Capítulo 5.- La cita fallida
Al día siguiente era lunes, la mañana Milo la pasó de un genio de los mil demonios y nadie sabía porqué, el peliazul salió a comer con Aioria pero fue un almuerzo por demás silencioso, por mas que el rubio intentó sacarle las razones de su ataque de histeria Milo no dijo nada en concreto, pronto dieron las tres de la tarde y Milo seguía que echaba humo sentado en su oficina, miraba el reloj de rato en rato, sacó su teléfono celular esperando la llamada que no tardaría en llegar y no se equivocó, mas o menos 15 minutos después de las tres de la tarde su teléfono sonó y era el peliverde el que le llamaba
- Aló? – contestó Milo mal humorado
- Milo?, es Shun… te estoy esperando, pasó algo?, vas a venir?
- No, lo siento, algo surgió en el trabajo que no puede esperar y no puedo salir, yo te llamo después, adiós – Y sin mas el peliazul colgó el teléfono sin dar chance a nada mas, se levantó de su silla y empezó a caminar por su oficina respirando profundamente tratando de tranquilizarse, Aioria entró a la oficina y se quedó parado en el marco de la puerta mirando a su amigo que caminaba por la estancia como león enjaulado
- Me vas a decir que te pasa o me vas a seguir ignorando? – dijo el rubio sentándose en uno de los sillones
- Déjame solo Aioria, no quiero hablar de esto
- Está bien, aunque tu sabes que quedarse solo con los propios pensamientos no es saludable, especialmente para ti, por qué no me lo cuentas, te vas a sentir mejor, te desahogas o algo, además uno siempre necesita otros puntos de vista para resolver los problemas no?
- Ahhhhhh – Milo estaba frustrado con toda esta situación y haciendo caso a las palabras de Aioria se lo contó todo, sin omitir detalle, el rubio solo lo escuchó con atención hasta que llegaron a la última parte
- Y después de eso salí del bar, no lo pude soportar mas el ver como ese idiota me sonreía mientras seguía gozándoselo, me revolvió el estómago – dijo Milo finalmente recostándose en su sillón
- Y bueno qué esperabas encontrar?, Milo han pasado seis años, seis…, tu no sabes que lo llevó a hacer lo que ha hecho, tu no eres el mismo que eras hace seis años, no lo juzgues tan duramente si no sabes, hoy hubieras tenido la oportunidad de saberlo todo y lo plantaste así que ahora no te quejes – dijo con calma el rubio
- Tu no lo viste, estaba en el suelo Aioria, En el SUELO!!!!
- Tu nunca no has hecho en el suelo?, ay por favor Milo, tu eres el menos indicado para decir nada, no te acuerdas que llevaste a ese pobre chico que no me acuerdo el nombre y te lo volteaste en el botadito cerca de la Facultad en la noche?
- Sorrento, se llamaba Sorrento
- Como sea… lo llevaste y lo hicieron en el césped de la Facultad atrás de los edificios, todo el mundo podía verlos, tu bailarín estaba en la oficina del dueño y nadie lo hubiera sabido nunca si el cantinero no te abre la puerta, solo lo hizo para molestarte no te das cuenta?
- Pero el está con ese imbécil, es su amante
- Y tu?, cuántos amantes has tenido los últimos seis años?, eres injusto Milo y muy celoso, eso no es bueno, además recuerda que tu te fuiste de su vida sin darle ninguna explicación, diablos!!! Por lo que me has contado ni siquiera te despediste de él, y creías que iba a estar esperándote todos estos años mirando tu fotografía en las noches y suspirando?, yo quisiera tener la mitad, solo la mitad de tu seguridad y de tu ego
- El se vende – dijo Milo con dolor arrugando varios papelitos recaderos que tenía en su escritorio
- No, no se vende, y tu lo sabes, el dueño del bar nos lo dijo muy claramente no te acuerdas?, dijo que nadie lo puede tocar y mandó al guardia del bar a que lo cuide, Shun debe ser amante de ese tipo y este debe ser muy celoso
- El me dijo que no era su novio
- Yo no dije novio, dije amante, además yo no entiendo cuál es tu problema, no me digas que estás enamorado de ese bailarín?, como puedes amar a quien no has visto en años?, yo creo que estás nostálgico y algo decepcionado
- Ya no quiero hablar mas de esto, me estresa, me voy a caminar, quieres venir?
