Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Coffee Break por Seiketo Nayset

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Punto de Vista: Taichi Yagami

Capítulo dedicado a mis dos reviewers: Drago-Takeru y fan_DB_DIGI, quienes me han dejado su huella. A los que no se animan a dejarla, también les dedico este capítulo, porque valoro que lean mi historia.

Con este capítulo, finalizo los puntos de vista de Taichi. El próximo capítulo es largo, y comentado desde la mirada de Yama. No les adelantaré nada por ahora, pero lo subiré pronto. ¡Tengo que revisar su ortografía! Jeje.

Fue una noche tranquila. Ya amanece y estamos durmiedo juntos, abrazados, pero no logro volver a dormir. Son casi las seis y mi cuerpo ya está acostumbrado a despertar a esta hora, aún cuando haya dormido escasas dos horas. Te revuelves bajo mis brazos y te acurrucas más en mi pecho, cosa que me agrada. Te doy un beso en la frente y vuelvo a mirar el techo de la habitación.

 

- Buenos días – Me saludas, tallándote tu ojo derecho para quitarte el sueño - ¿Qué hora es? - Preguntas, de forma tan tierna que siento mi corazón latir a gran velocidad.

 

- Son las seis – Respondo, sin dejar de mirar como intentas quitarte el sueño de encima. La verdad, me quedaría todo el día contigo, por lo que la hora es lo que menos me importa en este momento.

 

- Vaya, que temprano... – Murmuras, por fin con tus dos zafiros totalmente despejados - ¿Me explicarás qué tiene que ver Daisuke contigo? - Me dices, cosa que me sorprende. No puedo evitar aplazar más el despeje de tus dudas.

 

- Prométeme que si te lo digo, no te enfadarás conmigo – Logro decirte, entre mis nervios. Te levantas y sellas tu promesa con un beso muy acalorado entre ambos – Es mi asistente personal. Daisuke es mi mejor amigo – Comienzo a explicarte – Soy dueño del conglomerado de T Enterprise... Soy una especie de multimillonario y magnate en las finanzas – No puedo evitar sentirme un arrogante al decir eso, pero he recibido elogios más aduladores y egocéntricos que mis propias palabras – Si te das cuenta, T Entertainment es una empresa mía. Tu productora de eventos y discográfica son parte de mis empresas. Daisuke es mi mano derecha y probablemente la persona de más importancia en todos mis negocios – Te abrazo más fuerte, temo perderte, pero no miro tu rostro. Tengo miedo de ver sorpresa, indignación y enojo después de tan importante noche que tuvimos juntos – Daisuke me llevó a tu café una mañana en que me di cuenta que algo me faltaba. Te conocí ahí y eres lo que busqué todo este tiempo. No quise contarte la verdad en ese momento para que no pensaras que iba con otras intenciones, lo siento – Me disculpo, cuando por fin junto el valor suficiente para enfrentar tu rostro.

 

Hay lágrimas en tus ojos. No logro decifrar si son enojo, rabia, felicidad u otro sentimiento. Dime que sientes, por favor. Llevo una de mis manos a tus mejillas para secarte esas lágrimas y veo que tiemblo. Jamás sentí tanta inseguridad, pero el valor para enfrentar decisiones es algo que nunca he perdido.

 

- ¿Me has estado usando todo este tiempo, Tai? - Tu voz es nasal. Me sorprende que pienses eso, y no se como responder. Sólo lleno de besos tu rostro y te susurro palabras al oído para tranquilizarte – No somos más que un negocio para tí, Taichi. ¿Cuándo irías a comprar nuestro café? ¿Cuándo nos desecharías a mí y a mi banda, cuando dejes de ver números verdes? - Te descargas de todas tus dudas, pero no me apartas. No quieres escuchar la respuesta, pero tengo que decirte lo que pienso y siento.

