Cap. 2: Mi niñera.
Al día siguiente fui a ver al abogado el cual saco el contrato de Mello y me lo mostro, lo leí detenidamente la paga eran las 2 empresas más productivas de Light y una cuenta en suiza con una cantidad obscena de dinero, en letras enormes decía: SERAS EL GUARDAESPALDAS DE MAIL JEEVAS y con letras aún más grandes decía: AUNQUE EL NO QUIERA.
Ok entendía el mensaje y además mi niñera era las 24 horas del día y todos los días de la semana, hasta que él mismo se diera un descanso, ¡maldita sea! ¿Porque me dejaste una niñera Light? Se cuidarme solo, regrese a mi departamento y ahí estaba él, su cabellera larga rubia era inconfundible y esos ojos azules tan expresivos, como lo detestaba, estaba jugando con mi Xbox360, a ver nadie toca mis videojuegos que suelte esa guitarra, estaba jugando guitar héroe, ni siquiera lo había estrenado.
- A ¡Hola Matt!- me sonrió poniéndole pausa al juego.
Rayos, mi juego nuevo, quería matarlo, pero debía tranquilizarme dame fuerza Jebus, respira no le dispares.
- Puff, Hola Mello- dije soltando un resoplido.
- A ¿te molesta que esté jugando?- pregunto inocentemente, no claro que no pensé, ¡me molesta mucho!
- No, está bien- conteste.
- ¿Quieres jugar conmigo?- pregunto sacando otra guitarra.
- Ya que- respondí rendido, tal vez hasta podría humillarlo y demostrarle quien era el amo de los videojuegos, me acerque a él tome la guitarra que me ofrecía y mire la pantalla, Mello quito la pausa y comenzamos a jugar, el rubio si sabía jugar incluso nuestros puntajes eran muy parecidos, jugamos un rato interminable, hasta que nuestros estómagos gruñeron, yo apague la consola y Mello propuso.
- Vamos a comer fuera-
- ¿Y a dónde?- dije mientras encendía un cigarro.
- Pues… vamos a Vips- contesto.
-¿A Vips?- cuestione, la verdad nunca había comido en ese lugar.
- Si, además tienen comida mexicana- comento, bueno viéndolo así ya me hacía hambre.
- Está bien- accedí, salimos de mi departamento, bajamos por elevador hasta la planta baja y caminamos por la calle, cruzamos unas cuantas cuadras hasta que llegamos a un Vips, era un restaurante común, con una estancia de azulejos color café claro, la caja del lado derecho y un podio al frente donde una señorita nos atendió, la chica era una mesera joven como de unos 23 años de cabello negro, recogido en un chongo, vestida con una camisa blanca, saco azul marino, falda del mismo color que le llegaba arriba de la rodilla, medias blancas y zapatos de tacón negros.
- ¿Mesa para dos?- pregunto con una voz dulce.
- Si, por favor- respondió Mello con una sonrisa haciendo que la señorita se sonrojara.
- Acompáñame, eto… ¿área de fumar?- pregunto la mujer.
- Si todavía hay lugar- respondió Mello.
- Está bien- dijo al chica nos guio entre varias mesas hasta llegar a un gabinete en el fondo- siéntense en un momento les atiendo-
- Gracias- dije mientras me sentaba y Mello hizo lo mismo, la señorita regreso tomo nuestro pedido y después de un rato trajo los platillos, Mello había ordenado chile relleno y yo como buen amante de la comida mexicana comía enchiladas de mole verde, terminamos de comer y la señorita regreso.
- ¿Algo más que quieran ordenar?- pregunto sonriendo.
- Si, por favor quiero un postre dígame ¿Qué tiene de pasteles?- pregunto Mello.
- Pues tengo pastel, de fresa, de tres leches, de tres chocolates, de…- pero Mello no la dejo terminar ya que exclamo rápidamente- ¡quiero el de tres chocolates!-
- En seguida- dijo la mesera escribiendo en una libreta la orden, ya me había dado cuenta pero Mello amaba el chocolate.
- ¿Y usted desea algún postre?- me pregunto.
- No disculpe, no me gustan los postres pero si tráigame un café- respondí.
- Que sean dos- dijo Mello a lo que la señorita asintió y se fue regresando rápidamente con nuestra orden, Mello comenzó a degustar rápidamente su pastel mientras yo sorbía mi café lentamente, habiendo terminado me miro.
