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UNA EXTRAÑA EN NUESTRAS VIDAS por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no son míos, solo utilizo sus nombres y apariencias sin fines de lucro (solo con fines de ocio la verdad)

Notas del capitulo:

Hola, les traigo una nueva historia, está dedicada a Fanny que me sugirió la primera parte (Shun x June) y a la siempre chevere Xik anime afrodita que me sugirió la segunda parte (Shaka x Shun), espero que les guste

También tiene una pequeña historia paralela de Ikky y Seiya, como los hize sufrir tanto en mi otro fic, en este son felices sin complicaciones.

Capítulo 1.- Quién eres tu?, quién soy yo?

 

 

 

Seiya y Shun estaban sentados en sus respectivos pupitres esperando pacientemente que suene la campana, era ya el último día de clases, el tan ansiado fin de año y los más jóvenes residentes de la mansión Kido no veían la hora de que las clases acabaran y disfrutar de un par de días de ocio y descanso porque por disposición de su Diosa pasarían el verano en el Santuario para sus entrenamientos, al fin la campana sonó y los chicos como resorte se pararon y recogían sus libros en el aula y como estaban conversando y distraídos se quedaron rezagados

 

- Ya dime – insistía Seiya

 

- No te voy a decir nada – contestó Shun con una sonrisa

 

- Dale cuéntame, somos amigos no?

 

- Es algo… privado – Shun se sonrojó

 

- Entonces si estás saliendo con alguien, dale cuéntame te juro que no le digo nada a tu hermano

 

- Ya Seiya no me preguntes

 

- Porqué no me quieres contar?, no soy digno de tu confianza o que?

 

- No es eso tonto – Shun cargó su maleta y empezó a caminar saliendo del aula seguido de su castaño amigo que poco le faltaba para hacer pucheros

 

- Eres cruel, yo si te cuento mis cosas – reclamó el castaño

 

- Lo que pasa Seiya es que… no solo es mi secreto para contar, quedamos en que no lo íbamos a decir todavía – Shun se encogió de hombros

 

- Quedaron? Tu y …?

 

- Eso es lo que no te puedo contar

 

- No es justo

 

- Eso es lo que dije yo, pero la vida no es justa Seiya y ya vámonos antes de que mi nissan se estrese si no llegamos pronto

 

- Estás enamorado? – insistió Seiya

 

- Que parte de que no te voy a contar nada no me entendiste – contestó Shun con una sonrisa

 

- Me la debes – dijo Seiya en tono de amenaza

 

- Si si ya ya – el peliverde se encogió de hombros

 

 

 

Los dos muchachos atravesaron el patio del colegio con desgano y salieron a la calle, caminaban a casa como todos los días hasta que escucharon un grito desesperado de una mujer a lo alto de la calle, tenía dos niños pequeños y un bebé en un cochecito que se le fue de las manos e iba cuesta abajo a donde estaban los muchachos pero en la intersección de las calles venía un autobús a toda velocidad, el chofer no tenía forma de ver el cochecito y lo embestiría sin remedio, Shun sin pensarlo dos veces botó su mochila, corrió a detener el cochecito y lo logró con las justas, el chofer del autobús frenó a raya cuando vio cruzar al muchacho pero lo que nadie vio fue otro auto que venía en sentido contrario, su conductor estaba distraído  con el teléfono celular y no vio a Shun que no avanzó a cruzar totalmente la calle solo logró empujar el cochecito fuera del camino pero el auto le dio de lleno, el joven salió volando y cayó pesadamente al pavimento, Seiya gritó pero el chofer del auto aceleró simplemente huyendo del lugar, el chofer del autobús se bajó y llamó a una ambulancia, la mujer con los niños llegaron y luego de tomar a su bebé en brazos cerciorándose de que solo estaba asustado pero bien, llamó a la policía mientras Seiya estaba de rodillas junto a Shun pero no sabía que hacer para ayudarlo, luego de unos espantosos 10 minutos llegó la ambulancia, la mujer con los tres niños y Seiya fueron con el peliverde al hospital, los paramédicos trabajaron en el pero Seiya estaba muy asustado, su amigo estaba cubierto de sangre y se veía roto, la mujer llamó a la mansión y al poco rato llegaron Ikky, Hyoga y Shiru, el peliazul estaba desesperado al igual que los otros dos muchachos y encontraron a Seiya que al verlos corrió a abrasarlos, el castaño hablaba muy rápido y lloraba por lo  que no se le entendía nada, justo en ese momento uno de los médicos salió y todos se dirigieron a él

