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UNA EXTRAÑA EN NUESTRAS VIDAS por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el cvapítulo nuevo, ahora que Hyoga está fuera de la vida de Shun y Sora, ellos tendrán que hacer muchos ajustes para salir adelante, con la ayuda de todos, en especial de su maestro

Capítulo 9.- Nuevos comienzos


 


Hyoga despertó temprano en la mañana, fue a la habitación de Shun y casi se cae de la impresión, las puertas del closet estaban abiertas, muchas de las pertenencias de Shun no estaban, su ropa y algunas cosas de la bebé, Shun había empacado con prisas y ni el ni la bebé estaban por ninguna parte, no encontró ninguna nota, nada, Shun simplemente había tomado a su hija y se había ido, Hyoga dio un puñetazo a la pared por la frustración que sentía, Shun podía ser muy dramático a veces, podrían hablarlo, el no tenía porqué irse así…, cuando se tranquilizó llamó al celular del peliverde y no tuvo respuesta, llamó toda la mañana y el joven nunca le contestó


 


Shun se quedó dormido acomodado en el sillón muy tarde en la noche después de que le contó todo lo sucedido a Ikky y Seiya, el orgulloso tío temprano en la mañana había llevado a Sora a su cuarto para que Shun durmiera un poco más y ahora la bebé estaba despierta acostada cómodamente en la cama con la pareja, balbuceando tranquilamente y sonriendo a las atenciones que le hacían Seiya e Ikky


- No puedo creer que ese imbécil haya querido deshacerse de este angelito – dijo Ikky con rabia


- A mi no me sorprende la verdad, tu sabes como es – contestó Seiya mientras besaba el pie de la bebé


- Lo bueno es que se lo dijo a Shun, imagínate si la desaparecía y fingía un secuestro o algo


- De eso no lo creo capaz, Hyoga no es tan bárbaro


- Y ahora que vamos a hacer?


- Depende de lo que quiera hacer Shun no?


En eso el teléfono celular de Shun empezó a sonar despertándolo y al ver que era Hyoga el que lo llamaba lo apagó, se volteó buscando a Sora y no la encontró, se levantó y fue al cuarto de Ikky y allí encontró a su hijita entre Ikky y Seiya que al verlo le hicieron un espacio y Shun se acostó en la cama y apoyó su cabeza en las piernas de Ikky besando a la bebé que se dio la vuelta e intentó llegar a él


- No gatea todavía verdad? – preguntó Seiya


- Lo está intentando, mírala – sonrió Shun


- Has pensado que vas a hacer? – preguntó Ikky sin rodeos


- Si, voy a hablar con Saori, necesito un trabajo, tal vez pueda hacer algo en la fundación no?


- Y que vas a hacer con Sora? – preguntó Seiya


- Como la fundación es tan grande tal vez tengan una guardería o algo y si no tienen buscaré un centro de cuidado infantil, mi bebé ya está grandecita como para dejarla allí


- Sabes que no había pensado en eso, es buena idea, pero hagas lo que hagas no puedes dejar de estudiar Shun – dijo Ikky seriamente


- No pensaba hacerlo, por mi y por ella – dijo el joven padre con tristeza pero con convicción


- Y Hyoga? – preguntó Ikky muy serio


- Hyoga nada, si el no puede aceptar a Sora pues es lo mismo que no me acepte a mi, yo no lo engañé, no es culpa de Sora parecerse a su madre aunque si fuera igualita a mi yo creo que la resentiría aún as, además yo no voy a abandonar a mi hija ni por el ni por nadie, ella es mía, nosotros fuimos huérfanos y no salimos tan mal pero ella no tiene que pasar por eso si aquí está su padre


- Hyoga es un imbécil – dijo Ikky con rabia


- Pues si, pero ya no quiero hablar de él, ni llorar es bueno en este punto – dijo Shun cargando a Sora que se rió


 


En los días siguientes Hyoga intentó hablar con Shun pero él se negó a todo, no le contestó el teléfono, no le abrió nunca a puerta, lo ignoró olímpicamente cuando le fue a esperar en la Universidad y no le dio chance a nada, ese domingo Seiya e Ikky fueron a recoger el resto de las cosas de Shun y la bebé, los chicos estaban desarmando la cuna cuando Hyoga entró al cuarto y suspiró decepcionado, esperaba que fuera Shun el que había venido


