CAPITULO 5.- LAS CARTAS SOBRE LA MESA
Shiru se sentía peor que una cucaracha pero no podía seguir junto a una mujer que no amaba, era lo mejor, se dio una ducha y bajó las escaleras cuando oyó ruidos en el cuarto de lavado, fue a ver discretamente y eran Shun y Hyoga que estaban muy acaramelados mientras esperaban que las máquinas hicieran su trabajo, una tristeza infinita lo embargó porque recordó que el solía hacer lo mismo con Seiya.
Seiya… rayos porqué nunca lo pudo olvidar?, aún lo amaba pero el castaño le había dicho claramente que no iba a volver con el, ahora estaba con Ikky, el Dragón golpeó su cabeza contra la pared, cómo pudo dejar pasar su oportunidad?, ahora estaba solo… Se sentó en uno de los sillones de la sala luego de encender la chimenea, había hecho el amor con Seiya frente a las llamas de esa misma chimenea la primera vez que el castaño se le entregó, lo había besado por primera vez al pie de las escaleras, tantas noches se habían amado en el jardín cobijados bajo la luz de las estrellas, tantas peleas tontas por sus celos, la infinita paciencia que el castaño le demostraba, poco le faltaba a Shiru para romper a llorar y estaba sumido en sus recuerdos cuando oyó que la puerta se abrió, levantó la mirada y era Ikky el que llegaba, venía solo, Shiru solo lo miró y sin saludarlo se volteó, Ikky se dirigió a él y se sentó en otro de los sillones
- Así que no te fuiste?, pensé que estarías medio camino a China
- Shunrei se fue – dijo Shiru con voz inexpresiva
- Si ya lo sé, yo le llamé el taxi – le dijo el Fénix con ironía
Shiru miró a Ikky y se decidió, ya no podía seguir aguantando todas las indirectas bien directas que el Fénix le enviaba
- Hablemos claro Ikky, tu lo sabes verdad?
- Tu que crees? – dijo el Fénix con una sonrisa torcida
- Seiya te lo contó, no es cierto?
- Si, lo hizo – dijo Ikky cruzando su pierna poniéndose cómodo en el sillón – y ya que estamos hablando claro, me puedes decir porqué le dijiste todas esas estupideces la noche pasada?
- Te contó eso también? – el Dragón no lo podía creer
- Seiya me lo cuenta todo Shiru – dijo Ikky con naturalidad – tu conoces como es
- Pero…
- Las cosas cambiaron mucho desde de que te fuiste, el no es el mismo que dejaste, no depende de ti para todo lagartija rastrera – Dijo Ikky con furia contenida
- Y de quien depende ahora, de ti? – preguntó el Dragón celoso
- No, no depende de nadie, tu acabaste con su inocencia e ingenuidad, lo endureciste, lo hiciste madurar a golpes, sufrió mucho por tu abandono – le reclamó el Fénix
- No fue nunca mi intención lastimarlo – contestó Shiru
- Que noble de tu parte haberte ido para que no sufriera entonces – ironizó Ikky – supongo que demostraste la misma nobleza esta mañana con Shunrei verdad?
- No te metas en lo que no sabes – contestó molesto el Dragón
- De acuerdo, pero no te preocupes, cumpliste con tu propósito, Seiya ahora está bien, ha salido adelante y rehizo su vida, no era eso lo que querías?
- Pero tenía que ser contigo? En tus brazos? En tu cama? – Shiru estaba claramente celoso y molesto
- Dicho como todo un ex, celoso de la nueva pareja, vaya que original, pero déjame decirte que si, el está muy bien en mis brazos y en mi cama – dijo Ikky sonriendo otra vez – Y te lo advierto no te cruces en mi camino, tu ya lo perdiste, acéptalo y lárgate
Hubiera sido mejor si Ikky se acabara de enfurecer y le gritara, pero en vez de eso le hablaba con voz baja cargada de decepción e ira
- Yo lo amo – dijo tercamente el Dragón
- No, tu no lo amas
- Claro que sí, tu que sabes?
