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Nekkar por Deilita

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Notas del capitulo:

Hola!!! queridas personas del mundo jajaja gracias por sus comentarios y leidas me hacen muy feliz ;)

 y bueno, los dejo leer antes de aburrirlos aca arriba! xD

El hombre levantó a la pequeña creatura haciéndole chillar y retorcerse, lo único que el chico pudo percibir fue un grito de su madre antes de ser arrojado violentamente contra el suelo, dolía, había chillidos mezclándose con los suyos, no entendía muy bien qué sucedía, intentó levantarse mareado, los gritos se intensificaron sin que pudiera entenderlos, la dura punta de un zapato se incrustó en su pequeño vientre haciéndole chocar contra la pared, su cabeza pegó primero y sintió como si algo explotara dentro de su cráneo,  cayó inmóvil relajando todo su cuerpo, soltando fluidos y dejando que la poca saliva saliera de su hociquito junto con su lengua.


-¡Lo mataste!-gritó la mujer deshecha en llanto-¡Lo mataste! ¡Mi hijo!


 Los niños miraban aterrados la escena llorando escondidos tras su madre, confundidos por las palabras de ésta. La mujer se precipitó al pequeño cuerpecito intentando saber si seguía vivo.


-Al fin-gruñó el hombre empujándola para apartarla, los niños lloraban aterrados ante tal arranque violento, así no era su tranquilo y familiar padre.


  Envolvió al pequeño animal en la cobija tejida y le tiró en el bote de basura poniendo totalmente histérica a la mujer, lo demás ya no era problema de él, limpió la mancha y se sentó a mirar televisión, ésa era la última vez que Bastas había visto a su familia.


---  


  Bastas lloraba tembloroso escondido en una cueva, llevaba dos días ocultándose de los lobos, nunca sería una buena madre mientras no solucionara el problema que tenía detrás, recordaba haber despertado en un tiradero de basura y antes de eso nada… o por lo menos hasta un par de meses antes, cuando le información le atacó al encontrarse con un chico que reconoció vagamente.


  Miró al cielo nublado, había fuego cerca y alguien parecía muy alterado, un par de pajarillos llamaron su atención, eran muy pequeños y justo detrás de ellos uno más grande, les protegía, enseguida llegó otro y no pudo más, tenía que regresar por su hijo.


  Se levantó mareado por los días sin comer y bebiendo agua de las plantas que encontraba húmedas, comenzó a correr como si su vida dependiera de ello, no importaba qué tan mala madre fuese, era madre y punto, criaría a su cachorro.


---  


  Kano cargaba al cachorro ya dormido, se veía cansado y por sobretodo molesto, su madre parecía tan desconcertada como él, habían revisado todos los alrededores más próximos, un par de víboras aseguraba haber visto al gatito caminar mientras lloraba, no había lugar a dudas, les había abandonado.


-Debí darme cuenta-dijo Kano-Ese día… su mirada lo decía todo pero no quise creer en mi instinto, cuando se despidió de Berkana como si nunca más fuera a volverlo a ver.


-Tranquilo hijo, estoy segura de que está confundido, es muy joven aún, por lo que sé no tiene familia y debes recordar que el pequeño Berkana no fue concebido con amor hasta su alumbramiento.


-¡Pero es su hijo!-negó furioso con el gato.


    Dos lobos bastante grandes llegaron escoltando a una pareja de recién unidos, detrás les seguían algunos lobos que parecían desconcertados y sobretodo uno de ellos estaba lleno de indignación igual que el macho recién unido.


   Iza asintió a los guardias que regresaron a sus puestos, caminó lenta cargando a su pequeño nieto y se sentó alrededor de la fogata principal, comenzaba a oscurecer. Teiwas tomó su forma humana y se puso junto a su hembra protectoramente.


-¿Por qué nos traes así?-gruñó a su madre-Nunca me prohibiste unirme a alguien de la manada.


-Sabía del amor de Thurizas hacia ti-comentó tranquila como siempre exasperando un poco a sus dos hijos-Bastas decidió tomarse un tiempo-aquello desconcertó al lobo.


