Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Casados? ¿Pero, cuando? por kallenparms

[Reviews - 513]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Erm... hoy no tengo nada que decir, sólo agradecer todo el apoyo recivido hasta el momento, y que tan pronto tenga tiempo, respondere a todos sus comentarios.

Ah

Descargo de responsabilidades: Los personajes aquí descritos, no me pertenecen, son propiedad del SR Masashi Kishimoto Kawai (Historia basada en Accidental Husband)

-¿Ir a verle? – Inquirió contrariado, - no Sasuke, con eso no estoy de acuerdo, creo que sería mejor arreglarlo por medio de los abogados, no quiero que tu te expongas sin necesidad.

 

 

 

El azabache se acercó hasta casi rozar los labios del pelirrojo, podía sentir el aliento a hierbabuena que emanaba de la boca de su pareja. La mayor parte del tiempo Gaara se mantenía inquebrantable, tranquilo, como si le costara percibir las emociones humanas, y así mismo demostrarlas, aparentaba frialdad y emanaba un aura de superioridad que ocasionaba un poco de miedo a quienes lo rodeaban, igual que su pareja, este también contaba con dicha aura "malvada"  Ambos eran extremadamente parecidos, con ellos no había medias tintas, todo era o negro o blanco, cualquiera de los dos podía llevar el mando en la relación, sin embargo aunque Sasuke tomaría el apellido del Sabaku, era el pelinegro quien manejaba la relación, quien tomaba las decisiones importantes y quien se encargaba de tranquilizar al pelirrojo cuando a este le daban sus ataques de ansiedad.

 

 

 

-Gaara contrólate amor, – aconsejó frotándole los brazos con ambas manos, tratando de alejar las dudas e inseguridades en su pareja – lo mejor es que yo mismo me encargue de todo esto ¿Te imaginas si la prensa se llega a enterar?

 

-¡¿Qué?! No, no quiero ni pensarlo; los diarios te comerían vivo y con seguridad que a mi me verían como el cornudo.

 

Sasuke soltó una casi inaudible risilla, a pesar de encontrarse, sorprendido, nervioso y ofuscado por los recientes problemas; cuando Gaara se mostraba así de abierto, era algo muy agradable de ver.

 

-Ves, por eso te digo que es mejor que lo arreglemos en persona, sin intermediarios, no sé, creo que a ese tipo tampoco le hará mucha gracia estar casado con un desconocido, lo mas seguro es que no tenga ningún problema en firmarme los documentos lo mas pronto posible.

 

-Sí, tienes razón – afirmó convencido.

 

-Bien, entonces vamos a verlo – dijo tomándolo de la mano y encaminándose al auto.

 

-Uh, lo siento – se disculpó soltando el agarre – tengo una cita en media hora con uno de los representantes de Hatake Kakkashi, para convencerlo de que financie  a la compañía, de esto depende la pronta recuperación de la empresa en el mercado.

 

Sasuke hizo una ligera mueca de desagrado, más la recompuso al instante comprendiendo la importancia de dicha reunión.

 

-Entiendo, no te preocupes, yo me hare cargo de todo, nos vemos después.

 

Gaara asintió en silencio, permitiendo que el pelinegro depositara un ligero beso en sus labios, le dedico una leve sonrisa y un te quiero, para dejarlo ir enseguida.

 

El ojinoche se dio la vuelta  con documentos bajo el brazo, esperó unos momentos a que un taxi lo recogiera y partió enseguida hacia la dirección donde se encontraría con Naruto Uzumaki.

 

 

 

 

 

***

 

 

 

 

 

Llegó media hora después hasta el edificio del Uzumaki, era ya pasadas las doce de la tarde;  el taxi aparcó frente a la estructura de cuatro pisos,  este se ubicaba en un barrio plagado de locales comerciales, representando a la clase media de la ciudad.

 

Bajó del vehículo y lo observó todo por unos instantes, su semblante era relajado, sin dejar de lado lo imponente de su personalidad, vestía pantalones negros de pinza, camisa en el mismo tono con raya de gis y manga larga, aunque la llevaba remangada hasta los antebrazos, esa mañana decidió vestir de manera informal, con un look mas casual y no tan elegante como solía hacerlo diario.

 

Con paso firme caminó hasta llegar al umbral del edificio, se adentro a la estancia y la recorrió con la vista, hasta dar con un hombre de mediana edad, su apariencia lo delataba como el administrador del lugar, se dirigió hasta el hombre ese y al estar frente a él le preguntó.

