5.- CALMA?
BadLuck había terminado de ensayar, ya tenían permiso para retirarse, los primeros en hacerlo fueron Sakano y Suguru los cuales se fueron juntos ante la atenta mirada de Hiro, Shuichi y K, una sonrisa se dibujo en su rostro, al parecer esos dos tenían algo y poco a poco estaban dejando que lo vieran, eso era bueno ya que los dos siempre han sido muy reservados con su vida privada y que la compartan significaba que les empezaban a tener confianza.
Después Shuichi recibió un mensaje de Yuki, diciéndole que ya se encontraba fuera de la disquera, agradeció ese gesto la verdad no deseaba quedarse esperando fuera el solo a que llegara, pero tampoco quería salir del estudio solo, quería pedirle de favor a Hiro pero se había dado cuenta que esos dos se traían algo en plan romántico y no quería ser una molestia.
Trago fuerte y se armo de valor, tenía que ir porque su rubio ya lo esperaba, iba a abrir la puerta cuando Hiro le hablo.
- Espera Shu! Te acompaño – le dijo dándole una sonrisa, la verdad es que había visto al pequeño pelirrosa algo indeciso y asustado mirando hacia la puerta, al parecer no quería salir solo, decidió acompañarlo ya que conocía al pelirrosa y sabia que no pediría el favor con tal de o “molestar”.
- pero…
- no te preocupes pink boy, los alcanzo en seguida, dejo unos papeles listos y ya salgo para ir a casa, verdad Hiro – dijo el americano para ayudar a convencer al pelirrosa, sabía que tenía que darles un poco de privacidad, era verdad que quería quedarse un momento a solas con su niño pelirrojo pero ya seria en casa.
- bueno, entonces nos adelantamos K, no tardes – le dijo el pelirrojo, miro a su amigo y pudo notar un respiro de alivio, si que estaba agradecido.
Los dos salieron del estudio y se encaminaron al elevador, Shuichi no podía evitar mirar para todos lados, tenía miedo y se le notaba con creces a pesar de querer disimular, por fin llegaron al elevador y entraron.
- Shuichi, dime que es lo que te pasa? – pregunto el pelirrojo mientras estaban dentro del elevador.
- de que hablas Hiro? – se hacia el desentendido.
- vamos Shu, somos amigos desde que tenemos memoria, tú crees que no me doy cuenta de que algo malo te pasa y sé que no es reciente, tienes varios días así, dime, cuéntame, o es que ya no confías en mi? – el pelirrosa volteo a ver a su amigo, el cual lo miraba de una forma seria, estaba hablando enserio, en verdad quería saber, pero él no podía decirle que se estaba volviendo loco, ya que el tan solo creí que era tan solo una mala jugada de su mente, trataba de convencerse de ello, no deseaba preocupar a su amigo, así que sonrió aunque no lo deseara.
- estoy bien Hiro, si tuviera algo desde hace tiempo y te lo hubiera dicho, sabes que siempre te lo cuento todo – por dentro algo le decía que le dijera, pero no podía esa sonrisa falsa no se quitaba de su rostro y sabia que por ese simple hecho Hiro no insistiría, no porque creyera en ella, si no que siempre lo dejaba estar hasta que él estuviera listo para hablar.
- si tu lo dices – el elevador llego a su destino los dos se dirigieron a la salida, se podía ver al rubio escritor recargado en el coche esperando al pelirrosa con cigarro en mano, pero antes de llegar Hiro lo tomo del brazo – pero sabes dónde encontrarme si decides hablar.
Shuichi solo asintió y siguieron caminando hacia el rubio, el cual en cuanto tuvo cerca al pelirrosa lo atrajo hacia él y lo abrazo posesivamente, Shu se sorprendió pero correspondió el abrazo, lo necesitaba, en verdad necesitaba de esa muestra de cariño como nunca antes y agradecía al escritor por dársela, después de que se separaron Yuki tomo la barbilla del pelirrosa y le dio un suave beso en los labios pidiéndole que entrara al carro en seguida lo alcanzaba, el pelirrosa lo miro extrañado pero no dijo nada.
- que es lo que quiere decirme Yuki-san? – pregunto Hiro ahora que estaban solos.
