CAPITULO 5.- HACIA FALTA UN EMPUJONCITO PARA LA PERDICIÓN
Al día siguiente luego del entrenamiento en el que Shun estuvo extremadamente distraído Aioros le pidió a Seiya que se retire para hablar a solas con Shun por lo que el Pegazo aprovechó para ir a visitar a su nuevo amigo Saga.
-- Qué te pasa pequeño? Te noto distraído y preocupado
-- No es nada maestro Aioros – dijo el peliverde sonrojándose con vergüenza
-- Si estás preocupado por la carta, no lo estés, hablé con mi hermano en la mañana y estaba muy contento porque la había recibido, Saga es un hombre de palabra
El peliverde se puso bastante incómodo ante la mención del nombre de aquel santo
-- Pasó algo con Saga pequeño?
Shun se sonrojó aún mas si cabe el término y balbuceó algo in entendible
-- Haber dime, habla claro, te hizo algo? Insistió Aioros
-- El… pues… el…
-- Qué?, niño habla
-- Se aprovechó de mi
-- Cómo? Qué te hizo?
-- El me… besó…
-- Vamos Shun – dijo sonriendo Aioros – un beso no es algo de lo que tengas que avergonzarte
-- No, es que… no me besó los labios
-- Donde te besó?
El pequeño desvió la cara y juntaba sus manos de manera extraña
-- Oh¡¡¡, te complació con la boca, ya entiendo, y dime te gustó?
-- NO¡¡¡¡
-- No????
-- Bueno…, al inicio yo no quería pero el me besaba y con su lengua el… me lo hacía y yo me sentía tan… tan… caliente, y después sentí como algo me recorría todo el cuerpo y después me sentía tan relajado y ahora… no podría mirar a los ojos a Aioria otra vez
-- Oh, vamos no te preocupes ni te sientas culpable pequeño, lo que pasa es que no tienes experiencia, yo creo que deberías aprovechar esta oportunidad que te da Saga.
-- Oportunidad?
-- Si, piénsalo, Aioria es mayor a ti con unos cuantos años, es un hombre experimentado y tu no tienes experiencia alguna, tu amas a mi hermano verdad?
-- Si, yo lo amo
-- Y quieres hacerlo feliz verdad?
-- Claro que si
-- Entonces mira a Saga como otro instructor, deja que te enseñe, la práctica hace al maestro pequeño, usa a Saga como tu entrenamiento para que cuando lo hagas con mi hermano sepas que es lo que debes hacer y lo complazcas como un verdadero hombre y no te muestres temeroso como un niño
-- Yo no se… eso no me hace un puto
-- No tonto, todos lo hemos hecho, solamente no lo ventilamos a los cuatro vientos, acaso no confías en mí?
-- Si claro maestros Aioros, y Saga estaría dispuesto a ayudarme?
-- Yo hablaré con él, no se negará, me debe muchos favores
Seiya entraba al templo de géminis encontrando al mayor practicando con una katana, Saga solo vestía unos pantalones flojos que estaban arremangados hasta sus rodillas, el menor estuvo unos 10 minutos solo observándolo hasta que el mayor reparó en su presencia y se detuvo, sin soltar la katana caminó hasta el castaño
-- Hola Seiya, que te trae por acá?
-- Mi maestro me pidió que lo dejara a solas con Shun, algo le pasa pero no sé que, estoy algo preocupado
-- Tranquilo, tu maestro manejará cualquier asunto que se presente
-- Tu lo estimas mucho verdad?
-- Ya te lo dije, es mi único real amigo, el nunca me dio la espalda, nuestra relación es algo complicada pero si, lo estimo mucho
-- No sabía que fueras tan bueno con la katana
-- Puedo enseñarte si quieres, espera voy a traer otra
-- Wow tienes dos?
-- La otra es de Kanon, espera ya la traigo
Saga le enseñó los movimientos básicos de la espada, las posiciones de defensa mas usadas y practicaron un rato entre risas y una que otra caída del menor, cuando Seiya volvió a tropezar con sus propios pies, Saga se adelantó y lo sujetó de la cintura para evitar que cayera y sus narices casi se topaban, el mayor no lo pudo resistir y lo besó suavemente, el Pegazo correspondió a ese beso al inicio, pero recuperó la cordura y se separó con una cara de sorpresa y dolor.
-- Lo siento Seiya – dijo el dorado dando un paso hacia atrás
-- Yo también lo siento
-- No, sabes que?, no lo siento, yo quería besarte
-- Saga, yo pensé que solo seríamos amigos
-- No puedo ser solo tu amigo, te me has metido en la piel pequeño
-- No Saga yo no puedo
-- Por qué? Tu sientes algo por mí, no lo niegues
-- Pero no puedo
-- Por qué?
