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Príncipe Vs. Pato por H2NJ Dess Hayashi Nao

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Notas del capitulo:

Público 2 juntos, no porqué me dijeran que son cortos, sino porque ya era la idea que tenía, de que lo pudiesen leer junto.

Aquí acaba la primer parte, la segunda parte se llamará ''Ascenso al cielo y caída libre''. Pero aviso que tardaré un tiempo en subirla, ok?

A quienes me han dejado rvw, muchisimas gracias, Kumii-chan te agradezco las ideas, pero creo que esperare al siguiente fic para mejorar, n//n lo siento mucho.

Enjoy~!

P.D.: se me olvidaba, Aoi de 17, Uruha de 14 a los 16, y Ruki de 17 a 19 años. Por cierto ahorita Ruky es el más alto, y Uruha el más bajito... y ya!

-*-Cuarto fragmento. Ouji-sama… y su deber -*-

       Dentro del castillo en el principal potentado de Ascort un grupo de hombres se habían reunidos desde el amanecer, era inminente la necesidad de fortalecer el reino, y los consejeros del Rey habían determinado la mejor decisión, casar al príncipe Aoi con alguna de las princesas de los reinos medios, el encargado de darle la noticia al pelinegro el consejero principal, Hyde, un hombre de apariencia rígida, pese a su cuerpo delgado y su finas facciones.

-es una decisión tomada, no queda otra opción-

-¡¿casarme con alguien que no conozco?!... ¡Ni me conoce!-

-Príncipe Aoi, eso no es lo importante-

El humor del pelinegro se había vuelto pesado, y bastante irritable, la noticia no le había caído nada bien, y el buen humor de su padre ni mucho menos los alegatos de Hyde lo hacían recapacitar o entrar en razón, como aquellos le pedían.

-¡¿Cómo carajos me dices que eso no es lo importante?!… ¿a ti no te gustaría saber con quién te vas a casar… ANTES DE CASARTE?… ¿amarla y que te ame?! Sí eso no es lo importante ¿entonces qué sí lo es?-

-la estabilidad del reino, Gazz es una constante amenaza, que se ha vuelto más peligrosa con su nuevo rey… ¿y qué? ¿Qué tu reino sufra por tu actitud caprichosa?-

El príncipe avanza por la habitación, pensativo y con la mirada baja, llega hasta su silla y se deja caer pesadamente. Hyde, lo observa deambular por el lugar, de tal forma que su mal humor iba en incremento, no soportaba que Aoi fuese tan caprichoso, él en cambio anteponía la estabilidad del reino por sobre cualquier cosa.

-¿es completamente necesario? ¿No hay otra forma?-

-lo lamento hijo, pero lo hemos pensado mucho, tu matrimonio es la mejor solución, y la única, pero sí te sirve de consuelo podrás conocer a tu futura esposa una semana antes de la boda- el Rey era un hombre bastante parecido a su hijo, con las facciones más marcadas por la edad, y con el cabello ligeramente cano, pero aún conservaba su porte y jovialidad.

-ah… padre, eso no es ningún consuelo, ¡¿una semana?!… pero ¿tengo opción?- terminaba casi con un susurro, en sus ojos se pintaba el desconsuelo, amaba a su reino, y quería la paz para todos, pero no comprendía porque tenía que casarse a la fuerza con una mujer que no iba a amar.

-Príncipe Aoi, es lo mejor para todos y me alegro que la comprenda- Hyde daba una rápida sentencia aprovechando el desconcierto y la frustración del pelinegro.

-Consejero- desde su silla miraba con un gran recelo a Hyde -créeme que no lo hago por ti…- El príncipe sale de la habitación dando un portazo.

-*-

Tras largos meses de buscar pretextos para aplazar la boda el príncipe se ve en la necesidad de escabullirse de su castillo hasta el potentado donde vive su primo.

-¡REITA, KAI!- entro gritando el príncipe por lo enormes salones del castillo de su primo.