- Yo solo se que uno no hace sufrir a las personas que ama, si tu dices que lo amas entonces no sabes amar
- Y tu me vas a enseñar no??, tu??
- Por qué no? Si lo amas en verdad déjalo tranquilo, déjalo ser feliz
- El fue muy feliz conmigo
- Creo que la palabra importante en esa oración es “fue”, tiempo pasado
- Lo haré feliz – Insistía el Dragón
- No podrás – dijo Ikky recargándose en el sillón con mucha seguridad
La puerta volvió a abrirse y era Seiya el que entraba y no le gustó mucho que su ex y su actual novio conversaran tan solos, en especial por la cara de enojo que tenía el poderoso Fénix
- Interrumpo? – preguntó Seiya parado algo inseguro desde la puerta
- No chiquito, solo hablábamos, verdad Shiru? – el tono del Fénix era de aparente calma, pero Seiya se dio cuenta claramente que estaba molesto aunque su expresión se relajó al verlo
- Si, Hola Seiya – saludó fríamente el Dragón
- Hola, y de que hablaban? – el castaño caminó lentamente hasta los dos chicos y se paró junto a Ikky que tomó su mano y la besó
- De que es tarde, pero si te apuras y te cambias llegaremos a la película que me has hostigado para ir a ver mas de una semana – dijo Ikky sonriéndole a su castaño
- Oh cierto¡¡, era hoy, ahh¡¡, me entretuve en la Biblioteca, dame 5 minutos y nos vamos
- Está bien – dijo Ikky, Seiya subió corriendo las escaleras e Ikky se recostó en el sofá una vez mas
- Tu lo amas? – preguntó Shiru con dolor
- Te importa acaso?, tu no tienes derecho de preguntar nada ni decir nada, la carta que le dejaste lo explica todo
- Tu leíste esa carta? – a Shiru se le subieron los colores al rostro
- Claro que si – dijo Ikky en un susurro
- No puedo creer que Seiya…
- Me la mostrara?, no lo hizo, la encontré por accidente, pensé que te conocía Shiru, cómo pudiste ser tan cruel, como pudiste dejarlo así, hacerle eso a la persona que supuestamente ahora dices que amas?
- Yo… yo… no…
- Tu que?
- Yo estaba tan confundido, tenía algunos problemas en la facultad, la gente se burlaba de Shun y Hyoga y de mi por ser su amigo, y yo no pude manejarlo, después insinuaban que como vivíamos todos juntos yo debía tener algo con Seiya o contigo y pues yo…
- Te asustaste? De los chismes? Del que dirán?, eres un perfecto imbecil, no cabe duda – dijo Ikky con disgusto
- Eso lo se ahora – dijo Shiru con voz baja mirando al piso
- Y encima de tu estupidez con Seiya, vas y destruyes la vida de Shunrei, ella te ama, no se porqué pero lo hace
- Yo pensé… yo creí que…
- Qué? Ella te amaba y su amor sería suficiente para los dos?
- Algo así
- Estás mal amigo, estás muy mal, pero no te atrevas a intentar arrastrar a Seiya a tu hoyo de confusión, yo no lo permitiré
- Yo lo amo
- A veces el amor no es suficiente
- El me ama Ikky, yo lo se, aunque lo niegue el me ama
- Tienes razón el te ama, pero no te olvides que también me ama a mi, y la diferencia es que yo no lo hago sufrir, yo lo quiero alegre y lo quiero bien, tu no, tu lo aplastas y lo cohíbes, quieres moldearlo a tu antojo, no lo amas realmente porque no lo aceptas tal y como es, con todos sus defectos y virtudes, el si te amaba, nunca te pidió que cambiaras nada por él, lo único que quería era que lo ames y lo aceptes, y tu nunca lo hiciste realmente, solo le diste migajas de cariño que el aceptó feliz porque no quería perderte, no te das cuenta?, el merece algo mejor, el merece ser amado en su totalidad, merece que alguien le de su lugar
- Y ese eres tu verdad?
- Claro que si, yo soy lo suficientemente hombre de encarar y enfrentar a cualquiera por Seiya, tu podrías decir lo mismo?