- No… ve tu solo que te hace falta, necesitas pensar y despejarte un poco, date cuenta que el ya no es el mismo niño que te dio su virginidad y tu no sabes lo que pasó con el, no te estreses por lo que viste, tu no eres nada en su vida y no tienes ningún derecho de reclamarle nada pero si en verdad te interesa dale el chance de explicarse, que te cuente con sus propias palabras las razones que lo llevan a hacer lo que hace, no te cierres amigo, no dejes que tu herido orgullo haga que dejes pasar tu oportunidad otra vez, después te puedes arrepentir, además como te dije, el no es nada tuyo por lo tanto es el libre de tener sexo donde quiera y con quien quiera, es mas… te voy la mitad de mi sueldo a que lo ha hecho en la mesa de billar que está en el bar, eso no es importante Milo, prioriza las cosas amigo y no te dejes llevar por las apariencias, no es lo que siempre me dices a mi?
Milo miró a Aioria y respiró un poco mas tranquilo, su amigo tenía razón, ya buscaría la manera de acercarse nuevamente a Shun y el joven salió de su oficina pero no quería irse a la calle a caminar o conducir así que fue por la planta a ver como funcionaban las grandes maquinarias, esto extrañamente lo calmaba, cuando era niño le gustaba recorrer las empresas con su padre, claro esto fue antes que su madre muriera y todo se haya ido al diablo, el peliazul recorrió la fábrica de chocolates y luego fue por la planta de producción de los alimentos enlatados, el heredero estaba recorriendo la planta cuando oyó que alguien llamaba su nombre, se volteó y no podía creer lo que veían sus ojos
- Camus… no lo puedo creer, qué haces aquí? – dijo Milo sonriendo a su antiguo amigo del colegio que caminaba con paso presuroso a su encuentro y lo abrazó con fuerza levantándolo del suelo
- Milo… hace cuantos años… cielos – el obrero sonreía
- Trabajas aquí?, que pequeño es el mundo – dijo Milo con una sonrisa
- Tú que haces aquí? – preguntó extrañado Camus
- Solo caminaba, recorría la fábrica
- Ajá – Camus arqueó una ceja
- También estoy trabajando aquí Camus, bueno no en esta planta, en la fábrica de chocolates – explicó Milo
- A que bien, oye a que hora sales?, quieres ir por un trago? – propuso el obrero con una sonrisa
- Claro que si, yo puedo salir a cualquier hora, cuando sales tu?
- En media hora – dijo Camus mirando su reloj
- Te paso a buscar entonces
Casi una hora después los antiguos amigos estaban camino al bar mas cercano, ordenaron un par de vodkas y conversaban tranquilamente de todo un poco, principalmente del antiguo grupo, de los amigos del colegio, Camus había trabajado en la fábrica de enlatados por casi tres años, Minos se había mudado de ciudad hace dos años mas o menos y sorprendentemente estaba dedicado a la agricultura, los gemelos Syd y Bud tenían un taller mecánico bastante grande en Tokio e Ikky estaba en la cárcel, al escuchar estas noticias Milo casi se atora con su trago
- Haber barájamela mas despacio Camus, cómo que Ikky está en la cárcel, cuándo pasó eso? – Milo no salía de su sorpresa
- Se metió en negocios con DM
- DM?
- Death Mask, tu lo recuerdas… un tipo rudo que controla toda la parte oeste de la ciudad que siempre anda con un tipo de cabello celeste y un rubio, alto y musculoso, esos tipos dan miedo…
- Ohh, el que tenía un carro con una calavera en el capó?
- Ese mismo, bueno… Ikky y Saga, Saga es un tipo un poco mayor que ahora tiene un bar – explicó Camus
- Si, ese si se quien es, pero continúa
- Bueno, no se bien cual fue el rollo pero la policía estaba al tanto del golpe y apresaron a Ikky con las manos en la masa por decirlo de alguna manera, Saga y los otros dos Afrodita y Radamantys pudieron escapar y por mas que le ofrecieron todo a Ikky el no delató a nadie y fue preso, le dieron 10 años, pero con todo y eso DM le cobró todo lo que gastaron en el golpe, compró algunas de sus deudas para presionar a Ikky que le entregara a su hermano, tu te acuerdas de Shun?
