Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fast and Beautiful por urumelii

[Reviews - 277]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

son las 3:00!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ok espero el kpoop no me mande a la segunda pagina para mañana u.u pero es que esto se alrgo demasiado

el capi mas largo hasta ahora!

nuevos personajes!!!!

bueno para los que no saben, me super enferme y la inspiracion me abandono pero ya regreso, aparte mi cargador murio ¬¬ pero ya tengo uno nuevo XD

en fin lean!

Saga

 

 

Terminé de hacer el desayuno, lamentablemente no me podía quedar a comerlo, así que me conformé con servirlo para mi padre y yo comer un poco de pan. Tomé mi mochila y la colgué sobre mis hombros.

 

-no pienso repetirlo, se va a enfriar – dije mas alto de lo normal para que mi padre me escuchara.

 

-ya voy – salió de su habitación con cara de fastidio, común en él, a veces se comportaba como un niño pequeño, sonrió al ver el desayuno – vaya, estás de humor – dijo acercándose a su lugar haciendo girar las ruedas de su silla.

 

Me alcé de hombros – te espera un día agotador, quiero que tengas energías – le contesté con indiferencia.  Mi padre está en silla de ruedas desde que tengo memoria, pero no deja que sea un impedimento, completamente independiente y se empeña en hacer cosas como cualquier otro. Eso no evita que me preocupé por él, tal vez a veces lo sobreprotejo, pero solo nos tenemos el uno al otro. Mi madre murió en ese accidente que dejó incapacitado a mi padre, yo era muy pequeño y no iba con ellos en ese auto, algo que todos los días agradezco.

 

-que raro que quieras ir a la escuela hoy – comenzó a comer con verdaderas ganas.

 

-la última vez que falté a química me quedé sin equipo para el trabajo final, si no apruebo ya sabes cómo se pone Akemi – torcí la boca en una mueca – hoy vamos a hacer los equipos para el trabajo final de física y no quiero que me pasé lo mismo – le expliqué caminando hacia la puerta – te veo en la tarde – me despedí y salí rumbo a la escuela.

 

La verdad esa obligación de ir a la escuela se me hace totalmente innecesaria, pero mi manager dice que lo mejor es darme una educación porque el mundo del arte es muy caprichoso, yo sólo lo hago para no tener problemas con ella. Con el dinero que he ganado podría mantener a mi y a mi padre por el resto de nuestros días sin ningún problema, yo no lo gasto en estupideces, lo ahorro y sólo gasto lo necesario, las comidas y el doctor de mi papá.

 

Por mi, me quedaría en casa encerrados horas sólo pintando, eso es lo que sé hacer y lo hago bastante bien, muchos incluso me han llamado la nueva revelación del arte y no sé qué mas, no me importa, sólo pintar y ya. Me “descubrieron” cuando tenía doce y desde entonces he podido mantenernos sólo con mis pinturas, la gente no se cansa y yo tampoco. En cambio la escuela, es otra cosa.

 

Llegué un poco fastidiado al salón, no vivía muy lejos de la escuela, aproximadamente a quince minutos caminando, ni loco me compraría un auto, no después de lo que le hizo a mis padres. Busqué con los ojos a mi mejor amigo y me acerqué sin muchas ganas.

 

-que milagro – me dijo al verme – no querías quedarte sin equipo ¿verdad? – me miró alzando una ceja.

 

Chasqueé la lengua – no, si repruebo física Akemi me mataría – le expliqué – además ¡¡¡te extraño Yomi!!!! – lo abracé fastidiosamente.

 

-animal, no me toques – se deshizo del abrazo enojado, odiaba las muestras de afecto, quién sabe por qué, así ha sido toda la vida y vaya que lo conozco desde hace bastante tiempo.

 

-tu me odias – me quejé haciendo un puchero. Yomi solo atinó a girar los ojos, me reí un poco perdiendo un poco la atención en mi amigo y dirigiendo mi vista hacia una banca que estaba junto a la del mas bajo. Ahí estaba sentado el chico nuevo, llevaba sólo una semana en la escuela, no había hablado con nadie aun. Asumo que ha de ser difícil entablar conversaciones si te transfieren una vez que el curso ya ha empezado –hola –dije para llamar su atención. Yomi se giró para ver a quien le hablaba.

 

El chico alzó la vista al captar que le había hablado, sonrió ligeramente – hola – saludó con un tono de voz bajo.

 

Nos acercamos a su banca – Kouyou ¿no es cierto? – le dije ladeando la cabeza, soy muy malo con eso de los nombres.

 

Él asintió – Kouyou Shiroyama – se presentó volviendo a sonreír. Es atractivo el muchachito.

 

-soy Takashi, pero todo el mundo me llama Saga y él es Jun, pero todos le decimos Yomi, siéntete en confianza – le dije, pero él frunció un poco el ceño - ¿Qué pasa? – le pregunté sin vergüenza.

 

Kouyou sonrió negando con la cabeza – es que no puedo creer que ustedes también tengan apodos ¿Qué todo el mundo tiene o qué? – dijo con cierta ironía.

 

Me alcé de hombros – no lo sé, Saga es mi nombre artístico por eso me llaman así – le expliqué.

 

Yomi giró los ojos – por favor no le preguntes porque necesita un nombre artístico o no lo callaremos en dos horas – advirtió.