- Ikky… - dijo el rubio caballero como especie de saludo


- Hyoga…, pásame el destornillador Seiya – dijo el peliazul sin prestar atención al rubio que solo los miraba expectante


- Seiya, cómo está…


Pero el rubio no pudo acabar de hacer la pregunta porque Ikky lo interrumpió, no le gritó pero si le habló terminantemente


- Tu no tienes derecho de preguntar por ellos, estás fuera de su vida


- Ikky, por favor, yo solo necesito hablar con Shun, las cosas se salieron de proporción y…


- Guárdate tus excusas, para qué quieres hablar con el?, para intentar convencerlo otra vez que deje a su bebé en el orfanato?, eres un imbécil, cómo pudiste proponerle algo así?, qué no lo conoces en lo mas mínimo?


- Los problemas entre Shun y yo son privados


- Dejaron de ser privados cuando tu nos preguntaste por él, y Hyoga no quiero volver a verte rondando mi casa, te puedo confundir con un ratero y eso podría tener resultados desastrosos, deja a Shun en paz


- Yo lo amo


- No lo amas, si lo hicieras amarías a Sora también o por lo menos intentarías aceptarla en tu vida y no lo has hecho, quieres sacrificarla por tu comodidad, eres un egoísta, siempre lo has sido


- Ella me recuerda a June y yo…


- Sora no tiene la culpa de nada, es una inocente y tu la tratas como si fuera el enemigo, que pena me das, por favor ya lárgate y déjanos acabar con esto


- Tu no me puedes botar de mi propia casa


- Esta no es tu casa, es de Saori y ella sabe que estamos aquí, te llamará en la noche – dijo el Fénix con una sonrisa


- Ikky… yo solo quiero…


- Desaparece de mi vista Hyoga, - Interrumpió el Fénix sujetando con fuerza el martillo de manera amenazante - le prometí a Shun que no te iba a golpear pero me lo estás haciendo muy difícil, créeme, mi ototo entenderá si te tuve que mandar al hospital


El rubio se fue dejando a los dos muchachos que acabaron de empacar todo y se fueron cerca del medio día


 


A inicio de mes Shun empezó a trabajar en el departamento legal de la Fundación, era el asistente del Procurador General, todo se resolvió bastante bien, la Fundación tenía guardería lo que facilitó inmensamente su vida, su jefe no era otro que Saga de Géminis, ningún asistente le había aguantado, todos habían huido ante el carácter tan intenso del gemelo mayor pero con Shun se llevaba bastante bien y trabajaban sin problemas, en sus descansos el joven aprovechaba para ir a ver a la pequeña Sora que estaba bien cuidada y ahora pasaba sus días con otros niños, una tarde que fue a verla se sorprendió porque encontró a su hijita sonriendo feliz en brazos de Aioria de Leo que también trabajaba en la Fundación pero en el Departamento Financiero


- Shun, hola…, espero que no te moleste pero cuando me enteré que la pequeña estaba aquí no lo pude resistir y la vine a saludar, mira se acuerda de mi – dijo el León con una sonrisa de satisfacción


- Hola Aioria, pero lamento decirte que no se acuerda de ti, lo que pasa es que tu le acabas de dar un chupete


- Eso comprueba mi teoría, todas las mujeres son unas interesadas – Aioria besó a Sora que no le hizo el menor caso


- Que no te oiga Marin – dijo Shun tomando a la pequeña en sus brazos que se aferraba al chupete como si su vida dependiera de ello


- En eso tienes razón – dijo Aioria con una sonrisa


- Oye y cómo supiste que Sora está aquí?


- Me lo contó Saga, a veces nos encontramos en la cafetería y me dijo que entraste a trabajar esta semana y has batido record al durar como su asistente mas de tres días


- Oh, el no es tan malo


- Ajá, dime lo mismo en un par de semanas


- Yo creo que es amable conmigo porque nos conocemos


- No Shun, el se carga contigo porque te conoce, no podía haber conseguido mejor asistente, el mismo me lo dijo, oye que vas a hacer este fin de semana?


- Tengo clases el sábado y el domingo me voy a mudar


- A dónde te vas?


