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QUE SOY PARA TI?? por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no son míos, solo tomo su nombre para jugar un ratito (lo bueno es que se dejan)

Notas del capitulo:

Hola, les traigo una nueva historia, espero que les guste

CAPITULO 1.- LA DAGA

 

 

 

Al término de la Guerra Santa contra Hades, el Inframundo se destruía cuando Atena regresaba a la tierra, pero esta destrucción ocasionó un desbalance en los reinos, los mares empezaron a agitarse y la tierra a temblar y al final todo sería destruido, la era de la humanidad acababa.  El gran Dios Zeus convocó a Atena al Olimpo y liberó a los dioses encadenados: Poseidón y Hades antes las infructuosas protestas de su hija la que al ver que la tierra se destruiría dejó de oponerse a la decisión de su padre.

 

 

 

En su presencia los dioses antes sometidos prometieron paz siempre y cuando los otros dioses no intervengan en sus respectivos reinos y por pedido de Atena las vidas de sus caballeros deberían ser repuestas a lo que Poseidón se opuso a menos que los generales marinos fueran revividos también, Hades aceptó ayudar con su poder siempre y cuando sus espectros también pudieran volver, y así lo hicieron, la tregua se firmaba, un pacto nacía de paz para que cada Dios gobierne su territorio sin intervenciones externas y todas las muertes ocasionadas por las Guerras Santas fueron rectificadas.  Atena volvió a la tierra, Poseidón a su reino marino y Hades al Inframundo, todos los santuarios estaban destruidos casi totalmente a consecuencia de las batallas por lo que una etapa de reconstrucción inició.

 

 

 

Casi cuatro años han pasado desde ese día, desde que la paz se firmó, tiempo en el que ha existido relativa calma, tiempo en que los jóvenes guerreros de Atena han retomado su lugar correspondiente en el Santuario para continuar con sus entrenamientos y su preparación porque dicha sea la verdad su Diosa no creía que la paz fuera duradera.  De esta manera los 5 santos divinos mas fieles a Atena se encontraba como aprendices de los Santos de Oro que los entrenaban para que tomaran su lugar algún día no muy lejano, Seiya el Caballero de Pegazo entrenaba con el maestro Aioros de Sagitario, Hyoga el caballero del Cisne entrenaba con el maestro Camus de Acuario, Shiru el caballero del dragón entrenaba con el maestro Doko de Libra, Shun el caballero de Andrómeda entrenaba con el maestro Shaka de Virgo e Ikky el caballero del Fénix entrenaba con el maestro Aioria de Leo.

 

 

 

Shion el patriarca controlaba los entrenamientos los cuales eran arduos, pero sus caballeros eran fuertes y en todo este tiempo habían madurado y crecido en talento, habilidad y valentía, la rutina del santuario era ardua pero en este punto del partido los jóvenes aprendices estaban acostumbrados, las mañanas las ocupaban con ejercicios generales y/o meditación, las tardes eran los entrenamientos específicos donde se enseñaban técnicas claves, movimientos defensivos y ofensivos, técnicas de infiltración y asalto, etc., cada aprendiz vivía en el templo de su maestro, allí comía, dormía, pasaba sus ratos libres y religiosamente so pena de castigos todos los aprendices debían reportarse a las 09:00 PM para pasar la noche porque tenían prohibición expresa de salir, el único día libre que tenían era el domingo el que aprovechaban para ir al pueblo y charlar entre ellos porque rara vez tenían oportunidad de verse en la semana.

 

 

 

Los caballeros dorados a veces salían del templo en misiones encargadas por el Patriarca o por su Diosa misma, en las que frecuentemente llevaban con ellos a sus aprendices (los que tenían aprendices) para cumplir con las órdenes encomendadas.

 

 

 

Saori su diosa estaba al frente de la fundación, los negocios varios de la familia y el Santuario por lo que repartía su tiempo priorizando las situaciones importantes, ella se encontraba en Japón cuando recibió una llamada, un equipo de exploración que realizaba trabajos geológicos había descubierto en las cálidas tierras de Marruecos restos de lo que parecía objetos de arcilla de la antigüedad, jarrones, vasijas, platones, pero dentro de estos objetos que pudieron rescatar uno llamó la atención de los científicos ya que claramente no pertenecía con el resto, era de distinta época, de distinto lugar, cultura o civilización mucho, pero mucho mas antigua pues tenía unas marcas en un lenguaje (si era un lenguaje) totalmente desconocido, era una hermosa daga de un extraño material, relucía a pesar de haber estado enterrada varios siglos, su empuñadura era plateada y ricamente decorada con piedras preciosas y sorprendentemente aún estaba afilada, los científicos se concentraron en este objeto porque uno de ellos sufrió un accidental corte con la daga, la sangre solo permaneció en su hoja unos segundos solamente, el artefacto desprendió un brillo blanco mate y la sangre desapareció reabsorbiéndose en la daga, los encargados de la excavación se apresuraron a comunicar todo esto a la Diosa, la que sin perder tiempo ordenó que trasladaran la daga al Santuario en Grecia, el jefe de equipo quería realizar mas pruebas en la daga además de las preliminares que habían alcanzado a hacer antes de comunicar el hallazgo pero Saori se impuso, la joven estaba convencida que esa daga era un objeto peligroso y tenía que estar en un lugar seguro hasta determinar a ciencia cierta su origen, el Santuario sería su destino.

