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Fast and Beautiful por urumelii

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Notas del capitulo:

ok aqui estoy, la verdad no tengo una razon valida para haber desaparecido durante mas de un mes, pero si debo ser sincera si estuve a punto de dejar de escribir para siempre, pero poco a poco he tratado de quitarme esas ideas y seguir escribiendo. 

no me pregunten la razon pues es algo q estoy tratando de dejar atras, y bueno, decirles que no voy a dejar de escribir y me perdonen, pero de verdad necesitaba este tiempo. 

el capitulo no fue de mi total agrado hasta el final, cuando mi imaginacion comenzo  a fluir con normalidad y eso me tiene muy feliz, en serio perdon y esero que me lean y me dejen rvw porq depende de ellos para poder escribir,no tienen una idea de como me ayudaron todos esos comentarios que hicieron durante este periodo.

ustedes fueron la causa por la que no abandonde la pluma y el papel, asi que gracias y espero q no me abandonen y yo no las abandonare a ustedes. :D

http://www.topgearrules.org/wp-content/uploads/2010/07/nissan-skyline-gtr-driving-1_41.jpg

mitsubishi skyline :D como nota es el carro mas modificable que existe :D ahora si lean!

por cierto el capi va dedicado a jacq y a waby :D quienes me dieron su apoyo desde elprincipio. jacq espero que te guste!!!

Kai

 

Pegó por tercera vez en la pared haciéndome respingar por el sonido del impacto, llevaba molesto quien sabe cuántas horas, me atrevería a decir hasta semanas. Todo desde que vio a Kouyou, es decir, Uruha, en el lugar de las carreras que para su mala suerte, no fue ni la primera, ni parece que será la ultima. Kou ha estado asistiendo a cada una de las carreras y esto por supuesto, no hacía para nada feliz a mi amigo.

 

-Aoi – lo llamé por tercera vez sosteniéndole el brazo para que no volviera a pegar. Tomó más fuerza de lo que creí pero, al final no puso mas resistencia, sólo se quedó ahí estático mirando al piso – deja de torturarte – le dije, no me respondió pero pude leer perfectamente su mirada. Lo conozco demasiado.

 

-¿Qué hago? – preguntó al fin. Estábamos en mi casa, los dos solos, habíamos venido después de que Aoi había tenido una especie de crisis en la escuela, terminamos por salirnos para calmarlo – no me dejan hablar con él, no le puedo explicar y lo peor es que no deja siquiera que me acerque, me odia – terminó en un suspiro.

 

Hice que se sentara en la cama, mientras le acariciaba la espalda cariñosamente para tranquilizarlo – no te odia, pero es obvio que se sienta dolido, le mentiste, deja que se calme – no sabía muy bien que decir, no sabía si seguir ayudando a Aoi en cuestiones de su hermano o simplemente decirle que lo olvidara de una vez. Es decir, son hermanos, está mal; por otro lado sé lo mucho que Yuu ama a Kouyou. Pero este tipo de situaciones son mas complicadas de lo que parecen. Aoi hizo una mueca y asintió.

 

-gracias Kai, probablemente me estaría volviendo loco si no fuera por ti – me abrazó de regreso, escondiendo su cara entre mi cuello y mi hombro. Sentí su respiración chocar contra mi piel. Ninguno de los dos había tenido esta especie de acercamiento desde que Aoi había estado con Kouyou. Uno pensaría que me alejaría, pero no era el único que lo necesitaba. Yo también tenía mis propios problemas, aun si no parecían ser tan fuertes como los demás, aun así eran mis problemas y no había encontrado una solución, tal vez al final era demasiado orgulloso como para hablar con Reita y tal vez Reita no era lo suficientemente listo para darse cuenta de lo que había pasado hacía algunas semanas en el hospital -¿Qué tienes? – la pregunta de Aoi me despertó de mis ensoñaciones sus labios besaban delicadamente mi cuello.

 

Negué – quisiera olvidarme un segundo de todo, sentirme en paz de vez en cuando – alcé los hombros, mientras el brazo de Aoi comenzaba a rodear mi cintura.

 

-vamos a olvidar juntos Kai – me recostó en la cama colocándose sobre mi.