- Si, lo recuerdo, espera espera espera, DM quería a Shun?
- Siempre le tuvo ganas y ahora iba a aprovechar la situación, pero Saga con su hermano Kanon vendieron todo lo que tuvieron, se endeudaron y no se que mas hicieron pero pagaron todo para que DM les devuelva a Shun y al otro no le quedó mas remedio que aceptar
- Que les devuelva?, ya se lo había llevado?
- Si, pero Saga y Kanon lo recuperaron, todo esto pasó hace casi cinco años, el pequeño Shun aún estaba en el colegio y sin tener a nadie y sin mas que hacer el hermano de Ikky se fue a vivir con los gemelos, al poco tiempo ellos abrieron un bar, Shun les ayudaba haciendo las cuentas y a levantarlo, la hacía de camarero, de DJ, de posillero, tu nómbralo y el lo hacía, todo marchaba bien, al bar le iba mas o menos hasta que a Saga se lo rentaron para una despedida de soltero y trajeron una stripper, esa noche las ventas se triplicaron en la barra y Saga lo empezó a hacer como cosa suya un día a la semana, luego fueron dos, cuando Shun acabó el colegio lo puso a bailar y ahora es la estrella del show
- No lo puedo creer, Ikky era tan sobreprotector con su hermano, el sabe que baila en el bar de Saga?
- Si, si lo sabe, Shun con su trabajo ha ido pagando las deudas de Ikky, por eso lo hace, gana buen dinero y como vive con Saga pues… tu sabes
- Así que eso fue lo que pasó, Ikky está preso… - eso lo explica pensó el peliazul
- Si, la última vez que lo vi estaba muy desanimado, Shun no había ido a visitarlo hace casi un mes, Ikky se siente culpable de lo que su hermano ha tenido que hacer para ayudarle, solo espera salir pronto para llevárselo de ese lugar
- Le faltan cinco años?
- Si, pero estaba en trámites para salir en libertad bajo palabra pero no se como le fue, si se lo concedieron o no
- Wow, Camus… que me cuentas…, pero aclárame algo, Shun está pagando sus deudas me dijiste, cuánto debe Ikky y a quien?
- La cantidad no se, solo sabía que era mucho dinero y se lo debe a Saga
- A Saga?
- Si, Saga le pagó a Death Mask y Shun se lo paga a Saga
- Ok., ese tipo me caía mal, ahora me cae peor, Camus… hazme un favor
- Qué??
- Averigua cuánto debe Ikky y dímelo por favor
- Vas a pagar su deuda tu?
- No lo sé, pero quiero saber cuánto debe, por favor amigo, ayúdame con eso
- Veré que puedo hacer
- Gracias Camus… y otra cosa, le puedes dar un recado a Shun?...
***
Shun volvió al bar temprano en la tarde estaba un poco triste porque Milo no acudió a la cita por lo que para distraerse estaba ayudando a Kanon a acomodar y organizar el refrigerador que tenía las frutas y cosas para los cocteles, el peliverde estaba chequeando las fechas de caducidad de las cosas y ordenando un poco todo tras la barra, Kanon tenía muchas virtudes pero la organización no era una de ellas, Saga bajó y sonrió al ver al muchacho arrodillado concentrado en su arreglo
- Me pasas una cereza? – dijo Saga recostándose un poco en la barra y sonriéndole a su amante que se volteó y sonrió también
- No deberías comer tantos dulces, no es bueno para tu salud
- Te preocupas por mi?, que lindo Shun
El peliverde le alcanzó el frasco de cerezas, Saga lo tomó y lo puso a un lado con rapidez para tomar la mano de Shun y jalarlo para besarlo, en eso estaban cuando uno de los nuevos bailarines entró en el bar y el sonido de la puerta hizo que los amantes se separaran y rompieran el beso
- Mu… llegas temprano – dijo Saga chequeando su reloj
- Quería estar listo – contestó el pelilila un poco avergonzado
- Ven pasa y siéntate, quieres algo de tomar?