- Bueno, ya habrás ido con el abogado para leer mi contrato ¿no?- comento mirándome detenidamente.
- Si, fui hoy en la mañana- dije manteniéndole la mirada.
- Pues veras leíste que te tengo que cuidar las 24 horas- dijo poniendo los codos en la mesa mientras entrelazaba sus manos acunando su rostro en estas.
- Si- conteste.
- Para poder hacer eso necesito vivir contigo, ya mande una mudanza a tu departamento pero me dijeron que no entraron todas mis cosas- conto.
-¡¿Qué?!- exclame- ¿Quién te dio permiso? Olvídalo no vivirás conmigo- añadí enojado, ese maldito tomando decisiones sin preguntar, era bastante molesto.
- Umm… que mal- dijo haciendo una cara enojada.
- Si, lastima- comente tomando otro trago de mi café.
- Mira, tengo una idea- dijo sonriendo.
- ¿Cuál?- pregunte.
- Apostemos, si yo gano vivo contigo y si tú ganas desaparezco de tu vida- contesto.
- Bien, pero ¿cuál es el reto?- accedí, era el momento perfecto para que desapareciera de una vez y para siempre.
- Pues… a ti no te gustan las cosas dulces ¿no? Y… yo odio el cigarro- explico.
- Entiendo- dije, obviamente la apuesta seria muy simple.
- Tu debes comer 25 chocolates en 10 minutos sin parar y yo debo fumar 20 cigarros en 10 minutos sin parar ¿aceptas?- dijo mientras estiraba su mano.
- Esta bien, acepto- conteste mientras estiraba mi mano y ambos la apretamos en señal del comienzo del desafío, Mello tenía razón en algo no me gustaban las cosas dulces como pasteles y chocolates pero si desaparecía de mi vida entonces las comería, pagamos la cuenta y rápidamente llegamos a mi departamento, Mello puso 25 chocolates en fila sobre la mesa de la sala y tomo asiento, mientras yo puse 20 cigarrillos delante de él, y me senté; pusimos el cronometro y comenzamos el reto, al principio Mello se ahogaba con el humo del cigarro pero después de un rato fue agarrando ritmo, mientras que yo comía lo más rápido que podía pero me daba un asco, íbamos muy parejos yo iba por el chocolate 20 y Mello por el cigarrillo 15, hasta que tuve que parar, tenía una sensación terrible de asco, mientras Mello llego al cigarro 17, entonces seguí comiendo pero el tiempo se acabó y Mello gano.
- Esta bien, admito la derrota- me levante y prendí un cigarro, el solo me sonreía pero no me iba a enojar por una pequeñez como esa.
- Vivirás conmigo pero, no aquí, escucha mañana comenzaré a empacar mis cosas para irnos a mi otro departamento- comente sacando el humo del cigarro pro mi boca.
- ¿Otro departamento?- pregunto confundido.
- Sí, tengo uno en una zona residencial, más bien es un loft de dos pisos, ahí estaremos cómodos mientras tanto hoy duermes aquí en el sofá- conteste.
- Ok- vi cómo se levantó y comenzó a mordisquear un chocolate, me dirigí a mi cuarto de donde saque una almohada y una cobija que le entregue a Mello.
- Buenas noches- le dije y me retire, entre a mi habitación donde me puse mi pijama, eran unos shorts negros y una playera sin mangas de rayas blancas y rojas, abrí el cajón de mi buro para guardar mis googles, pero encontré algo que me puso nostálgico, eran 2 boletos de avión para Venecia del día de ayer, claro ahora recuerdo.
Flasback
Light siempre me reclamaba de mi vicio por fumar porque según, él no tenía ninguno, para mí su único vicio era el trabajo; pero como se acercaba nuestro aniversario había dejado a cargo de sus empresas al vicepresidente y al subjefe en la policía.
- Dime Matt ¿qué quieres de regalo de aniversario?- me pregunto Light que estaba sentado en el sillón de la sala leyendo el periódico mientras yo al lado de él jugaba con mi PSP portátil.
- Quiero viajar a algún país recuerdas cuando fuimos a ¡Paris! Y a Londres y a Egipto- le conteste emocionado dejando mi videojuego a un lado del sofá.