 

No es que quisiera estar con mi amigo, no es que tener sexo con él me fuera hacer olvidar a Reita pero tal vez proporcionaría una especie de alivio aunque fuera solo por un momento y creo que los dos buscábamos desesperadamente lo mismo. Aunque a veces, preferir el placer a afrontar los problemas es mas peligroso de lo que parece. Sin embargo, lo necesitaba. 

 

Es por eso que no detuve a Aoi cuando su mano comenzó a abrirse paso por debajo de la camisa de mi uniforme, acariciando mi cintura. Sólo nos dejamos llevar y tal vez olvidaríamos todo lo que teníamos en la cabeza.

 

Nos besamos intensamente, mientras las manos de Aoi deshacían los botones de mi camisa con ansias, yo no me quedaba atrás, zafándole la corbata y abriendo su camisa con mas fuerza de la debida. No pasó mucho antes de que cambiáramos de posición, yo encima de él, los dos sin camisa.

 

-eres hermoso Kai – dijo el pelinegro acariciando mi pecho rodeando mis pezones con la yema de sus dedos, pellizcando el izquierdo con mas fuerza de la debida, no me dolió, estaba acostumbrado al salvajismo de Aoi y en ese momento lo necesitaba así.

 

Sonreí ampliamente, deshaciendo el amarre de su cinturón, abriendo su pantalón ante su mirada expectante. No pasó mucho tiempo antes de que mi boca estuviera alrededor del miembro de Aoi y este soltara roncos gemidos de satisfacción. Tenía mi cabello fuertemente sujeto, imponiendo el mismo el ritmo, fuerte y acelerado. Ya tenía dominada la técnica, así que para evitar atragantarme cuando su miembro chocaba contra mi garganta, tragaba, pues así era mas fácil y los dos disfrutábamos aun mas.

 

-Kai no puedo mas – jaló fuertemente de mi cabello retirándome de su miembro bruscamente.

 

-te necesito – le dije colocándome de rodillas recargado en la pared sobre la cama.

 

Aoi se mordió fuertemente el labio – dilo de nuevo – pronunció en mi oído detrás de mi y abrazándome por la cintura al tiempo que desabrochaba mi pantalón con su mano izquierda y acariciaba mi trasero con la mano derecha.

 

-te quiero dentro de mi – hice la cabeza hacia atrás recargándome en su hombro, lamiendo la piel que tenía a mi alcance.

 

Mi amigo ahogó un gemido al tiempo que bajaba mi pantalón y bóxer, ni siquiera se molestó en quitármelos completamente únicamente los bajó hasta mis rodillas, empujándome ligeramente de la espalda para que me reclinara y tuviera mejor acceso. Sentí la punta de su miembro en mi entrada y de inmediato entré en pánico.

 

-Aoi – advertí. Una cosa es que fuera un salvaje y otra cosa es que de verdad me lastimara y lo que estaba a punto de hacer iba a doler y mucho. Por mero instinto me hice hacia adelante, alejándome del contacto. Sin embargo, me tenía rodeado por la cintura, así que le fue fácil volver a juntar nuestros cuerpos.

 

-lo necesito Kai, así, prometo que no dolerá, me detendré si te duele mucho – su voz sonó suplicante, era mas que obvio que mi amigo necesitaba sentirse en control de algo y lo único que en ese momento tenía a su alcance era yo. Por mi parte no estaba mejor, yo también necesitaba ese control y tomar la decisión me haría sentir de esa forma, era una locura. Terminé por asentir y Aoi sonrió ligeramente detrás de mi.

 

Se colocó  y comenzó a abrirse paso, o a tratar de abrirse paso, al no tener ninguna clase de preparación mi entrada se estrechaba aun mas tratando de impedir el allanamiento a mi cuerpo. Por mero instinto traté de alejarme pero el agarre en la cintura no lo hizo posible, dolía, dolía muchísimo, a veces incluso cuando me preparaba era difícil acostumbrarse a la intromisión, ahora sin ninguna clase de dilatación el dolor era casi insoportable.

 

-tengo que entrar de una sola – dijo  sin obtener mucho éxito pues mi mismo cuerpo se resistía a dejarlo pasar.