 

-¡oye, no es cierto! – le reclamé, Kouyou soltó una carcajada, lo cual se me hizo buen, durante la semana que había estado aquí lo noté un poco…bueno muy desanimado, desde que entró quise hablarle pero, bueno tengo la cabeza en todas partes – y ¿porqué te transfirieron? ¿te cambiaste de casa? – le pregunté pero su expresión cambió de inmediato, incluso palideció.

 

Miró directo a sus cuadernos sobre la mesa – quisiera no hablar de eso – lucía excesivamente triste.

 

-de acuerdo – dijo Yomi – no te preocupes, oye ¿estarás en nuestro equipo de física, verdad? – así era mi amigo, confiaba de inmediato en las hacía parte de su vida muy pronto, una cualidad hermosa y un defecto grandísimo, a mi parecer. Yo tardaba mas en confiar en la gente, pero no por eso me cerraba a ella.

 

Kouyou lo miró sin entender – supongo, no sabía que también se tenía que hacer un equipo para física – dijo un poco confundido.

 

-aquí lo manejan así, al menos, física, química y biología. Te dan un proyecto para trabajar durante todo el año y al final si lo hace bien, ya no tienes que hacer examen, es una ventaja o una desventaja si eres malo – negó con la cabeza.

 

-habló el medico – dije con desdén – Yomi es muy bueno en química y biología, en cambio yo no doy una, mi único consuelo es que él tampoco sabe de física – sentí un codazo por parte del mas bajo.

 

-yo….- comenzó a decir Kouyou, pero la entrada del profesor lo interrumpió y no nos quedó de otra mas que irnos a sentar.

 

-x-

 

Nunca en mi vida había conocido a alguien que hablara así, a los pocos minutos Kouyou ya había resuelto el problema en el pizarrón, callado al profesor dos veces e incluso lo había corregido en una ocasión. Durante la primera semana se había limitado a no hablar, pero ahora parecía mas confiado.

 

Después de las cuatro primeras horas de clase salimos al receso, Yomi le insistió a Kouyou que viniera con nosotros, a pesar de que el principio se rehusó terminó por acceder. Estábamos los tres sentados, hablando de todo y de nada, gustos en música y cosas por el estilo, resultaba que teníamos el mismo gusto.

 

De pronto nuestra plática se vio interrumpida por el sonido de un celular, Kouyou se excusó con la mirada y contestó – Taka…- dijo con un suspiro, se iba a levantar pero negué con la cabeza dándole a entender que no había problema – tranquilo – se quedó ahí con una expresión extraña en el rostro – es muy pronto….ya lo sé pero que pierdas un montón de clases no te va a ayudar para nada….no hay mucho que puedas hacer, sus padres están con él….tienes que pensar positivamente, despertará – al decir eso sentí un hueco en el estomago, el tema que trataba parecía grave – no puedo, no me dejan…piensan que Yuu podría estar ahí – lo dijo con un pesar tan grande, que hasta a mi me dolió su expresión – lo sé, pero ¿Qué hago? Ellos vienen por mi a la escuela y también me traen, el único que tiene este numero de celular eres tu – dijo con desesperación - perdón…me gustaría apoyarte, pero no sé de que otra forma….lo sé….lo sé….gracias – podría jurar que tenía lagrimas acumuladas en los ojos – tienes que hablar con Reita….si pero no es justo y menos si ya lo decidiste, va a ser peor cuando Nao despierte….está bien…no, no le digas que hablamos, lo conozco y te presionaría para que le des mi numero….tengo mis razones, aun es muy pronto, es capaz de hacer una estupidez…ok….gracias…también te quiero – colgó sintiéndose un poco incomodo.

 

Ni Yomi ni yo hicimos ninguna pregunta, los dos sabíamos lo que era tener cosas que no le quieres contar a todo el mundo, si él quería lo contaría sino, no haríamos ninguna presión. De inmediato desvié la conversación hacia mi asombro por su habilidad en física.

 

-no sé me es fácil entenderla, todos los problemas los proyecto en los autos y se resuelven solos – dijo alzándose de hombros.

 

-¿autos? – pregunté sin entender.

 

El asintió como si fuera obvio – ya sabes, el mecanismo de un auto, la velocidad en la que corre, lo que necesita para hacerlo, como funciona, etcétera – explicó.

 

-¿te gustan los carros? – le pregunté casi con asco. No era mi intención pero es que no podía evitarlo.

 

-Saga… -Yomi me advirtió de mi tono.

 

-si, mi padre tiene un negocio de autos y se me da arreglarlos y cosas asi. Entiendo si no te gustan, a mi mejor amigo tampoco le hacen muy feliz – hizo una mueca.

 

Asentí – no, no me gustan. Podría decirte con certeza que los odio, pero no por eso dejaré de hablarte o algo así, de hecho me caes bien – aseguré con un movimiento de la cabeza y Yomi suspiró aliviado. Generalmente termino teniendo fuertes discusiones con los amantes de los carros, pero esta vez no lo haría. En primera porque el chico me caía bien y se notaba a leguas que necesitaba a un amigo y segundo porque no le veía el caso.

