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Nekkar por Deilita

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Notas del capitulo:

Hola! ps aquí de vuelta molestando jaja, bueno como casi no me dijeron que más les gustaría pues espero que les guste el capitulo a todos :)

 No tengo mucho que decir hoy...

Disfrutenlo! :D

-Es aquí-informó al ver el hueco para las fogatas, había sido tan utilizado que la misma tierra esta carbonizada, pero de vez en cuando florecía un retoño en ese lugar, y era precisamente en esa época del año, la más fría.

-Es hermoso-admiró el valle y las casas, el lago de veía perfectamente y también las colinas del otro lado, el bosque, aquel que tanto se habían tardado en atravesar-Es muy hermoso Kano.

-Siempre que me voy, esto es lo que más extraño de mi hogar-mencionó fascinado-Es un lugar sagrado y pacifico.

-Me contarás la historia ¿Verdad?-preguntó mirándole con sus ojos llenos de vida y algo cristalinos.

-Por supuesto, pero debo esperar el momento correcto-comentó místicamente-Iré por algunas cosas, espérame aquí.

-No me dejes solo-pidió levantándose de inmediato.

-Bastas-le miró levantándole el hociquito entre sus manos con mucho cuidado-No pasará nada malo mientras estés aquí, será más rápido si voy solo.

   El gatito asintió suavemente y miró los leños que parecían haber sido renovados con poco tiempo de anterioridad, pues el lugar era algo húmedo y estos estaban completamente secos contra todo pronostico.

   Dejó ir al enorme lobo blanco y dio un vistazo a las cosas, los leños olían muy bien, había gruesos troncos para sentarse en ellos, estaban grabados con unos símbolos que no podía leer,  ciertamente con o sin historia aquel lugar era realmente mágico, encerraba un aire de misterio entre las rocas que lo delimitaban e incluso tenía una temperatura más cálida que fuera de este miso  círculo.

-Aquí estás-reconoció la voz de Teiwas y bufó advirtiéndole que no se acercara.

-Deja de hacer eso-mandó aún fuera del circulo-Venía a asegurarme de que mi cachorro está a salvo.

-Está más seguro con Kano que contigo-gruñó.

-No digas estupideces, el lobezno que llevas es mío Bastas, no puedes negar eso.

-No lo hago-dijo molesto-Sólo te digo la verdad.

-Bien-torció los ojos y entró en el circulo en su forma lobuna-Ven aquí-pidió cauteloso.

   El gatito lo hizo aunque seguía a la defensiva, se recostó en la suave hierba que crecía con alguna que otra florecilla silvestre y sintió la fría oreja del lobo contra su cálido vientre, aquel choque de temperaturas le hizo quejarse.

-Se mueve poco-comentó atento al bebé.

-No tiene mucho espacio-dijo obvio-Es un lobezno.

-Pobre, debe estar muy apretado en tu barriguita-se rió con humor y tocó con su nariz el vientre sintiendo un pequeño golpecito en respuesta, cosa que le hizo sonreír y perder lo gélido de su mirada.

-Un poco-dijo curioso por el cambió de Teiwas, él también había sentido aquel golpecillo, ambos se rieron bobamente-Patea muy duro a veces.

-¿En serio?-se entusiasmo recostándose a su lado-Creo que esas son buenas noticias.

-Quizá-concordó mirando algunas nubes naranjas y otras que comenzaban a notarse moradas.

-¿Te gusta este lugar?-preguntó mirándole atento-Ya sabes, la gente y eso.

-Sí, me gusta mucho-se estiró-Son muy amables todos, y serios-se rió-Así eras tú cuando te conocí-le sacó una sonrisa al lobo-Se ve mucho amor entre todos, hay tanta paz…-cerró los ojos.

-Quería disculparme por lo de… ya sabes-dijo algo incómodo era el momento oportuno para hacerlo, sino se arrepentiría-No debí decir nada.

-No te preocupes, se te juntaron muchas cosas-quiso ser comprensivo, no debía ser nada fácil ser expulsado de su hogar, menos de uno tan hermoso.

-Sí-miró el suelo arrepentido-De verdad quiero a ese bebé Bastas-le miró-Pese a todo lo que he dicho, es mi primogénito.

-Entiendo-asintió mirando hacia el cielo, al parecer las estrellas comenzaban a salir.