 

-¿estás loco? Sólo prepárame y ya – pero la oración no llegó a su fin pues Aoi entró de manera brusca, solté un grito sin realmente quererlo – cabrón eres un salvaje ¿me quieres matar o qué? – cerré los puños con fuerza.

 

-era la única forma en la que dejarías de quejarte – dijo sin moverse, de por si el dolor era insoportable, si se moviera bruscamente probablemente comenzaría a llorar. – tu me dices – dijo acariciando mi cabello, moviéndose un poco de forma involuntaria, lo que en realidad ayudaba a acostumbrarme, poco a poco.

 

Comencé a asentir a medida que Aoi aumentaba el ritmo de sus estocadas, en realidad lo hizo mucho sin mi permiso, pero rápidamente me acostumbre y aunque aun había rastros de ese intenso dolor, eran poco a poco reemplazados por las oleadas de placer que estaba recibiendo directo en aquel punto que Aoi encontraba sin ningún problema dentro de mi.

 

El ritmo cambió de rápido a brutal en menos de un minuto, era una urgencia, descargar todas las frustraciones en ese vaivén, los dos lo estábamos disfrutando, olvidando por un minuto hasta nuestro nombre, descargando todo aquello de una forma inconsciente.

 

-Aoi…. – advertí apoyándome sobre la pared para no caer de las estocadas tan fuertes, tan pronto pronuncié su nombre su mano se fue directo a mi miembro masajeándolo para lograr alcanzar el orgasmo.

 

-estás muy estrecho, un poco mas y no resistiré – dijo entre jadeos, nuestros cuerpos sudaban, gotas de aquel sudor caían del pecho de Aoi hacia mi espalda, perdí la noción del tiempo y espacio en el momento en que mi climax llegó tan fuerte como un golpe de un auto a 200 km/h. El grito del mi amigo me aviso que el también estaba terminando y sus estocadas disminuyeron de intensidad, hasta que finalmente se detuvo.

 

Salió de mi con cierto cuidado para no lastimarme, mas, y se desvaneció a mi lado respirando agitadamente, mientras yo permanecí recargado en la pared aun tratando de acomodar mis pensamientos, los cuales, se arremolinaban de una manera escandalosa. Había sido genial, es decir, el sexo con Aoi siempre era genial; pero en realidad no era lo que buscaba, se sentía bien en ese momento y ahora que había terminado me sentía peor que antes.

 

Mantenía los ojos cerrados, tratando de sentirme mejor y engañarme pensando que esto era lo que realmente quería, que todo lo demás no importaba, que al final no estaba haciendo nada malo, pues en realidad, Reita y yo no éramos nada. No habría ningún problema, nunca lo había habido. Entonces ¿Por qué de repente todo se sentía tan mal?

 

Sentí como Aoi se movía para sentarse a la orilla de la cama, su respiración se había tranquilizado, al contrario de la mía – Kai – pronunció en un quejido – Kai, perdón, no quería, yo sé que estas no son formas, pero es que…. – no terminó al momento de girarme a verlo, su mirada cayó al piso.

 

Como pude me moví, mi entrada ardía y palpitaba con dolor, me senté aun si era un poco incomodo, bueno era MUY incomodo pero nada que no pudiera soportar. Subí mis pantalones y me senté a su lado negando con la cabeza - no me violaste Aoi, tenías mi completa aprobación – le dije para consolarlo.

 

Aoi me miró y sonrió amargamente – estamos locos – se levantó y comenzó a vestirse, me aventó mi camisa a la cara y los dos reímos rompiendo la tensión del momento.

 

-¿has hablado con Reita? – al sólo escuchar la pregunta mi estomago se encogió.

 

Bufé - ¿para qué? Últimamente en lugar de hablar, sólo hemos terminado peleando – le dije abrochándome la camisa – y por pura estupidez, te digo que no debí de haberle dicho aquello en el hospital, simplemente se me salió  - dije arrepentido.

 

-ya te dije que siente algo por ti, lo conozco, vivo con él – sonrió.

