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HAZME OLVIDAR por crystalwall

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Notas del capitulo:

No todo estaba dicho, aun falta mas

CAPITULO IV – HAZME OLVIDAR


 


La rutina se volvía a asentar en la mansión y se encontraban otra vez tranquilos, sin ese ambiente tenso que reinó durante algún tiempo, Seiya y Shun trotaban juntos en las mañanas antes de ir a la escuela y en las tardes hacían la tarea, veían la televisión o iban a buscar a Shiru a su trabajo para ir todos a comer o al cine.  Shun estaba mucho mejor, parecía haber dejado a un lado la tristeza, aunque a veces se lo veía pensativo, Hyoga era un capítulo doloroso para el, aunque las palabras de Seiya se habían quedado profundamente en su alma, él no tenía la culpa de lo que había pasado.


 


Una tarde Seiya y Shun estaban viendo la televisión en el salón, el peliverde quería ver un reportaje en el Discovery Channel y el castaño quería ver la maratón de su serie cómica favorita, Seiya tenía el control remoto del televisor y Sun trataba de quitárselo, los muchachos empezaron a forcejear juguetonamente por el control, corrieron por la sala, rodearon a un divertido Shiru que pasaba por ahí, se persiguieron por toda la casa y terminaron en el suelo del salón con Seiya tumbado sobre su espalda y Shun sentado sobre él tratando de arrebatarle el control de las manos, ellos reían pero Shun no le podía quita el control remoto, Seiya estiró las manos sobre su cabeza lo mas lejos posible para que Shun no alcanzara el aparato, Shun sin darse por vencido también se estiró para alcanzarlo quedando sus narices a escasos centímetros, sus ojos se encontraron y dejaron de reír, se miraron profundamente y fue Shun el que lentamente rozó los labios del Pegazo con los suyos, fue solo un leve roce pero los chicos sintieron un choque eléctrico que les recorrió el cuerpo, Shun se separó y miró a Seiya sonriendo, en cambio el castaño tenía una cara de sorpresa que no podía con ella, pero al ver que su compañero sonreía no pudo evitar sonreír también, Shun volvió a acercarse y lo besó suavemente, Seiya olvidando el control remoto respondió al cálido beso con ternura y aprovechando su posición con el un brazo aferraba a Shun por su cintura acariciando su espalda y con la otra mano acariciaba sus cabellos, Shun se sostenía con una mano en el piso para no cargar todo su peso en el Pegazo y con la otra mano acariciaba suavemente el cuello y la mejilla de Seiya.


 


Seiya se incorporó sin romper el beso levantando con él a Shun que quedó sentado en sus piernas, poco a poco fueron profundizando este beso, sus lenguas se encontraron mientras se acariciaban mutuamente y cuando al fin se separaron para tomar aire Shun dijo con voz bajita


 


- Vaya y eso que fue?


- Pues no lo sé – dijo Seiya inclinándose a besar su cuello, Shun al sentir este contacto dio un leve suspiro haciendo su cabeza para atrás, situación que aprovechó el Pegazo para besar todo su cuello con lóbulo de oreja incluido


- Sei?


- Mmmm?


- Donde aprendiste a besar así?


- Así como?


- Así de bien


- Ah te gustó


- Si, mucho


- Pues tu no besas nada mal Shun


- Pues me alegro


- Ya cállate y bésame


 


Nuevamente sus labios se juntaron mientras sus manos exploraban el cuerpo del otro olvidando totalmente el programa de televisión que fue el que lo inició todo, Shiru entró al salón con un libro en la mano el cual se le cayó cuando vio a la pareja besarse con suavidad, ellos de un salto se separaron sonrojándose profundamente.


 


- Quieren pizza para cenar – dijo simplemente Shiru, como ninguno de los dos dijo nada, este acotó – tomaré eso como un sí, llamaré enseguida


Los dos menores se miraron, sonrieron y volvieron a unirse en un beso.


 


Si antes esos 2 eran unidos ahora eran inseparables, disfrutaban de sus ratos libres juntos sin descuidar sus obligaciones de la escuela, Shun se sentía muy cómodo con Seiya, no lo hacía sentir niño chiquito e indefenso como Ikky porque no era sobre protector ni celoso y se notaba a leguas que confiaba implícitamente en él, lo conocía muy bien y tenía ese carácter fresco que lo hacía reír, además Seiya era muy demostrativo, apasionado y dulce aunque siempre dejaba que sea el peliverde el que tome la iniciativa, cosa que Shun disfrutaba hacer. Ikky puso el grito en el cielo cuando se enteró, pero Shun le aseguró que fue Seiya el que le ayudó a salir adelante, que fue él el que puso una sonrisa en su rostro nuevamente, luego de una tarde entera de amenazas al Pegazo no le quedó mas remedio al Fénix que hacerse al dolor.


