama estaban por encima de los míos ofreciéndome un beneficio. Así que lo que hice fue colocar la bolsa de droga, que me había dado Kyo, de forma visible. Salí de allí tan rápido como había venido y saqué mi móvil del bolsillo para mandarle la dirección del lugar de la fiesta a Yoshiki-sama.


Sonreí, sin poder evitarlo: Aquí comienza tu caída, Takashima Kouyou.


 


 


 


++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++


 


 


 


Sin pleno aviso la puerta se abrió de golpe y la figura imponente de Yoshiki-sama, Gackt-sensei y otros profesores se adentraron en el interior de la caseta, provocando un enorme clima de tensión y miedo. Nos habían pillado.


¿Dónde estaba Uru? Si ya íbamos a recibir un castigo duro por estar aquí en medio de alcohol y drogas, Uruha recibiría el doble, se suponía que debía estar en su casa y Kai era testigo de esto.


 


-        ¡Reita!- exclamé, al verlo pasar rápidamente y realmente nervioso.- ¿Has visto a Uru?


-        Está en la habitación…tenemos que impedir que le vean, Ruki. Uruha está drogado, le meterán aquí.


-        ¿¿Qué??- inquirí, sin poder creérmelo.


-        No hagas escándalo ahora, hay que ayudarle- atajó el rubio.


 


Nos escabullimos como pudimos para llegar a la habitación, pero ya era demasiado tarde, Yoshiki-sama estaba dentro y contemplaba la misma escena que nosotros: A un Uruha medio inconsciente con droga en su poder…


 




Notas finales:

Espero que os guste, por una vez terminé contenta después de escribir esto, me pareció que quedaba bien! =)

Espero vuestros comentarios con vuestras opiniones!!! ^^

byeeee


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).