 

-eres un gay…

 

-a mi no es a quien le duele el trasero…

 

-x-

 

Ya era de noche, faltaban algunas horas para la carrera pero ya había anochecido, estaba recostado sobre mi cama simplemente viendo al techo, Aoi se había ido hacía unas horas y yo, bueno yo había permanecido en mis propios pensamientos, incluso mi tarea había quedado en el olvido, algo bastante raro en mi. A pesar de que en la escuela se estaban portando de forma condescendiente con nosotros, después del accidente de Nao, todos nos encontrábamos bastante tensos y quisiera poder decir que sólo era por eso.

 

Shou se había vuelto mas callado de lo normal, Aoi tenía repentinos ataques de ira y Reita y yo no podíamos hablar sin terminar peleando. Ruki, bueno, últimamente no lo veía mucho, se la vivía en el hospital y cuando lo veía siempre se iba a otro lado con el rubio de la bandita. Ni siquiera entendía como lográbamos ganar las carreras, este nivel de concentración no era optimo para nadie de nosotros y puedo decir que Nightmare en grey no se encontraba mejor.

 

Estaba en mis pensamientos cuando mi madre abrió la puerta – querido, baja a cenar – me dijo con una radiante sonrisa, me pregunté si sonreiría de la misma forma si supiera en todo lo que ando metido, si nuestros padres supieran la verdad ¿Qué pasaría? A veces me daban ganas de decírselo, dejarlo todo en las manos de nuestros padres, que ellos resolvieran el lio en el que nos habíamos metido como solían hacerlo cuando éramos niños.

 

Sin embargo no era tan fácil, mi madre no podía hacer gran cosa, no teníamos tanto dinero como mis amigos. Los padres de Aoi estaban ocupados peleándose el uno con el otro, los de Reita estaban sumidos en si mismos; mientras que Shou no veía a sus padres en aproximadamente seis meses, los de Nao ya estaban bastante preocupados por su hijo y no había ni un rastro de los de Ruki.

 

Ni siquiera acudir a los padres del niño nuevo llamado Hiroto, pues a pesar de que eran policías, no podríamos denunciar a nadie sin salir perjudicados nosotros mismos y bueno, no tenía ni la menor idea de lo que hacían los padres de Tora, pero tampoco parecían ser de mucha ayuda. Estábamos solos y no comprendíamos en que clase de problema nos habíamos metido.

 

Suspiré cansado de darle tantas vueltas a los mismos asuntos, me levanté para ir a cenar, abrí la puerta para salir de la habitación pero mi celular, que se encontraba sobre mi escritorio; comenzó a sonar. Al principio pensé en no contestar, pues en verdad no tenía muchas ganas de hablar. Sin embargo, el dispositivo no dejó de sonar.

 

Giré sobre mis pasos y tomé el aparato con cierta molestia, ni siquiera revisando quien era quien llamaba.

 

-¿qué quieres ahora? – contesté, no importaba quien fuera, a cualquiera de mis amigos le hubiera contestado así y no se me ocurría que alguien mas pudiera haberme hablado en ese momento.

 

-si, ¿hola? – habló una voz desconocida.

 

-ay, perdón – corregí de inmediato mi tono - ¿Quién habla? – pregunté un poco apenado, rascándome la nuca paseando por mi habitación.

 

Se aclararon la garganta – buenas noches, supongo que hablo con Yutaka Uke ¿verdad? – preguntó la voz.

 

-si, así es – alcé la ceja incapaz de reconocer quien podría estar llamando.

 

-vaya es un gusto por fin hablar contigo – dijo la voz alegremente – supongo que no has de tener ni la ms mínima idea de quien habla – no me dejó contestar – pero no te preocupes, no esperaba que lo hicieras. Asumo que si has escuchado hablar de mi…- de nuevo no dejó responder – me llaman Gackt – hizo una pausa a propósito, tal vez para poder disfrutar del pánico que en ese momento invadió mi cuerpo. Tuve que sentarme en la cama pues de inmediato el mundo comenzó a darme vueltas – tranquilo, no voy a hacerte daño – parecía divertido por mi mudismo – de hecho, estuve esperando este momento por mucho tiempo – dijo ¿sinceramente?

 

-no entiendo porque, yo no soy piloto, ni siquiera estoy seguro de cómo puede saber de mi – tallé mis ojos mientras miraba a suelo fijamente, trataba de sonar lo mas calmado posible.

