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I dream of Uruha por urumelii

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Notas del capitulo:

hola a todos, si ya se como me tardo u_u es q el trabajo pero ya se va a bajar la carga yeiiiii, jajaj en otras noticias todo el capi lo hice mientras estaba trabajando jajajaja no tengo verguenza jajajajajaj en fin, aki les dejo el capi nos vemos abajo ;) 

Despertó confundido, hasta que recordó que ahora aquella, era su nueva habitación. Suspiró, aun era de noche, no había notado el momento en que se había dormido y ahora a media noche ya no tenía sueño. Tenía demasiadas cosas en la cabeza, desde la pelea con Shou y su padre, hasta su nuevo hogar ¿en qué momento había terminado así?  En el departamento de alguien que ni siquiera era tan importante para su vida. Se revolvió  en su cama, buscando una posición apropiada para dormir, lo cual, no consiguió.

 

Resolvió levantarse por un vaso con agua, mínimo eso lo podría distraer. Abrió la puerta con cuidado para no hacer mucho ruido y despertar a sus nuevos compañeros de departamento. Sin embargo, su intención quedó ahí cuando escuchó ruidos provenientes de la habitación de enfrente, no eran muy claros por lo que se acercó.

 

 -¿ahí? – escuchó con cierta dificultad la que parecía ser la voz de Aoi.

-mmmhhh ….amo – jadeó Uruha como respuesta.

 

 No le tomó mas de tres segundos darse cuenta de lo que estaba pasando adentro, de inmediato sintió los colores arremolinarse en su cara y una punzada de ¿nervios? En el estomago. Aunque quiso alejarse lo mas rápido posible, pero se quedó estático, escuchando.

 

 -ponte arriba – dijo Aoi respirando agitadamente.

-pero, amo, dijiste que me dejarías hacer lo que yo quisiera – reprochó su acompañante.

-anda Uru-chan – besos y suspiros leves – sabes que me encanta verte así, además si estas arriba puedo hacer esto – por el gemido que soltó Uruha, Ruki pudo imaginar lo que había hecho Aoi – y además me tienes que obedecer – rió levemente.

-amo malo – escuchó movimiento, el cual, asumió que era producido por el cambio de posiciones.

 

Ruki sintió cosquillas en la entrepierna al escuchar el fuerte gemido que soltó Uruha casi segundos después, fue cuando por fin pudo alejarse, sintiendo la cara caliente y una vergüenza mayor a la erección que ahora portaba debajo de los pantalones. Claro, a cualquiera le podría pasar escuchando una situación así, después de todo era humano, ¡humano!

Abrió el grifo del agua, mojándose la cara con desespero, ¿Qué esos dos no podían tener un poco de respeto? Es decir, ¿Qué les costaba esperar aunque fuera una semana? ¿Por qué durante su primera noche en el departamento? ¿Cuál era la urgencia?

 

Tal vez se habría molestado menos si no hubiera tenido pensamientos extraños, pensamientos de deseo ante la situación que sus oídos habían captado y no necesariamente eran con Aoi, al contrario, tan rápido que se había imaginado al castaño sobre él, haciendo lo que él quisiera. Debía admitir que aquellas ordenes de Aoi lo habían excitado, se imagino el mismo dándolas, ahora que lo pensaba ¿Cómo es que Uruha le hacía tanto caso a Aoi? No llevaba ni un día ahí y ya se había dado cuenta que el comportamiento de esos dos no era normal, nadie por muy novio que fuera, te trataría como si…

 

-fuera tu amo – completó Ruki en voz alta pero no muy alto para ser escuchado – Uruha se la vive diciéndole amo a Aoi ¿Qué demonios está pensando? – las peores situaciones se formaron en su cabeza. Y la mas coherente que pudo pensar en ese momento fue que Aoi de cierta forma había secuestrado a Uruha y le había lavado el cerebro para que fuera su esclavo. Por Dios, ¿en que lio se había metido? Y ahora estaba viviendo con un delincuente, probablemente alguien bastante peligroso si se atrevía a hacerle tal cosa a una persona inocente. Tratarlo como esclavo, no tenía perdón. Pero ¿Cómo conseguiría pruebas? Es decir, era mas que obvio que Uruha estaba convencido que lo que estaba pasando era normal y bueno.