 

- Yama – Mi voz es ronca – Daisuke jamás me permitiría comprar su café, ni lo pienses – Sonrío de sólo pensar que diría Dai si se lo planteo: “Sobre mi cadáver, Taichi Yagami” - Admito que organicé el concierto de hoy que ustedes tendrán, que iré para escucharlos, pero no porque seas tú – Suspiro, tratando de encontrar las palabras correctas. Siento como te vas calmando poco a poco – El día que te conocí, Daisuke me contó de tu banda. Cuando volvimos a nuestra oficina, tenía reunión de los socios de la productora. Ahí vi tu nombre, el de tu banda, y pedí el concierto para ustedes y dos grupos más – Te acaricio el cabello rubio, tan magníficamente cuidado que tienes – Me enteré de los escándalos esa misma tarde. Daisuke se siente muy culpable de que la mala fama que tengan es por su culpa, y la de Takeru. Por eso mismo, me encargué de acallar todo eso y pretendo usar eso en el beneficio de todos – Tomo aire para decirte lo que decidí durante la semana, pero primero necesito saber una respuesta de tí.

 

- ¿Nos quieres usar para tu beneficio, es eso? - Tu terquedad me exasespera, pero tengo que mantener la calma – Yo te amo, Tai. No me hagas eso, por favor – Me suplicas. Eso responde a mi inquietud, así que mi turno es de darte la buena noticia.

 

- Jamás te usaría, Yama – Te sonrío, tratando de sonar calmado y cálido – Quiero formalizar lo nuestro, en la conferencia de prensa luego del concierto – Veo que estás sorprendido, y ahora puedo ver que tus lágrimas son de felicidad – Te amo, Yamato. Jamás haría algo para dañarte -

 

Nos fundimos en un apasionado beso que parece desbocar todos nuestros sentidos. Estamos así durante minutos, tomando aire de vez en vez para continuar con nuestra danza de lenguas y movimientos de cuerpo completo.

 

- Vamos, tomemos una ducha, quiero que me acompañes a la oficina – Te invito. Nos levantamos de la cama, desnudos, y entramos al cuarto de baño. Nuestra ducha tarda más de una hora, pero no nos importa.

 

Al salir, abro el armario de la habitación y me doy cuenta que Daisuke maneja muchas cosas en mi vida. Hay mucha ropa, incluyendo trajes finos y costosos. Me decido por vestir de traje negro.

 

- Quiero este – Yama, que estaba tras mío, toma un traje blanco, con una camisa verde esmeralda - ¿Puedo...? - Dejas la pregunta abierta, esperando mi consentimiento.

 

- Adelante – Te sonrío. Desde hoy, todo lo mío te pertenece, Yamato. Quiero que seas parte de mi vida, que me regañes cuando me equivoque, que tomes las cosas sin preguntarme.

 

- Gracias – Me besas y sacas el traje del armario.

 

En silencio, nos vestimos, sin dejar de darnos miradas furtivas, cómplices y lujuriosas. En más de una ocasión quise mandar todo al carajo y desnudarte. Quiero hacerte mío de nuevo, tal como hace algunas horas atrás. Aún recuerdo que delinié cada parte de tu marcado y fino cuerpo. El sabor de tu masculinidad en mi boca, mi inseguridad al momento de querer tomarte y tu beso para pedirme que me moviera dentro tuyo. Cada embestida y gemido era un coro de ángeles en mis oídos.

 

- ¿Tienes algo para comer? - Interrumpes mis pensamientos más acalorados. Siento que lo haces a propósito, ya que mis mejillas me delataban.

 

- Te mentiría si te digo que sí. Dai es el que se encarga de mantener mis departamentos siempre disponibles, así que supongo que debe tener algo para alimentarnos – Río.

 

- Entonces estará bien surtido este departamento – Me dices – Daisuke se encarga de la casa que comparten con Takeru, y está siempre preparado – Explicas. Juntos vamos a la cocina y encontramos los implementos. Quieres encargarte del desayuno y no replico, ya que quiero probar como cocinas. Empiezas por servir dos humeantas tazas de café. Unas tostadas y huevos salteados son el menú de esta mañana, el cual encuentro más apetitoso que nunca, ahora que comparto la mesa con alguien.

 

Pasan los minutos y llaman al apartamento. Desde portería, me avisan que mi chofer está esperándome. No logro saber como Gustav se entera de las cosas, pero me agrada contar siempre con él.