 

-Buenas tardes – saludó mas por costumbre que por cortesía – el Sr. Naruto Uzumaki ¿vive en este edificio?

 

-Buenos días güerito – saludó el hombre de piel morena y cabello blanco,  en tono reguetonero, algo que le desagradó al Uchiha, frunciendo ligeramente el ceño – siii, Naru-chan vive aquiii, pero por el momento no se encuentrahaaa.

 

"Que molesto"  pensó el azabache "¿Este tipo cuando pensara madurar?"

 

-Hn ¿Tiene idea de donde puedo localizarlo en este momento?

 

El mayor hizo ademan de estárselo pensando un buen rato; el azabache lo miraba comenzando a exasperarse por la postura del otro, apunto estuvo de gritarle y mandarlo a la mierda. Dios no estaba siendo nada bueno con él últimamente, estaba poniendo su paciencia al límite y aunque él se preciaba de ser una persona madura; ganas de portarse como todo un patán no le faltaban.

 

-¡Ya sehee! – Contestó de pronto aun con su tonillo de canción – hoy le tocó descansar en el trabajohoo, por lo que seguramente lo encontraras en el bar de Ichirakuhuuu, jugando con sus amigoteheees.

 

-¿Bar Ichiraku?

 

-Síhíí, mira esta es la direccióhóón – dijo tendiéndole un papelito.

 

El ojinegro agradeció y salió rumbo al bar, prometiendo que si volvía a escuchar el tonito del tipo ese, le metería un balazo en la garganta para que se callara, o mínimo se le quitaran las ganas de hablar así.

 

 

 

 

 

***

 

 

 

 

 

El atractivo rubio de ojos azules y graciosas marquitas en la mejilla se encontraba en esos momentos disfrutando de un enorme y frio tarro de cerveza, bebía con lentitud el espumoso y dorado liquido; parado junto a la mesa de billar y esperando su turno para jugar.

 

-Naruto – le llamó Shikamaru con el taco de billar en la mano - ¿Has tenido noticias de, ya sabes que?

 

-Uh – contestó dejando de beber.

 

-¿Qué si no ha venido el psicólogo a verte?

 

-Pues no, pero supongo que es normal, apenas me trajiste los documentos ayer.

 

-Humm igual y sí – musitó con desilusión.

 

Los chicos siguieron con su juego, charlando sobre trivialidades y el trabajo del Nara; por alguna razón  Naruto tenía un mejor semblante y las sonrisas falsas ya no aparecían tan a menudo, por el contrario, las que llegaba a sus labios eran espontaneas y llenas de humor.

 

El Uzumaki analizaba las bolas de colores sobre la mesa, el juego se había tornado difícil, el maldito de Shikamaru era bueno y le había puesto el pie en el cuello metafóricamente hablando.

 

El Nara estaba desesperándose, Naruto llevaba mas de diez minutos pensando la jugada y no se decidía, es que ese atolondrado era lento y creía que podía ganarle "ja pobre iluso"  hastiado y tratando de no aburrirse, levantó la vista y casualmente la  dirigió a la puerta del bar. En ese momento emitió un sonido de asombro salido desde lo mas profundo de su garganta, la boca se le seco, sus ojos se abrieron en demasía y en nervio comenzó a inundar su cuerpo.

 

-Na-Naruto – exclamó tratando de llamar la atención de su amigo.

 

-¿Qué pasa Shikamaru? – contestó sin reparar en el temblor de la voz de su amigo.

 

-Mira al frente, ve quien esta entrando al local. – dijo tragando saliva.

 

Aun con su acostumbrada pose de despistado y sin la más mínima curiosidad levantó la vista hasta donde el Nara le decía.

 

-¡HAY POR DIOS!

 

Sorprendido y sudando frio, soltó el taco de billar sin importarle a donde iba a dar y en un acto desesperado se acuclilló escondiéndose bajo la mesa de juego.

 

-Demonios – susurró

 

-¿Qué te pasa Naruto, por que te escondes, no piensas darle la cara? – cuestionó el Nara con sorna.

 

-No puede ser, no puede ser, no puede ser – emitía como letanía – Dios, Dios, Dios ¿Qué hace aquí?

