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Nekkar por Deilita

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Notas del capitulo:

Primero que nada una disculpa a todos por no haber subido el viernes pasado, y de antemano por un capitulo tan corto, verán, estoy en examenes :/

  En fin... gracias por los RR a todos los que dejaron :D y gracias por leer, espero que les guste.

-En marcha-ordenó Teiwas terminando su comida-Ya casi llegamos-dijo comenzando a guardar todo en aquel carrito.


   Bastas viajó esta vez en los brazos de Kano que le acariciaba distraídamente mientras él ronroneaba y Teiwas farfullaba mil maldiciones inentendibles para el resto,  el gatito levantó la mirada al escuchar que el hombre en la cabeza de la fila se detenía y vio el valle hacia lo bajo.


    A pocos metros de ellos, comenzaba un camino de tierra y piedras bastante rústico, un par de lobos estaban ubicados a los lados y les saludaron olfateándoles y les dejaron pasar, se veía una laguna en forma de media luna y algunas cuevas rodeándola, supuso que no sería acto de la naturaleza que estuviese así, todo era demasiado perfecto para vivir ahí, podría incluso asegurar que algunas de las cuevas estaban hechas para tener puertas y no las habían encajado.


-Nuestros antepasados lo construyeron hace más de mil años-dijo Perth orgulloso de su lugar de nacimiento-¿Ves esa cabaña de allá, la de en medio?


   Bastas asintió, era bastante grande y por debajo de ella pasaba un río de agua cristalina que seguramente bajaba de la montaña para surtir el lago, todo era muy verde y lucía hermoso para el chico que nunca había estado fuera de la ciudad, había algo en el aire que le encantaba, era puro y fresco.


-Ahí es donde viven los jefes-anunció el chico-Es ahí a donde vamos para presentarte.


-¿A mí?-preguntó el chico sorprendido por aquel trato.


-Sí a ti-dijo Teiwas serio-¿A quien más? Piensa por favor.


-Ya basta, Teiwas-ordenó su hermano caminando con el chico en brazos-No estés nervioso, tú no has hecho nada malo, ¿De acuerdo?


   El gatito asintió más nervioso conforme se acercaban y respiró hondamente viendo a algunas mujeres que platicaban en la orilla mirándoles y los cachorros y niños chapoteaban en el agua riendo alegres. Subieron los escalones hacia la casa de piedra y madera y el chico se impresionó, era mucho más grande de lo que había imaginado, o de lo que se veía por fuera…


-Bienvenidos-habló una voz femenina que hizo al chico agazaparse más contra la figura del hombre que le cargaba.


-Madre-se inclinaron los tres hombres ante la mujer que bajaba los escalones de piedra con su vestido blanco ceñido al cuerpo, se le veía realmente bien con su melena suelta y adornada con varias cosas doradas y de madera en su cabello.


-Así que ésta es la creatura-miró al gatito con verdadera curiosidad.


   Bastas clavó sus garritas en la ropa de Kano cuando la mujer le tomó y le desprendió sin mucho esfuerzo para evaluar el vientre y los ojos del chico, le incomodaba pero no era mucha resistencia para un lobo, en este caso mujer lobo.


-Ya está bastante inflamado-palpó las tetillas estremeciendo a Bastas-¿Cuántos meses llevas encinta?-preguntó firme mirándole a los ojos.


-Dos meses-dijo en voz baja asustado al ver la fuerza que poseía la hermosa mujer.


-Dos meses-sonrió al chico como si fuese una buena noticia-No debes ponerte nervioso, no te haré daño, nadie de esta manada lo hará, ¿Ya tienen el nombre del niño?


   La mujer le llevó hacia la chimenea en donde un buen fuego ardía ya crepitando de vez en cuando y el chico se quedó hipnotizado unos momentos viéndolo y después negó lentamente, la tarde comenzaba a caer y el ambiente se sentía cada vez más frío conforme el Sol se alejaba y se escondía tras las grandes montañas haciendo llegar la noche a aquel lugar.


-¿Y cómo es que decidieron tener un cachorro?-quiso saber la mujer poniendo en alerta a los dos lobos mayores y al gatito.


-En realidad… no decidimos tener un cachorro-dijo poniéndose nervioso nuevamente tras toda la tarde, no le gustaba mucho hablar sobre el tema.


-Ya veo-la mujer elevó su mirada hacia Teiwas que bajó el rostro queriéndose ocultar en las sombras-Perth-llamó al menor-Ve a buscar a Gebo, por favor, hijo.


    El chico asintió y tras salir de la casa tomó su forma lobuna para salir corriendo por el próximo líder de la manada de híbridos y por lo tanto en que ocuparía la cabaña en la que estaban reunidos. Kano comprendió junto con su hermano lo que sucedía en ese momento, su madre lo había previsto y por ello no mostraba sorpresa alguna de las actitudes de todos, ella podía ver el futuro y lo que sucedía en distintos lugares gracias a los rituales de los que era conocedora.


-¿Por qué decidiste tener al cachorro de Teiwas?-rectificó la mujer acariciando el lomo del gato que se sorprendió ante las caricias.


-Bueno-miró hacia el suelo de piedra-Es una vida… no puedo matar a alguien así como así, ahora soy responsable por el bebé lo haya querido  o no…


-Ésa es una reflexión fuerte y sabia-admiró la mujer asintiendo-Teiwas-llamó a su hijo sin voltearle a ver y éste se tensó-Sabes desde el primer momento en que te diste cuenta de lo que hacías estás expulsado de la manada.


