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QUE SOY PARA TI?? por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traiga la actualización, ayer tenía frío pero el capitulo me salio todo candente, ojala les guste

CAPITULO VI.- ENTREGA


 


Hades llamó a Minos para que le contara todo lo que pasó en el Santuario y se mostró complacido de que Milo no estuviera presente y Shun no lo haya visto, no lo iba a reconocer nunca, ni bajo tortura pero apenas su niño salió de Giudecca el Dios se arrepintió de haberlo mandado, los celos que tenía por la cercanía que pudo haber tenido Shun con Milo le carcomían al alma, el hecho de que el Escorpión no estuviera en el Santuario había jugado a su favor.


 


Los días siguientes volvieron a la rutina normal en Giudecca, Hades no había vuelto a insinuar nada a Shun y su relación volvía a ser lo que era, en apariencia ya que Shun estaba muy inquieto por todo lo que había pasado últimamente.


 


Hades le había dicho claramente o lo mas claro que el Dios de los muertos se permitiría hablar, que quería algo mas que una amistad con él, pero no le había especificado qué era lo que quería, le había dicho también que si no estaba de acuerdo en algo podía convencerlo de lo contrario, lo que no había detallado era cómo podía convencerlo, le había dicho también que dependía de él si quería ser feliz o no, nunca le había negado nada, lo había defendido a costa de su propia integridad, había ayudado indirectamente a Saori y le había permitido ver a Ikky, sería posible que el Dios lo amara?, eso había dicho Hécate, pero no lo sabía, el Dios nunca se lo había dicho, ni se lo había insinuado, talvez solo le gustaba, lo encontraba atractivo y lo quería llevar a la cama, además si así fuera eso no importaba, el amaba a Milo, Milo… no había podido verlo, cielos todo era tan confuso y además estaba el hecho de que Hades lo había besado si se le podía llamar un beso a ese leve roce de sus labios que lo hizo sentir… rayos no sabía que sintió… era un no se que y lo puso no se como, y lo peor era que no podía dejar de pensar en ese leve roce, el joven vivía en una  incertidumbre bárbara, al pasar los días la situación se le hacía insostenible.


 


Hades había salido a dar un paseo y a ver a su pequeña tentación mientras trabajaba, le gustaba observarlo subido en las escaleras totalmente concentrado en lo que hacía que nunca se daba cuenta que era observado, esa mañana no fue así, Shun no estaba trabajando, el joven estaba sentado en una banca recostado en su espaldar dentro del templo que estaba restaurando parecía sumido en sus pensamientos, tenía la mirada fija al frente, de pronto cerró fuertemente sus ojos y de manera inconciente, o por lo menos eso le pareció al Dios, llevó su pequeña mano a su boca y acariciaba sus labios, como si estuviera recordando algo y sonreía, Hades no lo pudo resistir, entró al templo lo tomó de los brazos haciendo que se ponga de pie y lo besó con fuerza y pasión, el joven abrió los ojos con sorpresa pero no opuso resistencia, sentía que sus piernas se volvían gelatina, su corazón empezaba a latir con violencia, al inicio no correspondía el beso y se quedó parado estático, pero luego mandó todo al diablo y se dejó llevar, rodeaba el cuello del mayor con sus brazos, inclinaba su cabeza y entre abría los labios para dar paso a la húmeda lengua del Dios que invadió sin demora su boca que la recibió gustosa, Hades lo abrazaba y estaba fascinado por el hecho de que el pequeño estaba besándolo también, acariciaba la joven espalda reduciendo las distancias y pegando sus cuerpos, cuando se separaron buscando aire Hades reclamó el cuello de Shun y lo besaba sensualmente utilizando su lengua, el peliverde respiraba entre cortadamente y emitía leves gemidos mientras enredaba sus dedos en el negro cabello del Dios, Hades lo empujó hasta la pared y lo acorraló fundiendo sus cuerpos aumentando la pasión de sus besos y caricias, pero en medio de esto cuando Hades coló una de sus manos bajo la camisa de Shun y acariciaba la desnuda piel de su espalda, Shun reaccionó y puso sus manos en el pecho del mayor intentando separarlo.


