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NI LA SOMBRA DE LO QUE FUIMOS por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, en este capítulo es el encuentro de Milo y Shun y se explica mas detalladamente la deuda de Ikky y el rollo con DM

Capítulo 3.- El contrato


 


Al día siguiente Milo y Aioria fueron a la fábrica de chocolates, Shura los recibió y les mostró todo el lugar, la maquinaria era excelente, de última tecnología el recorrido lo hicieron en la mañana y les llevó hasta la hora del almuerzo, Milo estaría a cargo de la dirección de la Fábrica ayudado por Shura, Aioria sería el nuevo jefe técnico, empezarían sus funciones ese mismo día, Shion había dispuesto que ya que no había motivo de retrasar las cosas los recién llegados asumirían sus funciones inmediatamente.


 


Milo estuvo pensativo todo el tiempo, las imágenes de su antiguo amor mientras bailaba en ese escenario lo atormentaban, pero ya todo se aclararía este sábado, Milo necesitaba una explicación, no le cuadraba la situación en la cabeza e imaginaba varias cosas, una mas loca que la anterior, el joven heredero había dado la dirección de su departamento de soltero que se compró hace no mucho, cuando sabía que vendría a vivir en Tokio, y por mas que lo intentó no lo pudo evitar y estaba bastante distraído, sentado en la que sería su nueva oficina con la mirada perdida en el horizonte cuando Shura entró sin llamar


- Me vas a decir que rayos te pasa de una buena vez? – dijo el pelinegro sentándose en una de las sillas frente al escritorio de su ahora jefe


- No me pasa nada – dijo Milo volteándose con todo y silla para poder hablar con su primo mirándolo directamente


- Quién era el bailarín de ayer?, tu lo conocías verdad?, por qué lo contrataste?, qué estas pensando hacer Milo? – Shura no estaba molesto, mas bien preocupado


- No me molestes Shura, eso es asunto mío – Milo si se iba molestando ante estas preguntas porque no quería responder la verdad


- Muy bien…, y a quién vas a invitar a la dichosa fiestecita?


- A toda la oficina


- Que prudente de tu parte – dijo con ironía el pelinegro


- Ya te dije que no me molestes


- Está bien, está bien, ya me voy, solo quiero decirte que el dueño del bar con el que hablaste tiene cara de pocos amigos, me dio la impresión que es un tipo peligroso y se mostraba muy protector con el bailarín


- No me importa, déjame solo quieres?


- Milo, por favor…


- Sabes qué?, yo me voy, necesito aire…


 


Milo tomó su saco y salió de la oficina, se dirigió a su carro y manejó por la ciudad sin saber bien a donde ir, después se decidió y fue a parquearse a un par de cuadras del bar, se bajó del carro y se acercó al edificio, eran mas o menos las 3 de la tarde, todo estaba en calma y cerrado, el peliazul no sabía bien porqué estaba ahí, quería ver de nuevo a su antiguo novio de la juventud pero… llegaría temprano al bar?, aunque anoche Shun subió al segundo piso, será vivía el ahí con el dueño?, muchas dudas asaltaban su cabeza, de pronto llegó un camión repartidor de cervezas y tocó el timbre, luego de un par de minutos uno de los gemelos (Milo no supo cual) salía y empezó a cargar las cajas, a la tercera caja el joven bailarín salió a ayudar también, el corazón de Milo dio un salto al verlo, Shun estaba usando un jean algo gastado y un buso sencillo, nada llamativo para un stripper, cargaba las cajas sin problemas con el mayor, luego el gemelo pagó al carro repartidor y se fue, cuando este iba a entrar se volteó y le plantó la vista a Milo que no se movió, el gemelo tenía una expresión extraña en el rostro pero sin mayores acciones se dio la vuelta y entró cerrando la puerta tras de si, caminó a la bodega en donde Shun estaba acomodando las cajas, el mayor fue a ayudarlo


- Y ya decidiste que vas a estudiar? – el cantinero quería hacer conversación, estaba intrigado un poco con el futuro del joven


- Saga te lo dijo eh?


- Si, me lo dijo, me parece bien, tu eres muy inteligente, te iría muy bien en la Universidad – Kanon habló con mucha seguridad, eso le dio ánimos a Shun


- Sabes… siempre quise ser maestro de escuela


- Ahora lo puedes hacer si quieres


- Ustedes son en verdad mi familia


Kanon solo sonrió con dulzura al joven


- Bueno… vamos a continuar con las clases, yo creo que Aldebarán no resiste tomar ni un trago más aunque según yo ha disfrutado mucho siendo nuestro conejillo de indias no crees?


