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The True Murderous Intent por urumelii

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Notas del capitulo:

ok merezco la muerte lo se, perdon es q arghhhhhh mil y un cosas q me pasan ando de arriba para abajo y luego fast and beautiful se emociona y abarca toda mi cabeza, pero antes de actualizar ese debia actualizar este y i dream of uruha muahahahaha ok ya lean, en lo personal me gusto muhco el capi :D 

No confiaba en nadie, no tenia porque hacerlo, la mayoría eran asesinos, peleadores, cualquiera podía acabar con cualquiera con tan solo una provocación. Odiaba ese estilo de vida, odiaba tener que estar en un torneo para demostrar unas habilidades que en realidad él dudaba mucho tener, pero ahí estaba, tenía que estar si quería encontrar a su hermano. Suspiró, el solo recuerdo hacia que le doliera el pecho ¿Cuántos años llevaba ya sin verlo? Eran tantos que los recuerdos se iban desvaneciendo poco a poco y no quería, no quería olvidarlo, por eso se aferraba a la esperanza de encontrarlo, ni siquiera su rostro podía ver nítidamente en su memoria ¿Cómo lo reconocería? No tenia ni idea, pensaba en algo como el instinto, pero no es como que veas a una persona y tu sepas que es tu hermano ¿verdad? Volvió a suspirar, seguramente el estilo de pelea ni siquiera sería el mismo, los habían separado apenas unos niños.

 

No estaba siquiera seguro de que estuviera en el torneo, pero había pasado la mayor parte de su vida buscándolo;  al final, el camino lo llevó hasta ahí, ahora ya no había vuelta atrás pues no podías desertar a menos que perdieras alguna de las peleas. El tercer suspiro de la mañana, ni siquiera había llegado al dichoso lugar de encuentro y su cabeza ya le daba vueltas. Solo pensar que podía estar en la misma habitación que su hermano y no poder reconocerlo, era un pensamiento que le ocasionaba nauseas.

 

Observó la enorme puerta de roble frente a él ¿Por qué hacían puertas tan grandes? Es decir, era obvio que ningún humano llegaría a medir casi tres metros, entonces ¿Por qué hacerlas tan grandes?

 

-oye, ¿vas a entrar o seguirás admirando la puerta? – dijo una voz detrás de él, se giró sorprendido, no había sentido la presencia del otro, lo cual era difícil que ocurriera. Se encontró de frente con un rubio de aspecto extravagante y cara de fastidio. Se hizo a un lado sin decir nada, el rubio alzó una ceja - ¿no hablas o algo así? – ladeó la cabeza y chasqueó la lengua.

 

Lo miró como si estuviera loco, no iba a ponerse a platicar con cualquiera, simplemente no le interesaba. No le veía el caso, tarde o temprano iban a acabar enfrentándose los unos con los otros, en “Guren” no había cabida para las amistades. Se alzó de hombros – no tengo nada que decir – dijo al final.

 

El rubio soltó una carcajada – me gusta tu actitud – sonrió de una forma perversa – pero tranquilo, no todos son tus enemigos, además si no convives como se supone que analices a tu oponente – le guiñó un ojo.

 

Abrió la boca y la volvió a cerrar sin decir nada, no había pensado en eso – soy Kai – terminó por tartamudear.

 

-Ruki. Eres el segundo que conozco que no se presenta diciendo su apellido y el nombre de su técnica de combate, ahora me agradas mas – sonrió ligeramente.

 

-no le veo el caso, que seas de una familia u otra no garantiza que seas bueno peleando – dijo honestamente.

 

Ruki asintió - ¿Cómo es que eres un antisocial siendo tan entretenido? – ladeó la cabeza y Kai sonrió naturalmente. – y atractivo – finalizó Ruki parpadeando varias veces después de ver aquella sonrisa.

Kai alzó una ceja – deberíamos entrar -  acto seguido empujó la gran puerta. Ruki se mordió el labio mirando hacia el pasillo, no había ni rastro de Aoi y simplemente era imposible que el pelinegro se hubiera quedado dormido; el torneo le interesaba demasiado como para darse ese tipo de lujos.

