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Todo el mundo tenemos una horma para nuestro zapato por arichan

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Notas del capitulo:

JUJUJUJUJUJU, leer *w*

~Pensamientos GD (tercera persona)~

 

 

 

Cómo explicar aquel sentimiento que se apoderó de su cuerpo cuando despertó de su pequeña siesta. Estaba un poco mareado de haber estado durmiendo, y también un poco desorientado. Miró a su alrededor y no vio a nadie. Estaba solo en la habitación, ni siquiera uno de los chicos se había quedado esa noche, ni su noona, ni Seung Hyun. Esperaba encontrárselo esa noche en el sillón que colocaba al lado de la cama cada que se quedaba a dormir. Quería poder despertarlo aquella noche, para decirle que le ayudara, en secreto, a poder valerse por si mismo. Que le ayudara a poder ser más independiente. Tan solo era una escusa para estar a su lado, pero por lo menos estarían juntos, podría comenzar con su plan de conquista. Quería poder volver a ser el único chico al que Choi mirara. Para su suerte, no tendría que pelearse con las fans de TOP, porque la presidenta le había dicho que hacían muy buena pareja.

 

Miro a su alrededor, le pareció extraño que nadie estuviera, pero más extraño le pareció que GaHo, el cual dormía siempre en la cama con él, no se hubiera removido con su movimiento encima de este. Pero al buscarlo con la mirada no lo encontró. No encontraba a su perrito. Eso ya no le gustó tanto. Era demasiado extraño todo. Giró su vista hacia la ventana y lo que vio lo dejó helado. El sol estaba en lo alto del cielo, pero la habitación esta a oscuras. ¿Qué ocurría ahí? ¿Como era posible aquello? ¿Si era de día por qué la luz no entraba en la habitación?

 

 

  • Porque la luz que iluminaba la estancia se apagó – una voz salió de la nada. JiYong escrutó* la estancia, vio que todos los rincones de la habitación estaban en penumbras y no podía distinguir nada de nada. Pero la voz profunda, que no reconocía venía de ese lugar, de una de las esquinas de la habitación. Esperó sin abrir si quiera la boca a que volviera hablar, pero eso no ocurrió.

 

 

Se recostó contra el cabecero de la cama del hospital. Y fue ahí cuando se dio cuenta, no estaba en el hospital. En realidad no sabía donde se encontraba. Si, si que lo sabía. Aquella habitación, esa habitación era de Choi. Era la de Choi, era la del primer piso, cuando todavía BigBang eran seis. Cuando todavía no eran nadie. ¿Pero que hacía en aquel lugar? Miró a su alrededor, vió todos los peluches, vió todos los CDs de música esparcidos por toda la habitación, los muñecos por encima de todos lados. Ahí fue cuando se dio cuenta, el espejo. Recordaba aquel espejo, y como lo odiaba. Se encontraba justo a los pies de la cama de Choi Seung Hyun, y podía verse, pero aquel no era el aspecto que tenía cuando comenzaron a vivir en la casa donde se supone que estaban, tenía diez años. Diez, entonces no era el piso de la banda. Era la casa de Tabi. Era su casa, recordaba pocas cosas de aquella época, pero aquel cuarto siempre recordó como era. He incluso ayudó a Choi a colocar las cosas tal como estaban en ese cuarto, en el cuarto del primer piso de BigBang. Por eso imaginó que estarían en el otro. Pero no, sin duda era la casa de Tabi. Se levantó, vió como no tenía heridas, y podía moverse con total libertad. Caminó hasta el espejo, lo odiaba. Pero no recordaba por qué. ¿Por qué sería? Siempre lo odió, pero ¿cuándo fue que dejó de saber la razón de aquel odio? Se sentía confundido, no sabía que pasaba exactamente.

