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Irrealidad por ItaDei_SasuNaru fan

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Notas del capitulo:

¡¡¡Hola, divinos lectores!!! He aquí un nuevo capítulo... Creánme que me costo subirlo, ya que apenas hay dos rr desde el último capítulo ( ¬¬' ). Sin embargo, descubrí que también amo la sensación de actualizar. A las 1:43am. Seeeeeeeeeeeee... Soy una loca...

Bueno, sólo quiero aclarar algo: perdonen a los que esperan más acción (de cualquier tipo), pero es que quiero aclarar varias cosas en mi cabeza. Y en la de nuestros protagonistas.

 

En serio sería bueno que alguien me dijera que tengo que dejar de escribir esto...

Disclaimer: Los personajes pertenecen a las CLAMP. Menos uno... 

Y perdonen las faltas de ortografía...

Capítulo 3

 

 

Estaba haciendo viento. Iban caminando por la calle, mientras la curiosa Miku atormentaba a Watanuki.

─¿Y cómo es Doumeki? ─preguntaba con sincera intriga. Watanuki se lo pensó un momento antes de responder.

─Bueno… No es fácil de describir, pero lo voy a intentar ─dijo permitiendo que una risita escapara de sus labios─. Vamos a ver, como es Doumeki… ─decía mientras se llevaba los dedos a la barbilla─. Es un glotón ante todo. Sí, todo un pozo sin fondo. Es muy serio y extremadamente callado. Casi nunca sabes lo que piensa. Es tan engreído y orgulloso… ─susurró con cólera, en lo que una venita aparecía en su frente y seguía creciendo─ Es un cabeza de melón, un insensible, es muy grosero, malagradecido, maleducado, egoísta, puede ser muy pedante y tiene una actitud de “soy-lo-mejor-y-ni-el-viento-me-despeina” y…

─¡Tranquilo! ─interrumpió de golpe la chica─. Cálmate. Creo que hablar de Doumeki-san no fue una buena idea…

─¿Por qué dices? ─preguntó el muchacho extrañado.

─Ibas subiendo el tono de voz a medida que hablabas. ¿No te diste cuenta? ─Watanuki meneó la cabeza en señal negativa─. ¿Cómo no te pudiste dar cuenta? Bueno, a eso no venía el caso. El punto es que mejor no hablemos de él si te causa tanta molestia.

─¿Molestia? ─preguntó Watanuki confuso. Ahora le tocó a la chica asentir. Dejó de mirar a la chica, y observó la calle frente a sí. <<¿Molestia?>> se preguntó a sí mismo─. Sí, me molesta ─ se respondió de inmediato, más a si mismo que a Miku.

─Entonces… ¿Por qué nos dirigimos a su casa? ─pronunció la chica temerosa de que el moreno se volviese a enojar.

─Porque, a pesar de todos sus innumerables defectos, es una buena persona ─dijo Watanuki volviendo nuevamente su vista hacia ella sin dejar de caminar─.  Es muy impulsivo cuando quiere proteger a alguien ─<<Aunque sólo me salva a mí>> pensó Kimihiro con un poco de arrogancia de la que no fue consciente─. Es muy desinteresado, es amable, es duramente sincero, aunque puede ser muy tímido. Es muy valiente y me parece que tiene un gran autocontrol porque nunca lo he visto asustado y…

─¿Y cuándo te enamoraste de él? ─inquirió la chica de sopetón.

­─¡¡¡¿Cómo?!!! ¡¡¡¿Enamorado?!!! ─<<¿Tan obvio soy?>> Carraspeó para disimular y relajar su garganta por los gritos que acababa de pegar (lo cual no sirvió en absoluto) y dijo con nerviosismo evidente─ ¿Enamorado yo? ¡Nooo! ¿De dónde sacas eso?

