Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The True Murderous Intent por urumelii

[Reviews - 165]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Casi un año después >.< ni voy a pedir rvws ni nada, no los merezco U_U pero sería bonito recibirlos :3 

 

Perdon!!! les dejo el capi!!! 

Aoi abrió los ojos, se había quedado dormido, volteó bruscamente hacia la ventana, si estuviera a punto de amanecer estarían en problemas; pero se alivió al notar que aún estaba oscuro afuera. Respiró profundamente y se giró ligeramente hacia Uruha quien dormía boca abajo, con respiración tranquila; estaban muy juntos, tanto que el castaño en un solo movimiento podría tirarlo de la cama. Sonrió ante el pensamiento, retirandole un mechon rebelde de cabello que caía sobre sus ojos. Uruha se removió ante el contacto, al parecer tenía el sueño muy ligero y la verdad no le sorprendía en lo absoluto.

 

El castaño despertó poco a poco, Aoi se mordió el labio no era su intención despertarlo pero no hizo nada por hacer que se volviera a dormir, Uruha lo miró abriendo mucho los ojos, reparando en donde se encontraba, como si todos los recuerdos le hubieran llegado de golpe y sin aviso, trató de moverse pero encontró que estaba muy débil y sus brazos le fallaron - shhh...calmate - le dijo el pelinegro sin tocarlo, puesto que corría el peligro de ocasionarle más daño que ayuda.

 

Uruha dejó de moverse, tal vez por el dolor, tal vez porque se había tranquilizado - no fue un sueño - afirmó en un suspiro. Miró a Aoi como si quisiera descifrar algo - de verdad sabes que no soy...bueno... - cerró los ojos.

 

-deja de preocuparte por eso, no me importa - dijo con sinceridad, atreviendose a acariciar su cabello - hay cosas más importantes ahora - su cara se endureció - tengo que sacarte de aquí - su cabeza iba a mil por hora tratando de hacer un plan.

 

El otro negó acomodandose lo más que podía, era sumamente incomodo permancer boca abajo todo el tiempo y más al estar hablando con alguien, pero tampoco era como que pudiera moverse con facilidad, el dolor seguía ahí, la espalda le seguía pulsando debido a los latigazos y su pierna dolía horrores, fuera de eso su cabeza había dejado de doler con las pocas horas que había caído exhausto a dormir - nos perseguiría hasta matarnos - dijo una vez que encontró una posición no tan incomoda - tu única oportunidad es ganar Guren - le brillaron los ojos.

 

-lo que me preocupa es que pase contigo mientras llega ese momento - aún faltaba tiempo para que el torneo terminara y Aoi sentía que se volvería loco si volvía a ver al castaño en ese estado, quien sabe de que sería capaz Yoshiki si descubría sus sentimientos o peor, los veía juntos.

 

-he vivido esto por muchos años, yo creo que unos meses más no me hará daño - aseguró con tono ironico

 

Aoi abrió la boca y la volvió a cerrar - un día te va a matar - siguió acariciandolo por mera necesidad de sentir alguna especie de contacto. Mientras Uruha sonreía ante la preocupación.

 

-a veces cuando mi padre me está haciendo todas estas cosas grita el nombre de mi madre - explicó como si fuera lo más normal del mundo - no mataría a la única persona que le recuerda a ella - suspiró.

 

-eso es una estupidez - dijo con amargura acomodandose mejor ante los movimientos del castaño - y aunque te parecieras a tu madre, eso no es ninguna justificación. Tu eres tu, mi madre solía decir eso, no dejes que nadie te compare con tus padres por ningun motivo - arrugó la nariz ante el pensamiento y el recuerdo. En ese momento sólo lo veía como una justificación, palabras de aliento que le decía su madre para nunca compararse con su padre; ahora las cosas eran distintas. Pensó en que tal vez lo decía por el torneo, por el peso de cargar un apellido como el suyo, cerró los puños, Yoshiki lo había dejado sin padre y había sido lo suficientemente cinico para buscarlo a él y acabar con todos los Shiroyama de una vez. A pesar del esfuerzo que había hecho Hide por terminar esas peleas sin sentido.