   Se escucharon un par de pasos acercándose hacia ellos y de inmediato el lobo se puso en guardia, el gatito no lo hizo ya que sabía quien era el que llegaba. La blanca figura se dejó ver cargada con algunas cosas que depositó con cuidado en el suelo y miró a Teiwas.

-No te vi subir-comentó tranquilo.

-No quería que me vieras-dijo altanero-Me voy, asegúrate de no ensuciar a mi gato con tus patas.

-Lo que tú digas-se sentó firme sin dejar de mirarle.

   El grisáceo lobo gruñó pasando a su lado sin obtener una respuesta del otro y echó a correr colina abajo haciendo volar algunas hojas secas y unas cuantas piedrecillas. Bastas notó aquel inmediato cambio en el comportamiento de Teiwas. Cuando estaban solos era amable, incluso lindo con él, pero bastaba que llegara alguien más para que su paz de esfumara en un santiamén y regresará aquel gruñón y grosero.

-¿Siempre ha sido así?-quiso saber.

-No-le miró corriendo en dirección a la cueva más alejada-Todo tiene una razón de ser-dijo hacia el gatito y comenzó a arreglar las cosas-¿Has visto salir la primera estrella?

-Sí-sonrió mirando aún el cielo y se levantó para ayudarle, se veía que acarreaba muchas cosas, unas cobijas, cojines, comida…-Es tu cama-dijo algo sorprendido.

-Las ventajas de ser lobo-se rió asintiendo mientras acomodaba todas las cosas.

   Bastas compartió aquella risa y al ver todo terminado suspiró, cualquier cosa le cansaba, y eso le desesperaba bastante, se recostó en las mullidas cobijas y cojines notando que era tan cómodo como en la cueva del otro, se revolvió un poco ronroneando y sintió una mano alzarle sin esfuerzo pero con cuidado.

-Vamos a empezar-propuso Kano-Ya es la hora.

   El gatito asintió y tomó un poco de la comida que el otro había llevado, se extrañó de que no encendiera fuego en aquella fogata pero no mencionó nada, quizá lo haría más adelante, no quería arruinar el momento, le vio prepararse tomando un líquido verde de un termo y se acomodaron.

-Bueno… éste mirador existe desde el principio de la manada-se recargó en un tronco-Cuando llegaron los primeros hombres a éste lugar, hasta entonces una tierra desconocida.

-¿No habitaron los híbridos primero?-se sorprendió al escuchar aquello y bajó las orejas apenado por interrumpirle apenas comenzaba.

-No-le sonrió acariciándole-Ya verás…  Te decía que los primeros hombres llegaron a este lugar cuando todo era bosque, vieron la laguna y pensaron que era perfecto para un asentamiento, pero como todos lo sabemos entre los hombres suele haber peleas, y había quienes no estaban de acuerdo.

>>  Hubo una disputa, los hombres se lideraban principalmente por Anzus y Teiwas,  el primero quería irse de inmediato, había visto a los lobos cerca y no quería pelear territorio contra animales, sin embargo Teiwas era partidario de luchar y así ganarles territorio.

  Fueron muchas noches de constantes disputas ente los dos amigos humanos, la gente comenzaba a hartarse, sus reservas se agotaban y tenían miedo de bajar a pescar por los lobos que habitaban cerca, nadie había bajado de la colina hasta ese momento<<

   Kano guardó silencio unos minutos imaginando la escena, ambos amigos discutiendo y el lago aún virginal, los árboles adueñándose de todo cubriendo los escondites de los pocos lobos que había en aquel lugar.

-Una noche-continuó su relato-Ambos hombres decidieron bajar, quien probara más valor ante los animales sería el que tendría la decisión final, el objetivo de ambos era el líder de aquella manada de animales, su piel sería tan solo una de las recompensas.

-¿Mataron al líder?-preguntó el gatito preocupado.

-Escucha-pidió con una pequeña risa, vaya que los gatos eran curiosos-Bajaron armados, cinco hombres les acompañaban, ellos serían los jueces, el más valiente, el mejor cazador, el más sabio, un joven y finalmente un niño, ellos decidirían quien ganaba.  Esperaron a que callera la noche, los jueces esperaron un poco más arriba-señaló el punto-Debían ver la batalla.

