Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nekkar por Deilita

[Reviews - 70]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!!! mil años luz después... lo sé jajajaj pero ya aqui estoy con un nuevo capi, se borraron todos de mi compu :( pero ya escribí jajaja gracias por sus hermosos RR que me motivan a seguir con estas historias! :) si quieren dense una vuelta por Revolución en Familia plz? jaja los dejó leer!

 lágrimas de tristeza, lágrimas de felicidad


 


 


    Bastas abrió los ojos asustado al sentir algo alrededor de su cuello, se levantó apresurado mirando confundido a todos lados, Kano le miraba extrañado mientras cargaba al pequeño lobezno que le pegaba con las patitas.


-¿Estás bien?-preguntó suave al verle tan agitado y se acercó notándole temblar.


-Eso… eso creo-respiraba agitado, había sido una cobija, se volvió a echar a un lado de Kano sin poder parar su agitado pecho, por un momento había recordado el sentimiento tan humillante de vivir amarrado, unas cuantas lágrimas resbalaban por sus mejillas.


-Ven-le levantó sin trabajo para apretarlo contra su desnudo pecho y llenar la pequeña cabecita de besos-Tranquilo, fue una pesadilla Bastas-rascó las orejitas haciéndole ronronear.


  El gatito asintió relajándose un poco, una pesadilla que había pasado años atrás… antes de escapar de su casa, suspiró limpiándose el rostro con las patitas, con Kano se sentía protegido y seguro. Vio la entrada de la cueva y percibió que hacia un lindo día, se levantó poco a poco tomando al cachorro por el pellejo y le sacó de la cueva para dejarle trotar a su gusto.


-Se ve feliz-comentó Kano como lobo a un lado del gatito.


-Kano-le miró hacia arriba con preocupación-¿Crees que soy una buena madre?


-Lo eres-le sonrió echándose para vigilar al cachorro que corría de un lado a otro jugando con los demás cachorros de la manada.


  El gatito asintió inseguro, el que cuidaba a su bebé era Kano, todo el tiempo se encargaba de sus necesidades, le llevaba comida y cobijas que conseguía de los comerciantes que llevaban cosas de la ciudad, incluso había bajado la fiebre cuando le dio. Se pegó a la pata del macho viéndole serio, no parecía su novio sino alguien responsable de su hijo y de él, nunca le besaba o le pedía sexo, sobre todo lo último, jamás lo mencionaba.


-Kano… ¿De verdad somos una pareja?-preguntó desde abajo.


-Creí que lo habíamos aclarado-le dejó jugar entre sus patas-¿Qué tienes pequeño? Te despertaste triste.


-Fue por un sueño que tuve.


  Jamás había hablado con nadie sobre todo lo que había sufrido en su infancia, no mencionaba el hecho de que su madre apenas había logrado enseñarle a leer y a escribir, que podía conseguirle comida que no fueran latas para gatos con mucho trabajo y él… el sentía que jamás supo corresponder a ese trato, nunca facilitó las cosas para su madre, pero era sólo un cachorro cuando logró escapar.


--- 


La correa estaba desgastada por tantas veces que la mordía intentando soltarse, finalmente se había roto. Miró las altas escaleras esperando poder llegar a su madre, brincó cada escalón que era más alto que él y empujó la puerta con mucho trabajo, no recordaba haber visto la casa antes.


 Jaló la cobija con la que su madre siempre le cubría, era lo único limpio que tenía en el sótano, curioseó por el lugar olfateándolo todo, movía la colita de un lado a otro, unas manos le levantaron y miró curioso.


-Mira, un gatito-comentó un niño de aproximadamente 9 años a otro de 12.


-Se ha de haber metido por la ventana, está abierta.


  Les miró curioso olfateándoles, olían como su madre, sin soltar la cobijita intentó bajarse de los brazos de esos niños, en cuanto le soltaron siguió escrutando todo por la casa causándoles gracia, ignoraban que ése gatito provenía de su sótano y que de hecho era su hermanito de apenas 6 años.


  Bastas intentó subirse a uno de los sillones que tan cómodo se veía, brinco clavando sus garritas y escuchó el desgarrar de la tela y enseguida unas exclamaciones que le alteraron, la puerta se abrió y volteó, su madre había tirado todas las bolsas de la compra y el hombre ya corría furioso hacia él…


---  


-Bastas-llamó Kano de nuevo al ver que se había quedado estático mirando a la pared-¿Te sientes mal? Te llevaré con Iza, ella sabrá qué hacer.