 


Seiya amaba al peliverde y tenía sumo cuidado con él porque sabía que aunque aparentaba estar siempre bien, habían cosas que inconscientemente hacía, tenía actitudes defensivas muy sutiles pero que siempre estaban presentes, a veces Shun se sentía incómodo cuando Seiya lo abrazaba muy fuerte o quedaba sobre él completamente cuando se besaban, en sus verdes ojos podía ver rastros de miedo cuando lo abrazaba por la espalda, Shun amaba a su castaño y agradecía en el alma la paciencia que este tenía, nunca se molestaba cuando el se apartaba, generalmente Seiya esperaba que sea el quien tome la iniciativa para cualquier cosa, que el se sintiera cómodo, que el quisiera, eso era mas de lo que podía pedir, a veces Shun sentía una rabia tremenda por las reacciones que tenía, el miedo irracional que sentía, no se sentía normal, el sabía que Seiya lo amaba y no lo dañaría, pero también había estado convencido del amor de Hyoga, a veces se sentía como mercancía dañada, ya nada podría ser igual.


 


Una tarde a la salida del colegio Shun y Seiya se quedaron mudos y estáticos al ver a Hyoga esperándolos, Shun palideció y se puso nervioso e incómodo pero mas que nada molesto, una rabia incontenible le recorrió el cuerpo, así que tomó a Seiya del brazo y echó a caminar a casa sin regresar a ver atrás, Shun estuvo callado todo el camino y cuando llegó dijo que no tenía hambre y se dirigió al segundo piso.


 


- Pelearon Seiya?


- No Shiru, lo que pasa es que Hyoga estaba al frente de la escuela a la hora de la salida


- Dioses! Y que quería


- No lo sé, apenas lo vimos Shun me tomó del brazo y me arrastró a casa


- Vaya


- Pues si, yo tampoco tengo hambre, voy a verlo


- Déjalo, probablemente quiera estar solo


- Si quiere estar solo enseguida bajo – dijo el Pegazo encogiéndose de hombros


 


El caballero de Pegazo subió las escaleras y vio a Shun parado en el marco de su antigua habitación


 


- Estás bien mi ángel – preguntó Seiya en voz baja


- Si, estoy bien – respondió Shun abrazándolo y dándole un fugaz beso en los labios


- Solo chequeaba pequeño – respondió el Pegazo acariciando sus cabellos


- Sei, hazme un favor


- Lo que quieras


- Hazme el amor, hazme olvidar


 


Shun besó nuevamente los labios de Seiya que correspondió aunque no estaba muy convencido de que sea una buena idea, Shun notó esto y lo tomó de la mano llevándolo al cuarto del propio Seiya.  Una vez dentro cerró la puerta, se sacó los zapatos y se subió a la cama, Seiya lo miraba indeciso y no se animaba a acercarse.


 


- Ven tonto – le dijo Shun sonriendo


- Mira Shun, yo no quiero que hagas algo que no quieras


- Es que si quiero, quiero hacerlo contigo


- No tienes nada que demostrar


- Si ya lo se


- Entonces porqué


- Porque te amo, mira Seiya yo lo venía pensando hace tiempo , hay cosas que hasta ahora no he podido superar pero estoy harto de tener miedo o vergüenza o lo que sea que tengo, yo te amo, confío en ti, quiero hacer el amor contigo, el ver a Hyoga hoy solamente me lo hizo mas claro.


- No se Shun, lo que menos quiero hacerte es daño


- No me dañarás, ya te dije yo quiero hacerlo contigo


- Si Ikky se entera me despelleja vivo


- Por Ikky no te preocupes, a el lo manejo yo


- Ay Shun – dijo el castaño suspirando profundamente


- Que tengo que hacer para convencerte? – esto dijo Shun con una sonrisa pícara y se arrodilló en la cama extendiendo su mano al Pegazo para que se acercara, el la tomó y Shun lo jaló y besó suavemente su cuello,


- Si crees que así me vas convencer estás muy equivocado – dijo esto Seiya con tono divertido, Shun mordisqueó el lóbulo de la oreja.


- No me vas a convencer – ahora Shun deslizó su lengua dentro de su oreja, y Seiya se estremeció todo.


