Capítulo 1.- Reencuentro inesperado
Un avión surcaba los cielos, la tarde era despejada y no había indicios de tormenta, todo el vuelo había sido tranquilo, un peliazul dormía apaciblemente recostado en el asiento (tal vez algo tenía que ver el tequila que se tomó antes y durante el vuelo), pero el joven tenía unos sueños algo vívidos y despertó de un salto, a su lado otro joven solo lo miró algo divertido
- Mal sueño Milito? – dijo un muchacho rubio cenizo con cabellos cortos que miraba a su amigo con expresión divertida mientras el otro reaccionaba lentamente
- No seas idiota Aioria – dijo el peliazul con molestia
- Tal vez no deberías haber tomado tanto no crees?
- Ya suenas como mi padre la verdad – Milo suspiró pero Aioria solo sonrió divertido, se sentó todo recto en el asiento y adoptó una postura seria imitando al padre de Milo (al que por cierto no conocía)
- Ajá, bueno entonces hijo mío tengo la obligación moral de preguntarte, quién rayos es Shun? – Dijo Aioria con voz grave
- Shun? – preguntó el peliazul algo extrañado, nunca le había contado esa particular historia a su amigo
- Si, lo nombrabas incesantemente entre sueños, quién es?, escúpelo¡¡¡, por qué no me habías hablado antes de él?, qué clase de amigo eres?–el rubio hablaba en tono fresco pero se notaba a leguas que estaba intrigado
- Ay Shhhhh, que me duele la cabeza
- No te voy a dejar en paz y lo sabes, así que habla
Milo solo suspiró y sonrió levemente, Aioria lo miró con curiosidad mientras la intriga lo carcomía, su amigo no era lo que se podría llamar discreto y era raro que no lo haya contado alguna de sus conquistas, Milo sonrió mas pronunciadamente, se recostó en el asiento, suspiró una vez mas y cerró sus ojos
- Qué fue??, no me puedes dejar así… - presionó el rubio
- Ya ya ya, haber por donde empiezo, yo viví en Tokio toda mi vida, mi familia se mudó cuando yo tenía unos tres años mas o menos, tu sabes eso verdad?
- Si si, pero ya cuéntame la parte pertinente
- A eso voy, como siempre he sido el hijo perfecto y un estudiante modelo…
El rubio casi se atora de la risa que este comentario de su peliazul amigo le provocó, Milo solo lo codeó y siguió con la historia
- Por muchos años mi pobre padre me tuvo que cambiar de escuela en escuela, de colegio en colegio, hasta que fui a dar a un Colegio Experimental que fue el único que me recibiría en ese punto del año y con el promedio que tenía
- Experimental?, que tipo de experimentos te hicieron ahí?
- No idiota, era experimental porque tenía un convenio con la Universidad local y los estudiantes universitarios que aún no se graduaban iban a practicar con nosotros, tu sabes… iban a jugar a ser profesores, lo podían arruinar todo con nosotros antes de exponer sus errores a la juventud que todavía tenía oportunidad de aprender, ya vez que tipo de colegio era?
- Cielos… bueno y…?
- Yo amaba ese colegio, conocí a toda clase de gente, mis compañeros por lo regular eran muy pobres pero aprendí muchas cosas de ellos, yo era parte de un grupo pero tenía un amigo en especial, se llamaba Ikky
- Ikky?, vaya nombre
- Si lo hubieras conocido no te burlarías nunca de su nombre o nada suyo, ese tipo inspiraba respeto, era todo callejero, busca pleitos, buenazo para una pelea, nunca le rehuía a nada, el tipo era desalmado, era una de esas personas que no tiene miedo a nada y se lanza a todo sin medir consecuencias, primero pega y después averigua
- Y era tu amigo?
- Oh era mi mejor amigo en ese tiempo, yo quería ser como el aunque era menor a mi con un año pero estábamos en la misma clase, como yo perdí un año pues…
- Bueno Ikky era tu mejor amigo en el mundo y entonces qué?
- Ikky siempre andaba metido en negocios y cosas no muy legales, era parte de una pandilla de chicos mayores que yo hubiera apostado eran delincuentes y muchas otras cosas mas que ni el me dijo ni yo lo quise saber, un día por azares del destino fuimos a su casa y ahí fue donde lo vi por primera vez
- A Shun?
- No, a Batman, claro que a Shun, ohh… era un niño precioso, bueno yo tenía 18 años el pequeño Shun tenía 14
- Cómo no lo viste antes, si era hermano de Ikky?