 

Entró en pánico, no podía hablarle a la policía y denunciar a Aoi así como así, y no únicamente por las pruebas, Uruha nunca declararía en su contra. Por primera vez Ruki agradeció estudiar derecho. No cabía duda que si quería hacer algo por el castaño, lo tendría que hacer el mismo. Se decidió primero a hablar con Uruha, también podría estar malinterpretando las cosas; aunque lo dudaba.

 

-x-

 

Bailaba alegremente por la sala mientras la limpiaba, la canción con una tonada pegajosa en un idioma que ni conocía, pero no importaba, le gustaba y lo hacía sentir feliz. Mas de lo que ya estaba.  Había pasado una noche increíble con su pelinegro, no lo había imaginado ahora que Ruki vivía con ellos, pero le había demostrado lo contrario.

Suspiró – pronto el amo podrá desear mi libertad – le brillaron los ojos.

-¿tu libertad? – preguntó Ruki entrando al departamento con expresión confusa.

 

Uruha abrió mucho los ojos, aun no se acostumbraba a la presencia del mas bajo y mucho menos a que estaría ahí hasta que consiguiera trabajo, pues también había tenido que salirse de la universidad, al no contar con el dinero suficiente para pagar la mensualidad. El castaño sonrió.

 

-Ruki-san, que bueno que llegas ¿Cómo te fue? – se acercó a darle un beso en la mejilla, el rubio se sonrojó ligeramente.

-me temo que no muy bien, pero tengo esperanza que me hablen aunque sea de un trabajo – sonrió levemente.

-no te preocupes, te aseguro que así será – Uruha lo condujo al sillón y lo sentó – te traigo algo de comer – no fue pregunta.

 

Sin esperar respuesta, el genio se perdió en la cocina, mientras Ruki suspiraba ante las atenciones ofrecidas, prendió el televisor pero no estaba viendo el programa en realidad, con la mirada repasaba todos los artículos de limpieza que estaban regadas.

 

-Uru-chan ¿tienes trabajo? – le preguntó cuando el castaño le trajo algunas galletas y algo para beber.

-atender a Aoi – respondió como si fuera lo mas normal del mundo.

Ruki alzó una ceja – ese no es un trabajo, eso lo haces porque Aoi es tu pareja, no porque sea tu obligación – dijo muy seguro.

El castaño soltó una risita – bueno, si y no, no importa, yo lo hago con gusto – canturreó.

-¿Dónde conociste a Aoi? – preguntó mas serio.

-Ruki-san, no entiendo el propósito de tus preguntas, si quieres saber pregúntale a él – contestó tranquilo.

 

El rubio se revolvió en el asiento – perdón Uru-chan, solo quería platicar contigo – se disculpó un poco avergonzado – quisiera oír las cosas de ti, porque también quiero ser tu amigo – dijo inocentemente.

 

Uruha sonrió sinceramente - ¿quieres ser mi amigo, en serio? Eso me hace muy feliz, nunca había tenido amigos hasta que conocí a los amigos de Aoi y tener uno mas, me hace muy feliz – dio palmaditas con las manos.

-¿Cómo que nunca habías tenido amigos?

-pues – el genio torció la boca – es que todos siempre esperan algo de mi, solo me buscan por interés. Nunca hasta que conocí a Aoi me habían buscado porque les interesara hablar conmigo nada mas, por eso amo a Aoi y no me pesa hacer todo lo que hago por él; aunque siempre me diga que no lo haga, no lo puedo evitar – dijo alegremente.

- te juro que yo nunca te buscaré para algo mas – le aseguró con una sonrisa, no sabía porque le decía eso, pero al escucharlo sintió un poco de compasión por él. Se notaba que Aoi se había aprovechado totalmente de él, para que hiciera lo que quisiera, no había otra explicación.

 

-x-

 

Llegó exhausto al departamento, había tenido clases hasta tarde e incluso si ya no trabajaba para mantenerse gracias a Uruha, aun así la escuela lo agotaba con tanta carga de trabajos y tareas. Suspiró en cuanto cerró la puerta, esperando a que su genio se le colgara del cuello como era su costumbre, pero aquel acto no llegó. Alzó la vista buscando al castaño de inmediato, pero no había nadie.