-¿Qué quieres decir?-frunció el entrecejo-¿Un tiempo de qué?


-¡Huyó! Abandonó a su hijo y a mí-dijo Kano levantando la voz por primera vez en mucho tiempo-Tú tienes la culpa Teiwas-gruñía mostrando sus amenazadores colmillos-Jamás debiste forzar a un cachorro.


  Thurizas se puso delante de su marido gruñéndole a su cuñado, estaba consciente del error que había cometido, pero había sido expulsado, eso era más que suficiente castigo para cualquiera, un hocico mucho más alto que el suyo le calmó un poco, su marido le lamió un poco para que bajara la guardia.


-¿Qué va a pasar?-miró a Iza que observaba seria y atenta.


-Primero quiero felicitarlos por su unión, hijo-levantó la mano al ver que Kano comenzaba a tomar aire para hablar-No puedo hacer nada por las decisiones de Bastas, pero confío en que podrás hacerte cargo de tu hijo un tiempo.


  Hubo un largo silencio entre los presentes, el macho volteó a ver a su esposo, no haría nada sin su consentimiento como había jurado ante todas las fuerzas naturales. El chico miró al bebé y asintió suave, sabía de antemano que aquello no iba a ser nada fácil, criar un cachorro que no fuese suyo apenas comenzando la vida en pareja.


-Pero yo me estoy haciendo cargo-reclamó Kano negándose de inmediato a que se llevaran al cachorro.


-Si el padre del cachorro accede puedes criarlo tú-afirmó Iza.


-Me haré cargo de mi hijo-negó Teiwas cargándolo con cuidado y emoción, era la segunda vez en su vida que le veía-ha crecido muchísimo-sonrió feliz de tenerle en sus brazos, besó la carita caliente y el cachorro se removió un poco pero sin despertar.


  Kano apretó las mandíbulas con fuerza, miró a la mujer que negó suave hacia él y gruñó dándose la vuelta para irse, él sobraba en ése lugar. Caminó por el borde del bosque, su pecho estaba lleno de coraje, de dolor, ¿Por qué Bastas le había abandonado? Le había procurado hasta el cansancio, había aceptado al cachorro, al cual ahora le quitaban sin miramientos, se sacudió bufando alto, no podía creerlo.


  La mujer comenzó a acercarse lentamente a él, pero por primera vez no quería su compañía, negó comenzando a correr dejándola bastante atrás, era demasiado para él, se sentó en una colina dentro de su territorio y notó las lágrimas caer por su rostro, estaba confundido ¿Qué era lo que hacía mal? Ser abandonado por una manda siendo cachorro había sido ya bastante duro, y estaba consciente que si Iza no le hubiera encontrado en medio de la nieve hubiese muerto de hambre, agradecía ser adoptado con cada fibra de su ser, pero aquel gatito… le había lastimado hasta la médula. Levantó la mirada y vio algo moverse en la oscuridad.


  Se levantó poniéndose en guardia pese a que estaba muy por debajo de él, forzó un poco su vista buscando olfatear aquella figura, primero escuchó un extraño quejido ronco y después le reconoció, sintió un frío recorrerle y enseguida comenzó su carrera lleno de una extraña mezcla de coraje y alegría, ahí estaba.


-¡Bastas!-gruñó amenazador y lleno de alivio-¡Bastas!


-¿Kano?-levantó la mirada confundido esperando que no fuese otra alucinación provocada por el hambre.


  Sus fuerzas fallaron y se dejó caer, era una temblorosa bola de pelo que se confundía en la obscuridad de la noche, estaba consciente muy apenas, escuchaba los gruñidos pero no podía distinguir nada muy bien, sintió cómo era empujado con suavidad e intentó lamer el hocico del macho pero no pudo, estaba a salvo, se rindió al sueño. 

Notas finales:

(Ovación del publico: eeehhh!) jajajaja que final eh? la verdad me gustó n-n no les puedo mentir.

 bueno por cuestiones de practicidad actualizaré cada dos semanas Nekkar, chicos, recen porque entre a la universidad y mejoraré en mis escritos, hasta quizá suba más! jajaja porfi? los veo!


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