 

 

 

- Algún familiar de Shun Kido? – preguntó el joven doctor

 

- Yo soy su hermano – se adelantó Ikky

 

- Venga por favor, debe llenar algunos formularios que le entregarán en la estación de enfermería

 

- Está bien todo lo que usted quiera, pero cómo está mi Shun? – el peliazul estaba desesperado y muy asustado

 

- Aún estamos trabajando en él, les mantendremos informados si se producen cambios

 

Sin mas el médico volvió a ingresar a la sala de emergencias, ahí Ikky luego de llenar los dichosos formularios y cuando Seiya logró tranquilizarse les contó como ocurrió todo, a Shun lo tuvieron que operar de emergencia y luego fue trasladado a terapia intensiva donde permaneció dos días, los muchachos se turnaron para estar en la pequeña salita de espera por si se ofrecía algo, los médicos decían que el joven estaba en estado crítico pero estable, el problema es que eso no era ni bueno ni malo sino todo lo contrario, Shun tenía 6 costillas rotas, la pierna y el brazo izquierdo rotos también, tuvo un fuerte golpe en la cabeza que le causó una contusión, tuvo una hemorragia interna muy severa pero la pudieron controlar a tiempo y ahora estaba recuperándose favorablemente, el problema era que no despertaba, lo trasladaron a la habitación y lo monitoreaban constantemente pero igual no despertaba, 2 semanas permaneció inconsciente y los médicos no se lo explicaban

 

 

 

Las noticias del accidente de Shun recorrió el santuario, algunos de los caballeros dorados y de plata viajaron a visitarlo, la mañana que llegó June al ver a Ikky y a Hyoga con las caras que traían los mandó a comer algo, ambos habían pasado la noche con Shun y se les notaba el cansancio, la joven rubia se sentó en la silla que antes había ocupado Ikky y tomó la mano de Shun entre las suyas, en alguna parte había escuchado que las personas inconscientes o en coma podían escuchar en ese estado por lo que la joven le empezó a hablar de todo un poco.

 

- Sabes Shun, esperaba con ansias este verano para poder verte otra vez, me asusté mucho cuando me contaron lo de tu accidente, me da gusto verte con vida aunque fuera mejor que despertaras, Ikky está muy preocupado, no te imaginas lo asustado que Seiya estaba, se tranquilizó un poco cuando saliste de terapia intensiva pero yo creo que el hecho de que Marin haya venido también ayudó mucho

 

La joven seguía hablando y sintió un suave movimiento en la mano de Shun, al inicio June creyó que era solo un movimiento reflejo pero a los pocos minutos Shun se quejó suavemente y su monitor cardíaco mostraba que su corazón se aceleraba, June sonrió emocionada y llamó a las enfermeras y a los médicos, Ikky venía por el pasillo conversando con Hyoga y se le fue el corazón al piso cuando vio a los lejos el movimiento que había en el cuarto de su hermano, corrió hasta la puerta y no cabía de la emoción al ver que su Shun estaba despierto, se quejaba por el dolor que sentía en todo su cuerpo por lo que el médico le estaba administrando un analgésico en su suero, a los pocos minutos el joven peliverde se relajaba y respiraba con mayor facilidad, los médicos rodeaban la cama por lo que los chicos no podían acercarse a Shun pero cuando salieron Ikky fue al lado de su cama, tomó la mano de su ototo y la besó pero el joven miraba a Ikky con una expresión confusa

 

 

 

- Ototo, ototo, que alegría que hayas despertado – Ikky se sentó en la silla y besó su mano nuevamente, Shun solo lo seguía mirando sin saber que hacer

 

- Ototo? – susurró el peliverde

 

- Shun?, todavía te sigue doliendo?, quieres que llame al médico? – Ikky se empezó a preocupar

 

- Shun? – repitió el joven

 

- Dioses¡¡¡, Shun?? – Ikky lo miraba con angustia

 

- Quién eres tu? – Shun miró a Ikky directamente

 

- Yo soy Ikky, tu hermano mayor, tu nissan, tu eres Shun, mi ototo, recuerdas? – Ikky habló despacio mirándolo a los ojos

 

- No – Shun cerró sus ojos por un momento y los volvió a abrir, parecía confundido

 

- Qué es lo último que recuerdas?

