Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Irrealidad por ItaDei_SasuNaru fan

[Reviews - 109]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

 

¡¡¡Hola, queridos lectores amantes del yaoi!!! Estoy contenta, ya que estoy de vacaciones, pero no es lo que nos ocupa ahorita. Aquí estoy saludándolos nuevamente, compartiendo con ustedes un nuevo capítulo. Mil perdones si encuentran el capítulo tedioso o terriblemente romántico.

ATENTOS: Si lo encuentran demasiado dulce para su gusto tienen todo el derecho de dejar de leerlo. Lo voy a comprender. Aunque créanme cuando les digo que personalmente no soy tan romántica y mucho menos dulce. Pero mantengo y reitero: estoy creando una historia romántica. Ése era y es todavía mi objetivo. No quiero grandes peligros, ni tramas complicadas, ni situaciones angustiosas. Quiero que lean algo que los haga reír o que digan (aunque sea sólo una vez) "Awww" o como minimo les saque una sonrisa. Quiero algo sencillo y tierno. Se fregó el que no le guste.

Un capítulo dedicado a los amantes de lo sencillo y lo romántico (y del DouWata por supuesto...)

 

 

Disclaimer: Los personajes son propiedad de las CLAMP.Menos uno. (Me hace hervir la sangre escribir eso)

Perdonen las faltas de ortografías.

Pueden morir de diabetes, por tanta "melosidad".

Espero que a pesar de todo lo disfruten

 

 

 

 Capitulo 4.

 

 

─Bueno pues… ─empezó a decir Miku, con tal de llamar la atención de los otros. Pero pareció ser inútil ya que ellos seguían en su propio cielo─. Que melosos… ─dijo la chica con impaciencia ya que llevaban así un buen rato. Cuando al fin estuvo uno medianamente saciado de la boca del otro, se separaron y Watanuki dijo:

─Ya que… arreglamos esto… ─decía inhalando aire fuertemente cada que podía, ya que Doumeki lo había dejado viendo estrellas─ Ya puedo irme tranquilo…

─­Claro que no ─dijo el otro en calma total, pero saltando de dicha por dentro─. Mejor quédense aquí ─casi ordenaba mientras volvía a contemplar a la muchacha.

­─¡¿Aquí?! ¡¿En el templo?! ─exclamó Watanuki compungido.

─¿Qué tiene?

─Es que… es tu casa y… ya es muy tarde… y… ¡No! ¡Mejor me regreso a mi casa! ─terminó el menor en una exhalación.

─¿Y eso qué tiene que ver? ─seguía inquiriendo el mayor─. Es más, tienes razón: ya es muy tarde, es probable que muchos espíritus anden sueltos ahora. Es más peligroso para ti.

<<Mierda, me olvidé de los espíritus>> pensaba Watanuki nervioso.

─Pero… quizás… podrías ir a dejarnos… ─sugirió con pena.

─No ─contesto lacónicamente Doumeki mientras se daba la vuelta para ingresar al templo─. Me sale más fácil que te quedes aquí.

─¡Eres un holgazán! ¡¿Qué tanto esfuerzo te puede llevar acompañarnos?! ¡Sigues siendo un desconsiderado después de todo! ─gritó recuperando su ímpetu.

─Sí… y así te enamoraste de mí ─dijo el sexy morocho ladeando su cuerpo lo suficiente para que Watanuki viera su arrogante sonrisa, mientras le sujetaba la mano─. Además… no he cenado y sabes que amo tu comida.

─Maldito manipulador engreído… ─murmuró el lindo morenito mientras se dejaba jalar por su novio.

­─¡Oigan, no me dejen! ─gritó la chica mientras los seguía a unos pasos.

 

>>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<<

 

─¿Y desde cuándo son novios? ─preguntaba mientras reía la chica curiosa. Watanuki se había dispuesto a preparar la cena para su novio y él. Doumeki había servido té solamente para sí ya que Miku no podía beber nada.

─Desde hace una semana.

─¿Y desde cuándo se conocen?

─Ya no recuerdo.