 

-ciertamente odiaría que me compararan con mi padre - dijo entre sueños se estaba quedando dormido de nuevo - aunque siempre he pensado que no me parezco en nada a él, ni a mi madre, recién mi madre murió solía soñar con que mi padre no era Yoshiki, que tal vez era alguien más, alguien que se molestaba en hacer melodías para que yo pudiera dormir en las noches y entonces, durante toda la noche soñaba con esas melodías - rió - sueno como un loco - y dejó que sus ojos se cerrarán por completo.

 

Aoi estuvo a punto de contestarle pero en ese momento escuchó un ruido, alguien caminaba por el pasillo - Uruha - lo llamó para que no se durmiera, su instinto le decía que los pasos se aproximaban a ellos, sin que el castaño estuviera en sus cinco sentidos, lo levantó procurando no lastimarlo - perdón pero no nos podemos arriesgar - lo sostuvo con trabajos y volvió a atarlo con las cadenas, lo más rápido que pudo, las pisadas se oían cada vez más fuerte. Escuchó como introducían la llave en la cerradura, alcanzó a barrerse por el piso hasta quedar oculto debajo de la cama, justo cuando la puerta se abría.

 

Yoshiki entró entonces con una sonrisa impresa en el rostro - no te iba a dejar toda la noche - dijo como si le estuviera haciendo un favor - creo que con este tiempo ha sido mas que suficiente, siempre y cuando hayas aprendido tu leccion - advirtió.

 

El castaño lo miró con los ojos entreabiertos, los movimientos eran muy bruscos y oleadas de dolor llegaban a su cuerpo y le nublaban la vista -¿Por qué mi madre perdió la razón cuando Shiroyama nos atacó? - fue lo único que alcanzó a preguntar.

 

-alejate de Shiroyama - contestó sostendiendolo en cuanto soltó las cadenas - o el castigo será peor, te lo advierto Uruha, soy tu padre y yo sé porque te digo las cosas - lo recostó sobre la cama.

 

Aoi podía escuchar todo lo que decía pero no alcanzaba a ver nada de lo que pasaba, sólo lograba ver los pies de Yoshiki, tenía los puños apretados, tenía ganas de salir y matarlo pero sabía que no lograría nada y sólo les iría peor.

 

-si vieras lo hermoso que te ves así - dijo Yoshiki mientras a Aoi le hervía la sangre de ira. Tuvo que contenerse, pero sabía que si el mayor se atrevía a tocar a Uruha en ese momento no podría evitar salir a protegerlo sin pensar en las consecuencias - ojala pudieras apreciar lo hermoso que te ves - siguió diciendo pero el castaño soltó un gemido de dolor - tal vez por hoy te has salvado - se alejó de la cama y permaneció unos instantes en la puerta, Aoi sintió que el corazón se le iba a salir del pecho, por un momento pensó que Yoshiki lo había sentido. Sostuvo la respiración como si aquello pudiera ocultarlo - descansa hijo - dijo después de intensos minutos y salió dejando la puerta sin llave.

 

El pelinegro esperó por si alguien volvía a entrar en la habitación pero aquello no ocurrió, salió arrastrandose debajo de la cama - tu padre es un loco, mira que dejarte así - pero Uruha estaba completamente dormido, el cansancio y el dolor habían podido con él - de verdad te ves hermoso - suspiró - ni remotamente comparado como a tu padre te ve - corrigió pensando en las razones por las que seguramente Yoshiki había pronunciado aquellas palabras, pero para Aoi era diferente, todo en el castaño se le hacía perfecto, trazado a mano, aún con la respiración agitada y su cuerpo lleno de heridas y sangre, para el pelinegro era una visión perfecta. El ángel de una pintura antigua que en una perfecta visión había caído del cielo. Sacudió la cabeza, si Ruki lo escuchara seguro le pegaba un tiro. Se inclinó ligeramente y le plantó un beso en la frente, dispuesto a dejarlo descansar.

 

Salió de la habitación después de eso.