- Es que el no iba a la misma escuela que nosotros, el estaba en un colegio de curas, se había ganado una beca, por eso era que Ikky hacía de todo para poder mantener a su hermanito que era su orgullo y talón de Aquiles, yo pensaba que el tipo era todo rudo y desalmado, y lo era para todos menos para con su pequeño hermano, ese niño era la luz de sus ojos y por eso lo mantenía alejado de todo su mundo
- Vaya… a ti te gustaba el niño obviamente
- Si…, empecé a ir mas seguido a casa de Ikky y todo iba bien hasta que se dio cuenta de mis intenciones y me mandó a volar por un tubo con amenazas de muerte y todo
- Así que ahí acabó todo?
- Qué tanto me conoces Aioria?, claro que no, yo seguía buscando al pequeño ángel y nos veíamos a escondidas de su poderoso nissan, era sumamente divertido y dulce, fue la única relación que he tenido en la vida en donde yo creo que en verdad me enamoré y el pequeño se enamoró de mi también, pero vino el fin de año escolar y mi papá me mandó a Suiza, inevitablemente les perdí la pista, cuando volví en las primeras vacaciones que tuve y lo fui a buscar nadie me supo dar razón de a donde fueron, Ikky y Shun… es un misterio, desaparecieron, se los tragó la tierra
- Y su familia?
- Eran huérfanos
- Oh, y vivían solo los dos?
- Si, Ikky era menor emancipado y estaba encargado de mantener a su hermanito, trabajaba en una llantera pero su real dinero salía del contrabando, de la venta de drogas, de los robos que hacía con su banda, tu sabes…
- Y nunca lo volviste a ver?
- Nunca lo volví a ver… a veces sueño con el, tenía los ojos verdes mas hermosos que haya visto jamás, su piel era muy suave y blanca como la leche, su cabello era verde también, cuando digo que era un pequeño ángel no exagero, yo le robé sus primeros besos, sus primeras caricias…
- Y la virginidad asumo?
- Asumes bien, el se me entregó poco antes de que yo viajara, yo ya me había negado a irme quería quedarme en Japón con el pero mi papá sin contemplaciones me montó en el avión y amenazó con desheredarme, nunca me pude despedir siquiera
- Y ahora que vuelves a Tokio para quedarte, has pensado en buscarlo?
- Tokio es una ciudad muy grande pero… si, quisiera encontrarlo, es un cabo suelto en mi vida, pienso en el de cuando en cuando y quisiera saber qué pasó con el, no pudieron desaparecer así por así
- Si quieres yo te ayudo
- Y cómo me vas a ayudar a buscarlo Aioria, tu nunca has estado en Tokio verdad?
- No, pero de paso me familiarizo con la ciudad, además tenemos solo un par de días antes que empecemos a trabajar en las empresas de tu familia
- No me lo recuerdes…
El avión aterrizó cuando la tarde empezaba a caer, Aioria y Milo fueron recibidos en el Aeropuerto por el chofer de la familia y fueron llevados a la casa de Milo, Aioria se sorprendió al verla, su amigo le había comentado como quien no quiere la cosa que su familia era acomodada, pero esto no era una casa era una mansión, al entrar el rubio se quedó maravillado al ver la cantidad de esculturas, pinturas, jarrones de apariencia fina, antigua y cara
- Wow – comentó el joven visitante con asombro
- Si te gustan los museos te encantará esta casa – dijo el hijo del dueño simplemente sonriéndole a su amigo pero la sonrisa se le borró cuando su padre apareció a lo alto de las escaleras, era un hombre de apariencia imponente, bastante joven para ser el padre de Milo pensó su rubio amigo
- Al fin llegas – dijo el mayor con tono austero
- Hola papá, este es mi amigo Aioria de quien te hablé – dijo Milo simplemente
- Oh, Aioria, a ti debo que el vago de mi hijo haya acabado la carrera verdad?, eres bienvenido muchacho, esta es tu casa – el mayor acabó de bajar las escaleras y se paró frente al rubio y extendió su mano
- Muchísimas gracias señor, es un honor para mi…
- Por favor solo llámame Shion, pero ven, debes tener hambre la comida de los aviones es malísima, Milo, no te quedes ahí y ven – Shion llevaba por los hombros al amigo de su hijo pero al peliazul poco le faltaba para ignorarlo, no había visto a su hijo en dos años desde su última visita y no le había dedicado ni una sonrisa no se diga un abrazo ni nada
- Si papá… - dijo el joven resignado y bajando la cabeza caminó tras ellos hasta el comedor
