Capítulo 10.- Encontrando el camino de vuelta al amor
A la mañana siguiente Shaka estaba dormido en el sillón cuando Shun despertó, el dueño de casa se levantó e hizo café con cuidado de no despertar a su invitado que estaba acurrucado en el sillón tapado con una manta, el rubio despertó con una sonrisa en los labios ante el suave aroma del café pasado en su nariz
- Buenos días – dijo el aprendiz de virgo cuando el mayor abrió los ojos
- Oh, Shun gracias – el rubio tomó el jarro y lo bebió a sorbos, estaba caliente
- Azúcar?
- No gracias, me gusta así
- Sora ya no tiene fiebre y está dormida, llamé a Saga y le pedí permiso todo el día y el me lo dio sin mucha protesta, quieres venir a comer a medio día? Sora y yo vamos a cocinar – Shun le sonreía a Shaka de una manera muy particular, nunca lo había visto así y no sabía que pensar
- Cómo puedo resistirme a esa invitación, si te parece bien estaré aquí a las 2, pero ya debo irme, se me hace tarde
- Te esperamos entonces
Shaka con todo y la mala noche estuvo de un humor genial toda la mañana, ojalá no fueran ideas suyas pero notó a Shun diferente, la manera que le sonreía era un tanto… pícara, oh cielos…, esperó impaciente hasta que la campana sonó y a medio día emocionado se dirigió a la casa de Shun, tocó el timbre y la puerta se abrió, subió las gradas y entró al departamento que tenía la puerta abierta
- Shun?
- Estamos acá, pasa y cierra la puerta – el rubio caminó por la estancia, se sacó el saco y lo puso en una de las sillas del pequeño comedor, fue a la cocina y vio a Sora que estaba en su sillita alta, estaba masticando una ruedita de hule y balbuceaba tranquilamente
- Vaya en verdad está mejor, hola Shun – Shaka besó la cabeza de la niña, ya no tenía fiebre
- Hola, si las inyecciones le hicieron mucho bien, ha pasado la mañana relativamente bien y como fue tu día…
Shaka y Shun conversaron de todo un poco mientras comían, luego del almuerzo Shun fue a acostar a Sora para que durmiera su siesta y volvió a la sala donde el rubio lo esperaba con un jarro de café
- Me gusta tomar un café después del almuerzo, se te antoja?
- Si claro
Ambos se sentaron en el sillón y bebieron su café en silencio, Shun se sacó los zapatos y se acomodó mas cómodamente mientras Shaka solo lo miraba y sonreía, Shun esperaba que su maestro le dijera algo pero después de unos minutos era obvio que no lo iba a hacer por lo que decidido dejó su jarro de café en la mesita, tomó el de Shaka y lo puso junto al suyo, acarició el rostro del rubio, se acercó suavemente y sin decir nada lo besó, Shaka cerró los ojos y correspondió el beso tomando a Shun de la nuca y acercándolo mas a su cuerpo, el joven se incorporó un poco y se sentó en las piernas de Shaka y rodeo su cuello con los brazos mientras el rubio acariciaba su espalda suavemente, sus lenguas se encontraron explorándose ansiosas, se besaron por un largo rato, disfrutando de estas sensaciones que eran nuevas para ellos, cuando se separaron a tomar aire se miraron y sonrieron, el rubio retiró el cabello de Shun que caía naturalmente enmarcando su rostro y empezó a besar su cuello sin dejarlo de acariciar, leves gemidos dejaba escapar el mas joven de su boca ante tan placentero contacto y abrazaba al rubio pegando sus cuerpos cada vez mas
- Shaka… Shaka… oh cielos…
Los gemidos del aprendiz de virgo eran música para los oídos de su maestro que continuaba con su labor besando su cuello mientras abría su camisa y empezaba a acariciar su pecho, sus manos recorrían su cuerpo al igual que las de Shun, se exploraban mutuamente con calma y emoción, Shun buscó los labios del rubio y se besaron con pasión una vez mas, el de bronce desabotonó la camisa del dorado y empezó a acariciar y a besar ese fuerte pecho que estaba ahora a su disposición, ahora fue el turno del mayor de gemir ante las caricias del mas joven, Shun deslizó la camisa por los hombros de Shaka dejándolo con el torso desnudo y se movía muy sensualmente sobre el mayor moviendo sus caderas en anticipación, las cosas se iban caldeando con rapidez, el rubio recostó al peliverde en el sillón y se ubicó sobre el entre sus piernas sin dejar de besarlo y safó el botón del pantalón del mas joven y empezó a acariciar su miembro lo que arrancó nuevos gemidos de su boca, en eso estaban cuando escucharon que la bebé se despertó y empezó a llorar, ambos se voltearon, se separaron un poco y suspiraron, Shaka sonrió, besó suavemente a Shun y se levantó permitiendo que el se levante y vaya a ver a la niña, el peliverde sonrió y fue a buscar a Sora que tenía un poco de fiebre y estaba mocosa otra vez
- Está bien? – preguntó el rubio cuando el joven padre volvió a la sala cargando a la bebé, Shaka de acercó a ellos y besó la cabeza de la niña – Tiene fiebre
- El doctor dijo que era normal no te acuerdas?