 

 

 

El Patriarca Shion recibió el paquete, desenvolvió la daga admirándose de su belleza y mandó llamar a los caballeros dorados los que uno a uno fueron llegando al recinto.

 

 

 

Shion: Los he mandado a llamar por pedido de nuestra Diosa, he aquí el objeto que nos ha enviado, esta daga, como ustedes pueden ver no es un arma cualquiera, a mi parecer tiene atributos mas allá de los físico – explicó el Patriarca

 

 

 

Uno a uno los caballeros dorados fueron pasando la daga para que cada uno de ellos la pudiera sostener en sus manos y observar mejor, al hacerlo todos sin excepción sintieron el poder que encerraba este particular objeto, prácticamente vibraba, una corriente eléctrica recorría sus cuerpos cuando la sostenían en sus manos.

 

 

 

Milo: Qué sabemos sobre esto – dijo entregándole la daga al Patriarca

 

Shion: Absolutamente nada

 

Mu: Es poderosa, me gustaría saber a quien pertenecía

 

Aioria: Eso no importa, si es tan antigua…

 

Mu: Al contrario, eso es lo que la hace tan especial, después te estar tantos años enterrada está perfecta mírala…

 

Shura: Atena la ha visto?

 

Shion: No, nos la envió directamente

 

Shaka: Hubiera sido bueno que nuestra Diosa la vea, tal vez pudiera reconocerla o algo??

 

DM: Cómo la va a reconocer?

 

Saga: Y qué se supone que haremos con ella?

 

Shion: Mantenerla a salvo, nuestra Diosa no quiere que caiga en manos equivocadas, aún no hemos podido determinar su origen y su poder, por lo que se quedará aquí, en esta residencia

 

 

 

Dos semanas pasaron para que los caballeros reciban la visita de su Diosa, la cual no había podido averiguar nada mas sobre la misteriosa daga, las pruebas científicas que había podido realizar el equipo de excavación solamente había determinado que el material de la daga no corresponde a ninguno conocido en la tierra, todos los equipos que intentaron escanear la daga fallaron al intentarlo y no obtuvieron mas datos, la joven Diosa de la Tierra estaba preocupada.

 

 

 

La noche que la joven llegó al Santuario se realizó una cena de bienvenida en el recinto del Patriarca a la que todos los caballeros estaban invitados, los de oro, los de plata y los fieles de bronce, la velada transcurría sin sobresaltos, la comida estuvo deliciosa, los caballeros charlaban amenamente en pequeños grupos de dos o tres, de pronto un viento helado inundó la estancia y las velas que alumbraban el salón se apagaron abruptamente, en las afueras del recinto cinco figuras que vestían largas capas con capucha formaron un circulo alrededor del templo, levantaron las manos apuntando al cielo primero luego apuntando al templo y empezaron a decir un cántico en un idioma antiguo, crearon un circulo de luz paralizando efectivamente a la diosa y a todos los caballeros adentro, ninguno se podía mover, en medio de la sala en otro resplandor de cegadora luz blanca apareció del aire otra figura vestida totalmente de negro, botas, guantes, también tenía una capa con capucha pero portaba además lentes de visión nocturna y máscara, el nuevo encapuchado giró sobre sus talones observando a todos los caballeros presentes, en un hábil movimiento cruzó el salón, dio un certero golpe en la pared del fondo la que se desmoronó y se abrió ante los ojos atónitos de los presentes en la sala una recámara pequeña que estaba oculta la cual en su centro tenía un pedestal con una urna de cristal que contenía la daga misteriosa, el encapuchado se acercó con paso decidido y sin tocar siquiera la urna la rompió, tomó la daga, hizo una reverencia a la sala y se desvaneció de la misma manera en que había llegado, con otra explosión de luz las figuras afuera también desaparecieron, las velas del salón se encendieron nuevamente y los caballeros sintieron que sus músculos se aflojaban, aunque habían recuperado su movilidad al inicio nadie se movió de la impresión que se llevaron, el silencio era extremadamente tenso y nadie se animaba a romperlo.

 

 

 

Saga: Qué diablos fue eso?

 

Shion: Tomaron la daga, no puedo creerlo

 

Shura: Cómo llegaron aquí?

 

Shiru: Qué daga?

 

Seiya: Era mas de uno?

 

Mu: Si, cinco más estaban afuera

 

Ikky: No eran espectros de Hades ni tampoco Marinas de Poseidón, cierto?

 

Shun: Para quien trabajan entonces?

 

 

 

Todas estas preguntas eran lanzadas al aire, nadie se explicaba quienes eran, que querían o a quien servían, ahora habían tomado la daga de la que ni siquiera sabían su origen y verdadero poder, finalmente luego de que las pequeñas charlas finalizaron Shion y Saori se ponían de acuerdo sobre las acciones a seguir.