- Aún no me convenciste – ahora Shun arañó suavemente la nuca del castaño mientras que con su lengua le delineaba los labios.


- Está bien, me convenciste – dijo el Pegazo con una sonrisa y se entregó a un apasionado beso.


 


No pasó mucho tiempo antes de que Seiya esté acostado boca arriba en la cama con Shun sentado en sus caderas besando su cuello y acariciando su pecho, las caricias eran suaves y lentas, disfrutando al máximo el contacto, Shun se quitó la camiseta que estaba puesto y quitó la de Seiya dejando sus torsos desnudos lo que permitió profundizar sus caricias y sus besos. 


 


Shun besaba el cuello de Seiya y poco a poco fue descendiendo a sus hombros, a su pecho haciendo sensuales movimientos con su lengua que hacían gemir al Pegazo por la anticipación y el placer, siguió su camino hasta sus pezones que los atendió con sus manos endureciéndolos para tomarlos con sus labios lamiéndolos, mordisqueándolos y chupándolos haciendo que su compañero se arquee en la cama, bajó al estómago y ombligo abriendo el sierre del pantalón y empezando a acariciar el duro miembro por sobre la tela de los boxers que Seiya usaba haciéndolo gemir una vez mas, con delicadeza le pidió a Seiya que levantara las caderas y cuando lo hizo de un tirón removió su pantalón y su boxer dejándolo desnudo, se desnudó el también y se acomodó entre las piernas del castaño, luego de robarle un beso, comenzó a masturbarlo con movimientos lentos pero firmes mientras acariciaba su torso y sus bien delineadas piernas. 


 


El caballero del Pegazo decía frases incoherentes y pronunciaba su nombre pidiéndole más y más, así que tomó ese duro miembro y lo llevó a su boca lamiéndolo, acariciando los testículos y besando y chupando la punta como si fuera un caramelo, no lo había hecho antes pero al ver que Seiya se retorcía literalmente de placer y no podía estar quieto Shun pensó que estaba haciendo un buen trabajo, el peliverde sintió lo salado de la piel del miembro de su amante pero no le pareció desagradable, Seiya estaba a punto de alcanzar el clímax, su cuerpo estaba cubierto de una fina capa de sudor, estaba sonrojado con los ojos fuertemente cerrados, cuando su momento llegó Shun lo recibió en su boca, sorprendiéndose un poco por el sabor penetrante de la esencia de su amante, Seiya se relajó completamente, quedó cual pudín en la cama mientras Shun recorría a la inversa el camino de besos trazado anteriormente hasta llegar a sus labios.


 


Seiya respiraba agitadamente mientras abrazaba y besaba con ternura a Shun que sonreía al ver al fuerte Pegazo tan vulnerable y con una sonrisa de idiota que no podía con ella, cuando logró estabilizar su respiración fue su turno de pagar el favor, comenzó a besar a Shun y a acariciarlo cuando de repente se detuvo, se levantó de la cama diciendo un ya vuelvo, Shun se incorporó extrañado y vio a Seiya ir al baño, vino enseguida con un frasco en las manos, era aceite para masaje que se lo mostró sonriendo.


 


- Date vuelta


- Wow un masaje


- Solo lo mejor para ti – dijo Seiya besándolo, Shun se volteó quedando boca abajo y sintió caer unas gotas del líquido es la espalda que lo hizo estremecer, es que estaba frío


- No seas quejumbroso, verás que mis masajes son mágicos


 


Seiya deslizó sus manos por los hombros de Shun en movimientos circulares, bajando por su espalda hasta su cintura, Shun ronroneaba como gatito ante este fuerte y relajante masaje sintiendo como la tensión abandonaba su cuerpo, Seiya siguió con sus brazos y manos, bajando por sus caderas, por su costado, llegando a su trasero, el cual mordió haciendo reír al peliverde, continuó por sus piernas llegando a sus tobillos y pies, ahí lo volteó y fue subiendo por su cuerpo de la misma manera que había bajado, llegando a sus muslos, pasó por su vientre, su estómago, su pecho.


 


Shun se dejaba hacer disfrutando las atenciones de su compañero que ahora se acomodaba entre sus piernas y le brindaba apasionados besos, fue descendiendo por su pecho mordisqueando su blanca piel, llegó a sus pezones a los que dio tratamiento especial al ver que el peliverde gemía con mas fuerza y comenzó a masturbarlo suavemente, Seiya veía que Shun se movía inquieto debajo de él, gemía libremente llamándolo por su nombre, llevó el endurecido miembro a su boca y sintió que Shun aferraba sus manos a las sábanas y arqueaba la espalda, Seiya continuó con su labor guiándose del instinto, el no lo había hecho antes pero como cada vez arrancaba gemidos mas fuertes de los labios de Shun, lo tomó como buena señal hasta que llegó al clímax en la boca del Pegazo que tragó todo lo que le dio.


