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The True Murderous Intent por urumelii

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Notas del capitulo:

volvi!! perdon por la tardanza pero he estado actualizando y ustedes no dejan rvws | ¬¬ asi como u_u

bueno lso dejo ocn el capi, lo ame,a ver si les gusta XD

no me maten!!!

Acarició levemente su cintura por debajo de la camisa, le gustaba esa piel tersa, el otro no hacía ni un movimiento sólo tenía una sonrisa dibujada en su rostro y se dejaba hacer sin chistar, ni decir nada. Lo tomó por el cabello bruscamente y jaló su cabeza hacia atrás recargándola sobre sus hombros.

 

-eres demasiado fácil ¿no crees? – le dijo muy cerca de sus labios.

 

Kai amplió su sonrisa - ¿Quién dijo que vas a llegar hasta el final? – y en menos de tres segundos se había zafado del agarre de Reita, se volvió a recargar en la pared con una mirada desafiante – sólo quería ver que tan lejos llegabas. Lo que te convierte a ti en el fácil, mira que ni siquiera invitarme un café y ya quererme coger – negó chasqueando la lengua – muy mal Reita, muy mal – sonrió cínicamente.

 

-¿esperabas el trato delicado? – se sentó sobre una de las mesas del comedor – ¿alguien realmente te lo ha dado? – alzó una ceja.

 

El castaño oscuro entrecerró los ojos – no tengo que contestar eso – fue lo único que dijo.

 

-eso fue un: no – se alzó de hombros.

 

-eso fue un: no te importa – sin saber muy bien porque se sentó en una de las sillas, lo suficientemente alejado del rubio pero no demasiado.

 

Reita lo miró fijamente – me dirás que Matsumoto es un romántico – sonrió por la ocurrencia.

 

-Ruki no ha sido el único en mi vida ¿sabes? Además lo mío con él no es una relación, al contrario, sólo somos amigos con intereses parecidos – explicó ¿Por qué se estaba excusando? Ciertamente no le debía explicaciones a nadie y mucho menos al rubio sentado frente a él – y dudo mucho que tu hayas tenido una relación seria encerrado aquí atendiendo al jefe – dijo a la defensiva y cruzándose de brazos satisfecho por su declaración.

 

El otro se revolvió incomodo – no me la pasó encerrado aquí – contestó como niño chiquito – puedo salir cuando se me antoje, claro ahora que está el torneo no puedo, pero en otras circunstancias no hay ningún problema. No soy  un prisionero o algo por estilo – bufó.

 

Kai ladeó al cabeza con curiosidad – quisiera saber cómo le hizo Yoshiki para lavarte el cerebro – dijo de forma despectiva.

 

-no tuvo que lavarme el cerebro – hizo un ademan con la mano – es algo que tu nunca entenderías – dijo con honestidad.

 

-no, creo que no. Lo único que entiendo de ese hombre es que ha hecho mas atrocidades de las que puedo contar – se miró las uñas.

 

Reita se aclaró la garganta - ¿no crees que si tu hermano quisiera buscarte ya lo habría hecho? – no fue una burla, no tenía ni una pizca de sarcasmo en la voz. Era una pregunta seria.

 

Kai alzó la vista de inmediato, con los ojos abiertos de par en par, ciertamente no creía que Reita fuera a sacar el tema así como así, no era estúpido por supuesto que existía el riesgo de que Yoshiki supiera quién era él y mas por su forma de pelear, que si bien no era enteramente de la familia Amano tenía demasiados vestigios de ella. Tuvo el impulso de matar a golpes a Reita si era necesario para que le dijera dónde estaba su hermano, pero la pregunta lo había descolocado demasiado.