 


- No Hades, espera – dijo el joven entre jadeos


- Qué sucede pequeño? – dijo mientras lamía el lóbulo de su oreja


- No, esto no está bien


- Por qué? – dijo el mayor besando nuevamente su cuello


- Yo… yo…


- Tu qué? – dijo mirándolo a los ojos


- Milo… - dijo el menor en voz baja


Eso era lo único que podía decir Shun para que el mayor lo soltara, así que lo soltó pero no parecía molesto ni nada, acarició su mejilla con el dorso de su mano y lo miró con ternura


- Está bien, esperaré a que tu vengas a mi


 


Hades se dio media vuelta y se fue dejando, si cabe la posibilidad, a un mas confundido peliverde, el amaba a Milo, pero… la atracción que sentía por Hades era muy fuerte, con un beso, solo con uno lo había dejado total y absolutamente excitado y caliente, le faltaba el aire y se sentía tan… tan… diablos no lo podía explicar, ni siquiera Milo, el mas sexy de los caballeros con sus besos lo había puesto así nunca, el joven necesitaba una ducha fría con urgencia, Rayos¡¡, es que Hades era extremadamente sensual, con ese sedoso cabello negro, sus ojos profundamente azules, esos fogosos y hábiles labios mmmmm¡, esa suave y firme piel, ese cuerpo que estaba para morirse, cielos¡¡, esos poderosos brazos, esas bien torneadas piernas, a Shun se le hacía agua la boca pensando en ese Dios que realmente estaba como le daba la gana, pero… era atracción o algo mas?.


 


La tarde pasó con lentitud, se volvieron a ver en la cena, Shun estaba muy avergonzado y extrañamente silencioso, el Dios de los muertos lo notó pero no dijo nada, había decidido dar su espacio al pequeño, terminaron de cenar y subieron juntos a las habitaciones, en el pasillo Hades dijo un simple hasta mañana al joven que no respondió nada y se quedó inmóvil, Hades se volteó y al verlo estático con la mirada perdida concentrado totalmente en quien sabe qué, se acercó a él, acarició suavemente su rostro sacándolo de su ensimismamiento, Shun no dijo nada, pero con una mirada extraña entre indecisión y deseo se acercó al Dios, suavemente acarició sus costados, subió sus manos por el poderoso pecho, rodeó su cuello con sus brazos y le plantó un suave beso en los labios, el Dios estaba tan sorprendido que al inicio no reaccionó, cuando el menor se separó y lo miraba expectante el mayor sonrió, lo tomó de la cintura atrayéndolo a su cuerpo y de la nuca buscando sus labios y lo besó con pasión, Shun correspondía entregándose a esta sensación tan especial que solo el Dios de los muertos había despertado en él, Hades lo sujetó de la cintura y lo levantó, Shun instintivamente rodeó con sus piernas el cuerpo de su Dios que lo recostó contra la pared del pasillo sosteniéndolo de las nalgas, rompieron el beso y Shun emitió un gemido suave cuando Hades comenzó a besar y morder su cuello, el joven se aferraba a Hades como si su vida dependiera de ello, se aferraba de ese fuerte cuerpo que lo llenaba de placer y gemía con voz baja.


 


Hades abrió la puerta de su habitación, se dirigió directamente a la cama y depositó a Shun cayendo sobre él que solo se río pero se dejó hacer, el Dios comenzó a desnudar al pequeño, abrió su camisa besando esa pálida piel, su lengua lo recorrió entero haciendo sensuales círculos y atendiendo esas zonas tan sensibles que arrancaban gemidos cada vez mas fuertes a Shun que intentaba sacar la camisa de Hades y el complacientemente se la quitó, el menor acariciaba su espalda y entrelazaba sus dedos en los sedosos cabellos negros.