 

Gackt dijo algunas palabras que no parecían dirigidas a mi y después comenzó a hablar mas fuerte de nuevo en el teléfono – te equivocas, tal vez no seas piloto, pero eres el integrante mas importante del equipo Yutaka, eres el líder – lo dijo con cierta malicia o tal vez emoción. Permanecí en silencio esperando a que continuara, pues la verdad no sabía que tenía que contestar a eso – he notado que todos los integrantes de Gazette Nine te escuchan, me he dado que tu planeación de ruta es una de las mejores que he visto en años. Aceptémoslo, Shiroyama no podría ganar si tu no le dijeras por donde ir, tu eres el cerebro detrás de los increíbles pilotos que son los demás – mi cara se sentía caliente por el sonrojo que habían ocasionado sus palabras, no podía creer sinceramente que las palabras de ese hombre me hubieran de cierta forma, alabado – me doy cuenta que si quiero hacer las cosas a mi manera tengo que hablar contigo y  con nadie mas – no podía verlo, pero juraría que estaba sonriendo.

 

Fruncí el ceño -me temo que sigo sin entender – dije un poco asustado.

 

-verás Kai ¿puedo llamarte Kai? – asentí aunque no podía verme, aunque pienso que lo habría hecho aunque le hubiera dicho que no –de acuerdo. Verás, creo que he sido un poco injusto con ustedes, todas estas carreras sin saber porque lo hacían; es decir, no cabe la mas mínima duda que les gusta correr, pero supongo que ha de ser un poco extraño ganar carreras para alguien y ni siquiera entender porque – sonaba como un padre comprensivo – pues ahora quisiera decirte la razón y pedirte que me ayudes – se calló un momento.

 

Yo no podía ni respirar bien, no podía creer que ese hombre estuviera hablando conmigo y además estaba pidiendo mi ayuda, aunque creo que eso de pedir ayuda significaba algo así como una obligación. En fin, el causante de todos nuestros problemas estaba a punto de rebelarme la razón y tal vez, sólo tal vez podríamos pensar en algo para zafarnos de todo este asunto de una buena vez.

 

-no sé cómo puedo ayudarlo, más de lo que ya lo hemos hecho – dije recuperando el aliento y sacando valor de quien sabe dónde.

 

-verás Kai, por mucho tiempo he usado los mejores pilotos para hacer pequeños encargos, ya sabes, distribuir “paquetes”, transportar objetos y limpiar algunos destrozos. Ya sabes lo de siempre – dijo como si no fuera gran cosa. De nuevo mi estomago sentía un vacío, este hombre me estaba relatando cosas que sólo podía imaginar pasaban en las películas de la mafia y me las contaba como si fuera una anécdota de sus vacaciones – pero esta vez es diferente, verás acepté un trabajo para una linda familia China. Todo iba muy bien, hasta que alguien más aceptó el mismo trabajo, para alguien más, una para nada bonita, familia Rusa – explicó y en realidad sonaba preocupado.

 

Aclaré mi garganta – eso suena terrible, peros sigo sin saber qué papel jugamos en esto – dije con sinceridad y un poco de desesperación. Los nervios comenzaban a  invadirme a medida que mi madre continuaba gritando que bajara a cenar.

 

Gackt soltó una carcajada –verás ese grandioso encargo necesito que lo hagan ustedes – respondió con voz sombría – necesito  que lo hagan antes de que Mana logré formar un equipo – su voz salió con tanta naturalidad como si estuviéramos hablando de papas.

 

Yo, yo pude haberme desmayado en ese instante.

 

-x-

 

-¿estás completamente seguro? – Shou volvió a preguntarme mientras cerraba el cofre de su Mustang

 

Giré los ojos, estábamos afuera de su casa a punto de irnos a una fiesta. Habían pasado dos días desde la llamada de Gackt y únicamente había encontrado el valor para decirle a Shou acerca de la conversación. No sabía cual podría ser la reacción de Reita y menos la de Aoi, tenía miedo de que se pusieran violentos.

 

-sigo sin entender muchas cosas – admitió limpiándose las manos llenas de acceite con pequeño trapo – es decir, es una locura. Una cosa es una carrera de autos y otra es….-

 

-shhhh….- estaba en la paranoia total, dejarlo decir la palabra en voz alta era demasiado para mi, sentía que todos podían escuchar la conversación y si lo hacían, probablemente llamarían a la policía.