 

- Yo… no lo se… me duele mucho la cabeza… me molesta la luz

 

- Intenta dormir Shun, yo te cuidaré

 

 

 

Shun cerró sus ojos y en poco tiempo se quedó dormido, Ikky fue a buscar al médico y le explicó lo que sucedió cuando su hermanito despertó, el médico dijo que no se lo explicaba, la cirugía fue bien, habían removido un coagulo de sangre en su cerebro pero no habían tenido ninguna complicación, el médico recomendó que el joven se quede unos días mas en el hospital para poder observarlo y hacer algunas pruebas, en un par de días lo diagnosticaron con amnesia a consecuencia del trauma, los médicos no podían determinar a ciencia cierta cuando recuperaría su memoria o si lo haría eventualmente

 

 

 

El tiempo que había pasado en el hospital el joven peliverde se sentía desubicado y fuera de lugar, Ikky, su nissan, había estado en el hospital todo el tiempo al igual su amiga June, sus otros amigos Seiya, Hyoga y Shiru, pero le daba desesperación el no poder recordarlos, ellos le hablaban y el no sabía a que rayos se referían, cuando le desconectaron la mayoría de aparatos y le sacaron la sonda y tuvo que ir al baño ayudado de Ikky casi se muere de la vergüenza pero el peliazul no se inmutó en lo mas mínimo y sonrió con dulzura cuando el se distrajo mirándose en el espejo del baño, luego cuando salieron y lo volvió a acostar en la cama le trajo un espejo de mano para que pudiera mirarse con mayor detenimiento.

 

- Eres muy parecido a mamá – dijo el peliazul

 

- Y dónde está ella?

 

- Ella murió hace mucho tiempo, papá también, fuimos adoptados por Mitsumasa Kido, es una larga historia ototo, mejor te la cuento completa cuando estés mejor, ahora tienes que estar tranquilo y concentrarte en tu recuperación, pero no te preocupes, todos nosotros estamos aquí para ayudarte y no dudes nunca que te queremos mucho – Ikky apretó su mano y el joven sonrió tímidamente

 

 

 

Pasados unos días y cuando terminaron de hacerle estudios y como no encontraron nada raro le dieron de alta y el joven peliverde volvió a casa, lo tenían que movilizar en silla de ruedas porque tenía el brazo y la pierna rotos necesitaba la silla para moverse, Ikky lo cargaba y lo ayudaba en todo con una sonrisa y el se dejaba hacer, no sabía porqué pero no podía evitar confiar en el que decía era su hermano, de cualquier manera el joven se sentía raro con toda esa gente que lo rodeaba y le hablaba de cosas que no recordaba, era todo tan frustrante, al principio tenía problemas para recordar los nombres de todos, después poco a poco los fue identificando, el castaño que siempre le hablaba y se saltaba de tema en tema confundiéndolo a mas no poder y literalmente lo mareaba se llamaba Seiya, el pelilargo que le hablaba como si fuera retrasado mental o niño chiquito era Shiru, el rubio que nunca le hablaba era Hyoga, el peliazul era su hermano Ikky, la muchacha rubia que era muy dulce y siempre estaba pendiente de él se llamaba June, el calvo mayordomo que siempre estaba mal genio se llamaba Tatsumi, todo esto era nuevo para el y se desubicaba, no se sentía cómodo consigo mismo, era frustrante todo esto.