Los tres hombres cenaron y charlaron de todo un poco, el mayor les habló de sus futuros empleos, ambos muchachos se habían graduado como técnicos industriales y trabajarían en la fábrica de chocolates de Shion, el papá de Milo tenía cadenas de supermercados los que tenían inmensas subsecciones, ropa, juguetes, electrodomésticos, etc., etc., etc., y hace no mucho había decidido incursionar en la fabricación de sus propios productos, sus pastas habían sido un éxito así como sus productos enlatados, pero ahora estaba poniendo especial atención a la fabricación de dulces y chocolates por eso envió a su único hijo a Suiza a que se especialice en la fuente y lo había conseguido, Milo era muy inteligente pero dejado y vago, ahí fue que conoció a Aioria y se convirtió en su compañero de estudios y de juerga, la mamá de Milo había muerto hace mas de 15 años, por eso el joven peliazul se descarrió de la manera en que lo hizo pero ahora su padre lo haría enfocarse en los negocios familiares y responder como su heredero
Estaban en medio de la comida cuando un joven alto, fornido, de cabellos negros cortos entró a la estancia pero se detuvo abruptamente al ver a los muchachos que cenaban acompañando al mayor
- Oh lo siento, no era mi intención interrumpir – dijo el joven recién llegado
- No te preocupes, mira Shura el hijo pródigo ha vuelto y este jovencito es su amigo de la Universidad Aioria, Shura trabajará con ustedes en la fábrica
- Wow Shura, cómo has cambiado – dijo Milo en tono burlón
- Milo, lo mismo te digo – le contestó el pelinegro en el mismo tonito lo que hizo reír a Aioria
- Oye y tu que haces aquí, también vives en esta casa o qué? – preguntó Milo
- Por el momento – el pelinegro se encogió de hombros
- Tonterías hijo, esta es tu casa – En ese momento sonó el teléfono celular de Shion y se levantó a contestarlo – Discúlpenme un momento por favor
- Shura es mi primo Aioria, mi mamá y su mamá eran hermanas
- Ohhh, no se parecen en nada
- Gracias – respondió el pelinegro con una sonrisa y Milo le lanzó la servilleta que el otro atrapó con facilidad y se la volvió a lanzar
- Por qué tan tarde eh? – preguntó el peliazul mirando su reloj
- Trabajo Milo, tengo mucho trabajo, aunque ahora que ustedes ya han llegado las cosas mejorarán para mi, por lo menos eso espero
- Oye Shura, que vas a hacer hoy en la noche?
- Quedé de salir con Shaka, un amigo del trabajo, vamos a ir a cenar
- Mejor planta al tal Shaka y ven con nosotros – propuso el recién llegado con una sonrisa pícara
- Y a dónde estamos yendo Milo? – preguntó Aioria aunque ya sabía la respuesta
- A un bar, a dónde mas?, oye que bar está de moda? – preguntó Milo con emoción
- Depende el estilo – dijo su primo un poco pensativo
- Sorpréndeme – dijo el peliazul con una sonrisa
El pelinegro solo sonrió y se recostó en la silla cuando su tío volvió al comedor
- Tío, con su permiso me gustaría llevar a Milo y a su amigo Aioria a dar una vuelta, usted sabe, los cambios que ha tenido Tokio en los últimos años y todo eso
- Perfecto…, cuando acaben el recorrido turístico por todos los bares de la ciudad espero que dejen algo de vodka para el resto de la población, solo recuerden que hoy es miércoles y mañana tu tienes que trabajar y ustedes dos deben presentarse en la empresa a las 09:00 en punto
- Si papá
- Ya váyanse de una vez
Los tres chicos salieron de la casa y Shura sacó uno de los autos, fueron primero a recoger a Shaka, era un joven de su edad mas o menos, tenía los cabellos largos y rubios, se notaba que algo había entre el pelinegro y este muchacho que era el encargado de marketing de la división de alimentos de las empresas de su padre y Shura era el jefe de adquisiciones, los cuatro muchachos pasearon por la ciudad entre bromas y risas, a lo lejos Milo pudo ver un anuncio en neón de un bar y dijo que quería ir allá, Shaka se opuso pero los otros tres estaban de acuerdo y al rubio no lo quedó mas remedio que acompañarlos, si no puedes con el enemigo únete…