-disculpe señor Aoi, pero su primo no sé encuentra, fue a dar una cabalgata por el reino en compañía de su doncella de compañía-

-*sí, claro [Flashback: me disfrace así sólo para entrar al castillo, no soy cómo su primo…] así se les dice ahora, le pones un vestido a tu noviO y ya es ‘tu dama de compañía’* esa iguana, nunca está cuando se le necesita, bueno entonces… ¿cómo dices que te llamas?-

-ah! ¿y…yo? Soy John, señor-

-bien, John, sí alguien pregunta: Yo NO estuve aquí, nadie me ha visto, ni saben dónde podría estar, ¿cierto?-

-ah, claro…- el hombre le miro algo desconcertando mientras entendía la indirecta -yo sólo estaba limpiando la habitación, nadie vino aquí en este tiempo-

-así me gusta John, gracias-

Y se fue a seguir buscando a su primo… y a Kai.

-¿a dónde se abran metido ese par? y yo que no tengo tiempo para perderlo…- se quejaba el noble de cabellos negros, mientras avanzaba por uno de los jardines del castillo, lleno de árboles robustos y adornado con cerezos, justo cuando la mirada se le ilumino, la feliz parejita descansaba sobre la capa del rubio a la sombra de un gran árbol.

-Hasta que los encuentro, par de tortolos, hay problemas, mi padre está acelerando mi boda, y ni él ni el Consejo, menos ese tal Hyde!, quieren que suba al trono sí antes no hemos fortificado a Ascort con mi boda, y claro asegurar el favor del ejercito del reino de mi futura esposa…- detuvo su discurso al notar que los otros aún seguían envueltos en su sueño rosa -¿quieren dejar de compartir saliva y hacerme caso?!-

-Pues, cásate… ¿cuál es el problema? – contesto el castaño.

-¡aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!-

-¿Algo te hiso daño algo o qué te pasa?- sonaron las voces de Kay y Reita al unisonó, tras escuchar el grito de frustración del pelinegro, quien ya los veía con una expresión realmente ofuscada.

-¡¿cuál es el problema?, ¿Cuál es el problema?, ¿cuál es el problema? Eso dicen todos! pero ¿qué en verdad nadie lo entiende?- el príncipe miro a su primo y a su pareja tratando de buscar en ellos su apoyo y que lo comprendieran -Kai, sí mañana mi tío decide que Reita se case con una princesa, ¿qué sentirías tú? ¿Qué harías? ¿Ahora lo entienden?-

La expresión de Kai cambió por completo, se puso serio, incluso se paro rápidamente, con la cabeza baja y el rostro ensombrecido…

-sí, ya te entiendo, no te quieres casar sin amarla, ¿verdad?… yo… no sé qué haría, pero mi corazón no lo soportaría… amo demasiado a Reita, no puedo dejarlo ir así…-

Acto seguido la mano del rubio envolvía la de Kai mientras lo abrazaba por la espalda.

-aunque el mundo entero dependiera de que yo me casará con alguien que no seas tú, Kai, no lo haría, porque también te amo demasiado…-

-bueno, bueno… ya, lamento haber sido tan drástico, pero ya que me comprenden, ¡AYÚDENME!… voy a huir, este potentado y al menos otros cuatro de diez que componen Ascort se han vuelto parte de nuestro plan en estos 3 años, ahora me iré y enfrentare en el mismo campo de batalla a Ruki De Gazz, antes de que pueda saberlo le abre cortado el cuello y todas las amenazas sobre Ascort desaparecerán. Sí mi padre quiere que suba al trono o no ya no me importa…-

-Aoi, siempre soñando…- comentaba el castaño con el rostro un poco triste -se escucha tan fácil, pero aún falta mucho para que tu ejercito este de avanzada contra el reino de Gazz, además… no creo que Ruki se atreva a entrar en el campo de batalla, y por sobretodo, él tiene su magia como último recurso, sí te hechiza todo estará perdido…-

-así es primo, no puedes ser tan tonto… tu corazón es valiente, pero tu cabezota no piensa con serenidad, ahora tenemos cinco potentados por los cuales realmente debemos pelear, nos ha costado mucho limpiarlos de corrupción e injusticias…-

-eso era un sueño, ¡y lo cumplí!… junto con ustedes, ahora puedo cumplir este… sí me ayudan, incluso las chicas me han estado ayudando, cada vez que pueden sabotean los planes de boda y ya han hecho mucho aplazándolo, pero tarde o temprano me van a obligar a casarme… todas son muy lindas, y las he llegado a querer… pero-