 

 

 

Al pasar los días Shun pudo apreciar de mejor manera a las personas que lo rodeaban y se convenció de que Seiya si era su mejor amigo, el sabía millón cosas y detalles de su vida, le mostró los álbumes de fotos y el joven pudo verse a si mismo rodeado de las mismas personas con las que estaba ahora, Hyoga no hablaba necesariamente con el ni lo atosigaba pero era el que le traía cosas que el no sabía que quería hasta que no las tenía en las manos, la tarde anterior tenía un poco de frío y de la nada vio llegar al rubio con un jarro de te que lo puso en la mesita y le sonrió, el joven lo probó y le pareció fantástico, al comentárselo al rubio que se había sentado junto a el solo sonrió y le dijo simplemente “Así te gusta el te”, luego pasaron un momento juntos en silencio mirando el atardecer, sin razón aparente Shun se sentía cómodo con esto, se sentía en paz, otro que lo conocía muy bien era su nissan, cual brujo se le anticipaba en todo haciéndolo sentir bastante bien y de a poco le iba contando mas cosas acerca de su pasado, de quienes eran ellos y como fue que fueron a vivir allí, June siempre estaba pendiente de el también, ella era muy hermosa y dulce, el joven disfrutaba su compañía.

 

 

 

Al pasar mas o menos tres semanas desde que Shun volvió a casa Ikky le empezó a contar toda la historia, sin ocultarle nada, Shun se sorprendió mucho cuando le contaron que era huérfano, que Mitsumasa Kido lo adoptó (bueno eso ya Ikky se lo había adelantado), que Ikky y el en verdad eran hermanos y fueron separados cuando eran niños porque fueron enviados a distintas partes del mundo para cumplir sus entrenamientos, que fue a la isla de Andrómeda, que ganó la armadura de bronce, que ahora era caballero al servicio de Atena, las batallas que libraron, las veces que casi murió, todo el rollo con Hades aunque le aseguraron que eso ya no volvería a pasar porque ahora había paz por lo que el iba al colegio con Seiya, vivía en la mansión Kido con su hermano y los otros tres caballeros de bronce, los mayores iban a la universidad con la esperanza de vivir sus vidas lo mas normal que se pueda y tenían tranquilidad, estaba por cumplir 17 años en Septiembre y le faltaba cursar el último año del secundario para graduarse del Colegio, Ikky le había dicho que aún no se decidía lo que quería estudiar en la Universidad, según Seiya era buen estudiante y se llevaba bien con todos sus compañeros de clase, le gustaba la música suave, las películas de acción, aventura y fantasía, disfrutaba leer y ayudaba frecuentemente con Seiya a Minho en el orfanato local, todo eso estaba muy bien pensaba el peliverde, le habían contado la historia de su vida, lo que le gustaba hacer, a lo que se dedicaba, quienes eran sus amigos, etc., etc., etc., pero nadie le había dicho lo que realmente le estaba carcomiendo el alma por saber, quién era el??, realmente…, no su nombre, no sus gustos, no sus hábitos, sino su identidad, esa era la pregunta que nadie mas que el mismo podría responder y al no poder hacerlo se sentía frustrado.

 

 

 

Una noche Ikky lo ayudaba a bañarse, su hermano siempre lo ayudaba a emplasticar sus yesos, lo metía en la bañera, lo bañaba, lo secaba, lo empijamaba para finalmente acostarlo, también se aseguraba que tuviera todo lo que podría necesitar en la noche a su alcance, Shun se lo agradecía en el alma porque el peliazul se le notaba hacía todo esto por el con mucho cariño, nunca se mostraba molesto o fastidiado, además el era el que le contaba las cosas con mas detalle, Shun ya estaba acostado y acomodado mientras Ikky cerraba sus cortinas cuando Seiya entró a su cuarto

 

- Mu viene mañana – dijo el castaño con obvia felicidad

 

- Mu? – preguntó Shun con curiosidad

 

- Mu es el caballero dorado de Aries, el repara las armaduras en el Santuario pero también puede ayudarte a sanar tus huesos rotos mas pronto, es muy poderoso y gentil, te agrada al igual que Kiki – dijo el peliazul con una sonrisa

 