   El hombre no dijo nada se limitó a tensar brazos y mandíbulas, en ese momento el gatito creyó haber visto que su cabello se volvía más hacia el gris y perdía aquel brillo del que era poseedor, no podía creer que por su culpa le hubiesen sacado de su manda.


-Fue también mi culpa-dijo a la mujer bajando las orejas-Yo le provoqué. Yo estaba jugando tontamente y…


-él sabe lo que hizo-su dura mirada se poso en los ojos del minino haciéndole estremecer-No es merecedor de una manada como ésta, abusando de cachorros-se levantó dejando al chico en manos de Kano-Rompiendo leyes ancestrales-negó casi con desprecio-Has roto las leyes más importantes de tu manada.


-Soy consciente del castigo que se me dará por haber infringido las leyes-dijo el hombre sin mirar a la mujer.


-¿Y por qué has vuelto aquí?-preguntó frente a él  con los brazos en jarras.


-Por que tengo algo que solicitar a la líder de la manada de la Luna.


-¿Y qué es?-preguntó apretando los puños con fuerza clavándose seguramente las largas uñas nacaradas.


-Ver nacer a mi cachorro-pidió él-Faltan cuatro meses-su voz se quebró un poco y guardó silencio en lo que se recuperaba-Deseo permanecer cuatro meses y ver a mi hijo nacer, ésa es mi petición.


-Lo concederé-habló la mujer firme y se dio la vuelta-Iré a descansar, el híbrido gato Bastas queda a tu cuidado Kano, Teiwas, puedes tomar posesión de tu antigua cueva-dijo y subió las escaleras, sólo entonces el hombre levantó la mirada.


-Con permiso hermano-Kano hizo un pequeño asentimiento de cabeza y salió cargando al gatito.


   Bastas se levantó en dos patitas para ver por encima del hombro y lo único que vio fue un lobo salir a toda velocidad de la cabaña y un hermoso lobo grisáceo aullando a la Luna encima de aquel techo, lo que siguió a muchos aullidos más.


-¿Es Teiwas?-preguntó sorprendido.


-Sí-vio a su hermano apenas volviendo la cabeza-Está pidiendo a la luna.


-¿Me quedaré contigo?-preguntó apoyándose en su hombro con sueño sin dejar de ver a aquel lobo que tanto daño le había hecho.


-Sí, te vas a quedar conmigo-reiteró Kano-No te preocupes, todo irá bien-le acarició poniéndolo de nuevo entre sus brazos-Será mejor que hagas lo menor de esfuerzos posible.


   Bastas asintió suavemente y se dejó guiar, para su sorpresa las cuevas no eran las que había imaginado siempre como simples huecos en montañas, tenían puertas de madera algo rusticas, el interior tenía unos cuantos muebles de sala y una cocina bastante pequeña.


-¿Tienen electricidad?-preguntó sorprendido por que tuviesen aquel invento del hombre.


   Kano no pudo evitar reírse bastante fuerte y asintió abriendo el mini refrigerador que tenía en aquella cocina para demostrárselo y luego accionó un par de interruptores.


-¿Por qué te sorprende tanto?-se divirtió.


-No sé-dijo apenado-Pensé que eran más… salvajes.


-Lo somos-se rió-En muchos aspectos.


  Lo llevó a la parte superior, no había habitaciones, era únicamente piso, en el fondo había un par de cobijas y almohadas que el chico no entendió en primer lugar pero después de razonar un poco logró entender su uso.


-¿Es tu cama?-preguntó intentando no ser grosero.


-Sí-dijo torciendo un poco la boca-en realidad está desorganizada-se avergonzó dejándole en el suelo para ir a arreglarla.


   Constaba de varias cobijas que lucían bastante mullidas y algunas almohadas, había una lamparilla junto, todo el conjunto ofrecía un aspecto bastante extraño para Bastas, pensó que sería más rústico o más civilizado, jamás imaginó aquella combinación tan extraña.


   Se sentía bastante cómodo, e incluso a gusto, caminó hacia la cama del lobo cuando éste terminó de hacerla y se recostó en ella, Kano se recostó a su lado en forma humana y comenzó a acariciarle suavemente hasta que se quedó dormido, después de todo el embarazo absorbía muchísima energía y el gatito era muy joven aún, ya tendrían tiempo para conocer al resto de la manada.


 -Te ha tocado una vida difícil Bastas-apreció Kano por todo lo que le había sucedido al gatito con su hermano, además le había escuchado decir algo sobre su padre, aunque claro, no había comentado nada al respecto.


   Kano volteó hacia el exterior de la cueva, su hermano seguía aullando con dolor de lobo herido, no era para menos, expulsado de la manada por su propia madre, apartado de un chico que esperaba a su primer cachorro, tal vez no fuera buena persona con todos, menos con él, quizá no fuese el mejor hermano, pero no le deseaba aquellas cosas a nadie.


   Se acomodó a un lado del gatito tomando su forma lobuna y se acomodó de tal forma que el gatito quedó protegido entre sus patas, debía proporcionarle calor y amor, su hermano todo lo que haría serían enojos, disculpas y malos tratos, su madre era sabía...

Notas finales:

 Bueno, aquí está, espero no tardarme más para el próximo y hacer uno un poco más largo, hasta el próximo viernes, muchas gracias por leer :D


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