Capítulo 6.- Regresa a mi
Mas o menos 2 semanas pasaron, 2 tensas semanas en las que Hyoga no buscó a Shun y el peliverde aparte de ignorarlo lo miraba con resentimiento pero ninguno de los 2 dijo nada, hasta una tarde…, Shun estaba en el jardín leyendo pero se cansó de leer además el sol le molestaba y entró a la casa, Hyoga hablaba por teléfono y no se dio cuenta que el peliverde lo escuchaba
- Está seguro que no hay nada antes?
- ¿…?
- Está bien, resérveme uno
- ¿…?
- No, solo de ida, no pienso volver
- ¿…?
- Gracias
El rubio colgó el teléfono, suspiró y se volteó para subir al segundo piso y se quedó helado al ver a Shun parado en el marco de la puerta que lo miraba con dolor
- Shun…
- Así que ahora te vas, perfecto…, perfecto – El peliverde caminó a la cocina otra vez con paso seguro, Hyoga lo dudó pero esta vez lo siguió, lo tomó del brazo haciendo que se detuviera y lo volteó
- Qué crees que haces?, suéltame imbécil – reclamó el peliverde sumamente molesto
- Tenemos que hablar – respondió el rubio con aparente calma
- Tu y yo no tenemos nada que hablar, tu ya te vas no?, lárgate entonces y no vuelvas – Shun se soltó del agarre del Cisne
- Está bien – Hyoga solamente se dio la media vuelta y se disponía a salir de la cocina cuando escuchó
- Cobarde – susurró Shun con dolor
Hyoga se volteó, caminó la distancia, lo tomó de los brazos con violencia y lo besó con fuerza, lo estrechaba con desesperación, el joven se resistía pero el rubio era mas fuerte por lo que no pudo hacer nada cuando lo empujó hasta la pared acorralándolo y pegando sus cuerpos al borde de la fusión, Shun no podía respirar, no podía moverse, Hyoga le mordió el labio y el peliverde abrió ligeramente la boca lo que el rubio aprovechó para introducir en ella su lengua reclamando lo que le pertenecía, sin ninguna delicadeza Hyoga de un solo tirón abrió la camisa de Shun haciendo volar los botones, se abrió la suya, dejó los labios de Shun y reclamó su cuello, Shun al fin pudo buscar aire y respiraba agitadamente y aunque seguía oponiendo resistencia se rindió cuando Hyoga tomó su pierna de la parte de atrás de la rodilla y la flexionó, empezó a mover sus caderas rozando sus miembros, Shun se fue sonrojando y un leve gemido escapó de sus labios, empezó a acariciar a Hyoga y buscó los labios del rubio que lo esquivó, soltó su pierna y se separó dejándolo todo alborotado, el rubio dio un paso hacia atrás y se cruzó de brazos sonriendo satisfecho, Shun lo miró confundido y el rubio sonrió mas ampliamente haciendo enfurecer al peliverde que se acomodó un poco la camisa y sin decir nada mas dio media vuelta dirigiéndose a la puerta del patio pero no dio ni tres pasos que Hyoga lo abrazó por la espalda, metió la mano dentro de su pantalón y empezó a acariciar su miembro buscando endurecerlo mientras lo sostenía con el otro brazo y besaba su cuello, una vez mas Shun intentó poner resistencia pero no pudo las caricias del Cisne le ganaron y se dejó hacer apoyándose en Hyoga que le lamía la oreja y el cuello, el joven gemía bajito mientras el otro hábilmente lo estimulaba, el rubio caminó con Shun arrastrándolo hasta la mesa del desayunador, Shun se apoyó con las manos en la mesa, su cuerpo estaba ligeramente doblado, Hyoga le sacó la camisa con su mano libre, safó el botón de su pantalón y se lo bajó sin dejarlo de masturbar mientras besaba y mordía su espalda, luego se bajó sus pantalones y Shun sintió el miembro del rubio rozar sus nalgas, el Cisne apuró sus manos haciendo acabar a Shun que relajó su cuerpo apoyándose mas en la mesa y doblando mas su cuerpo, Hyoga lo seguía besando y acariciando en la espalda e hizo que abriera las piernas, separó los cachetes de su trasero y lamió su entrada, el peliverde se estremeció e intentó escapar pero Hyoga no lo dejó, sin dejar de estimular su entrada con la lengua le ofreció sus dedos los que el joven lamió ensalivándolos, el rubio sonrió de nuevo y lo fue preparando