 

- No te preocupes por el orden, de seguro viene alguien a limpiar – Interrumpo tus acciones que iban a desesperarme. Quiero que por una vez te sientas atendido y no atiendas más con esas hábiles manos.

 

Bajamos y Gustav nos recibe en una pequeña limusina, con capacidad para 6 personas. Cuando nos abre la puerta y nos invita a entrar, me esperaba una grata sorpresa.

 

- Buenos días, a ambos – Daisuke estaba dentro, tomando un café cómodamente en los asientos de cuero del vehículo – Que guapo te ves con ese traje, Yama – Vuelve a tomar otro sorbo, mientras terminamos de acomodarnos todos. Gustav comienza la marcha del vehículo mientras nosotros conversamos.

 

Yama se sonroja con ese comentario, y no puedo evitar lanzarle una fulminante mirada a Daisuke, que no se siente ni aludido. Parece inmune contra esas miradas mías. Finalmente, me resigno y suspiro. No me queda más que dar gracias a mi mejor amigo por ayudarme a encontrar a Yama.

 

- Gracias, Dai – Lo miro con ternura, lo sé, porque sus ojos me responden con un “Por nada, amigo”. Paso mi brazo izquierdo por la cintura de Yama, demostrándole que voy muy en serio con él.

 

- He visto el currículo de Miyako, Tai – Me dices. Sabes que no me gusta hablar de trabajo antes de llegar a la oficina.

 

- ¿Miyako? - Mi precioso ángel de cabellos dorados interrumpe a Daisuke - ¿Miyako Inoue? - Completas. Daisuke te sonríe y siento que ambos saben algo que yo no - ¿La van a contratar? ¡No puede ser! - Exclamas, alegre y sorprendido.

 

- Ayer le dije que iba a trabajar conmigo, Yama – Digo - ¿La conoces? - No puedo evitar sentirme celoso, pero Miyako no es tu tipo. Soy yo, y lo dejaste muy en claro por la noche.

 

- Es probablemente la fan número uno de nuestra banda. Incluso conoce el single que estoy creando. Sólo Daisuke y Takeru lo han escuchado, aunque no lo he terminado – Admites, algo apenado.

 

- Pues, Miyako tiene todas las aptitudes para ser el mánager de tu banda, Yama – Daisuke me sorprende. Llamo a Recursos Humanos y estás muy enterado de que la quiero muy bien ponderada - ¿Qué te parece la idea, Tai? -

 

- Si Yama acepta, pues está contratada – Una ligera sonrisa asoma por mis labios. Pero Yama me besa y siento que es una forma de darme las gracias. Creo que puedo acostumbrarme a las muestras de cariño frente a Daisuke. Recuerdo que no te gusta cuando él y tu hermano lo hacen frente a tí, y esta es tu pequeña forma de vengarse.

 

- Venga, que ya llegamos al edificio – Daisuke, eres un aguafiestas – Tu guitarra está en el porta equipaje, sé que la necesitarás – Le dices a mi novio.

 

Bajamos del vehículo y Yama saca su guitarra. Nos adentramos en el edificio y puedo darme cuenta que a todos le sorprende que el vocalista de los Teenage Wolves esté caminando a mi lado, tomándome por la cintura, acompañado de mi asistente personal. Nadie se atreve a opinar, pero intuyo que es por el respeto que me tienen, además de la estupefacción de enterarse de primera mano de lo que probablemente sea portada mañana en periódicos, televisoras e internet.

 

Llegamos a nuestro piso, mi oficina, y me siento en mi escritorio. Yama toma la silla frente a mí y Daisuke su escritorio.

 

- Daisuke, supongo que sabes que he hablado con mucha gente – Me respondes afirmativamente, sabiendo cuáles son mis intenciones – Bueno, tenemos el día libre hasta el concierto – Sonrío.

 

- Iré a buscar a Miyako, para agilizar los papeles de su contrato – Daisuke, ¿Nos quieres dejar a solas? Espero no vuelvas e interrumpas algo que no quieras ver – Me llevo tu sello – Sacas el timbre sobre mi escritorio y me guiñas tu ojo derecho – No tardo – Muy despampanante, no puedo evitar ver que tienes un trasero que dejaría a cualquiera mudo, o muda. Tengo que eliminar ese pensamiento, solo tengo ojos para mi Yama.