- Ikky me ayudó a conseguir un departamento pequeñito cerca de su casa y nos vamos a mudar este fin de semana


- Ikky te botó de su departamento? – preguntó el león dorado muy sorprendido


- Claro que no, yo soy el que se quiere ir, mi nissan me ha acogido por casi un mes ya y ellos necesitan su espacio y nosotros también, mi nissan y Seiya se han portado genial con nosotros pero a la larga esto representaría problemas y yo no quiero distanciarme de ellos, tu sabes lo que dicen, la mucha constancia es causa de menosprecio, yo soy el que quiso mudarse y mi nissan me consiguió un departamentito cerca de su casa para poder vernos seguido


- Eso si lo creo, necesitas ayuda?


- Muchas gracias, Ikky y Seiya van a ayudar pero mientras mas manos sean es mejor, además no tenemos muchas cosas así que será rápido


- Pues iremos – aseguró el León con una sonrisa


- Marin y tu?


- Claro, pero llevaremos también a Shaka, el es maestro en la misma escuela que Marin y por lo regular hacemos algo juntos los fines de semana, tu sabes para no perder el contacto y eso


- Oh, me dará gusto verlo, hace algún tiempo que no veo a mi maestro


- Créeme a el le dará mucho gusto verlos a ustedes


 


El domingo en la mañana todos los ayudantes ofrecidos aparecieron puntualmente a las 09:00 de la mañana en casa de Ikky y en tres viajes llevaron todas las pertenencias del joven padre y su hijita, Marin se quedó en el departamento nuevo para seguir acomodando las cosas y cuidar a Sora mientras los chicos cargaron todas las cosas, al medio día estaban con todo listo y acomodado en la nueva casa todos los ayudantes se asearon un poco y fueron a comer, la tarde la pasaron juntos paseando por el centro de Tokio, charlando amenamente, fueron al parque y luego de un cafecito bien entrada la tarde todos se despidieron y tomaron diferentes rumbos a sus respectivas casas, mas o menos a las 08:00 de la noche el timbre en el departamento de Shun sonó, al preguntar por el intercomunicador era Shaka, el peliverde abrió la puerta de calle del edificio y el rubio subió al tercer piso donde el joven lo esperaba con la puerta abierta, Shaka subió lentamente porque cargaba un televisor no muy grande


- Cielos Shaka…


- Noté que no tenías uno y lo necesitas


- No tenías que molestarte – dijo el peliverde abriendo toda la puerta para dejar pasar al rubio


- Oh no es molestia a Sora le gustaban los dibujitos y se dormía con ellos, hasta ahora lo hace?


- Si, aurita está toda mal genia porque no tenía con que distraerla, me caíste del cielo la verdad, quieres un café?


- Muchas gracias, dónde te lo pongo?


- En la habitación yo creo


- Ok, yo lo conecto tu haz el café


- Gracias Shaka, no sabes cuánto


El rubio conectó el televisor y estaba distraído arreglando la antena cuando sintió algo en su pierna, era Sora que había gateado hasta el y le jalaba el pantalón


- Dónde estabas eh?, ahora que ya te mueves por ahí has de estar volviendo loco a tu papá – le dijo Shaka a la bebé levantándola y cargándola con dulzura, en eso Shun salió de la cocina y vio como Shaka la levantaba y la besaba


- Si ya gatea, lo bueno es que el piso es de madera, no es tan frío como la cerámica


- Tienes que poner protecciones en los interruptores y todo eso


- Si, mañana lo voy a comprar


- A qué hora sales del trabajo?


- A las seis


- Hagamos una cosa, porqué no lo compro yo y te lo traigo, así no te haces tan tarde con Sora en la calle


- Oh no tienes que molestarte


- No es molestia, porque tu tienes que comprar la cena


- Trato hecho


 


Shaka tomó su café y luego de un ratito que conversaron hasta que Sora se puso molestosa el mayor se fue, cuando salió del departamento de su aprendiz suspiró y sonrió, si Hyoga era tan estúpido para dar la espalda a una familia tan bonita, pues el aprovecharía la estupidez del discípulo de Acuario


 


En las siguientes semanas a pesar de la insistencia de Hyoga de hablar, Shun se había negado, el caballero del Cisne aplicó lo de a situaciones desesperadas , medidas desesperadas y una tarde lo fue a buscar en su trabajo, el rubio caballero de los hielos preguntó en recepción y fue hasta la oficina de Saga y encontró afuera en un escritorio a Shun que estaba organizando unos papeles mientras hablaba por teléfono y no estaba prestando atención a lo que le rodeaba hasta que una mano aplastó la base del teléfono cortando la comunicación, Shun levantó la vista y se encontró con Hyoga que lo miraba tranquilamente, los dos guardaron silencio y el rubio algo iba a decir pero se vio interrumpido cuando Saga salió muy molesto de la oficina