 

-hay muchas cosas que pueden haber pasado, pero estoy seguro que si no me ha buscado es por algo – fue lo único que dijo – después de tantos años sigo confiando en Shinji – aseguró - ¿nunca has tenido a alguien así en tu vida? Ya no digo hermanos, alguien en quien confíes ciegamente – lo miró con curiosidad ¿Por qué le estaba hablando como si no fuera su enemigo? Era obvio que lo era, debería estar en otro lado, en la pelea de Aoi por ejemplo, pero aquí estaba hablando con la mano derecha de Yoshiki, el hombre que le había arrebatado a su hermano.

 

La mente de Reita se fue directo hacia Tora ¿Cómo decirle a Kai que la persona en la que mas confiaba era su propio hermano? También pensó en Uruha, pero era distinta su relación con él, ahí Reita era el que protegía al menor, aunque a veces creía que no era suficiente dadas las cosas que le hacía su padre. Y estaba el pequeño hecho de que se la había pasado la mitad de su vida mintiéndole a la persona que decía ser su mejor amigo, Yoshiki no contaba como tal, era su jefe y así como era, no dudaría en sacrificar a Reita si la causa lo ameritaba. Kai lo miraba esperando la respuesta, pero era mas que claro que no la tenía.

 

-lo imaginé – dijo el castaño oscuro con cierto tono comprensivo.

 

-no tiene nada de malo – se defendió – al final tu y yo hemos tenido vidas muy distintas – suspiró.

 

Asintió – la hemos tenido y no creo que tenga algo de malo, pero puede ser muy solitario a veces – se tronó los dedos de la mano izquierda – es decir, cada vez que siento que las cosas son difíciles pienso en mi hermano y en el hecho de que todavía no lo he encontrado – prosiguió con su mano derecha – no sé si me explicó, te da una razón por la que seguir – dijo sin realmente entenderlo – sólo espero que tu razón de vivir no sea Yoshiki, sea un santo o un demonio, eso sería muy triste. Mereces mas – se levantó sacudiéndose el pantalón.  

 

-yo no – soltó el rubio sin pensar – he hecho mas cosas malas en mi vida que buenas – no estaba pensando las cosas que estaba diciendo, sólo se sentía bien decírselas al chico parado frente a él, no era como si no lo hubiera pensado antes, era sólo que nunca se las había dicho a nadie.

 

-todos – fue la única respuesta que obtuvo – pero puedes empezar a hacer mas cosas buenas que malas – dijo como remedio.

 

Reita rió irónicamente – eso no está en mi naturaleza. Además quien dijo que quería ser bueno – un poco de su cinismo había regresado a su voz.

 

-si no fuera tu naturaleza ahorita estarías cogiéndome – sonrió enérgicamente y Reita casi se cae de lado al escuchar la afirmación – te importó mas tener una platica conmigo que tocarme…eres un caballero – lo dijo con cierta ironía – no creo que cualquiera se hubiera comportado así – se dirigió a la puerta.

 

El rubio sonrió – eso sólo demuestra que soy un estúpido para aprovechar las oportunidades – Kai sonrió en el momento en que abrió la puerta para irse – no te enamores de mi Kai, sólo te advierto eso – dijo cuando este iba saliendo, pero alcanzó a escucharlo.

 

Que egocéntricas son algunas personas.

 

-x-

 

Había una vez dos mejores amigos, uno era de una familia muy prestigiosa, el renombre dentro de las artes marciales era grande; el chico portaba ese apellido con orgullo. El otro era un aventurero que había aprendido a pelear por sus propios medios, por su curiosidad a las artes marciales y eso lo convertía en un rezagado. Pero a pesar de sus orígenes, ambos chicos poseían una amistad solida y duradera. Inquebrantable.

 

Con el tiempo los dos amigos conocieron a mas personas y formaron un grupo de amigos, todos muy diferentes pero amigos al fin y al cabo. Juntos compartían los mismos ideales, los mismos sueños.

 

Los nombres de los chicos eran Yoshiki y Hide, de los demás no importa, al menos no ahorita.

