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The True Murderous Intent por urumelii

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Notas del capitulo:

siiii ya estoy aqui, o yo y mis horas de actualizar asi que esero que el kpop no me mande a la segunda hoja rapidamente u.u pero bueno, debi actualizar hace dos horas pero me salio mas largo de lo que crei

y el hermano de kai es................... creo que es bastante obvio XD varias ya lo dijeron en su rvw y otras dieron unas teorias bastante buenas XDDD la q se lleva el premio es la afirmacion de waby oknot jaja pero bueno el punto es que aqui se revela, hubiera sido genial q fuera reita y ahcemos incesto!! yei! okno

les recuerdo de mi nuevo fic between angels and insects pasen a leer.

y bueno mi tragica historia, me enferme muy grave, inspiracion me dejo por lo smimo y hasta ahorita regreso!! :D

lean!! lean! 

Había sangre, mucha, nunca la había visto y ciertamente no era la mejor manera de conocerla. Aun si fuera un adulto el espectáculo era demasiado grotesco y sangriento, nadie sería capaz de soportarlo, aun así, tanto él como su hermano no parecían tener reacción alguna, tal vez la escena ya los había paralizado por completo.

 

Solo contaban con siete y cinco años ¿Qué podían hacer ellos para ayudar a sus padres mientras eran brutalmente asesinados frente a sus ojos? Ninguno de los dos lloraba, tenían que ser fuertes para su madre, así les había enseñado su padre. Yutaka había sentido un gran alivio cuando escuchó a los asesinos decir que no le debían hacer ningún daño a los niños, es decir, ellos. Aun así, su hermano mayor lo tenía abrazado y muy cerca de él.

 

-creo que la próxima vez no se atrasarán en los pagos – dijo uno de los hombres asesinos riendo, mientras los otros dos se carcajeaban a su lado.

 

Ninguno de los dos niños se movió, pero el mayor sintió la rabia arremolinarse en su estomago, mientras Yutaka se aferró a la camisa de su hermano.

 

Un cuarto hombre apareció en la escena, este a diferencia de los otros tres no tenía cubierto el rostro. Tenía una mueca siniestra en el rostro y miraba los cadáveres con satisfacción. Dirigió su vista a los dos niños, quienes no pudieron evitar temblar ante el hombre frente a ellos, estaban muertos de miedo.

 

-siempre que alguien se rehúsa a escuchar las advertencias acaba pagando muy caro – siseó, miraba a los niños como si quisiera explicarles – es como un castigo por portarse mal, ahora, ustedes no hicieron nada malo – sonrió – así que ustedes no tienen que ser castigados, pero si me tienen que pagar lo que sus padres me deben – dijo de forma comprensiva – así que tienen cinco minutos para decidir quien se va conmigo – su voz cambió y los niños temblaron por puro instinto.

 

¿cómo un niño de esa edad toma una decisión de aquellas? No se puede. Sin embargo, el mayor hizo lo único que se le ocurrió: proteger a su hermanito. Antes de que transcurriera el tiempo, con todo el valor que su cuerpo de siete años le permitía, se levantó. Las rodillas le temblaban – yo iré – logró decir a duras penas – pero no le hagan nada a Yuta – bastante osado para alguien de su edad.

 

El hombre se río – me gusta tu carácter, no te preocupes, tu hermanito me tiene sin importancia, vamos entonces – caminó hacia la salida.

 

Yutaka se aferró a los pantalones de su hermano menor - ¿Qué haces? No me dejes solo, no te vayas – las lágrimas que no había derramado comenzaron a rodar por sus mejillas, acababa de perder a sus padres, no podía resistir también a su hermano.

 

El mayor se devolvió y tomó la cara de su hermano limpiado sus mejillas con los pulgares – sé fuerte Yuta, nos volveremos a ver, te lo prometo, sabes donde estoy, búscame en cuanto tengas oportunidad – uno de los hombres enmascarados tomo al niño por la cintura y lo levantó, haciendo caso omiso del mas chico, quien se deshacía en llanto. El mayor no puso objeción.

 

-no se lo lleven, por favor – lloraba sin poder moverse, no podía hacer mucho. Al final cerraron la puerta con fuerza dejándolo solo, completamente sólo – ¡¡¡¡¡Shinji!!!!! – gritó pero nadie lo escuchó.