 

Veo que sacas tu guitarra y la afinas unos minutos. Tienes un oído muy fino para poder hacerlo, pero me demuestra tu maestría. Comienzas a tocar la canción que no tienes terminada. Siento que me la dedicas, y tiene una letra muy linda. Me pregunto por qué no la has terminado. Llegas a la parte que tienes sin terminar y de mi boca salen palabras que la finalizan. Canto una o dos estrofas, que son las que te faltan, y te sorprendes de que suenen tan bien.

 

- Esta canción... Nunca pude terminarla – Me hablas cuando terminas de tocar – Y tú la has completado sin problemas – Me sonríes. Yo no se que poder decirte.

 

Tomas una hoja y un lápiz para anotar las palabras. Me pides que lo repita, pero no puedo hacerlo. Me avergüenzo de sólo pensarlo. Vuelves a tocar la melodía mientras escucho tu voz y vuelvo a cantar. Siento que memorizas las palabras, porque cuando terminas las anotas completas. Esta vez volvemos a cantar, juntos, de principio a fin. Puedo sentir como mi voz no es tan mala después de todo. Unos aplausos nos sacan de nuestro ensimismamiento.

 

Daisuke y Miyako nos escucharon, pero no se desde qué momento lo han hecho. Mis dudas son despejadas cuando Miyako estalla de alegría.

 

- ¡Por fin la has terminado! - Grita muy feliz, corriendo a abrazarte. Parece ignorarme, o simplemente no me tiene el mismo miedo que el resto de los empleados de la empresa – Me alegra que pudieras terminarla. ¿La tocarás hoy? Vamos, aún tienen tiempo para ensayarla con la banda – Sus palabras salen muy rápidas de su boca, cosa que me sorprende muchísimo.

 

- La terminó Taichi, Miya – Le dices, con mucha naturalidad – Sin él, creo que jamás la hubiese terminado – Ríes, y me produce celos que le dediques tus risas a ella – Supongo que ya conoces a Taichi, Miyako. Tai, ella es amiga de la banda, muy cercana a todos – Eso explicaría muchas cosas, y me tranquiliza saberlo – Me alegra que seas nuestra mánager desde ahora en adelante -

 

- Haré mi mejor esfuerzo – Levanta su puño derecho para mostrar su decisión – Muchas gracias, señor Yagami – Inclinas la cabeza ante mí, uy respetuosa – No lo defrauraré – Se levanta y sonríe ampliamente.

 

- Espero que sea así – Acomodo mi espalda en el respaldo de mi silla – Llámame Taichi, estamos en confianza – Sonrío. Mereces y te has ganado mi respeto, además de ser muy cercana a Yama. No lo diré, pero estoy seguro que Daisuke lo hará tarde o temprano.

 

Terminamos los últimos papeles, los cuales requieren mi firma. Para terminar, el testigo que acepta la nueva representatividad de la banda, Yamato, tiene que firmar, cosa que al principio le causó sorpresa, pero acepta. Dudo que sus compañeros se enfaden con tu decisión.

 

- Tenemos que irnos al domo del concierto, la banda debe prepararse y estoy seguro que no queremos perdernos detalles – Daisuke interrumpe todo, pero tiene razón. Veo como Yama guarda su guitarra en la funda y todos nos alistamos para salir. Antes, llamo a la recepcionista para que Gustav nos espere listos en una Van más cómoda para todos.

 

Bajamos en silencio, pero todos tarareamos felices la canción, ya terminada. Llegamos al vestículo y mi chofer nos espera. Tengo un ligero escalofrío en mi cuerpo. Algo que no he pensado sucederá. Siempre que tengo esta sensación, sucede, y Daisuke tiene mucho que ver. Confiaré en lo que haga o diga, realmente.

 

Escucho como Miyako y Yama hablan del concierto. Ella se está poniendo al corriente de todo y es muy hábil en lo que hace. Daisuke escribe algo por su móvil. No parece ser un mensaje de texto, pero sí un correo. Yo prefiero mirar por la ventana, mientras ya estamos llegando al domo del concierto.

