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I dream of Uruha por urumelii

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Notas del capitulo:

tan tan tan......volví ok todo el mundo uds lo pidieron, la historia se alarga *suenan tambores*  al parecer mi mente se exprimió de mas y ya planeó minimo unos 5 capis mas, veamos como progresa XD aunq me hubiera gustado darle mas transfondo a los personajes desde el principio pero en fin. 

aqui ocurrió algo muy curioso, los personajes hicieron lo q kisieron y este capi fue el resultado. es corto pero da pie a todo lo q sucederá muahahaha en fin disfruten ;)

Se quedó sin habla, parpadeaba muchas veces como si no pudiera creer lo que estaba viendo. Ruki parado en su puerta a las seis y tanto de la mañana, tenía los ojos hinchados y rojos. Obviamente había estado llorando, incluso Aoi pudo notar que aun sus ojos estaban un poco vidriosos.

 

-Ruki ¿estas bien? – preguntó preocupado haciéndose a un lado para dejar que el mas bajo entrara.

 

El otro sonrió amargamente – no sabía a donde ir, perdón por aparecerme así – dijo sin moverse mucho.

 

Aoi negó con la cabeza – no te preocupes, pero ¿Qué pasó? – lo rodeó por los hombros conduciéndolo hacia la sala. El otro solo sollozó un poco mas.

 

-amo – Uruha se asomó por la cocina, sorprendiéndose  ante la visión.

 

Ruki alzó la vista mirando al castaño un poco confundido, después se giró hacia Aoi.

 

-Ruki, él es Uruha – presentó un poco nervioso – mi….. – Uruha alzo la ceja ante la duda del pelinegro y sintió un extraño dolor que no supo que era, aunque así como llegó se fue – bueno, estamos juntos – sonrió ligeramente perdiéndose en recuerdos con el genio. Sin embargo recobró la cordura en el instante ¿Qué había sido esa sensación? ¿Magia?

 

-debí suponerlo – dijo el rubio – tienes novio y yo aquí molestándote – las lagrimas volvieron a salir de sus ojos.

 

-no molestas – fue Uruha quien contestó – amo – se corrigió al instante – Aoi, ¿Por qué no vas a ponerte algo de ropa? Yo le prepararé un té  a tu amigo para que se calme – sugirió dando ligeros saltitos.

 

Aoi por su parte se sonrojó al extremo al recordar que solo vestía boxers y lo hizo aun mas cuando cayó en cuenta de lo que estaban haciendo él y el genio antes de la llegada de Ruki. Simplemente atinó a asentir y salir casi corriendo hacia su habitación.

 

Su corazón latía muy fuerte, dolía debido a la fuerza y la velocidad. Su mente estaba nublada, no entendía la situación. Siempre que estaba con Uruha por alguna razón mágica, olvidaba a Ruki, pero cuando veía al mas bajo sentía lo mismo que hace meses. Y ahora los tenía a ambos en el mismo lugar, en la misma habitación, su cabeza dolía, pues por un lado estaban todas esas sensaciones que Ruki le producía, mientras el otro lado, luchaba frenéticamente por hacerlo olvidar. Sintió un dolor en el estomago, algo así como un golpe, lo sentía revuelto e inmensas nauseas se acumularon en su cuerpo. Sensaciones extrañas. Sensaciones mágicas.

 

-aquí tienes, de menta – sonrió el genio tendiéndole la pequeña taza.

 

-mi favorito, gracias – le devolvió la sonrisa – no sabía que Aoi tenía novio – aceptó.

 

-no muchas personas saben de mi, pero tu ¿Qué tienes que ver con mi Aoi? – lo dijo en un tono por demás molesto.

 

Ruki suspiró dispuesto a contestar cuando el pelinegro entró a la sala – listo – dijo – ahora si, dime ¿Qué pasó? – se sentó en el sillón individual y Uruha fue volando hacia él, se sentó en la orilla, abrazando a Aoi con cariño.

 

El mas bajo le dio un sorbo al té – tuve una pelea muy fuerte con mi papá, acabe diciéndole que no iba a vivir mas de su fortuna, salí de la casa y….no sabía a donde ir – se limitó a decir.

 

Aoi frunció el ceño - perdón que te lo diga pero ¿no debiste haber ido con Shou? – se atrevió a preguntar, no le gustaba mucho el prometido de Ruki, pero después de todo era su prometido.

 

El mas bajo torció la boca – por eso tuve la discusión, Shou y yo también peleamos, le dije que aun no quería casarme, que me diera tiempo hasta terminar la universidad, pero es un necio y estaba presionándome y luego mi papá y…. – las lagrimas salieron solas de sus ojos – es mucho, ya no puedo – negó con la cabeza.

 

-¿es decir que te independizarás? – preguntó Uruha parpadeando mucho. Por supuesto que sabía quien era el chico frente a él, pero confiaba fielmente en que Aoi lo amaba a él y nada mas. Por lo que no pensaba que Ruki fuera una amenaza.