 

Shou me miró seriamente y negó con la cabeza – de todas formas debemos decirle a los demás, todos estamos metidos en esto y ahora que sabemos o que quieren, tenemos que armar un plan para zafarnos o algo – podía distinguir un poco de pánico en su voz pero estaba luchando por no mostrarlo. De todos, Shou siempre era el mas sensato, el mas serio.

 

Alcé los hombros – tengo miedo Shou, cuando hablé con Gackt no me dio muchas opciones para zafarnos y …. – se me cortó la voz en ese instante. Sentí los brazos de mi amigo rodearme por los hombros y abrazarme. No tengo hermanos pero estoy seguro que mis amigos son lo que mas se asemeja a ese sentimiento.

 

-vaya se ven lindos – la voz de Sakito sonó detrás de mi. Tuve que ocultar el hecho de que estaba a punto de echarme a llorar en el abrazo con Shou.

 

El semblante mi amigo castaño se volvió aun mas serio y esa mirada de odio apareció en sus ojos - ¿Qué haces aquí? – preguntó con desprecio.

 

-pasaba por aquí – contestó con cinismo. Sin embargo me di cuenta que apretaba la bolsa de su pantalón con fuerza y su celular se marcaba debido a la presión.

 

-no tienes nada que hacer por aquí – advirtió Shou.

 

Sakito chasqueó la lengua y sonrió de lado –hasta donde yo me quedé es un país libre y si quiero caminar por aquí, la haré – se alzó de hombros metiendo las manos en sus bolsillos – en fin ¿irán a la fiesta en la noche? – parpadeó.

 

Shou se acercó un poco al mas bajo – no es tu asunto, ahora lárgate de mi vista – dijo de forma dura. Sakito pareció querer decir algo mas, pero no lo hizo y Shou no pareció notarlo – vamos Kai, debo quitarme la grasa de las manos – se encaminó hacia la puerta de su casa.

 

Me propuse seguirlo pero Sakito me detuvo rápidamente por el brazo – cuídalo mucho por favor – me dijo al oído y me soltó. Todo eso pasó en menos de un minuto, cuando tuve oportunidad de reaccionar, el mas bajo ya se estaba alejando y Shou ya me esperaba en la puerta.

A veces esos dos me confunden, pero hasta donde yo tenía entendido Sakito había dejado a mi amigo, es mas, lo había engañado con varios y había tenido el descaro de dejarlo por alguien. Y aunque no lo admitiera, yo sabía que Shou jamás había superado a Sakito, pero eso ¿a que el más bajo viniera y me dijera eso?  

 

-oye shou ¿si vas a ir a la fiesta hoy? – entré y me senté en el sillón mientras él se lavaba las manos en el baño situado detrás de la sala.

 

-¿por qué no habría de ir?

 

-bueeeeenoooo, porque nunca parece que te diviertas, digo, si bebemos y todo eso, pero al final todo el mundo acaba ebrio menos tu – prendí la televisión y comencé a cambiar los canales sin buscar algo en especifico – o terminan con alguien, pero tu no – lo escuché salir del baño y me giré para verlo – desde que terminaste con sakito ni has salido, ni has estado con alguien ¿tu crees que eso es sano? – lo seguí con la mirada mientras se untaba el típico aceite de naranja para no dejar sus manos oliendo a aceite.

 

Shou sonrió de lado acercándose a la sala – no puedo kai, no tengo ganas – dijo sinceramente, sentándose en el sillón individual color crema – no encuentro a alguien lo suficientemente interesante y si no lo encuentro menos ganas me dan de tener sexo – miró la tele.

 

-yo no podría – confesé mirando también la tele.

 

-eso es porque todos ustedes son unos conejos, si pasaran menos tiempo acostándose entre ustedes tal vez tendrían el valor de decir lo que siente en realidad, a la persona que quieren en realidad - me giré con los ojos muy abierto y él sonrió con suficiencia – adoras a reita pero vas a acostarte con aoi, eso para mi es incomprensible – dijo.