 


Shun estaba extremadamente relajado después de esto, pero el no quería que todo quedara ahí, así que dijo con voz bajita – Seiya me prestas el aceite – Este obedientemente se lo alcanzó, Shun puso un poco en sus manos y empezó a acariciar el pecho del Pegazo el cual sonrió y cerró los ojos disfrutando de estas sensaciones, Shun lo besó dulcemente mientras que con la mano enaceitada tomó el miembro del Pegazo y comenzó a masturbarlo nuevamente.  Seiya abrió los ojos expectante y Shun tomó la botella y enaceitó la morena mano y lo volvió a besar.


 


- Te dije que quiero hacerlo contigo


- Yo también quiero hacerlo contigo, pero es que no lo he hecho antes


- No te preocupes, yo tampoco


Shun lo volvió a besar y Seiya lo recostó sobre su espalda y se acomodó entre sus piernas


- Me avisarás si te duele verdad?


- Si, pero ahora bésame – y el Pegazo obedientemente lo hizo mientras con su mano enaceitada lubricaba la entrada del peliverde, el cual gimió al contacto.  Seiya introdujo con suavidad un dedo observando la expresión de Shun


- Duele?


- No, pero se siente raro


Seiya introdujo otro dedo y Shun hizo una mueca de dolor pero le pidió que siguiera, Seiya introdujo un tercer dedo y Shun respiró con fuerza aferrándose y clavándole las uñas en la espalda a su compañero que intentaba mover los dedos para preparar a su amante que se iba relajando poco a poco.


- Estoy listo, vamos Seiya


- Agárrate de mis hombros


 


Seiya retiró sus dedos y colocó la punta de su miembro en la entrada de Shun y empezó a empujar, Shun respiraba entre cortadamente  tratando de relajarse pero era doloroso y se abrazaba y aferraba a Seiya hasta que poco a poco su miembro estuvo totalmente dentro, mientras Shun trataba de acostumbrarse a esta invasión, Seiya lo llenaba de besos y caricias, cuando el dolor cedió un poco Seiya empezó a moverse dentro de el suavemente al inicio, luego cogió ritmo cuando vio cambiar el gesto de dolor en la cara de Shun por uno de placer, mientras se movía en el interior del mas pequeño tocando su punto sensible lo comenzó a masturbar con el mismo ritmo del vaivén de sus embestidas, Shun nunca había sentido una ola de placer como en la que se encontraba ahora, estaba entregado totalmente a estas sensaciones y la fricción de su vientre con el del Pegazo sobre su miembro que era acariciado de esa manera tan deliciosa era demasiado para el, se iba a correr otra vez, al mismo tiempo casi Seiya estaba alcanzando la cumbre nuevamente, casi simultáneamente Seiya se derramó en el interior del peliverde y este entre ambos.


 


Seiya se dejó caer sobre Shun que lo abrazó con ternura mientras salía de él con delicadeza de su cuerpo para no lastimarlo regándole besos en su rostro y cuello y diciendo palabras de amor, no pasó mucho tiempo para que abrasados quedaran profundamente dormidos.


 


El sol de la tarde bañaba a los amantes que dormían plácidamente, Shiru subió a ver que pasaba porque Seiya nunca bajó y cuando vio cerrada la puerta del cuarto de éste, pegó la oreja a la puerta pero no escuchó ningún ruido, por lo que sonrió ligeramente y se fue.  Shun despertó primero estaba recostado de lado y Seiya lo abrasaba, se encontraba muy cómodo y calientito entre los fuertes brazos del Pegazo, estaba un poco adolorido pero solo un poco, suspiró abrazando a su amante que despertó dando un salto


 


- Lo siento, no quería despertarte


- No importa amor, wow la verdad tengo hambre, quieres comer algo?


- Si, pero no me quiero mover


- Dioses Shun, estás bien?, te hice daño?


- No es solo que estoy muy cómodo y no te quiero soltar – dijo Shun con una sonrisa pícara


Seiya sonrió aliviado y dijo – Te amo con locura, lo sabías?