 

-x-

 

No se había quedado dormido, no le interesaba desayunar mas, no había entrado en pánico, no tenía absolutamente nada que ver todo eso con el hecho de que no hubiera llegado al punto de reunión. Era culpa de esa niña, esa maldita niña, la muy descarada princesita, pero como no ayudarla.  Para empezar resultaba ser una reverenda estupidez ¿a quien se le ocurría caminar cerca de un lago cuando no te puedes ni parar bien?

 

Lo único que había ocurrido es que la princesita iba  caminando y cayó al agua, como no se iba a ahogar si traía semejantes kilos de ropa encima, y tampoco uno reacciona tan rápido como para desnudarse mientras te estás ahogando ¿verdad? Ah, pero para su suerte Aoi iba rumbo al punto de reunión después de haber salido a correr un poco, claro, en las cercanías de la propiedad. Al principio tardó en entender lo que ocurría, pero al darse cuenta, no le tomó mas de cinco segundos aventarse por la masa de tela y cabello castaño que iba hacia el fondo a una velocidad impresionante.

 

-tu estás loca – le reclamo cuando llegaron a la orilla – ¡¡¡si no sabes ni caminar, es mas que obvio que nadar menos!!! – estaban los dos recostados en el pasto tratando de recuperarse.

 

-pues nadie te pidió que me salvaras – dijo aun tosiendo ligeramente.

 

A Aoi casi se le salen los ojos – claro, eso me saco por ser buena persona, seguramente no te ahogabas, digo, los patos están acostumbrados a nadar –dijo como si fuera lo mas obvio del mundo.

 

-¡¡¡¡¡¡PATOS!!!!!! ¿A quien carajo llamas pato? – trató de levantarse pero la tela estaba demasiado pesada debido al agua.

 

El pelinegro soltó una carcajada al ver la cara de indignación de Uruha mezclada con su incapacidad de levantarse – por supuesto que a ti ¿Qué jamás te han dicho que pareces un pato? – se burló mirando a Uruha fijamente, de verdad que era linda, pero no hallaba la forma de no burlarse de ella, simplemente era natural para él. Incluso se sentía como niño de primaria, el cual molesta a la niña que le gusta solo para aparentar. Sin embargo, que le gustara la hija de Yoshiki no era para nada bueno, al contrario, tal vez por eso la molestaba, para quitarse esa sensación de gusto al mirarla.

 

-pues no, y te prohíbo que lo hagas – se cruzó de brazos haciendo un berrinche.

 

-          y ¿tu quien eres para prohibirme las cosas? – Aoi alzó una ceja

 

-la hija del anfitrión de este torneo, tengo todo el derecho, es mas te puedo correr de aquí si yo quiero – le enseñó la lengua. Sin embargo su semblante cambió de autosuficiente a pánico en menos de dos segundos – mi papá, me va a matar, se supone que debería estar ayudando al proceso de selección y estoy aquí perdiendo el tiempo contigo – se levantó como resorte, olvidando de pronto lo mucho que le pesaba el kimono. Estaba despeinado y del maquillaje quedaba poco, en realidad no entendía como Aoi no hubiera notado aunque fuera un poco que en verdad era hombre.

 

Seguramente tardaría horas en cambiarse, maquillarse y peinarse, sin contar que solo jamás podría hacerlo. En aquel momento deseaba haberse ahogado en el lago, seguramente no tendría que pasar por tantos problemas. Entró a su habitación, deshaciendo el nudo del obi sin detenerse un momento. Sintió la parte superior del kimono resbalar por su espalda sin dejar de cubrirse el pecho.

 

-¡oye! – la voz de Aoi resonó detrás de él.

 

-¡AAAAAAHHHHHHH! – saltó del susto tapándose rápidamente y esperando que el pelinegro no hubiera visto nada - ¿estás enfermo? No hagas eso, casi me matas del susto – respiraba agitadamente.

 

El otro sonrió con una mueca – perdón no era mi intención verte desnuda – abrió mucho los ojos al notar lo que pudo haber pasado y deseando un poco, solo un poco haber visto algo – pero creo que es de mala educación dejar  a las personas hablando solas – se recargó en el marco de la puerta.

 

-deberías estar en otro lado ¿sabes? Te pueden descalificar del torneo…

 

-tu y yo sabemos que no, lo único con lo que cuento es que no sea yo la primera pobre alma en enfrentarse a alguien mas, espero tener un poco de suerte en ese ámbito, sino, entonces si estaré perdido – explicó.