- Yo creo que si, ojalá Saga no se enoje, pero… qué clase de cantinero voy a ser si yo no tomo nada de lo que preparo?


- Igual de bueno que yo, mira que yo ya voy sobrio tres años este mes


- Es cierto, te admiro sabes?


- Por ser sobrio?


- Entre otras cosas, pero principalmente por no caer en lo mismo, mira mi nissan, ni siquiera preso deja de meterse en líos y lo peor es que no contento con eso me arrastra a mi con el


- Bueno eso sí, pero tranquilo DM no te pondrá las manos encima


- Eso espero


 


El resto de la semana pasó con pasmosa calma, Milo y Aioria se estaban acoplando al nuevo ritmo y Milo pensó que la fiesta sería una buena ocasión para ganarse a todos los de la oficina, pero el viernes en la mañana se le ocurrió una nueva idea y mandó a Aioria para que la cumpla, el rubio no lo quería hacer pero Milo solo le dijo que el por ningún motivo se volvería a asomar por el bar, que tenía sus razones por lo que Aioria fue al bar temprano esa noche, fue con Shura, el lugar estaba bastante lleno para ser tan temprano, se acercaron a la barra, ordenaron unos tragos y preguntaron por el dueño, ellos no sabían como se llamaba aquel peliazul


 


- Buenas noches, por favor podemos hablar con el dueño unos minutos? – dijo Shura tranquilamente dirigiéndose al cantinero


- Y para qué? – contestó Kanon pasándoles las bebidas y arqueando una ceja


- Es por un negocio que tenemos, contratamos a un bailarín para mañana y tenemos que ponernos de acuerdo – Aioria habló con naturalidad lo que tranquilizó un poco al cantinero


- Ahhh, son ustedes, ya lo llamo, esperen aquí por favor


El cantinero caminó hasta el final de la barra, hizo una seña a alguien y esperó un momento, para sorpresa de los dos amigos el joven peliverde entró tras de la barra y el cantinero salió, los dos solo lo miraron mientras pasaba unas cervezas a un grupo de chicos que se lo pedían, el joven se movía bastante bien tras la barra, sabía los precios de todo y sirvió unos tequilas con una precisión impresionante, sin derramar ni una sola gota, los dos chicos estaban mirando al bailarín que ahora hacía de cantinero y dieron un pequeño salto cuando Saga llegó y llamó su atención


- Querían hablar conmigo?, sigue en pie lo de mañana? – el tono de Saga era algo agresivo pero los chicos pensaron que sería mejor manejar las cosas con amabilidad


- Oh, si, disculpe, mi nombre es Aioria, este es Shura y queremos ponernos de acuerdo con usted y pedirle un favor adicional


- Llámame Saga y ustedes dirán – el mayor estaba algo intrigado pero bajó su tono al ver que los chicos venían en son de paz


- Bueno la fiesta era al inicio un poco mas íntima ahora está invitada mucha mas gente y queremos saber si tienes una bailarina también, tu sabes…, mas gente hay que cubrir todas las bases


- Ohhh – el peliazul sonrió y llamó a una de las meseras


- Estás ocupada mañana en la noche amor? – preguntó el dueño del bar a una chica muy hermosa que tenía una charola en la mano, era pelirroja y tenía un cuerpo espectacular


- Mañana es mi noche libre Saga – dijo la chica aún sin entender lo que su jefe quería


- Si ya lo sé, por eso te pregunto, aquí los caballeros van a dar una fiesta y han contratado al nuevo cantinero estrella que está ahí – Saga señaló a Shun - para que haga un número pero ahora me dicen que necesitan una chica también, te interesa?


- No lo sé…


- Aldebarán irá con ustedes


- Oh, entonces si claro, de cuanto estamos hablando…


 


Los chicos se pusieron de acuerdo en la cantidad de dinero el cual le adelantaron, quedaron también en que harían dos números individuales cada uno y un número juntos, que ellos llevarían su propia música y demás detalles


- Los esperamos mañana y muchas gracias Saga – dijo Aioria extendiendo su mano al dueño del bar


- Ha sido un placer hacer negocios con ustedes, ya saben lo que necesiten estamos para servirles – el mayor apretó la mano del joven amistosamente y los chicos se retiraron


 