- Si, pero igual…
- Shaka… yo… - Shun empezó a hablar, estaba algo nervioso pero el mayor acarició su rostro y le sonrió
- Ven vamos a hablarlo tranquilamente
Shun y Shaka se sentaron en el sillón otra vez, Sora estaba con su cabeza arrimada en el hombro de su padre, aún no se tranquilizaba del todo y se quejaba pero no lloraba aún
- Shun, tu siempre has sido importante para mi, por mucho tiempo, te conozco, se como eres y no te lo voy a negar siempre me has gustado mucho, pero en este tiempo que hemos compartido yo… me he llegado a enamorar de ti, yo te amo Shun
- Shaka, tu eres muy especial para mi, no te voy a negar que últimamente te he visto con otros ojos, ahora cada que llegas mi corazón salta, cuando se que vas a venir te espero con ansias, te extraño cuando no estás, por mucho tiempo fui muy ciego, yo estaba enamorado de Hyoga, tu lo sabes, pero he tenido tiempo para pensar las cosas, el rumbo que quiero tome mi vida y en todos los escenarios yo siempre te veo a mi lado, también te amo Shaka, quiero tenerte junto a mi, tu me haces bien
- En verdad?
- Si, en verdad
Shaka se acercó a Shun y lo besó suavemente, ambos sonrieron cuando se separaron
- Osea que ya olvidaste a Hyoga?
- El fue importante en mi vida, primer amor y todo eso pero el no me quería, no realmente, rechazaba a Sora y eso en verdad me dolía, yo creo que el amor que nos teníamos poco a poco fue muriendo, nos pasaron muchas cosas que no pudimos superar en su tiempo y teníamos muchos problemas que finalmente se agravaron con la llegada de Sora
- El caballero del Cisne no supo aprovechar lo que la vida puso en su camino, lo que no entiendo es que rechazara a la niña
- Decía que le recordaba a June – Shun se encogió de hombros
- Se parece a ella pero ese no es motivo
- Lo que pasa es que tu eres muy bueno conmigo y con Sora, ayer por ejemplo, tu te quedaste para que yo pudiera dormir y te vi cuando tu no me veías, tu cargabas a Sora por la sala y la tranquilizabas para que se durmiera, me di cuenta de algo, tu eres así, tu en verdad la quieres, no finges cariño con ella para ponerme de tu parte o lograr algo conmigo, ese es uno de tus beneficios extras
- Uno de los beneficios extras?, que otro beneficio tengo? – preguntó el mayor sumamente divertido e intrigado
- Eres muy sexy, besas como los dioses, tu voz es extremadamente sensual, eres tranquilo y calmado pero muy fuerte, ya mencioné que eres todo sexy?
- Si bueno tu no te quedas atrás
- Además eres alto
- Y que tiene que ver que sea alto
- Alcanzas las cosas de los estantes a los que yo no llego
La tarde transcurrió entre risas y besos, la pasaron juntos en ese pequeño departamento charlando, y disfrutando de su mutua compañía, la tarde se les fue volando, llegada la noche pidieron una pizza para cenar y luego de que Shun acostó a Sora fue hasta la pequeña sala en donde estaba Shaka esperándolo
- Quieres continuar en donde nos quedamos antes? – dijo Shun sentándose en sus piernas y besando al rubio con suavidad
- Me encantaría, pero…, podemos ir al cuarto?