- A veces me confundo, quién me dijiste que era Kiki? – preguntó Shun

 

- El aprendiz de Mu, es muy divertido, es un poco menor a nosotros – dijo Seiya sentándose al pie de la cama

 

- Y el me puede ayudar con esto? – dijo el peliverde señalando sus yesos

 

- Esperemos que si ototo, bueno vámonos Seiya, que duermas bien Shun – Ikky besó su frente y se encaminó a la puerta, Seiya apretó su pie y le dijo “Buenas Noches” y salió de la habitación, Ikky apagó la luz y cerró la puerta, Shun cerró sus ojos y se dispuso a dormir, por primera vez en un mes soñó, estaba en un prado inmenso que tenía verde pasto bajo sus pies, habían flores y construcciones griegas antiguas que se caían a pedazos, el vestía una armadura que tenía cadenas, despertó asustado de un salto y se demoró en conciliar el sueño otra vez, a la mañana en el desayuno les contó a todos su sueño.

 

- Son los Campos Elíseos – dijo Hyoga

 

- Ah si? – se sorprendió el peliverde

 

- Si, en la última batalla contra Hades fuimos allá y a lo que salíamos todas las edificaciones se derrumbaban – continuó el rubio

 

- Pero no vi a nadie, yo estaba solo

 

- De cualquier manera es muy interesante, tal vez estás empezando a recordar – sonrió June

 

- Eso sería genial – suspiró Shun con tristeza

 

 

 

El caballero dorado de Aries, Mu, llegó cerca del medio día y junto a él llegó el rubio guardián de la casa de Virgo, Shaka y un jovencito de unos 13 años que apenas vio al peliverde se lanzó a él

 

- Shun, que alegría verte vivo y bien – el pequeño abrazó al peliverde que instintivamente con su brazo no lesionado le devolvió el abrazo

 

- Kiki verdad?, me han hablado de ti – dijo el peliverde con dulzura

 

- Oh, es cierto – el muchacho lo miró con tristeza

 

- No me tengas pena, los médicos dicen que podría recordar eventualmente, solo no me han dicho cuándo – Shun acarició el rostro de Kiki y el mas joven sonrió

 

- Yo creo que si vas a recordar todo y pronto, me acariciaste como siempre lo has hecho y no me has visto antes

 

- Kiki tienes razón, Shun yo soy Mu, supongo que te hablaron de mi también? – preguntó el mayor con una sonrisa

 

- Si, todas cosas buenas – contestó el peliverde

 

- Discúlpame si no te creo, con la compañía que tienes… - el pelilila sonrió a Shun que le respondió el gesto

 

- Shun yo soy Shaka, soy tu maestro en el Santuario – dijo el rubio tomando las manos del mas joven y mirándolo con dulzura

 

- Oh, tu eres el guardián de la casa de Virgo, de ti también me hablaron pero no me dijeron que vendrías hoy – Shun miró con curiosidad al rubio caballero

 

- Quería verte pero no pude venir antes y acompañar a Mu era la excusa perfecta, me alegro de estar aquí – dijo el rubio con dulzura apretando las manos de su joven aprendiz

 

- Bueno, empecemos de una vez, necesito que me dejen a solas con el un momento – Mu se dirigió al resto y todos los chicos salieron de la habitación obedientemente y cerraron la puerta

 

- No sé que te dijeron pero no soy mago ni curandero ni shamán pero puedo ayudarte, necesito que estés tranquilo, respires profundamente y confíes en mi, puedes hacerlo Shun?

 

- Si claro

 

- Muy bien, cierra los ojos y relájate

 

El peliverde lo hizo y luego de un minuto sintió un hormigueo por todo su cuerpo que se fue intensificando (como cuando se amortigua la pierna que no es doloroso pero si bastante molesto), luego de un rato sintió un calor repentino en su brazo y en su pierna heridos, era incómodo pero no doloroso, luego sintió como si finas agujas lo atravesaras y se tensó un poco pero recordó las palabras de Mu y se concentró en su respiración tratando de relajarse y aflojó el cuerpo, luego sintió algo de frío hasta que finalmente ya no pudo sentir nada

 

- Ya puedes abrir los ojos, lo hiciste muy bien, como te sientes?

