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The True Murderous Intent por urumelii

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Notas del capitulo:

bien aqui estoy denuevo, ya se que me tardo horrores, pero entre tanto fic, trabajo, amigos, banda y mas trabajo se me dficulta un poco escribir... pero estoy pasando por una buena racha de inspiracion, asi que aqui esta.

creo que se me vana confundir mas XDD

a ver, una aclaracion LEAN ESTO ANTES DE LEER EL CAPITULO:

ya pasó otra ronda, lo que significa que esta es la tercera, iba a poner la esgunda pero son peleadores sin sentido y decidí que era mejor irnos por los importantes de una vez XD

no me maten .___.

n.n

Sólo contaba con quince años y tenía mas muertes en su haber que cualquiera que hubiera conocido, era famoso y eso le gustaba. Alimentaba su ego con las personas que le temían. Había matado por primera vez a la edad de diez, a su padrastro y desde ese momento supo que la sangre era su vocación.

 

Claro, no era un psicópata…..bueno un poco, pero no mataba a cualquiera, lo hacía por encargo y eso era lo que mantenía su sed satisfecha, matando gente que en verdad lo merecía. Jamás aceptaba un trabajo si involucraba a alguien inocente, hacía su propia investigación para no equivocarse y con ese simple hecho también era bastante respetado.

 

No vivía en un lugar en específico, a veces aquí, a veces allá. Debía ser una sombra si quería conservar su trabajo y por supuesto no ser descubierto por la policía. Tenía mas ordenes de arresto que años cumplidos; además todas con diferentes nombres. Ninguno había sido capaz de relacionar todos sus asesinatos, pues en todos había usado una automática completamente distinta. Ni siquiera su forma de asesinar era la misma dos veces, le gustaba experimentar.

 

Esa noche caminaba por una pequeña calle no muy transitada, acababa de llover; lo cual significaba que habría menos gente merodeando por ahí. No era exactamente el mejor de los barrios, pero había un restaurante por la zona que amaba y justo le apetecía ir a cenar ahí. Conocía incluso a los dueños, un malhumorado viejo y su callada esposa.

 

Entró sacudiéndose el cabello de algunas pequeñas gotas de lluvia que aun caían, fue bien recibido, como siempre. Él no era de muchas palabras, así que se limitó a saludar con la cabeza y sentarse en su mesa favorita. Esperó a que la mesera de siempre llegara, pero esta vez fue un chico quien se acercó a atenderlo, nunca lo había visto antes, pero jamás lo olvidaría.

 

-soy Jin

 

-me dicen Ruki…..

 

-x-

 

-lo siento – escuchó decir a Kai, quien se sentó a su lado en el piso mirando hacia el jardín – no pretendía que tuviéramos poco menos que una discusión de pareja – sonrió ante la ocurrencia – si es lo que piensas adelante. No tenemos nada, ni pretendo que lo tengamos – se alzó de hombros.

 

El rubio lo miró pagando el cigarro bajo sus pies, asintió – yo tampoco quería que eso pasara, es lo que pienso y no cambiaré de parecer. Pero supongo que cada quien habla en base a su experiencia – contestó con voz seria.

 

Kai vio detenidamente a Ruki, nunca pensó que el descarado cínico con quien estaba hablando en ese instante pusiera tener ese lado. Un lado que parecía no querer contarle a nadie y él tampoco preguntaría.

 

-Aoi debe pelear hoy – desvió el tema mirando al frente.

 

Ruki se giró – no he hablado con él – se arrepintió de pronto. Toda esa peleíta entre él y Kai lo tuvo de mal humor por casi una semana - ¿contra quien pelea? – preguntó verdaderamente interesado.

 

-contra un tal Tora, es un de lo sirvientes de Yoshiki – explicó.

 

-lo sé – no pudo evitar prender otro cigarro – he hablado con él, no parece mala persona – meditó.