- Y si Sora se despierta?
- Pues se despierta, es mejor que se acostumbre a mi presencia, porque no tengo pensado ir a ninguna parte
Shun sonrió, se levantó y tendió su mano al rubio que la tomó y fueron a la habitación, Sora dormía tranquilamente en la cuna, Shun se acercó y la tapó un poco mejor, Shaka se acercó también y abrazó al joven padre por la espalda besando su cuello, el joven giró y buscó sus labios, la pareja se besó suavemente, Shaka caminó de retro llevando a Shun a la cama, se acomodaron en ella y se acariciaban sacándose la ropa lentamente mientras recorrían sus cuerpos con las manos, Shun recostó a Shaka sobre su espalda y el se sentó en sus caderas y lo fue besando bajando por su cuello, sus hombros, su pecho, sus pezones lo que hizo que el rubio se arqueara levemente, el joven bajó por su vientre mientras empezó a acariciar el miembro del mayor que se endureció rápidamente y dejó escapar un gemido cuando el joven pasó su lengua por su hombría sin dejarlo de acariciar, la boca del peliverde le dio atención especial lamiendo, chupando y mordisqueando su miembro hasta que consiguió que se venga en su boca, el rubio respiraba agitadamente cuando recibió a Shun en su pecho que se acomodó en el sin dejarlo de besar y acariciar
- Wow Shun…
- Te gustó?
- Eres en verdad hábil, pero… no eres el único
- Haber demuéstralo, aquí es con pruebas – dijo el mas joven en tono divertido
Shaka sonrió y besó con pasión al joven que se dejó hacer, el mayor recorría el joven cuerpo con ansias y lo bañó de suaves caricias y besos, disfrutando de la suavidad de su piel, el joven sentía corrientes eléctricas al roce de los cuerpos desnudos, era ya algún tiempo desde que había hecho el amor y ahora sentía como las caricias de Shaka lo encendían como hoguera, el peliverde se arqueó en la cama y no podía estar quieto cuando el rubio tomó su miembro con la boca y lo succionaba de una manera tan deliciosa que hasta la mente se le nubló, el mayor no lo había engañado, en verdad era hábil, Shaka ofreció sus dedos a Shun que los lamió ansioso y dejó escapar un leve gemido cuando sintió como el mayor introdujo uno de sus ensalivados dedos en su entrada para prepararlo
- Shaka… oh… Shaka…
El rubio seguía agasajándolo hasta conseguir que alcanzara el clímax al sentir como uno de los dedos del rubio rozaba certeramente su próstata y no pudo evitar lanzar un leve grito al descargarse en la boca de su amante que solo sonreía al ver al pequeño tan entregado al placer que le brindaba, Shaka lo fue besando hacia el norte sin dejar de prepararlo, llegó a sus labios y se besaron con pasión
- Shaka… vamos… ya…
- Ansioso?
- Ya no puedo más… vamos… te quiero sentir… dentro…
- Tus deseos son órdenes mi Shun
Shaka sonrió y volvió a besarlo, retiró sus dedos y lo comenzó a penetrar lentamente pero con decisión, Shun se arqueaba nuevamente y rodeó el cuerpo del mayor con las piernas, cuando el miembro del rubio estuvo dentro del joven completamente Shun se aferró a el y mordió su hombro, Shaka empezó a moverse cuando lo sintió listo, eran embestidas lentas y fuertes que arrancaron gemidos de placer a ambos, Shun movía sus caderas y arañaba la espalda del rubio que no dejaba de besarlo y pronunciar su nombre, la pareja se movía acompasadamente en un vaivén enloquecedor, Shaka giró dejando a Shun sentado sobre sus caderas y el joven se acomodó mejor sobre el rubio que lo tomó de la cintura para ayudarlo a subir y bajar, luego Shun agarró ritmo y movía sus caderas con entrega y pasión, a Shaka le encantó sobremanera el verlo mientras se movía sobre el, las expresiones de su rostro eran sublimes, cuando el mayor tomó su endurecido miembro y lo empezó a masturbar para complacerlo aún mas cualquier control que haya podido tener el mas joven se desvaneció en ese instante y ambos llegaron a la cumbre del placer con explosivos orgasmos, Shun se desplomó sobre Shaka que salió con cuidado de su cuerpo y lo recibió en sus brazos buscando sus labios y se besaron dulcemente
- Me convenciste, si eres hábil – dijo el aprendiz de virgo cuando rompieron el beso y se abrazaron dentro de las sábanas
- Ah ya sabía yo, tenía razón, y mira con todo el escándalo Sora no se despertó
- Yo creo que los planetas se alinearon y le dieron sueño pesado hoy, alguien arriba nos quiere
- Alguien acá abajo te quiere Shun
- Oh, yo también te quiero y ahora mas que nada te quiero tener aquí junto a mi, yo se que tienes que madrugar y todo eso pero… no te vayas, quédate conmigo