 

Sin aviso la puerta se abrió de golpe, viendo como un Choi de pequeño entrar con una bandeja con tazas de té. Le miró, pero no le vió, miraba el espejo, y entonces le escuchó soltar un gemido de frustración. El pequeño Seung miraba su reflejo con odio, como si no quisiera ser el del espejo. Un Choi regordete. Con unos cuantos kilos de más. Entonces se acordó, lo odiaba, odiaba al espejo, no por el simple hecho de ser un espejo, si no que aquel espejo siempre fue en el que Choi se miraba con frustración, el que le decía que estaba gordo. Recordó todas las peleas “infantiles” que tuvieron a causa de la “gordura” de Seung Hyun. Que JiYong recordara a él siempre le gusto que fuera rechoncho, en realidad le daba lo mismo, en aquella época no entendía sus sentimientos, pero lo que él quería era seguir al lado de su mejor amigo. Volvió a poner su atención al pequeño Choi viendo como recogía un poco su cuarto, pero a la vez no demasiado. Era como si quisiera que todo estuviera fuera de su sitio adrede. Recordó todas las tardes que se pasaba en ese cuarto tan solo recogiendo las cosas por inercia, para él le era imposible mantener algo fuera de lugar, aunque hubiera controlado un poco sus impulsos con los años, su manía para con el orden se mantenía.

 

Sin querer volvió a perderse en sus recuerdos, a recordar cosas que creía olvidadas, aquellas tardes en aquel cuarto junto a su hyung, aquel sentimiento de protección que tenía cuando estaban juntos. Y comprendió que siempre estuvo enamorado de él. Resonó el timbre con un ritmo muy conocido por ambos muchachos en aquel cuarto. Así era como tocaba GD cuando tenía que llamar a Tabi, aunque hubieran pasados los años, cuando volvieron a verse seguía haciéndolo, aquel sonido los transportaban a los dos a su niñez, a una etapa en la cual eran felices.

 

El jovencito Choi salió disparado de la habitación, y segundos después se escucharon risas por todo el pasillo que se hacían más fuertes. Se vió a sí mismo entrar en aquella habitación frunciendo el ceño, mirando todas las cosas que estaban en el suelo, y se vio girarse hacia su amigo y mirarle mal.

 

 

  • ¿A que huele hyung? - Ahora el que fruncía el ceño era él, no su yo del recuerdo. Tenía claro que era un recuerdo, pero no recordaba tener esa voz. Daba lo mismo, sus pensamientos se vieron interrumpidos por el movimiento de los chicos de aquel recuerdo. Abrieron la ventana dejando pasar aire fresco, mientras que un pequeño JiYong recogía todos los peluches del suelo y los colocaba en la estantería por orden de antigüedad. Todavía lo recordaba, eran por orden de antigüedad, estaba casi seguro que si tuviera que ordenarlos otra vez en la actualidad, los ordenaría igual. Pero lo peor era que incluso años después sabía hasta la antigüedad de aquellos que no había adquirido Choi cuando él vivía en aquel vecindario. Se asustó de ese hecho, era como si estuviera obsesionado con todo lo que hacía o tenía SeungHyun. Pero esa era la verdad, aquella era la única manera de estar con él, de sentirse parte de su vida, que todavía tenía cabida en aquella vida.

  • Ji, por favor, deja eso, no lo toques – miró como ambos chicos se habían enzarzado en una pelea por una manta junto a donde estaba él de pie contemplándolo todo. - no lo tapes.

  • ¿Por qué, si es el culpable de que quieras cambiar? - no recordaba aquellas palabras, no recordaba nada de aquello.

  • Pero es verdad estoy gordo, así esa persona no se va a fijar en mí.

  • Pues si no se fija en ti porque estás gordo no merece la pena que la quieras. No puedes cambiar por esa persona, si no te sabe valorar deja de quererla – Seguía sin recordar ese momento.

  • Pero...

  • A mi me gustas tal como estás, y me gusta mucho tu voz. - se vió sonrojarse ante las palabras que salían de su boca, e incluso él mismo se había sonrojado, ahora recordaba aquel día, ahora recordaba lo que había pasado. Aquel día era...