 

Kai asintió – dicen que pelea muy bien, sobretodo que es muy agil. Sin embargo creo que a Aoi no le cayó bien la noticia – chasqueó la lengua, balanceaba en el aire sus pies.

 

-comienzo a creer que a Aoi no le cae bien nada – hizo una mueca.

 

-x-

 

El destino le había jugado mal, ciertamente no quería pelear contra Shiroyama ¿Por qué él y no Reita? No es que no se creyera capaz de vencerlo….es que consideraba a su oponente mas hábil para vencer a Yoshiki ¿Por qué? Era un Shiroyama, tan simple como eso. Sin mencionar el jueguito que se traía con Uruha, eso supondría darle mas propósitos para vencerlo, para no dejar que nada se interponga. Incluyéndolo a él.

 

-Tora….-escuchó una vocecita llamarlo desde la puerta. No se sorprendió ver al castaño en kimono parpadeando, lucía confundido e incluso un poco avergonzado.

 

El pelinegro le hizo una seña para que entrara, cosa que el menor hizo de inmediato con pasos tranquilos - ¿estás ocupado? – siguió hablando bajito como con miedo a que alguien lo escuchara.

 

Vio hacia la puerta para ver si alguien lo seguía o para entender por qué andaba de paranoico – estaba entrenando. Supongo que ya sabes que me toca pelear contra tu amorcito – dijo sarcásticamente.

 

Uruha asintió rápidamente – Aoi no me habla desde hace días – dijo un poco dolido.

 

-¿le dijiste la verdad? – en verdad el castaño lucía un poco desilusionado y esto le preocupó al mayor. Uruha negó - ¿entonces? ¿pasó algo? – alzó una ceja.

 

Comenzó a jugar con sus dedos aun mas nervioso – nos besamos, y luego… - movió las manos para darle a entender a Tora lo que quería sin necesidad de decirlo.

 

-¿¡¡Lo hicieron!!? – preguntó mas alto de lo que hubiera querido.

 

Uruha movió las manos aun mas –shhhhhhh, claro que no –volvió a usar su tono bajo - ¿Cómo se supone que vamos a hacerlo si cree que soy chica? – volvió a lucir desilusionado.

 

Tora negó sin decir nada – oye, yo sé que te animará – Uruha lo miró como niño pequeño - ¿quieres entrenar conmigo? – le guiñó el ojo. El castaño abrió y cerró la boca sin decir nada – vamos, no le diré a tu padre y adivina quién tiene tu arma – sonrió. Uruha no pudo evitar dar saltitos, mientras Tora abría el enorme armario, el único mueble en el salón de entrenamiento. Sacó un enorme baúl – no puedo darte el arma completa, requiere demasiada preparación y si tenemos que ocultar que estabas entrenando, no lo lograremos – explicó, a lo cual el menor estuvo de acuerdo.

 

El pelinegro le pasó lo que parecía a simple vista como una barra de metal excesivamente gruesa y larga, se la aventó sin cuidado y Uruha la agarró sin ningún problema. El menor movió la muñeca ligeramente y la barra dio la vuelta sobre su brazo.

 

-te extrañaba – acarició el borde con ternura.

 

Tora lo miró con ternura – nunca entenderé porque tu padre no quiere que pelees, debes de ser de los mejores peleadores que hay por aquí – comenzó a estirarse de nuevo.

 

El castaño sonrió de lado - ¿en serio crees eso? – se había sonrojado ligeramente ante el comentario.

 

-eres mejor que Reita y que yo – aseguró.

 

-pero eso no lo debe de saber mi padre – negó – no sabe que tan “bueno” soy, pero de eso a no dejarme pelear – chasqueó la lengua – y hacerme usar este estúpido disfraz – bufó. Una vez mas le dio vuelta a la barra como si se tratara de cualquier cosa. En un chasquido la barra se abrió en un enorme abanico con aristas de metal dobladas, en otro chasquido volvió la barra, fue un mini segundo – Tora….tienes que dejar que Aoi gane – dijo rápidamente.