- Si tenía esa impresión


 


Se besaban suavemente cuando la puerta se abrió, era Ikky lo que provocó que dieran un salto, a Seiya casi le da un infarto y Shun se puso pálido


 


- Nissan, cielos…


- Yo… no quería interrumpir... los espero abajo – y sin más el Fénix salió de la habitación suprimiendo una risita, en el Hall estaba Shiru cruzado de brazos con una mirada de reproche


 


- Eres cruel Ikky, mira que entrar así


- Debiste ver la cara de esos dos cuando entré, era única


- No te da gusto ver que tu hermano ha superado por fin lo que ocurrió


- Claro que sí, pero tenía que acostarse con el burro alado?


- Seiya lo hace feliz


- Si ya lo se, ya lo se, vaya me va a tocar tener de cuñado al pony


- Creo que es la revés, el pony como tu le llamas ama tanto a Shun que no le importa tenerte de cuñado a ti


- Ojo con lo que dices lagartija rastrera


- Ven vamos a esperarlos en la cocina, no comieron nada cuando llegaron de la escuela y deben tener hambre.


 


En el cuarto un atolondrado Pegazo iba de aquí para allá juntando la ropa regada por el suelo mientras un divertido Shun lo observaba desde la cama.


- Dios mío, me va a matar, el pollo del infierno me va a asar vivo


- Tranquilízate amor, el no va a hacer nada


- Pero si… pero si… nos vio Shun


- Y eso que?


- Y eso que? Y eso que? Dioses!


- Tranquilo, tranquilo, ven aquí


 


Seiya lo miró y fue hasta donde estaba su peliverde que se incorporó hasta quedar de rodillas en la cama y lo jaló para abrazarlo y besarlo, Seiya soltó lo que tenía en las manos para abrazarlo también y corresponder el beso.


 


- Calma no va a pasar nada, ven vamos a darnos una ducha y bajamos


- Encima de todo, quieres bañarte?


- Créeme será lo mejor, para mi, para ti y para Ikky, así que vamos


- Quieres que me encuentre la muerte con ropa interior limpia, es eso, verdad?


- No tonto, confía en mi, todo va a estar bien


 


Shun se levantó y jaló a Seiya dentro de la ducha donde se dieron un rápido baño, se vistieron y bajaron, al llegar a la cocina vieron a los otros dos muchachos que los esperaban, Shun se adelantó a saludar a su nissan sonriendo ampliamente lo abrazó y lo besó, Seiya se quedó atrás, no lo podía evitar y la mirada amenazante de Ikky no ayudó a tranquilizarlo.


 


- Vaya nissan llegaste rápido


- Tu sabías que vendría Shun? – preguntó algo asustado Seiya


- Claro, él mismo me llamó, así que Hyoga fue por tu escuela?, no les dijo que quería?


Shun miró a Ikky con sorpresa, el no le había dicho nada, pero comprendió que Seiya debió mencionarlo Shiru y este a su vez le contó a Ikky


- No, Shun no le dio oportunidad de decir nada y solamente volvimos a casa rápidamente


- Así que por el me hiciste venir, me dejarás matarlo esta vez? – dijo Ikky con una sonrisa torcida


- No nissan, te hice venir porque creo que ha pasado suficiente tiempo, nosotros éramos unidos como un puño y ahora por esta situación estamos como estamos, yo ya lo perdoné y quiero que ustedes también lo hagan


 


Los tres chicos miraron atónitos a Shun, Ikky se levantó muy molesto y empezó a caminar por la cocina, no podía creer lo que su ototo decía.


 


- Estás loco, bastante hemos hecho con no matarlo, y tu ahora quieres que le perdonemos, no ototo, no.


- Si nos buscó es por algo nissan


- Quien quita que quiera secuestrarte o algo peor


- El sabe que Seiya estaría conmigo, yo quiero hablar con él, ver que quiere, no lo entiendes nissan, esta situación es lo único que me tiene intranquilo, deseo que se acabe, yo ahora soy feliz, el ya no puede dañarme y creo también que ha sufrido mucho por todo esto.


- Estás seguro Shun? Preguntó Seiya con voz baja


- Oh Seiya, tu sabes que te amo, pero tengo que arreglar y dar un fin a esto, para poder estar en paz definitivamente, me entiendes?


- Yo lo único que entiendo es que a veces eres demasiado bueno Shun, yo no podría perdonar todo tan fácilmente como tu lo haces, ni lo podría volver a ver – dijo Seiya tomando su mano y entrelazando sus dedos, mirándolo con infinita ternura y respeto, a lo que Shun correspondió con un suave y dulce beso


- Tiene que hacer eso aquí, estoy comiendo – dijo Ikky mordisqueando una manzana


Seiya abrazó a Shun que divertido contestó – Si quieres nos vamos de vuelta al cuarto


- No no no, ustedes se quedan aquí donde yo pueda verlos.