- necesitamos hablar, es por la seguridad de Shuichi – dijo el escritor, Hiro se sorprendió.
- que pasa con él?
- aquí no te puedo decir nada, Seguchi podría estarnos viendo – dijo el rubio sin despegar la vista del pelirrojo – cuídate de él.
- qué? – el pelirrojo se extraño por la advertencia.
- te hablare en la noche, estate al pendiente – después de decir se marcho, Hiro también, al parecer tendría que esperar, todo eso paso ante la atenta mirada de un furioso Thoma.
Hace unos minutos se había topado con su primo y Sakano, los dos le dieron la “excelente” noticia de que Yuki le había propuesto matrimonio al pelirrosa, tuvo que hacer uso de su estupendo autocontrol por no ir y matar al pelirrosa de una buena vez por todas, solo llego a la conclusión de que tenía que adelantar sus planes, aprovecharía cuando Yuki no esté cerca de él, esa sería la única manera y sonrió, sonrió al sentir tan cerca la satisfacción de ver hundido al pelirrosa.
Los dos amantes llegaron a su departamento, Shuichi se veía algo distraído y también un poco nervioso eso lo noto su escritor, el cual no dejaba de mirarlo de reojo, cuando entraron Shu se fue a sentar en el sillón, la verdad se sentía un poco más relajado ahora que se encontraba con Yuki, se sentía seguro estando a su lado, pero lamentablemente eso no bastaba para tranquilizarlo del todo, de repente sintió como unos brazos lo envolvían en un abrazo caluroso, lleno de calidez, se sintió bien y su cuerpo dejo de temblar poco a poco.
- Shuichi, paso algo en la disquera? – pregunto, sintiendo como el cuerpo de su amor se tensaba un poco, pero de nuevo poco a poco se relajaba.
- no, no paso nada Yuki – le dijo con una sonrisa vacía, no quería preocuparlo y causarle molestias, era mejor dejar las cosas así y no preocuparlo por algo que no valía la pena.
- Shuichi – tomo la cara de su niño e hizo que lo viera directamente a los ojos – puedes decirme lo que sea, no tengas miedo, yo quiero saber si algo malo te ha pasado, últimamente has estado distinto, y hace poco te encontré llorando, recuerdas? Una noche antes de que colapsaras.
El pelirrosa abrió los ojos de la impresión, en realidad nunca pensó que el escritor recordara eso, al parecer estaba lo suficientemente consiente como para darse cuenta de ello, pero no deseaba hablar de ello, si era posible olvidarlo lo haría.
- no sé de qué me hablas – dijo el pelirrosa parándose para ir a la recamara, fue seguido por el escritor.
- Shuichi! – Le hablo el escritor – a mi no me engañas, se perfectamente lo que vi.
- pero si estabas mas dormido que despierto, fue tan solo tu imaginación, aparte recuerda que recién salía de la ducha por lo cual pudiste confundirte.
El escritor se quedo pensando en eso, la verdad es que eso podía ser verdad, pero en ese caso porque estaba tan nervioso el pequeño pelirrosa.
- Shuichi dime, alguien te ha estado perturbando o…soy yo acaso? – tenía que preguntar, después de todo no hace mucho que estaba intentando cambiar para Shuichi, pero podía ser que lo había hecho demasiado tarde y eso lo asustaba, aunque también estaba consciente de que Thoma ya podría haber tenido tiempo molestando Shu.
- NO! – negó rápidamente, pero también tenía que ser sincero con respecto al rubio – he de admitir que no hace apenas unos días pensaba que no obtendría de ti más que lo que tenia, pero de eso siempre había sido consiente y estaba dispuesto a soportarlo con tal de estar a tu lado y ahora que has cambiado, que e muestras cariño siento que no podía ser más feliz y para ser honesto ya no estoy dispuesto a recibir menos de lo que me das ahora.
- y yo no estoy dispuesto a darte menos Shuichi – dijo el escritor acercándose al pelirrosa – deseo darte mucho mas, cada día, poco a poco, deseo darte todo de mi – lo tomo de la cintura y le dio un beso – te amo.
- yo también te amo Yuki – dijo el pelirrosa sonriéndole de manera sincera mirando esos ojos de una manera llena de cariño y amor.