- No gracias
- Vamos pide con confianza, aquí estamos entre amigos
- Una coca – cola? – dijo el pelilla con algo de vergüenza aún y una sonrisa muy dulce
Shun sonrió de vuelta y se la pasó, en ese momento Kanon se asomó por la puerta y llamó a Saga que dejó a los dos jóvenes juntos
- Hace cuanto trabajas aquí? – preguntó Mu con interés
- Uy… hace cinco años mas o menos
- Cinco años?
- Si, pero no siempre fui bailarín, yo llevo las cuentas, hago el inventario, era mesero un tiempo, de todo un poco
- Y eres la pareja del dueño
- De uno de los dueños, Kanon y Saga son dueños del bar en partes iguales, Kanon lleva la barra y Saga lo administra todo, pero Saga no es mi… es complicado, tu dónde trabajabas antes?, bailas muy bien…
Los muchachos estaban hablando y los otros chicos empezaron a llegar, Shun los miraba detrás de la barra mientras repasaban ayudados por Seiya, Saga y Kanon también estaban en la barra hablando de todo y nada cuando la puerta del bar se abrió y un hombre joven peliazul que vestía un overol entró y saludó a todos amablemente
- Camus… vaya que sorpresa – dijo Saga sonriendo al visitante
- Hola a todos, wow… carne fresca – dijo el joven visitante mirando el escenario y acercándose hasta los gemelos y Shun que estaban en la barra
- Qué haces aquí, no abrimos hasta las 8 – dijo Saga abrazando a su amigo al que en verdad no habían visto en algún tiempo
- Estaba por aquí y quería saber si habían visto a Ikky, no he sabido nada de él últimamente
- Yo fui a verlo el domingo, mi nissan está bien, sabes le concedieron lo de la libertad bajo palabra y saldrá en un par de meses
- Eso es fantástico Shun
Los más jóvenes seguían conversando de Ikky, Saga se fue al segundo piso para traer no se que cosa y Kanon bajó a la bodega después de un tiempo
- Shun te tengo un recado – dijo Camus apenas se quedaron solos
- Recado?, de quién o que? – preguntó intrigado el bailarín
- Me encontré con Milo hoy y estuvimos conversando, me dijo que habían quedado de verse pero el no pudo ir, me dijo también que por favor lo llames, que siente mucho no haber ido y que si no llamas el va a venir a gritar desde la calle hasta que salieras, dijo que iba a hacer una pancarta y todo
- Qué está loco o qué?
- Claro que está loco, así que llámalo para evitar escándalos o que Saga lo muela a golpes o lo mate
- Cielos…
- Dale llámalo, se muere por verte
- Bueno estamos a la misma distancia si quiere verme puede venir a buscarme o llamarme el a mi, si es lo suficientemente estúpido de armarme escándalo aquí y Saga lo mata pues es su problema, yo ya no lo voy a llamar mas después de la forma tan grosera que me plantó hoy y puedes ir a decírselo si quieres
- Uy que genio
La noche pasó sin mas novedades, Camus llamó a Milo a contarle lo que dijo el peliverde y el joven peliazul casi a las cuatro de la mañana marcó el teléfono de Shun que sonó y sonó pero el joven bailarín no contestó
Shun dormía tranquilamente en su habitación, Saga estaba parado al lado de su mesa de noche y sostenía el teléfono del joven que vibraba sin sonido en sus manos y con furia veía el número que aparecía en la pantalla, ese era sin duda el niño rico que estaba rondando al peliverde, el mayor contuvo el impulso de lanzar el teléfono a la pared cuando el aparato dejó de vibrar, Saga puso el teléfono en el velador, se desnudó y se metió en la cama, movió al joven que se volteó y sin despertarse abrazó al mayor y se acurrucó en su pecho abrazándolo, Saga lo acariciaba y pensaba la mejor forma de alejar a ese idiota del peliverde y luego de un rato sonrió
A la mañana siguiente mas o menos a las 10 Shun despertó y se sorprendió de encontrar a Saga a su lado que aún dormía, por lo regular el dueño del bar se quedaba con el solo cuando hacían el amor, cuando no se iba a su cuarto, Shun se incorporó en la cama para levantarse pero Saga lo abrazó haciendo que se acueste otra vez y lo pegó a su cuerpo