─No lo niegas. Bueno, no sé… ─dijo Miku con sarcasmo y se ponía las manos graciosamente en las caderas─. ¿Será por la mirada soñadora que pusiste cuando ibas enumerando sus cualidades? ¿Será por lo preocupado que estás por no haber acudido a tu “reunión” con él? ─indagaba mientras iba avanzando hacia Kimihiro, haciéndolo retroceder, a pesar de que la chica no podía hacerle nada─. Porque si fuese un amigo “normal”, podrías haberle dado una llamada explicándole que no podrías llegar o simplemente esperar al siguiente día para contarle que pasó. Pero nooooo… ─canturreó burlona Miku y señaló acusadoramente con un dedo a Watanuki, que tenía completamente roja la cara e iba aumentando─. ¡Más pareces una chica que ha dejado plantado a su novio en su primera cita, y que tiene que correr a verlo para darle una explicación a su chico, o Doumeki en este caso, para que no se moleste o por lo menos para que te perdone! ─exclamó por último dando en clavo. Watanuki había pasado del rojo al granate.

─Eres buena… ─pronunció lento una voz que se oyó desde las sombras de los árboles de un templo. Sin percatarse, ya habían llegado al templo de Doumeki y habían avanzado un poco hacia adentro. Estaban justo en medio del camino de piedra hacia las puertas de la casa del mayor. Ambos dirigieron su mirada en dirección a la voz. Acercándose a ellos lento y tranquilo, por lo menos en apariencia, se podía contemplar a la imponente figura de Doumeki Shizuka─. Y sí… quiero una excelente explicación… ─susurraba ya enfrente de Watanuki, con un entrecejo fruncido nunca antes visto y una mirada que demandaba explicaciones.

 

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─Demonios… Tal parece que deje ir a Watanuki sin servirme la cena primero… Tal vez no debí molestarlo… ─se lamentaba la bruja mientras colocaba el dorso de su mano en la frente en pose dramática.

─No señora ─dijo Maru.

─Claro que no señora ─secundó Moro.

─¡Watanuki dejo hecho esto antes de irse al instituto! ─rieron las niñas.

─¡Sólo hay que calentarlo! ─dijo Mokona hurgando en el paquete de comida.

─¡”Nice” Watanuki! ¡Sólo hay que ir a buscar el sake! ─celebró Yuuko contenta.

Más no se imaginaba por lo que estaba pasando el pobre muchacho…

 

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Miku tragó grueso. <<Pobre Kimihiro-kun…>> fue su pensamiento. El morenito estaba inmóvil frente a un irritado morocho. Estaban muy cerca, muy juntos. Los árboles de sakura seguían meciéndose con el viento, y como si éste pudiese sentir el enojo de Doumeki, mecía los arboles con fuerza y furia.

─¿Y bien? ─interrogó el mayor, con un tono prepotente, pero sin subir el nivel de su voz. Watanuki respingó ante la tonalidad empleada por su novio. Sí, admitía que se había asustado muchísimo al verlo aparecer y más estando Doumeki tan furioso, pero no iba a permitir que le hablase mal. Y su temperamento hizo aparición.

─¡No me hables en ese tono, Doumeki Shizuka! ─estalló el menor.

─Hmp… ─fue lo único que articuló el otro. Doumeki no estaba muy seguro de alegrarse de que dijese su nombre por primera vez.

─¡A mí no me hagas “Hmp”! ¡Y sí tengo una buena razón por aparecer tan tarde!

─Dímela entonces ─respondió Doumeki afilando la mirada. Miku se sentía incómoda. Estaba presenciando, aunque no lo sabía, la primera pelea de la pareja.

─Sólo para empezar... ¿Viste las noticas de hoy?

─No ─respondió el más alto lacónico, mientras se cruzaba de brazos─. Estuve atento a tu llegada y esperándote toda la tarde ─si quiso hacer sentir culpable a Watanuki… lo logró. Pero no dejó que Doumeki lo supiera, así que continuó:

─Pues, si las hubieses visto, te habrías dado cuenta del accidente que ocurrió mientras venía hacia acá.

─¿Y cómo eso te atrasó? ─seguía interrogando el morocho sin ceder un milímetro en su actitud. <<De verdad está molesto, muy molesto>> pensó Watanuki.