 

Entró en pánico, pensó lo peor, algo le debió pasar a Uruha, tal vez Ruki lo había descubierto. Caminó casi corriendo a su habitación y ni rastro del genio, su nuevo compañero de departamento tampoco estaba ¿Qué haría? No podía hablarle a Kai o a Reita, ¿Qué les iba a decir? Su mirada enfocó aquella botella morada de donde había salido el genio. Se tranquilizó un poco, si el genio no fuese a regresar la botella no estaría aun en el estante, como un adorno mas.

 

Fue a la cocina, como era de esperarse, había comida casi recién hecha sobre la estufa y pegada en el refrigerador un pequeña nota en una hoja de color rosa; en la cual, Uruha le avisaba a Aoi que Ruki lo invitó a tomar un helado y había aceptado y si lo necesitaba, frotara la botella.

 

Se mordió el labio inferior y ese terrible monstruo llamado celos apareció en su estomago, la rabia logró que sus manos temblaran y sus dientes chocaran. Estaba celoso de que lo hubieran dejado ahí, con una simple nota ¿Qué derechos tenía Ruki para llevarse a Uruha? ¿Qué derechos tenía Uruha para salir con Ruki? Era inconcebible. Paró en seco. ¿De quién estaba celoso? ¿De los dos?  Uruha era suyo, Ruki no podía invitarlo a ningún lado, pero ¿Qué tal si Ruki comenzaba a mostrar interés por el genio? Eso sería el colmo y su corazón no podría resistirlo y ¿Qué si aun tenía esperanzas con Ruki? Aun lo deseaba en el fondo de su corazón.

 

En su vida volvería a dejar que algo así pasara, agarró la botella con mas fuerza de la debida y un destello de luz lo dejó sin visión por unos momentos. Cayó sobre una superficie desconocida, su departamento era alfombrado, pero esta era fría y dura. Por un momento pensó estar dentro de la botella, idea que quedó descartada en cuanto vio a alguien parado frente a él.

 

Era un hombre, un anciano, de aquellos a los que no se le podía calcular la edad pues a pesar de notar que era de edad avanzada; el hombre tenía aún aspecto juvenil. Aoi tembló al cruzar miradas con el sujeto.

-he de asumir que tu eres Aoi – dijo con voz profunda y tranquila.

El nombrado alzó la ceja – y ¿tu eres? – preguntó con cierto tono de ironía.

-¿en verdad te importa? – el tono de seriedad  no desapareció.

-pues tu sabes quién soy yo, deberíamos estar en igual de condiciones – contestó igualando el tono, no importaba quien fuera el hombre, no se iba a dejar intimidar.

-tu y yo no somos iguales Aoi – dijo en un tono casi amenazante – tu eres un simple mortal y yo soy un ser mágico con mas años de los que te podrías imaginar, con mas poderes de los que te atreverías a pensar – sonrió de lado.

Un escalofrío recorrió la espalda de Aoi pero no desvió la mirada ni mostró miedo o intimidación –sigues sin decirme quien eres, ya conozco a un ser mágico, lo tuyo no me sorprende – se alzó de hombros.

El anciano soltó una carcajada que lejos de ser de alegría, sonó siniestra – conoces a mi nieto, un ser mágico, restringido, ni siquiera puede usar sus poderes a su máxima capacidad, yo soy un ser libre, no me hagas demostrar lo que alguien libre es capaz de hacer – advirtió.

Aoi entrecerró los ojos – ¿eres el abuelo de Uruha? – fue lo único que se le quedó grabado en la mente.

El anciano suspiró - ¿tienes alguna idea de porque mi nieto es un genio? -.

El pelinegro asintió – abusó del poder de su magia y lo castigaron – respondió inseguro al ver la expresión del otro.

-asegura que lo amas, pero ni su historia te ha contado. Eso me hace pensar que ni él mismo está seguro – dijo mas para si mismo que para Aoi.

-¿de qué habla? – el pelinegro comenzó a sentirse un poco molesto por la situación, no entendía y ni siquiera sabía dónde se encontraba.