 


Hades empezó a masajear la entrepierna de Shun y este se movía provocativamente en la cama, mecía sus caderas inconcientemente para profundizar estas caricias, tenía los ojos fuertemente cerrados y pronunciaba el nombre del Dios entre gemidos, para Hades esta era la visión de lo sublime, el mayor abrió los pantalones de Shun y se los quitó de un tirón dejándolo desnudo, se ubicó entre sus piernas, buscó sus labios mientras comenzaba a masturbarlo, Shun pronunciaba su nombre y se aferraba a las sábanas cuando Hades llevó su endurecido miembro a su boca donde su hábil lengua lo agasajaba enloqueciéndolo de placer con cada lamida y chupada que le brindaba.


 


Hades siempre quiso ver a su niño así, totalmente fuera de control, tenía los ojos fuertemente cerrados, las mejillas sonrosadas, la boca ligeramente entre abierta, se retorcía en la cama literalmente por el placer que cruzaba por su cuerpo y pronunciaba su nombre, al fin su momento llegó, se arqueó en la cama dejando escapar su esencia que el mayor recibió sin desperdiciar ni una sola gota, Hades se acabó de desnudar mientras el pequeño intentaba recuperar el aliento y el mayor acariciaba sus piernas, sus caderas y subía por su cuerpo devorándolo todo, dejando un camino de besos y mordidas que marcaban su blanca piel, Shun tenía aún los ojos cerrados pero dijo en voz sumamente clara y llena de pasión.


 


- No te detengas, tómame, hazme tuyo


 


Hades sonrió y lo siguió besando, subiendo lentamente por su cuerpo, Shun arañó la espalda y esta vez sosteniendo el rostro del mayor y mirándolo a los ojos le dijo


 


- Tómame, quiero sentirte dentro – y rodeó el cuerpo del Dios con sus piernas, bajó una de sus manos y buscó el miembro del mayor acariciándolo aunque la verdad no hacía falta, el Dios estaba mas duro que una piedra, el menor buscó sus labios y se besaron con pasión mientras sus caderas se movían rozando sus miembros, el Dios se estiró por sobre Shun a su mesa de noche y tomó un pote de crema, se arrodilló en la cama entre las piernas abiertas de Shun y comenzó a lubricar su entrada, introdujo un dedo mientras besaba otra vez a su nuevo amante que se tensó pero intentaba relajarse, luego otro dedo le hizo compañía al primero y un tercero después y hacían movimientos circulares dilatando la estrecha entrada, preparándolo para lo que vendría, al fin retiró sus dedos y posicionó su miembro en la entrada de esa estrecha “cueva del milagro” y empezó a empujar.


 


Shun sentía que lo estaban partiendo en dos, un dolor intenso lo atenazaba, intentaba relajarse y respirar pero no lo conseguía del todo, cuando el miembro completo estuvo dentro, el Dios del averno lo besaba con pasión urgiéndole que se relajara, cuando el mayor lo notó menos tenso empezó a moverse en su interior, era una sensación dolorosa e incómoda al principio pero luego al conseguir relajarse un poco sintió como lentamente una ola de placer, el mas delicioso placer lo envolvía, con esos movimientos rítmicos donde el mayor entraba y salía de su cuerpo tocando aquel punto centro de su placer, el joven creía enloquecer y mas cuando el mayor comenzó a acariciar su miembro que estaba totalmente duro entre ambos, el clímax de estos dos amantes llegó entre jadeos y gemidos intensos, el mayor depositó su semilla dentro del mas joven y este entre ambos, con delicadeza en Dios de los muertos salió del cuerpo de Shun y permitió que este se acurrucara contra su pecho durmiéndose exhausto.


 


Shun despertó un poco desorientado, estaba recostado de lado, abrió los ojos y se dio cuenta de donde estaba, se volteó esperando encontrar a Hades pero no estaba allí, estaba solo, recordó lo que había pasado la noche anterior y una tristeza infinita lo invadió, ya no era virgen y el se estaba guardando para Milo, se lo había prometido y estuvieron a punto de hacerlo pero la vida se interpuso en sus planes, recordó a Milo, el hombre que supuestamente amaba, cielos¡¡, como pudo acostarse con otro, pensó en su nissan al que nunca volvería a ver, pensó en sus amigos que siempre extrañaba, acababa de pasarle algo importante y no tenía a quien contarle, pero estaba Hades, el hombre que nublaba sus sentidos, con un gesto robaba la poca cordura que le quedaba y lo enloquecía.


