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NI LA SOMBRA DE LO QUE FUIMOS por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo la actualización, aquí Shun por primera vez en mucho tiempo se siente libre

Capítulo 8.- Un nuevo amanecer

 

Shun pasó el día en el cuarto con Milo, en verdad que la estaba haciendo de enfermero pero lo hacía con gusto, mas tarde volvió Aioria y traía montón de paquetes, luego de saludarlos empezó a abrir las fundas y paquetes y todos eran de ropa

 

- Bueno espero tener buen ojo, no te pregunté la talla pero creo que te quedarán bien pero pruébate esto y así podremos comprar mas – dijo el rubio dándole una camiseta a Shun que la tomó y lo miraba sin entender

 

- Shura me dijo que no tenías ropa, estás puesto lo que traías ayer, también traje otras cosas, tu sabes… desodorante, cepillo de dientes y eso, espero no haber pasado nada por alto

 

- Cielos, no tenías que molestarte, yo…

 

- No es molestia, queremos que estés cómodo aquí, es todo, además no te quedaría ni la ropa de Milo ni la mía, ni la de Shura pensándolo bien – sonrió dulcemente el rubio y Shun sonrió también

 

- No tenías que hacer esto – dijo Shun algo incómodo

 

- Es un placer, bueno bajen a cenar, Emilia preparó tu favorito – Aioria apretó el pie de Milo para llamar su atención porque el peliazul estaba mirando a Shun en franca concentración

 

- Es lo menos que pueden hacer, estoy herido de gravedad – dijo Milo al volver a la realidad

 

- Si si ya ya, bajen no? - Aioria salió de la habitación y Shun suspiró

 

- Qué pasa? – Preguntó intrigado Milo y se acercó al joven lentamente, lo volteó y vio que lloraba suavemente – Oh, no te pongas triste, solo tratamos de que te sientas bien

 

- No estoy triste, nadie nunca me había ayudado así, todos son muy amables conmigo, yo… no tengo con que pagarte

 

- Eso es bueno porque no quiero que me pagues de ninguna manera, aunque podrías trabajar en alguna de las empresas de mi padre no?

 

- En serio?

 

- Claro, yo se que así te lo propusiera tu no te quedarías aquí, entonces para que puedas rentar un departamento necesitas un trabajo, es simple

 

- Harías eso por mi?

 

- Claro tonto, somos amigos no?, a falta de Ikky aquí estoy yo para ti

 

 

 

Shun pasó tres días en la mansión de Shion y al fin de la semana se instaló en el departamento de Milo, el lugar donde hicieron la fiesta aquella vez, Shun iba a vivir solo por primera vez en su vida, Aioria y Milo le habían comprado montón de ropa y otras cosas que ellos decían eran esenciales y el Lunes próximo iba a empezar a trabajar en la juguetería de los almacenes, era el único lugar que tenía flexibilidad de horario que necesitaba para seguir asistiendo a la Universidad

 

 

 

En los días que siguieron Shun veía a Milo bastante seguido aunque el peliazul se tomaba las cosas en calma, Aioria salía con ellos a comer o a pasear por lo que el peliverde se sentía un tanto cómodo con los muchachos, Shura reservaba sus distancias pero cuando veía a Shun era siempre muy amable con el, a Shun le agradaba mucho Aioria tenía el carácter parecido al de Milo, ambos eran despreocupados, frescos y muy divertidos, Shura en cambio era un poco desconfiado, prudente y racional, a criterio del joven se complementaban bien ese trío de amigos, a veces se les unía un rubio que también trabajaba en las empresas pero el era principalmente amigo de Shura.

 

 

 

Un sábado en la mañana Shun estaba en su departamento y tocaron el timbre, era Milo que pasaba a buscarlo para que lo acompañe a ver no se que cosa que necesitaba su padre y que le había encargado comprar, el joven estaba todavía en pijama pero entró a la ducha rápidamente y se estaba alistando para salir cuando el timbre volvió a sonar, Shun le dijo a Milo que abriera la puerta y al hacerlo casi se cae de la impresión, al otro lado de la puerta estaba el peliazul dueño del bar con expresión serena, Milo se tensó al verlo

 

- Qué haces aquí??, te advierto que ahora estoy listo para responder – dijo Milo poniéndose en guardia, el peliazul solo sonrió y se cruzó de brazos

 

- SHUN¡¡¡¡ - gritó el mayor sin mover un músculo

 

El joven peliverde salió ya vestido pero con los cabellos mojados y se paró en seco, su corazón se detuvo y se puso pálido

 

- Hola pequeño – dijo el mayor suavemente dio un paso adelante y extendió sus brazos, Shun lo miró, se acercó a el y lo abrazó con fuerza, Milo los miraba y no lo entendía

 

- Estás bien? – dijo el peliazul besando con ternura los verdes cabellos del joven

 

- Cómo supiste que estaría aquí?