-pero no amas a ninguna… entonces, te vas… y ¿todo lo que hemos hecho?-

-¡voy a regresar!, además no me voy huyendo, me voy a seguir con todo nuestro sueño!-

-Kai, ya déjalo… ya tomó una decisión y no lo vamos hacer cambiar de opinión… ahora sólo nos queda apoyarlo-

-¡Reita!…- intentaba reprocharle Kai al rubio, pero al verlo termina a resignándose -supongo que tienes razón… entonces, volvamos al castillo-

-¡NO!, ya no queda tiempo, iré por el bosque hasta encontrar al ejército, y me uniré a alguno de los generales, pero sólo sí estamos cerca de Ruki, no puedo permitir que mi padre o el mismo Ruki se enteren de mi posición-

-sí encuentras una buena esposa podrías volver, entonces pelearas desde el frente de Ascort, con nosotros y tu padre al lado-

-sí primo, aunque eso es más idealista que mi propio plan-

-aagh yo me voy, cuando se juntan son insoportables!-

-ni el aguantar por tres años a Reita te ha cambiado el carácter Kai… eso sí- viendo el hermoso vestido verde oscuro que portaba el aludido -ahora te has hecho fan de los vestidos-

-¿verdad que es muy lindo así?- inquiría el rubio a su primo.

-eh…- volteando a ver la mirada asesina de Kai -pues… supongo que…- realmente podía escuchar los pensamientos de Kai *¬¬ ten cuidado con tu lengua príncipe…* poniéndose nervioso -anm… sí- concluyo casi en un suspiro.

En respuesta el chico con vestido sólo gruño -bueno, bueno… entonces ¿no necesitas nada?-

-sí primito, te podemos traer comida, algo para que te cobijes… ¿un juguetito anti-estrés?-

Aoi y Kai seguían sin entender esa modalidad de Reita, que ofrecía esa actitud casi infantil en las peores situaciones, cuando podría usar esa serenidad y madurez que a veces deja ver en su actitud, pero ya estaban acostumbrados.

-pues llevo algo de comida, pero no sé sí sea suficiente, y también llevo con que cubrirme… no llevo ‘’juguetito anti-estrés”- comento el pelinegro entre molesto y burlón -tal vez pueda esperar una noche escondido y mañana partir con un mejor equipaje…-

-sí eso sería lógico-

-gracias, por ignorarme >n<-  Sí, Reita sabía que lo habían ignorado cruelmente, Aoi y Kai sólo pensaban en trazar los planes correctos, dedicando algunas risitas a la actitud del rubio.

-Kai… ¿escuchaste los quejidos de una iguana?-

-no-                                                    

-eso supuse- respondía con un suspiro –bueno, vámonos…-

- >n< *vuelto a ignorar T-T*-

-*- Quinto Fragmento.-Rey Vs Esclavo, los ojos de fuego y el frío del corazón- (los ojos que te admiran, no te aman) -*-

      -necesito que incrementen el ejército a un mínimo de tres mil hombres armados, mil a caballo… y dos mil de resguardo, sí, eso será suficiente para continuar contra Ascort-

-¡Sí, señor!-

-entonces… ¡¿por qué sigues aquí? Ve a conseguir los hombres que te pedí!-

La actitud caprichosa y cada vez más iracunda del joven rey tenía al oficial seriamente entristecido, aún así buscaba disimularlo *en primera porque su majestad me gusta, y en segunda porque es un niño jugando a ser rey…* -sólo falta que indique el número de esclavos que quiere…-

-ah, ¿esclavos? se me olvidaban… necesitamos, unos cincuenta gusanos nuevos-

-con su permiso señor- Salé Kiyoharu, general de todas las tropas del reino de Gazz.

El rey regresa a sus planos y papeles, planeando su próximo ataque contra algún reino menor. Tanto era su afán por seguir conquistando más reinos que paso la noche dormido sobre su escritorio, al despertar por la madrugada se asoma por la ventana.

Cuándo estaba solo su actitud se volvía apagada, la tristeza lo inundaba, y se perdía en sus pensamientos.

-sigo en la misma búsqueda, no sirve de mucho conquistar el mundo sin un corazón sincero a mí lado… luna, ¿no me quieres llevar hoy a tu lado? Entre el frío y la oscuridad, lleno de la enorme soledad, luna… al menos tú tienes a las estrellas, y al firmamento que te envuelve, yo en cambio sigo solo…-

Tomó una copa y la llenó de licor, tomó su capa y salió hacia uno de los patios, para tomar aire fresco.