 

Un buen día Yoshiki se enamoró, era parte de la vida, nos ha pasado a ti y a mi o nos pasará. Estaba emocionado por tal sentimiento, pensaba que sería correspondido, esperaba serlo; incluso Hide le había ayudado a declararse. Sin embargo algo salió mal, la chica que amaba ya estaba con alguien mas y el corazón de Yoshiki se partió en mil pedazos.

 

Generalmente las personas lo superan, siguen adelante o se vuelven a enamorar, sin embargo este no fue el caso de Yoshiki; cuyo corazón se llenó de resentimiento y dolor, pero decidió mantenerse en silencio, sufriendo solo y en la penumbra. No le dijo a nadie sobre sus nuevos sentimientos, los guardó esperando algún día poder vengarse de aquellos que le habían hecho daño, no era su culpa, así lo habían criado.

 

Pasó mucho tiempo para que la invitación al torneo de artes marciales “Guren” llegara para todos los amigos, pero fue entonces cuando  Yoshiki vio una oportunidad perfecta para tomar aquello que le habían arrebatado.

 

Todos aquellos años había simulado estar bien, había pretendido que todavía era uno de ellos, que aun compartían los mismos intereses e ideales. Incluso su mejor amigo Hide fue incapaz de percibir lo mucho que Yoshiki había cambiado.

 

Se suponía que el torneo le traería satisfacción a Yoshiki, pues se supone que sería el mejor peleador de todos; su apellido demandaba que así lo fuera. Grande fue su sorpresa cuando se dio cuenta que estaba equivocado, sus amigos demostraron una gran valía al luchar por lo que les era justo. El plan residía en ganar el torneo y después anularlo, para que todos los luchadores fueran iguales o destacaran por sus habilidades y no por su apellido.

 

Yoshiki se dio cuenta que había alguien mejor que él, Hide. Y de pronto todo ese resentimiento y rencor que guardaba se hizo mas grande, un enojo en contra de su mejor amigo comenzó a crecer dentro de él, pues era mejor y no lo dejaba avanzar en su camino de venganza.

 

Finalmente, en algún punto de aquel largo torneo, Yoshiki se desesperó y a aquella persona que le había arrebatado al amor de su vida lo asesinó haciéndolo pasar por un accidente. Las peleas que tenía con cada uno de los que llamaba sus amigos terminaron en muerte y Hide fue incapaz de hacer algo al respecto. Al final sólo quedaron los dos mejores amigos.

Hide quería demasiado a su amigo casi hermano y lo dejó ganar pensando erróneamente que eso era lo único que Yoshiki quería. Al principio parecía que Yoshiki estaba satisfecho, hasta que mas y mas cosas atroces se comenzaron a acumular en su historial.

 

Su amigo, quien se había alejado de él, pensó que la única persona capaz de ponerle un alto era él, así que se reunió con él para una ultima batalla. Yoshiki ganó, no sé si por habilidad o por trampas, pero lo hizo. Sin embargo, antes de matarlo, le juró algo a Hide, le juró que mataría a todos los de su familia por haber tenido el descaro de desafiarlo.

 

Con lo que Yoshiki no contaba era con que Hide le había dejado instrucciones explicitas a su esposa para que se escondiera, ella con su pequeño niño. Incluso tuvo el cuidado de planear que su hijo creciera odiándolo, para que jamás se metiera en el mundo de las artes marciales y tuviera que enfrentarse con Yoshiki….

 

Aoi tuvo que levantarse y caminar hacia la pequeña ventana de la enfermería, donde Tora se encontraba acostado recibiendo atención por la herida que había recibido de su parte. Sacó un cigarro importándole poco los reclamos de la enferma, quien terminó por rendirse y los volvió a dejar solos.

 

-tu padre no te abandonó Aoi, te engañó para que no tomarás venganza contra Yoshiki – dijo Tora con voz cansina.

 

No dijo nada. Miraba fijamente hacía la vista que le ofrecía la ventana.