─¡Sólo mira a esta chica! Ella es Miku ─Doumeki dirigió sus ojos a la fantasma. Al momento de hacer esto, Miku retrocedió levitando un buen tramo. La mirada del chico era lo suficientemente intensa en ese momento como hacer retroceder a cualquiera. Doumeki la observaba sin pestañear, haciendo un minucioso escrutinio─. Ella es la víctima de ése accidente ─prosiguió Watanuki con más suavidad, captando nuevamente la atención de su novio─. No tiene idea de quién es, ni de dónde es, ni quién es su familia. Y hasta que no sepa qué es lo que le falta por hacer, no va a poder descansar en paz. Tuve que ir a la casa de Yuuko-san para que me dijera todo esto. Y sólo logré que me molestara… ─dijo haciendo un lindo mohín─. En fin, la borracha ésa me dijo que debía de ir a la morgue o a la comisaría y ya no me acuerdo que otro lugar más para tratar de averiguar sobre ella y su vida. Y… ─titubeó un poco antes de seguir. Agachó el rostro y se quedó mirando los zapatos de ambos. Prosiguió con lentitud─ esperaba contar con tu ayuda. Esperaba… que tal vez… pudieses ayudarme… ─decía el pobre muchacho entrecortadamente. Sentía que la cara le ardía de vergüenza y de ira. Nunca antes le había pedido ayuda a Doumeki, las veces que recurría a él era porque Yuuko lo obligaba a buscar al mayor. O bien porque éste se ofrecía voluntariamente. Elevó el rostro y Doumeki vio decepción y enojo  en los ojos que tanto adoraba─. Pero estás demasiado molesto como para pedirte nada, así que mejor me iré y veré cómo arreglo este asunto… ─terminó de decir con la voz temblorosa de la tristeza que lo embargaba, mientras se daba la vuelta totalmente dispuesto a marcharse, cuando percibió la mano del otro sujetando su muñeca impidiéndole seguir. Justo cuando pensaba tirar de su brazo sin más, sintió como los fuertes brazos de su amado lo apresaban y lo pegaban a su cuerpo.

─Perdóname… ─susurró Doumeki, apoyado en la curvatura de su hombro y su cuello. Watanuki lo escuchó en un murmullo tan suave, que estaba seguro que Miku no lo había oído. El menor tardó un poco en procesar que era Shizuka Doumeki el que estaba diciendo eso. Sin embargo, no iba a desaprovechar la oportunidad:

­─¿Perdonarte? ¿Por qué? ¿Por desconfiar de mí? ¿Por hablarme mal? ¿Por tu repentino mal humor y por atreverte a descargarte conmigo? ¿Por qué… Doumeki? ─dijo sin soltar el abrazo pero sin corresponderlo.

─Por todas esas cosas… ─respondió el otro sin soltarlo tampoco y apretando un tanto más fuerte─ Pero es que… ─ <<¡Maldición Shizuka! ¡Sólo dilo!>> se gritó a sí mismo el morocho─. Es que… no quiero perderte ─dijo al fin. Watanuki abrió completamente los ojos  y trató de darse la vuelta hacia el más alto para observarlo, pero era tan fuerte el abrazo que le impedía cualquier movimiento. Así que se limito a apoyar sus manos en las de su amado y notó que estaban frías y temblando por lo que comenzó a acariciarlas; invitando a su novio para seguir hablando. El morocho continuó─ Me parece que estoy en un sueño. Siento que en cualquier momento voy a despertar y siento que voy a enfrentarme nuevamente a tus insultos, a tus golpes, a tus miradas cargadas de odio, a soportar verte con Kunogi y la chica ésa… La Zashiki Warashi… ─Kimihiro notó el casi imperceptible matiz de molestia con que dijo el nombre del hada, lo cual lo hizo sonreír─. Y no quiero que te vayas… Por nada del mundo. No ahora que al fin… al fin… sé que eres mío ─dijo con dolor profundo─. Pero… si de verdad… te desagrada tanto… entonces… será mejor que… ─dijo empezando a aflojar el abrazo. Watanuki inmediatamente aprovechó la movilidad recién recuperada y se dio la vuelta lo más rápido que pudo para callar al idiota de su novio capturando su boca con la suya, con pasión y arrebato al tiempo que elevaba sus brazos y los colocaba en el cuello del otro.

