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Todo el mundo tenemos una horma para nuestro zapato por arichan

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Notas del capitulo:

Nadie me dejó reviews en el anterior capitulo T.T espero que este os guste más, la historia esta avanzando que le pasara a la madre de GD XD, ¿y el resto de su familia donde esta? 

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Lo habían trasladado a otra habitación, la luz no le molestaba prácticamente era insistente en esos momentos. Habían colocado una pequeña luz detrás de uno de los sofás para dejar todo en penumbras y que nadie se diera golpes contra las cosas. Se sentía muy cansado, el médico le había dicho que no pasaba nada que había sido un accidente, los puntos se le habían saltado. Sentía como el líquido rojo de aquellas bolsas entraba por sus venas, se sentía mal. Miro la puerta, tan solo quería que acabara aquello para cerrar los ojos y dormir. Pero le había prometido al psicólogo no alargas más la situación. Por la prensa, por sus amigos, por su madre. Por la integridad metal de todos los trabajadores era mejor que pusiera las cartas sobre la mesa, y aclarara las cosas.

 

Las enfermeras por fin se habían retirado, no les prestó atención, no quería que le dijeran nada. De vez en cuando ellas le daban cartas de sus fans, y de gente que le enviaba todo su apoyo. E incluso opinaban de su vida. Que hicieran aquello le molestaba. Volvió a mirar la puerta, no sabía cuanto tiempo tardaría su cuerpo en sucumbir al sueño, pero no le quedaba mucho aguante. Quería dormir de una vez, pero tenía que esperar.

 

Al cabo de media hora de haberse quedado durmiendo sin poder remediarlo, la puerta se abrió, y por ella ingresó Gusig y su querida madre. Fue sacado de su sueño por una voz grave que identifico como la de su psicólogo, lentamente y con pesadez abrió los ojos, pareciera que la cabeza le pesaba menos, y que se encontraba con menos nauseas. Esperaba que aquella sensación no fuera muy duradera, se sentía como una mierda.

 

  • ¿Cómo te encuentras mi vida? - aquel comentario termino de despertar a JiYong, quien miró a su madre con todo el rencor que un hijo puede guardar a su madre por manipularle y llevarle hasta la situación en la que estaba.

  • Cuanto más lejos de ti mejor. - fue su escueta respuesta. Con aquello dejaba claro que no sería manipulado tan fácilmente, que no se dejaría amedrentar por la que fuera su progenitora. Aunque si tenía que ser sincero, jamás podría odiar aquella mujer, ella fue la que le dio la vida. - Se que creías que nunca me enteraría, sabe siempre quise su atención, que me dijeras que todo estaba bien, que hiciera lo que hiciera estuvieras a mi lado. Pero no era así. Siempre me manipuló, siempre hice lo que quería, siempre intentando ser el hijo perfecto. Pero nunca fue suficiente para ti, ni para mi padre. Siempre estuve a la sombra de mi dongsaeng. Si no queríais otro hijo ¿Por qué me tuvisteis?

  • Yo... - la madre de Kwon no sabía de donde coger la conversación para que su hijo le creyera. Al parecer le iba a costar bastante. - yo siento que te sintieras así. Pero no es lo que crees, tanto tu padre como yo estamos orgullosos de ti.

  • No, no lo están. Tan solo presumís de que sois mis padres, pero cuando os necesito no estáis. Ya estoy harto de esconderme, de decir que no me gustan los chicos solo porque a ti te da asco. Estoy cansado de esconderme, de no poder hacer lo que quiero, por siempre pensar que es lo que tu pensarás – Se encontraba alterado, su respiración se había acelerado y sus mejillas tenidas de rojo.

  • Yo... no – si tenía que llorar lo haría después de tanto tiempo no iba a permitir que por un simple niñato todas sus ilusiones y sus fantasías de grandeza se fueran por el caño, ella no lo permitiría. - Lo siento, la verdad que no sabía que te hacía tanto daño. Pero era mi pequeño y no quiero que te pase nada malo. Solo quiero que no me apartes de tu lado. Quiero seguir contigo. Soy tu madre, y te quiero. - Aquello no se lo creía ni ella. Y menos el chico que se encontraba en la cama en esos momentos, no permitiría que aquella mujer le manipulara más. Tan solo quería dormir y se quería deshacer de ella lo más pronto posible. Todo lo que había leído el día anterior le había abierto los ojos, no podía sostener más esa situación.