 

 

 

Despertó bruscamente, odiaba tener ese sueño, sólo le recordaba cómo había perdido a su familia. No necesitaba recordatorio, ya había llorado lo que tenía que llorar, ahora no podía despegar su vista del objetivo: encontrar a Shinji.

 

Se giró hacia el otro lado, imposible conciliar el sueño de nuevo. Su mente se llenaba de preguntas cada vez que pensaba en él ¿cómo era? ¿lo estaría esperando? ¿sabía que era él? Sintió un vacío en el estomago ¿Por qué si por fin estaba ahí, no lo había tratado de contactar? ¿estaba siendo precavido o ya ni siquiera lo recordaba? Su nombre debía aparecer en el registro del torneo ¿entonces? Suspiró.

 

Tendría que pelear en unas horas, lo cual, estaba lejos de ser emocionante. La verdad era que se creía muy poco capaz de derrotar a sus contrincantes, pero su necedad podía mas que cualquier pelea. A pesar de que debió haber crecido con la técnica de su familia, la verdad era que la había modificado a su gusto, después de que sus padres fueran asesinados, la única familia que le quedaba era su abuelo. Un hombre que ya no era capaz ni de atenderse a si mismo, por lo que la técnica la tuvo que aprender a base de los escritos de la familia y su propia práctica. Nunca tuvo un maestro, cuando fue mas grande fueron las calles quienes lo moldearon.

 

En su adolescencia perteneció a diversas pandillas e incluso llegó a trabajar para yakuzas, pero nada importante. Es decir, era obvio que las personas en el torneo tenían mucha mas capacidad que él, lo único por lo que había podido entrar a “Guren” fue por su apellido, no por sus habilidades. Ciertamente no peleaba como Aoi y mucho menos como Ruki, quien había mostrado ser impresionante en batalla.

 

Volvió a suspirar, tapándose la cara con las cobijas. Los nervios se arremolinaban en su estomago. Seguramente perdería. No podía darse el lujo de perder. No hasta encontrar a Shinji.

 

-x-

 

Eran las cinco de la mañana, una hora para nada apropiada para estar despierto, pero que mas podía hacer, a esa hora había salido de la habitación de su padre. Se sentía mareado y con unas ganas impresionantes de vomitar. Esta vez había sido mil veces peor que cualquiera en toda su vida, por una sencilla razón.

 

Aoi.

 

Pensar en él mientras su padre le hacía todas esas cosas, fuera de ser un consuelo se volvió una carga. La culpa le llegaba como olas contra las rocas, como si de pronto se sintiera indigno del pelinegro, como si de repente entendiera que jamás podría estar con Shiroyama y nada tenía que ver con que fuera hombre.

 

Es decir, a parte de ese pequeñísimo detalle, era estúpido de su parte pensar que Aoi podría quererlo ¿Quién querría a una persona tan rota y sucia como él? Tenía claro que nadie. Ni siquiera Reita, quien sólo lo veía como un desahogo y no lo culpaba, él lo veía de la misma forma. Sin embargo, estaba mas que seguro que llegaría el día en que Reita formaría su vida y él se quedaría solo. Por culpa de su padre.

 

Apretó los puños, lo odió aun mas, lo odió como nunca, por la única razón de ser el culpable de que él y Aoi nunca estarían juntos. Sacudió la cabeza, en qué cosas pensaba, como si estuviera enamorado del pelinegro, sólo le gustaba, sólo eso y ahora estaba como niña enamorada soñando que podrían estar juntos.

 

Le costaba caminar, esta vez se había pasado y todo por haber puesto un poco de resistencia, pero es que pensaba en Aoi ¿podía ser esa una excusa? Sonrió amargamente.

 

-mira nada mas, la princesa madrugó – dijo una voz frente a él.

 

Uruha casi se cae de la impresión. El pelinegro estaba recargado en el marco de su puerta, con esa sonrisa burlona que al parecer lo caracterizaba - ¿Qué haces aquí? – preguntó casi con pánico.

 

Aoi frunció el ceño, no necesitó de mucho para adivinar el por qué el castaño caminaba con dificultad – vine por ti – dijo sin un ápice de vergüenza.