 

-Cálmate Naruto, no estas siendo nada discreto y hasta acá se oye que estas hiperventilando, primero averigua que tanto sabe él sobre lo que hicimos; no te pongas en evidencia antes de tiempo.

 

-OK, ok, ok  ¿Viene para acá?

 

 

 

El pelinegro llegó hasta el bar. Se paró unos momentos en la puerta analizando el lugar, había un ambiente tranquilo, un par de chicos bebiendo cerveza en la barra, música realmente suave, casi podía decirse que era hasta hogareño.

 

No esperó más y se dirigió a la barra para hablar con el dependiente.

 

-Hola, Naruto Uzumaki ¿se encuentra por aquí?

 

-Buenas tardes joven – saludo el hombre mientras servía un par de cervezas a los que tenia enfrente – si, se encuentra en la mesa de billar – terminó apuntando hacia el otro lado del bar.

 

El joven caminó con aire resuelto llegando hasta la mesa de billar; donde se encontró con un joven de estatura media, cuerpo atlético y fibroso, de rasgos varoniles y cabellos castaños un poco largos atados en una coleta.

 

-¿Naruto Uzumaki? – preguntó al chico frente a él.

 

El otro se quedó mudo y no supo que contestar.

 

Mientras tanto el rubio cabezota seguía acuclillado bajo la mesa, ocultándose del enemigo y teniendo como única visión  los lustrosos zapatos negros del Uchiha y un cacho de pantorrilla que igual también estaba cubierta por el pantalón del mismo tono.

 

"¿Dios, que te he hecho para que me trates así? De verdad, yo he sido bueno, voy a misa todos los domingos y aunque no me he confesado en mas de un año, te prometo hacerlo lo mas pronto que pueda, pero por favor, échame una manita"

 

El rubio seguía con su monologo mental, por lo que no ponía real atención a la conversación entre su amigo y el Uchiha, hasta que Shikamaru le pateó en el muslo para lograr despabilarlo.

 

-Eh… no, yo no soy Naruto – respondió apenado.

 

-¿Ah no?

 

-¡Hay pero que barbaridad, maldito teléfono! – exclamó el rubio saliendo de bajo de la mesa – ¡¡Auch!! – Se quejó, en su tonto afán por salir con rapidez, no midió dimensiones y se acomodo un buen golpe con la esquina de la mesa – perdón – saludó rascando su nuca con nerviosismo – se me cayó el teléfono al piso y lo estaba levantando, yo soy Naruto Uzumaki.

 

El rubio sonrió grande al presentarse, extendiendo su mano en un intento de estrechar  la del contrario, Sasuke obedeció al instinto y devolvió el gesto.

 

Se miraron a los ojos por un breve instante, pero no brotaron chispas, no fue amor a primera vista, las mariposas en el estomago no se dejaron sentir y el escalofrió en la columna nunca llegó, si bien reconocían la belleza física que cada uno poseía. Para Naruto el Uchiha era un bastardo entrometido que se creía mas que los demás, un amargado con cara de atorzonado que se mofaba del verdadero amor. Mientras que para Sasuke, el Uzumaki no era mas que un tipo cualquiera, con un empleo cualquiera que por circunstancias bizarras del destino se había cruzado en su camino para retrasar sus tan anhelados planes.

 

Eso es, ninguno de los dos sintió atracción, ninguno pensó que la química entre los dos era tan fuerte que hizo desaparecer a los demás de aquel lugar por fracciones de segundos, quedando sólo ellos dos, ninguno se dio cuenta en ese momento del gran magnetismo entre ambos y de que la vida sabia siempre sabe por que se dan las cosas, de que todo siempre tiene un por que, aunque a simple vista no se vislumbre.

 

Así es, ninguno de los dos se dio cuenta, sin embargo tenían al lado a una de las personas más observadoras que pudiese existir, y él si que se dio cuenta, sólo que se guardó el secreto y simplemente sonrió al imaginarse lo que se vendría de ahora en adelante.

 

-Soy  Sasuke Uchiha… tu marido…

 

Continuara.

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno, este es el ultimo capi que publico seguidito, por respeto al fandom de SPN tratare de ponerme al día con Antídoto  en estos días, así que a mas tardar el lunes nos vemos con la continuacion de esta historia, espero que lo hayan disfrutado y pues cualquier duda o aclaracion, punto de vista o sugerencia, no se corten ¿vale?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).