 

- Le pregunté a Marin la dirección, ayer vine y te vi entrar, hoy te traje tus cosas – el mayor salió del departamento y trajo algunas fundas llenas de ropa y otras cosas

 

- Pensé que Saga lo hubiera botado todo

 

- Esa era su intención, me las dio a mi para que lo hiciera pero me pareció mejor devolvérselas a su dueño

 

Milo se aclaró la garganta, Shun lo miró y se puso un poco rojo

 

- Lo siento, Milo ya conoces a Kanon, Kanon este es Milo

 

- Si, ya lo conocía - dijo Milo y Kanon solo sonrió

 

- Bueno ya me voy, no quiero interrumpir – dijo el mayor y caminó hasta la puerta

 

- No te vayas, ven cuéntame cómo están todos?, que ha pasado? – dijo el peliverde tomando la mano del mayor y jalándolo al sillón, Milo se fue discretamente al interior del departamento, Kanon lo seguía con la mirada pero se concentró en el joven que estaba a su lado

 

- Todo básicamente está igual, Saga anda de un humor de perros pero era de esperarse, tu lo conoces, ya se calmará eventualmente, ahora cuéntame tu, qué demonios pasó Shun?, qué rayos estabas haciendo para que mi hermano se pusiera como se puso?

 

- Yo no estaba haciendo nada, estaba en la Universidad charlando con Milo y Saga llegó como un vendaval y lo golpeó hasta dejarlo inconsciente, luego me subió al carro y llegamos al bar…, tu viste el resto

 

- Pero ahora tu estás aquí – el tono de voz del cantinero no era de reproche pero tampoco era comprensivo

 

- Y a dónde se supone debería haber ido?, debía haberme quedado para que Saga me golpee como hizo con Milo?, el quiere que le ruegue me de asilo?, no Kanon, ya no mas, además que mas podía hacer?, yo no tengo a nadie Kanon, fui a ver a Milo al hospital cuando me enteré que allá lo mandó Saga y cuando lo dieron de alta me llevó a la casa de su padre, luego de unos días me mudé aquí, ahora estoy trabajando en la juguetería de los almacenes del papá de Milo y sigo en la Universidad, no he hecho nada malo como para que Saga me haya tratado como lo hizo – contestó Shun bastante molesto

 

- Te mudaste con el niño rico, Saga todavía no lo sabe, cuando se entere en verdad le va a dar un infarto

 

- No me he mudado con nadie, el no vive aquí, yo vivo solo

 

- Ah si?, y qué hace aquí ahora?

 

- Milo es mi amigo Kanon, solamente me vino a buscar porque quedamos en ir a comprar algo que necesita su padre, yo no estaba listo y el estaba esperándome

 

- Así que no te estás acostando con el?

 

- Eso no es de tu incumbencia pero para que estés tranquilo y se lo vayas a decir al imbécil de tu hermano, no, no me he acostado con el ni pienso hacerlo, te repito que Milo es mi amigo, nada mas

 

- Está bien… no te enojes

 

- Tengo razones para enojarme, me han juzgado sin siquiera preguntarme, tu me conoces, yo nunca haría lo que Saga piensa que he hecho

 

- Dale tiempo, deja que se tranquilice

 

- Por mi puede irse a la…

 

- Yo creo que tu también tienes que tranquilizarte, bueno… ahora si me voy, me alegra verte bien, ah antes de que me olvide también te traje esto – el mayor le dio un cheque al joven, no era mucho dinero pero era algo

 

- Y esto?

 

- Es tu liquidación

 

- No quiero tu dinero

 

- Tómalo, es tuyo, es tu trabajo al fin de cuentas no? - Shun tomó el cheque y lo guardó

 

- Hazme un favor, dile a Saga que… sabes que no le digas nada

 

- Tu conoces a mi hermano y el carácter que tiene, todo lo que dijo fue porque estaba ciego de los celos y la ira, el se está muriendo poco a poco sin ti, yo creo que no se había dado cuenta de lo que siente por ti hasta que tu te fuiste

 

- Eso debió pensarlo antes

 

- Todos cometemos errores, solo no seas tan duro con el

 

- Tu estás aquí disculpándote por el, y el, donde está?