 

-x-

 

No esperaba ver a Aoi sentando en el comedor a las siete de la mañana, habían pasado dos días desde que habían tenido la plática con Tora y el pelinegro no había dejado de entrenar desde entonces. Por lo que no se sorprendió ver a Kai desayunando en la mesa que ya se había convertido en su mesa; sin embargo para sorpresa de Ruki, no estaba solo, estaba platicando muy alegremente con el chico tatuado de la otra vez. Saludó a los dos con un gesto de la cabeza y se sentó frente a Kai, azotando la charola en la mesa con mas fuerza de la que hubiera querido.

 

-y entonces Mana permanecerá aquí para ver como Gackt se desenvuelve aunque haya perdido contra él - terminó de decir Kai mientras Miyavi asentía.

 

Al parecer el más alto lo estaba poniendo al corriente en cuanto lo ocurrido en el combate de Mana y Gackt del día anterior, ninguno de los dos había asistido pues se habían entretenido en la habitación del rubio por bastante tiempo. Estaba un poco arrepentido, y no por el sexo, sino porque era una oportunidad perfecta para analizar el tipo de combate de Gackt que ahora lucharía con Aoi una vez que la tercera ronda terminara. Como él estaba en un bloque distinto tendría que pelear con cualquiera que resultara ganador entre esos dos y no analizar a tu enemigo era un pésimo error. Sin embargo, ahora estaba más ocupado en ver a Miyavi, esa misma tarde tendría que pelear con él y no podía descifrar que clase de técnica podría usar el de los tatuajes. Había escuchado habladurías de otros contrincantes, que él no peleaba, sino usaba magia, incluso algunos se llegaron a quejar que debería ser descalificado del torneo pero al parecer su técnica era completamente legal.

 

Comió tranquilamente mientras escuchaba a Miyavi y a Kai hablar cual mujeres chismosas acerca del torneo y la gran cantidad de rumores que se habían generado después de la pelea de Aoi con Tora, al parecer los participantes ya habían hecho toda una historia alrededor de Uruha y el pelinegro.

 

-la familia Shiroyama siempre ha tenido problemas con la familia Hayashi desde muchos años atrás - dijo Miyavi captando la atención de Ruki - la pelea final del último torneo fue incluso entre Yoshiki y el padre de Aoi, dicen que fue una de las peleas más impresionantes que se han visto en Guren. Muero por ver como serán los resultados esta vez - suspiró con un deje de melancolía.

 

Kai torció la boca no parecía muy interesado en el tema - sólo espero que no gane Yoshiki, sea quien sea que llegue al final - comentó con amargura

 

-aish...al parecer todo el mundo tiene un problema con ese hombre - Miyavi se estiró levantando los brazos

 

Ruki terminó su desayuno tomando el último trago de té, sin dedicarles una mirada a ninguno de los dos- yo no, yo sólo quiero demostrar que soy el mejor, si mato a Yoshiki en el proceso entonces será una ganancia pero no hay nada de él o sus sirvientes que me interese en lo más minimo - dijo con voz indiferente.

 

Miyavi abrió la boca y los ojos - Ruki es tan genial - abrazandolo de pronto y voz soñadora, acción que causó que el rubio desenfundara la pistola.

 

-sigueme tocando y te dispararé - le puso la pistola en la frente.

 

Kai se quedó sin habla, esperando la reacción de Miyavi quien no había dejado de sonreír - que malhumorado - lo soltó como si no hubiera pasado nada, como si su vida no hubiera estado en riesgo, porque el castaño oscuro estaba seguro que Ruki sería capaz de dispararle al más alto sin pensarlo dos veces.

 

-odio el contacto - se excusó como si debiera decir algo. Kai sonrió, sabía que eso no era del todo cierto, pero si odiaba las cursilerias. Desvió su vista para evitar reirse y su mirada chocó con la de Reita, quien de inmediato volteó a otro lado y siguió bromeando con uno de los sirvientes de Yoshiki, iba caminando con la bandeja de comida en las manos. Estaba vestido completamente de negro, con los brazos descubiertos, no pudo evitar pensar lo bien formado que estaba el rubio. Sin embargo lo que más le llamó la atención era la sonrisa que adornaba su rostro. No era nada espectacular, pero lo hacía verse...normal, un extraño adjetivo pero era exactamente lo que estaba pensando. Era como si pudiera ver que Reita no era ese ser despreciable que pensaba eran todos lo que trabajaban para Yoshiki.