 


Seiya solo sonrió, pero en el fondo no le gustaba nada el acercamiento que quería Shun con el Cisne, no estaba celoso, solamente no quería que su niño resulte lastimado otra vez.


 


- Shiru por favor podrías llamar a Hyoga y pedirle que venga


- Claro que si – Shiru tomó su celular y marcó el número que no había marcado en meses


- Aló? Shiru? – la voz de Hyoga sonó extremadamente sorprendida al otro lado de la línea


- Hola Hyoga – dijo el pelilargo con voz un tanto formal


- Ha pasado mucho tiempo


- Si es verdad, te llamo por encargo de Shun


- Shiru yo… no lo pude evitar, tenía que verlo, hablar con el de ser posible, pero no me dio oportunidad, supongo que te lo contó cierto?


- Si, lo hizo, es precisamente por eso que te llamo


- No tienes que decirlo, prometo no volver a hacerlo, solo dile de mi parte que lo amo, que nunca me perdonaré el haberlo lastimado y…


- Espera Hyoga, díselo tu mismo, Shun me encargó que te llamara para que si quieres hablar con el vengas a casa y lo hagas


- Espera, Shun acepta verme??


- Si, pero debes saber que todos estamos aquí y cuando digo todos incluyo a Ikky, vendrás?


- Claro que si, a las 8:00 estaré ahí


- Está bien, acá nos vemos, adiós


- Adiós


 


Shiru colgó el teléfono y miró al grupo


 


- Hyoga estará aquí hoy a las 8:00, que dicen ordenamos pizza?


 


Como nadie respondió el pelilargo tomó el silencio como un si y ordenó tres pizzas grandes, los chicos fueron al salón y charlaron hasta que llegaron las pizzas, comieron mientras esperaban que den las ocho y llegara Hyoga, el cual puntualmente tocó el timbre.  Shiru se incorporó para abrir la puerta pero fue Ikky el que dijo con tono terminante “Yo iré” y sin mas se levantó, Hyoga palideció al ver al otro lado de la puerta al poderoso Fénix, pero el no hizo nada, solamente se hizo a un lado para dejarlo pasar.


 


En el salón vio a Shiru en un sillón individual, a Seiya y Shun en uno de los dobles lo que dejaba el otro doble que sería ocupado por el mismo y el Fénix, Hyoga se quedó inmóvil en el borde del salón, no se animaba  a entrar y nadie decía nada, la tensión se podía cortar con un cuchillo y el silencio era sepulcral, Shiru siempre en ánimo conciliador se dirigió a él


 


- Ven Hyoga siéntate, cediéndole el asiento individual lo que el Cisne agradeció con una sonrisa.


- Hola a todos – dijo un incómodo y pálido caballero de los hielos.


Al cabo de unos minutos fue Seiya el que rompió el mutismo y preguntó cuando Ikky se acomodaba junto a Shiru en el sillón


- Por qué fuiste a nuestra escuela Hyoga?


- Lo siento, yo solamente quería ver… quería verte Shun – dijo mirándolo directamente a los ojos – necesitaba hablar contigo, no sé, ver como estabas, rogar tu perdón una vez mas, esta situación me está matando.


- Si, lo supuse – dijo Shun mirándolo también – Hyoga yo estoy bien, la pasé muy mal por mucho tiempo pero con la ayuda de todos he podido salir adelante.


- En verdad estás bien pequeño?


- Si lo estoy, es por eso que después de verte hoy decidí llamarte


- Yo se que no puedo pretender tu perdón, pero no tienes una idea de cuanto significa para mi que me hayas permitido venir, que me hayas permitido verte – diciendo esto el frío caballero de los hielos rompió a llorar como un niño chiquito, con tal desesperación que sorprendió a todos, bajó la cabeza y ocultaba su rostro con las manos, al ver esto, Shun se puso de pie y se acercó a el, se arrodilló frente a el y puso sus blancas manos con suavidad en las manos del Cisne, el cual sorprendido alzó su rostro y vio muy de cerca esos ojos verdes que lo miraban con compasión, Shun tomó su mano y dijo claramente – Ya no llores más, yo… te perdono.


