Naruto se había quedado dormido sobre el suelo, tenía los ojos rojos de tanto llorar, Itachi después de haber tomado una ducha y haberse vestido lo cargo y lo deposito en la cama, limpio los restos de lo antes hecho y lo tapo con una sabana, acaricio su rostro y le beso la frente.
-él no te quiere y lo sabes, a pesar de eso… porque…- fue interrumpido por el azabache.
-¿porque lo quiero tanto? El rubio negó con la cabeza.
-no tu no lo quieres, solo es una estúpida obsesión, además de quererlo…. ¿Porque le haces esto?, el parecía sufrir si lo quisieras no le harías esto- se cruzo de brazos y se recargo en el marco de la puerta.
No es asunto tuyo- el azabache se puso de pie y camino hacia la salida -¿no me digas que estas celoso?- el rubio se sonrojo –no te preocupes a ti también te quiero- salió de la habitación seguido por Deidara.
-después de que esto termine que harás con el?- esa pregunta estaba rondando por su cabeza desde que se entero de lo que Itachi hacia con el rubio menor –esta situación no durara siempre y lo sabes-
-no te preocupes Dei ya pensare en algo- se acercó y acorralo al rubio contra la pared –todo estará bien, no deberías ponerte tan celoso, espera y veras tu también te divertirás-sonrió malicioso. El rubio no muy seguro le siguió el juego.
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En el país del bosque….
-a donde vas?- preguntaba alterada una peli rosa
-iré a buscarlo, no puedo quedarme sentado esperando a que hagan algo- el azabache terminaba de cambiarse –así que quítate- la miro con indiferencia
- se lo que sientes, pero en tu condición no lograras nada- la peli rosa seguía tapándole el paso
-ella tiene razón Sasuke, así que cálmate- dijo un peli plata quien pensaban estaba inconsciente debido a la anestesia
-tal vez no gane nada pero no me pienso quedar sentado, hasta ahora lo hemos abandonado y no pienso hacerlo más, iré les parezca o no- empujo a la peli rosa, abrió la ventana y salió sin decir nada más. Dejando a una asustada Sakura y un desconcertado Kakashi.
Corría a toda velocidad y brincaba sobre los arboles, desesperado por encontrar al rubio.
-más te vale que estés bien dobe- la desesperación por encontrarlo era cada vez mayor.
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Mientras tanto…..
-veo que despiertas- llegaba un rubio con una charola en manos –te traje de comer- el rubio menor al verlo solo se envolvió de nuevo en las cobijas. –vamos tienes que comer o si no Itachi se enojara conmigo- pero el menor continuaba sin hace caso. –se que es cruel lo que Itachi te hace pero… digamos que no lo hace con malas intenciones, solo… le gustas aunque a ti no y pues eso provoca que sea así-el rubio menor se descubrió para ver al mayor.
-si tanto le gusto porque me hace esto? No ve que… que… yo no quiero?- comenzaban a salir lagrimas de sus ojos-
-si pero el no sabe como demostrártelo, digamos que es una forma de amar algo bizarra- rio ante lo dicho –pero no es malo-
-para ti no pues a ti no te hace lo que a mí- las lagrimas continuaban brotando de sus ojos. El rubio mayor se acercó y le limpio las lagrimas
-solo dale una oportunidad y veras lo gentil que puede llegar a ser- le acercó a charola con comida –ahora come, tienes que recuperar energías, después báñate que saldremos- el rubio menor lo miro sin entender
-salir? A donde?- no entendía nada
-Itachi me pidió que te sacara un rato, pues… imagina que estar aquí todo el día no es agradable, además quiere que te compre ropa, no siempre estarás desnudo la ropa que traías si no recuerdas esta rota- le dirigió una sonrisa antes de salir, mientras que el menor no sabia que hacer, miro la charola y la dejo a un lado, a como pudo se puso de pie, pues aun le dolía la parte baja a causa de lo sucedido, entro al baño y se dio una ducha. Al salir el rubio ya lo esperaba con un poco de ropa.
-toma ponte esto, seguro te quedara un poco grande pero te servirá mientras encontramos algo de tu talla- el menor tomo la ropa y se la puso, y en efecto le quedaba grande. Al terminar de cambiarse el mayor lo jalo, no sin antes ponerle unas esposas –lo siento pero no me puedo arriesgar a que te escapes, Itachi se enfadaría conmigo-
-lo quieres verdad?- dijo sin pensarlo el ojiazul.
-qué? Bueno es mi amigo es normal- el mayor se puso nervioso por lo que comenzó a caminar evadiendo el tema. Después de un rato de caminar llegaron a un pequeño pueblo, la gente los miraba extrañados pues nunca los habían visto además de que el menor iba con unas esposas así que eso los hacía mas sospechosos.