 


El joven estaba tan confundido y desubicado, se sentía tan solo, se recostó otra vez, estaba un poco adolorido pero no era mayor cosa, sin poder evitarlo se abrazó a si mismo y lloraba suavemente.


 


La puerta se abrió dando paso al Dios de los muertos que vestía solamente una bata, mirando el estado en el que estaba su joven amante se apresuró a su lado, se arrodilló frente a él, acarició su rostro limpiando sus lágrimas y con una voz suave con tono preocupado preguntó:


 


- Qué sucede pequeño? Ya estoy aquí, solo fui a encargar el desayuno, aún es temprano, no creí que despertarías en mi ausencia


Shun secó sus lágrimas brindándole una sonrisa al Dios


- No pasa nada, son tonterías mías nada más, no me hagas caso


- Me parte el alma verte llorar


- Tranquilo, estoy bien


 


Shun se incorporó un poco y buscó los labios del mayor que respondió el beso y lo profundizaba mientras se sacaba la bata y se metía en la cama, Shun se dejaba besar y acariciar y correspondía a las atenciones brindadas por el Dios pero este lo notaba como ausente, no estaba entregado a él como la noche pasada, Hades lo hizo girar haciendo que el menor quede sobre el mientras se besaban


 


- Que sientes? – preguntó el mayor, Shun se separó un poco mirándolo con intriga


- Qué sentiste anoche? – continuó el Dios acariciando el pecho de Shun y bajando a su vientre, el peliverde se ruborizó y no dijo nada


- Vamos dime, quiero saber – insistió el mayor


- Yo… me da vergüenza hablar de ciertas cosas – dijo el joven retirándose de sobre el Dios y sentándose junto a el en la cama, Hades se incorporó y buscó sus labios y se acomodó sobre el recostándolo otra vez sobre las almohadas abriendo sus piernas para acomodarse mejor entre ellas y le susurró en el oído


- No sientas vergüenza conmigo, me puedes contar lo que sea


 


El Dios recorrió esa dulce oreja con su lengua y Shun se estremeció, el mayor comenzó a besar su cuello mientras acariciaba sus costados, sus caderas, sus muslos los que levantó haciendo que Shun lo rodeara con sus piernas, siguió su camino de besos y caricias al menor que correspondía con timidez, suaves gemidos escaparon de su boca cuando el Dios tomó su miembro con las manos y comenzó a masturbarlo, el joven movía las caderas sensualmente mientras mantenía los ojos cerrados y acariciaba la espalda del hombre que lentamente lo penetraba, el mas joven se arqueaba en la cama, un par de lágrimas escapaban de sus verdes ojos por el dolor de la invasión que poco a poco fue cediendo y dio paso a una sensación divina, el mayor embestía con fuerza y firmeza ese joven cuerpo del que parecía adicto llenándolos a ambos de placer, cuando ambos alcanzaron el clímax cayeron rendidos entre las sábanas y abrazados se durmieron otra vez.


 


Los días pasaron en el Inframundo con una pasmosa calma, Hades siempre ocupado con sus asuntos, Shun seguía con sus restauraciones en los Campos Elíseos, todo en apariencia estaba normal salvo cuando la pareja se encontraba a solas, sus noches compartidas eran cargadas de pasión y deseo, Shun se entregaba una y otra vez a Hades que lo tomaba con ansias, ese chiquillo se le había metido en la piel, el Dios tenía una real necesidad de sentirlo suyo pero sabía que no era así, a veces sin que el menor se diera cuenta lo observaba mientras trabajaba, había días en los que se mostraba tranquilo y feliz?? Y el pequeño brillaba, otros días se mostraba triste o melancólico, pensativo sin razón aparente, el Dios había intentado por todos los medios que le abriera su corazón pero el peliverde no lo había hecho, al menos no totalmente y esta incertidumbre lo estaba matando.


 



Notas finales:

Gracias por sus comentarios, y gracias por leer


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