  • No madre, se acabo. No quiero saber más de ti, y puede darse por agradecida de que no la denunciaré, porque YO si tengo en cuenta de que me dio la vida. - sin más que decir se dejó caer sobre la almohada y cerró los ojos, dando por terminada aquella conversación, no le daría tregua a que intentara excusarse. No quería sus estúpidas disculpas, el psicólogo le había abierto los ojos, para su suerte y la de su integridad física y mental.

  • Será mejor que salga de la habitación, le he pedido que no alterara a mi paciente. Salga de la habitación - Por primera vez la voz del psicólogo resonó por la habitación, mostrando autoridad – la acompañare fuera.

  • Pero... - intentó por todos los medios que no la sacara de ahí, pero era demasiado tarde, su hijo la acababa de echar de su vida, su mina de oro se había esfumado delante de sus narices. Todo se había ido por la borda – no sabe lo que dice, déjeme hablar con él.

  • No – su último intento por la basura acabo.

 

Cuando salió se dirigió directamente sin decir nada más hacia su abogado, y con un asentimiento de cabeza ambos salieron de aquel lugar, ya no tenía nada que hacer ahí. Le habían dado una mano mala de cartas, pero intentaría jugarlas lo mejor que sabía, y iba a ganar, de eso ella estaba segura. Salió del hospital a paso ligero viendo a lo lejos como dos gemelas caminaban en dirección contraria a ella.

 

Cuando abandonaron el aparcamiento y dejaron atrás a la masa de periodistas que intentaban conseguir una declaración, pudieron hablar con normalidad.

 

  • ¿Cuál es el procedimiento a seguir? - le preguntó a su abogado quien sonrió. Aparte de que aquella mujer le pagaba muy bien, él adoraba su trabajo y si encima podía destruir alguna que otra vida de famosos el encantado participaba.

  • Simplemente desprestigiar al grupo, a su hijo y al psicólogo. Pero hay que hacerlo por partes. No tiene que quedar ni una cabeza en pie, todos se tienen que hundir. Comenzaremos con el entrometido que no es del grupo y su noviecito. ¿Le parece?

  • Si, mientras al final obtenga lo que quiero me da igual los medios para conseguirlo – ambos sabían que aquello iba a dar sus frutos, no podían estar más ansiosos por lo que iban hacer.

 

Tras llegar a su casa, el abogado abordó su coche despidiéndose de ella con te llamaré cuando tenga todo preparado. Tras verle marchar en su mercedes negro, entro en casa donde le esperaba su marido sentado en uno de los sillones de la sala leyendo unos papeles, que suponía eran de su empresa. Le miró por unos momentos, era verdad lo que dijo JiYong, nunca quisieron un segundo hijo, pero lo tuvieron. Se acercó a él hasta quedar justo a su lado para que notara que había vuelto, de donde fuera que estuviera.

 

  • E vuelto. ¿Quieres algo para merendar? - se le quedó mirando para que le atendiera, aunque pareciera que estaba tan metido en aquellos papeles que no la había notado. Odia que su marido hiciera eso. Siempre era lo mismo, ni ella ni JiYong existían en la vida de aquel hombre.

  • Traeme un te. - fue su escueta respuesta a lo que su mujer preguntaba.

 

Tras un incomodo silencio, entre la respuesta de su marido y lo que ella tardó en reaccionar, se escuchó la puerta, al parecer su querida hija había vuelto del campus donde se hospedaba. Ambos se giraron hacia la puerta, esperando que su hija mayor cruzara por el marco de la puerta hasta las escaleras. Cuando la vieron ambos sonrieron, era hermosa. Su hija de ella si que estaban orgullosos, era estudiante de medicina, toda una gran especialista. Sería una de las mejores. No como su hermano pequeño que había elegido la vida de vicios y escándalos, como decía su padre.

 

  • He vuelto. ¿Cómo han estado? - corrió todo el camino que les separaba para dar un abrazo a su madre y a su padre. El cual ya estaba de pie esperando a su princesa. - Espero que no me hayan echado mucho de menos.