-- Por que no confío en mi mismo cuando estoy contigo - Seiya dio la media vuelta y se fue sin mirar atrás dejando a un muy confundido Saga
En la noche Aioros había arreglado para que Milo les prestara su templo, el peliverde se había escapado nuevamente y entraba al templo del Escorpión encontrando a Saga muy pensativo tomando una copa de vino, el mayor lo vio llegar y sonrió
-- Empezaba a creer que me dejarías plantado angelito
-- No, solamente debía esperar a que Shaka se durmiera, y Milo donde está?
-- Con Camus, no te preocupes por eso, ven aquí
El menor se acercó mientras saga empezaba a desnudarse, cuando llegó junto a el lo tomó de la cintura y lo besó posesivamente, el peliverde mansamente aceptaba el beso abriendo su boca para dar cabida a la ansiosa lengua del mayor, se besaron por un rato de pie, luego el mayor buscó el sillón en el que se acomodó e hizo sentar al niño en sus piernas para besarlo mas cómodamente, puso cada una de las delicadas piernas de Andrómeda a sus costados y mientras lo besaba empezó un movimiento de caderas que permitía que sus miembros se rocen por sobre la ropa, ocasionando suaves gemidos por parte del menor que se sonrojaba paulatinamente. Saga interrumpió el beso y susurró en la oreja del menor:
-- Recuerdas lo que hicimos la última vez?
-- Si – dijo el peliverde con voz ahogada
-- Lo haremos otra vez, pero esta vez tu me lo harás a mi, ven arrodíllate entre mis piernas – el peliverde lo obedeció – ahora tómalo con tus manos y acarícialo suavemente – si, si así está bien - más rápido – si, así – ahora lámelo, el tronco primero y luego sube y baja – chupa la punta – ahhh si, así, con cuidado de que tus dientes no me hagan daño, ahora métetelo todo a la boca – acaricia mis piernas – por adentro – así está bien, ahora toma en tu boca mis testículos y lámelos en turno sin dejar de acariciarme con tus manos – si, si pequeño así, así, tómalo otra vez entero en tu boca, chúpalo como si fuera un caramelo, lame la punta, ahh, ya voy a llegar, ya voy a llegar¡¡¡, no te apartes y trágatelo todo – El peliverde siguió lamiendo y chupando hasta que sintió a Saga descargarse en su boca, casi se atora con el salado líquido pero obedientemente se lo tragó todo como el mayor le había indicado
Saga lo levantó de los brazos y lo volvió a sentar en sus piernas besándolo en los labios probando su propio sabor y sonriendo le dijo
-- Para ser tu primera vez lo hiciste muy bien
-- En verdad? Dijo el peliverde con una sonrisa inocente
-- Si, tienes que perfeccionar mucho pero lo hiciste bien, ahora vuelve a tu templo, aprobaste la primera lección nos vemos aquí mismo a la media noche pasado mañana
-- Y mañana?
-- No, mañana no puedo, ahora vete
Saga volvió a su templo bastante pensativo, como hubiera deseado estar con Seiya esta noche en lugar de Shun, el peliverde estaba bastante bien para una revolcada pero el quería a ese castaño que invadía su mente todo el tiempo. Saga no había visto a Seiya desde que se fue molesto de su templo, el castaño lo evitaba o eso creía el santo dorado de géminis, pero el no estaba por rogarle ni mucho menos, pensó que sería mas prudente dejar pasar unos días antes de volverlo a buscar.
Shun llegó puntualmente a su cita con Saga, el cual sin mayor preámbulo lo tumbó en el sillón besándolo en los labios, lo fue desnudando lentamente mientras besaba sensualmente todo su cuerpo, empezó con sus labios, bajó por su cuello, acarició sus cabellos, mordisqueó sus pezones lamió su estómago y su vientre mientras acariciaba sus piernas haciendo que el pequeño respirara profundamente y gimiera cada vez con mas fuerza moviéndose inquietamente bajo el mayor, Saga tomó el miembro del chiquillo con su boca mientras tanteaba con sus dedos su virgen entrada, Shun arqueaba la espalda y echaba su cabeza hacia atrás hundiéndola en los cojines del sillón.
Saga se separó del pequeño poniéndose de pie y desnudándose lentamente mientras el peliverde lo miraba con ansias recostado en el sillón, el mayor se acercó de pie claramente invitando a que el menor tomara su miembro con su boca, Shun se incorporó y lo hizo aplicando lo aprendido en la última lección, cuando estuvo lo suficientemente duro el mayor lo apartó.
-- Lo hice mal?