-al menos me puedo sentir vivo…-

Mientras caminaba por un jardín externo a su castillo las sombras que se movían a su alrededor ya no eran sólo las de los árboles… un grupo de cinco hombres lo iban rodeando, con el firme plan de atacarlo.

-¿quién está ahí?… ¡salgan y den la cara!-

Lo que no sabían, es que Ruki siempre cargaba su espada… y que hoy, además, tendría otra ayuda.

-ja, ja… ¡es un pequeño noble!, niño danos todo lo que tengas encima y te dejaremos regresar a tu castillo- una boca sucia incrustada en un cuerpo raído y huesudo apuntaba una daga frente a Ruki.

-¿en serio?- y una sonrisa burlona le salió de los labios –Y… ¿qué tal sí mejor… los enfrento?-

Tres de los cuatro hombres se lanzaron sobre él, antes de que pudieran contarlo dos ya habían caído atravesados por la espada del rey, el tercero en pie volteaba a buscar su arma y sus otros compañeros, pero no encontraba nada entre la oscuridad.

-¡mira bien, estos son los ojos de la furia y el poder!, no los olvides en tu camino al infierno!-

Un grito de terror salió del hombre, quién esperaba la espada sobre su cara, pero lo que recibió fue un hechizo mortal, fue casi igual a sentir el filo partirle en dos, sólo que esta sensación fue de arder en llamas, por un segundo, hasta morir, otro segundo después.

-así que tus ‘amigos’ te abandonaron, ¿eh?…-

-No señor, yo los deje fuera de combate-

Era la voz más melodiosa que Ruki hubiese escuchado, volteo y vio a un joven de piel blanca y cabellos castaños claros, casi rubios… o ¿eran rubios?… Ruki no lo supo, porque la noche se hacía increíblemente oscura, y el joven desapareció entre los árboles, ¿cuándo? Tampoco se dio cuenta, porque se había quedado atontado viéndolo…

Al día siguiente, desde la ventana el Rey veía hacía el horizonte apenas dibujado por el amanecer, volvió su vista al patio frente a la ventana y lo vio, era ese chico de nuevo… ¡¿un esclavo?!… qué más daba, desde la madrugada pasada sus ojos lo veían por todos lados, boto su copa y salió corriendo hasta encontrarlo, lo saco de la fila de esclavos, sin que nadie supiera cómo llego, ni que le pasaba al rey.

-¡señor!… tranquilícese, usted no tiene porque tratar con esta escoria, son sólo esclavos, sí le molesta…-

Un golpe en un costado calló al soldado.

-estúpido, tú podrás ser escoria…- y escupió a un lado del soldado doblado por el golpe.

Se llevo al esclavo hasta el castillo, en uno de los salones por fin se detuvo y cerró todas las puertas.

-¿cuál es tu nombre?-

El esclavo se quedo callado.

-¿por qué no contestas?- Ruki miraba con intriga a su nueva adquisición.

El menor se limito a dejar salir un leve suspiro y apenas contestar con el rostro triste y el cejo levemente fruncido por la actitud del noble -soy Uruha, señor-

-¿Cómo me ayudaste anoche?-

-sólo hice lo que tenía que hacer…- su voz se volvía intensa, ganando cierto desprecio en el tono -aunque hoy esos hombres perdieran la cabeza, por orden suya…-

-sólo fue justicia, sí robas te matarán-

-ah ¿sí?… pues ¡yo también he robado!… ahora pida que me corten la cabeza!- con la voz llena de furia pero los ojos arrebatados de lágrimas le contesto Uruha al rey.

-pero…- Ruki lucía bastante desconcertado, ese hombre se le hacía cada vez más interesante, no era cualquier persona, al menos no para él.

-¡es justicia, usted lo dijo!- termino reprochándole Uruha al rey.