- No te vayas, es temprano – dijo Saga con voz ronca mientras lo abrazaba y lo volvía a tapar con las cobijas
- No es temprano, a las 11:00 va a llegar el repartidor de licor y le ofrecí a Kanon que lo iba a ayudar con eso
- Qué hora es? – dijo Saga aún sin abrir los ojos y sin soltar al peliverde al que estaba abrazando y sujetando para que no se vaya
- Las 10:00
- Tenemos 1 hora mi ángel, ven abrásame – dijo el mayor acomodando al joven para que lo abrazara mientras estaban acostados de lado
- Hoy amaneciste todo cariñosito, que tienes eh? – dijo Shun un tanto sorprendido pero sonreía al ver así a Saga
- Crisis de la mediana edad, pero acaríciame, hazte presente…
Shun solo sonrió y empezó a acariciar suavemente la espalda del mayor mientras se acurrucaba en su pecho y lo besaba suavemente
- A eso es a lo que me refería – susurró el peliazul abrazando al joven también, estuvieron largo rato solo así, abrazados y acariciándose suavemente, esto era nuevo pensaba el mas joven, Saga era todo apasionado pero así dulce y cariñoso rara vez se mostraba, el mayor estrechó mas a Shun a su pecho y lo levantó un poco para poder besar su cuello, bajó su mano que estaba en la espalda del muchacho y empezó a acariciar sus caderas, su trasero, bajó un poco mas y tomó su pierna desde la parte de atrás de la rodilla y la flexionó haciendo que la ubique sobre sus caderas, el mayor pegó un poco mas sus cuerpos y giró quedando sobre el joven entre sus piernas y coló sus manos dentro de su camiseta acariciando su pecho
- Saga… Kanon se va a enojar conmigo…
- Yo lo tranquilizo… no te niegues… te deseo… quiero amarte… poseerte… entregarme a ti… hacerte mío… que tu me hayas tuyo…
- Saga… mmmmm…
- Así me gusta… acaríciame… bésame…
Saga hizo que el joven rodee su cuerpo con las piernas y buscó sus labios para besarlos con pasión, entre besos se fueron desnudando lentamente, Shun se dejaba hacer disfrutando el gentil roce de las manos de Saga en sus cuerpo, hoy por algún motivo desconocido estaba siendo mas delicado y dulce con el lo que le provocó un hormigueo delicioso en su piel, Saga bajó sus manos y empezó a acariciar el miembro del mas joven que gemía suavemente y abrazaba a Saga correspondiendo a sus besos y caricias mientras el mayor lo acababa de desvestir y lo fue besando por su pecho lamiendo y chupando sus pezones lo que hizo que el mas joven se arqueara en la cama, luego tomó con su boca el erguido miembro del muchacho que enredaba sus dedos en la azulada cabellera y gemía con un poco mas de voz mientras se movía sensualmente en la cama, Saga lo masajeaba y lo chupaba con destreza haciendo que se le nuble el pensamiento y con un hondo gemido el peliverde llegó al clímax y se derramó en la boca del peliazul que sin darle chance a nada lo empezó a preparar para recibirlo
El joven se quejaba un poco del dolor al sentir como se movían los ensalivados dedos del mayor en su intimidad, cuando lo sintió listo flexionó sus piernas y con lentitud lo empezó a penetrar, Shun se aferraba al mayor, mordía su hombro y arañaba su espalda tratando de relajarse, Saga lo volteó haciendo que el menor quede sentado en sus caderas y el estaba recostado sobre su espalda con sus manos en la cintura del menor lo ayudaba a subir y bajar al inicio luego Shun cogió ritmo y lo cabalgaba con entrega, ambos gemían y jadeaban, cerca del final Saga se incorporó buscando los labios del peliverde y se besaban con pasión, el chico echaba su cabeza para atrás cuando el mayor lo comenzó a masturbar y besaba ávido su cuello, ambos alcanzaron el momento cumbre del placer casi al mismo tiempo y sin mas el mayor se descargó en el interior del mas joven y este entre ambos, luego cayeron rendidos en la cama exhaustos y sudorosos pero completamente satisfechos, Saga luego de recuperar el aliento giró a Shun para poder abrazarlo mejor y jugaba con sus verdes cabellos mientras lo estrechaba contra su pecho