 

-vaya…. – una voz interrumpió nuestra platica, me giré y de verdad me sorprendí al ver quien había hablado. Nunca había cruzado palabra con ese sujeto, pero toda la escuela sabía perfectamente quien era – es cierto, el hermanito de Shiroyama está aquí, parece que sus desastres llegaron muy lejos – sonrió de lado – yo sabía que no podía salir nada bueno de eso – se cruzó de brazos negando con la cabeza.

 

Kouyou alzó la vista - ¿te puedo ayudar en algo? – preguntó parpadeando mucho, como si la presencia del otro le sorprendiera.

 

-no en realidad, solo tenía curiosidad – respondió con una mueca – vaya que eres lindo, me costó un poco de trabajo reconocerte pero es obvio que eras tu – parecía muy interesado.

 

-no creo que seas amigo de mi hermano porque nunca te había visto ¿Cómo lo conoces? – ladeó la cabeza y entrecerró los ojos.

 

-cor…

 

-¡Die! – otro a quien conocía pero nunca había hablado con él se acercó rápidamente – que bueno que te encontré – dijo – necesito hablar contigo – la seriedad de su cara no se borró ni un instante. Die giró los ojos, alzó las manos y se alejó de nosotros – hola Kou – saludó.

 

Kouyou sonrió – hola Kyo – alzó la mano en un ligero saludo.

 

-un consejo, no te acerques a Die, aquí no está Shiroyama para protegerte, pero si te veo hablando con él, el regaño vendrá de mi – advirtió.

El otro sólo asintió y Kyo se despidió siguiendo a Die.

 

Yomi y yo nos giramos de inmediato - ¿de dónde conoces a esos dos? – fue mi amigo quien se adelantó a la pregunta.

 

Kouyou se alzó de hombros – al tal Die no lo conozco, pero Kyo es hermano de mi mejor amigo, es también como mi hermano mayor de cierta forma; sin mencionar que él y mi hermano se odian – abrió mucho los ojos.

 

-esos dos son de los populares de la escuela, Kyo mas, de hecho – expliqué – a mi no me caen bien – arrugué la nariz.

 

-¿Por qué? Bueno, Kyo es buena persona….

 

-no es por eso. Son sus actividades con las que no estoy de acuerdo – Kouyou me miró confundido – vamos toda la escuela lo sabe – su expresión no cambió – ya sabes, eso de las carreras clandestinas de carros, todos se lo festejan como si fuera la gran cosa, hasta que no se maten van a entender – dije con desprecio.

 

De pronto la expresión de Kouyou cambió por completo - ¿carreras de autos? – le costó un poco de trabajo formular la pregunta.

 

Entonces el timbre sonó, Yomi y yo nos íbamos a levantar para ir a clases pero Kouyou nos detuvo por el brazo – Kyo participa en carreras de autos – no fue pregunta pero los dos asentimos - ¿alguna vez han ido? – parecía a punto de desmayarse.

 

-jamás – dije y miré a Yomi quien negó con la cabeza.

 

-¿de casualidad un tipo llamado Sakito también lo hace? – preguntó. Nosotros asentimos, impresionante que este chico conociera las personas mas populares de la escuela – no lo creo, no serían capaces – dijo mas para si mismo – no me dejen – rogó y Yomi y yo nos volvimos a sentar sin entender una gota. No era la primera vez ue nos saltábamos una clase pero no entendíamos que pasaba.

 

Kouyou sacó su celular y apretó el un solo botón, no tuvo que esperar mucho para que le contestaran – Taka… - dijo, parecía estar teniendo una lucha interna - ¿Qué estaba haciendo Nao en el momento del accidente? – abrí los ojos con sorpresa y miré a Yomi quien lucía igual de sorprendido que yo – no te atrevas a mentirme Takanori – Kouyou puso el celular en altavoz, no supe porque, pero parecía tenernos bastante confianza, eso o necesitaba tenerla desesperadamente.

 

-ya te dije, nos escapamos para ir a una fiesta – sonó la voz del tal Takanori a través del celular – obvio no te iba a decir, eres demasiado buen niño para escaparte – a pesar de que no tenía idea de con quien hablaba ni como era, sonaba a leguas que el chico estaba nervioso por algo.

 

-¿en serio? Taka tu no me mentirías ¿verdad? – sonó un silencio prolongado – dime que Nao no estaba corriendo una carrera Takanori – no hubo respuesta - ¿Por qué no me lo dijiste antes? – exigió.

 

Hubo un suspiro – Kou, no te vayas a alterar…

 

-Reita tiene un viper – interrumpió, sonaba realmente alterado – no cualquier viper, él también corre, Shou tiene un mustang, el lotus de Nao….como no me di cuenta antes….¿por qué no me lo dijiste? – torcí la boca, lo entendía perfectamente, yo odiaba los carros y él parecía tener un amigo accidentado por su causa, era un sentimiento parecido - ¿crees que no sé que clase de persona es Yuu? Soy un idiota ¿Qué carro corre él? – cerró los ojos desconsolado.

 

-¿Qué te hace pensar eso Kou? – aunque hiciera la pregunta el chico sonaba derrotado.

 

-¡ES MI HERMANO! – gritó sumamente alterado - ¿CREES QUE NO LO CONOZCO? Es un enfermo – se calmó al notar que nos podían descubrir – ama manejar y sé perfectamente como lo hace, como también sé que su Lancer no es capaz de correr una carrera – estaba enojado - ¿Quién le presta el carro? – apretaba con fuerza el celular.