 

-¿Qué? – no pudo evitar que un sonrojo adornara sus mejillas, a pesar de la hora, los pasillos estaban iluminados.

 

Shiroyama negó con la cabeza – cálmate, no saldremos de la propiedad y estaremos justo antes del combate de Kai – le tendió la mano.

 

El castaño lo miró dudando, podía meterse en muchos problemas si los descubrían, miró hacia todos lados confirmando que nadie los viera. Algo imposible a las cinco de la mañana, pero nunca se es demasiado precavido, alguien tenía que serlo puesto que Aoi parecía ser un completo descarado – si no estamos antes….

 

-confía en mí – le guiñó el ojo.

 

¿Cómo resistirse a eso? Tomó su mano y Aoi sonrió ampliamente, algo que hizo que Uruha se perdiera en un mar infinito de ensoñaciones. El pelinegro sin soltar su mano lo guió hasta los jardines.

 

-no le veo lo especial a los jardines – dijo una vez que se sentaron en uno de los lugares mas altos de ahí.

 

-¿siempre te quejas de todo? – Aoi rodó los ojos – digo, creo que nada te parece – le enseñó la lengua.

 

-sólo tengo gustos muy refinados – sonrió de lado.

 

El pelinegro soltó una carcajada – yo no soy refinado – dijo con suficiencia.

Uruha alzó una ceja y fue su turno de reír – por eso no me gustas – contestó con incredulidad. Estaban sentados uno frente al otro, mirando hacia el cielo aun oscuro.

 

-¿ah no? – se acercó a Uruha - ¿ni cuando nos besamos? – miró sus labios,  acercándose aun mas, hasta casi rozarlos.

 

-tu me besaste – contestó en un suspiro, compartiendo el mismo aire que Aoi.

 

El pelinegro sonrió – te recuerdo que tu eras la que estaba sobre mi – delineó sus propios labios con su lengua. Sólo para tentar un poco al castaño. Uruha frunció el ceño al escuchar como lo llamaba como si fuera chica, lo que provocó que se alejara del casi inexistente contacto con los labios del otro – no tarda en amanecer – fue Aoi mismo quien cambió el tema.

 

Uruha veía el cielo, que para ese momento se teñia de colores rojos y naranjas, un espectáculo que no recordaba que fuera tan bello – hace mucho que no veía un amanecer – comentó.

 

Aoi suspiró, la última vez que había disfrutado un amanecer como ese fue con Ayu, la novia que Reita había asesinado dos años atrás, la verdadera razón por la que estaba en Guren – en este mes son realmente bellos – dijo dejando atrás sus pensamientos, hacía mucho tiempo no se sentía tan bien como lo había estado alguna vez con Ayu. Sintió un poco de culpa, pero también sabía que debía seguir adelante y una vez que matara a Yoshiki, podría hacerlo.

 

-a veces te pierdes de las cosas verdaderamente bellas por estar sumido en problemas que ni solución tienen – dijo el castaño con nostalgia, sin dejar de ver el hermosos paisaje que ahora se presentaba ante él.

 

-todas las cosas tienen solución – Aoi no miraba el paisaje, miraba al castaño; lo encontraba hermoso junto a los rojos y naranjas del amanecer, aun mas de lo que creía que era.

 

Uruha sonrió irónicamente – ciertamente yo no veo claro – no se había dado cuenta que Aoi lo miraba con intensidad. Pero sintió la mano del pelinegro sobre la suya, lo cual hizo que los colores se volvieran a acumular en su cara, no se atrevió a mirarlo.

 

-te prometo que pronto lo verás…

 

-x-

 

¿Y que si estaba nervioso? Lo merecía faltaba menos de media hora para que peleara y una enorme sensación de vacío se había depositado en su estomago y se rehusaba a abandonarlo.

 

-¿podrías tranquilizarte? – le dijo Ruki alzando una ceja – me estás poniendo nervioso con tus nervios y es difícil que eso pase – estaban en el comedor y Kai no dejaba de pegarle a la mesa con los dedos, ni de moverla con el movimiento de su pierna.

 

-es que no puedo perder – dijo un poco mas alto de lo que hubiera querido.

Ruki lo miró con desdén – no pierdas entonces – se alzó de hombros.

 

Kai bufó – fácil decirlo – chasqueó la lengua.