Shiru se quedó callado
- Eso es lo que pensé – concluyó el Fénix
Shiru iba a defenderse pero escucharon que Seiya bajaba las escaleras con las llaves en las manos
- Listo, vámonos – dijo casi sin aliento el castaño
Ikky se puso de pie y tomó la mano del Pegazo y dijo:
- Adiós Shiru y piensa en lo que hablamos
- Adiós – dijo Shiru simplemente y se concentró en las llamas de la chimenea cuando la pareja se fue, Ikky tenía razón, tenía mucho que pensar
Seiya e Ikky salieron de la casa y fueron al cine, Seiya quería saber de lo que hablaron el Fénix y el Dragón pero luego lo pensó mejor, no necesitaba saberlo, después de la película fueron a cenar, luego caminaban por el centro tomados de la mano riendo y charlando, el castaño se estremeció por una corriente de viento que le dio de frente
- Hace frío, será mejor volver – Seiya se pegó al cuerpo de Ikky buscando calor
- No hace tanto frío, pero si quieres podemos ir a mi departamento está mas cerca
- Quieres que vayamos a tu departamento? – Seiya se puso un poco nervioso
Ikky empujó a Seiya contra la pared mas cercana y lo besó con pasión
- Tu no? – dijo Ikky con voz ronca en su oreja y la lamió
- La verdad si quiero, pero…
- Pero?
- Tengo miedo – el castaño bajó la mirada
- De qué? – Ikky tomó su mentón y levantó su rostro para mirarlo directamente a los ojos
- De enamorarme – dijo Seiya con absoluta sinceridad
- Oh Seiya, yo te amo y moriría antes de hacerte daño
Seiya lo besó poniendo sus manos en su pecho y dijo – Vamos
Los muchachos llegaron al departamento y entraron entre besos y caricias, Ikky llevó a Seiya directamente a la habitación y ambos cayeron en la cama, se abrazaban y acariciaban con soltura, fue Seiya el que empezó a desvestir a Ikky, pero este lo detuvo, acunó su cara con sus manos y se miraron a los ojos
- Seguro que quieres hacerlo?
- Si Ikky, yo quiero hacerlo contigo
- Está bien, ya vuelvo
Ikky salió de la habitación lo que aprovechó Seiya para sacarse los zapatos y acomodarse mejor en la cama, cuando el Fénix volvió tenía una velas en sus manos que distribuyó por la habitación encendiéndolas, lo que le dio al cuarto un ambiente suave y tenue
- Qué es todo esto? – dijo Seiya divertido desde la cama
- No sé, quería hacer algo especial por ser nuestra primera vez – el peliazul se encogió de hombros y sonrió
- Ikky…, yo ya lo había hecho antes – dijo el castaño un poco incómodo
- Si ya lo se, pero no conmigo, esta es nuestra primera vez juntos Seiya, como pareja, yo quiero que olvides todo y a todos y te concentres solamente en mi, en nosotros
- Oh Ikky…
Ikky recostó a Seiya y se volvieron a besar mientras sus ropas una a una aterrizaban en el piso del cuarto, se amaron esa noche, se entregaron en cuerpo y alma, Seiya dejó ir sus temores y abrió totalmente su alma y su corazón a ese peliazul de fiero carácter y sentimientos nobles, Ikky amaba a este muchacho atolondrado y dulce que se le entregó sin reparos rindiéndose a las sensaciones que los envolvían, la mañana los encontró abrazados envueltos en las sábanas, fue el mas joven el que despertó primero sintiéndose feliz, como hace mucho no se sentía, estaba seguro en los fuertes brazos del hombre que amaba, porque si, amaba a ese huraño caballero que siempre estuvo ahí para el, que siempre lo apoyó y estuvo junto a él en las buenas, en las malas y en las peores, el castaño se acomodó mejor en su pecho y lo abrazó, Ikky despertó poco después al sentir como su castaño lo acariciaba dulcemente
- Buenos días para ti también – dijo Ikky estirándose y atrayendo al joven aún mas a su pecho
- Ikky… yo… te amo
- En serio?, no era que necesitabas tiempo y no se que mas?