 


Hyoga cayó al suelo al frente de este angelical niño y lo abrazó con desesperación aferrándose a él, lloraba con mas fuerza que antes y con palabras entrecortadas repetía una y otra vez su nombre


 


- Shun… Shun… yo… no… merezco… tu perdón… oh… Shun… Shun…


 


El Cisne tardó un buen rato en tranquilizarse, poco a poco fue soltando a Shun que también lloraba ante la mirada de los otros 3 chicos, se levantaron en silencio limpiando sus lágrimas y Shun regresó a su lugar junto a Seiya que lo recibió en sus brazos


 


- Yo no estoy de acuerdo con esto – dijo el Fénix con un tono extremadamente frío – yo creo que tu no tienes perdón, si mi ototo te ha perdonado yo no puedo oponerme, pero escúchame bien, si intentas algo nuevamente, te vas a arrepentir, esta vez no tendré compasión.


Con una mirada asesina el Fénix abandonó el salón


- Ceo que es mejor que me vaya – dijo Hyoga – gracias Shun, me has devuelto la vida – y con esto el caballero del Cisne se marchó.


 


Shiru fue tras Ikky dejando a la joven pareja en la sala, ellos se acomodaron en el sofá y solamente disfrutaron el estar juntos, abrazados y sin hablar, en ese momento las palabras sobraban, Shun pasaba una mano con un deje ausente por el pecho del Pegazo mientras este acariciaba suavemente su espalda y sus cabellos, ambos parecían perdidos en sus pensamientos.  La noche estaba fresca y no era tan tarde, Shun se incorporó y tomó a Seiya por su mano que mansamente lo siguió, se dirigieron al jardín, a esa parte justo en el borde que se abría a bosque de junto y la casa aun era visible, se sentó en el pasto jalando a Seiya para que se siente con el.


 


- Qué hacemos aquí?


- Vemos las estrellas


- Sabes estoy muy orgulloso de ti, lo que pasó ahí adentro fue muy fuerte, quiero ser como tu cuando sea grande


- Serás tonto


- Es en serio Shun, yo no lo hubiera hecho


- Ya era tiempo Seiya, todos merecemos otra oportunidad, somos humanos y cometemos errores


- Sabes cual es el único error que tienes? – dijo riendo suavemente es Pegazo


- No cual? – preguntó divertido Shun


- Pues la estafa de hermano que tienes, cual va a ser?


A esto el peliverde río con ganas y Seiya también, Shun puso sus manos entre las del castaño y mirándolo a los ojos le dijo:


- Si ahora estoy bien es por ti


- No, no es por mi, es por ti, porque tu eres así, eres una gema preciosa, tarde o temprano volverías a brillar, era solamente cuestión de tiempo


- Tu me sacaste de la tristeza


- Tu te sacaste solo, yo solamente te acompañé eso es todo


- Te amo burro alado


- Te amo pollo del infierno junior


 


Shun buscó los labios del Pegazo que se dejó besar, el de Andrómeda lo empujó hasta recostarlo sobre su espalda y se sentó en sus caderas besándolo más cómodamente y acariciando sus costados, buscó su cuello y con sensuales movimientos circulares iba humedeciendo su piel, el Pegazo echó su cabeza hacia atrás exponiendo mas de su cuello lo que el peliverde aprovechó haciendo suspirar a su compañero


 


- Pensé que estarías cansado angelito


- No, no tengo sueño y no quiero entrar a la casa todavía, o que? No te gusta el entretenimiento?


- Me encanta, pero Ikky puede vernos desde los ventanales


- Que nos vea


- Claro, tu no te preocupas, a ti no te va a sacar el pellejo a tiras, oh… oh… Shun, dijo Seiya arqueando su espalda, el peliverde había levantado la camiseta del castaño y estaba besando sus pezones y acariciando su vientre


- El legendario Pegazo teme a la reacción del poderoso Fénix, vaya no eres tan temerario como creía


- Me gusta mi cabeza en donde está, y mis brazos, y mis piernas y mi… oh… Shun… oh…


Shun había abierto el cierre del pantalón del Pegazo y empezó a masajearlo, despertando el miembro de su compañero


- No tienes ganas? Dijo divertido Shun – Si quieres lo podemos dejar para otro día, el miembro del Pegazo estaba endurecido respondiendo a los masajes otorgados y Shun diciendo esto lo soltó.