Doumeki se descolocó completamente por un instante pero no más se dio cuenta de la situación, volvió a enrollar los brazos en esa cintura que tanto amaba y le correspondió sin dudar, incluso con mayor intensidad. Cuando elevó una de sus manos para acariciar el rostro del moreno, notó las lágrimas que humedecían las facciones del menor. Así que, con el dolor de su alma, se separó de Watanuki con delicadeza y volvió a pedir explicaciones con la mirada, sólo que ahora con mucha más ternura.

─Je… Me parece contradictorio que hace tan sólo unos minutos haya estado tan enojado contigo ─decía Watanuki en lo que se dejaba limpiar las lágrimas por Doumeki, sin desenroscar los brazos en el cuerpo del otro─. Creo que soy yo el que debería de pedir perdón… ─el otro enarcó ambas cejas en señal de no entender─. ¿Te preguntas por qué? Bueno, es que nunca me había percatado de lo malo que fui contigo. Soy yo el que no tengo derecho a ser parte de tu vida… ─susurraba confidencialmente mientras nuevos ríos botaban de sus ojos. A Doumeki le partía el alma verlo así. Tenía ganas de abrazarlo y comérselo a besos para hacerle saber que todo eso no importaba, pero prefirió dejarlo terminar de hablar─. Nunca me imaginé que te hacía tanto daño pero… Nunca fue por estar celoso de ti, simplemente no quería ni pensar en la idea de que te pudiese gustar Himawari-chan. No te grito porque te odio, sino porque todavía no me creo que esté completamente loco por ti. No es que te odie o te desprecie, sino que me enojaba y todavía me enoja que pongas tu vida en riesgo sólo por protegerme, exponiéndote a morir así como así. Eres capaz de darlo todo por mí y nunca te di las gracias. Te grito que eres un malagradecido cuando en realidad lo soy yo, sin poder pagártelo, sin poder hacer nada para compensártelo. Te amo tanto… No soportaría verte herido… y mucho menos perderte ─dijo finalmente quebrándosele la voz. Doumeki ya no espero ni un solo segundo más y volvió a besarlo convirtiendo el beso desesperado a romántico y erótico. Watanuki se sentía desfallecer entre sus brazos. Doumeki acariciaba cada recoveco de su boca; estremeciéndolo, haciéndolo desear más del otro. El mayor se sentía en la gloria estrechando contra sí esa fina cintura y besando esa boca, recibiendo un beso por el cual iría a morir con una sonrisa. Más tarde recordarían ese momento como uno de los más íntimos que tuvieron.

─Mío… ─susurraba posesivamente Doumeki entre beso y beso.

­­─Tuyo… ─respondía Watanuki cada vez que el otro le daba el chance.

­─Dime que eres mío… ─pedía uno anhelante.

─Siempre tuyo… ─respondía el otro sumiso.

─Todo mío…

─Todo tuyo… ─tan perdidos estaban el uno en el otro, que no se fijaron en la pobre Miku que estaba muy feliz por ambos, pero que tenía las mejillas con un lindo color plata que denotaba su vergüenza y al mismo tiempo su morbo. <<Si no me hubiera muerto por el accidente, me estaría muriendo ahorita por falta de sangre>> pensaba mientras reía mentalmente. Pero en realidad, estaba sumamente contenta por ellos, porque parecían haber derrumbado por fin un muro.

 

Notas finales:

Bueno, espero que les haya gustado... Y si no... ¡¡¡Pues se jodie...!!! Mentiras... Me gusta bromear... ( ^^? ). Pero más les vale dejar rr, a los que dejaron antes y los que no han dejado.

 

De lo contrario... no me culpen a mí despúes...

Recuerden, todo depende de los reviews.


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