 

- Refunfuñando por ahí, ahora si ya me voy, cuídate mucho pequeño

 

- Tu también

 

 

 

Kanon y Shun se abrazaron nuevamente y el mayor se fue, Milo salió a la sala y encontró al peliverde sentado en el sillón que estaba sacando las cosas de las fundas y sonreía

 

- Esto es genial, yo pensé que Saga iba a botar todo, yo se que es tonto pero son mis cosas, mis cuadernos, mi ropa, mis zapatos, mis discos, mis fotos…

 

- No pensé que era el cantinero, creí que era el otro – dijo Milo sirviéndose un vaso con agua

 

- La mayoría de personas no los puede distinguir pero yo si

 

- Son idénticos ese par

 

- No, no lo son, sus expresiones son totalmente diferentes, Kanon es sumamente gentil Saga es arisco, Kanon es todo tranquilo Saga es explosivo, su manera de vestir, su manera de hablar, hasta la manera como se paran son distintas, ellos son muy diferentes la verdad

 

- Y cómo fuiste tu a caer con el Psicópata?

 

- Saga no es psicópata, es posesivo, terco y absolutamente irascible, cuando se pone así no entiende razones, ya luego se calma y piensa lo que hizo o dijo, Kanon es el que usualmente arregla los desastres que el otro ocasiona

 

- Como hoy?

 

- Si, como hoy

 

- Volverás con el?

 

- Lo vez por aquí disculpándose y jurándome amor eterno?, no verdad…, Saga es muy orgulloso pero tiene buen corazón, ha hecho mucho por mi, le voy a agradecer toda la vida pero no es mi dueño ni mucho menos, no… no voy a volver con el

 

- Mejor ya vámonos, después hace mucho sol

 

 

 

En las siguientes semanas Shun se acostumbró a su nueva vida, por primera vez era en verdad libre, libre con su tiempo, con su dinero, nadie lo presionaba y estaba en paz, Milo lo buscaba frecuentemente para salir o para ir a comer siempre iban con Aioria o Shura que en este tiempo se había suavizado con el, una noche habían salido los cuatro chicos a comer y estaban dando vueltas por el centro de Tokio y se les ocurrió ir a un bar, fueron a tomarse unos tragos y a bailar, Milo sacó a bailar a Shun y estaban en la pista de baile, el peliazul lo había visto bailar pero ahora el peliverde se movía de manera diferente, tenía buen ritmo pero no había ni asomo de los movimientos sumamente sensuales que hacía cuando estaba haciendo su número y esto complació sobremanera al peliazul, hubo un cambio de ritmo y pusieron una canción lenta por lo que Milo tomó al joven de la cintura y lo pegó a su cuerpo, Shun puso sus manos en el pecho del mayor y bailaban suavemente en su espacio, Milo con su mano levantó el mentón del mas joven y lo miró a los ojos y sonrió, lentamente se acercó a el y lo besó con ternura, Shun correspondió el beso y rodeó el cuello del otro con sus brazos, fue un beso bastante dulce, cuando se separaron sonreían y se abrazaron, esa noche al dejar a Shun en su departamento Milo lo volvió a besar en la puerta antes que el peliverde entrara, Milo volvió al carro sonriendo como un idiota, a Aioria le parecía sumamente divertido pero Shura se mostraba algo preocupado

 

- No seas aguafiestas Shura, no ves que Milito está en las nubes – dijo Aioria divertido

 

- A mi no me preocupa Milo, me preocupa ese pobre muchacho

 

- Te preocupas por Shun??, pero Shura, yo no le quiero hacer daño, a mi me gusta mucho, es mas yo creo que me enamoré de el otra vez – dijo Milo con una expresión soñadora en su rostro

 

- Yo no digo que no, y todo eso está muy bien, pero tu haces las cosas sin medir las consecuencias Milo

 

- A qué te refieres?

 

- A tu padre, por favor no creas que yo tengo algo en contra de Shun porque no es así, pero tu padre es muy cerrado, tu lo conoces, no te has puesto a pensar en lo que dirá Shion cuando se entere de donde lo sacaste?

 

- Mi padre no tiene nada que decir al respecto

 

- Yo solo te lo advierto, a mi me daría mucha pena verlo lastimado, me cae bien Shun, es todo

 

 

 

En los días que siguieron Shun empezó a salir oficialmente con Milo, el peliazul lo llevaba a todas partes y siempre era tan cariñosito que eso desubicó un poco al peliverde, lo llamaba todo el tiempo y lo iba a buscar para salir, ahora iban ellos dos solos, y siempre la pasaban bien, a Shun le agradaba mucho que Milo lo llevara de la mano orgulloso y lo presentara a todo el mundo como su novio, también le agradaba el hecho de que hasta ahora no haya intentado llevarlo a la cama, se estaban tomando las cosas con calma, conociéndose nuevamente hasta cierto punto, se sentían cómodos juntos y se bromeaban mucho, Milo hacía reír a Shun y se llevaban bastante bien, Milo sacaba a relucir el lado inocente de Shun, esa parte que lo hacía tan único y especial, y al fin logró que el peliverde confiara en el de nuevo