- No tenía pensado hacerlo pero ahora menos lo voy a hacer si tu me lo has pedido, soy tuyo para lo que quieras
- Después no te quejes, mira que ya me lo dijiste
La pareja se besó suavemente una vez mas y abrazados se quedaron dormidos, Sora se despertó un par de veces en la noche lo que era normal porque estaba enferma pero Shaka lejos de molestarse se levantó también y la cargaba hasta que Shun haga sus biberones y todo, el peliverde estaba radiante de felicidad cuando llegó al día siguiente a la oficina, Saga solo lo miró pero no le hizo mayores preguntas sobre su extraño buen humor, por lo regular Shun estaba de buen humor pero hoy… irradiaba felicidad
- Ya está mejor tu hijita? – preguntó Saga a su sonriente asistente
- Si gracias Saga, está en la guardería y ya está mucho mejor, nos hizo mucho bien el no salir de casa ayer
- Ajá…, me alegro mucho por ti, por ella, pero por lo que mas quieras no te vuelvas a ir, tus trámites se siguen apilando, el reemplazo que vino ayer huyó a medio día y ya no volvió mas
- No te preocupes, ya te tengo todo listo
Pasaron dos semanas para que llegue el día de la inauguración de la casa nueva de Saga y Mu y todos los caballeros que pudieron encontrar estaban invitados, los anfitriones en verdad estaban botando la casa por la ventana, había comida, bebida, música, estaban preparando todo para hacer un asado, Mu estaba en la cocina alistando la carne para asarla, Marin lo estaba ayudando al igual que Shaka y Kanon, Saga estaba prendiendo el carbón con Aioria, Shura, Shiru e Ikky, en eso llegó Hyoga y saludó a todos amablemente aunque Ikky le respondió despectivamente, el rubio no se animó a preguntar por Shun pero al ver que Seiya tampoco estaba preguntó por el
- Se fue con Aioros y Shun a comprar hielo que nos hacía falta, no tardan en regresar – contestó Saga que seguía prendiendo el carbón
- Quien mas falta de llegar? – continuó el aprendiz de acuario
- Yo creo que nadie mas – dijo Saga
Hyoga fue a la cocina y estaba ayudando a sacar los platos y vasos para ponerlos en la mesa que estaba afuera en el sol, el joven caballero se encontraba allí cuando vio que llegaron con el hielo los dos caballeros de Sagitario que venían acompañados de Shun y Sora, los recién llegados entraban a la cocina y al Cisne casi le da un infarto cuando vio que Shun se acercó a Shaka y lo besó con suavidad en los labios antes de acomodar a la niña en una sillita alta, el caballero de los hielos temblaba de la furia que sentía, cómo se atrevía Shun a cambiarlo por otro??, cuándo demonios pasó esto??, con razón ya no quería verlo si ya otro se había metido en su cama, desgraciado…
Hyoga entró a la cocina por mas cosas para llevarlas y saludó a los invitados que no había visto antes, Shun se puso un poco incómodo pero tanto el uno como el otro intentó dejar pasar el mal momento, ahora no era ni el tiempo ni el lugar de aclarar nada, el almuerzo transcurrió sin mayores novedades, cuando estaban en el postre Saga y Mu anunciaron que se casarían en un mes y todos estaban invitados, todos los presentes los felicitaron y brindaron por la felicidad de la pareja, a lo que caía la noche el grupo conversaba amenamente en el salón, Shun había ido a ver a Sora que hasta ese momento estaba durmiendo en la habitación de Saga, Shaka fue a la cocina por algo de tomar y disimuladamente Hyoga lo siguió
- Así que lo conseguiste – reclamó el Cisne con ira al guardián de la casa de virgo en la desierta cocina
- De qué estás hablando? – respondió el mayor
- Shun… de que mas puedo estar hablando – dijo el Cisne con furia
- Qué vienes tu a reclamarme nada a mi, tuviste tu oportunidad con el y la desperdiciaste, lo perdiste, yo no intervine
- Tu siempre lo quisiste – susurró el aprendiz de acuario
- Eso no es pecado y no te lo voy a negar, yo siempre lo quise pero respeté la relación que ustedes tenían y nunca dije nada, ni en bien ni en mal – respondió el dorado con calma
- El me ama, a ti solo te utiliza – Hyoga destilaba veneno con sus palabras
- Estás lleno de rencor, tu conoces a Shun el no sería capaz de engañarme, yo lo se, si el dice que me ama es porque me ama, yo confío en el – Shaka no perdía la compostura y eso iba enojando cada vez mas al joven rubio
- Tu solo eres conveniente para el, le facilitas la vida, al fin consiguió un niñero con beneficios extras, te paga el favor revolcándose contigo?