con sus dedos para recibirlo, cuando lo sintió listo lo penetró de una sola vez con una fuerte embestida, Shun no pudo reprimir el grito que escapó de su garganta y se aferraba con fuerza a la mesa, el rubio espero unos momentos para luego empezar a moverse con fuerza dentro del joven que se quejaba y gemía mientras el otro lo poseía, lo besaba, lo mordía y acariciaba, el rubio impuso un vaivén enloquecedor y sonreía satisfecho al ver como Shun respondía, al fin el Cisne lo hizo acabar nuevamente en su mano y el acabó dentro suyo con un hondo gemido, Hyoga en un rápido movimiento incorporó a Shun, lo volteó cual muñeco de trapo y lo besó con pasión robándole hasta el último aliento, el peliverde lo abrazó y cuando rompieron el beso se miraron a los ojos por un largo minuto antes de sonreír
- Me vas a escuchar ahora? – susurró el rubio en la oreja del de Andrómeda que aún no lo soltaba
- Que remedio me queda – contestó el peliverde con un suspiro
Los muchachos recogieron sus ropas y limpiaron el desastre que hicieron en la cocina, fueron al cuarto de Hyoga donde tomaron una rápida ducha, se secaron y se vistieron en silencio
- Lo siento si fui un poco brusco – dijo el rubio pasándole una de sus camisetas al peliverde que se la puso
- Un poco?, desgraciado, me violaste – dijo Shun en tono divertido
- No seas dramático, si bien que te gustó y mucho – Hyoga lo tomó entre sus brazos otra vez y apretó una de sus nalgas, Shun lo empujó para que lo soltara pero el otro lo agarró con más fuerza y se besaron nuevamente
- Ahora que tengo tu atención, debemos hablar – susurró el rubio directamente en su oreja, la voz ronca de Hyoga hizo estremecer al mas joven
- No se te ocurrió una mejor manera de conseguirla? – dijo el peliverde divertido
- Funcionó, o no? – Hyoga se separó un poco y miraba a los ojos a su joven amante que le devolvía la mirada con una expresión un tanto extraña
- Demasiado bien, ahora si me vas a decir por qué no me lo dijiste Hyoga? – dijo el joven en un susurro
- Ven siéntate – Hyoga lo llevó a la cama y se sentaron en ella
- Primero que nada tu estabas inconsciente, cuando nos avisaron del accidente no tienes idea de como me sentí, lo angustiado que estaba, cuando llegamos enseguida te tuvieron que operar y aunque todo salió bien no despertaste por dos semanas Shun, no te puedes imaginar todas las locas ideas que a mi cabeza vinieron, Ikky no se alejaba de tu lado ni un segundo, cuando al fin despertaste y yo entré a tu habitación y me miraste como mirar a un extraño se me rompió el corazón Shun
- Idiota, tenía amnesia, que esperabas?
- De cualquier manera no sabes como me dolió, eso al pasar los días me desubicó, no entiendes?, todos de una forma u otra te recuperaron pero yo no, yo me moría de amor por ti y tu ni me mirabas, no sabes lo que es ver a la persona que mas amas en esta vida y que esta no te regrese ni a ver, Ikky y Seiya acapararon todo tu espacio y en ese tiempo June ya estaba aquí y todo se complicó para mi, tu me conoces Shun la sociabilidad no es una de mis virtudes, de que diablos iba a hablar contigo con todo el mundo revoloteándonos todo el tiempo, como hacerlo si casi no podía resistir el impulso de abalanzarme a ti
- Eso no te justifica – dijo el peliverde con voz baja
- Lo se, pero Ikky cedió su espacio a June, JUNE…, y tu estabas de acuerdo, ella se pegó a ti como tu sombra, yo nunca te podía encontrar a solas, siempre estabas con alguien, si quieres saber la verdad no me preocupé mucho por ella al principio hasta la noche que la besaste en el jardín, si hasta ese momento no estaba seguro de lo que iba a hacer, ahí mi mundo se acabó de hundir
Shun solo miraba al rubio que hablaba, lo hacía con tristeza y arrepentimiento, pero eso no era suficiente
- Debiste decírmelo – insistió el peliverde
- Me hubieras creído?, si te gustaba una chica en verdad hubieras creído que estabas saliendo conmigo y nadie lo sabía, ni tu nissan ni tu mejor amigo?