- entonces dime Shuichi, que es? Confía en mí – le decía mientras besaba el rostro del pelirrosa.
- no es nada Yuki, no te preocupes, si dices que he estado raro ha de ser por la presión del concurso, pero solo es eso estaré bien – dijo el pelirrosa mientras abrazaba al rubio y se dejaba hacer mimos.
Yuki correspondió el abrazo y escondió su rostro entre el cuello del chico, la verdad es que no le creía en lo absoluto, pero sabía que ese chico no soltaría nada, lo conocía bien, podía llegar a quejarse de estupideces pero cuando se trataba de cosas que en realidad le producían dolor simplemente se quedaba callado como si fuera lo menos importante, solo para esconder su sufrimiento y no preocupar a nadie y lo que más le angustiaba es que no solo a él le ocultaba las cosas porque sabía que si el pelirrojo supiera algo ya se lo hubiera comentado.
Después de eso los dos se pusieron cómodos para cenar algo, cuando terminaron Yuki lo mando a la cama diciéndole que escribiría unas cuantas páginas de su novela y que iría en una hora, Shuichi se fue a dormir despidiéndose con un beso del rubio, este cuando se vio solo fue hacia su despacho cerrándolo, tomo su teléfono y marco el numero de Hiroshi, después de dos tonos contestaron.
- Si?
- Hiroshi, soy yo Yuki Eiri.
- si esperaba su llamada, dígame, que ocurre con Shuichi.
- mira, aun no tenemos pruebas en concreto, pero puede que Seguchi trame algo fuerte contra de Shuichi, puede que esté en peligro.
- qué? Pero porque? Que le ha hecho Shu para que quiera algo contra él?
- entrar en mi vida – hubo un silesio en la línea que fue cortado por el escritor – Seguchi es una persona peligrosa, esta obsesionado con que Shuichi no es el indicado para mi, por lo que me imagino que querrá quitarlo del camino.
- que podemos hacer?
- mira lo mejor será que nos reunamos todas las personas que nos interesa Shuichi – esto sí que no se lo creía, el sugiriendo una junta con esa bola de locos, qué más da, todo sea por Shuichi – necesitamos plantearles como están las cosas, no se pero creo que Seguchi no lo atacara si esta con alguno de nosotros, no por miedo si no por asegurarse de no ser descubierto o verse en la necesidad de… eliminar a más de uno.
- tanto así es? – no podía creer lo que estaba escuchando.
- sí, el es peligroso y una persona común es peligrosa siendo obsesiva imagínate a Seguchi siendo obsesivo.
- ya veo, pero no podemos dejar a Shu solo.
- lo sé, tenemos que inventar algo.
- uhm ya se, déjamelo a mí, yo le diré a K y a Suguru.
- y el tal Sakano? – le preocupaba mas este que Suguru ya que aunque fueran familia, él y Seguchi no tienen una relación de lo mas cariñosa se podía decir que se odiaban.
- no se preocupe por él, a pesar de que admira a Seguchi últimamente ha estado no muy agosto con la actitud de Seguchi, aparte a él le pediré que se quede con Shu.
- uhm, estás seguro?
- sí.
- bien, entonces yo me hare cargo de Tatsuha y Ryuchi – dijo el rubio.
- ellos ya regresan?
- si ahorita deben estar siendo interceptados por mi hermana.
- su hermana?
- si ella me comento un poco de lo que está pasando.
- ya veo, entonces mañana en la mañana después de que deje a Shu le marco para ver lo que vamos a hacer, para poder hablar y no dejar solo a Shu.
- bien, espero tu llamada.
Al día siguiente Yuki de nuevo dejo a Shu, el pelirrosa entro y el rubio se quedo un momento, estaba preocupado por su bola rosa, tuvo una fuerte pesadillas en la noche, con sucesos del pasado que ni el mismo quería recordar, ahora más que nunca necesitaba alejarlo de la maldad de Seguchi, pero la pregunta de los mil dólares, lo lograra?
Antes de arrancar el auto vio a una persona que se le hizo muy conocida, iba entrando a NG, tal vez por eso lo sonaba su rostro, si no fuera por los lentes y el polarizado del carro estaba seguro que lo hubiera visto bien y lo reconocería, no le dio más importancia y arranco el carro para ir a esperar la llamada de Hiroshi.