La tarde del sábado Milo estaba en el departamento supervisando como lo arreglaban, había comprado los muebles y las cosas de la cocina, había comprado lencería para la  habitación y todo, pero le embargaba una tristeza muy profunda, pensaba en Shun, en el dulce joven que conoció hace tantos años, aún era un niño cuando fue suyo ahora debía tener mas o menos 20 años, ya no era ningún niño indefenso ni mucho menos, Milo suspiró mientras caminaba por el departamento recordando los tiernos besos que compartieron, como sus manos temblorosas recorrieron su cuerpo emocionado de ser el primero en su cama, el primero en su vida… ahora todo era tan distinto


 


La noche de la fiestecita llegó y los invitados también, Milo no podía dejar de mirar el reloj, ansioso a que den las 10 de la noche y Shun llegara, al fin el timbre sonó y Milo mandó a Aioria a abrir la puerta y vio al joven peliverde que estaba vestido de bombero, a la muchacha pelirroja que estaba vestida de enfermera y al inmenso guardia de la puerta que lo saludó seriamente


- Oh que bien, ya llegaron…, bueno que hago?, qué necesitan? – dijo Aioria luego de saludarlos amablemente


- Puedes conectar esto y apagar las luces fuertes?, tu sabes… deja solamente un par de lámparas encendidas o algo así – dijo el bombero entregándole una grabadora que tenía un disco listo


- Oh, perfecto, entonces entrarán cuando suene la música verdad?


- Si, claro


- Genial, denme un momento está bien?


El rubio desapareció dentro del departamento e hizo todos los arreglos para dar paso al show que estuvo sumamente entretenido, habían mas o menos 50 personas en el departamento, hombres y mujeres que disfrutaron del espectáculo que duró aproximadamente 40 minutos, primero salió Shun, luego Marin y luego ambos, lo que arrancó aplausos, silbidos, risas y todo de parte de los invitados que la pasaron genial y ante las advertencias de Aioria nadie se acercó a los bailarines, claro que influyó que Aldebarán estuviera parado en la puerta con cara asesina, al final de la actuación cuando los chicos se volvieron a vestir repartieron a todos tarjetitas del club nocturno invitándolos a ir a verlos allá, Milo había presenciado todo esto medio escondido entre las sombras de la parte mas alejada de la sala, escribió en una tarjeta de la empresa que tenía su nombre el número de su celular y salió a la luz cuando Shun estaba por ahí cerca repartiendo las tarjetas y tomó su mano, el peliverde se volteó y casi se cae de la impresión de ver a Milo que lo miraba con expresión entre triste y enojada, el dueño de casa se acercó un poco y puso la tarjeta en su bolsillo y le susurró un “llámame” antes de dejarlo ir, el joven solo acabó de repartir las tarjetitas y sin mas salió del departamento con Marin y Aldebarán


 


En el camino de regreso Shun estaba un poco pálido, no podía creer que se había vuelto a encontrar con Milo, su primer amor… y lo tuvo que ver bailando??, cielos¡¡¡, en verdad que la vida no es justa, buscó por sus bolsillos y sacó la tarjeta que el le había puesto, vio su nombre, el nombre de una empresa, una dirección, dio la vuelta la tarjeta y vio un número celular escrito a mano, el bailarín suspiró con tristeza y muchas imágenes se le vinieron a la cabeza, recordaba con nostalgia un tiempo en el que era feliz, el único tiempo en su vida que fue feliz y no solo por Milo, su nissan estaba junto a el, estaba enamorado de ese peliazul y no tenía ninguna responsabilidad mas que estudiar, no tenía problemas en el mundo porque Ikky lo escudaba de todo, el joven derramó en silencio una lágrima y se llenó de rabia al recordar como todo se le fue de un día para otro, se le escapó la felicidad como agua entre sus dedos


- Estás bien Shun? – preguntó Marin que estaba sentada en el asiento de adelante junto a Aldebarán que conducía el auto


- Si, solo algo entró en mi ojo


- Ajá, no te creo


- Por favor Marin… - Shun hizo señas a la chica y ella entendió, Aldebarán estaba allí, no era conveniente decir nada… por Saga


- Qué te vas a comprar con el dinero extra? – preguntó la pelirroja cambiando de tema


- No sé, nada supongo, tu sabes la deuda que tengo


- Es verdad, pero si pudieras comprar algo, lo que sea y el dinero no fuera un obstáculo, qué te comprarías?