 

Otro suspiro – Reita…un BMW….Kouyou, él no quería que te enteraras, es un ambiente muy peligroso, si supieras….

 

-obviamente no sé, porque creen que soy un idiota, no digas nada Taka, olvídalo – colgó su celular. Permaneció varios segundos sin moverse, parecía estar teniendo una lucha interna.

 

Yomi se acercó a él - ¿estás bien? – parecía a punto de llorar.

 

Negó con la cabeza - ¿Qué haces cuando la persona que mas amas te miente? No solo mentirte, te ve la cara de idiota y no te cree capaz de nada – dos únicas lagrimas resbalaron por sus mejillas.

 

-lo superas y lo mandas al diablo….

 

-x-

 

-si señora puede hablar a este numero o a este, es el numero del celular y de la casa, no saldrán de aquí yo me aseguraré de eso – mi padre hablaba con la madre de Kouyou.

 

Habían pasado dos semanas desde que había hablado con el tal Takanori, desde ese momento nos contó, que su hermano había huido de casa, que sus papás no lo dejaban verlo, por eso lo habían cambiado de escuela. Lo de las carreras, todo, aunque siento que omitió una parte, puesto que a mi se me hace demasiado drama. Refiriéndome  al hecho de que corrieran a su hermano de la casa, pero al estar escuchando a la madre de Kouyou, lo creía posible.

 

Íbamos a pasar el fin de semana juntos, Yomi, Kouyou y yo; en mi casa. Kouyou estaba decidido a olvidar a la persona que lo engañó, aunque nunca nos dijo de quien se trataba. También hablamos de cambiar un poco su actitud para que nadie le volviera a tomar el pelo, ni lo viera tan inocente. Porque puede que solo lo haya tratado dos semanas pero en verdad era alguien muy inocente. Se notaba que lo sobreprotegían mucho. Después de cómo media hora de discusión, los padres de Kouyou se fueron por fin.

 

-perdón – se disculpó con mi padre, quien no le tomó la mas mínima importancia y se fue a su habitación.

 

-si se les ofrece algo, a mi no me busquen – dijo en broma cerrando la puerta de su habitación.

 

Mi casa era de un solo piso, por razones obvias, tenía los pasillos muy anchos para la silla de ruedas y la habitación de mi padre era la primera, para que todo le quedara cerca. Mi habitación en cambio estaba hasta el fondo del pasillo, el baño estaba frente a mi habitación, pues mi padre tenía baño en su habitación. Sin embargo la mía era aun mas grande pues también la usaba como estudio.

 

-woooow – dijo Kouyou al entrar – ¿tu pintaste eso? – preguntó con admiración señalando el lienzo que aun reposaba sobre el caballete.

 

Asentí orgulloso, a pesar de que estaba acostumbrado a la ovaciones, siempre me sentía feliz cuando alguien me ovacionaba, puesto que también, lo críticos podían llegar a ser muy duros, es bonito saber que alguien aprecia tu trabajo – aun no está terminado – le dije mordiéndome el labio inferior – pero poco a poco – me senté en mi cama, mientras Yomi se sentaba en la silla de mi escritorio.

 

-tu habitación es increíble – volvió a decir maravillado, mirando el mural de la pared mas grande.

 

-Dios, ya tienes otro fan – dijo Yomi con fastidio, no era que le molestara, pero él me conocía tanto que ya nada de mis pinturas le asombraba, de repente me hacía cometarios cuando le gustaba o no le gustaba. De hecho le hacía mas caso a Yomi que a mi manager o a los críticos, sin saberlo Yomi tenía buen ojo para mis pinturas y cuando a él no le gustaban, sabía que tenía que volver a pintar.

 

Kouyou se sonrojó – perdón, es que nunca había conocido a un pintor, estoy rodeado de mecánicos y esas cosas – frunció el ceño.

 

-bueno a ver – moví las manos con exageración - ¿Cómo se supone que iremos a la dichosa carrera? – llevábamos toda la semana planeando la dichosa escapada, Kouyou quería comprobar si era cierto lo de su hermano y bueno, alguien tenía que apoyarlo y ahí vamos Yomi y yo. No sé quien está peor, Kouyou por necio o nosotros por hacerle caso.

 

Mi mas reciente amigo se sentó en el piso con las piernas cruzadas – Tora pasará por nosotros, nos llevará y nos traerá – volvió a decir. Era como la vez numero mil pero necesitaba escucharlo de todas formas.

 

Asentí – Tora tu novio, no el que te engañó, sino tu novio él buena persona – repetí de memoria.

 

-si ese – Kouyou parecía molesto por la descripción pero no dijo nada mas – eso será hasta la noche, mientras tenemos toda la tarde para hacer lo que queramos ¿tu padre sabe lo que haremos? – preguntó preocupado.

 

Chasqueé la lengua – muy aparte de todo el mundo, mi padre y yo nos llevamos muy bien, además sería una estupidez no decirle donde estamos, si nos pasa algo – dije de manera obvia – a Yomi ya ni le preguntan nada cuando está aquí ¿verdad? – el mencionado asintió – y aunque a mi padre no le gustó mucho la idea, confía en mi – terminé.