 

El rubio le dio un bocado a su desayuno, masticó con paciencia y tragó lentamente; miró a Kai – si eres tan bueno peleando como lo eres cogiendo te irá bien – aseguró y volvió a dar un bocado.

 

En ese momento el castaño oscuro casi escupe el jugo que por fin se había atrevido a tomar, el estómago se le revolvió aun mas con semejante afirmación. No se suponía que Ruki dijera las cosas tan abiertamente. No le quedó de otra mas que voltear a ver a Aoi quien había permanecido callado hasta el momento. Aoi sonreía y se alzó de hombros al ver la mirada de susto de Kai.

 

-x-

 

Caminaba por el pasillo sin muchas ganas, tenía sueño pero deberes eran deberes, iba a ver el combate para ver quien podría ser uno de sus posibles contrincantes. Había omitido el desayuno, lo haría después de la pelea y luego haría ejercicio, tenía el día relativamente libre.

 

-Tora – escuchó a Reita llamarlo desde atrás. Se detuvo sin voltear – Yoshiki-sama te busca – dijo cuando por fin lo alcanzó.

 

Tora se sorprendió, se suponía que hoy no trabajaría - ¿para qué? – preguntó un poco molesto.

 

El rubio se alzó de hombros – dijo que vayas a su oficina – contestó con indiferencia.

 

-pero ¿y la pelea? ¿Qué no la va a ver? – sonaba demasiado raro y sospechoso.

 

Reita giró los ojos – no sé, sólo me dijo que quería verte, dios estás en tus días o que – bufó y se perdió de vista.

 

Tora se quedo unos segundos en el pasillo, dudando si ir o no, no le quedaban muchas alternativas. Odiaba a Yoshiki con todo su ser, pero después de todo era su jefe, pero llegaría el día en que podría matarlo, porque ese era su plan, matarlo. Sólo esperaba a que alguien del torneo lo hiciera antes o sino mínimo que lo cansara lo suficiente para él poder hacer algo. No era tan bueno como Yoshiki, peor tendría una buena oportunidad si tenía una pelea antes.

 

Su odio hacia Yoshiki se había formado hace algún tiempo, cuando fue capaz de asimilar la clase de calaña que era su jefe. Antes de eso, lo admiraba y lo veía con absoluta devoción, de la misma forma en la que Reita lo hacía. Después de todo, Yoshiki lo había rescatado de la calle, le había ofrecido un hogar y un entrenamiento, sin que él lo pidiera. Claro, Tora no recordaba aquello, en realidad no recordaba gran parte de su niñez, pues a los doce había sufrido un accidente que le había costado gran parte de su memoria. Incluso los primeros años con Yoshiki eran ahora confusos y borrosos y muchos menos de hablar de antes de que conociera a su jefe.

 

Le debía mucho, pero no era un inconsciente, sabía todo el dolor que ese hombre había causado. Sabía  que la manera de trabajar de Yoshiki no era ni remotamente legal y por supuesto estaba Uruha, a quien por alguna razón desconocida había acogido como su hermano menor y tenía una enorme necesidad de protegerlo, como si fuera su deber.

 

Suspiró y entró a la oficina, perdiéndose por completo la pelea que se llevaría a cabo en ese momento.

 

-x-

 

Kai miró a su contrincante, después miró a Ruki quien lucía fastidiado. Logró leer los labios del mercenario “pan comido”. Lo cual no lo hizo sentir mejor al castaño oscuro, ahora tenía miedo de hacer el ridículo y mas si el mercenario pensaba que era cualquier cosa. Miró también a Aoi quien con un asentimiento le demostró su apoyo, al menos eso lo calmó un poco.

 

-debiste traer armas – le dijo su enemigo sonriendo. Tenía una daga en cada mano, cada una con un enorme filo cuyo color no era de un metálico normal, parecía estar corroída o algo por estilo. Kai resolvió que entre menos contacto tuviera con ese filo, mejor se encontraría – no te preocupes, el veneno de mis dagas te matará antes de que sepas que te pasó – aseguró.

 

Error numero uno: nunca digas tu técnica, tu contrincante podrá planear la mejor forma de defenderse de ella.