 

 

 

Una noche Shun estaba en la Universidad y estaba haciendo un trabajo con sus compañeros y se le hizo tarde, había quedado de encontrarse con Milo en el cine pero no se dio cuenta de la hora hasta que vio a su peliazul novio llegar con expresión serena

 

- Cielos Milo… - el peliverde se asustó un poco

 

- Como no llegaste y no contestas tu celular supuse que seguirías aquí – dijo Milo tranquilamente acercándose y depositando un suave beso en sus labios y saludando al resto de chicos con una sonrisa

 

- Lo siento, el trabajo está tenaz y me debo haber quedado sin batería

 

- No importa, dime ya acaban o todavía te falta mucho?

 

- No, solo nos falta dar los últimos toques

 

- Te espero entonces

 

Cuando se desocuparon Milo llevó en su auto a los compañeros de Shun a sus respectivas casas y luego fueron al cine a una función mas tarde de la película que querían ver, fueron a comer algo y mientras iba en el carro Shun estaba un poco pensativo

 

- Pasa algo amor? – preguntó el peliazul acariciando el rostro del peliverde con suavidad

 

- Milo… si yo quisiera irme, qué harías?

 

- A donde quieres ir?

 

- No…, si yo ya no quisiera verte mas y acabar con todo

 

- Trataría de convencerte de que no lo hagas, ha pasado algo que deba saber y no me he dado cuenta Shun? – preguntó Milo algo preocupado

 

- No, es solo un caso hipotético

 

- Bueno amor, siguiendo tu juego e hipotéticamente hablando, bueno.. tu me conoces, me emborracharía una semana mínimo y lloraría en el hombro de Aioria hasta que se canse de mi y desaparezca

 

- Aparte de eso?

 

- A dónde quieres llegar Shun?

 

- Tu… intentarías hacerme algo a mi?

 

- Convencerte de que vuelvas?

 

- No…

 

- Botarte de la casa, quitarte el trabajo o amenazarte de alguna forma, a ti, a tu hermano, a tus vecinos y a todos tus conocidos utilizando la influencia de mi padre?

 

- Algo así…

 

- Mi amor mírame, yo se que ambos tenemos el cabello azul lo que es lo suficientemente extraño pero yo no soy Saga, no funciono de la misma manera, si yo pagué la deuda de Ikky es un asunto mío, son negocios muy particulares que tengo con tu hermano en lo que tu no tienes nada que ver, ya me arreglaré yo con el cuando sea oportuno, ahora yo si creo que Saga compró tu libertad para si mismo, si yo he ayudado en algo no ha sido como medio de presión para ti

 

- Si… lo se… es solo que…

 

- Nada mi amor, nada… lo que yo quiero es que me quieras, que tu quieras estar conmigo, que me ames y vengas a mi por tus propios pies, la verdad me heriría en el orgullo si tu estuvieras conmigo porque te tengo amenazado o algo, no me sentiría lo suficientemente sexy

 

- No te sentirías lo suficientemente sexy? – repitió el joven con una sonrisa

 

- Claro…, mira piénsalo, porqué estás conmigo?

 

- Por muchas cosas, tu eres muy divertido, me haces reír, yo puedo ser mi mismo contigo, me siento cómodo contigo, me gusta cuando estamos juntos…

 

- No te parezco sexy?

 

- Claro que si, eres el hombre mas sexy del planeta y besas como los dioses

 

- Ahh, música para mis oídos, lo que acabas de decir es lo importante, tu estás conmigo porque quieres estar conmigo no porque te presiono de alguna forma, yo nunca te dañaría así me dejaras, yo te amo Shun, cuando te dije que eras libre lo dije en serio, yo no quiero que sientas ninguna obligación conmigo

 

- Ohh Milo

 

Shun sonrió y besó a Milo suavemente en los labios, Milo correspondió el beso y acarició su rostro, en este tiempo Shun había hecho con Milo lo que no había podido hacer con nadie los últimos cinco años, confiar…

 

 

 