- No se, al menos lo hubiera dudado o algo
- No puedo competir con ella, ella puede darte todo lo que yo no puedo y te vi feliz, y no pude interferir
- No rubito, esa excusa es floja, no me consideraste lo suficientemente importante y no me dijiste nada que podría complicar tu vida, dejaste que ella me enamorara y no hiciste nada por evitarlo
- No tonto, tu eres tan importante que no pude decírtelo, al inicio tu estabas tan desubicado, tan temeroso de todo y de todos, tan frágil, como podía caerte yo con esto?, June se introdujo en tu vida inmediatamente después del accidente y ayudó con tu estabilidad, su relación cambió bajo mi nariz pero qué podía yo hacer?, tu no eras tu y no estabas bien, cuando estuviste mejor ella ya estaba en tu vida y como tu novia
- Así que eso fue todo – suspiró con tristeza el peliverde
- No sabes lo duro que ha sido para mi verte con ella y lo peor es que ni ella ni tu tiene la culpa, el responsable soy yo que no supe como actuar, todo lo tuyo con ella pasó tan rápido y yo… si quieres saber la verdad estaba tranquilo, nunca me imaginé que llegarías a algo con ella, nunca pensé que tu pudieras ser bisexual
- Ni a ti ni a mi, cuando me enamoré de ti me pareció lo mas normal del universo y lo mismo me pasó con ella
- Y ahora? – el rubio se mostraba ansioso
- No lo sé…, a donde te vas? – susurró el peliverde
- A Siberia, pero si quieres yo me quedaré por ti
- No se que hacer Hyoga, haga lo que haga alguien va a salir lastimado
- Quédate conmigo, yo te amo – Hyoga tomó su mano y la apretó
- Si, tu me amas, pero no lo suficiente para pelear por mi – Shun se soltó
- Se que debí hacerlo, tu tienes razón, soy un cobarde, yo ya había decidido decirle a todos lo nuestro pero pasó lo que pasó y ya no lo hice, en verdad creí que cuando tu me recordaras volverías a mi
- Por qué tiene que ser todo tan complicado?
- Yo quería hacértelo simple, por eso me voy
- No me lo haces mas simple, solo huyes Hyoga, solo huyes
Shun se levantó y salió de la habitación de Hyoga, se encontró en el pasillo con Seiya que arqueó una ceja al verlo con el cabello mojado y usando una camiseta del rubio caballero
- No me preguntes – dijo simplemente Shun y se metió en su cuarto encerrándose en el, Seiya pensó que era mas prudente alejarse del segundo piso y fue a buscar a Ikky que estaba en el gimnasio entrenando, ahora estaba haciendo flexiones de pecho pero a lo que vio llegar a su castaño se incorporó fue hasta el rápidamente y lo intento abrazar
- No no no no, estás todo sudado – dijo Seiya esquivándolo y sonriendo
- Báñame entonces – dijo Ikky con una voz sumamente sensual
- Mmmm tentador
Ikky lo llevó a las duchas y se desnudaron con prisas, se besaban bajo el agua caliente disfrutándose y acariciándose suavemente
- Sabes, me gustaría hacerlo en la piscina – dijo Ikky besando el cuello del menor
- Estás loco?, todos nos verían Ikky
- Eso lo hace mas emocionante no te parece?