 

Al llegar, la seguridad es muy estricta. Me veo en la obligación de bajar del vehículo y explicar quien soy, además de sacar mi tarjeta de identificación, lo cual nos da acceso imediato a todas las instalaciones. Seguimos nuestro trayecto hacia el interior y nos vemos en la obligación de separarnos. Dai se lleva a Miyako para poder estar a solas un momento con Yamato.

 

- Pase lo que pase, quiero que confíes en mí – Te digo, cuando me besas y sonríes.

 

- Hagas lo que hagas, siempre estaré contigo – Abrazas mi cintura y te acercas – Te amo, Taichi – Susurras en mi oído y comienzas a alejarte, sin dejar que te conteste.

 

Las horas pasan y todos estamos ocupado en algo. Yo mismo comencé a llamar por teléfono a algunas personas, los cuales no parecían nada sorprendidos cuando les contaba mis planes. Tengo la ligera sospecha que Daisuke se ha adelantado a todos mis pasos.

 

Suspiro resignado. La tarde comienza a llegar y el concierto será a las 19 Hrs. Desde las 15 hrs. Que abrieron las rejas del domo para que la gente entre. Me sorprende de cuantas personas van con pancartas dedicadas a tí y a tu banda. Muchas muchachas y algunos chicos vestidos como tú. Me pregunto qué vestirás para la presentación.

 

Me retiro desde la entrada hacia los palcos privados. Ahí veré todo el concierto desde una posición privilegiada, realmente. Daisuke llega y entra con Takeru. No me sorprende nada, así que lo saludo con naturalidad. Incluso me llama hermano (1), y río con él. El concierto empieza y tu banda tocará al final de la presentación. El público está muy motivado, y grita de euforia cuando se anuncia la entrada de los Teenages Wolves al escenario. Incluso yo vibro con sólo verte.

 

- ¡Buenas noches a todos! - Tu voz por los parlantes resuena por todo el lugar. Pero más me sorprende el atuendo que llevas: Mi traje blanco. No te cambiaste, pero agregaste algunos adornos metálicos muy sencillos que te hacen ver más osado, además de no abotonar los botones superiores de la camisa.

 

- Ten, lo necesitarás – Daisuke me entrega un micrófono con un auricular, inalámbrico – No preguntes – Y vuelves a tu posición con Takeru, sentados mirando el concierto.

 

Pasan algunas canciones que no conozco, pero que me gustan mucho. Creo que compraré los discos de todas tus canciones. Será lo primero que haré mañana, lo tengo decidido.

 

- Esta canción la cantaré con la persona que me ayudó a terminarla – Anuncias cuando el concierto está pronto a terminar – ¡Sí, Butterfly la estrenaré hoy con ustedes! - Tu exclamación hace rugir al enardecido público, el cual hace silencio cuando comienzas a cantar.

 

Daisuke, tú sabías lo que haría. Por eso me entregaste esto, y no me verán desde esta posición, por lo que sólo escucharán mi voz desde algún lugar del domo.

 

Comienzas a tocar tu guitarra eléctrica. La batería te sigue y la melodía es hermosa.

 

Gokigen na chou ni natte kirameku kaze ni notte

Ima sugu kimi ni ai ni yukou

Yokei na koto nante wasureta hou ga mashi sa

Kore ijou shareteru jikan wa nai

 

En esta parte te comienzo a acompañar, sin darme cuenta que todos están en silencio tratando de averiguar de dónde proviene mi voz.

 

Nani ga wow wow wow wow wow kono sora ni todoku no darou

Dakedo wow wow wow wow wow ashita no yotei mo wakaranai

 

Sigues cantando, pero sonríes al escucharme cuando te acompaño.

 

Mugendai na yume no ato no nanimo nai yo no naka ja

Sou sa itoshii omoi mo makesou ni naru kedo

Stay shigachi na imeeji darake no tayorinai tsubasa demo

Kitto toberu sa on my love

 

Cuando mencionas las ultimas palabras de esta estrofa, miras hacia el palco donde sabes que estoy, junto con tu hermano y Daisuke. Sigues tocando tu guitarra y llevas tus dedos hacia la guitarra.