 

Fruncí el ceño – es diferente, reita no me quiere y aoi y yo tenemos necesidades – expliqué un poco incomodo – además yo no parezco conejo, tu sí – me defendí como niño chiquito.

 

-x-

 

Ni me acuerdo de quien era la fiesta, era de uno de esos alumnos sin chiste, de un instituto sin chiste; porque hasta donde yo tenía entendido ni siquiera iba en nuestra escuela. Solo sé que el lugar estaba a reventar y yo había prometido hablar con aoi y reita acerca del asunto con gackt. Según shou en la fiesta era mejor porque no nos veriamos sospechosos, yo le veía demasiadas fallas al plan pero bueno, ahí estaba entre un mar de gente buscando a reita.

 

Uno pensaría que después de todo no tendríamos ganas para ir a fiestas o algo así, pero al final somos adolescentes. Al final somos unos irresponsables, al final ¿cómo se supone que saldríamos de los problemas en los que estábamos metidos sino no podemos ni controlar la forma en la que bebemos?

 

Vi que reita se había subido las escaleras y con todo el dolor de mi corazón debía subir a buscarlo para hablar con él, aoi quien sabe donde se había metido pero ahora para mi, el mas importante era el rubio. Además de que estaba como loco, parecía que había peleado con ruki, pues este ultimo no había asistido y reita actuaba como si fuera soltero.

 

Miré el vaso de mi bebida tratando de tomar el valor suficiente para seguir al rubio de la bandita. Me tomé todo su contenido de una sola y me aventuré hacia las escaleras, no era fácil que me pusiera ebrio, pero por alguna razón sentía que el alcohol me subía a la cabeza con gran facilidad, ya era mi quinto vaso y no iba a ser el ultimo.

 

Debo admitir que estaba un poco mareado, pero aun tenía los sentidos alerta, me tambaleaba un poco, pero no lo suficiente para caerme mientras subía los escalones. Ojala hubiera estado un poco mas sobrio para entender porque reita se había subido a una de las habitaciones con alguien mas, pero en ese momento no pareció importarme mucho, efectos del alcohol.

 

Fui hasta la puerta de la habitación donde lo vi meterse y permanecí unos segundo sin tocar, el ruido de la fiesta no me dejaba escuchar nada, eso o simplemente nadie estaba diciendo nada.

 

-sabes me gustaste desde que te vi por primera vez – escuché por fin la voz de reita.

 

-estás ebrio – contestó otra voz que no reconocí.

 

-tal vez pero eso no quita el hecho de que me gustes – arrastraba las palabras.

 

-tienes novio

 

La carcajada de reita chocó contra mis oídos - ¿y qué? De todas formas ruki no quiere estar conmigo – dijo con cierto pesar, pero no sonaba completamente triste – imagínate que tan patética es mi vida que mi propio novio se enamoró de uno de mis mejores amigos, y yo quedaría como el malo, si no los dejo estar juntos – casi gritaba al explicar las cosas – y mi vida se vuelve aun mas patética cuando sepas que….-.

 

Me había dolido su dolor, estaba enojado con ruki por haberle roto el corazón a reita, pero lo estaba un mas con reita por enamorarse de alguien que al fin lo lastimó, ¿por qué no se pudo haber fijado en mi desde un principio? Yo jamás le haría, soy yo con quien debería haber estado no con ese enano mal agradecido, y lo peor era que se sentí las timado y no acudía a mi sino con un desconocido. Y como si todos los problemas no bastaran ahora me sentía mil veces peor. Al parecer todos eran buenos para reita menos yo, nunca tendría una oportunidad con el chico mas perfecto que existía en el mundo.

 

Bajé las escaleras tropezando un par de veces, no tenía ganas de nada, de pronto hasta el asunto de gackt se había borrado de mi mente, me dolía el pecho y tenía unas ganas inmensas de llorar. Ya no dejaría que reita me volviera a romper el corazón, de eso estaba seguro, pero en ese instante necesitaba desahogarme, y rápido antes de que me diera un colapso.