Shuichi se había encontrado con Suguru que había ido a la cafetería por un jugo, los dos se encontraban platicando, empezaron a caminar para ir al elevador, pero alguien paso muy cerca del pelirrosa chocando con su brazo, este vio quien había sido y abrió desmesuradamente los ojos por la impresión, y detuvo sus pasos, vio como esta persona entraba en el elevador para después voltear a verlo con una sonrisa prepotente en su rostro, vio como Suguru iba a entrar en el elevador y lo detiene del brazo, este se le queda mirando extrañado al pelirrosa.
Shu por acto reflejo había detenido al menor, no quería que él estuviera solo en el elevador con ese sujeto ya que el sabía que no entraría, se había quedado clavado en el piso, pero al ver a su amigo caminar hacia él y ver la mirada del otro sabía que no podía permitir que Suguru se fuera con ese sujeto, solo, vio como el elevador se cerraba quedando a salvo de ese sujeto.
- …Aisawa… - fue el susurro que salió de los labios de Shuichi, Suguru por su parte lo miro preocupado, en la noche había recibido una llamada de Hiro y se había quedado muy intranquilo.
- que sucede Shuichi? – le pregunto el menor mirándole a los ojos.
- … - volteo a ver a Suguru y se percato de que lo miraba con mucha preocupación, era lo que menos deseaba, pero su cuerpo no podía dejar de temblar, le sonrió lo mas creíble que podía – no te preocupes no es nada, es que se me antojo el jugo y me gustaría que me acompañaras a comprar uno.
- seguro que es eso? – Suguru escucho el nombre que susurro Shuichi por lo que sabía que la persona que había subido en el elevador había sido quien provocara el recién estado de Shuichi, aunque no lo parecía el menor apreciaba mucho al pelirrosa por lo que no podía evitar preocuparse.
- que mas podría ser? – le dijo con una sonrisa, poco a poco iba tranquilizándose.
- bien vamos… - lo miro a los ojos y suspiro, no iba a lograr nada ya lo comentaría después con Hiro y los otros – pero rápido que tenemos mucho trabajo y necesito salir inmediatamente a la hora de salida.
- tienes un compromiso importante?
- la verdad si, voy a ver si consigo el nuevo modelo de teclados, quisiera saber cuánto cuesta para ver si me lo costea la empresa, pero antes quiero estar seguro que es mejor que el que tengo.
- ya veo, que bien.
Después de ir por el jugo los dos chicos se fueron juntos al estudio, tanto K como Hiro notaron el nerviosismo del chico, pero era increíble ver como este desaparecía cuando cantaba, al parecer siempre ha sido la mejor terapia para Shuichi, pasaron las horas y el pelirrosa tuvo la necesidad de ir al baño, por un momento se le había pasado el temor y decidió ir solo, pero fue mala idea, cuando iba saliendo del baño se encontró con Seguchi y este no lo miraba de la mejor forma posible.
- Shindou, escuche que Eiri-san le propuso matrimonio – le dijo parándose frente a la puerta para no darle escapatoria.
- s-si Seguchi-san – le dijo poniendo una sonrisa nerviosa en su rostro.
- no lo puedo creer, que sucias artimañas utilizaste esta vez, ah? – lo tomo de los hombros y lo miraba con mucho rencor, Shuichi por su parte se asusto por el repentino ataque por parte del rubio.
- yo… yo no he hecho nada de eso, Yuki me ama, es por eso que… - no pudo terminar ya que ahora se encontraba en el piso producto de una fuerte cachetada.
- no confunda el amor con lastima Shindou, siempre disfrazándose de victima ante él, si el viera lo asqueroso que en realidad es ya se hubiera desecho de usted librándose de una molestia.
- yo… no es verdad – Shuichi no pudo retener las lagrimas.
- usted solo es un estorbo en la vida de Eiri-san, el podría tener a alguien mucho mejor, incluso una mujer que le pueda dar lo que usted jamás podrá, una familia, lo que incluso todos los parientes y el mismo desea tener en el futuro, un hijo propio, pero como siente lastima de alguien como usted decide sacrificar eso y quedarse con alguien tan molesto como usted.