 

Ruki se revolvió en su asiento – no es tan fácil, mi papá me dijo que si me salía de la casa no me iba a ayudar en nada, no tengo dinero, no tengo lugar donde vivir, nada. Solo sé que no quiero regresar – bajó la mirada.

 

Aoi se mordió el labio, no sabía que hacer.

 

-puedes quedarte con nosotros – ofreció Uruha aplaudiendo como si se le hubiera ocurrido la mejor idea del mundo.

 

-Uru…

 

-¿en serio? – la cara de Ruki se iluminó de repente - ¿tienen espacio? Es decir, no quiero ser una molestia, ni mucho menos – dijo un poco avergonzado.

 

El pelinegro se quedó boquiabierto unos segundos antes de entender completamente lo que acababa de pasar, los otros dos lo miraban en busca de su aceptación. Estás loco Aoi, ni se te ocurra ¡di que no! – si claro, no serías molestia, después de todo tenemos una habitación vacía  - contestó sonriendo como tarado.

 

-gracias – Ruki sonreía ampliamente – solo sería en lo que encuentro trabajo y ahorro el dinero suficiente. Desde hoy mismo buscaré trabajo para ayudar con los gastos – hablaba tan rápido que ya ni se le entendía.

 

-x-

 

-¿estabas drogado verdad? Por favor dime que estabas drogado, es la única razón por la cual  entendería que hiciste algo tan estupido como eso – Kai casi grita cuando Aoi le contó lo que había ocurrido. Estaban en un pequeña cafetería de la universidad, solo ellos y Reita; se habían saltado la clase para poder hablar con propiedad.

 

-yo no hice nada – se defendió – fue Uruha, él le ofreció el departamento, ¿Qué se suponía que hiciera? – trataba de no gritar, pero con el tono de Kai era casi imposible.

 

-decir que no – contestó Reita con una inmensa sonrisa, todo el asunto le parecía una enorme broma – de verdad que Uru-chan es muy buena persona, tal vez demasiado – le dio otro trago a su enorme malteada de fresa.

 

Kai ignoró por completo el comentario de su novio y se volvió hacia Aoi – y ¿Cuál es tu plan? ¿Hacerte de un harem o que? – no sabía si estaba molesto o simplemente impresionado.

 

-no lo iba a dejar en la calle

 

-claro, por eso le ofreciste a la persona de la que estás enamorado que viviera contigo y tu novio – dijo Reita con sarcasmo - ¿acabas de escuchar lo que dije? Es una locura – pareció darse cuenta de pronto haciéndose el sorprendido.

 

Aoi suspiró por enésima vez tratando de ganar paciencia – ya sé que es una locura, pero no podía hacer mas. No se preocupen, yo estoy con Uruha, no lo pienso dejar – dijo con seguridad – solo tengo que tener cuidado para que no descubra…. – se calló de inmediato.

 

Reita lo miró confuso – descubra ¿Qué? -.

 

-nada, solo que no quiero que Uruha sepa que me gusta Ruki ¿de acuerdo? – casi soltaba la verdad sobre el genio. Al menos alcanzó a guardar silencio.

 

-espero que sepas lo que haces – advirtió Kai – tener a las dos personas que te gustan viviendo bajo el mismo techo…. – sonrió por fin negando con la cabeza.

 

-oye y si Ruki se queda en la habitación de huéspedes ¿Dónde se supone que nos quedemos Kai y yo? – preguntó el rubio con verdadero interés.

 

-en su departamento – contestó Aoi secamente.

 

-x-

 

Uruha se recargó en el marco de la puerta admirando su trabajo, había redecorado toda la habitación de huéspedes para que Ruki pudiera quedarse. El mas bajo había vuelto a su casa a recoger las pocas partencias que pudiera sacar de su casa. La verdad no sabía porque lo había invitado a quedarse, odiaba lo impulsivo que era a veces, característica que siempre lo metía en problemas. Por alguna razón pensó que si Ruki estaba cerca y Aoi seguía con él, aquello demostraría que el pelinegro lo amaba de verdad.

 

La duda lo inundó, Aoi lo amaba ¿verdad? Si no, no estarían juntos, si no, no hubieran pasado esos maravillosos momentos. Cada beso, cada caricia, cada sonrisa, eran demostraciones de amor ¿cierto? Tenía miedo ¿Por qué no había pensado en las consecuencias antes de entregarse? Él lo sabía, sabía que si el amor de Aoi era verdadero, el pelinegro podría desear su libertad y se cumpliría. Por el contrario, sino era así y Aoi lo deseaba, sería arrebatado de su lado y estaría condenado a amarlo para siempre.

 

Sintió un dolor en el pecho de solo pensarlo, una eternidad amándolo. Nadie tenía idea de lo que eso significaba, nadie entendía lo que era vivir para siempre, atado y esclavizado a cumplir los deseos de los demás, utilizar el mas bello don que la vida te ha dado para complacer a los demás. Ver una y otra vez como se repite la historia, como los humanos piden lo mismo una y otra vez, tener que servirles como esclavo, estar atrapado para siempre. Estaba tan harto, tan hastiado, lo único que quería era ser egoísta por una vez en su vida, ni siquiera cuando fue mortal lo había sido.