 

Tora lo miró como si estuviera loco – tengo ordenes Uru…no puedo hacer eso – dijo en voz queda.

 

-osea que van a pelear a muerte – no fue pregunta.

 

-no, se supone que debo matarlo haciéndolo ver como si no hubiera querido hacerlo – explicó.

 

Uruha volvió a mover su arma y hubo un segundo chasquido, del cual un enorme cuchillo sobresalió de la barra – eso es deshonesto – Tora asintió pero no dijo nada mas – no puedo dejarte hacer eso – negó rápidamente.

 

Tora lo miró fijamente, su expresión. En realidad podía decir que jamás había visto a Uruha actuar así, tan decidido y valiente en cuanto a algo – Uruha…¿Qué es lo que realmente estás sintiendo por Shiroyama? – le preguntó.

 

El castaño se quedó estático ante la pregunta. Atracción fue la primera palabra que cruzó por su mente, pero una extraña sensación en su pecho se instaló entonces. Quería protegerlo, quería protegerlo sobre todas las cosas de su padre, que no se metiera en ese enorme vórtice que era la mafia y su familia. Quería que llegara al final, que matara a su padre, quería verlo feliz y saber todo de él, quería estar a su lado….

 

-Tora….- dijo con voz temblorosa – creo que me estoy enamorando de él…

-x-

 

Yoshiki paseaba de un lado hacia otro, parecía león enjaulado; sin mencionar que la expresión en su cara lograba que se viera aun mas amenazador. Reita era quien lo veía ir y venir, aterrado de lo que pudiera estarle ocurriendo a su jefe.

 

-dime una cosa Reita – dijo por fin recargándose en la orilla de su escritorio – soy buen padre ¿no es cierto? – el rubio asintió – soy buen jefe, buen peleador, buena persona – por todas esos enunciados recibió una respuesta afirmativa – además, los he tratado como a mis propios hijos, a ti y a Tora – le acarició una mejilla al rubio – entonces explicame ¿Cómo llegó eso ahí? – la caricia se convirtió en cachetada.

 

-Yoshiki-sama le aseguró que no tengo ni idea – trató de decir, pero otra cachetada le impidió seguir hablando.

 

El mayor lo tomó por el cuello acercándolo – escuchame bien lo que te voy a decir, tuviste suerte que fuera yo y no Uruha quien vio esto –lo soltó – ya estarías muerto ¿me escuchas? Ahora quiero que me expliques como es que alguien pudo entrar a la habitación de mi hijo sin ser visto, siendo tu su guardaespaldas y vigilante – su voz volvió a ser calmada.

 

Reita negó – no lo sé, le aseguró que no he descuidado a Uruha, aunque últimamente se escapa demasiado de mi vista; pero cuando eso ha pasado Tora me ha dicho que lo ha vigilado. En cuanto a su habitación, es imposible….es imposible que alguien en el torneo sepa de eso – tragó saliva.

 

Yoshiki sonrió maléficamente – me queda claro que no es imposible, sino esto – alzó un montón de papeles – no hubieran aparecido. Si Uruha se entera de la verdad… – su voz volvía a sonar furiosa.

 

-pudo haber sido Shiroyama – trató de adivinar, pero por la mueca de su jefe supo que se había equivocado.

 

-ese niño estúpidamente cree que su padre lo abandonó, no sabe nada de lo que en realidad pasó. Yuri se llevó la historia a la tumba – explicó – y planeo que así siga – sonrió.

 

El menor no entendió ¿si su jefe no quería decirle la verdad a Shiroyama, por qué molestarse en que entrara al torneo? Realmente quería deshacerse de todo aquel que portara ese apellido – si no fue significa que alguien mas en el torneo sabe lo que pasó – dijo tartamudeando.

 

Yoshiki lo miró – o alguien nos está traicionando – declaró.