 

Se preguntó cual sería su historia, ¿qué cosas habrían tenido que pasar para que le rindiera completa lealtad a su tiranico jefe? Al final Reita era sólo un chico, probablemente de su edad, incluso en otras circunstancias sería totalmente su tipo. El mismo había visto los ojos de Reita y podía decir con casi total seguridad que no le gustaba la vida que llevaba pero su lealtad a Yoshiki lo hacía permanecer ahí, también notaba que no era una mala persona y eso era el peor pensamiento que podía tener. Sabía que en algún momento tendrían que enfrentarse, tal vez incluso tendría que matarlo si con eso conseguía saber de su hermano, verlo como una buena persona le haría las cosas más dificiles.

 

-Kai - la voz de Ruki lo sacó de su ensimismamiento, sus claros ojos azules lo veían con una ceja alzada - tu mente se fue - chasqueó la lengua levantandose

 

El mencionado sonrió negando - lo siento - suspiró.

 

-¿qué pensabas después de todo? - fue le turno de Miyavi de preguntar.

 

Kai alzó los hombros - nada importante, te lo aseguro. - se volvió hacia Ruki - ¿nos vamos? tienes que prepararte para la pelea - se levantó, su misma mirada se dirigió a Reita nuevamente, seguía riendose, aunque esta vez ya estaba sentado disfrutando su comida, le daba la espalda pero por su posición podía verlo de perfil, sostenía un pedazo de pan mientras hablaba con la persona a su lado.

 

Un misterioso chico esperando a ser descubierto.

 

-x-

 

Uruha no pudo moverse en dos días, ahora por fin podía levantarse sin sentir mucho dolor. Ponerse el kimono fue poco menos que un martirio pero tenía que verlo, no le importaba si aún le costaba mover la espalda con facilidad. Lo encontró a la primera, metido en el cuarto de entrenamiento, vestido con su increíblemente sexy pantalon de entrenamiento y playera de tirantes. Sostenía la espada con una sola mano, pero tenía ambos brazos levantados, mientras el sudor resbalaba coquetamente por su pecho y su respiración agitada lograba que todos sus musculos se movieran en sintonía.

 

El castaño luchó por no mantener la vista en ese punto en especifico y alzó la cabeza aclarando fuertemente su garganta para hacer notar su presencia. Aoi lo miró y de pronto aflojó los musculos parandose de manera normal y bajando la espada. Sonrió al instante en que recorrió a Uruha desde los pies a la cabeza.

 

-¿volvemos a ser princesas? - preguntó sarcasticamente sin borrar la sonrisa de su cara.

 

Uruha infló la mejillas y apretó fuertemente la falda del kimono - no te burles, no es ocmo que yo escogiera vestirme así - entró por fin y cerró la puerta detrás de él.

 

Aoi asintió - lo sé, aunque debo admitir que no te queda nada mal - miró con orgullo como se sonroja mientras se apoyaba en la pared con las manos detrás - por cierto ¿qué haces aquí? si tu padre nos ve...

 

El otro comenzó a negar rapidamente - no sabe que estoy aquí, además no es como que se la pase vigilando y con Tora aún en la enfermería es un poco difícil controlar donde estoy - sonrió alzando los hombros - además tenía que verte, no tuve oportunidad de agradecerte por....-se mordió el labio.

 

-no tienes que agradecer - caminó hacia donde estaban sus cosas y tomó su botella de agua, abriendola sin cuidado; al tomar de ella el agua comenzó a resbalar por su barbilla por la forma tan descuidada en que ingería el liquido. Se limpió con el antebrazo y se volvió hacia uruha, quien lo miraba con la boca abierta - ¿qué pasa? - preguntó alzando una ceja.