Los cuatro chicos parquearon el auto y se acercaron, el bar se llamaba “Ángeles sin paraíso”, en la puerta estaba parado un tipo grandísimo de aspecto intimidante que sin detenerse a verlos les selló la mano y entraron, el bar era bastante grande, en la parte de atrás se podían ver dos mesas de billar y varios juegos de monedas, en la parte central había una especie de pequeño escenario que al momento se encontraba cerrado con una gruesa cortina y al otro lado estaba un toro mecánico que al momento se encontraba apagado, al fondo podía verse una barra que estaba muy bien surtida, los muchachos guiados por Shura, buscaron una mesa que estaba bastante cerca del escenario, ordenaron tragos, estaban conversando y pasándola bien entre bromas y risas, había música que no estaba tan fuerte, les permitía hablar sin gritar y el ambiente era bastante fresco, a la media noche las luces se atenuaron aún mas en todo el bar las cortinas se corrieron y reflectores iluminaron el escenario y una voz en off anunció
- Caballeros bienvenidos al espectáculo de esta noche, esperamos que sea de su agrado y sin mas preámbulo alguien dijo FUEGO
Las cortinas del escenario se abrieron y un muchacho con un traje de bombero saltó al escenario y empezó a bailar al ritmo de la música mientras se sacaba la ropa lentamente, Shaka casi se atora con su trago y Shura solo sonreía divertido, el pelinegro si sabía que tipo de bar era este pero no dijo nada porque sabía que a su primo le agradaría… y mucho, luego de la actuación del bombero saltó a escena un carpintero, luego un bailarín de música disco, luego un chico vestido todo de cuero negro como rockero y luego un domador de fieras, todos los chicos eran bastante jóvenes, de apariencia fuerte y si que se sabían mover, el bar entero estaba pendiente del show, cuando este último muchacho dejó el escenario el grupo de los cuatro chicos estaba por salir pero se quedaron al escuchar a la voz en off que dijo
- Y ahora el plato fuerte de la noche, señores prepárense y agárrense de sus asientos, QUIÉN LLAMÓ A LA POLICÍA???
Las luces se apagaron por completo y el escenario se iluminó nuevamente y salió un muchacho vestido con un traje de policía que al igual que los otros se empezó a mover muy sensualmente al ritmo de la música (You can leave your hat on – Joe Cocker), el bailarín se paseaba por todo el escenario (estaba sin zapatos) y se movía de una manera muy sensual que dejaba sin aliento a cualquiera, al principio se sacó los guantes dedo por dedo y los lanzó al público que gritó y silbó, luego se desanudó la corbata y se fue safando los botones de su camisa uno por uno hasta abrírsela totalmente y dándose la vuelta al público la dejó que se deslice por su espalda, continuó con el cinturón del pantalón que se lo sacó muy lentamente, jugó con el mientras se seguía moviendo al ritmo de la música
Milo entendía porqué la voz en off había dicho que era el plato fuerte de la noche, este chico que tenía el rostro oculto por la gorra de policía que aún no se había quitado tenía embobado a todo el bar, luego en un movimiento que asombró a todos se arrancó el pantalón de un solo tirón quedando solamente con una tanguita de color negro, el chico tenía un tono de piel muy hermoso, era bastante pálido pero tenía los músculos definidos, sus brazos y piernas estaban deliciosamente torneados, tenía cuadritos en el estómago, su espalda no era muy ancha pero su trasero era muy muy jugoso, era delgado pero de apariencia fuerte, provocaba morderlo
Casi al final de la canción el chico seguía bailando muy sensualmente encendiendo al público que estaba de pie, aplaudía, gritaba, silbaba y no le quitaba los ojos de encima pidiéndole mas, el joven de espaldas al público se sacó la tanguita (que era de velcro) dejando ver totalmente su cuerpo desnudo en vista posterior, con una sonrisa pícara se sacó el gorro de policía dejando libre su cabello que cayó naturalmente sobre sus hombros y con el gorro se cubrió las respectivas áreas al darse la vuelta para ver de frente al público que había enloquecido prácticamente con la tan osada actuación, ninguno de los otros bailarines se había quedado completamente desnudo
Finalmente la música se detuvo y el joven antes de salir de retro lanzó un beso volado a su audiencia y se perdió dentro de la cortina mientras el bar entero aplaudía la actuación, Aioria, Shura y Shaka estaban de pie aplaudiendo como el resto del bar pero Milo se había quedado sentado, con la mirada perdida entre esas cortinas y completamente mudo, el joven no tenía expresión en el rostro, Aioria se volteó a verlo y se preocupó
- Milo?, Milo? Qué te pasa? – Aioria lo había sacudido un poco
- Shun…