-No-parpadeó tomando consciencia de donde estaba, lamió el rostro de Kano-¿Quieres a Berkana?-preguntó el chico.


-Por supuesto que sí, como si fuese mi propio hijo Bastas-respondió un poco preocupado por el extraño comportamiento.


  El gatito asintió lento, miró a su hijo corretear por todos lados, con Kano le veía tan feliz…


-Iré a caminar un rato, necesito aire-se excusó.


  Se alejó bajó la atenta mirada del lobo, se acercó a su hijo para mirarlo y colmarle de besos y abrazos, las lágrimas le saltaron, él no podía ser responsable de una creatura, no repasando toda su vida y cómo la había vivido.


-Amor-llamó mirándole a los ojos-Te amo, nunca olvides eso, te amo.


  El cachorro ladeo su rostro curioso y vio a su madre alejarse hacia el bosque, siguió jugando sin que nadie le diera mucha importancia, siempre se iba un par de horas y volvía después, sin falta, pero esta vez sería diferente.


--- 


  Thurizas estaba adaptándose a vivir en la ciudad, su macho había encontrado trabajo y  siempre llegaba cansado y con mucha hambre, siempre le tenía la comida preparada a su gusto y todo dispuesto para él, era casi una rutina.


-Ya llegué-avisó entrando a la casa y quitándose los zapatos para descansar los pies, extrañaba la fina hierba.


-Te preparé una cena deliciosa-sonrió el chico-Conseguí carne muy barata, de venado, está recién cazado así que sabe más fresco, es una receta de mi madre, amor.


-Gracias cielo-sonrió el hombre tomándole de la cintura para levantarle un poco y besarle en el aire, jamás había imaginado que la vida sin pertenecer a la manada pudiera ser feliz, pero el chico lo estaba haciendo una realidad.


-Espero que te guste-sonrió el chico-También están las sardinas, ayudarán a tu pelaje amor, ya está mucho más brillante.


-¿Te parece?-le sonrió-Estará mejor cuando tengamos cachorritos.


  El chico asintió apretando los labios con fuerza, aún no habían tenido ningún contacto, se negaba rotundamente hasta estar unidos de manera formal ante todos, por ahora sólo vivían juntos. Teiwas notó eso y le bajó con cuidado, se limitaba en su fuerza y movimientos para no hacerle daño como antes lo hacía, ese chico era el único que había querido ver qué había detrás de toda la destrucción accidental que causaba.


-¿Qué es lo que necesitamos para la ceremonia?-preguntó notando que la mirada del chico se iluminaba llena de alegría, aquello le hizo sentirse bien, su corazón se aceleró al ver que podía hacer algo más que provocar el llanto de los donceles.


-Gracias-le abrazó el chico lleno de felicidad-Yo lo compraré todo en el mercado-dijo eufórico y le besó varias veces colgándose de su cuello.


  Teiwas sonrió también, el cansancio se le había reducido hasta quedar en prácticamente nada, se sentaron a cenar mirándose a los ojos como los dos enamorados que eran, se veían realmente felices el uno con el otro.


-¿Cuántos cachorros quieres tener?-preguntó Teiwas meneando su cola de un lado a otro, había pasado de ser de un deslavado gris a uno mucho más brillante y fuerte.


-No sé-se reía el chico feliz por la perspectiva-¿Cinco?


-Me parece un buen número-sonrió el macho-Pasado mañana tengo un día libre, podemos ir al bosque, le avisas a tu familia y lo hacemos todo.


-Teiwas-llamó el chico mirándole a los ojos lleno de felicidad-Te amo, siempre supe que eras el macho para mí.


-Ven-le abrazó al notar las lágrimas-No llores ¿Qué pasa?


-Es que estoy muy feliz-se refugió en su pecho.


  El hombre se quedó callado con una sonrisa, llorar de felicidad… lo había escuchado tantas veces pero jamás lo vio, era tan extraño y a la vez gratificante, Thurizas le esperó durante sus quince años, era una edad algo avanzada dentro de la manada para casarse pese a que seguía siendo un joven.


-Gracias por creer en mí siempre-dijo el lobo abrazándole contra su pecho.


-Yo siempre voy a creer en ti Teiwas, te conozco y sé quién eres-le puso una mano en la mejilla y le besó de nuevo colmándole de amor, ignorando que en la manada se organizaba un grupo de búsqueda por el gatito.

Notas finales:

Uff que tal? largo? bien? que opinan? pobresito de nuestro gatito verdad? pero ya veremos que pasa! :) gracias por leer, espero sus RR!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).