  • Pero es que esa persona es tan perfecta, que yo quiero tener mejor aspecto para que no se avergüence de mi.

  • Choi dices tonterías. Si vas a seguir así me iré y no volveré – se vió marchar de la habitación, dejando atrás a un Seung con lágrimas en la cara.

 

 

Entonces todo volvió hacerse oscuro, pero ¿cuándo se hizo la luz? Todo era tan extraño, solo esperaba despertarse pronto, quería despertar, no le gusto nada recordar aquello. Fue el día en el que se declaró a Seung, y se pelearon, lo peor fue que ese mismo día su madre le había dicho que se iban de ese vecindario, y no volvió a ver más a Choi. Siempre le recordó, pero nunca tubo el valor de llamarle. La vida siguió hasta que YG los volvió a unir, hacía meses que pensaba en él, pensaba en como le irían las cosas, en si había conseguido su objetivo. Por eso cuando le dijeron que querían chicos jóvenes para formar el grupo, pensó en él. Choi tenía el talento, tenía la voz, sabía escribir. Era el chico perfecto para ese trabajo. Se sintió feliz al sabes que no había cambiado, ni de número ni de casa. Y mucho más al ver que si que le hacía feliz su proposición.

 

Las semanas pasaron, el casting llegó. Y con él la primera decepción, recordaba haber querido ahorcar a los jueces por decirle aquello a su amigo. Después de una gran actuación y tener su primera erección en público, que por suerte para GD nadie notó al estar todos pendientes de su amigo. De su gran talento. Después de todo, lo rechazaron. Después de todo, le dijeron que si tenía buena voz, que eso era lo que estaban buscando, pero con muchos kilos menos. No pudo contener su cara de asombro ante aquellas palabras del jurado. No sabía como tomárselo.

 

Tras el casting no volvió a ver a Tabi. No lo vió hasta aquel día.

 

 

  • Ji, despierta. Ji. - escuchaba como le llamaban. Poco a poco salió de sus recuerdos, poco a poco abrió los ojos, encontrándose con una habitación en penumbras y a su hyung a un lado de la cama.

 

 

 

~Narrativa normal (tercera persona)~

 

 

 

  • Estoy en el hospital, y no me puedo mover – un gemido de frustración llegó a los oídos de Choi, el cual lo miró con una expresión de extrañeza reflejándose en su rostro.

  • ¿Qué decías? - le preguntó, era extraño que dijera aquellas palabras. Estaba pensando en que habría soñado su amor platónico.

  • Pues, que tuve un sueño muy raro.

  • ¿Me lo vas a contar? Como cuando eramos pequeños – Choi vió como la mención de la época más hermosa de sus vidas fue mencionada. Era la época más bonita para él, no por todos sus complejos, si no porque le conoció, porque conoció a la persona que le robó el corazón, de la cual nunca se pudo olvidar. Siempre esperó oírle tocar el timbre de la misma forma que siempre lo hacía, y ordenar sus muñecos.

  • Pues, soñé con el día que me mudé – nunca habían tocado ese tema, no era que no quisieran hablar de él, pero a ambos les traía demasiados malos recuerdos.

  • Ah... y ¿qué soñaste? - Seung siempre quiso escuchar la versión del chico que se encontraba en la cama intentando poder cenar por si mismo, aunque sus intentos eran en vano. - Dejame, te lo daré yo.

  • Gracias. Pues recordé que odiaba el espejo. Y que fue la última vez que te vi, antes de la fama. - GD estaba siendo alimentado a mano por TOP, esa imagen era la más tierna que a los ojos de las fansgirls, como eran las gemelas, pudieran ver – ¿Te acuerdas?