- Mas te vale tener una razón de peso para haberme colgado Shun – dijo el peliazul mirando a su asistente pero se detuvo un poco al darse cuenta que Hyoga estaba parado frente a el


- Aquí están los reportes – dijo el asistente entregándole unos papeles a Saga que los tomó sin chequearlos


- Llama si me necesitas – dijo el mayor y entró de nuevo a su oficina luego de mirar inquisidoramente al caballero del Cisne


- Vaya así que todos saben los detalles de mi vida privada – dijo el rubio con molestia


- Qué haces aquí Hyoga?


- Como no te dignas contestar el teléfono ni abrirme la puerta pues no tengo otro recurso que venir aquí


- No tenemos nada de que hablar – Shun siguió acomodando los papeles ignorando a Hyoga


- Si, si tenemos, las cosas no pueden quedar así, podemos ir a algún lugar que sea un poco mas privado?


- No, estoy dentro de mi horario, no me puedo ir, menos ahora que Saga está aquí y necesita una información para un caso en el que está trabajando


- Te espero a la salida y vamos a tomar un café?


- No puedo, tengo cita con el pediatra de Sora hoy en la noche


- Y mañana?


- No


- Tenemos que hablar Shun


- Yo no quiero hablar contigo


- Pero porqué?, solo vamos a hablar para aclarar las cosas


- Si quieres saber porqué la razón es muy sencilla, te acabo de decir que tengo cita con el pediatra de Sora y tu no preguntaste si es un chequeo de rutina, si ella está bien o si está enferma, lo siento Hyoga pero mi hija es lo mas importante para mi, tu no la quieres y no la voy a exponer a tus malos tratos


- Yo nunca la he tratado mal – se defendió el rubio


- Nunca la has tratado ni bien ni mal, la ignoras y no la tomas en cuenta para nada, ella se merece mas, yo me merezco mas, vete Hyoga, no quiero volver a verte, lo nuestro terminó


- Te vas a arrepentir


El rubio salió de la oficina dando un portazo, por el ruido Saga salió de la suya y encontró solo a su asistente que respiraba profundamente intentando no llorar y calmarse


- No te preocupes por ese idiota, ya pasará – dijo el peliazul poniendo su mano en el hombro de Shun


- Lo siento


- Tu no hiciste nada, la verdad no lo entiendo


- Qué cosa?


- Bueno tu eres muy joven, hay cosas que van cambiando con la edad, me refiero a que por ejemplo, Mu y yo estamos juntos hace algún tiempo, hemos hablado de matrimonio y todo eso está muy bien pero hay algo que salvo que ocurra un milagro o hablemos de métodos alternativos, Mu y yo nunca podremos tener, que tu ya tienes


- De qué estás hablando?


- Sora


- Pero ustedes pueden…


- Si si si, podemos adoptar un niño y lo vamos a hacer pero mira a tu hijita, ella tiene tus ojos, es de tu sangre, todos nosotros tenemos lazos de amistad que nos unen, lazos de amor, pero mira como funcionan las cosas, tu has tenido lazos de sangre dentro de todo esto, al igual que yo tienes un hermano pero ahora tienes una hija también, créeme si por azares del destino Mu tuviera un hijo que se parezca en algo a el en las circunstancias tan especiales como en las que Sora fue concebida yo querría a ese bebé como si fuera mío, yo no se porqué Hyoga es tan cerrado, tu no lo engañaste, las cosas se dieron así simplemente, todo lo que pasó no fue culpa de nadie la verdad


- Eso es lo que yo dije


- Si, bueno, tu eres joven ya aparecerá alguien en tu vida que te amará con todo lo que eres y tienes, eso incluye a Sora


- Lo mismo me dijo Shaka alguna vez


- Oh Shaka…, ustedes se ven frecuentemente verdad?