 

-que suerte – dijo Kouyou con una mueca. Me alcé de hombros restándole importancia.

 

Yomi se levantó de la silla emocionado – bueno, dado que tenemos toda la tarde…estuve pensado…

 

-vaya, eso es nuevo – contesté sarcásticamente.

 

El mas bajo hizo una mueca – no seas tarado – me vio seriamente y continuó – estuve pensando y la mejor manera de hacer un cambio, es cambiando tu apariencia – se pasó la mano por el cabello mientras lo decía.

 

Supe de inmediato a lo que se refería y lo que iba a hacer, mi amigo tiene un complejo de estilista bastante serio, la ultima vez que dijo eso mi cabello adquirió el color chocolate que tiene ahora, es decir, lo hace bien, pero no por eso te puede andar agarrando como conejillo de indias cada vez que se le mete una idea rara en la cabeza.

 

-¿debería cortarme el cabello? – preguntó Kouyou inocentemente.

 

Yomi negó fervientemente – para nada, bueno solo un poco pero de eso me ocuparé después – dijo con seguridad. Pobre Kouyou, no tenía ni idea en lo que se acababa de meter – primero cambiaré el color de tu cabello – lo dijo tan normal como decir: el cielo es azul.

 

-¿Cómo? No, no creo que sea buena idea – dijo un poco alarmado.

 

Lo miré comprensivamente – créeme, sabe lo que hace. Y lo hará aun si no quieres – me señalé el cabello – se ve bien ¿no? – Kouyou asintió y yo señalé a Yomi – antes era rubio, también por su culpa y antes fue castaño claro, con cortes distintos – suspiré.

 

-de hecho le pondré ese castaño claro – explicó el mas bajo sacando tubos de tinte de su mochila – le degrafilaré un poco el cabello, ya sabes para que se le levante como en mechones – explicó haciendo una curva con las manos hacia arriba – pero solo un poco, el fleco de lado y listo, además de un poco de delineador – señalo sus ojos.

 

Negué con la cabeza – si pudieras ver lo gay que te ves en este momento – sonreí, recibí un almohadazo por el atrevimiento pero valió la pena.

 

Durante las siguientes tres horas me dediqué a dibujar bosquejos que tal vez pintaría, mientras Yomi hacia su trabajo sobre Kouyou, quien al final no le había quedado de otra mas que aceptar lo que el mas bajo quería hacerle. Mi padre entró una sola vez a mi habitación y le bastó para no volverlo a hacer, lo cual a mi me causo gracias, mientras parecía que Kouyou quería fundirse en el asiento. El chico estaba lleno de aluminios en la cabeza y una cara de fastidio que hasta ganas me daban de tomarle una foto.

 

-en lo que esperamos que el tinte surta su efecto traje algo para ti – dijo Yomi sonriendo – es mas que obvio que tu eres mas alto que yo, por eso tuve que ayudarme de la tarjeta de crédito de Saga – sonrió mientras me veía con ojos de gatito.

 

-así que ya que gaste mi dinero, mínimo úsalo – le dije sin despegar mi vista de mi cuaderno de dibujo.

 

Yomi y sus problemas con el “extreme makeover” le compró a Kouyou ropa, si ¡ropa! ¡¡Con mi dinero!! No es que sea un tacaño o algo, pero ¿Qué le pasa? Todavía me dice que es para una buena causa ¿Qué respondes a eso? Me choca que Yomi me conozca también, sabe qué hacer para convencerme.

 

-¿están locos? – dijo Kouyou sorprendido al ver la cantidad de ropa – ni siquiera me conocen tan bien ¿Qué tal si soy un psicópata o algo por el estilo? – sus mejillas estaban rojas de la vergüenza.

 

Lo miré alzando una ceja – lo dudo – volví a mi cuaderno.

 

-gracias – sonrió.

 

-x-

 

No, la verdad no me hacía para nada feliz ir a una de las dichosas carreras, odiaba los carros porque me habían arrebatado a mi madre, porque mi padre había quedado inmovilizado. Ahora, tener que ver a un montón de tipos que les gustaba arriesgar su vida en una de esas porquerías por diversión, iba mas allá de mi comprensión, pero teníamos que apoyar al muchacho.

 

Así que ahí estábamos afuera de mi casa esperando a que el muy mencionado Tora, llegara. Kouyou lucía mas nervioso de lo que al parecer estaba dispuesto a admitir, aunque no sabía si era por la carrera o por la manera en que Yomi lo había dejado.

 

A decir verdad se veía increíble, su cabello lucía genial y la ropa le quedaba muy bien, se veía bastante distinto, se veía mas grande, mucho menos inocente que antes, eso era seguro.

 

-deberíamos ponerle un apodo – había dicho Yomi una vez que terminó – después de todo no es el mismo Kouyou – colocó su mano en la barbilla para pensar, mientras veía a Kouyou con detenimiento.

 

Yo hice lo mismo invadiendo un poco el espacio personal de nuestro amigo – de verdad eres hermoso – le dije sorprendido – no pienses raro ni nada, pero es que es impresionante – aseguré.

 

Yomi asintió – es bello… - me miró, seguramente pensaba lo mismo que yo.