- Eres malvado conejo, eres malo, me vas a dejar así? – dijo Seiya mirándolo casi con una súplica en sus ojos


- Claro que no – dijo Shun con una voz extremadamente sexy y con una sonrisa pícara


 


Shun liberó el miembro del pagazo de su pantalón y se lo llevó a la boca, haciendo gemir efectivamente a su novio, tiró de sus pantalones para bajarlos un poco y Seiya sintió en frío pasto en su trasero pero no se quejó, Shun llevó un dedo a la boca del Pegazo que lo lamió como si fuera un caramelo ensalivándolo y luego sintió como Shun lo llevaba a su entrada y empujaba, Seiya arqueó la espalda, arrancaba el pasto y gemía con fuerza mordiendo su propia mano para no hacer tanto escándalo, Shun movía ese dedo el en interior de Seiya buscando el centro del placer del castaño y cuando lo encontró, este soltó un grito de placer, se estremeció todo y llegó al clímax derramándose en su boca, su corazón se le salía del pecho, su respiración era errática y su mente no podía formar pensamientos coherentes.  Shun sonrió y se acurrucó a su lado trazando con sus dedos el contorno de los músculos de su estómago


 


- Donde diablos aprendiste a hacer eso? – preguntó Seiya apenas pudo recuperar el aliento


- Te gustó?


- No te di pruebas suficientes?


- Lo leí, dijo el peliverde con cierta vergüenza


- Cielos tengo que leer mas seguido – dijo Seiya sonriendo, buscando sus labios para besarlo nuevamente.


Se besaron por algunos minutos pero Seiya aun no podía recuperar del todo el aliento


- Muy cansado??


- Claro que no, además tu querías ver estrellas, te voy a hacer ver estrellas – dijo el Pegazo con una voz suave girando en el pasto hasta quedar encima de Shun


- Es una amenaza? – preguntó Shun con miedo fingido


- Es una promesa – respondió Seiya con pasión


 


Y la cumplió, la hábil boca del pagazo y sus tiernas caricias hicieron ver no solo estrellas al peliverde, sino la luna, el sol, los planetas y una que otra galaxia lejana, Shun gemía con fuerza pronunciando su nombre


- Shhh… Ikky te va a escuchar


- Que me escuche, oh… Sei… Sei… no te detengas ah… oh…


Shun arqueaba su espalda y tenía sus manos entrelazadas en la espesa cabellera de su novio el cual acariciaba sus caderas, su pecho, sus piernas, y su trasero, Shun gemía y se retorcía hasta que llegó al clímax derramándose en su boca.


 


Los dos chicos estaban recostados boca arriba jadeantes pero con una sonrisa única de satisfacción en sus rostros, Shun volteó mirando a Seiya que tenía los ojos cerrados, con un dedo volteó su rostro e hizo que lo mirara


- Crees que nos escucharon?


- A mi no conejo loco pero a ti si, podrías ser mas ruidoso?, Ikky me va a matar a golpes, si de por si cree que te he corrompido


- No seas así, Ikky es mas manso que un corderito


- Estamos hablando del mismo Ikky verdad?


- Claro que si, lo que pasa es que tu no lo conoces, mi nissan es muy parecido a mi, solamente le cuesta abrirse al resto


- Abrirse, entonces está bajo 7000 llaves el pobre


- No, solamente necesita alguien que lo ame


- Necesita un santo que lo aguante


- Puede ser


 


Los chicos continuaron acostados en el pasto bajo las estrellas riendo y charlando un rato más hasta que Ikky abrió la puerta trasera y gritó al viento:


- Si no están adentro en 5 minutos saldré a buscarlos y no les gustará como los meteré a la casa


En menos de lo que dicen “cielos me pescaron” Seiya y Shun se apresuraban a entrar en la casa y pasaban por la puerta que el Fénix tenía abierta, con un beso en la mejilla Shun se despidió de Ikky con un tímido “hasta mañana nissan” y corrió a su habitación, Sieya intentó hacer lo mismo, sin el beso claro, pero el Fénix lo agarró del brazo y le dijo en voz baja – Voy a subir en un rato mas y espero que te encuentres en tu propia habitación, por hoy ha sido suficiente de arrumacos con mi ototo – Seiya solo tragó saliva, asintió y se fue directito a su cuarto.


 


En realidad el Fénix había visto toda la escena desde los ventanales de la mansión, no había podido escuchar mas que uno u otro gemido (de su ototo), pero no los interrumpió porque también vio a Shun sonreír otra vez, lo vio porqué no decirlo como un adolescente normal entusiasmado con su novio, pero la razón principal para no interrumpirlos  fue que el no era el único testigo de las demostraciones de amor de la pareja, cuando Hyoga salió de la casa todos asumieron que se fue, pero el estaba en el jardín cuando los mas jóvenes salieron, escondido en los árboles los vio como reían, como se besaban y como se amaban, eso, pensó Ikky, si era castigo.


 


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