  • Si. Pensaba que jamás te vería otra vez. En aquella época echaba de menos un amigo como tú. Y poco después me llamaste. Fue una gran sorpresa, lo último que sabía de ti era que te habías enfadado y te habías ido de mi casa, luego te fuiste del vecindario. La verdad que fueron tiempos difíciles. - Choi recordaba aquella época como una de las peores de su vida. No podía decirle aquel hombre que su madre había advertido a la suya que no le llamara – me hacia falta un amigo como tú, que me recordaba cada momento que no todo esta en el exterior.

  • ¿Nunca sabré quien era esa persona por la cual querías cambiar? - Ji expresó su duda con una mirada de tristeza, siempre estaría por detrás de esa persona. Ella siempre estaría entre los dos. Pero con un poco de esfuerzo podría decir que el corazón de Seung Hyun era suyo – al final lo conseguiste. Al final adelgazaste. Me gustabas más antes, con unos cuantos kilos de más.

  • ¿Por qué? - fue la simple pregunta que salió de los labios de Choi por qué, por qué le decía eso siempre, el también tenía sus dudas. Pero, ¿lograría que JiYong le diera respuestas?

  • Porque nunca me gusto compartir, y eso lo sabes. Nunca me gusto que la gente tocara lo que era mio. Tu eras mio.

  • Puedo seguir siendo tuyo, solo si tu quieres – Choi interrumpió a Kwon, no se esperaba que aquella conversación tocara esos temas, pero si dejaban las cosas claras desde ese momento, a lo mejor podrían intentar algo. Con un poco de suerte y el paso de los días y los acontecimientos habían hecho cambiar de opinión a GD, y podría darle una oportunidad.

  • Pero... no quiero que nadie te mire. No me gusta como las chicas, y algunos chicos, te miran. Solo te puedo mirar así yo – no sabían cuando habían dejado la cena a un lado, y se acercaron hasta quedar sus caras a un palmo de distancia, mirándose a los ojos, viendo la sinceridad y el amor que se tenían reflejados en ellos. Viendo como se derretían mutuamente con una mirada – Además eras más feliz cuando estabas más regordete, a mi me gustabas más. - la expresión de Ji cambió de una sería y llena de amor a una pícara. Haciendo que los labios de Tabi se curvaran en una sonrisa.

  • Asique ¿te gustaba cuando estaba rechoncho? Entonces tendré que volver a engordar – ambos estallaron a carcajadas, sabían que nada de eso ocurriría, pero por fin habían dejado de correr en direcciones contrarias, para frenar y andar en una misma dirección. Apenas se estaban dando las manos para recorrer el largo y empinado camino que les quedaba por recorrer – Yongie, te lo preguntaré solo una vez ¿me quieres?

  • No.

 

La expresión de TOP se congeló ante las palabras de GD, no lo entendía como podía decir que no, cuando hace unos segundos casi se besaban, cuando hace algunos segundos le mandaba indirectas sobre sus gustos. ¿Por qué le hacia aquello? Pero eso no era lo peor que llevaba Tabi, si no la expresión de tranquilidad que mostraba Kwon ante lo dicho. No se había movido ni un milímetro de donde se encontraba hace unos segundos, seguía teniendo la cara de GD a escasos centímetros. Los ojos le escocían, por qué le hacía eso?

 

  • No te quiero – ¿cómo era tan cruel de volvérselo a repetir? - No definitivamente no te quiero – otra vez – Te amo. Eres lo único que me hace salir adelante. Eres mi razón de seguir adelante, de ser mejor, todo para que solo me veas a mi. Todo para que nunca me dejes de mirar, para no salir nunca de tu mente.

 

Al final las lágrimas recorrieron la cara del mayor, pero no eran lágrimas de dolor, eran lágrimas de miedo y felicidad, miedo por lo que le había hecho pasar GD en ese mismo momento. Y de felicidad por las últimas palabras que acaban de salir de la boca de la persona que más amaba en el mundo. Sintió como los labios de JiYong se posaron en sus ojos, y recogieron las lágrimas de su cara.