-- No, pero no quiero acabar todavía
Saga lo tomó de los brazos y lo hizo ponerse de pie y lo volvió a besar en los labios, apartó el cabello que cubría su cuello y lamió el lóbulo de su oreja susurrando con voz ronca
-- Ponte en 4, arrodíllate en el sillón y apóyate en las manos
El pequeño obedeció y el mayor se posicionó atrás de él y lo hizo abrir las piernas, comenzó a masajear su trasero ensalivando sus dedos que tanteaban su entrada otra vez, con las manos separó las nalgas de Shun dejando al descubierto el estrecho agujero que lamió y chupó introduciendo su lengua haciendo que el pequeño temblara, se separó para buscar algo entre sus ropas que estaban por el suelo, Shun sintió algo frío en su trasero y dio un pequeño respingo
-- No te preocupes, como es tu primera vez, intentaré que no te duela mucho, esto es lubricante, relájate y respira
Shun lo intentó pero estaba nervioso y asustado, luego sintió como un dedo penetraba su estrecha cavidad, no le dolía pero era molesto, Saga comenzaba a mover rítmicamente ese dedo que después fueron dos para llegar a ser tres mientras el pequeño se quejaba del dolor que esto le estaba causando, Saga sacó los dedos y luego de lubricar su dotado miembro empezó a empujar dentro de Shun, el se quejó y arqueó la espalda tratando de relajarse, Saga lo sostenía de las caderas para facilitar la penetración que fue lenta y unas cuantas lágrimas cayeron por las mejillas del menor, cuando todo ese pedazo estuvo dentro Saga besaba y acariciaba el cuello y la espalda, cuando lo sintió listo empezó a moverse dentro de él, las embestidas eran profundas y lentas al inicio, luego mas rápidas y fuertes, el menor se aferraba al brazo del sillón y movía las caderas al ritmo implantado por el mayor que comenzó a masturbarlo, la cabeza de Shun era un caos, solo podía sentir, le había dolido al inicio pero ahora era la sensación mas placentera que había experimentado en su vida, no tardó mucho tiempo mas en correrse en las manos del mayor que lo sujetó con mas fuerza para embestirlo algunas veces mas antes de acabar en su interior. Cuando lo soltó, Shun cayó exhausto pesadamente sobre el sillón y Saga cayó sobre él, cuando su miembro estaba flácido salió del joven cuerpo y cambiándolo de posición lo colocó sobre su pecho, el mas joven aún respiraba entre cortadamente y tenía los ojos cerrados aunque no estaba dormido.
-- Saga?
-- Mmmmm?
-- Es normal que me duela?
-- Por ser tu primera vez, si, después te acostumbrarás y te dolerá menos, toma ponte esto en el trasero, te ayudará a no caminar gracioso mañana – dijo el mayor poniendo en las manos del mas joven un tubo de crema
-- Gracias
Al transcurso de dos semanas en noches intercaladas Saga dio clases a Shun de todas las posiciones que podría intentar, un cada vez mas dispuesto Shun sorprendía a Saga tomando la iniciativa en algunas cosas o haciendo la ocasional sugerencia.
-- Me gusta… mas… cuando… yo… estoy… arriba – decía Shun que estaba recostado sobre su espalda mientras Saga lo penetraba
-- Está… bien… – Saga se retiró recostándose y atrayendo el cuerpo de Shun para que se sentara sobre su miembro, el lo hizo pero lo hizo de espaldas, esa posición no la habían probado todavía, Shun gemía mientras levantaba y dejaba caer sus caderas sobre el duro miembro de Saga apoyando sus manos en las poderosas y bien formadas piernas del geminiano, la visión del culo de Shun subiendo y bajando sobre su erecto miembro que aparecía y desaparecía era fenomenal, el mayor se incorporó un poco tomando el miembro de Shun en sus manos masturbándolo con fuerza, el peliverde comenzó a moverse frenéticamente haciendo que ambos llegaran al clímax entre fuertes gemidos y jadeos. Shun se echó para atrás y Saga lo recibió en sus brazos.
-- Eres fantástico pequeño
-- No, tu eres buen maestro
-- Aioria estará muy complacido contigo
-- Eso espero – dijo Shun levantándose y tomando su ropa – nos vemos el Jueves verdad?
-- Si, hay mas cosas que debo enseñarte
Como de costumbre el caballero de géminis pasaba por el templo de Leo en camino a su propio templo, ja, si el supiera que se estaba gozando a su “novio” y de que forma, cielos, esto le traería problemas, aunque sin duda Aioros con su usual calma manipularía a todos dejándolo libre de pecado, como en tantas ocasiones lo había hecho, mientras caminaba a su templo pensaba en ese castaño que no había visto en casi dos semanas, quería gozarlo si, pero no era solo eso, extrañaba su carácter, su conversación, era el único que lograba hacerlo reír con soltura, que no lo juzgaba y confiaba en él, cielos el pequeño confiaba en él, ¡Demonios! El lo deseaba, quería hacerlo suyo, pero… era solo eso o había mas, no estaba seguro… Oh! Bueno, ya mañana se verá.