- No…, me conformo con hacerlo aquí, es un poco más privado
- Haberlo dicho antes, ven acá
Ikky cargó a Seiya que rodeó su cintura con las piernas, el Fénix apoyó a Seiya en la embaldosada pared y mientras lo besaba lo preparaba para recibirlo introduciendo en su intimidad uno por uno sus enjabonados dedos que lo dilataban efectivamente, el castaño besaba el cuello de su novio mordiéndolo ocasionalmente y se aferraba a él, mordió con fuerza su hombro cuando el mayor lo penetró y dejó escapar un gemido, Ikky lo besaba mientras esperaba unos momentos antes de empezar a moverse, cuando lo hizo Seiya lo estrechaba con fuerza y gemía al igual que Ikky que buscaba sus labios o cuello y lo besaba, a Ikky le parecía sumamente sensual su castaño, cada vez que hacían el amor el podía sentir como el joven se le entregaba totalmente sin reservas y con pasión, cerraba sus ojos y lo llamaba por su nombre, Ikky lo sostenía de las nalgas y le besaba el cuello y el pecho, sus embestidas eran fuertes y el roce de ambos vientres sobre el endurecido miembro del menor lo hizo acabar con un explosivo orgasmo, Ikky lo sostuvo un par de minutos hasta que también llegó al clímax y se derramó en su interior
La pareja se continuaba besando bajo el agua caliente, se enjabonaron y se enjuagaron nuevamente entre caricias y besos para finalmente salir de las duchas, secarse y vestirse, luego fueron a caminar por el jardín y vieron pasar a Hyoga que se adentraba en el bosque, el rubio caminaba rápidamente, estaba obviamente muy molesto por algo, Seiya lo siguió con la mirada verdaderamente intrigado
- Tu sabes lo que pasa con el? – preguntó Ikky
- No, pero me gustaría saberlo no te lo voy a negar
- Oye Seiya en temas mas alegres, no hagas planes para mañana en todo el día, quiero que salgas conmigo
- A dónde me vas a llevar?
- A buscar departamentos
- Departamentos?
- Si, ahora tengo trabajo, mi ototo ya está bien y no me necesita, he venido pensando en esto desde hace algún tiempo, me gustaría vivir de manera independiente tu sabes que no me gusta estar rodeado de gente
- Te vas a mudar solo?
- No, solo no, contigo, quieres venir a vivir conmigo Seiya?
- En serio?
- Si, pero no entres en pánico todavía, es lo que yo quiero, pero si a ti te parece muy pronto lo podemos hacer plan de largo plazo, me gustaría tener privacidad, esta casa es muy grande pero está llena de gente y no me gusta, me encantaría buscar un lugar solo para los dos y poder hacer el amor en la sala y gritar todo lo que yo quiera sin temor que mi ototo me escuche o me vea
- Cielos Ikky…
- Mira, mañana solo vamos a ver, para chequear barrios, precios y esas cosas, no te preocupes tenemos tiempo, además no nos mudaremos hasta que acabes la secundaria, cuando entres a la Universidad se nos facilitará todo, que dices?
- Me gusta la idea – dijo finalmente Seiya con una sonrisa
- Fantástico, como te dije tenemos tiempo, te amo pony hermoso
- Yo también te amo pollito mío
Lo chicos pasaron la tarde acostados en el pasto haciendo planes para el futuro, disfrutaron de la brisa y la paz del jardín entre besos y caricias hasta que cayó la noche, en la cena Shun no bajó a comer, June no había llegado todavía de la Universidad y Hyoga brillaba por su ausencia, Ikky estaba algo extrañado pero en cambio Seiya sabía que algo había pasado con ese triángulo que pronto estallaría y no se equivocó…
Tarde en la noche June llegó a casa, fue a su habitación a dejar sus cosas, se cambió de ropa rápidamente y fue a buscar a Shun, lo encontró sentado en el marco de su ventana, tenía la mirada perdida en el cielo que estaba totalmente oscuro, era una noche sin luna, pero el joven se volteó cuando la chica entró a su habitación y cerró la puerta, June se acercaba a el con una sonrisa
- Hola mi amor, qué hacías? O mejor dicho en quién pensabas?