 

-nada, es sólo que me alegra que sepas que soy chico, y que no tengas ningún problema

 

Aoi suspiró - creo que era obvio, ninguna chica se comporta como tu - guardó la espada en su funda sin borrar la sonrisa.

 

Uruha hizo el amago de moverse pero permaneció recargado en la pared - ¿a qué te refieres? - trató de no sonar enojado, pero se sentía ofendido y no entendía porque

 

-no importa - tomó su maleta y se dirigió al castaño - vamos - le tomó la mano y lo jaló hacia la salida - es la pelea de Ruki y pienso perderla por ningun motivo.

 

Caminaron tomados de la mano, teniendo cuidado de no encontrarse con nadie y soltandose en cuanto sentían la presencia de alguien, sin embargo se encontraron con escasas tres personas. Al menos hasta que llegaron al lugar del encuentro donde para su pesar tuvieron que separarse, pero para sorpresa del pelinegro Uruha no subió a su usual palco, se quedó con él entre el público, llamando la atención de mas de uno de los asistentes. Yoshiki no se aparecería en esa pelea, por lo que podían estar tranquilos.

 

Se encontraron con Kai casi de inmediato, el menor alzó una ceja al ver a Uruha junto a Aoi - supongo que tienes una enorme explicación - no le quito la mirada al castaño.

 

-es decir que Ruki no te ha dicho ya? que raro si es la vieja más chismosa que conozco- se sentó a su lado e indicó a Uruha que no había problema en que hiciera lo mismo

 

-por supuesto que me dijo - contestó con superioridad - pero la verdad no creí que fueran tan....poco prevenidos - escogió las palabras con suma delicadeza - soy Kai por cierto - se presentó ante el castaño sonriendo - la falta de modales de Aoi es sorprendente - ignoró la expresión del mencionado y siguió mirando a Uruha - de verdad pareces una chica - dijo en voz baja y verdaderamente impresionado.

 

Aoi se giró bruscamente - ¡Kai!

 

-no lo dije en voz alta - le restó importancia con un gesto de la mano.

 

Uruha permaneció callado sin saber muy bien que decir, los amigos de Aoi parecían muy al tanto de la situación y él no lograba descifrar si era bueno o malo. Pensó que si ese chico era amigo de Aoi seguro era alguien de confiar así que dejo de preocuparse por ese lado y le dedicó una sonrisa timida.

 

-hasta tiene gestos de niña - Kai ladeó la cabeza sonriendo.

 

El castaño se ofendió bastante ¿Cómo que tenía gestos de niña? - claro que no - dijo en voz baja y dedicandole una mirada de muerte.

 

El pelinegro soltó una carcajada - lo sé, es parte de su encanto - permaneció con la mirada al frente.

 

Kai cruzó los brazos y sonrió aún mas al ver a Uruha con ganas de matar a su compañero - aprovecha que no está Ruki - fue lo único que atinó a decir - si te escucha - hizo la mano en forma de pistola y la puso sobre su sien haciendo el sonido de un disparo.

 

-ya quisiera - contestó Aoi - además ha de ser pero de cursi, ya lo imagino diciendo cosas lindas en tu oído cuando te está cogiendo - se rió. Uruha puso cara de alarma pero no hizo comentario.

 

-eso, no es tema de discusión - Kai le enseñó la lengua y se volvió a la arena. Sin embargo no se atrevió a decir que no era así. Ruki era todo menos romántico y tampoco era que quisiera que lo fuera, pero no alcanzó a entender porque de pronto sintió cierta molestia al respecto; recordó lo que Reita le había dicho, si nadie jamás se había comportado romántico con él y la verdad era que no había nadie. Él no sabía lo que era estar enamorado, no le afectaba puesto que nunca lo había necesitado o querido; pero ahora se sentía verdaderamente molesto de no obtenerlo de Ruki. Tal vez si no fuese porque el rubio era sumamente inflexible en cuestiones de sentimientos, por dios, ni siquiera admitía que le tenía cariño y estima a Aoi, quien se suponía era su mejor amigo, mucho menos se portaría como un enamorado con él.