- No tengo porqué seguir escuchando tus estupideces – Shaka dio un paso hacia fuera pero Hyoga lo sujetó del brazo, Shaka se safó rápidamente
- No me quieres oír porque es cierto – continuó el ex
- Si es lo que quieres creer pues créelo
- Solo recuerda que si Shun es tan apasionado en la cama es porque se lo enseñé yo, conmigo aprendió, lo hice mío hasta el cansancio, yo se como le gusta que lo cojan, yo se como hacerlo gritar, tu solo estás tomando lo que yo boté
- Si es así, entonces por qué estás tan molesto? – Shaka bebió un poco de su agua y esbozó una pequeña sonrisa que hizo temblar de rabia al joven aprendiz de acuario
- Nadie lo ha hecho gozar como lo he hecho yo, solo se está conformando contigo, tu eres una opción segura, yo soy la pasión y la aventura, no nos puedes comparar siquiera – Hyoga se cruzó de brazos también intentado mostrarse sereno y seguro pero fallando abismalmente
- Si crees que vas a provocarme Cisne con tus patéticos intentos de darme celos estás muy equivocado
- Solo tengo que chasquear los dedos y el volverá corriendo a mi
- Haber chasquéalos – desafió el mayor que se cruzó de brazos y lo miraba con satisfacción, el caballero Cisne estaba furibundo mientras el permanecía calmado
- El volverá a mi – dijo Hyoga con certeza
- Aja… - Dijo Shaka sin dar importancia a lo que el otro decía
- Eres un estúpido por creer que el te ama
- Si… lo que sea…
Shaka salió de la cocina y se chocó con Shun que cargaba a Sora en el pasillo, el mayor se veía algo molesto, el peliverde iba a preguntarle que pasó cuando vio que Hyoga también salía de la cocina, se quedó estático ante la sorpresa, antes de seguir su camino miró a Shun con profundo resentimiento y se fue.
- Que pasó?, qué te dijo? – preguntó Shun un tanto preocupado
- No vale la pena Shun, el solo está celoso
- No me lo vas a decir?
- El que se enoja pierde – dijo el rubio luego de un suspiro
- Qué quieres decir? – preguntó Shun intrigado
- Hoy en la noche hablamos, no es ni el momento ni el lugar – Shaka le sonrió a Shun y acarició su rostro pero el joven seguía preocupado
- Yo venía a buscarte para ver si ya nos vamos
- Mejor – Shaka tomó en sus brazos a Sora y caminaron los tres al salón
Shun y Shaka se despidieron de todos y fueron a la casa del rubio que estaba mas cerca que la casa de Shun, el peliverde se sorprendió un poco pero no hizo mayores comentarios, en el trayecto el maestro de Virgo estaba un poco pensativo y Shun no presionó el tema, no le pareció prudente pero cuando se bajaron en la pequeña casita y entraron Shaka tomó a Sora en sus brazos y besó a Shun suavemente
- Tengo una sorpresa para ti – dijo el rubio con una sonrisa
- Sorpresa?