 

-Uruha….- dije.

 

-¿Uruha? – Kouyou alzó una ceja.

 

Yomi asintió – te queda perfecto, es el segundo Kanji de kirei, es más original – se emocionó.

 

Ahí estábamos, la primera salida en la que Kouyou le mentía a sus padres para ir a un lugar que podría resultar peligroso. Luciendo completamente diferente y con nuevo nombre. Me agradaba ser parte de eso, hasta eso era distinto, podía dejar la monotonía atrás un rato y hacer lo que se supone que los chicos de mi edad hacen. Mucho mejor que asistir a fiestas con adultos aburridos, sin duda.

 

Vi un auto verde estacionarse frente a la casa, Uruha me había dicho la marca, pero la verdad no recordaba y no me importaba mucho. Vi como alguien bajaba del auto pero no alcancé a distinguir bien hasta que estuvo a unos cuantos pasos de nosotros.

 

El nuevo castaño se acercó - ¿y bien? – preguntó inseguro de su aspecto.

 

Tora, porque estoy seguro que era él, abrió hasta la boca – te ves hermoso – lo rodeó por la cintura y le plantó un pequeño beso en los labios.

 

Finalmente se acercaron a nosotros – él es Yomi, él fue el que hizo todo esto – se señaló a si mismo. Tora lo saludó estrechando su mano – él es Saga, deberías ver sus pinturas, son grandiosas – fue en ese momento que le puse atención, mientras me tendía la mano para saludarme, no podía creer lo que veía, que hermoso hombre tenía enfrente, reaccioné de manera lente y le di mi mano de forma torpe; sentí un escalofrío apenas al tocarlo.

 

No creía en el amor  a primera vista, pero Tora acababa de demostrarme que existía.

 

-x-

 

Llegamos a la carrera sin mayor percance, por lo que había entendido el hermano de Uruha sería quien correría esta vez. Durante el camino Tora nos explicó las diferentes modalidades que existían, la verdad no puse mucha atención, eso de las carreras no podía tenerme mas sin cuidado.

 

-últimamente Aoi ha tenido que correr mas de cinco veces – dijo Tora cuando llegamos, estacionó el auto pero aun no habías salido.

 

Uruha torció la boca - ¿Por qué? – preguntó preocupado.

 

-porque últimamente sólo se organizan de esas, a veces así pasa – lo tranquilizó – además, tu hermano ha ganado todas, es un piloto impresionante – había verdadera admiración en sus palabras. Sin embargo las palabras de Tora no parecían gustarle ni un poco al castaño, quien mas bien lucía enfadado y tal vez, decepcionado.

 

Bajamos del carro, la verdad es que el lugar intimidaba un poco, había bastantes autos estacionados, todos lucían carísimos. Había gente paseándose con cadenas de oro sumamente visibles, de varias partes se escuchaba música a todo volumen, muchas mujeres y hombres casi ni usaban ropa y la mayoría tenían más de un acompañante. También había gente que lucía importante, así como muchas personas con armas visibles.

 

-tranquilos – dijo Tora – es muy difícil que esto se torne peligroso – sus palabras no lograron calmarme.

 

Varios se le quedaban viendo a Uruha de una manera que pondría nervioso a mas de uno, por lo que Tora tomó al castaño por la cintura y lo pegó hacia él, no pude evitar sentir un poco de celos. Digo no estaba enamorado, eso sería imposible, pero Tora si me gustaba y mucho, pero era imposible si era el novio de un buen amigo.

 

-no es tan fácil – una voz sonora me sacó de mis pensamientos – encontrar a una persona que sea capaz de vencerlo, el chico es único, tiene un talento natural….de acuerdo….¿quiere que comencemos con Shiroyama? – al escuchar el apellido mis oídos se agudizaron – de acuerdo….lo dejaremos en paz….de acuerdo…- tuve que dejar de escuchar o se vería bastante obvio, pero no pude evitar sentirme preocupado, seguramente hablaban del hermano de Uruha.

 

Los alcancé en segundos, Kouyou estaba parado frente a un chico bajito (no tanto como Yomi) con cabello de color rojo cereza, el chico veía a Uruha sorprendido. Había también un chico rubio con una tela en su nariz, lo cual me pareció extremadamente curioso – te ves increíble – dijo anonadado el pelirrojo.

 

-¿crees que sea buena idea que estés aquí? – preguntó el rubio cruzando los brazos, su tono era amenazador.

 

-yo puedo hacer lo que quiera y si ustedes están aquí ¿Por qué yo no? – contestó desafiante, se giró y nos señaló – ellos son Yomi y Saga, son amigos míos de la nueva escuela – saludé a los dos chicos que se presentaron como Reita y Ruki. Ya los había escuchado mencionar, pero era bueno ponerle caras a los nombres.

 

El rubio iba a añadir algo mas, cuando de la nada un tipo pelinegro tomó a Uruha por el brazo, trató de jalarlo pero el castaño se zafó de inmediato.

 

-¿Qué haces aquí? – su tono me causó un escalofrío, por un momento pareció que nadie respiraba, el ambiente se había vuelto completamente tenso, algunos miraban hacia donde estábamos, mientras en otros lados seguían como si nada.

 

-vine a ver la carrera, después de todo a mi también me gustan los carros – respondió mi amigo como si nada pasara.