 

Kai esquivó con demasiada facilidad el ataque, el tipo se movía mucho mas lento de lo que parecía, lo único que le preocupaba era el dichoso veneno. Volvió a esquivar arqueando la espalda hacia atrás, apoyando los brazos en el piso usándolos de soporte para levantar las piernas. La patada le llegó directo al estomago a su enemigo que se abalanzaba sobre él, mandándolo con fuerza hacia atrás al tiempo que Kai hacía una vuelta.

 

-tengo que encajarte la daga para que mueras, un roce no basta – dijo lo suficientemente alto cuando se hubo levantado.

 

Error numero dos: nunca digas como funciona tu técnica.

 

El combate cuerpo a cuerpo de Kai era impresionante, más que estar peleando parecía que bailaba una hermosa coreografía, sin duda era más ágil que Ruki, quien se especializaba en largo alcance. Era más que obvio que el corto alcance era la especialidad de Kai, pues su única arma era su cuerpo, las patadas que propinaba a su contrincante eran tan rápidas que un simple humano solo habría visto una ráfaga borrosa de color negro.

 

En menos de quince minutos el enemigo de Kai estaba cubierto de moretones y dos de sus dedos estaban rotos. Aoi no entendía cómo es que si Kai atestaba tantos golpes no había logrado derrumbar al otro. La respuesta llegó en cuanto el castaño oscuro dejó de moverse.

 

-¿ya te cansaste? – dijo el tipo triunfante – tantos golpes, que si, admito duelen, pero al final no hacen nada – sonrió. Los dos se encontraban parados uno frente al otro.

 

Aoi y Ruki notaron algo extraño, Kai no estaba ni tantito cansado sólo miraba a su oponente con fastidio. Mientras el otro respiraba cada vez con mas dificultad.

 

-ven y mátame – dijo Kai – es obvio que no soy digno de ser tu oponente – se hincó frente a él.

 

Ruki iba a gritar algo, pero Aoi lo detuvo.

 

El tipo sonrío aun mas y trató de caminar hacia el castaño oscuro para matarlo, pero sus piernas no le respondieron, cuando trató de moverlas sólo temblaron haciéndolo perder el equilibrio y cayendo de rodillas.

 

-parece que estás cansado – dijo Kai con monotonía – sólo lanza la daga – cerró los ojos.

 

Su enemigo trató de levantar los brazos pero no fue capaz, no le respondían, parecían dos pedazos de tela pegados a su costado - ¿qué me hiciste infeliz? – las palabras salieron entrecortadas, su respiración se dificultaba cada vez mas - ¿Qué clase de veneno es este? No lo conozco – lucía asustado al sentir su cara y su cuerpo adormecido.

 

Kai se levantó – te di la oportunidad y no me mataste, que lastima – chasqueó la lengua – ah, se me olvido decirte, mis golpes no hacen daño superficial, seguramente sientes el cuerpo adormecido, eso es porque inhabilité tus músculos y ligamentos, no te preocupes te podrás volver a mover en unos días. Sólo te comento que si sigues tratando de moverte como lo estás haciendo ahora, el adormecimiento avanzará mas rápido, llegando a afectar músculos como tu corazón y los ligamentos de tus pulmones – se sacudió la tierra – como no me mataste supongo que yo gané – sonrió de la forma mas encantadora que Reita había visto jamás.

 

No cabía una sola duda que esa era la técnica de la familia Amano, sin embargo él sólo había escuchado que lo hacían con las manos, no con todo el cuerpo como Kai lo acababa de hacer. No cabía ni la mas mínima duda que él era el hermano de Tora. Tenía que acercarse a él a como fuera lugar, no se podían dar el lujo de que se encontraran.

 

Notas finales:

woooooooooo bueno obvio algunas ya se esperaban q fuera tora :D les gusto??

ame la tecinica de pelea de kai, asi la ame

reita esta medio habil XD

amo a ruki

que creen que pase?

q creen? YA VAN A PASAR A LASEGUNDA RONDA!!! 

adelanto: gackt y mana harán su aparicion

para mi que aoi y ur ya se estan enamorando XD

como se quitara ruki del camino de reita?? 

muahaha

dejen un rvw por favor, ya se que no lo merezco, pero ultimamente no dejan y eso no me ayuda para escribir, dejen rvws actu mas seguido, lo prometo! dejen rvws y actualizare en dos dias fast and beautiful ;D


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