 

Por supuesto el sexo era increíble, pero era todo, sólo sexo. No entendió porque de pronto quería algo más, sabiendo que de Ruki nunca lo obtendría ¿por qué el rubio tenía que ser tan cerrado? hizo una mueca y desvió la mirada cuando el dueño de sus pensamientos entró en la arena vestido con su tradicional traje. Chocó de inmediato, de nuevo, con Reita quien lo miraba fijamente como si tratara de decirle algo a través de la mente. Kai no sonrió, al contrario, se quedó estático en un instante que para él parecieron horas.

 

El rubio de la banda en la nariz se levantó bruscamente y se acercó a los tres, al principio no desvió su mirada de Kai pero al final llegó con Uruha - ¿qué haces aquí? - le espetó en tono autoritario - ¿te volviste loc..loca? - estiró el brazo para tomarlo de la muñeca pero Aoi lo tomó a él primero por el brazo.

 

-no hay ningun problema, la señorita no corre ningún peligro y su padre no está - era claro que estaba ejerciendo una presión intensa sobre el brazo de Reita, quien lo aguantaba perfectamente.

 

-corre peligro siempre que esté cerca de ti, infeliz - siseó, parecía a punto de iniciar una pelea.

 

-¿por qué no te sientas y la vigilas de cerca? - fue Kai quien interrumpió el momento incomodo. Los tres lo miraron con asombro y ninguno parecía contento con la solución - te prometo que nos comportaremos - sonrió como sólo él sabía hacerlo - si no te parece, te invito a que te retires, la pelea está a punto de comenzar y no pienso perdermela - se cruzó de brazos.

 

Para Reita fue como si el asunto de Uruha se le fuera de la mente, logró zafarse de Aoi y miró  a Kai - por supuesto no querrías perderte la pelea de tu amorcito, ah no perdón, tu compañero de cama - se sentó a lado del castaño oscuro.

 

-¿celos o ganas? - replicó Kai con autosuficiencia.

 

Uruha miraba la escena - ¿qué demonios?

 

Aoi negó - a mi ni me preguntes, si fuera por mi hubiera molido a golpes a tu guardaespaldas - dijo verdaderamente molesto  y mucho menos que sorprendido al ver que Kai y Reita tenían alguna especie de relación.

 

-no es tan malo como crees - apuntó el castaño acomodandose con esfuerzo en su asiento.

 

-es peor de lo que crees - completó el pelinegro, no supo si Uruha iba a decir algo más puesto que en ese momento el presentador de las peleas comenzó su cantaleta de las reglas en voz bastante alta.



Ruki estaba parado frente a Miyavi, no se encontraba nervioso, pero si un poco ansioso puesto que el chico de los tatuajes permanecía sentado abrazando una guitarra de color negro, recargando la cabeza ligeramente en el instrumento como si tratara de dormir sobre ella. ¿qué clase de técnica podría tener un sujeto como él? Seguro era de largo alcance, por la posición en que se encontraba se notaba que no necesitaba moverse mucho en su ataque.

Aoi por su parte, pensaba exactamente lo mismo que Ruki. estaba cruzado de brazos mirando atentamente a Miyavi, pensando en todo lo que podría hacer el chico y la mejor manera para que su amigo contrarrestara el ataque, la ventaja del rubio era que a pesar de que su técnica era de largo alcance, también podía ser de corto. Por su visión periferica alcanzó a ver a dos personas caminando hacia los asientos detrás de ellos, los reconoció de inmediato pues nadie mas, además de Uruha, vestía como chica. Gackt y Mana habían llegado a ver la pelea.

 

-Que gane la mejor familia - dijo el presentador y salió de la arena.

 

Ruki sacó su revolver y le apuntó a un inmóvil Miyavi, bajo el arma directamente a la guitarra, sea cual fuere la técnica estaba seguro que tenía que ver con esa guitarra y si no, al menos haría que el más alto se moviera o hiciera algo. Sin embargo Miyavi rasgueó tres cuerdas sin tocar una nota en especifico, ni siquiera acomodó la guitarra; simplemente pasó los dedos sobre tres cuerdas y eso bastó para que Ruki sintiera una extraña paralisis en el cuerpo.