-y ¿quién te acusa?… ¿qué robaste?-

-yo mismo me acuso de haber robado pan a esos mismos cinco hombres!-

-pero… ya están muertos, además ellos estaban intentando atracar a un rey-

-y ¡¿porqué ellos no eran reyes no les van a hacer justicia?!… ¿qué clase de justicia es esa? ¿Qué clase de rey eres tú?- Definitivamente, había una gran pasión, una fuerza interna y una gran compresión de varias cosas por parte de ese joven rubio que lo había hipnotizado.

-me agradas mucho…- fue la respuesta que dio el Rey al esclavo, con una gran sonrisa, no estaba ignorando sus palabras, las estaba analizando una por una.

-¿perdón?- Su apasionado alegato fue detenido en seco, mientras miraba con extrañeza al otro hombre en la sala.

-para ser un esclavo hablas muy bien, tienes razón… no soy un buen rey, ni siquiera soy una buena persona… pero hago lo que puedo… ¿qué te parece sí te vuelves mi conciencia?, te daré lo que quieras a cambio: joyas, ropa, la mejor vida!-

Ese argumento de alguna forma lo había cansado, las palabras del rey sonaban ligeras, pero conllevaban un gran compromiso -y tú ¿qué ganas?-

-¡vaya! eres demasiado astuto para tu edad- haciendo un breve silencio, medito su respuesta -te gano a ti, ya te dije, me agradas- las miradas que le dirigía al menor no era precisamente inocentes, mas estaban acompañadas de cierta calidez.

-*¿porqué lo dice con ese tono?* pero sólo soy un esclavo, incluso fui un ladrón, y no tengo estudios, ni…-

-¡bueno! entonces te obligo a que seas mi conciencia ¡punto!- Ruki no estaba acostumbrado a escuchar objeciones a sus deseos, comenzando a desesperarse -ya no quiero escuchar pretextos ¿cómo puedes despreciar a un rey?-

-je *qué miedo, me recuerda la cara que puso ayer al matar a ese hombre* no es desprecio, verá usted señor Rey, es pena… no es normal que un esclavo se vuelva de la nada ‘’asesor’’ de un rey…-

-pero ¡sí yo te digo que no hay problema!-

-¡está bien, está bien!, ya entendí… seré su ‘conciencia’- *creía que ser esclavo era un trabajo pesado… ¡no me vuelvo a quejar! espero que ya no me vaya peor*

-¿en serio?… entonces sígueme, te voy a bañar, y cambiar la ropa…- Uruha se sonrojo mientras *¿no sabe que yo solito puedo hacer eso?* era llevado como un niño pequeño por Ruki, aunque no le quedaba claro quién era realmente el que actuaba como un niño -y luego podemos salir a pasear por el jardín y…-

Ruki siguió haciendo mil planes con Uruha. Muchos se cumplieron, otros no, y muchos otros se fueron formando, durante el tiempo que ambos estuvieron juntos.

-*-

-¡Ruki, te dije que no volvieras a ejecutar gente sin hacerles juicios! -

-*ups, sí se entero* pero ¡esos malditos se estaban sublevando contra Mi autoridad!, me lo dijo uno de los más viejos consejeros que- Muy al fondo de su conciencia Ruki resentía los regaños del menor, pero de frente no lo demostraba.

-y ¿qué tal si mintió? Esos hombres sólo revolotean a tu alrededor esperando la mejor oportunidad para conseguir más tierras, esclavos, doncellas, ¡lo que sea!, y apenas ven amenazados sus intereses ¡te utilizan!…- por una parte Uruha se encontraba realmente furioso, hacía su mejor esfuerzo por “educar”, o más bien concientizar a Ruki, pero este parecía no cooperar en nada lo cual lo ponía triste, y de hecho se notaba en su voz -Ruki, siempre tienes que averiguar lo que realmente pasó-

-lo dice el rey del silencio… llevo más de año y medio tratando de averiguar ‘¿quién es Uruha?’ ¡Pero eres un muro frío!… no te conmueves de mí! que te amo, y lo sabes, y aún así tú también sólo me usas- Si bien el rey exageraba, y lo hacía fingiendo una escena dramática, no estaba mintiendo porque no había conseguido que Uruha se acercara lo suficiente a él.

-dramatizas…- aún así, al menor siempre le divertían sus dramas… pero esta vez había tocado un punto sensible: su pasado -pero es cierto, no puedo hablar de mi pasado, al menos no por completo, lo siento mucho, y yo he luchado todo este tiempo por corresponderte… pero, simplemente no he podido…-

El joven rey envuelve al menor en un cálido abrazo.