 

Solo quería un día para él. Uno.

 

Se apretó la camisa justo a la altura de su corazón. Quería estar con Aoi, como debe de ser, quería crecer con él, envejecer juntos, morir junto a él.

 

Por favor dime que este sentimiento es real, por favor no me mientas.

 

-x-

 

Caminaba de regreso al que desde ese día era su departamento. Que día tan extraño había tenido, cuando llegó al departamento de Aoi en la mañana no había planeado quedarse a vivir con él, es mas, ni siquiera sabía que tenía planeado. Solo se sentía desesperado, atrapado, quería dejar atrás toda esa vida que lo presionaba demasiado y Uruha había sido tan amable de ofrecerle una salida.

 

Uruha. Que persona tan extraña, en todo el tiempo que estuvieron juntos permaneció sonriendo, saltaba para todos lados y era un hiperactivo. Se notaba a kilómetros el gran amor que le profesaba a Aoi, era escandaloso y daba muestras de cariño a su gusto excesivas ¿eran así la clase de personas que le gustaban al pelinegro? Dudó, al parecer no había tardado nada en olvidarlo, y eso le molestaba un poco. No porque tuviera sentimientos hacia Aoi, simplemente era ese sentido de pertenencia.

 

Desde el momento en que se declaró, supo que tenía a Aoi comiendo de su mano, embobado con su sola presencia, pero ahora que parecía haberlo superado, se sentía mal, necesitaba ese pequeño autoestima que Aoi le brindaba al mirarlo con alevosía.

 

Que molesto. No lo quiero para mi, pero no lo quiero con alguien mas.

 

 

Entró al departamento y un increíble aroma lo envolvió, olía delicioso; su boca se hizo agua de inmediato. Dejó las pocas maletas que traía en el piso y se dirigió de manera rápida a la cocina. Se impresionó al ver a Uruha cocinando mientras cantaba una canción, bueno al menos la tonada, pues al parecer eso de cantar no se le daba muy bien al castaño. El genio no había notado la presencia del recién llegado.

 

Por inercia Ruki giró la vista hacia el comedor, casi se va para atrás al ver la  mesa; estaba llena de platos repletos de comida, los platos y cubiertos puestos con una increíble elegancia. La comida parecía ser para quince personas y aun el castaño seguía cocinando.

 

-Bienvenido, Ruki – saludó alegremente al genio al notar su presencia – solo esperamos a que llegué el amo, -se volvió a corregir - Aoi y cenaremos, espero tengas hambre – sonrió - ¿Dónde dejaste las maletas? – preguntó mientras apagaba la estufa.

 

-en la entrada, deja las llevo a la habitación – dijo un poco perplejo. Todo eso ¿era solo para ellos tres?

 

Uruha negó con la cabeza – yo las llevó, tu mira un poco de televisión si quieres, no te ofrezco nada para no quitarte el hambre – caminó directo a las maletas.

 

-No como crees, yo las llevó – se apresuró Ruki dispuesto a tomar sus pertenencias, pero el castaño no lo dejó.

 

-relájate, para eso estoy – le guiñó el ojo cargando las maletas hacia la habitación con suma facilidad.

 

Se quedó estático ¿Uruha era el novio de Aoi o su sirviente? O simplemente el muchacho era sumamente servicial. No se quejaba, pero las acciones de Uruha lo hicieron sentir aun mas curiosidad sobre su persona.

 

Al poco rato Aoi llegó con cara de cansancio, Uruha lo recibió efusivamente colgándose de su cuello y para rabia de Ruki, el pelinegro le regresó el saludó, el beso, los besos, el abrazo, los abrazos, antes de siquiera saludarlo a él.

 

-muero de hambre – dijo bajando a Uruha a quien había cargado por la cintura al saludarlo.

 

-espero te guste la cena amo, la preparé para celebrar la llegada de Ruki-kun – sonrió aplaudiendo y caminando hacia el comedor para enseñar su obra.

 

La sonrisa de Aoi se desvaneció como si acabara de recordar algo muy importante, su vista se posó bruscamente sobre el rubio – buenas noches Ruki – dijo avergonzado, había olvidado por completo a Ruki desde el momento en que Uruha se había acercado, estúpida magia, ahora se sentía un insensible.

 

Ruki sin embargo sonrió, tragándose todos esos sentimientos recién encontrados al ver a los otros dos tan románticos – buenas noches Aoi, vamos a comer que todo se ve delicioso – dijo alegremente sentándose en una de las sillas. 

Notas finales:

¿que les parecio? waaa los tres bajo un mismo techo ¿que pasara? 

creo q acabaremos aborreciendo a ruki y no e malinterpreten io amo al enano ese XD

¿creen q aoi cumplira su palabra? se quedara con uru?  qhara ruki? imaginan a reita con una malteada d fresa XDD ??

y sobre todo, lo q siente aoi es amor o magia?

les mendigo un review y les doy un helado =)


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