 

Ukareta chou ni natte ichizu na kaze ni notte

Doko mademo kimi ni ai ni yukou

Aimai na kotoba tte igai ni benri datte

Sakenderu hitto songu kikinagara

 

Vuelvo a entrar en la siguiente estrofa, pero me aseguro de recordar que debo seguir cantando contigo en lo que viene.

 

Nani ga wow wow wow wow wow kono machi ni hibiku no darou

Dakedo wow wow wow wow wow kitai shitetemo shikata nai

 

Mugendai na yume no ato no yarusenai yo no naka ja

Sou sa joushiki hazure mo waruku wa nai ka na

Stay shisou na imeeji wo someta gikochinai tsubasa demo

Kitto toberu sa on my love

 

Ambos nos sonrojamos al alargar la palabra “amor” de tu canción. Recuerdo que hasta ahí tenías tu canción, y lo siguiente fue lo que compuse junto a tí. Un solo de tu guitarra es el preludio de mis palabras. Tomo aire cuando siento finalizar tu parte para cantar, pensando en que me acompañarás.

 

Mugendai no yume no ato no nanimo nai yo no naka ja

Sou sa itoshii omoi mo makesou ni naru kedo

Stay shigachi na imeeji darake no tayorinai tsubasa demo

Kitto toberu sa oh yeah

 

Mugendai na yume no ato no yarusenai yo no naka ja

Sou sa joushiki hazure mo waruku wa nai ka na

Stay shisou na imeeji wo someta gikochinai tsubasa demo

Kitto toberu sa on my love (2)

 

Me dejas cantando la primera parte solo, y en el final de la canción me acompañas. Terminamos juntos esta hermosa melodía, y desde tu posición sonríes y llevas tu mano a tu boca, lanzándome un romántico beso a la distancia. Me quito el micrófono con parsimonia y elegancia, cuando escucho unos aplausos a mis espaldas. Me giro rápidamente, y son mis socios, incluyendo a Sora, los que me aplauden y sonríen.

 

- Tienes un dote desconocido, y es bastante bueno, Yagami-san – Takenouchi, eres muy perspicaz – Cuando Daisuke nos habló de esto, no creímos encontrarnos con una escena tan tierna y melodiosa – Ríes muy elegante, para destensar el ambiente.

 

El concierto ya llegó a su fin y viene la tan esperada rueda de prensa. Hay montones de periodistas de espectáculo, pero otros no tan interesados con el concierto esperan otra cosa. Cuando llegan los Teenages Wolves al lugar, me ven llegar junto con ellos, tomando asiento junto a Yamato. Mentiría si digo que no tengo nervios, pero tengo que controlarme para que esto funcione. Veo a aquellos periodistas acercarse e incluso disputarse algunos lugares con los faranduleros y de espectáculos. Levanto mi mano para pedir silencio en la sala.

 

- Yagami Taichi-dono, del conglomerado T Enterprise, se dirige a ustedes – el anunciador de la rueda de prensa anuncia mi turno.

 

- Es un agrado estar aquí junto a ustedes – Comienzo mis palabras. Mi voz es grave, casi tanto que mis oídos resuenan – Partiré diciendo lo que muchos desean saber – Sonrío, cosa que me sorprende a mí mismo. Carraspeo un poco para arreglar mi voz de tantos nervios que tengo - Mugendai no yume no ato no nanimo nai yo no naka ja – Trato de mantener la melodía de la canción, y escucho exclamaciones de los periodistas en general – Eso puede resolver las dudas de quién era la segunda voz de la última canción de los Teenages Wolves, supongo – Escucho unas risas generalizadas en el lugar, pero se mantiene la solemnidad de todo – Hasta aquí, permitiré una pregunta de parte de ustedes – Varios periodistas levantan la mano, incluyendo los que no vienen por el espectáculo, pero a ellos aún no les responderé. Elijo a uno de la segunda fila, un muchacho joven.