- Mi libertad – dijo el joven con tristeza mientras miraba por la ventanilla del auto las luces de la ciudad


 


La fiesta en el departamento de Milo continuó hasta bien entrada la madrugada, el peliazul solo tomó un par de tragos en toda la noche y sostenía su teléfono celular en la mano, esperaba que suene en cualquier instante pero no sonó en toda la noche…, los dos bailarines y su guardián llegaron casi a la media noche al bar, Shun tenía el tiempo justo para cambiarse y salir al escenario una vez mas, cuando el Show acabó el peliverde que ahora vestía su ropa habitual se acercó a la barra, Kanon le pasó su habitual sprite con limón pero lo miró algo preocupado al notar la tristeza del joven que le salía por los poros


- Pasó algo en ese contrato pequeño?


- No, todo fue bastante bien la verdad, nadie se propasó, todo estuvo bien


- Los niños ricos se supieron comportar??, vaya…


- Yo creo que Aldebarán los intimidó y efectivamente


El cantinero reía pero su semblante se oscureció al ver entrar a DM que caminaba tranquilamente acercándose a ellos, venía acompañado de algunos miembros de su grupo como era habitual, Shun se volteó al ver la expresión del cantinero y aunque su impulso inicial era salir corriendo ya era tarde, ellos estaban muy cerca como para hacerlo pero eso no evitó que el joven palideciera


- Kanon… Shun… - saludó DM con calma y recorrió a Shun con la mirada, desvistiéndolo con los ojos, haciendo que el joven se pusiera extremadamente incómodo y nervioso


- DM, qué se te ofrece esta noche? – preguntó tranquilamente Kanon


- Bueno, si es por eso… se me ofrecen algunas cosas – DM sonrió sin dejar de mirar a Shun con ojos de deseo


- Me expresé mal, que quieres que te podamos brindar? – dijo Kanon sin perder la compostura


- Hablar con Saga, está tu hermano por aquí?


- Si, ya lo llamo


- No hace falta, ahí viene – dijo Afrodita que estaba parado a la derecha de DM


Saga llegaba con paso decidido, no se apuraba pero tampoco caminaba con lentitud, no le agradaba que este sujeto y sus fieles amigos estuvieran en su bar


- Vaya DM, Afrodita y Radamantys, a que debemos el honor de su visita? – Saga luego de saludarlos se paró junto a Shun que aún estaba un poco pálido de la impresión de ver a aquellos sujetos ahí


- Negocios Saga, negocios, podemos ir a algún sitio mas privado? – preguntó DM


- Mi oficina, ya sabes el camino – dijo el peliazul señalando la puerta tras la barra


Shun miraba a todos los visitantes con aprensión, Saga acarició su rostro y besó su frente antes de seguirlos a la oficina y cerrar la puerta


- A qué crees que vinieron Kanon? – preguntó Shun que miraba con aprehensión al cantinero


- Averígualo no? – sonrió el mayor, Shun no pudo contestar la sonrisa pero se escabulló tras la barra bajando al sótano que servía de bodega en donde podía ver la estancia y escuchar algo de la conversación bajo la puerta con trampa en el piso que estaba junto al escritorio de Saga


- Muy bien habla claro DM, qué es lo que quieres? – dijo Saga con algo de molestia en su voz


- Venía para hablarte de tu amigo Ikky, como ya te lo comenté un negocio en el que estábamos trabajando se fue al diablo, la información que nos dio de sus contactos no fue fidedigna y agarraron a mis muchachos, ya logré que los soltaran pero las pérdidas fueron cuantiosas, este es el monto del cual hablamos


DM le pasó un papel con un desglose de valores y una sumatoria total al final, el monto ascendía a mas de cien mil dólares


- No puedo creer que le vayas a pasar la factura completa a Ikky, eres un desgraciado, te aprovechas de él porque está preso y no puede defenderse


- Tu lo defiendes bastante bien, pero estoy conciente de que Ikky no tiene los recursos, asumo que tu tampoco, entonces este es el trato…, yo me llevaré al lindo Shun para que trabaje para mi – DM estaba recostado en la silla y tenía una sonrisa de satisfacción en el rostro


- Haciendo qué exactamente?


- Eso no es de tu incumbencia, eso es asunto mío


- No crees que el tiene el derecho de decidir o por lo menos saber?


- El lo único que tiene que saber es que si no hace lo que yo diga, su hermano amanecerá muerto uno de estos días, tu sabes que la vida en la prisión puede ser muy complicada, me parece un trato por demás justo – DM hablaba con burla en su voz


- Ohh, bueno yo tengo un trato mejor


Saga sacó su chequera y escribió el suma que estaba apuntada en el papel


- Toma – Saga extendió el cheque y DM solo lo miró con profundo resentimiento - Aquí está tu dinero y dejas a Shun en paz


DM tomó el cheque en sus manos y se puso blanco de la furia


- En verdad ese chiquillo debe ser impresionante en la cama para que tu hagas esto, no sabías que fueras tan solvente Saga – DM hablaba ahora destilando veneno


- Mis finanzas son asunto mío DM – dijo el dueño del bar cortantemente


- Y si no acepto esto?