-y dónde fue?- dijo el menor de repente sorprendiendo a Deidara.
-no lo sé, pero no tardara así que démonos prisa- entraron a una pequeña tienda de ropa, el rubio mayor tomo varias cosas sin siquiera preguntarle a su acompañante si eso le gustaba o no, simplemente eligió por él –bueno ya tienes ropa ahora vamos por unos zapatos y por comida- el menor lo siguió sin replicar y sin siquiera fijarse en nada, iba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando estuvieron de vuelta en el lugar donde estaban refugiándose –bien ve aprobarte esto y acomódalo en el primer cajón del mueble que está en la habitación, esta vacio-
-si- se fue sin decir más, al entrar a la habitación, dejo las cosas a un lado y se tiro sobre la cama sin hacer lo que se le había ordenado, estaba tan ido que ni se percato de que aun tenia las esposas.
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En el país del bosque…
-Tsunade-sama tranquilícese- decía una pelinegra.
-pero que se cree ese mocoso al ir solo, solo será un estorbo- aventó una silla que tenía cerca asustando a Sakura.
-lo siento trate de detenerlo pero no pude- hablo la peli rosa
-tú no tienes la culpa Sakura, pero ese mocoso me va a oír cuando lo encuentre- se dirigía a la salida.
-Tsunade-sama que debo hacer?- la peli rosa camino acercándose a la rubia
-nada tu aun estas herida, quédate y reposa, cuando estés mejor ayuda en el hospital- la chica asintió y la rubia partió seguida de varios grupos de ninjas que de a poco fueron separándose en busca del rubio.
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En otro lugar….
-no debe estar lejos- sostenía la placa de su rubio -espero que no- corría a todo lo que su cuerpo le daba. Invoco unos cuantos halcones, subió en uno de ellos para avanzar más rápido – aguanta usuratonkachi- miraba con desesperación sin encontrar rastro alguno del rubio, lo que comenzaba a desesperarle.
Hizo algunos clones y los esparció por todo el lugar –así tendré más posibilidades de encontrarlos- rápidamente los clones se esparcieron por toda la zona, encontrando uno que otro rastro que de a poco guiaba al verdadero Sasuke al paradero del rubio.
Itachi llego un poco cansado, así que se dirigió a tomar un baño, al salir entro a la habitación donde estaba el rubio menor, este se encontraba durmiendo profundamente, se quedo mirándolo detenidamente y se recostó a su lado.
-Te ves tan lindo así, que me dan ganas de poseerte ahora mismo, pero no quiero interrumpir tu sueño- beso su mejilla y se dispuso a dormir. En cuanto se durmió el rubio abrió los ojos y lo miro por un momento
-No entiendo por qué haces esto- se quedo pensando en lo que Deidara le había dicho, sintiéndose confundido. –Tal vez tenga razón- negó con la cabeza –pero que estoy diciendo, eso no puede ser posible, me estoy volviendo loco- se puso de pie y se alejo del pelinegro, pues con tan solo sentir su presencia sentía un miedo inmenso.
Al día siguiente…..
Abrió sus ojos y se encontraba nuevamente en la cama, levantándose exaltado notando que no tenia las esposas.
-pero cómo, yo estaba…- el pelinegro se acercó.
-si estabas dormido en el suelo, puedo preguntar ¿por qué?- se sentó en la orilla de la cama. Lo que provoco cierta tención en el ambiente.
-bu…bueno yo… solo me senté en el suelo, tenia calor pero… me quede dormido- rio nervioso esperando le creyera, pero el azabache no era tonto, solo le acaricio la mejilla, se levanto y salió de la habitación, a lo que el rubio soltó un fuerte suspiro.
Fuera de la habitación…..
-sucedió algo?- el rubio mayor se acercaba con una bandeja en las manos.
-pues lo noto raro, te ha dicho algo?- lo miraba fijamente
-no, pero es normal, mira que el que literalmente te secuestren, te obliguen a tener sexo y todavía te mantengan encerrado no es muy grato- reía divertido, pero ante la mirada del pelinegro ceso las risas –perdón, pero es la verdad- continuo con su camino entrando a la habitación.
El pelinegro se recargo en la pared y se quedo pensando por un momento, sin decir nada salió del lugar dando una vuelta por el lugar, para despejarse además de checar que nadie anduviera por la zona, sin darse cuenta se alejo mucho de la guarida.
-Debería poner más atención- miro la hora y ya era un poco tarde –fue al pequeño pueblo cercano donde habían ido Deidara y Naruto por la mañana, compro unas cuantas cosas y volvió, pero en su camino noto una presencia muy peculiar –así que ya estás aquí- rio divertido y apresuró el paso –bueno aún tengo tiempo antes de que nos encuentres- al llegar llamo a Deidara quien de inmediato acudió a donde el pelinegro.