 

Fue entonces cuando Reita supo que su jefe no le estaba contando todo lo que había pasado – tenemos otro problema – desvió el tema rápidamente, no quería darle vueltas al asunto o llegaría a conclusiones que probablemente no le gustarían. Su jefe lo miró esperando a que continuara – Tora peleará contra Shiroyama – enunció.

 

-no le veo el problema, Tora-shi ya tiene ordenes de cómo proceder al respecto – dijo de lo mas normal.

 

-pero Yutaka…

 

-ahhh, ya veo, Tora no tiene ni un rastro de la técnica familiar Reita – sonrió magníficamente.

 

Reita se revolvió en su asiento – yo vi pelear a Yutaka, la agilidad que tiene…sólo se compara con la de Tora….con un Amano – explicó un poco incomodo.

 

Yoshiki hizo una mueca - ¿entonces qué esperas para evitar que el pequeño entre a la pelea? – cuando terminó de decirlo, Reita ya se había puesto de pie encaminándose a la salida – y Reita – el otro paró en seco aun dándole la espalda a su jefe – si encuentro otro regalito mas cerca de Uruha, tu pagarás las consecuencias – asintió y salió de la habitación.

 

En cuanto el rubio salió, Yoshiki volvió a mirar aquellas fotografías que había encontrado sobre el escritorio de su hijo, era mas que obvio que el castaño no las había visto, sino un verdadero escándalo ya se habría armado. Miró las fotografías y las rompió sin ningún cuidado en miles de pedazos hasta que quedaron irreparables.

 

Las tiró al fuego de su chimenea y se sentó en su escritorio, mirando fijamente el portarretratos que adornaba el mueble. La foto de su pasado, sin embargo no se veía a él mismo mas joven, miraba con odio la fotografía; a las dos personas que mas odiaba en el mundo, a pesar de que ya estaban muertos. Una de ellas se había atrevido a ser mejor peleador que él, la otra…le había robado al amor de su vida.

 

-x-

 

A pesar de que ya había hablado con Kai aun se sentía raro de haber tenido una pelea como esa. Él jamás se involucraba demasiado, el hecho que hubiera tenido una pelea como esa significaba que lo estaba haciendo; frunció el seño, con la única persona con la que se había permitido involucrarse era con Aoi y tampoco era tanto, le quedaba claro que los dos eran unos desquiciados que se necesitaban el uno al otro, pero nunca había pasado de eso.

 

Con Kai había sido diferente y eso no e gustaba, a pesar de que no lo veía como algo mas que un amigo, desde ahí tenía problemas. Su único amigo era Aoi ¿Qué estaba pasando que se estaba volviendo tan blando de repente? ¿Qué tenía ese Kai que los había cautivado por completo?

 

-disculpa – notó una presencia detrás de él, se giró y puso la mano sobre su arma de forma superficial. Se giró y vio al mismo chico de la otra vez, no dijo nada se limitó a mirarlo - ¿Ruki, verdad? – se acercó. El rubio no quitó la mano del arma y el otro sonrió – calma, no te voy a hacer nada – dijo calmadamente.

 

-tal vez o tal vez yo te haga algo – le contestó con una mueca, sin notar el sonrojo que había causado en el otro - ¿necesitas algo? Tora – le dijo finalmente retirando la mano del arma.

Tora asintió - ¿eres amigo de Shiroyama, no es cierto? – Ruki no pudo mas que hacer una mueca, fantástico.

 

-lo conozco – contestó un poco molesto. Aoi si era su amigo, pero no lo iba a aceptar, él no tenía amigos ni a nadie.

 

-bueno – su tono sonó sarcástico – necesito que le digas algo de mi parte, se lo diría yo mismo – se adelantó antes de que Ruki lo dijera – pero si me ven hablando con él podrían sospechar, él sabrá que lo que digo es cierto – el rubio se quedo parado esperando a que el otro continuara – dile que tengo ordenes de matarlo durante la pelea y hacerlo parecer un accidente. Tiene que ganarme sobre todas las cosas y que se aleje de las esquinas de la arena, sin que se vea demasiado obvio – explicó.