- Si, ven
Shaka tomó de la mano a Shun y caminó por el pasillo, la casa de Shaka no era muy grande pero era bastante cómoda, tenía tres habitaciones, la que ocupaba el dorado, una que había adecuado como estudio y otra que no tenía mayor función, hasta ahora…, fueron a esa habitación y el mayor encendió la luz, el cuarto estaba pintada en tonos de rosa y lila, estaba amoblada con muebles de madera, sencillos pero muy bonitos, había una cuna, un estante lleno de peluches y juguetes, un corral y una mecedora, Shun miraba la habitación con la boca abierta
- Ikky y Seiya me ayudaron a elegirlos – dijo el mayor abrazando a Shun que no salía de su asombro y miraba la habitación
- Es maravilloso – dijo el peliverde
- Shun yo quiero que se vengan a vivir conmigo, quiero formar una familia, yo te amo a ti y a Sora, ustedes son lo mas hermoso que me ha pasado en la vida y quiero que estemos juntos, yo se que es algo pronto para esto pero se que es lo que quiero en la vida y ahora tengo todo lo que necesito para empezar a vivirla
- Oh Shaka, no se que hice para merecerte, estoy tan feliz, tan feliz
El peliverde abrazó al rubio y lo besó suavemente, el mayor puso en el alfombrado piso a la bebé que gateó por el cuarto hasta que llegó a una esquina que tenía varios muñequitos de caucho y tomó un elefante llevándoselo a la boca
- Quédate conmigo – susurró el mayor besando los verdes cabellos de Shun
- Con una condición – dijo el joven volteándose y besando a Shaka en los labios
- La que tu quieras
- Hazme el amor
Después de un rato Shun acostó a Sora en su nueva cunita y fue al otro cuarto, encontró a Shaka que lo esperaba, había encendido varias velas repartiéndolas por la estancia creando un ambiente todo romántico, Shun sonrió cuando el rubio lo abrazó y lo besó, los amantes se unieron en un encuentro cargado de amor y pasión, se disfrutaron esa noche dejando a un lado todo y a todos, cuando al fin estaban abrazados bajo el calor de las sábanas y Shun acariciaba ausentemente el pecho del de Virgo este le preguntó
- Entonces si te vienes a vivir conmigo?
- Tu que crees?
- Si no te gusta esta casa podemos buscar otra, una mas cerca de tu trabajo
- Esta está mas cerca de la escuela, mira Shaka eso es solo forma, lo de fondo es lo que importa
- Lo de fondo?
- Si, lo de formar una familia, lo de compartir nuestras vidas, eso es lo importante, el donde es circunstancial, lo que si te digo desde ya es que yo no voy a dejar ni de estudiar ni de trabajar
- Me parece muy bien – dijo el rubio luego de un suspiro
- En serio?
- Claro, porqué te sorprende?
- No lo sé, lo que pasa es que a Hyoga no… - empezó a explicar el peliverde pero Shaka lo interrumpió
- Yo soy yo, no Hyoga, nuestra relación es completamente diferente, yo quiero que seas feliz a mi lado, si quieres estudiar pues estudia, si quieres trabajar pues trabaja, si lo quieres dejar todo y dedicarte a cuidar a la bebé no hay problema yo puedo mantenerte a ti y a Sora cómodamente, esta relación es de los dos, tu debes ser libre de hacer o no hacer las cosas al igual que yo, a mi me gusta trabajar en la escuela y aunque no paga mucho este trabajo me llena, me gustan mucho los niños y ahora tengo una hija
- Te amo Shaka… y no solo porque seas tan bueno con nosotros, te amo por ti… por todo lo que tu eres, lo que representas y lo que me haces sentir
- Yo también te amo pequeño
Shun se incorporó un poco y besó a su dorado maestro que lo abrazaba y acariciaba con suavidad, el peliverde se acomodó en el pecho de mayor, entrelazaron sus manos y hablaban en voz baja haciendo planes para el futuro, cuando estuvieron en silencio unos momentos Shun recordó algo
- Ahora si me vas a decir que te dijo Hyoga?
- No vale la pena en verdad, solo está celoso, se ha dado cuenta de lo que perdió, aunque yo se lo agradezco
- Se lo agradeces?
- Claro, su estupidez es mi felicidad