 

-¿Cuál es la diferencia?

 

-el problema de haber faltado es que si soy el primer combate, no tendré oportunidad de ver a mi enemigo. No puedo vencerlo sino analizo como se comporta y como se mueve – suspiró – tampoco es que no me crea capaz de vencerlo, pero odio las sorpresas – torció los labios.

 

Uruha parpadeó varias veces – no creo que seas tan bueno como todo el mundo cree – dijo cínicamente.

 

Aoi lo miró con complicidad y se acercó lentamente, se acercó al punto de estar frente a Uruha invadiendo por mucho su espacio personal, sus caras muy juntas, casi rozando sus labios – pruébame – susurró seductoramente.

 

Al castaño se le subieron los colores a la cara ¿Qué se creía aquel hombre para hacer tal cosa? – de verdad tengo que cambiarme – logró decir entre tartamudeos.

 

El pelinegro sonrió y se alejó saliendo de la habitación haciendo un gesto con la mano en señal de despedida.

 

-x-

 

-siiiii, es un tipo alto lleno de músculos y bastante feo por cierto – recalcó Ruki puesto que Aoi no lograba ubicar de quien estaba hablando.

 

-que molesto, justo lo que no quería que pasara, pasó – dijo haciendo berrinche sentados en el enorme salón de entrenamiento.

 

Ruki tomó agua – agilidad Aoi, agilidad, a ese tipo lo vences rápido porque es muy grande, no se puede mover mucho – aconsejó.

 

Ladeó la cabeza y chasqueó la lengua – ya lo sé, pero no quiero que me salga como uno de esos superhumanos que son enormes y se mueven mas rápido que uno – cruzó las piernas y suspiró. Efectivamente su turno había sido el primero de todo el torneo, lo que significaba que en menos de dos horas tendría que pelear con un absoluto desconocido, y para su mala suerte, ni siquiera ubicaba al sujeto. El análisis lo es todo en una pelea, si no sabes a que te enfrentas no puedes pensar la manera mas apropiada de vencer.

 

-entonces te quedaste dormido – repitió Ruki sin poder creer las palabras de su amigo.

 

-ya te dije que tengo muchas presiones no puedes pedirme mucho – desvió la mirada, claramente estaba ocultando algo, pero el rubio no quiso indagar mas, sus razones tendría para mentir.

 

-la hija de Yoshiki tampoco estuvo presente – continuó.

 

-¿en serio? – fingió estar mirando algo en el suelo, claro, cualquier cosa era mas interesante que la hija de Yoshiki, obviamente.

 

Ruki asintió – el hombre ni siquiera pudo ocultar su enojo, pobre, seguro la castigará o cualquier cosa que hagan los padres de ahora – fue un comentario al aire, sin embargo fue suficiente para que Aoi reaccionara.

 

-x-

 

-¡debías haber estado ahí Uruha! ¡te lo repetí una y otra vez durante la ultima semana! – le gritó enojado.

 

El castaño solo atinaba a cerrar los ojos cada vez que el volumen de voz de su padre aumentaba mas de lo debido – lo sé – dijo con un hilo de voz – pero ya te dije lo que paso, eso no fue mi culpa – se alzó de hombros. Le contó acerca de su aventura en el lago, omitiendo el detalle obvio de que fue Aoi quien lo había sacado de ahí.

 

Yoshiki suspiró – ¿me puedes explicar porque no estabas con Reita? Digo, para algo es tu guardaespaldas, para evitar que este tipo de cosas pasen -  se apretó el puente de la nariz.

 

-como quieres que sea mi guardaespaldas si lo metes al torneo – contestó fastidiado – no se puede dividir en dos papá – lo dijo de una manera un poco sarcástica, lo cual provocó que el enojo de Yoshiki no disminuyera. Torció la boca al darse cuenta de su error.

 

-se supone que debes de estar en los lugares que debes, cuando debes, no voy a aceptar una mas. Guren debe ser el evento mas importante al que jamás debas de asistir y tu pierdes el tiempo dando paseos por el lago – estaba sentado detrás de su escritorio, mientras Uruha se hacia pequeño en la silla de enfrente.

 

-¿Cómo quieres que sea importante para mi, si ni siquiera me dejas pelear? Me obligas a usar este ridículo disfraz….