 

  • ¿Cómo puedes ser así? ¿Sabes el susto que me has dado? - Choi recriminó la actitud infantil de GD ante el hecho de que estaban exponiendo sus sentimientos – pero me gustas así. Echaba de menos tus tonterías. Echaba de menos todo lo que representas, la tranquilidad que me das, la paz... todo. Quisiera que este momento no terminara nunca.

  • Y nunca terminará si tu no quieres – Kwon pasó sus brazos alrededor del cuello de Seung Hyun y tiró de él para recostarlo encima suyo sobre la cama. Tabi se dejó hacer mientras apoyaba su cabeza en el hueco del cuello de Ji, aspirando el aroma natural del más joven.

 

Ambos estaban en paz, estaban tranquilos, no querían que nada de eso acabara nunca. Abrazados les visitó Morfeo llevándoles a un mundo donde nadie les podía dañar. Llenándoles de esperanzas nuevas, y de sueños por cumplir, donde todo se podía conseguir, donde jamás los separarían. Juntos y abrazados el uno al otro, fue como los encontró Dami a la mañana siguiente. Pero no fue la única, DaeSung había ido a ver como se encontraban antes de ir a por su novia al aeropuerto e ir con su ex. Él también los encontró abrazados, con sendas sonrisas en la cara, y decidió que el plan ya no serviría para nada. Se sentía feliz, feliz porque dos de sus mejores amigos habían encontrado el amor que tanto tiempo perseguían. Estando tan cerca el uno del otro, y en ningún momento se atrevieron a mirarse a los ojos y decir cuanto se amaban. Tubo que pasar una desgracia para que se dieran cuenta de que no podían vivir el uno sin el otro. Que no podían seguir separados. Eso estaba predestinado, se alegraba por ellos.

 

~Pensamientos de TOP (tercera persona)~

 

Pasaban de las diez de la mañana cuando comenzó abrir los ojos, se sentía tan bien entre aquellos brazos que no quería abrir los ojos y despertar y ver que todo había sido un sueño al igual que muchas veces en su vida. Sintió como una mano pasaba por su pelo, como le proporcionaba caricias suaves, como si quisiera dejarlo otra vez dormido, aunque si seguía de aquella manera, aquel que estuviera proporcionándoselas lo conseguiría.

 

  • Hyung, despierta – esa voz, parece que su subconsciente le estaba proporcionando una ilusión. O ¿es que acaso seguía durmiendo? - Hyung … - sintió como unos labios se posaban en su pelo.

  • No quiero despertar.

  • Y yo le dejaría dormir, pero tengo que atender a mi paciente. Ahora levántese y salga de la habitación. - aquella voz no era la de Ji, entonces era verdad todo aquello. Como si la voz fuera un resorte brincó de la cama y salió corriendo de la habitación. Pero justo cuando puso un pie fuera de ella se arrepintió. Fuera de ella se encontraban los chicos, junto con su noona y noona Dami.

 

Lo peor de todo que le miraban con sonrisas de complicidad y picardia en la cara. Y eso era muy malo para él.

 

 

~Narración normal (tercera persona)~

 

Dentro de la habitación se quedaron tres personas mirando la puerta. Pero la risa fresca de Kwon devolvió a la realidad a los otros dos. Que le miraron con sendas sonrisas en la cara, aquella reacción era un signo inequívoco de que se estaba recuperando. Eso y que pareciera que ya había aceptado su orientación sexual, junto con todas las consecuencias.

 

Notas finales:

 

 

jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

 

 

jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

 

 

 

bueno ya se que soy mala jujujuju, espero que os haya gustado, en el siguiente pasaran muchas mas cosas.... jajajajjaa, y aclararemos quien es el misterioso personaje que está buscando la madre. y todo lo que tiene que ver taemin en la historia XD, y mas sobre la relación de GD&TOP 

 

 

sobre todo lo ultimo, espero que os haya gustado y que me dejeis muchos reviews XD

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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