 

- Mareado

 

- En serio?, vaya es la primera vez, si comiste bien hoy?

 

- Si comí pollo y oye… qué haces? – dijo con sorpresa e peliverde al ver que Mu tenía una sierra en sus manos

 

- Quitando tus yesos, ya no los necesitas – dijo el pelilila empezando a retirar los yesos de su cuerpo

 

- Ahhh, no lo puedo creer – suspiró el peliverde y sonrió feliz

 

- De la rehabilitación no te salva nadie pero reparé tus huesos

 

- Increíble, si eres un mago así tu digas que no

 

- Algo – el pelilila sonrió y seguía retirando los yesos

 

- Ikky estará feliz – dijo el joven pensativo

 

- Tu no?

 

- Claro que si, pero el es el que me carga a todas partes y me baña y hace todo, gracias Mu, no tienes idea – Shun sonreís ampliamente mirando con gratitud al dorado caballero de Aries

 

- Ven, intenta pararte para probar que tan buen mago soy

 

Mu se puso a su lado y lo ayudó, Shun se levantó y cuando pudo asentar sus dos pies sonrió feliz

 

- Recuerda tienes que hacer rehabilitación y yo recomendaría que uses bastones o muletas, eres joven y fuerte pero es preferible tomar precauciones, ah por cierto debes cambiarte de médico, el no va a entender lo que pasó

 

- O te querría contratar

 

- Puede ser pero tu entiendes que no se puede, te lo explicaron verdad?

 

- Si me lo contaron aunque me gustaría poder recordarlo – dijo el joven con algo de tristeza

 

- Algunas veces el no recordar te da paz, en algunas ocasiones yo quisiera olvidar todas las batallas que he vivido, date tiempo, verás que recordarás todo y te sentirás tu mismo otra vez

 

- Si no soy yo mismo quién soy ahora?

 

- No te atormentes con crisis existenciales Shun, tu eres tu y sigues ahí, ya recordarás y no te estreses por eso, no te hace bien, mejor mueve tu brazo, estíralo hacia arriba

 

- Au – Shun lo hizo pero sintió una punzada de dolor

 

- Rehabilitación no te descuides sino te va a doler el resto de la vida y no tendrás la misma fuerza que en tu otro brazo y otra pierna, y eso en tu condición de caballero no lo puedes permitir

 

- Lo que tu digas

 

 

 

En la noche hubo una celebración en la mansión, Hyoga había salido y nadie supo donde hasta que lo vieron llegar con un andador y varios pares de muletas y bastones para que Shun se pueda movilizar sin la silla de ruedas y desde el día siguiente iría a rehabilitación, Mu, Shaka y Kiki se quedaron en la mansión un par de días en los cuales el caballero dorado de Aries ayudó al peliverde con terapias para el dolor que fueron complementadas con meditación, esto le enseñó Shaka a su aprendiz, las meditaciones guiadas que realizaron por esos días ayudaron a calmar un poco el espíritu del peliverde, el rubio caballero lo trataba con suavidad, cariño y mucha confianza, a Shun le agradaron mucho los caballeros dorados y el pequeño Kiki, eran muy diferentes a como se los había imaginado, cuando le dijeron que eran guerreros muy poderosos no esperó ver a un par de personas tan pacíficas y amables que parecían todo menos guerreros, el tono de voz suave de Mu y la calma de Shaka lo confundían, cuando le comentó eso a Ikky el Fénix le contó con mayor detalle la batalla en las doce casas y la batalla contra Hades y el peliverde simplemente no lo podía creer, en verdad eran todo lo que le habían contado, Kiki era muy divertido al igual que Seiya lo hacía reír y era aprendiz de Mu, la primera vez que vio como se teleportaba casi le dio un infarto, este pequeñito también tenía lo suyo, Mu era muy sobre protector con el así como se mostraba Shaka, por eso cuando el fin de la semana llegó e hicieron una cena de despedida el peliverde se apenó de verlos partir de vuelta a Grecia.

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que les guste y nos vemos en la continuación


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