-lo sé, ya, no quiero que sigamos discutiendo… no volveré a ejecutar a nadie sin preguntarle antes… ¿así está bien?- Ruki se había hecho sensible a los cambios de humor de Uruha, le afectaban realmente, porque realmente lo quería como no había podido querer a nadie.

-no, ¡no está bien!… simplemente es lo correcto- pero cuando se trataba de darle una lección de humanidad al joven rey, Uruha optaba por una actitud férrea -hasta que no lo entiendas en tu cabezota no vas a poder gobernar con el corazón… pero claro, por eso estoy yo aquí, ¿no?-

-sí, mi ave marina- le respondía muy alegre el mayor, satisfecho de ser el centro de atención del “patito”, pero como esa comparación molestaba al menor mejor se inventaba otras formas de nombrarlo, aunque primero no las entendiera y después se enojara por la insistencia sobre su peculiar físico -es que te enojas sí te digo ‘patito’-

El aludido “pato” le miraba con auténticos deseos de quererlo golpear hasta dejarlo inconsciente,  pero el rey se encontraba tan divertido con poder abrazarlo y convivir con él que no se daba cuenta de ello. Por alguna razón se le hizo buena idea querer robarle un beso, a cambio recibió un almohadazo sobre su hermoso rostro.

Casi a dos años de que Uruha aceptará ser ‘la conciencia’ de Ruki, su pasado no lo dejaba en paz, pero en cierta forma se sentía más tranquilo en ese gran castillo, buscando no ser un noble de la realeza, pero sí un noble de corazón, para poder hacer de Ruki un gran rey, aunque le costaba mucho trabajo sobrellevar el carácter explosivo de éste.

Una noche estando en la habitación de Ruki las cosas se volvieron realmente complicadas.

Un estrepito abrió la puerta de los aposentos reales, mientras Ruki adornaba el cuello de Uruha con un brillante collar de perlas.

-¡¿qué demonios les pasa? ¿Cómo se atreven a entrar así a mi habitación?!- La furia del rey se hacía implacable cuando lo desobedecían o peor cuando parecía que lo iba a traicionar, y en este momento sentía que cualquiera de esas dos cosas iba a pasar.

-lo lamentamos tanto señor, pero hemos recibido el último informe de la red de espionaje, y ahora sabemos que la verdadera identidad del esclavo que usted tomo como consejero de nom…- De repente Uruha alzo la voz interrumpiéndolo, toda su expresión demostraba que estaba a punto ponerse furioso.

-sí vas a acusarme de algo, ¡sólo hazlo!- realmente se sentía enojado, casi furioso, en su mente no estaba seguro de que pensar, así que debía controlar sus impulsos, aunque le costase trabajo.

-¡asesino, es un espía con órdenes de matarlo!- Contesto rápido y zagas el militar, él también se encontraba a un paso de desplegar toda su furia contra el joven consejero. Lo cual tenía una explicación: habiendo quedado al mando del cuidado del castillo y del Rey se entero de que el consejero no era más que un estorbo para la cohorte, y muy en especial para su padre, un miembro muy importante ante el rey. Así que mando investigarlo, y de algún lado obtuvo información, que si bien no era de fiar poco le importo, aprovecharía que el verdadero perro guardián de Ruki no estaba y se desharía de Uruha para asegurarse un buen puesto y ayudar a su padre.

Ahora sólo faltaba que Ruki callera en la mentira, pero su única respuesta fue una estrepitosa risa, parecía que le habían contado el mejor chiste de su vida, para cuando pudo hablar lo intento entre jadeos y algunas risitas.

-¡Ay, creo que voy a llorar!- para el joven rey no había duda: ese tipo mentía, Uruha era un esclavo que el mismo rescato y le era fiel. El grupo de militares veían incómodos la escena, así que para resolverlo rápido querían inducir a que Ruki dieran la orden final.