Shun miró detenidamente a su novia y suspiró con dolor por lo que estaba a punto de hacer
- Recordaba, la primera vez que te vi – contestó el joven después de un momento
- En el hospital?
- No, en la isla de Andrómeda, yo venía llegando y estaba asustado, te vi de lejos, tu estabas entrenando y te veías tan fuerte y ágil que me sorprendiste, el solo verte me animó
- Cielos, recuerdas más cosas, eso es genial
- No June, no recuerdo mas cosas, lo recuerdo todo
- Wow Shun, eso es fantástico – la chica sonrió feliz pero su semblante se ensombreció un poco al ver la expresión de Shun
- La verdad no, la ignorancia es bendición – dijo el joven en un susurro
- Por qué lo dices?
- Todo es diferente, ahora, June… yo siempre te quise mucho, como mi mejor amiga, como mi hermana, nunca te vi diferente hasta después del accidente
- Ohh…, y ahora? – la inseguridad se iba apoderando de la chica que se acercaba con cautela a su novio
- Ahora no se, yo te quiero mucho, me gustas, me atraes, pero no es lo mismo, tengo los sentimientos confundidos, los de antes y los de ahora, me siento extraño, extraño contigo, tiene sentido algo de lo que estoy diciendo?
- Ya no quieres estar conmigo?
- Si y no, June…, tengo que ser honesto contigo, yo no lo sabía, nunca lo imaginé, a mi me tomó por sorpresa pero yo… soy bisexual, es mas yo creía que era gay antes del accidente y en ese tiempo salía con alguien, con otro chico
- Oh cielos¡¡¡, pero tu y yo… - June se sentó en la cama, un balde de agua fría le cayó encima – Dime Shun, yo te sigo gustando, tu sabes a lo que me refiero
- Si, claro que si, tu eres muy hermosa y sexy pero… el también
- Lo has vuelto a ver?
- Hoy en la tarde
- Y ahora que vas a hacer?, vas a terminar conmigo?
- June…, yo no se que hacer, todo esto es muy confuso y doloroso, yo simplemente no lo se
- Qué sientes?
- Todo, nada y ambas cosas a la vez
- Respóndeme algo, tu… me amas?
Shun la miró y no supo responderle, June lo miró con dolor, se levantó y salió del cuarto, Shun la alcanzó en el pasillo se le paró enfrente y la abrazó con fuerza, la chica no pudo contener sus lágrimas
- Por favor no llores, me parte el alma verte llorar – rogó el peliverde
- Yo sabía que este día llegaría
- A qué te refieres?
- Tu no podías amarme si lo amabas a el
- De qué estás hablando?
- Hyoga
- Tu lo sabías?
- Lo suponía, era muy obvio, el nunca me dijo nada Shun pero si las miradas mataran hace rato yo ya habría caído fulminada por un rayo
- No lo puedo creer – el peliverde pensaba que todos lo sabían menos el, rayos¡¡¡¡
- Yo siempre te he amado Shun, y cuando me pediste que me quedara y me besaste aquella noche… fue algo con lo que soñé muchas veces
- June, tu has sido muy buena conmigo lo que menos quiero es hacerte sufrir, tu no mereces esto, no sabes como lo siento
- Tu has sido honesto conmigo Shun, pero no te engañes a ti mismo, tu no me amas, tal vez sientas algo por mi, pero no es amor, si me amaras en verdad no estuvieras tan confundido
- Yo siento algo por ti, tú eres muy importante para mí
- Siempre lo he sido tonto, tu mejor amiga, pero yo no quiero eso, quiero ser lo mas importante en tu vida, tu pareja real, no soportaría verte dudar, así que Shun, no te preocupes yo me iré en la mañana, tu necesitas espacio y tiempo y si decides buscarme sabes donde encontrarme pero si lo haces quiero que lo hagas decidido, yo te amo y estoy dispuesta a entregarte todo de mi pero a cambio quiero todo de ti, yo no me puedo conformar con migajas de cariño, tu me conoces
- June, lo siento tanto