- Ikky te debe dinero, yo te lo estoy pagando, no le veo el problema – el peliazul dueño del bar se encogió de hombros


- No es esto lo que yo quiero – dijo DM mirando el cheque con rabia


- Quien dijo que la vida es justa – Saga sonrió complacido recostándose en su sillón, por lo menos esto le había salido bien


- Está bien, has ganado esta vez Saga, pero créeme Ikky volverá a caer y yo me llevaré al chico, tu no podrás seguir pagando sus cuentas – DM sonrió confiado y los tres visitantes se pusieron de pie


- Por favor no vuelvas por aquí, no me agrada saber que has venido


- El pequeño angelito se pone nervioso? – preguntó DM con una sonrisa torcida


- No es para menos – contestó Saga con furia


- Ay por favor si no pasó nada – DM hizo un gesto de despreocupación


- Eso no es cierto y tu lo sabes – Saga se levantó del sillón en tono amenazante y lo miraba con rabia


- Pruébalo… - DM sonrió nuevamente y dijo esto en un susurro cargado de desafío


Saga no se movió, solo lo miró con repulsión pero no dijo nada


- Eso es lo que pensé, vámonos muchachos, aquí no somos bien recibidos


DM y sus dos amigos salieron de la oficina cuando cerraron la puerta tras de si, Saga respiró aliviado al verlos partir, a los pocos minutos Shun entró en la oficina y se lanzó a los brazos del dueño del bar que lo recibió gustoso, el joven aún temblaba


- Tranquilo mi ángel, el no te volverá a poner un dedo encima – susurró el peliazul acariciando su cabello


- Gracias Saga, gracias… - el joven abrazaba a su amante con desesperación y miedo


- Vamos, no quiero verte así, nunca me contaste lo que pasó los días que estuviste en ese lugar – dijo el mayor en voz baja sin dejar de acariciar suavemente su espalda y sus cabellos


- No quiero hablar de eso – Shun se separó de Saga y se sentó en una de las sillas


- Tal vez te haga bien, ha pasado mucho tiempo, vamos cuéntame… no me tienes confianza?


- No es eso, me da… vergüenza – Shun bajó la cabeza y no sabía en donde poner sus manos


- Vergüenza?, pero Shun, tu nos dijiste que el no… te violó? – Saga se sentó en la otra silla y tomó las manos del joven entre las suyas


- No, bueno no exactamente


- Qué exactamente te hizo entonces?


Shun suspiró, bajó la cabeza y empezó a hablar en voz baja


- Yo estuve ahí tres días, en esos días DM me tuvo encerrado en el sótano porque cuando llegué a la casa y el intentó besarme yo le pateé la canilla, entonces me encerró ahí y no me daba de comer ni nada, la noche antes de que ustedes fueran por mi entró al sótano e intentó… tu sabes… pero yo peleé, lo arañé, lo pateé pero el igual me besó, me manoseó, rompió mi ropa y todo eso pero no llegó a hacerlo porque algún problema grave hubo y lo llamaron, el en contra de su voluntad se fue advirtiéndome que cuando volviera silo iba a hacer pero justo a la mañana siguiente ustedes llegaron y me llevaron y el ya no pudo hacerlo, entonces no me violó pero fue por falta de tiempo no por falta de ganas, por eso Radamantys tiene esa cicatriz en la cara, como el fue el que me dejó ir pues lo golpeó y le rajó la mejilla


- Maldito infeliz, yo suponía que algo así había pasado


- Ya no importa, ni llorar es bueno, nada pasó y ahora yo estoy bien


Saga abrazó al joven pero la rabia y la impotencia lo embargaba, DM era muy fuerte y peligroso como para hacer algo, era un tipo que tenía muchas conexiones con la policía, por mas que quisiera acabarlo a golpes no lo podía hacer, rayos¡¡¡¡, el dueño del bar odiaba profundamente al mafioso pero lastimosamente cualquier acción se le revertiría multiplicada por cien en contra del mismo Shun, su hermano, su negocio, el mismo, si la justicia funcionara… otra sería la situación


 


Notas finales:

Espero que les haya gustado, nos vemos con la continuación


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