 

Permaneció con la mano alzada y los pies separados, sin poderse mover ni un centimetro. Absolutamente nada en el cuerpo le respondía, a excepción de los ojos que aún podía mover sin dificultad, miró fijamente a Miyavi quien por fin había alzado la vista sin borrar la ligera sonrisa que adornaba su rostro - tienes la voluntad mas grande con la que me haya topado, incluso a Gackt-sama le costó trabajo permanecer de pie al primer ataque - comentó acomodando la guitarra correctamente en su regazo.

 

Aoi se giró bruscamente hacia Gackt para pedir una explicación a lo que estaba sucediendo - generalmente cuando toca esas tres notas, la persona que recibe el ataque cae directo de rodillas, sin poder moverse - explicó - el hecho de que Matsumoto siga de pie significa que no ha de ser una persona facil de doblegar - le dijo en voz baja.

 

-¿es magia? - preguntó Uruha impresionado de verdad.

 

-no - volvió a contestar Gackt - la técnica de Miyavi se basa en las ondas sonoras y sus conexiones con el cerebro - en ese momento el mencionado comenzó a tocar una melodía en su guitarra y a entonar una canción que nadie había escuchado jamás pero que era preciosa - cuando toca ciertas notas en la guitarra le imprime cierta fuerza a las ondas sonoras, las cuales chocan contra el cerebro activando ciertos puentes neuronales, practicamente con la melodía correcta puede controlar completamente tu cuerpo - explicó calmadamente - sin embargo Matsumoto tiene una fortaleza bastante grande, probablemente es bueno escondiendo sus sentimientos, por lo que es dificil doblegar a su cerebro. Ahora Miyavi va a intentar dominarlo al romper su fuerza de voluntad - Mana permanecía impasible a lado de Gackt, a pesar de que era su guardaespaldas no daba ningun signo de decir algo o siquiera estar orgulloso de lo que estaba pasando.

 

Uruha miró a Miyavi y después a Gackt de nuevo - ¿y cómo se supone que logre eso? - preguntó verdaderamente interesado, nunca había visto una técnica semejante.

-metiendose a lo más profundo de sus recuerdos, los más tristes y dolorosos - contestó con simpleza, pero fue suficiente para que Aoi abriera mucho los ojos.

 

Ruki era una muralla, nunca hablaba de su pasado, nunca se conmovía y por supuesto, nunca parecía tener recuerdos de ninguna forma, nunca contaba alguna anécdota que le hubiera pasado antes de que él y Aoi se conocieran. Nunca parecía nostalgico o melancolico, era un témpano de hielo de los pies a la cabeza. No era que no creyera capaz a Miyavi de lograr volverlo vulnerable pero ciertamente lo veía casi imposible y en caso de que fuera así, tal vez la voluntad de Ruki ganara antes que la siniestra canción que el chico de los tatuajes entonaba.

 

Al principio el rubio vio fijamente a Miyavi, a pesar de no poder moverse escuchaba perfectamente la melodía de la guitarra y la letra de la canción. Era como una canción de cuna, le producía sueño extremo, e incluso sus parpados se cerraban ¿Era así cómo perdería? ¿por quedarse dormido en plena pelea? NO, se dijo así mismo y se obligó a abrir los ojos. Se dio cuenta que su oponente lo miraba sin dejar de cantar, era su fuerza de voluntad, no podía caer ante semejante truco. Sus ojos volvieron a cerrarse, pero se obligó una vez mas a abrirlos. Vio a Miyavi sonreir antes de volver a cerrarlos.

 

Recuperó la movilidad absoluta y sintió un extraño jalón al casi caer por la posición en la que se encontraba. Le tomó varios segundos darse cuenta que no se encontraba en la arena, seguro tenía que ver con Miyavi, estaba en un restaurante de Tokio, era de mañana. Afuera estaba lloviendo, no alcanzaba a comprender que es lo que estaba pasando y por supuesto, donde estaba.