- Ya no te disculpes ni me expliques nada, quedemos así, cuídate mucho Shun, adiós
La chica dio media vuelta y corrió a su habitación, recogió rápidamente sus cosas pero en vez de esperar la mañana decidió que no podía estar en aquella casa un minuto mas y en menos de una hora se había ido, Shun se encerró en su habitación, caminaba por ella sin poder dormir, se sentía culpable, había herido profundamente a una fantástica mujer que lo amaba, que dejó todo por el, ella no hizo nada mal pero el no la pudo amar, el amaba al otro idiota y por mas que ahora estuviera decepcionado de Hyoga lo amaba igual, el joven cansado de caminar se acostó y se quedó dormido muy muy tarde, cuando despertó aún no amanecía pero para su sorpresa no estaba solo en la cama, alguien lo abrazaba por la espalda, se volteó y era Hyoga, cuando el peliverde se movió el rubio despertó
- Qué diablos haces aquí? – dijo el peliverde molesto sentándose en la cama y separándose del rubio que también se incorporó
- Solo te acompaño, nadie que sufre debe estar solo – susurró el Cisne y acercó su mano para acariciar el rostro de Shun que lo esquivó
- Vete a tu cuarto
- No, tu tenías razón en lo que me dijiste temprano, pero nunca ha sido mi intención huir, Shun yo te amo mas que a mi vida y si tu me lo pides te traigo a June y desaparezco de tu vida, tu felicidad es mas importante que la mía, no quiero verte sufrir y si ella te hace feliz yo me haré a un lado
- Hyoga, yo necesito aclarar mis ideas, ahora no puedo estar contigo así ella se haya ido – dijo Shun con tristeza
- Lo se, mañana me iré yo también, sabes donde encontrarme si decides buscarme, te amo Shun, discúlpame por ser como soy, por no luchar por ti, ese ha sido el error mas grande de mi vida, pero te amo, de eso puedes estar seguro, no lo supe demostrar pero te amo, es lo único de lo que puedo estar seguro en esta vida
Hyoga besó la frente del peliverde y se fue, ya tenía sus maletas listas y antes que amaneciera salió rumbo al aeropuerto, el rubio estaba parado en la fila de la aduana cuando escuchó un grito, alguien lo llamaba por su nombre, se volteó y se sorprendió al ver que Ikky se acercaba rápidamente, llegó hasta donde estaba y sin decir nada el poderoso Fénix le dio un puñetazo en el rostro que lanzó al Cisne al suelo y lo hizo escupir sangre
- Eres un imbécil, vas a dejarlo otra vez? – reclamó molesto el peliazul
- Shun te lo contó… - Hyoga se puso de pie lentamente ante la atónita mirada de toda la gente que estaba en el aeropuerto y los veía
- Si, pedazo de idiota, me lo contó todo, me contó lo que tu no tuviste valor de decir, lo dejé con Seiya, el pobre se acaba de dormir, y tu?, a la primera dificultad alzas vuelo como el cobarde que eres, no te importa en lo absoluto lo que pase con el?, no te importa que está sufriendo como nunca antes?, no lo amas?
- Intento darle espacio y tiempo, el me lo dijo
- No lo entiendes?, el terminó con June, se acostó contigo, acabó con su vida por ti, me lo contó todo a mi, y tu agarras el primer avión que se te cruza y te vas?
- Lo he decepcionado
- Y lo sigues haciendo, sabes qué?, vete de una vez, no lo mereces
En ese momento por el altoparlante anunciaron la salida del vuelo a Siberia, Hyoga no dijo nada, tomó su maleta y se fue, Ikky volvió a casa y encontró a Shun dormido en su cama hecho un ovillo, Seiya estaba a su lado, dormido también, porqué tenía que enamorarse su hermano de ese imbécil, bueno, solo quedaba esperar y confiar que el tiempo cure las heridas y tal vez a Shun le haga bien el estar solo para pensar las cosas tranquilamente