 

Yoshiki golpeó con fuerza el escritorio – ¡Uruha! – el otro se calló de inmediato – ya hemos discutido esto mil veces, no te voy a dejar pelear, simplemente no eres lo suficientemente bueno. Yo solo veo por tu bien – suavizó un poco la voz.

 

Sin embargo esas palabras no eran para nada convincentes, al menos ya no lo eran, ningún padre se comportaría con su hijo de la manera en la que Yoshiki lo hacia, era un enfermo y no se necesitaba ser un genio para saberlo. Aunque el miedo que le profesaba a su padre era aun mas grande que cualquier cosa, además de las inseguridades que tenía arraigadas, también por culpa del mayor. Resignación.

 

-de verdad que a veces no se que hacer contigo Uru-chan, soy un padre que te cumple todos tus caprichos, vela por tu bienestar, quiere verte bien, sabe de lo que eres capaz y de lo que no, no te expongo a riesgos. La única cosa que te pido es que cumplas tus obligaciones en el torneo y no lo puedes hacer ¿sabes lo triste que eso me pone? – dijo en voz dolida, sin embargo para el castaño era un simple chantaje que ya no funcionaba.

 

-perdón papi – dijo hipócritamente.

 

Yoshiki se levantó y rodeó el escritorio de forma felina, directo hacia su hijo - ¿comprendes que voy a tener que castigarte verdad? – su voz sonaba dulce pero su actitud no podía estar mas alejada. Uruha temblaba por reflejo y solo atinó a asentir – odio hacerlo Uru, pero es la única manera en la que entiendas – lo tomó por la barbilla y lo forzó a mirarlo.

 

Aoi estaba a escasos metros de llegar a la oficina de Yoshiki ¿Cuál sería el pretexto? No tenía idea, pero tenía una cosa en claro, tenía que llegar antes de que algo le pasara a Uruha, porque estaba completamente seguro que algo pasaría. Aunque tampoco era que pudiera hacer mucho, es decir, quien sabe ya cuantos años Yoshiki tenía ese tipo de conductas hacia su hija, quien sabe que cosas le habría hecho. Sin embargo la actitud de Uruha era lo que mas le sorprendía, en todos los momentos en los que había hablado con “ella” jamás se había quejado o hecho la victima, al contrario, parecía sobrellevarlo aunque se notara a leguas que odiaba a Yoshiki.

 

Estaba a menos de tres puertas cuando alguien mas se le adelantó y entró a la oficina de Yoshiki antes que él. Paró en seco, mirando con detenimiento, Uruha salió disparada de ahí y la persona que había interrumpido no estuvo mas de dos minutos en la oficina. Se quedó estático ante todos esos acontecimientos. El chico pasó a su lado y asintió, como si supiera la clase de favor que le había hecho.

 

Aoi tardó varios segundos en reaccionar, pero en cuanto lo hizo fue en busca de Uruha, dio vuelta en un pasillo, pero encontró a la castaña junto con Reita. Se encontraba recargada sobre la pared y respiraba agitadamente, con la mano sobre el pecho. El pelinegro decidió quedarse escondido.

 

-estuvo cerca, si no hubiera sido por Tora…. – trataba de recuperar el aliento – gracias por enviarlo – sonrió.

 

Reita se alzó de hombros – fue un golpe de suerte, pero cumple con tus obligaciones o la próxima vez no será tan fácil y no te librarás por nada – le advirtió.

 

-lo sé, pero en serio que estuve a punto de morir – refunfuñó.

 

-pero en serio que no tenías nada que estar haciendo en el lago – se alejaron lentamente.

 

Uruha torció la boca mientras caminaban, no, no tenía nada que estar haciendo en el lago, pero fue inevitable cuando vio a Shiroyama salir a correr por esos alrededores, solo quería verlo un poco mas de cerca y se había metido en semejante lío. Aunque por alguna extraña razón, no se arrepentía.

 

-x-

 

Estaba aburrido, Aoi quien sabe donde se había metido y la pelea comenzaba en menos de una hora ¿que tenía en la cabeza ese hombre? Mira que distraerse de tal forma después de haber pasado por tanto conflicto para llegar a donde estaban, era un tontería.