Shuichi estaba de rodillas en el piso con la cabeza gacha, una de sus manos en la mejilla golpeada y las lagrimas saliendo de sus orbes violetas fuertemente cerrados, Thoma sonrió, le encantaba verlo de esa manera, confundido, triste, adolorido, inferior, pero sabía que aun no era suficiente, le faltaba verlo completamente derrotado y porque no, muerto si fuera necesario.
- debería librarlo de alguien como usted, no nada mas no puede darle una familia si no que también es un mediocre incapaz de cumplir con su trabajo como se debe, no es más que un estorbo en su vida que a la larga lo afectara – después de decir eso se marcho con una sonrisa victoriosa en el rostro, Shuichi no lo pudo ver ya que estaba completamente sumergido en sus pensamientos.
Estaba triste, sentía dolor en el pecho, no podía respirar con normalidad, su mente que ahora estaba frágil le jugaba una mala pasada diciéndole que todo lo que decía Thoma podía ser verdad, que en realidad alguien como él no merecía estar al lado de Yuki Eiri, que en realidad el era repugnante porque su cuerpo estaba manchado, se arrastro hasta uno de los rincones de los baños, se sentó abrazando sus rodillas y metiendo su cara entre ellas, lloraba desconsoladamente.
Hiro se sentía intranquilo ya habían pasado veinte minutos y Shuichi no regresaba, le dijo a K que iba por él, salió directo a los baños, lo que se encontró no fue para nada agradable, Shuichi estaba en un rincón llorando muy dolorosamente, se acerco hasta él y lo abrazo, el pelirrosa se sobresalto y miro hacia su amigo.
- Shuichi, que paso? - Shu no dejaba de llorar y ahora que estaba entre los brazos de su amigo menos, se sentía tan protegido y capaz de desahogarse que no quería contenerse, necesitaba por lo menos esta vez poder decir lo que le pasaba, aunque sea lo que acababa de suceder.
- …Se…guchi… - la voz estaba entrecortada, pero Hiro entendió, cerro sus puños con fuerza, tenía mucho coraje, pero se controlo.
- dime Shu, que te dijo esta vez ese sujeto?
- el me golpeo… y… - Hiro lo separo de sus brazos para mirarlo y ver los ojos de su amigo pelirrosa pero presto más atención a la mejilla de su amigo, la cual estaba levemente rojiza, poso una de sus manos en el área afectada y Shuichi cerró los ojos dejando caer más lagrimas.
- lo voy a… - no termino de decir nada, se iba a parar para ir directo a la oficina del idiota de su jefe, pero Shuichi lo detuvo.
- NO! No quiero que te metas en problemas!!
- pero que dices Shuichi, quien se cree…
- y si él tiene razón? Y si no merezco a Yuki, tal vez… tenga razón…
Hiro lo miro extrañado, que tenía que ver eso? Entonces entendió, ese maldito debió haberse enterado del compromiso del cantante con el escritor por lo que no se quedo con los brazos cruzados y fue a molestar al pobre de Shu, pero quién demonios se creí tan siquiera para pensar que tenía el derecho de ponerle una mano encima al pelirrosa, miro a su amigo, vio sus ojos, estaba perdido, confundido.
Se inca delante de él – Shuichi, que te está pasando, tú no eres así, nunca creerías algo como eso, aparte tu bien sabes que ese escritor te ama, tu lo afirmaste a cada momento los últimos días.
- pero y si soy más que un estorbo.
- tonto si lo fueras es seguro que ese escritor ya te hubiera dejado definitivamente, no crees que eso es obvio?
- … - el pelirrosa no contesto, sabía que eso era verdad, pero su mente estaba muy perturbada.
- y tampoco pienses que es por lástima porque si así fuera no te hubiera propuesto matrimonio, conociéndole diría “que se conforme con sexo, no le daré mas” y mira pronto estarás con el planeando que día te vas a casar.
- su…supongo que tienes razón.
- la tengo Shu, así que ahora levántate, límpiate la cara y sigamos con nuestra música, alégrate el alma Shu, por ti y por el – Hiro dejo de lado el ir y golpear a Seguchi ya que no quería dejar solo a su amigo, aparte tal vez pronto tendría la oportunidad de darle su merecido.