 

Ruki hizo una mueca – no me sorprende que Yoshiki se valga de cualquier cosa para ganar pero ¿Qué le hizo Aoi? – no quería hacer realmente la pregunta pero no pudo evitar preguntárselo.

 

-nació en la familia equivocada – respondió Tora seriamente. Los dos se miraron fijamente unos momentos – dile también que Uruha estará ahí – se alejó despidiéndose con la mano. El rubio no pudo evitar mirarlo mientras se alejaba, ese muchacho era delicioso a la vista….

 

-x-

 

-hola chiquita – saludó sentándose junto a él en el comedor.

 

Aoi alzó la vista hacia Ruki – mira quien decidió aparecer ¿ya se te quitaron los desplantes de niña? – ni siquiera se molestó en quitarse cuando recibió el golpe del puño del mas bajo.

 

-fue un pequeño desliz – se trató de justificar.

 

-tuviste una pelea de pareja – se burló.

 

-¿podrías superarlo? O ¿quieres morir en medio de otro comentario de mal gusto? – puso la pistola sobre la mesa. Aoi giró los ojos – además no he sido el único desaparecido ¿Dónde has estado? – arrugó la nariz.

 

El pelinegro se alzó de hombros – en ningún lugar importante, ocultándome –sonrió de lado.

 

Ruki tomó una de las papas fritas del plato de Aoi – supongo que tiene que ver con la tal Uruha – dijo como si nada – te gusta ¿no es cierto? – se comió la papa.

 

-no está mal...

 

El rubio comenzó a aplaudir – bravo por el comentario mas falso que he escuchado en los últimos años. Mira, tu puedes hacer de tu vida un papalote, si te quieres coger a la hija de tu peor enemigo, adelante –hizo un ademan – pero no dejes que eso te distraiga, no hablamos de cualquier persona – ensombreció la voz.

Aoi dejó de comer y lo miró molesto - ¿Por qué todos dicen lo mismo? Para empezar no me quiero coger a nadie – contestó.

 

-entonces si se te presenta y quiere que se lo hagas le dirás que no – dijo sarcásticamente – vamos hasta yo le diría que si y me gustan los hombres – le robó una segunda papa.

 

-eso es porque eres un puto….

 

Ruki lo miró ofendido –no, una cosa es ser coqueto y otra que ande de puto. Son dos cosas distintas – pronunció muy seguro de sí.

 

-y tu haces las dos – terminó Aoi – de todas formas no tengo ninguna intención de hacer eso. Tengo que matar a Yoshiki y esa es mi única meta – volvió a su comida.

 

-me gusta oírte hablar así, sensato y no esas cursilerías que andabas diciendo la otra vez – sonrió.

 

El pelinegro también lo hizo, pero no pudo evitar sentirse terriblemente mal, es decir, había pasado los últimos días evitando a Uruha. Pensando que así se olvidaría del castaño, pero en realidad el efecto había sido el contrario, lo cual no entendía. Pensaba en lo que estaría haciendo, si podía ir a verlo, como decirle que ya sabía que era un chico. Quería verlo sonreír y hacerlo feliz, liberarlo de la horrible prisión que representaba su padre. Tal vez, sólo tal vez estaba sintiendo cosas que no estaba dispuesto a aceptar.

 

 

 

Notas finales:

amo a ruki, en serio XDDD yo quiero ser como el

las confundi mas?? D: 

entendieron que paso??

quien esta traicionando a yoshiki? 

muahaha

que pasara con uru y aoi?

q hara reita para distraer a kai? muahahaha 

rukitora ?? 

iba a poner la pelea pero es muy intensa XDD 

por cierto, para las q leyeron I dream of uruha hice un pequeño epilogo llamado bewitched por si gustan leer n.n 

en fin dejen reviews 

prox actu BAI 

nos leemos!!


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