-Uruha  no abusó de su poder, fue condenado injustamente – explicó tranquilo. Aoi parpadeó muchas veces esperando a que el anciano continuara – eso lo sé porque mi nieto sería incapaz de hacer las cosas que dijeron que hizo, Uruha ni siquiera concebía ese tipo de magia en ese momento. Sin embargo, las pruebas demostraban todo lo contrario y no pude defenderlo, es mas, como integrante del concejo fui yo quien lo condenó – suspiró.

Aoi no alcanzaba a comprender del todo – entonces si usted lo condeno, usted puede liberarlo – el pelinegro recordó una plática que había tenido con el genio, donde le había dicho que desearía su libertad, pero Uruha no lo dejó, es mas parecía haber entrado en pánico.

El anciano negó con la cabeza – la única forma de liberar a Uruha, es si su verdadero amor, desea su libertad – escuchó las palabras pero no las comprendió.

-y ¿Cómo se supone que sepa quién es su verdadero amor? – aquella platica estaba llevándolo a lugares que no le gustaban para nada. Podía imaginarse en que podía parar todo el asunto.

-eso solo lo sabe Uruha, se supone – hizo una mueca – los genios no pueden entregar su cuerpo a menos que estén completamente convencidos – Aoi asintió – la razón es muy simple, los genios están condenados a amar a la persona a quien le entreguen su cuerpo, para siempre – finalizó con voz casi de ultratumba o al menos así lo sintió el otro.

Aoi sintió que el alma se le caía a los pies, no podía ser cierto. Todas aquellas declaraciones que el genio le había hecho, todas aquellas palabras que él pensaba que era dichas porque si, nada más, al aire. Eran ciertas, Uruha lo amaba, era magia.

-yo… - no sabía que decir. Claro, tenía sentimientos muy profundos por el genio, muchos de ellos ni siquiera los comprendía, estaba completamente seguro que era una especie de efecto que Uruha provocaba en él. Amor, jamás. ¿Cierto?

-te voy a decir algo,  si Uruha te pide que desees su libertad y tu no aun no estás seguro de lo que sientes, no lo desees. Si no, no habrá otra oportunidad, todo se habrá perdido, no volverías a ver a mi nieto y él te amaría para siempre. No lo hagas pasar por eso – explicó con rostro dolido.

-y ¿Qué se supone que haga? – Preguntó al punto del colapso – si le digo que no lo amo , será lo mismo, él me seguirá amando y yo, y seguirá siendo un genio – casi gritaba.

-cuando mueras, mi nieto tendrá una segunda oportunidad, siempre y cuando tu no desees su libertad sin amor. Esto Uruha no lo sabe, tómalo en consideración, no hagas estupideces, no lo lastimes o seré yo quien haga de tu vida un infierno y sabrás lo que es la furia de un ser mágico libre – la voz sonó escalofriante, ya solo era eso una voz. Pues de inmediato, Aoi volvió a caer sobre su alfombra. Respirando agitadamente.

-amo ¿estás bien? – el rostro de Uruha estaba mirándolo con extrañeza.

Aoi se levantó rápidamente, mareándose por el movimiento. Tomó a Uruha de la muñeca e ignorando a Ruki se fue a encerrar con el genio a su habitación.

-te voy a decir dos cosas – dijo el pelinegro con tono amenazante – en tu vida te vuelves a ir solo dejándome una nota ¿me oiste? Se supone que eres mi genio no el de Ruki – dijo con recelo.

Uruha solo atinó a asentir.

-la segunda – suspiró – lo hago por tu bien, no lo tomes mal, te quiero muchísimo, pero eso es todo, jamás me pidas que deseé tu libertad Uru, porque yo no te amo….

 

Notas finales:

para las q tienen mi twitter, como dije antes, porque no puedo evitar q aoi sea un malo??? no se XD pero se paso >_> 

pero lo hace por el bien d uru (?)

se dara cuenta de lo que siente, si será amor, se estara negando¿¿

como reaccionara uru???

y ruki??

entendieron yesy y waby lo q les iba a gustar? si lo voy a poner u.u 

dulces, helados, chocolate o mordidas =  un review

:)


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