-¿señor?… ah, ¿lo arrestamos?-

-ay, ja, ja, ja…- esa actitud acabo con las risas de Ruki, no sólo se puso serio, sino que les dirigía unas miradas de odio a todos los que habían interrumpido su velada -¡al que voy a arrestar es a ti, por difamar así a Uruha!, en todo este tiempo ¡¿sabes cuantas veces pudo haberme matado?! Por todos los dioses, en este momento podrían ya estar celebrando el cumpleaños de un nuevo rey!… sí vas a decir estupideces espera a que no tenga nada mejor que hacer, ahora todos retírense-

-espera Ruki…- el semblante de Uruha se mostraba pálido, pero era por la tristeza de sentir que tarde o temprano ese sueño de estar con Ruki se iba a terminar -tal vez ellos hablen de esto- de entre sus ropas saca tres dagas, un espada de media hoja, y algunas otras armas pequeñas que los soldados no supieron identificar.

-¿cargas todo eso contigo?- el rey veía el pequeño arsenal sobre su cama y no lo podía creer. Uruha tan menudito y frágil, parecía siempre indefenso.

-por sí no lo recuerdas, la primera vez que te vi fue en medio de una batalla… no puedo estar a tu lado y creer que no volverás a estar en peligro. Sólo eran por eso, pero sí creen que he venido a matarte es hora de que me valla, no huyo, muestro mis manos y mi conciencia ¡están limpias!- la franca expresión en su rostro lo decía, mostraba las palmas de sus manos y dejaba expuesto su cuerpo por sí algún valiente intentaba “defender” a su Rey -pero tampoco dejaré que me ofendan y me quedaré como sí nada- todo esa actuación lo dejaba cansado, odiaba el ambiente de la cohorte, pero quería tanto a aquel joven Rey que por eso se había quedado a su lado.

De su mano derecha quita su guante blanco, y sin aviso se abalanza sobre aquel joven militar que lo acusó, para asestarle una buena bofetada con el guante.

-ahora, señor responda como caballero y mañana por la mañana nos batiremos en un duelo, porque mi honor no quedara en juego por una de sus intrigas- Aquellas palabras le habían salido con fuerza del corazón, mostrando su ira contra ese hombre, en cambio al volver al lado de Ruki se sentía desfallecer, esperando a que lo abrazara con ternura y cariño, mas no lo podía hacer en ese momento -su alteza, con su permiso. Me retiro a mi habitación, necesito descansar-

Justo antes de entrar a su habitación un brazo lo jala, era uno de los muchos esclavos que trabajan en el interior del castillo, de los cuales Uruha se había ganado el respeto y el cariño por su forma de ser, noble y justo.

Una vez dentro de su habitación el hombre le dijo a Uruha que debía de huir a pesar de todo, ya que el plan era eliminarlo a cualquier costo, incluso la vida del mismísimo rey, ya que se había vuelto un gran problema para los nobles del reino, al darle nuevas ideas al rey; esa misma noche Uruha  huyó de ese lugar; no sin antes pasar a ver a Ruki en su habitación, mientras este dormía ya.

-vengo a despedirme… mi rey- el joven consejero se encontraba realmente triste de tener que huír y de tener que despedirse de alguien quien le había brindado una sincera amistad y cariño -no tuve tiempo para amarte, pero ahora sé que te quise mucho… me duele tanto dejarte, pero sí me quedo te harán más daño, no puedo arriesgarte así, el regalo de esta noche, no era un collar de perlas, era tu compañía, un tierno abrazo… y tal vez me besarías, pero ahora nunca lo sabré. Te voy a extrañar, eres aún un niño jugando a dominar el mundo, tal vez un día regrese y estemos juntos, tal vez te llegue a amar… y si no, gracias por todo este tiempo a tu lado… a… ad… hasta luego- todo lo había dicho con delicados susurros mientras contemplaba aquel rostro, mas no pudo despedirse, sencillamente le dolía demasiado.

Uruha quiso realmente despedirse de Ruki, pero las lágrimas no lo dejaron, tuvo que salir antes de que todo se complicara aún más.

~*~

 

Notas finales:

Bueno, ya saben que los rvws se agradecen, aún mejor, realmente los tomó en cuenta (está fue sólo una pekeña aparición de Hyde, pero va salir después ya más en forma, ok?), así que nunca están de más unos rvws, sip?? jeje.

Para la segunda parte esperenme como una semana, talvez semana y media, pero de que continúo, continúo!.

 

Muchisimas gracias, Hayashi Nao! se dspide n.n!! hasta el prox cap!

 

{EDITADO}


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