Todo el mundo tenemos una horma para nuestro zapato por arichan

Version:1.0 StartHTML:0000000168 EndHTML:0000017604 StartFragment:0000000468 EndFragment:0000017587

Se encontró solo en la habitación del hospital, ambas chicas habían abandonado la sala. Y él tenía que volver a la cama, pero no tenía las fuerzas suficientes como para levantarse y mantenerse de pie. Así que no le quedó de otra que quedarse en el suelo, llorando, hasta que alguien se dignara en entrar a la habitación.

Habían visto como Judit, la presidenta del club de fans de GD, salía corriendo del hospital. No sabían exactamente que había pasado, pero aquello seguro que no era bueno. Ver salir a Judit corriendo les dejo con mal sabor de boca, y les despertó la curiosidad. Al poco tiempo de haber visto correr a Judit hacia fuera del hospital, vieron como salia Sully del ascensor. La saludaron con la mano a través del cristal que separaba el salón de descanso del pasillo de los ascensores. Se acercó hasta donde estaban ellos, inclinándose en modo de saludo cuando llegó a la altura de la mesa donde se encontraban. Para luego sin previo aviso saltar encima de TOP, que para suerte de los presentes estaba en una de las esquinas de la mesa, sino era capaz de tirarse encima de todos ellos para llegar hasta su ídolo.

La chica les puso al corriente de que era lo que había pasado. Cuando terminó de contarles todo lo que había ocurrido en la habitación, entendieron la reacción de Judit, pero no compartían la forma de la cual lo había realizado. Pudiera ser que en el estado de GD pudiera volver a caer en el foso otra vez. Se quedaron un rato más con la joven la sala de descanso tomando un café.

~La madre~

Todo estaba saliendo como habían planeado. Era maravilloso. Le daba lo mismo que descubrieran todo lo que había intentado hacer con su hijo en las revistas. Los hundiría a todos, uno a uno. Primero fue Dong y su salida del armario forzada ante toda Korea, junto con su novio Onew. Eso le pareció muy gracioso, la situación era para ella la más cómica. Pero todavía le quedaban ases bajo la manga, cuando acabara ese día los amigos de su “querido” hijo desearían no haber despertado esa mañana.

La mujer se encontraba sentada en una terraza de una cafetería esperando delante de un café y un trozo de pastel a que su amigo el abogado viniera con la nuevas, y buenas noticias. Junto con los nuevos pasos a seguir. Para suerte de su poca paciencia, al poco tiempo de que su pedido tocara la mesa donde se encontraba sentada, apareció a quien estaba esperando. Y al parecer eran muy buenas noticias lo que traía.

• ¿Señora? - su sonrisa se ensanchó cuando, tras una inclinación de saludo, se sentó delante de la madre de Kwon y pidió un café – Le tengo muy buenas noticias, la policía ya está investigando a los chicos por posesión y tráfico de drogas. Tan solo hay que esperar a que la prensa se entere del alijo que tienen en los coches.

• Todo marcha como queríamos – tras hablar de los siguientes pasos a seguir en su plan y terminar de “merendar”, ambos se marcharon de la terraza, sin percatarse de que alguien los había escuchado y se encontraba muy impactado.

~Persona misteriosa (por el momento)~

La persona que sin querer había escuchado toda la conversación sin querer, que había tenido lugar en aquel lugar entre la madre de GD y un tipo, que parecía un abogado, salió corriendo, después de pagar su cuenta, hacia su casa donde sabía que encontraría a quien podría ponerle en contacto con los interesados de aquella conversación. Corrió todo el trayecto, sabía que lo encontraría en casa. Lo había oído antes de salir a dar un paseo, que ese día se quedaría en casa para arreglar unas cosas del nuevo disco, y que no vería a su novio ese día. Que lo echaría de menos, etc. No escuchó más porque salió de la casa, por eso sabía que lo encontraría en casa, que no se había ido a ningún sitio.

Llego al piso donde convivía con sus compañeros, entrando cual tornado en la sala de estar, buscando con la mirada a su líder.

• ¡Onew! - lo asaltó cuando lo vió entrar en la sala de estar de la casa – me tienes que llevar al hospital.

• ¿Qué? ¿Qué te ha pasado? ¿Te encuentras bien? - lo examinó de arriba-abajo, dándole vueltas para cercionarse de que no tenía nada extraño.

• Que no es para mí. Que tengo que hablar con los chicos de BigBang. Además tu también estás en peligro – no paraba de hablar, el chico se encontraba muy nervioso, temblaba, se movía por todos lados.