 

-¿te importa si me siento a tu lado? – le dijo una voz conocida mas no reconocible. Ruki abrió los ojos, se encontraba acostado sobre el pasto dormitando. Kai lo miraba serio y el rubio solo asintió – estaba aburrido y te vi aquí – se sentó a su lado con las piernas dobladas.

 

El rubio se levantó un poco -  que bueno que quieras socializar, supongo que vienes solo al torneo, la mayoría lo hace – siguió acostado pero con los ojos abiertos.

 

Kai asintió – solo espero no irme solo – lo dijo para si mismo.

 

-ósea que vienes a ligar – Ruki sonrió con cinismo.

 

-¿¡que!? ¿Quién hace eso? – parecía claramente perturbado.

 

El rubio rió ligeramente – yo….claro, vengo a ganar, pero tampoco es como que no le pueda sacar provecho a la situación – aceptó divertido.

 

-genial, por fin decido socializar y resulta que lo hago con un enano ninfomano – lo dijo completamente en broma, pero a Ruki no le gustaba que agarraran confianza con él demasiado rápido, era difícil para él hacer eso.

 

Sacó la pistola dispuesto a amenazar a Kai, pero antes de poder apuntar el otro ya tenía la pistola en la mano, el movimiento había sido tan rápido que Ruki no logró percatarse a tiempo.

 

-tranquilo, es una broma, aunque no se que te molestó mas, lo de enano o lo de ninfomano – le devolvió la pistola como si no pasara nada.

 

Ruki alzó una ceja – lo de enano – contestó por inercia ¿de donde había salido este tipo? - ¿Cómo dices que te apellidas? – preguntó con verdadera intriga.

 

-dijiste que te caía bien porque no me había presentado con mi técnica y mi apellido, podemos dejarlo así – sonrió de una forma que Ruki no pudo debatirle una cosa mas.

 

-esto es estupido – Aoi llegó quejándose en donde estaban – no encuentro al tipo con el que se supone voy a pelear, se ha de estar escondiendo o una cosa así – mas que preocupado, estaba haciendo berrinche.

 

Ruki se levantó de su comodidad y miró a Aoi con burla – eso te pasa por faltar al proceso de selección – canturreó.

 

Aoi lo miró de forma asesina y de inmediato se volteó a ver a Kai – y tu ¿Quién eres? – alzó una ceja – ¿eres la conquista de Ruki? –dijo sin vergüenza.

 

Kai abrió mucho los ojos – dios, si has de ser un ninfomano – dijo provocando que Aoi riera con fuerza mientras Ruki lo miraba con cara de pocos amigos – soy Kai – se presentó asintiendo.

 

-mucho gusto y bienvenido al circulo de la locura

 

-¿eh?

 

-después lo entenderás….

 

-x-

 

 

La primera pelea y la última eran la que más concurrencia tenían, la última por obvias razones y la primera por todos los peleadores que se llenaban de curiosidad al ver otros peleadores por primera vez.

 

La primera pelea estaba llena de rituales y adornos, una ceremonia entera para celebrar el comienzo del torneo, nada mas que formalidades tan aburridas que Uruha sentía que podía quedarse dormido en cualquier momento. Sin embargo un poco de curiosidad y entusiasmo llenaba su cuerpo, después de haberse enterado que la primera pelea sería de Aoi tuvo que reprimir un a carcajada ante la ironía.

 

Sin embargo después del largo discurso de su padre, un montón de bailes de tipas que su padre había contratado Aoi parecía estar sumido en un trance. No hablaba con nadie, ni miraba a ningún lado, tal vez se estaba preparando para el combate o algo parecido. Uruha tenía una vista muy clara del pelinegro al estar sentado en el único palco de ese lugar, nadie podía verlo a simple vista y él tenía una visión clara de todos.

 

Después de la música y casi encender la antorcha del torneo, nótese el sarcasmo, un hombre de baja estatura se acerco en medio de la arena. Momento en el que todos los presentes se callaron.