 

El otro entrecerró los ojos – es muy peligroso – dijo tratando de calmarse.

 

Uruha se hizo para atrás – puedo cuidarme solo AOI – enfatizó el nombre tanto, que hasta parecía decirlo con desprecio.

 

-no, no puedes, lo sé, por eso te protegí y no te lo dije…

 

-tal vez deberías confiar en mí, o tal vez deberías enseñarme las cosas en lugar de dejarme en la burbuja, estoy un poco harto de eso. Me mentiste y no sólo eso, me tomaste por idiota – siseó – te demostraré que no lo soy – se volteó dispuesto a caminar.

 

-Kouyou – lo llamó.

 

El castaño se volvió – Uruha, para ti – y continuó su camino. Tora lo siguió de inmediato y entonces me di cuenta que el pelinegro había sido quien le había roto el corazón a mi amigo y no sólo eso, ese pelinegro era el hermano de Kouyou, de eso no había ninguna duda.

 

-x-

 

Durante la carrera Uruha estuvo con Tora e impresionantemente Yomi se la vivió con Reita y Ruki, para amigos que me cargo, era mas que obvio que mi enano amigo le había gustado el rubio y era mas que obvio que el pelirrojo era el novio, pero no lucía celoso del acercamiento de Yomi. Fue un tal Kai quien parecía que quería matar a Yomi;  Reita parecía notarlo y se acercaba mas al bajito. Esas personas eran complicadas a mi parecer.

 

También vi a Kyo, a Sakito y a Hitsugi; todos estudiantes de último año de mi preparatoria. El primero intercambió varias palabras con Reita y después se fue con sus amigos, por lo que pude entender compiten entre ellos.

 

Yo por mi parte me dediqué a aburrirme, aunque debo de admitir que toda esa tensión, todos esos sentimientos, incluyendo las miradas que Aoi y Uruha cruzaron cuando el pelinegro bajó de su auto al ganar la carrera; todo eso creaba imágenes en mi cabeza, imágenes que morían por ser dibujadas y posteriormente pintadas. Sin mencionar aquellos sentimientos que se arremolinaban en mi estomago al ver a Tora, sin duda el principio del enamoramiento.

 

-x-

 

Llegamos a mi casa poco mas de las cuatro de la mañana y dormimos toda la mañana, realmente nos sentíamos agotados, el ambiente era muy pesado y era eso lo que te agotaba, pues yo ya estaba acostumbrado a desvelarme, pero esta vez me sentía bastante diferente.

 

Al poco rato, durante nuestro desayuno-comida, el celular de Uruha sonó, rápidamente me acostumbré a llamarlo así, después de todo el apodo le quedaba muy bien y él parecía bastante satisfecho con aquello.

 

-claro…deja preguntó…¿quieren ir a comer helado? – preguntó con los ojitos brillando, no se necesitaba ser un genio para saber que era Tora en el celular. Asentí sin darle la oportunidad a Yomi de decir algo – si, bueno, te esperamos, beso – y colgó.

 

Media hora después ahí estábamos en un puesto de helados, lo compramos y caminamos entre la gente, hablando realmente de nada. Finalmente paramos frente al auto, cuya marca sigo sin recordar, de Tora.

 

-¿sabes manejar? – le preguntó Yomi a Uruha.

 

El castaño asintió – aunque no es lo mio – dijo frunciendo el ceño – prefiero arreglar los carros – terminó su helado.

 

-¿quisieras manejar el Peugeot? – preguntó Tora, lucía emocionado.

 

Uruha se mordió el labio – en serio no soy tan bueno como Aoi – dijo inseguro.

 

Tora se alzó de hombros – no importa – le tendió las llaves y Uruha las tomó con gusto, por mi parte no pude evitar sentir pánico, no miento, en serio no soy fan de subirme a un carro menos cuando el conductor dice que no tiene mucha experiencia.

 

-si quieres nos quedamos aquí – me dijo Yomi al oído.

 

Uruha me miró comprensivamente – si sé manejar, sólo dije que no lo hacía como mi hermano – dijo seguro.

 

Ahí estábamos los cuatro, dando vueltas a lo idiota, bueno, era verdad Uruha sabía lo que hacía y no iba a una velocidad imprudente ni nada, era como subirse a un carro de lo mas normal. Subimos por una enorme avenida cuando el teléfono de Tora comenzó a sonar en alerta de un mensaje, iba de copiloto, yo iba detrás de Uruha, podía ver claramente la expresión de desconcierto en su cara al leer el mensaje.

 

-¿Qué dice? – pregunté.

 

Tora miró hacia el camino – que cuide mi derecha – iba a decir algo mas cuando un carro rojo salió de la nada y se estampó contra nosotros, no lo suficientemente fuerte sólo fue un roce.

 

Uruha  vio a su derecha - ¿Qué demonios? – el celular de Tora volvió a sonar.

 

Palideció – Uru, tu izquierda – advirtió al momento que otro carro igual pero de color azul volvió a rozar contra nosotros.

 

El castaño no tuvo mas remedio que acelerar, lo que hizo que mi corazón palpitara rápidamente – Tora, ¿Quiénes son? – preguntó con verdadero pánico al notar que nos seguían de cerca. Giró bruscamente hacia la derecha tratando de perderlos, pero los dos carros seguían muy de cerca.