 

Al menos hasta que vio a un chico rubio acercarse a una de las mesas, su cabello tenía algunas mechas negras y las perforaciones en sus labios lo hacian inconfundible - Jin...-llamó pero el otro pareció no haberlo escuchado, seguía atendiendo la mesa con la charola en la mano, portando la sonrisa con la que a veces soñaba.

 

-Taka!! - lo llamó pero no a él sino hacia atrás de la barra.

 

Se vio a si mismo salir del cuarto de atrás, con esa mirada de fastidiado que lo caracterizaba pero con una sonrisa que creía nunca había esbozado - ¿que quieres? tus gritos se escuchan tres cuadras mas arriba - lo molestó.

 

Jin lo miró feo - no me pareces gracioso, ya está el desayuno - avisó moviendo la cabeza.

 

Ruki observó toda la escena, sabía de memoria lo que pasaba, lo recordaba a la perfección, lo que no entendía era como estaba ocurriendo aquello. Sin embargo, no estaba pensando en la pelea de Guren, en Miyavi o en otra cosa, miraba a Jin materializado frente a sus ojos. Lo veía reir junto con él, como sus manos se rozaban como minimo contacto, se miraba a si mismo y lo feliz que lucía a su lado. Era increíble como había pasado el tiempo, después de todo el recuredo de Jin dentro de su cabeza era casi borroso, ahora viendolo ahí tan nitido no podía evitar pensar cosas que hacía mucho tiempo juraba enterradas.

 

Sin pronto aviso la habitación comenzó a dar vueltas, fue cuando recordó lo que estaba pasando, que debía estar en la pelea y no pensando en Jin, pensó que volvería a ver la arena, pero se encontró en una habitación. Las paredes y el piso eran de madera, sólo había una pequeña ventana en lo alto desde donde se notaba que era de noche. Justo frente a él estaba una enorme cama de cobijas azules y sabanas blancas revueltas. Él y Jin estaban acostados ahí, desnudos, el más chico estaba recargado en su pecho y sonreían.

 

-es en serio - dijo Jin finalmente - imaginate como podríamos vivir si estuvieran muertos, sería perfecto. No tendríamos que ocultarnos Taka, ellos jamás entenderían lo nuestro. Lo ven como algo malo, un pecado y yo, yo quiero estar contigo siempre - abrazó su estomago acomodandose en su hombro.

 

-Tal vez Jin, pero sería incapaz de matarlos. Tus padres me han dado un hogar, se han portado como nadie - argumentó no muy seguro.

 

-pero ellos jamás dejarían que estuvieramos juntos, matalos. Matalos y seré tuyo por siempre sin problemas

 

Ruki sintió como la respiración se le dificultaba, recordaba eso, recordaba lo que había pasado después. Todo aquello de lo que siempre huía regresaba a él sin poder controlarlo, un increíble dolor se instaló en su estomago. Aquel sentimiento de perdida, de arrepentimiento se instaló rapidamente.

 

-no lo hagas - le gritó a su otro yo, pero nadie lo escuchó. Los dos permanecieron platicando sin saber que los observaban.  

 

La habitación volvió a dar vueltas y esta vez no tuvo que pensar o reconocer donde estaba, lo sabía perfectamente.

 

-no, por favor. No de nuevo - trató de salir de ahí, se encaminó hacia la puerta pero esta sólo lo condujo de nuevo a la misma habitación - por favor, no quiero recordar eso!! - gritó violentamente buscando su arma.





Aoi se levantó bruscamente de su asiento al ver como Ruki permanecía ahí tirado mientras Miyavi seguí cantando, lo que no pudo evitar notar era las lagrimas que resbalaban de los ojos del rubio. ¿qué podría estar recordando?

Notas finales:

que les parecio??? 

waaa tengo muchisimo trabajo y muchisismas cosas que hacer, sé que no es excusa pero quiero q sepan q no las he abandonado!! 

aqui estoy y terminare estos fics si o si!!! 

espero sus reviews :D 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).