-ya está cerca, me ayudaras con lo planeado?- reía malicioso.
-¿y qué es lo planeado?- el pelinegro se acercó y comenzó a decirle lo que tenía planeado, a lo que el rubio rio y acepto no muy gustoso pero acepto pues era el deseo de Itachi.
Fueron a la cocina por unas cosas y regresaron a la habitación donde estaba Naruto, el cual se encontraba sentado en la cama con la mirada perdida.
-ten te trajimos algo de cenar- Itachi le extendió la mano y le dio un pan y un poco de leche, el rubio lo miro dudoso pero acepto la comida pues tenía hambre, miro por un rato la comida para después comenzar a comerla. Itachi le acaricio la cabeza y se sentó a su lado, mientras tanto el rubio mayor parecía buscar algo pero Naruto no presto mucha atención. Pasaron unos minutos y el oji azul comenzó a sentirse extraño.
-no… no me siento bien- dejo a un lado la leche y se recostó.
-que te sucede?- el pelinegro fingió preocupación pues sabía a la perfección lo que le sucedía, dirigiéndole una sonrisa cómplice al rubio mayor quien la correspondió.
-me… siento mareado y… con mucho calor- se sentía abochornado y sus mejillas estaban sonrojadas, su respiración comenzó a agitarse ligeramente, lo que comenzaba a excitar al pelinegro.
-bien creo que comenzaremos- el rubio mayor asintió y se acerco.
-crees que llegue a tiempo?- el pelinegro asintió y rio malicioso.
-deje muy claro nuestra ubicación seguro llega- se acercó al rubio y comenzó a besarle el cuello, el cual al sentir aquel contacto se alejo con la poca fuerza que le quedaba.
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Después de tanto buscar sin resultados comenzó a exasperarse –Naruto, donde diablos estas- se sentó bajo un árbol y se recostó por un momento mirando las nubes – Dame aunque sea una pista esto es exasperante- cerro los ojos y dejo que la tranquilidad del lugar lo inundara.
Abrió de repente los ojos y se levanto con rapidez, pues uno de sus clones al parecer había encontrado una pista, sin dudarlo se dirigió al lugar y en efecto en una rama estaba la camisa del rubio, o lo que quedaba de ella, la tomo y la apretó con fuerza pues no quería imaginar que más le habría hecho su hermano.
-estas me las pagas- se puso de pie y continuo buscando, encontrando más pistas, lo que se le hacía más que extraño pues sabía que seguro su hermano había dejado esas pistas intencionalmente pues no solía ser tan descuidado. Así que apresuro el paso acercándose cada vez más a su destino.
Habían desnudado por completo al rubio menor, el cual sería sintiéndose más que extraño y Deidara e Itachi no desaprovecharon la situación, el pelinegro besaba y lamia cada parte de su cuerpo y el rubio mayor lamia con desesperación sus rosados pezones, estimulando al rubio menor, quien tras cada caricia acezaba y se estremecía involuntariamente, era como si su cuerpo no le respondiera, pues ante tales caricias sentía repulsión pero su cuerpo estaba reaccionando de manera diferente lo que comenzaba a asustarle.
Itachi sonreía malicioso, comenzando a acariciar la entrada del menor, provocándole ligeros espasmos, Deidara se molesto pues a él no le prestaba atención sin embargo continua con lo suyo, continua lamiendo su pecho hasta llegar a su miembro el cual ya estaba más que despierto, comenzando a dar pequeñas lamidas mientras le masturbaba, provocando que ligeros sollozos salieran de la boca del menor.
-veo que te está gustando- dijo el rubio mayor, a lo que el menor agacho la cabeza con indignación y frustración, pues a pesar de que quería detenerlos y alejarse por más que forcejeaba no podía zafarse de ellos, eran mucho más fuertes que él, además que aparentemente había perdido parte de su poca fuerza, lo que empeoraba las cosas.
El azabache estaba más que excitado, así que sin más introdujo dos dígitos en la entrada del rubio menor quien se quejo por el dolor, el azabache comenzó a mover sus dedos con desdén sin importar que lastimara al rubio, el cual seguía quejándose, pero de pronto esas quejas se convirtieron en gemidos, sacándole una gran sonrisa a Itachi.