- Si, pero uno no puede pelear con los sentimientos, mi cabeza me decía que no me enamore otra vez, pero era tarde, mi corazón ya era tuyo
- Oh Seiya…
Ikky lo abrazó y besó sus cabellos, esa mañana agradecieron que fuera sábado y así no hubiera sido, lo mas seguro es que de cualquier manera hubieran mandado la Universidad al diablo y la pasaron en la cama, sin levantarse mas que para ir al baño, con decir que hasta se ducharon juntos, en la tarde volvieron a la mansión porque Shun los había llamado, Shiru se iba al día siguiente y le iban a hacer una cena de despedida.
Shun estaba en la cocina con Hyoga que lo ayudaba cuando llegó Seiya a ayudarlo también porque a Ikky no se le daba lo de las tareas domésticas y se quedó en el salón viendo televisión con Shiru, Seiya le pidió a Hyoga que fuera también para que esos dos no se maten y el rubio accedió gustoso, prefería hacerla de referi y no de pica todo.
Shun notó algo extraño a Seiya, tenía una sonrisita que no se le borraba ni cuando picó la cebolla y estaba de muy buen humor, bueno era lógico pensaba el peliverde Shiru se iba mañana, pero… era eso todo?, no… eso no era, pero esa sonrisa, esa sonrisa…
- Te acostaste con mi nissan – dijo Shun cayendo en cuenta
- Que?
- Te acostaste con mi nissan, no lo niegues
- Si no lo niego, solo me sorprendiste
Shun lo abrazó feliz
- Cielos que pasó? Como fue?
- No te voy a dar detalles – dijo Seiya sonrojándose
- Dale cuéntame, cómo paso
- Te conté lo que Shiru y yo hablamos esa noche en la cocina verdad?
- Si, pero eso que tiene que ver
- Pues esa misma noche se lo conté a Ikky también y tu hermano me besó y desde ahí hicimos la mentira realidad y ayer fue, cielos ayer fue… fantástico, nunca me habían hecho sentir así, Ikky es todo lo que hubiera querido y mas
- Oh Seiya, me alegro tanto por ti y por mi nissan también
- Gracias Shun, de verdad gracias
Los muchachos estaban abrazados en la cocina y reían
- Porqué tan felices? – dijo Ikky desde la puerta sonriendo también
- Nissan me alegro tanto por ti – dijo Shun abrazando a su hermano mayor
- Seiya ya te contó eh?
- Si no me lo podía callar, que quieres de mi? Estoy feliz, se me nota
- Si, se te nota, no vayan a quemar la cena
- Ay cállate y ve a la sala, aquí solo nos distraes – dijo Shun
- Está bien mis amores, ya me voy – dijo Ikky
- Es tan dulce cuando quiere verdad? – dijo Shun
- Si es cierto
La cena llegó y se fue lo mismo que Shiru, a la mañana salió con sus maletas, dijo que iría al Santuario, necesitaba encontrarse a si mismo, Seiya lo vio partir desde la ventana, unos poderosos brazos lo rodearon de la cintura y Seiya se recostó en ese fuerte pecho y volteó el rostro buscando los labios del peliazul que respondió a su beso
- En que piensas pequeño? – Ikky le habló directamente a su oído
- En lo duro que debe ser para el – dijo Seiya en un susurro
- Que cosa? – el Fénix estaba intrigado
- Es sumamente difícil cuando tu quieres algo y no lo consigues y luchas y luchas y te aferras y fracasas y lo intentas otra vez, pero debe ser mucho peor cuando no sabes lo que quieres y ese es Shiru, no sabe quien es el, que hace aquí, como fue que llegó o por qué
- Tienes razón, y tu que quieres? – dijo el Fénix con voz seductora besando su cuello
- Una dona
- Gracioso – dijo Ikky volteándolo, Seiya rodeó su cuello con sus brazos y lo besó
- Todo lo que quiero está entre mis brazos
- Esta noche estará entre tus piernas
- Mas te vale
Los chicos se besaron suavemente disfrutando del silencio que los rodeaba.