- Si, el me ha ayudado mucho y es muy bueno conmigo


- Mmm, bueno yo no desestimaría al guardián de la casa de virgo, a el le gustan mucho los niños – dijo Saga con una sonrisita y volvió a entrar en su oficina dejando a su asistente un poco confundido


 


Esa noche Shun fue a la Clínica con Sora que estaba agripada y molestosa, el joven esperó pacientemente a que el médico lo atendiera y en eso llegó Shaka a la consulta


- Hola Shun, como sigue la pequeñita


- Shaka…, está toda congestionada y mal genia, ya sabes como se pone


- Oh, ven acá – dijo el rubio y tendió sus brazos a la niña que se inclinó a el y Shun la pasó, Shaka caminaba por el pasillo con la bebé en brazos y Shun solamente lo miraba y recordaba las palabras de Saga y la actitud de Hyoga, Shaka quería mucho a la niña pero… será que lo quería a él también, el joven padre suspiró y Shaka lo volteó a ver sonriéndole


- Y ese suspiro?


- Estoy cansado, tuve un día fuerte en la oficina


- Por eso vine a buscarte para llevarte a casa, compré comida china


- Tu eres muy bueno conmigo, porqué Shaka?


- Somos amigos no?


- Tu eres muy bueno con Sora


- Ella es un ángel, oye te dijo Saga que el y Mu van a hacer una fiesta a fin de mes por que se compraron casa nueva?


- No, no me ha dicho nada


- Al parecer a tu jefe le va muy bien y a Mu también y se compraron una casa a las afueras de Tokio, se la entregaron esta semana y van a mudarse estos días, pero Mu dice que necesitan tiempo para arreglarlo todo, el quiere hacer un asado pero Saga quiere hacer una cena mas formal


- Así que van a hacer un asado


- Eso es lo que yo dije, yo no se como hace Mu pero convence a Saga de hacer todo lo que el quiere y lo mas gracioso es que le hace pensar que fue idea suya, ese lemuriano es muy hábil


- Me alegro por ellos, Mu lo sabe manejar muy bien, igual que Seiya a mi nissan, yo creo que todo es cuestión de práctica y saber que botones aplastar


- Pues si, en eso tienes razón


 


El pediatra llamó a Shun y los tres entraron a la consulta, el médico revisó a la niña que no presentaba nada grave, le mandó unas inyecciones, unas gotas y unas vaporizaciones, media hora después los tres estaban rumbo a la casa de Shun en el auto de Shaka, entraron y tuvieron que comer por turnos, Sora estaba muy renegada porque estaba enferma, no se dormía por nada del mundo y la pobre no paraba de llorar, iba a ser una de esas noches…, pasada la media noche al fin la niña se durmió y el aprendiz de Virgo cayó en el sofá sentándose junto a su maestro que no se había ido sino que se quedó a ayudar al joven padre con su enfermo retoño


- Estoy muerto – dijo el peliverde sacándose los zapatos, acomodándose mejor en el sillón y cerrando sus ojos


- Siempre podrías pedirle permiso a Saga mañana y quedarte hasta mas tarde en casa o de plano faltar todo el día, yo creo que le haría bien a Sora no salir de casa y a ti también, estás todo ojeroso


- Si, pero no quiero abusar, Saori me dio un aumento porque dijo que tengo muchos gastos y no me parece justo pedir permiso ahora


- Pues deberías


- Gracias Shaka, tu siempre te preocupas por nosotros, además de Ikky y Seiya yo se que puedo contar contigo, no sabes lo seguro que eso me hace sentir


- Uno hace lo que puede – dijo el rubio con una sonrisa – Ve a dormir sino mañana no te vas a levantar, yo me quedaré al pendiente de Sora


- Y tu no vas a dormir?


- Yo puedo llevar mañana leche en cartones individuales y pongo a dormir a mis niños así aprovecho para dormir un rato, además tengo la tarde libre, ve a dormir yo la cuido


- Gracias Shaka


Shun se acercó a Shaka y le dio un suave beso en la mejilla, se incorporó y se fue a la habitación, un rato después Sora despertó y se quejaba, el rubio caballero la tomó en sus brazos rápidamente y la paseaba para calmarla y que no llore para dejar dormir a Shun, el mayor la balanceaba y le susurraba suavemente acariciando su espalda haciendo que se durmiera, Shun se despertó de todas formas y vio en la sala como el rubio paseaba a Sora y le shusheaba, el menor sonrió, en verdad Shaka era excepcional


 


Notas finales:

Espero que les haya gustado

Muchas gracias por leer y por sus comentarios

Nos vemos en la continuación


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