Una de esas noches Milo estaba en el departamento de Shun, habían cenado tranquilamente y se habían acomodado en el sillón de la sala para ver una película, en medio de la película se empezaron a besar y a acariciar en el sillón y a medida que el tiempo pasaba las cosas empezaron a subir de tono, cuando esto pasaba generalmente Shun detenía a Milo con suavidad y el nunca se enojaba, pero esta noche fue diferente, Milo acariciaba al joven y lo besaba con pasión hasta que lo acomodó sentándolo en su regazo y empezó a aflojar la ropa de ambos, Shun se dejaba hacer y correspondía a las atenciones brindadas por su novio, Milo lo recostó en el sillón acomodándose entre sus piernas, profundizando sus besos y sus caricias, el mayor abrió botón por botón la camisa del mas joven sin dejarlo de acariciar, dejó los labios del peliverde y se dedicó a atender su cuello bajando por su torso, lamiendo y chupando sus pezones, el joven se arqueaba ligeramente y enredaba sus dedos en los cabellos de Milo que ahora safaba el botón del pantalón y bajaba el cierre, hizo un poco de presión y se lo quitó dejando al joven desnudo en el sillón

 

 

 

Milo se acabó de sacar la camisa y con sus manos empezó a estimular el miembro del mas joven que gemía y se retorcía en el sillón, Milo sonreía y lo seguía besando hasta que llegó a la erguida hombría del menor y la tomó con su boca, el joven se movía y gemía con soltura mientras el mayor lo atendía consiguiendo que llegue al orgasmo en poco tiempo, luego Shun pagó el favor recostando a Milo ubicándose entre sus piernas luego de desnudarlo y sin dejar de besar y acariciar su torso lo empezó a masturbar para luego tomar su miembro con la boca, Milo gemía, Shun se la chupaba como nunca nadie lo había hecho, se sentía divino en verdad, el joven era por demás hábil por lo que se vendría pronto, entonces tomó al joven e hizo que se sentara en sus caderas, Shun buscó la invasión sentándose lentamente en el endurecido miembro del mayor, cuando estuvo dentro totalmente Shun buscó los labios de Milo y lo besó con pasión antes de empezar a moverse, cuando lo hizo fue con entrega, Milo estaba fascinado con todo esto, Shun era una visión, el peliazul lo sostenía del trasero ayudándolo a subir y bajar, Shun echaba su cabeza hacia atrás lo que el otro aprovechaba para besar su cuello

 

- Abre los ojos… mírame… Shun… siénteme

 

 

 

El joven tenía los ojos cerrados pero ante esta petición los abrió concentrándose en el rostro de su novio lo que al otro le complació enormemente y entre jadeos y gemidos ambos llegaron a la cumbre del placer Milo se aferró al joven mientras depositaba su semilla en su interior y el joven ensuciaba sus vientres con la suya, luego se recostaron en el sillón y se abrazaban y acariciaban mientras sus respiraciones aún eran agitadas

 

- Eso fue fantástico Shun, fantástico – dijo Milo cuando recuperó el aliento

 

- Si lo fue

 

Shun se sentía muy cómodo y seguro entre los brazos de Milo, nunca nadie lo había hecho sentir así, tal vez el mismo Milo en el pasado donde todo era tan diferente, por mucho tiempo Shun se sintió en deuda con Saga e hizo lo que se esperaba de el, pero ahora ya no era así, Milo le hacía sentir importante, que era especial, que valía la pena, que no era solo un bailarín de bar de mala muerte, Milo le había traído alegría a su vida, lo amaba y había cumplido con todos sus sueños sin pedirle nada a cambio, Shun sonreía y acariciaba el pecho de su novio que lo sostenía y acariciaba su espalda

 

- Ven, vamos a la habitación – Milo se puso de pie y tendió su mano al joven que la tomó y se incorporó también

 

- Te quedarás conmigo esta noche? – Shun sonreía muy contento

 

- Toda la vida – respondió el mayor cargando al joven que rodeo su cuerpo con las piernas y entre besos y risas llegaron a la habitación, Milo recostó a Shun y se acomodó sobre el sin dejarlo de besar y acariciar, el joven había cerrado sus ojos rindiéndose al placer que su novio le propinaba

 

- Abre los ojos… Shun…

 

El joven lo hizo y le sonrió a su novio que lo miraba complacido y siguió con la tarea que había empezado

 

- Te gusta si te miro? – preguntó Shun acariciando la azulada cabellera

 

- Si… además tienes los ojos mas hermosos que haya visto jamás, me gusta mucho cuando me miras

 

La pareja se unió nuevamente bajo el calor de las sábanas esta vez, disfrutando este cambio en su relación y entregándose el uno al otro sin reservas, abrazados hablaban con voz baja haciendo planes y diciéndose lo mucho que significaban en la vida del otro hasta que cansados y abrazados se quedaron dormidos algún tiempo después

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado el capítulo, mañana Ikky al fin sale de la cárcel y regresa a la vida de su ototo


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