 

 

-Guren es un torneo amistoso, no se permite pelear para matar, a menos que los contrincantes lo hayan especificado desde un principio, esta pelea no fue especificada así que pelearan hasta dejar a l otro inconsciente o incapaz de continuar. La técnica y las armas que se utilizan están registradas, queda estrictamente prohibido utilizar armas que no se hayan registrado desde un principio, utilizar otras armas significará la descalificación inmediata del torneo. – el hombre hablaba con total naturalidad – el día de hoy los encargados de iniciar con este torneo fueron elegidos completamente al azar, ellos son: Hiroki Yamato, enviado de la familia Yakuza del distrito de Chiba, sus únicas armas registradas son su cuerpo – varios sonrieron al escuchar aquello, pues era mas que obvio que todos podía usar su cuerpo como arma – y una pistola automática – era obvio que el hombre utilizara su cuerpo como arma, era enorme, debía medir casi dos metros y era tan musculoso que debía tener el doble de ancho que Aoi.

 

Uruha se mordió el labio, sinceramente nunca había visto a Aoi pelear, no confiaba mucho en las habilidades del pelinegro, además de que el tal Hiroki parecía que con un solo golpe podía matarlo. No pudo evitar preocuparse, no quería que perdiera tan pronto.

 

-su oponente esta noche es Yuu Shiroyama – la mención del apellido causó bastante revuelo entre los presentes, incluidos Yoshiki, quien mostró una amplia sonrisa de satisfacción a medida que Aoi se acercaba a la arena – ultimo descendiente de la familia Shiroyama, por lo tanto único poseedor de la técnica “juuyon sai no knife”, única arma registrada, su Katana – Aoi suspiró, odiaba las presentaciones, ahora todo el mundo sabría quien es y no tendría ni un minuto de paz – ya saben las reglas, peleen justo y que la mejor familia gane – el hombre asintió y salió de la arena.

 

-terminará en menos de cinco minutos, no te preocupes – dijo Hiroki sonriendo y tronándose los dedos.

 

Aoi asintió, en menos de cinco minutos.

 

Hiroki se acercó mas rápido que cualquier hombre mortal hacia Aoi, levantó el puño para soltarle un golpe, sin embargo Aoi fue lo suficientemente rápido para agacharse en ese momento.  Pasó por debajo de las piernas de su contrincante en un movimiento tan rápido que no cualquiera fue capaz de verlo. En menos de lo que Hiroki se había dado cuenta Aoi estaba subido en sus hombros. A causa de la sorpresa Hiroki se fue para delante, casi perdiendo el equilibrio.

 

-lo bueno es que eres grande, mi peso no te ha de causar ninguna molestia – dijo Aoi sacando su katana con todo y funda. Hiroki lo tomó por los pies – gracias, sino pude haber caído – ya que estaba sobre los hombros de aquel hombre veía mas arriba que nadie, volteó a su derecha y vio a Uruha, quien tenía cara de sorpresa, le guiñó el ojo y antes de que su contrincante lo lanzará contra el suelo, Aoi le dio de lleno en la nuca con la katana.

 

Los movimientos fueron al mismo tiempo, lo que hizo que Aoi saliera volando hasta caer de pie casi diez metros adelante y Hiroki cayera inconsciente un segundo después.

 

-menos de cinco minutos – pronunció Aoi mirando a Yoshiki.

 

Todo el lugar permaneció en silencio, no podían creer que la ansiada primera pelea durara tan poco. Menos de cinco minutos, como habían dicho desde un principio, un sentimiento de inconformidad y miedo se instaló en todos los peleadores menos en seis de ellos.

 

Gackt

 

Tora

 

Kai

 

Ruki

 

Mana

 

Reita

 

 

-Felicidades joven Shiroyama – dijo Yoshiki sonriendo.

 

Aoi sin decir una palabra alzó la katana y señaló a Yoshiki – tu serás mi contrincante al final de este torneo y cuando así sea, no te dejaré vivo. Nuestra pelea será a muerte…

 

Dicho así, no había vuelta atrás, Aoi había declarado frente a todos que si llegaba a pelear con Yoshiki sería a muerte. Si lo lograba, alguno de los dos no saldría vivo y no podría arrepentirse de lo dicho. Sin embargo, algo le decía a Uruha que Aoi no planeaba arrepentirse ¿Por qué el pelinegro odiaba tanto a su padre? Y entonces, todas sus esperanzas se posaron en Shiroyama, pero no podía dejar de pensar que nunca lograría matar a su padre. 

Notas finales:

listo muahahahaha q les parecio kai?? q oculta? kien sera su hermano?

aoi es genial XDDD

de quien sera la prox pelea??

y esos seis q no se asustaron?? muahahaha 

dejen un rvw ;O; 


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