 

-imposible- fue lo que dijo Ruki, quien había permanecido callado hasta el momento - ¿Por qué se supone que deberíamos de creerte? – alzó una ceja escéptico.

 

Tora sonrió de lado – he pasado los últimos años de mi vida fingiendo que no me acuerdo nada de mi niñez – explicó – por una simple razón. La madre de Uruha me lo contó todo – fue su única respuesta.

 

Eso fue suficiente para que Aoi despertara de sus pensamientos girándose violentamente hacia el herido - ¿la madre de Uruha? ¿Quién es? – su corazón latía demasiado rápido, demasiadas cosas que digerir en tan poco tiempo.

 

-su nombre era Sara – contestó y sonrió al ver que Aoi abría mucho los ojos.

 

El pelinegro se llevó la mano a la cabeza al sentir una terrible punzada, por supuesto que sabía quien era Sara, su madre la había mencionado infinidad de veces, al parecer eran mejores amigas o algo por estilo. Tora no tendría porque mentirle ¿Cómo sabría tantas cosas con lujo de detalle?

 

-¿Cómo es que has fingido no recordar tu  niñez? – fue Ruki quien volvió a desviar el tema al ver que Aoi parecía estar teniendo poco menos que una batalla interna.

 

Tora tosió un poco, la herida no era grave pero si requería reposo y cuidado – todo fue un plan elaborado entre Sara-sama y yo – comenzó a explicar – me contó toda la verdad, todo lo que Yoshiki había hecho y me encomendó la tarea de matarlo, cosa que  no fue muy difícil de aceptar debido a mi historial familiar. Me dijo que en algún punto tenía que fingir que no recordaba nada, para que Yoshiki confiara plenamente en mi, para poder matarlo tenía que ganarme su confianza y no lo lograría si pensaba que yo le guardaba algún tipo de rencor – apretó los puños – así que cuando tenía doce y ya tenía algún control sobre mis habilidades fingí un accidente. Fingí que había usado mas energía de la necesario y logré que el techo de una habitación se derrumbara sobre mi. Lo demás fue fácil, cuando desperté sólo comencé a fingir que el accidente me había causado amnesia – sonrió irónicamente – Yoshiki no podría haber estado mas feliz, desde ese momento me comenzó a tratar muy bien, como si de un hijo se tratara. Tratando de hacer lo mismo conmigo como lo había hecho con Reita y según él funcionó – miró fijamente a Aoi – espero que entiendas que tuve que renunciar a muchas cosas para lograr mi cometido, mi pasado – apretó aun mas los puños – alguien que me importa demasiado, debo fingir que no lo conozco. Todo por tener una oportunidad para matarlo – suspiró.

 

Aoi entonces supo que lo que decía Tora era verdad, nadie estaría lo suficientemente desquiciado para hacer un plan tan elaborado como ese solo para engañarlo, además se notaba a leguas que Tora no soportaba a Yoshiki, le había prestado su camaradería desde un principio. Lo malo de la situación eran sus sentimientos, había pasado la mayor parte de su vida detestando a su padre, pues siempre había pensado que los había abandonado a él y a su madre y ahora resultaba que lo estaba protegiendo.

 

Y aun así, Yoshiki lo había encontrado, había asesinado a su novia para obligarlo a entrar a Guren. Había asesinado a su padre…..le estaba haciendo quien sabe que cosas a Uruha en este momento… sintió un vacio en el estomago. Uruha.

 

-tenemos que sacar a Uruha de ahí – fue lo único que alcanzó a decir.

 

Tora negó fervientemente – ahora que sabes todo lo que ha hecho Yoshiki ¿vas a echar todo a perder? Estoy seguro que quieres matarlo, pero tu única oportunidad de hacerlo sin que sea un crimen es en Guren y lo sabes – explicó con seriedad – no eches a la basura todo por lo que he trabajado tantos años y no creo que seas tan cobarde para matarlo por la espalda – aseguró.