 

Sin embargo, tuve que reprimir todos esos sentimientos al darme cuenta que hiroto venía hacía mi, no era él con quien necesitaba hablar – kai – me dijo bastante preocupado – tienes que venir pronto, shou me dijo que eres el único capaz de calmarlo y se van a matar – hablaba muy rápido y en mi estado era mas difícil entenderlo – solo ven – me jaló entre el mar de gente hacia la entrada de la casa. Deseé para mis adentros que no fueran mas problemas, pero como siempre, eso ya parece imposible.

 

Aunque debo de admitir que aunque hubiera estado sobrio la escena me hubiera sorprendido igual. Ahí frente a la casa de la dichosa fiesta estaba estacionado un mitsubishi skyline color azul eléctrico, y no era cualquier auto, a leguas se notaba lo modificado que estaba, al menos del exterior, aunque no dudaba que también lo estuviera del interior. Los rines opacos debían ser carísimos y el auto brillaba como si fuera nuevo.

 

Lo peor de asunto no era el auto, era quien estaba recargado en el auto. Uruha y tora estaban casi sentados sobre el cofre del carro, mientras que el chico cuyo nombre creo que es saga estaba parado en medio de la discusión, porque sí, para acabarla; ahí estaban aoi y shou. El primero gritando cosas completamente incomprensibles.

 

-¿estás celoso que mi auto sea mejor que el tuyo? – dijo uruha sonriendo.

 

-no es el auto sino quien lo maneja –contestó aoi con seriedad – y no, no es eso, dime de donde lo sacaste – exigió con los puños apretados.

 

Uruha frunció el ceño – no te importa – dijo con valentía, era extraño ver al hermanito de aoi comportarse así, pero le salía de una manera bastante natural.

 

-¡no vas a correr kouyou! – gritó el pelinegro, estaba furioso.

 

-¡tu no me dices que hacer yuu! ¡ya no! – le gritó de regreso, estaban armando una escenita. Tanta que kyo, hitsugi y ni-ya habían salido a ver lo que ocurría – tienes miedo de que te gane ¿o qué? – rodeó el auto y abrió la puerta del piloto – estoy seguro que eso le encantaría a mana-sama – dijo sonriendo.

 

Tardé menos de tres segundo en reaccionar – kou, dime que no fue mana quien te dio ese auto – dije con pánico en la voz, aoi me miró sin entender – porue si fue así, no tienes ni la mas mínima idea en lo que te estás metiendo – advertí, tratando de sonar muy ebrio.

 

Uruha negó con la cabeza – lo siento kai, ahorita ya no hay nada que puedan decirme que me convenza de no correr – se metió al auto seguido de tora y saga, arrancó y se fue.

 

Vi a aoi desplomarse del coraje y golpear el piso, pero en el momento que me iba a cercar kyo me tomó por el hombro – tu y yo necesitamos hablar – me dijo completamente serio, es mas, hasta miedo daba. Sólo pude asentir como tarado y comencé a seguirlo de vuelta a la fiesta.

 

Kyo comenzó a avanzar rápidamente de nuevo hacia las escaleras, yo venía siguiéndolo, luchando por no caerme, aun seguí bastante mareado. Antes de llegar a subir cualquier escalon reita logró interceptarme.

 

-kai ¿a dónde vas? – preguntó realemnte desconcertado al ver que estaba con kyo.

 

-no es de tu incumbencia Suzuki – le contestó el enano rubio, me tomó la mano y me jaló hacia arriba, creo que el alcohol me estaba jugando una broma. Ni siquiera entendía lo que estaba pasando.

 

-claro que lo es – dijo ¿enojado? – todo lo que tenga que ver con kai, lo es – genial, ahora ya estaba alucinando.

 

-¿en serio? Creo que esa oportunidad la perdiste hace algún tiempo – sin poder decir nada mas, kyo me jaló hacia arriba y nos encerramos en una habitación. En cuanto la puerta se cerró comencé a escuchar los fuertes golpes en la puerta que daba Reita.

 

 

Notas finales:

no se que le presione pero me uito las mayusculas al final XD perdon por eso

que les parecio?

les gusto?

que tal el lemon?

que hara reita?

cual es el verdadero trato ed gackt?

uru ya conocio a mana? 

que quiere kyo?

que pasara?? *O*

prometo que la actualizacion no tardara nada, asi deba sentarme y no dormir para escribir!!! proxima actu es BAI :D 

dejen un rvw u.u


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