 

- ¿Cuál es el motivo de que haya cantado en conjunto con Matt? - Pregunta. Debió ver alguna interrogante en mi cara porque continuó hablando – Yamato “Matt” Ishida, es su apodo como vocalista de la banda –

 

- Agradezco tu aclaración, ya que no tenía idea del apodo de Yama – Río, y miro de reojo la expresión de mi novio. Veo los nervios en tu mirada, pero trato de tranquilizarte cuando te miro fugazmente – Pues, esta mañana terminamos la canción en conjunto y me he visto envuelto en todo esto del concierto – Comienzo a explicar – Mi asistente Daisuke me ha entregado un micrófono inalámbrico y desde el palco privado estuve cantando durante la canción – Explico, satisfecho – Ahora, como accionista mayoritario de T Entertaiment y dueño principal de T Enterprise tengo que hacer un anuncio, el cual muchos de los aquí presentes esperan ansiosos – Levanto mi mano desde el escritorio frente a nosotros y la llevo hacia la mano de Yamato. Junto nuestras palmas y entrelazo mis dedos con los tuyos. Me presionas con fuerza y todos miran sorprendidos. Los fotógrafos sacan demasiadas fotos por segundos, siento como las cámaras enfocan nuestras manos y luego nuestros levemente sonrojados rostros – Hago oficial mi noviazgo con el vocalista Yamato Ishida – Sonrío, y no puedo evitar sentirme satisfecho con la ola de preguntas que comienzan a saltar desde los periodistas.

 

- ¿Está conciente de las repercusiones que tendrá en su empresa?

 

- ¿Saben sus socios de esta situación?

 

- ¿El conglomerado y la junta directiva están de acuerdo? -

 

El bullicio era demasiado. Cierro los ojos y trato de calmarme ante tanta presión mediática. No es hasta que llegan a una pregunta que pierdo los estribos.

 

- ¿Se ha contagiado de Takeru, el hermano de Yamato Ishida? -

 

Esa pregunta termina con mi paciencia. Me levanto de golpe y golpeo con mis palmas la mesa. Mi rostro debe ser una verdadera furia, porque todos callan al verme reaccionar así.

 

- No me interesa quién hizo esa pregunta – Escucho veneno de mi propia voz – Que te quede claro que no es una enfermedad, se llama afecto, cariño, amor – Recalco esa palabra – Y no aceptaré nuevamente esas palabras, porque el novio de Takeru es mi asistente personal, Daisuke Motomiya – Fulmino a todos con mi mirada, y más de alguno se ve en la obligación de girar la cabeza para no sentirse mal.

 

- Vuelvo a sentarme, pero me sorprendo al ver la puerta lateral abrirse. Mis principales socios, la junta directiva de mi empresa y varios accionistan entran a la conferencia. Se posicionan tras nosotros y no puedo evitar girarme para verlos. Son casi 20 personas en total, que representan prácticamente todos los giros y rubros de mi conglomerado. Veo que Sora lleva un micrófono y se dirige a todos.

 

- Hablo en representación de todos los que acabamos de entrar – Comenzó su discurso – Todos estamos informados de esta decisión del señor Yagami, y posee nuestra total confianza y el respaldo para con sus acciones – Anuncia, muy calmada – Cada uno de ustedes recibirá una declaración de prensa, por escrito, con nuestras firmas que respaldan sus palabras – Toma aire, la veo suspirar. No puede continuar, lo noto por sus movimientos.

 

- Voy a comprometer fondos de mi empresa para campañas de educación sexual. Además, entregaré la mitad de mis acciones a mi asistente Daisuke – Informo, y veo la avalancha de preguntas de los periodistas del fondo.

 

- Las cuales seguirán estando a cargo del señor Yagami – Interrumpe Daisuke, desde una orilla, junto con Takeru – Él seguirá siendo el accionista mayoritario y dueño de su empresa, sólo que tendré poder para utilizarlas cuando estime necesario, previa consulta de la junta directiva – te acercas a donde estamos y te paras detrás mío – Que sepas que ya lo sabía – Me susurras al oído, sonriente.

 

- No hay más preguntas por hoy – Termino la conferencia. Me levanto de mi silla, pero siento mi cuerpo muy pesado. No me siento del todo bien. Comienzo a caminar hacia la salida, pero me desplomo y caigo estrepitosamente al suelo. Mi caída fue amortiguada por Yamato, que fue lo último que recuerdo de dicho día – Me siento fatal – Susurro, antes de caer inconciente.