 

 

 

Saori: Debemos recuperar esa daga y averiguar quien la tomó, me preocupa sobremanera el poder que demostraron, nos paralizaron a todos

 

Shion: Si pero tome en cuenta mi señora que no fue ni un minuto

 

Saori: Si, pero consiguieron lo que vinieron a buscar

 

Shion: organizaremos grupos de búsqueda de no mas de tres caballeros por grupo sin descuidar la protección del Santuario

 

Saori: Me parece bien, planifica por favor la distribución y los destinos, dejo este asunto en tus manos

 

 

 

La Diosa había dispuesto que se formen los grupos de búsqueda con los caballeros de oro y bronce, dejando a los de plata para defensa del Santuario, y 4 grupos de 3 caballeros partirían y se organizaron así: a) Ikky, Mu y Shura, b) Camus, Seiya y Aioria, c) Saga, Shun y Milo, d) Hyoga, Doko y Death Mask, quedando en el Santuario: Shion, Shiru, Aldebarán Shaka, Aioros y Afrodita, al día siguiente partirían.

 

 

 

El primer grupo liderado por Shura partiría hacia América, el segundo grupo liderado por Camus iría a Asia, el tercer grupo liderado por Saga iría a Europa, y el cuarto grupo liderado por Doko iría a África, de acuerdo a lo dispuesto por Shion.

 

 

 

Dos semanas habían pasado y ningún grupo había reportado noticias, tanto a la daga como a los encapuchados parecía que la tierra se los tragó, nadie había encontrado nada, la Diosa no quería dar su brazo a torcer y se negaba a llamar a sus caballeros, la joven estaba convencida que un nuevo poder se alzaría pronto a acabar con la paz conseguida que tanto trabajo les costó.

 

 

 

El grupo de Saga, Milo y Shun que estaba en Italia al igual que los otros grupos no había tenido éxito pero una noche en un pueblo remoto en Italia, Saga notó algo extraño, era mas como un presentimiento, una presencia si se la podía llamar así, Milo en cambio estaba convencido de haber visto sombras que los seguían desde hace rato, solo esta noche, no las otras noches, Saga se detuvo en un callejón y miró a su alrededor con aire pensativo.

 

 

 

- Qué sucede? – dijo Milo en un susurro

 

- No lo sé, algo pasa – contestó Saga

 

- Viste algo? – preguntó Shun

 

- Ver, no, mas bien sentí algo, no lo puedo explicar – susurró Saga

 

 

 

De repente las cadenas de Andrómeda detectaron algo y muy cerca pero antes de que pudieran reaccionar realmente, sintieron la misma sensación pasada como en el templo del Patriarca y no se pudieron mover, vieron acercarse a 3 figuras encapuchadas, estas caminaban rodeándolos sin prisas, acercándose sigilosamente, los 3 caballeros no podían ni hablar por lo que totalmente indefensos  sintieron como sin decir una sola palabra los encapuchados desprendían la parte de la armadura que cubría sus brazos derechos, otra figura encapuchada apareció de a nada en medio de los caballeros y mientras murmuraba palabras que no entendieron, era como un cántico en otro idioma, alzó sus manos al cielo conjurando 3 brazaletes metálicos plateados que brillaron intensamente por un momento, cada uno de los encapuchados tomo un brazalete y lo ajustaron a la muñeca de los caballeros.

 

 

 

Saga, Milo y Shun sintieron un escalofrío recorrer sus cuerpos como si la vida misma les fuera arrebatada, vieron impotentes como sus armaduras comenzaban a vibrar suavemente para luego desprenderse de sus cuerpos y posteriormente  desaparecer ante sus ojos.  Al cabo de unos minutos pudieron moverse otra vez, pero cayeron al suelo pesadamente, lentamente se intentaban incorporar pero era como si sus cuerpos pesaran toneladas, mientras se debatían en el suelo escucharon una fría voz femenina.

 

 

 

- No lo intenten caballeros de Atena, ya no les queda nada

 

- Quienes son ustedes? Qué nos han hecho? – dijo con dificultad Milo

 

- Están buscando lo que no se les ha perdido – dijo la joven con un aire divertido

 

- Suéltanos ahora¡¡ - ordenó Saga

 

La joven soltó una risita y se agachó hasta ponerse a la altura del caballero dorado de géminis

 

- Lo siento caballero, pero no creo que estás en capacidad de ordenar nada

 

- Por qué? – empezó a preguntar Shun y la muchacha lo interrumpió

 

- Han sido una molestia para nuestra orden, Ja, pero ahora ya no interferirán en nuestros planes, llévenselos.

 

 

 

Una de las figuras encapuchadas tenía en sus manos una pequeña esfera de cristal que lanzó al suelo la que rompiéndose abrió un portal, los encapuchados lanzaron  a los caballeros a través de él y la oscuridad reinó nuevamente en ese callejón.

 

 

 

 


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