 

Otro mensaje.

 

-¿Qué dice? – preguntó Uruha esquivando una camioneta Windstar con una destreza impresionante ¡íbamos en sentido contrario!

 

-¿Qué dice? – presionó Yomi a mi lado.

 

-no intentes huir te mataremos de todas formas – dijo con miedo en la voz.

 

Uruha miró el retrovisor – tengo que perderlos – dijo con seguridad.

Tora marcó un numero de teléfono – Hiroto – dijo cuando le contestaron - ¿te acuerdas la vez que me mandaste por Reita y por Kyo por qué unos tipos los estaban persiguiendo? – habló rápido. Los dos carros venían a cada costado sin importarles el sentido, los carros chocaban al tratar de esquivarlos – está pasando de nuevo, no puedo hacer un escándalo si es Gackt o algo así, nos mataran – dijo.

 

Los colores se me fueron de la cara ¿en que lío me fui a meter? En ese momento escuché una maldición por parte de Uruha, la primera que le había escuchado.

 

-¿desde cuando un Renault es mas rápido que un Peugeot? – dijo frustrado. Todo pasó rápido después de eso: Uruha subió rápidamente el freno de mano, lo bajó a la misma velocidad y avanzó en reversa. Los otros dos carros no tuvieron el mismo reflejo y pasaron de largo varios metros antes de entender que había ocurrido, no pudieron dar la vuelta tan rápido como lo había hecho Uruha segundos antes - ¿qué velocidad alcanza este carro? – preguntó desesperado en lo que avanzaba de una manera impresionante entre los carros, era un Sábado por la mañana no había tantos autos en el camino.

 

-llega a 200 casi 220 si aprietas el turbo – contestó Tora sin dejar el teléfono – dos Renault clio, uno rojo y uno azul. Hiroto sólo manda dos patrullas, tal vez con eso se espanten…..por eso…el Peugeot….ok – colgó – la ayuda viene en camino – aseguró.

 

Uruha lo ignoró, su semblante era totalmente distinto al de siempre, lucía mas grande, determinado, la mirada fija en el camino, sus manos parecían moverse por instinto. Si no es porque sabía que era el juraría que era otra persona la que manejaba.

 

-adelante hay un puente, si me alcanzan dejaré que se pongan a mi lado ¿ok? – advirtió – lo siento Saga, sé que esto no te gusta – se disculpó.

 

-sólo asegúrate que no nos maten – le dije muerto de miedo.

 

-los Renault también están modificados, pero no están tan bien arreglados como este, además los conductores no saben lo que hacen, sólo traen un carro rápido – dijo, no sabrán reaccionar a tiempo.  Aceleró, las llantas hicieron un sonido extraño a medida que alcanzaba, me giré y pude ver los dos carros acercándose. Uruha disminuyó la velocidad – cuando lleguemos al principio del puente usaré el turbo – tenía la idea de que lo explicaba para que me tranquilizara – alcanzaremos los 200km/h, si tengo razón, se desviarán de manera drástica y uno de ellos tal vez choque – terminó – asegúrate de decirle a Hiroto dónde encontrarlos – le dijo a Tora. - ¿listos? – preguntó cuando los carros nos volvieron a emparejar.

 

Quise decir que no, pero no me quedaba de otra mas que aguantarme y confiar ciegamente en alguien que conocía desde hace dos semanas. Vi el puente a lo lejos, los carros no dejaban de darnos roces, esquivando los carros cada que venían un de frente, Uruha nunca se desvió, los carros se quitaban y él no tenía que esquivarlos, me pregunto si sabía que se iban a quitar o era mera suerte. Estábamos a menos de cien metros del puente cuando escuché el cambio de velocidad fue muy fuerte, vi la mano de Uruha oprimir el botón azul del tablero.

 

Unas increíbles nauseas se apoderaron de mi, al sentir como me pegaba contra el asiento de forma brusca, el movimiento del carro era muy brusco, debido a la velocidad se podía maniobrar poco.

 

Sin embargo pude notar como el Renault rojo se estrellaba contra una reja al no haber reaccionado lo suficientemente rápido para subir el puente, mientras que el carro azul, al tratar de girar para subir, perdió el control del carro dando vueltas y estrellándose contra un muro de contención que separaba carriles.

 

Nadie respiró durante un segundo, hasta que regularizamos la velocidad y un mensaje llegó al celular.

 

“quiero al que conducía tu carro, él hará pedazos a Shiroyama; besos, Mana.”

Notas finales:

¿que les parecio?

les agrado saga??

que pasara con aoi y uru?

aclaro: una cosa es querer cambiar tu caracter y otra tu personalidad, kou es inocente, y lo seguira siendo, no caeremos en esos cliches donde se vuelva un cualquiera o un facil, solo su carcter se hara mas duro e inquebrantable. 

que pasa con yomi y reita, se dieron cuenta?

drama, drama, drama

que uerra mana con el pato!!!

el unico capaz de vencer a aoi???

yame voy dejen review por favor!!

recuerden pasar a leer between angels and insects y the true murderous intent, tambien los actualice :D

proxima actu: delirium

rvws!!!!!!!!!!! bye


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).