 

Despierto en una habitación, acostado. Estoy en una clínica, lo se cuando veo una bolsa con suero a mi lado.

 

- ¡Taichi! - Yamato, ¿Me has estado cuidando? Te preocupé - ¿Te sientes bien? Llamaré al médico – Te vas con apuro, pero te devuelves y me besas en la frente. No logro siquiera articular palabra para detenerte. Sigo cansado.

 

Veo entrar a mi médico de cabecera, Joe Kido, siempre tan sonriente y radiante. Me revisa el pulso, y anota algo en mi ficha.

 

- Vaya, demasiada presión para tí, Taichi – Sonríe – Los noticieros no paran de hablar de tí, Yamato y tu empresa – Me comenta, mientras se sienta en la silla que ocupaba Yama antes de verlo salir – Me sorprendí al verte desmayarte por televisión. Llegué aquí antes que la ambulancia que te traía. Tu novio no se ha separado de tí por ningún segundo – Eres tan hablador, pero siempre eres así, totalmente sincero.

 

- ¿Daisuke? - Pregunto. Me duele la garganta, estoy seco – Agua, por favor – Le pido. Me pasa un vaso con agua fresca que hay en una mesa cercana. Bebo y me siento bastante mejor.

 

- Tu amigo está dirigiendo tu empresa. Me sorprende la habilidad que tiene, tus acciones han subido casi un 3%, cuando todos esperaban que bajaran y se desplomaran – Me informó – Dejaré que Yamato pase, tengo que hacer un informe público de tu salud – Se levantó de la silla.

 

- Gracias, Joe – Me sonrió y se fue. Pasan algunos minutos y entra Yamato, notoriamete preocupado – Hola, Yama – Me incorporo en la cama.

 

- Me preocupaste – Me dice muy apenado – Te esforzaste demasiado, dice tu médico que es por estrés acumulado. No vuelvas a exigirte tanto – Hablas, pero puedo ver que no dormiste nada mientras me cuidabas. Y debe ser ya medio día, por la luz que entra desde la ventana de la habitación. No tengo muchas fuerzas para hablar, así que solo muevo mi cabeza de forma negativa – No dormiste mucho ante noche, y todo lo que pasó terminó por hacerte colapsar – Tus ojos se vuelven acuosos, se que estás al borde del llanto, pero ese llanto es sincero y de preocupación por mí.

 

- No llores – Murmuro. Mi voz es suave, pero sigo sin muchas fuerzas – Yama... - Iba a decirte algo, pero te abalanzas sobre mi y siento tus lágrimas en mi pecho. Ahogas tus sollozos en mi cuerpo y apretas con fuerza una de mis manos – No me iré -

 

- ¡No quiero perderte, tonto! - Hace mucho tiempo que nadie me decía eso, ni menos intentaba insultarme. Pero no me molesta, incluso sonrío y con mi mano libre toco tu cabello – Recién encuentro al amor de mi miserable vida – me miras fijamente, con tus ojos bañados en lágrimas. Me duele verte así, pero sabes que no me iré – No vuelvas a hacerme esto, por favor – Te limpias los ojos con fuerza, pero siguen callendo más por tus mejillas.

 

- Bésame – Te digo, acumulando las fuerzas que me quedan. Te acercas a mi boca y puedo sentir la salinidad de tus lágrimas – Duerme... Conmigo – Murmuro. Empiezo a verte borroso de nuevo. Entiendo que mi cuerpo no pueda más y me exige descansar algunas horas más. Con dificultad, te subes a la cama y te recuestas a mi lado. Me abrazas con fuerza, temiendo que escape, pero solo puedo ver tu rostro ya calmado, tan tierno y angelical – Te amo – Susurro, durmiéndome en el acto.

 

- Dulces sueños, mi Taichi -

 


 

Notas finales:

 

(1): Según tengo entendido, los japoneses no suelen llamar “cuñado” a las parejas de sus hermanos o hermanas, por lo que pasan a ser parte de la familia. De ahí que le diga “onii-san”.

 

(2): Butter-Fly Strong Version. Wada Kouji, para el décimo aniversario de Digimon.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).