• ¿Pero qué pasa? ¿Qué ocurre? - el estado alterado de su compañero de grupo y amigo había logrado alterarle a él también. Lo cogió del brazo para sacarlo por la puerta y abordar el coche – Pero habla hombre no me dejes con la intriga.

• Tengo que hablar con ellos. JinKi, no les pueden hacer eso. No, eso no se lo pueden hacer. - tan solo salían esas palabras del acompañante de Lee en el coche.

Condujo como loco por toda la ciudad, con algo de suerte consiguieron no pasar por delante de ninguna patrulla de policía, hasta llegar al hospital. No miró a ningún lado entró como un psicópata en el aparcamiento interior, además en el trayecto casi atropella a carios periodistas que se encontraban a la entrada del hospital. Ambos corrieron escaleras arriba sin usar el ascensor. Pero tan nerviosos y ansiosos estaban por llegar que ni se dieron cuenta de que los chicos de BigBang se encontraban en la sala de descanso. Siguieron su camino hasta llevar sus pasos hacia la habitación de JiYong. Abrieron la puerta sin llamar, viendo como enfermo se encontraba solo, en el suelo y llorando con un Gaho intentando llamar la atención de su amo, para que jugara con él.

• ¿Yong? - Lee se acercó al paciente y le pasó los brazos al rededor de su figura para ayudarlo a levantarse del suelo, y ayudarle a volver a recostarse en la cama - ¿Qué ha pasado? ¿Dónde se encuentran los demás?

Los sollozos se intensificaron, su acompañante todavía no salía de su asombro. Él no había ido a visitarle nunca, no como los demás chicos. Él nunca había visto el estado en el que se encontraba JiYong. Las vendas que rodeaban sus brazos, que se encontraban manchadas de sangre por algunas partes, impresionaban bastante. Se le notaba más delgado de lo normal. Había perdido la poca musculatura que su pequeño cuerpo tenía. Tenía en definitiva un aspecto enfermizo.

Cuando salió de su letargo vió como su Hyung, Lee se había marchado de la habitación, dejándole con un sollozante Kwon, y su pequeño cachorrito. Que acababa de mearle los zapatos. Todo enrabiado con el chucho le dio una patada mandándolo a volar hasta la otra punta de la habitación. El perro chilló por el dolor y la sorpresa del golpe recibido.

• Desgraciado, ¿¡Cómo has podido!? - Buscó con la mirada la puerta que daba al baño. Encontrándose con un Kwon dormido por el cansancio – Tu no te acerques – le gritó al perro, al verlo acercarse otra vez a donde él estaba. Corrió al aseo a limpiarse las zapatillas, vió por el rabillo del ojo como el cachorro de shar pei lo había seguido hasta el lugar con ganas de jugar.

~Narrativa normal~

Escuchó la puerta de la habitación y luego la cabeza de SeungRi asomarse por la puerta del baño – Lo encontré – al parecer estaban buscándole. Tras SeungRi apareció Dong, supuso que buscando algo en el aseo, lo cual fue papel, y salió, para limpiar el suelo, donde había hecho el perro sus necesidades – ¿No tenías algo que contarnos? Tan urgente – la voz de Lee SeungHyun le sacó de sus pensamientos. Era una voz armoniosa. No sabía por qué, pero quería volverle a escuchar hablar. Y que le mirara. Ante aquellos pensamientos se le subieron los colores. Él no debería estar pensando aquellas cosas. Definitivamente no podía pensar en eso.

Sin mirarle a los ojos salió del baño, viendo como T.O.P. acomodaba mejor el cuerpo de Ji en la cama y le arropaba con las sabanas que se encontraban a los pies de la cama. De momento se volvió a poner nervioso. ¿Cómo les diría lo que había escuchado? ¿Cómo les diría todo lo que quería decirles? Sacó el valor, de no sabe donde, y abrió la boca para hablar, pero ningún sonido salió de ella.

• ¡¡TAEMIN!! por favor. Como no hables ya te mato – el líder de SHINee y amigo suyo le gritó desesperado, expresando en voz alta lo que el resto pensaba en aquel momento.

• S... sí...sí... ya voy... - hizo una pausa para reunir todo el poco valor que tenía en ese momento – Yo me fui a pasear, luego de pasear por el parque. Me apeteció tomarme algo, por eso me fui a una zona con cafeterías que había cerca de ahí...

• Eso no nos importa. Ve al grano – Kang le interrumpió no estaba de humor ese día para escuchar al chico.