 

Aoi se mordió el labio – lo puede matar – dijo en un suspiro.

 

-no lo matará, lo ama demasiado. Bueno no sé si es amor lo que siente por él, pero no le hará daño para matarlo – tragó saliva.

 

Ruki arrugó la nariz al no comprender nada de lo que estaban hablando - ¿de que me perdí? – preguntó con cierto enojo.

 

-Uruha no es mujer – fue lo primero que salió de los labios del pelinegro y Ruki abrió muchísimo los ojos – y su padre abusa de él – sintió que el estomago se le revolvía.

 

El rubio se cruzó de brazos y sonrió de lado – yo sabía que eras un puto, no había forma de que fueras heterosexual – fue lo único que dijo ante la mirada incrédula de Tora y el bufido de Aoi.

 

-x-

 

Sintió el ardor del golpe en su espalda…¿Cuántos llevaba? Había perdido la cuenta después del quinto para ser sinceros….las lagrimas resbalaban involuntariamente por sus ojos. Ciertamente no era la primera vez, pero por alguna razón estaba sintiendo mas de la cuenta, tal vez por el coraje de su padre era en serio. Nunca lo había visto tan enojado, nunca se había desquitado de tal forma.

 

Sabía que solito se había metido en la boca del lobo, pero no alcanzó a medir las consecuencias y ahora ahí estaba recibiendo un numero desconocido de latigazos en su espalda. Ya no se podía levantar, estaba recargado en el respaldo del sillon de la habitación donde se encontraban, las piernas le habían fallado y lo único con lo que lograba sostenerse era con los brazos cuya fuerza había sacado de quien sabe dónde.

 

Sintió como sin ningún tipo de cuidado Yoshiki lo levantó por el cabello guiándolo hacia una pared de la habitación – no entiendo que fue lo que pasó – dijo su padre con una voz dócil mientras le alzaba los brazos y pasaba por sus muñecas las cadenas que colgaban del techo. Cuando terminó por amarrarlo lo tomó con fuerza de la barbilla - ¿Qué relación tienes con Shiroyama? – le volvió a preguntar por enésima vez y por enésima vez obtuvo la misma respuesta: ninguna.

 

Ante esto Yoshiki siguió enfurecido, no había una interpretación de lo que estuviera pensando o sintiendo, o al menos así lo veía Uruha, porque no podía descifrar la actitud de su padre, no entendía muy bien lo que estaba pasando y mucho menos logró pensar cuando sintió la mano de su padre contra su mejilla y el sonido fuerte del impacto retumbo contra las paredes. Su vista se nubló por instante haciéndolo sentir mareado y sus oídos zumbando.

 

-¿sabes que odio hacerte esto? – le dijo como si de verdad lo sintiera – pero es por tu bien Uru, tienes que entender que hay cosas que te prohíbo hacer porque me preocupo por ti. Shiroyama quiere hacerte daño, yo quiero evitar que te haga cualquier cosa, que se acerque a ti – explicó.

 

El frio era insoportable en ese momento y él estaba completamente desnudo, con el aire pegando de lleno contra las heridas de su espalda. Sentía que su hombro se dislocaría en cualquier momento por la posición en la que se encontraba, los brazos le dolían de mantenerlos alzados en contra de su voluntad, su pies luchaban por mantener un equilibrio estable pero le era casi imposible pues su padre lo había atado muy alto y los dedos de sus pies eran los únicos que tenían contacto con el piso.

 

-¿porque lo odias tanto? – alcanzó a decir con voz rasposa.