  • Cada segundo que has estado fuera de esta casa era como si perdiera la vida. ¿Por cuanto te quedas esta vez? - el padre la mantenía abrazada sin que la joven pudiera decir o hacer nada.

  • Pues me quedaré una semana, tengo que hacer unas prácticas luego, y me mudaré con el hyeong.

  • Oh! Es verdad, tu no lo sabes. ¿Querida has visto las noticias últimamente?

  • No.

  • Ah.

  • Lo que quiere decir tu madre es que tu hermano está internado en el hospital. Intentó suicidarse. Además de muchas otras complicaciones.

  • Pero tranquila está ya bien, no se cuando le darán el alta pero estará bien. - su madre intentó ser conciliadora al ver la cara de espanto de su hija.

  • Pero donde esta quiero ir a verlo - ¿qué había pasado ahí, desde cuando su padre se mostraba tan frío con algo respecto de su hermanito, y su madre tan calmada? ¿Por qué a ella no le habían dicho nada? - ¿Por qué no me dijisteis nada?

  • Porque no queríamos preocuparte y que dejaras todo porque a tu hermano le de por llamar la atención. - la voz a tronadora de su padre resonó en los oídos de su hija.

 

Para ella estaba más que claro, no llevaba ni cinco minutos en aquella casa y algo iba muy mal. Nunca se habían comportado de aquella manera, es normal que su madre se encontrara tan tranquila siempre creyó que su hermano pequeño era una carga, pero ¿su padre? Ahí había gato encerrado y ella quería saber que era lo que en realidad pasaba.

 

  • Iré ahora mismo a verle, dame la dirección del hospital. - le dijo a su madre, seguro que ella ha estado más de una vez ahí, con tal de controlar la vida de su hermano aquella mujer era capaz de todo. Y aunque fuera su madre lo sabía, sabía todo lo que podía llegar hacer a su propio hijo – no me importa lo que me digas iré en estos momentos.

  • Yo te llevo. - por fin vio un poco de cordura en la respuesta de su padre. Ambos se encaminaron hacía la salida de la casa, pasando de largo por al lado de las maletas que traía la chica. Partieron en silencio, pero a mitad del camino, la joven se giró hacía su padre preguntándole mudamente que era lo que en realidad había pasado.

  • Verás, tu hermano dejó la música. Se fue a vivir solo, pero tu madre hizo de todo para manchar su imagen en la prensa para que dejara definitivamente la música, después tu hermano intentó suicidarse y estuvo en coma por un mes, después despertó, y descubrieron todo el pastel que tu madre tenía montado alrededor de jogeung Yong y lo peor de todo que salió en la prensa. No se que es lo que habrá pasado ahora, sabes que tu madre siempre puso en mi contra a tu hermano.

  • Vaya. Y NO ME HAS LLAMADO PARA DECIRMELO, ERES UN MAL PADRE. ¿CÓMO HAS PODIDO DEJAR A JIYONG SOLO CON MAMÁ?

  • ¿Lo siento? - entre los reclamos de la hermana de JiYong y los intentos de disculpa de su padre llegaron al hospital. Cuando pidieron en recepción que les dijeran donde estaba la habitación de GD, les dijeron que esperaran. Las enfermeras les miraron con mala cara.

 

Pensando que eran otros periodistas, llamaron al director del hospital corriendo para que los echara de ahí. Pero al llegar con el director y aquel hombre presentarse como el padre de GD todo el mundo se quedó congelado. ¿Qué hacia el hombre en aquel lugar? Nunca había ido ni siquiera para preguntar por su hijo. Tanto padre como hija fueron acompañados hasta el ala donde tenían a GD internado, y les hicieron esperar a que el psicólogo saliera de la habitación después de ser avisado.

Notas finales:

Os exijo que me dejeis reviews XD, aunque la verdad que me pongais el fic en favoritos tambien me hace mucha ilusión gracias a los que lo hayan hecho XD

 

Espero que os guste, dentro de poco, GD admitirá sus sentimientos por TOP y veremos que hacen las gemelas y su querida hermana, XD, que no se su nombre, si alguien lo sabe que me lo diga  XD y el de su padre, XD que señor Kwon... ¬¬ BUENO ESPERO QUE OS GUSTEEEEEEEEE...

 

 

Besitos a tod@s XD

 


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