• ¡Déjame! Bueno pues en la cafetería estaba la señora Kwon – aquellas ya eran palabras mayores que les interesaban a todos. Sabían que lo que les tendría que decir Taemin les traería más problemas – pues al poco llegó un hombre... con una insignia de abogado. Y le dijo que todo marchaba según lo planeado. Pero no solo eso... también dijo que había contactado con la policía o algo así – las miradas que le mandaban los chicos de BigBang y la noona de Kwon no le gustaban, le ponían nervioso, sobre todo una mirada en concreto – no me vieron, aunque si lo hicieron no me reconocieron. Y por eso seguí escuchando hasta que terminaron. Dijeron que la policía os investigaba por posesión y tráfico de drogas. Y también que teníais un alijo de drogas en los coches. Además de que la prensa se enteraría pronto, y vuestra imagen se desprestigiaría tanto que nadie querría estar cerca de vosotros.

Hizo una pausa para mirar alrededor y la pequeña molestia que tenía en el pie derecho. No era que no le gustaran los perros, pero ese era un pesado, se estaba comiendo sus cordoneras. Pero lo dejo pasar por el momento, ya se pelearía con él. Lo apartó un poco con el pie alejándolo de él, pero GaHo volvió a lo que estaba haciendo.

• Pero no solo eso. También escuche como hablaban de contactar a alguien para que se encargara del psicólogo. Me pareció como si quisieran matarlo, además de que también hablaron de apretar más la soga alrededor de los directivos de S.M. Enterteiment para que echaran a Onew de la compañía, por estar de novio con Dong Hyung. Y... y... - las miradas se iban endureciendo conforme pasaba el tiempo y el hablaba. Les contó todo lo que escuchó. Todo lo que planeaban aquellos dos para hacerlos desaparecer. Querían meterlos en la cárcel, después de desprestigiarlos mediaticamente.

~ Pensamiento de GD (tercera persona)~

Las horas pasaron lentamente, pero ninguno se dio cuenta de que JiYong se había despertado nada más comenzar Taemin a hablar. Sentía como las manos tibias de Choi acariciaban su pelo y su cara, no quiso abrir los ojos. En parte los sentía cansados y quería dormir, pero las palabras de Taemin se lo impidieron, deseaba abrir los ojos, pero no quería que desviaran la atención del muchacho. También quería ver que era lo que decían los chicos cuando le creían dormido. Además las caricias que le proporcionaba Tabi se sentían tan bien, que no quería dejar de sentirlas. Quería que aquellas manos le tocaran siempre con aquella delicadeza, como si fuera a romperse. Inconscientemente se encogió más cerca de donde provenían las caricias, lo que provocó que estás se intensificaran. Lo deseaba, deseaba que aquellas manos le tocaran siempre.

Lo decidió, lo vió claro. Tenía que volver, Judit se lo había dicho, Sully también. Necesitaba la música, el baile. Pero más que esas cosas necesitaba pasar tiempo al lado de Tabi, le daba igual de que tipo fuera, pero tendría que pasar tiempo con él para poder volver a conquistarlo.

~Pensamientos de TOP (tercera persona)~

Desde que habían entrado a la habitación se había acercado a la cama. Desde que JinKi les había dicho que se había encontrado a GD en el suelo llorando cual niño, quiso subir a reconfortarle, pero no podía sabía que su mejor amigo lo rechazaría otra vez. Pero al entrar y verlo dormido con rastros de lágrimas en su sonrojado rostro se enterneció, lo vió mal colocado para dormir, y se encargo de acomodarle, mientras los demás miraban a ver donde se había metido Taemin. El chico tenía algo muy importante que decirles. Inconscientemente comenzó a acariciar la cabeza de JiYong. Tenía el pelo suave y la piel también. No podía explicárselo, después de tanto padecer y enfermarse, aun podía mantener esa piel tan perfecta. Eso era lo que más amaba de él, que siempre, en cualquier circunstancia estuviera perfecto. Lo deseaba, deseaba seguir a su lado. Tan solo esperaba que cuando saliera de ahí no rechazara su compañía, aunque solo fueran amigos. Lo soportaría con tal de estar a su lado y verle feliz. He incluso si su felicidad estaba junto a otra persona lo soportaría. Solo quería estar a su lado, dudaba mucho que algún día pudiera dejar de amarlo de aquella manera. Él también quería ser feliz, tal y como lo eran Dong y Lee, pero se conformaría con tenerlo a su lado. Miró como GD se refugiaba más cerca de él, como si quisiera obtener más caricias y más calor por parte él. Por eso no le defraudó y se sentó en la cama a su lado acariciándole más notoriamente.