 

Yoshiki hizo una mueca mientras se sentaba calmadamente frente a su hijo – ay Uru, creo que es momento que sepas la verdad, ya tienes edad suficiente – sonrió de lado al ver que el castaño tenía cierta dificultad al respirar – el padre de Aoi, como le dicen, era un hombre malo que trató de asesinarme, me traicionó haciéndose pasar por mi amigo, p estaba celoso de mis orígenes, a pesar de que a mi no me importaba en lo absoluto mi apellido. No podía soportar que yo fuera mejor peleador que él y por eso trató de matarme en el torneo hace varios años, pero le fue imposible. Lo vencí y años mas tarde regresó para intentar matarme y secuestrarte, a ti y a tu madre. Afortunadamente lo logré vencer de nuevo, pero fue por su culpa que tu madre nunca logró recuperarse de la impresión y desarrolló una enfermedad mental. Fue por culpa del padre de Aoi que tuve que evitar que te viera y hablara contigo para que no te hiciera daño – dijo con pesar – y ahora su hijo viene a terminar lo que su padre empezó. Quieren matarnos por algo que no tenemos la culpa – terminó haciendo una mueca desagradable.

 

Para Uruha fue muy difícil creer las palabras de su padre, pero algo era cierto, cuando él era pequeño su madre había perdido la razón, por lo que su padre la había alejado, no pasaron mas de dos meses de la separación cuando su madre había optado por quitarse la vida ¿era por culpa del padre de Aoi que había crecido sin madre y a lado de un psicópata? ¿Realmente el pelinegro quería matarlo? ¿podía confiar en las palabras de su padre? No tenía como constatar los hechos….y ¿Cómo podría preguntarle a Aoi ahora que su padre había descubierto que tenían contacto? Aun si no sabía que especie de contacto era.

 

Un dolor agudo lo sacó de sus pensamientos, Yoshiki se había levantado y había usado una paleta para darle una fuerte nalgada - ¿estás de acuerdo que tu castigo no ha terminado verdad? – sonrió macabramente.

 

-papá…yo…. –recibió otra cachetada directo contra su mandíbula – perdón – sollozó, sabía que seguía no podría soportarlo…..aunque tal vez podría…si pensaba en Aoi…

 

 

Yoshiki salió de la habitación con una sonrisa satisfactoria y mirada soñadora. Se encontró con Reita en el pasillo – Rei, que bueo que te encuentro – le pasó el brazo por los hombros – tenemos un par de asuntos pendientes. Uruha se quedará castigado en la habitación roja – dijo como si fuera lo mas normal, mientras se encaminaban a la oficina de Yoshiki.

 

Reita sintió una punzada en el estomago, esa habitación sólo se utilizaba si realmente le había ido muy mal al castaño, se preguntó que había pasado en la pelea de Tora con Aoi y la preocupación llegó sin poder hacer nada realmente.

 

Mientras Uruha estaba respirando profundamente para no pensar en el dolor, o en la incomodidad. Yoshiki lo había dejado amarrado casi colgando del techo por las muñecas. Le dolían absolutamente todas las partes de su cuerpo, sentía los latidos de su corazón en cada uno de los latigazos en su espalda, los cuales eran lo que mas le preocupaban pues podían llegar a infectarse o algo parecido, a pesar de que no era demasiado, seguían sangrando.

 

Se había lastimado severamente la pierna izquierda pues su padre se la había alzado y amarrado sin ningún tipo de consideración ni cuidado, ahora ya la volvía a tener abajo pero el dolor permanecía, sin contar el raspón alrededor del tobillo que la cuerda había ocasionado. Tenía unas cortadas dentro de los muslos que no eran profundas, el problema radicaba en que rozaban las unas con las otras, causándole un dolor casi insoportable, cada vez que se movía por la incomodidad de su posición.

 

Y pensar que debía permanecer así durante toda la noche, se estaba muriendo de sed y de hambre, además de que estaba seguro que pronto le daría fiebre, pues el calor que sentía era demasiado como para el frío del ambiente. Sin embargo podría soportarlo, era la primera vez que lo dejarían tanto tiempo, pero sabía que había valido la pena. Aoi seguía con vida.