- Me encanta hacerte el amor, eres tan deliciosamente estrecho, me haces ver luces ángel mío cuando me aprietas de la manera en que lo haces, eres magnífico la verdad sea dicha
- Yo soy lo que haz hecho de mi, no lo olvides
- Ohhh, eres mi orgullo entonces
- Oh cielos¡¡¡¡, Kanon va a matarme – dijo el peliverde mirando la hora y levantándose rápidamente de la cama, el joven buscaba su ropa y se vestía apurado mientras Saga se acomodó mejor en la cama y le lanzó una almohada juguetonamente
- Oye, no me ayudas – se quejó Shun con una sonrisa al volver a lanzar la almohada a Saga que la atrapó sin problemas y la puso tras su cabeza
- Haber dime… qué es mas importante, hacer el amor conmigo o ir a ayudar a Kanon que se basta y sobra solo?, yo esto no lo puedo hacer sin ti
- Saga… no se vale, eso ni se pregunta es solo que le ofrecí a tu hermano ayudarlo, es todo – el joven se encogió de hombros
- Yo quería pasar la mañana en la cama, hemos trabajado mucho últimamente, después quería ir a almorzar fuera o algo de eso
- En serio?
- Si, por qué te sorprendes tanto?
- No, por nada, pero es que…
- Ya vete – dijo el mayor con fastidio
Shun se dio la vuelta y se paró en frío al abrir la puerta porque vio una nota pegada en ella, la leyó y se puso mas rojo que un tomate
- Qué? – preguntó Saga intrigado incorporándose en la cama
- Kanon dice que puede hacer solo lo de la recepción del pedido, que no me preocupe y… que lo disfrute…, que vergüenza por Dios, nos vio Saga, seguramente vino a buscarme y nos vio…
- Y qué tiene que nos haya visto?, créeme no es la primera vez que lo hace, ni será la última – dijo tranquilamente el dueño del bar recostándose mas cómodamente en la cama una vez mas
- Qué?? – ahora Shun se puso pálido
- No no no no, Kanon no es ningún pervertido ni mucho menos, es solo que el tiene las llaves de aquí y siempre entra en el departamento sin llamar, por lo que es lógico pensar que en mas de una ocasión haya entrado y nos ha visto, además me lo ha comentado, también lo hemos hecho en mi oficina mientras el está tras la barra y desde ahí puede vernos sin problema, tu lo sabes…
- Si… lo se, pero… nunca había caído en cuenta
- Es que cuando hacemos el amor tu te concentras de tal manera que es adorable en verdad, nada te distrae, cierras los ojos con fuerza y todo a tu alrededor es como si desapareciera, excepto yo claro, es mas el otro día cuando lo hicimos en la oficina Kanon hasta la puerta nos abrió y tu ni lo viste, sabes… me excita cuando te pones así, cuando no tomas en cuenta nada y te entregas a mi
- Ay Saga que vergüenza
- Que vergüenza ni vergüenza, yo creo que lo mejor es que hagas caso a mi hermano y disfrútalo, así que ven y disfrútame un rato mas
El joven caminó hacia la cama y Saga lo desvistió nuevamente, lo acostó a su lado abrazándolo y acariciándolo con suavidad, estuvieron así un largo rato, Shun no lo iba a negar, este cambio de eventos le agradaba mucho, Saga era bastante parco, el creía en lo de no demostrar los sentimientos porque al dejar ver a las otras personas tus vulnerabilidades tienen a donde atacarte, pero ahora se mostraba cariñoso y dulce con el, Shun tenía la impresión de que un tiempo para acá el mayor no solo era deseo lo que sentía por él, que no era solo sexo.
- Qué se te ha metido últimamente? – susurró el bailarín acariciando el fuerte pecho de Saga que solo se río bajito y susurró de vuelta
- Tu…