- Me alegar que te guste viajar Matty además cuando estas emocionado te pones mejor en la cama- comento dejando el periódico en la mesa.
- ¡Light! No digas eso me da vergüenza- dije mientras me sonrojaba.
- No tiene por qué darte, te amo, y ya sé a dónde iremos- dijo sonriendo de lado.
- ¿A dónde?- pregunte más emocionado.
- ¡A Venecia!- dijo el mientras ponía una foto del lugar sobre la mesa.
- WoW la ciudad de los canales que padre ¡será muy divertido!- exclame sonriendo.
- Tienes razón Matty será divertidísimo- me contesto Light acercándose lentamente a mi tomándome desprevenido tirándome en el sillón.
-¡Light!- grite muy sonrojado.
- ¿Qué pasa Matty? No quieres que hagamos cosas divertidas- dijo mientras sonreía.
- Es muy temprano- conteste.
- Nunca es temprano para esto- dijo acercándose a mi rostro, de ahí comenzó a besarme lentamente, mientras se deshacía de lo que le estorbaba como la lámpara, mis googles, mi playera, su corbata y su camisa, termine con el pecho desnudo delante de él.
- Eres lo mejor que me ha pasado en la vida Matt, te amo- dijo haciendo que mi corazón latiera con fuerza.
- Yo también te amo Light- conteste, era verdad lo quería tanto que a veces creía estar en un sueño.
- Entonces continuemos-
Siguió besándome esta vez más rápidamente dejándome sin aliento luego comenzó a bajar a mi cuello, sabía que esa era mi parte sensible, primero lo lamio y luego lo comenzó a morder lentamente mientras yo gemía de placer- Light detente sabes que… ¡ah!-
- Sé que te gusta Matty- comento.
- Light- dije un poco molesto, sabía que no se conformaría con eso así que bajo su mano a mi pantalón que desabrocho lentamente mientras seguía besándome, yo le quite el cinturón para poder hacer lo mismo cuando me jalo los pantalones dejándome en ropa interior, no quería seguir debajo de él asi que me voltee y quedo abajo sorprendido de mi maniobra – Ahora me toca a mí Light- le dije, sabía cuál era su parte sensible así que comencé a morderle ligeramente su oreja haciendo que se sonrojase y gimiera, mientras lentamente le bajaba sus pantalones –Matty no me gusta que seas tú el que lleve la iniciativa- diciendo esto me cargo como recién casados y dando una patada a la puerta de la habitación me acostó suavemente en la cama – Light te amo- dije en su oído –lose y créeme que espero que este amor nunca se acabe- esta fue la última palabra que dijo ya que bajo sus boxes y me bajo los míos, mientras comenzábamos a fundirnos en un solo ser, Light comenzó despacio metiéndolo lentamente y besándome hasta que fue subiendo el ritmo haciéndome gritar y callando mis gritos a besos, esa fue la última noche que pase con él y las últimas palabras que oí antes de quedarme completamente dormido fueron:
- Mañana quiero pasar el día entero contigo, mí muy amado Matty-
End flasback
Y ahí estaba yo sostenido esos boletos, recordando mi última noche con él, las lágrimas comenzaron a recorrer mi rostro sin poder detenerse, deje los boletos en el cajón, prendí un cigarro, me puso mis googles y salí de mi cuarto rumbo a la cocina buscando algo de comida, me senté en un banco y seguí llorando, nada podría animarme ahora, entonces Mello se despertó, rayos había olvidado que él estaba ahí, claro que por mis googles no se notaba que estaba llorando pero las lágrimas llegaban a mi barbilla.
- Aww… Matt- dijo el rubio bostezando.
- A perdona por despertarte Mello, ya me voy a mi cuarto- fingí mi voz lo mejor posible pero al final se me quebró.
- Matt ¿estás bien?- pregunto preocupado mientras se levantaba del sillón.
- No pasa nada, ya me voy- respondí, levantándome de mi asiento, caminaba por el pasillo cuando Mello me jalo del brazo y trato de quitarme los googles, entonces tropecé y caí, Mello sostenía mis googles y yo tenía lágrimas en mi rostro, él puso una cara preocupada, entonces le arrebate los googles y entre a mi habitación, me tire en la cama y seguí llorando hasta que me quede dormido.