 

La habitación era grande y muy iluminada, al contrario de la puerta que era pesada de hierro y sólo contaba con una pequeña rendija en lo bajo, tenía un enorme cerrojo cuya llave sólo poseían tres personas. Una de ellas estaba abriendo la puerta en ese preciso instante, lograba escuchar pero ver, ese era un asunto completamente diferente.

 

-Uru ¿estás bien? – escuchó la voz pero no la reconoció. Abrió los ojos un poco aturdido y vio claramente la imagen de Aoi. Hizo el intento de moverse pero lo único que logró fue lastimarse mas, haciendo una mueca de intenso dolor, incluso soltando un fuerte gemido – voy a sacarte de aquí – dijo rápidamente.

 

Sin embargo el castaño negó fervientemente – si lo haces mi padre te matará, no le des la excusa para hacerlo. Puedo soportarlo – dijo a duras penas.

 

Aoi por su parte analizó el ambiente, tenía toda la razón, pero no podía dejarlo ahí. Tora le había dado la llave con la condición de que viera lo que viera no se metiera, pero resultaba que no era tan fácil como parecía.

 

-¿Cuánto? – preguntó aun buscando soluciones.

 

-vendrán por mi a primera hora de la mañana – respondió cerrando un ojo, pues la luz le lastimaba. La cabeza le dolía horrores.

 

Usando una de sus pequeñas habilidades, subió  a un banquillo y abrió el cerrojo de las cadenas. Uruha hubiera caído estrepitosamente al piso si no hubiera sido lo suficientemente rápido para agarrarlo en el aire – estaré contigo toda la noche, te volveré a atar antes del amanecer – le explicó y Uruha asintió.

De pronto recordó que estaba completamente desnudo y abrió mucho los ojos a medida que Aoi lo cargaba con demasiado cuidado hacia la cama que ahí había, pero para este punto a Uruha ya se le había olvidado por completo el dolor, había palidecido pero no por ninguno de sus males o heridas, sino porque Aoi lo seguía tratando como si nada, ¿no se había dado cuenta?

 

-¿Qué pasa? – le preguntó al ver el estrés en su cara – ¿te lastimé? No puedo curarte sin levantar sospechas – se excusó débilmente.

 

Uruha negó como pudo – estoy….no tengo ropa…soy un chico.- fue lo único que dijo.

 

Aoi sonrió de pronto – ya lo sabía, lo sé desde el principio –  le dio un beso en la frente, recostándolo boca abajo.

 

-¿no me odias? – realmente lucía confundido, tenía miedo.

 

-jamás podría odiarte – le quitó el cabello de la cara y sonrió.

 

-estoy soñando– dijo en voz baja.

 

-disfrútalo – le respondió acariciando su cabello – yo…- pero el castaño ya estaba profundamente dormido.

 

Pensó en Ayu, asesinada por Reita bajo las ordenes de Yoshiki. Pensó en su padre, asesinado por Yoshiki y pensó en Uruha. Lo observó como dormía, observó todas las heridas que tenía, aquello que había sufrido por culpa de Aoi.

 

Había decidido alejarse de Uruha para cumplir su cometido, para no desviarse de su meta, pero ahora que lo veía tan frágil y lastimado se dio cuenta que no podría alejarse. Uruha era parte de su meta, una persona que podría morir a manos de Yoshiki y eso jamás se lo perdonaría. Vengaría a Ayu, a su padre y salvaría a Uruha, quien aun se encontraba a su lado.

 

Porque ahora viendo lo que el castaño estaba dispuesto a pasar sólo por él, no le quedó mas duda.

 

Estaba enamorado. 

Notas finales:

que les parecio??

reikai??

aoiha?

que les parecio la verdad acerca del padre de aoi??

creen que todavia haya mas secretos?

los descubriran?? 

muahaha

review :D

les recuerdo que actualice fast and beautiful y delirium 

los veo :d

los quiero


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