>>Pero gracias a los árboles pronto les perdieron de vista… los dos amigos se adentraron en aquella jungla llena de diversas plantas, pensaban encontrarse algún lobo enorme con huesos a su alrededor, pero en su lugar encontraron a una preciosa doncella envuelta en telas blancas y rodeada de lobos, aquello fue lo que selló el destino de ambos, en ese mismo instante, la mujer se convirtió en su Diosa, en la única poseedora del amor de ambos hombres.

   Regresaron  triunfales, no había ningún trofeo de piel, sino una manada de lobos siguiéndoles, y una Diosa que no sabía hablar su idioma… Se dice que se reunieron todos aquí, hombre y mujeres, no faltó ninguno, tribu de hombres o de la manada. <<

   Vio la luna que apenas comenzaba a elevarse en el cielo nocturno, las estrellas brillaban con especial fuerza esa noche y estaba todo despejado, lo cual indicaba que haría muchísimo frío. Kano se acomodó al anonadado chico en sus piernas y notó la fría piel, le cobijo delante de él y le acarició un poco.

-¿Quieres saber el resto de la historia?-preguntó el hombre.

-Sí-asintió casi eufórico-Quiero saber que sucedió ¿Era realmente una Diosa?

-No lo sé-se rió-Nadie lo sabe en realidad.

   El viento sopló con fuerza haciéndoles estremecer, la temperatura había bajado bastante, Bastas se hizo más hacia el otro que tomó forma de lobo y se cobijo mejor dejando únicamente su cabeza por fuera, lo mismo que hizo el gatito.

-Hace frío-susurró contra el suave pelaje del otro.

-Siempre es así esta noche del año.

-Continua-pidió embelesado con el otro-¿Qué pasó después?

-Ambos hombres se enamoraron de la mujer, pasaron muchos meses intentando conseguir su amor de una u otra manera, pero al final ambos estuvieron perdidos, ella no amaba a ninguno, sólo quería que dejaran su territorio en paz y por las buenas, esto por supuesto no gustó a ninguno de los dos hombres que se habían comenzado a convertir en enemigos a lo largo de los meses con esa mujer.

>> Las disputas eran cada vez más fuertes entre ellos llegando a lastimar incluso a terceros por los rumores, el grupo en si estaba dividiéndose en dos, algunos apoyaban las ideas de Anzus sobre dominar a la Diosa y llevarla lejos de ese lugar, pero otros apoyaban a Teiwas que quería enamorarla y vivir en paz con los lobos. Ambos amigos tuvieron la desgracia de trazar planes la misma noche, pero la Diosa se enteró de lo que planeaba cada uno gracias a sus lobos, fieles compañeros y decidió castigarles…  para poder irse o quedarse debían aprender de sus errores, confiar en el otro y trabajar en equipo, pero ella no conocía bien a los hombres<<

-¿Qué le pasó?-quiso saber de inmediato el gatito mirándole con preocupación.

-Nada fue como ella pensó que sucedería una vez estuvo en marcha el plan, ambos lucharon por ella a muerte… pero al momento de atravesar el corazón del otro, fue ella quien se interpuso recibiendo dos certeros golpes, los tres cayeron en la nieve, la sangre se derramó esa noche y las siguientes, la gente prometió no cometer el mismo error que sus líderes y honrar a la Diosa, en su recuerdo sembraron una flor blanca, hecha con magia de sus rituales y lágrimas de lobos, la sangre regada en la nieve-hizo que el minino volteara hacia donde una pequeña flor blanca se abría lentamente a la luz de la luna-Ambas razas se mezclaron en su dolor, dicen que fue así como comenzó la manada del claro de la luna.

-Es una historia hermosa-miró embobado la flor que brillaba con los rayos plateados mientras una ligera capa de escarcha comenzaba a cubrirlo todo.

-Se ha contado desde que tengo memoria-sonrió abrazándole para cobijarle, aquello duraba sólo unos instantes antes de volver a agacharse hacia la tierra, la promesa de cada año.

-Entiendo porque amas a tu pueblo-le dijo a los ojos y con sus patitas juntas le hizo bajar el hocico para mirarle a los ojos.

   El lobo junto sus narices pese a la diferencia de tamaños, Bastas bajó las orejas, y se escondió en el pecho del lobo haciéndole reír un poco, su gatito era muy tierno…

Notas finales:

Bueno pues a preparar el próximo capitulo...

jejeje gracias por sus RR a todos, los contestaré en cuanto antes :)

 Hasta luego y feliz semana!!!


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