-te gusta?- lamia y besaba su cuello, a lo que el rubio menor comenzaba a gemir aun mas audible, pues las sensaciones eran muchas, además de que al parecer estaba muy sensible, lo que provocaba que sintiera más placer, le dolía admitirlo, pero sentía la necesidad de ser penetrado, a caso se estaba acostumbrando o comenzaba a gustarle el trato que le daban?, asustado comenzó a llorar pero sin dejar de gemir. Deidara noto que comenzaba a estremecerse con fuerza así que metió por completo el miembro en su boca y lo lamia y succionaba, la felación era rápida y constante, a lo que el rubio no aguanto más y se vino en la boca de Deidara quien bebió toda la escancia del menor.
Itachi levanto la pierna del rubio, saco sus dedos y se disponía a penetrarlo pero Deidara lo detuvo, provocando que Itachi lo viera con enojo.
-Espera, esta vez quiero ser yo quien lo penetre, la vez pasada me toco que me penetrara, además… quiero saber porque tienes tanta obsesión con el- el azabache no muy alegre acepto y dejo que Deidara hiciera lo que quería. Este último se acerco y beso al azabache mientras acercaba su pene a la entrada del rubio y sin gentileza alguna lo penetro de una sola estocada lo que hizo gritar al menor.
-WAAAAAAAA!!!!!!- lagrimas comenzaron a salir de sus ojos zafiro.
-oooh… mmm… que estrecho…aaah…ahora veo porque tu obsesión…- sin siquiera dejar que se acostumbrara comenzó a moverse con frenesí, provocando que un chorro de sangre saliera de la entrada del menor quien continuaba quejándose.
-tranquilo, aun falto yo- Itachi dijo con autoridad a lo que el rubio calmo sus movimientos, casi enseguida comenzó a gemir nuevamente el menor, sintiendo la necesidad de más.
-aaah…..aaah…mng…- se aferro a Itachi sintiendo ligeros espasmos –aah….- Itachi tomo el miembro del menor y comenzó a estimularlo al compas del rubio mayor, pronto este último no soporto más y se vino dentro del menor, llenándolo con su esencia.
-aaah…..me…. me vengo…ah…- al terminar salió de el tirándose a su lado –no… se como aguantas tanto… dentro de él… está muy estrecho…- respiraba agitadamente. Itachi sonrió con superioridad.
-es porque soy superior a ti- le hizo burla al rubio quien se molesto y se disponía a iniciar una pelea, pero el menor los interrumpió, pues sin decir nada se encimo en Itachi.
-n…. no aguato más…por favor… - lo miraba suplicantemente a lo que Itachi no se hizo del rogar comenzando a besarlo y acariciarlo.
-con gusto mi kitsune- sonreía con malicia
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Después de tanto correr llego a lo que parecía una guarida, pues se parecía mucho a las que habitó cuando había ido con Orochimaru, se adentro estando muy atento esperando a que Itachi apareciera, pero este nunca apareció, lo cual se le hacía muy raro pues al parecer era él el que lo había guiado hasta allí.
Lentamente se adentro en el lugar el cual era bastante amplio después de tanto andar escucho unas cuantas voces, cauteloso se acerco, al parecer era Itachi y Deidara quien al parecer discutían, por cautela espero, pero de repente escucho una tercera voz, lo que lo desconcertó pues era la de su Naruto, quien rogaba por algo.
-pero qué diablos- abrió lentamente la puerta, divisando la cara de Naruto, la cual estaba sonrojada y al parecer respiraba con dificultad, de repente Naruto comenzó a gemir, helándole la sangre, sin soportar más abrió la puerta topándose con la escena.
-pero qué demonios estás haciendo, quítate, aléjate de el- se disponía a golpearlo pero Deidara se interpuso.
-tranquilo, que no ves que lo está disfrutando? O acaso no escuchaste como rogaba por más? Ya le di pero al parecer no se sacia, y déjame decirte que tiene un culo de diez, no me extraña que los hermanitos se peleen por tenerlo- reía con cinismo el rubio mayor.
-¿que tú qué?- lo estampo contra la pared -como te atreves a tocarlo- sin dudarlo activo el sharingan, pero el rubio se zafo de su agarre.
-tranquilo, el lo pedía agritos- continuo riendo, un gemido aun más audible saco de sus pensamientos al azabache menor, mirando sin poder creer lo que veía, Naruto estaba sobre Itachi auto penetrándose, tenía la mirada perdida y parecía solo vivir para hacer eso.
-que le hiciste a Naruto- miraba con furia a Itachi quien reia entre gemidos y jadeos.
-lamento decirte…. Que…. El Naruto que conoces… ya no existe…hmng…- se giro y comenzó a penetrarlo con frenesí, sacándole mas gemidos al menor.
-mm…. Más….más… aaah…- se estremecía tras cada embestida.
Más que furioso activo el Susano dispuesto a matar a todo aquel que se le pusiera enfrente, no podía creer lo que veía, ese no era Naruto, no SU Naruto.
Continuara……
...