─¿Qué es lo que más te gusta de Kimihiro-kun?

─¿Kimihiro… kun? ─repitió Doumeki con un leve toque de molestia que intentó disimular, pero que irremediablemente la otra captó muy bien. <<Posesivo…>> pensó Miku con dulzura.

─Es que cuando le pedí que me contara de su vida en lo que íbamos para la casa su amiga (la cual es muy… curiosa), me dijo que podía llamarlo como quisiera y elegí llamarlo así ─respondió Miku rápidamente─. Y… aún no me respondes ─terminó de decir con la enésima sonrisa del día. El morocho se lo pensó un momento; pero al final dijo:

─Todo. No hay nada de él que quiera cambiar, y no hay nada que no me guste. Pero lo que más me gusta es su sonrisa. No la da tan fácilmente y cuando logro verla… ─expresaba con suavidad mientras hizo una pausa y suspiro─ Ilumina mi día, aunque no me la dirija a mí.

─Wow… ─dijo Miku estupefacta─ De verdad lo quieres… ─pero (para la desgracia de Doumeki), no se detuvo ahí─ ¿Cómo te gustaría a ti que yo te llame?

─Como tú quieras.

─¿Cuál es tu nombre completo?

─Doumeki Shizuka.

─¿Está bien que te llame Shizuka-kun?

─Está bien.

─¿Sabes qué es lo que más le gusta a él de ti?

─No ─respondió con la seriedad de siempre, pero hizo nota mental de preguntárselo más tarde.

─¿Por qué será que puedes verme?

─¿A qué te refieres?

─Kimihiro-kun me dijo que poseía la habilidad de detectar espíritus y la maldición de que éstos lo siguieran. Así que no entiendo cómo es que tú puedes verme.

─A de ser porque no eres un espíritu corriente. Necesitas dejarte ver porque necesitas ayuda ─respondió el morocho inteligentemente, en lo que tomaba un sorbo de té.

─Cierto… ¿Ya han tenido relaciones? ─Doumeki se atragantó con el té por lo imprevisto y directo de la pregunta. No era fácil impactar a Doumeki, pero Miku había logrado que se empezara a ahogar de la impresión. La fantasma se asustó ya que no podía ayudarlo, por lo que se quedó estática y con un rostro preocupado. Divinamente, el mayor recuperó el control de su respiración y cuando recobró la medianamente la compostura, aún tosiendo contestó:

­─No… Aún no.

─¿Lo van a hacer esta noche?

─No.

─¿Eso planeabas hacer cuando él venía para acá?

─No.

─¿Qué planeabas hacer?

─No voy a decírtelo.

─¿Por qué?

─Porque no quiero.

─¡Malo! ─acusó Miku con un puchero combinado con los inaguantables ojos de perrito. El otro agradeció internamente que se le hubiese acabado la batería de preguntas y sólo la miró como quien mira a un raro espécimen recién descubierto.

─¡¿Pero por qué hacen tanto ruido?! ─indagó Watanuki con autoridad; Miku abrió la boca para contestar, pero Watanuki la interrumpió diciendo─ La verdad no me importa. El punto es que dejen de jugar y tú… ─señalando a Doumeki mientras depositaba en la mesa una cuantiosa cantidad de makizushi y el chirashi cocinados para el más serio─ Más te vale comértelo todo ─manifestó con voz de mando.

Jamás he dejado de comer algo que preparas; es perfecto ─respondió el simple morocho comenzando a sujetar los palillos y atacar la comida, logrando que el menor se sonrojara y empezara a comer con apresuramiento y un notorio sonrojo; siendo observados por una sonriente fantasma.

 

>>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<< >>:<<

 

 Una vez terminaron de comer, recogieron la loza, la limpiaron y guardaron; Shizuka preguntó dirigiéndose a Miku:

─¿Dónde piensas dormir?

─Pues… ─balbuceó Miku sin saber exactamente que responder.

─¿Crees que puedas dormir? ─preguntó Watanuki con una mezcla de preocupación e intriga.

─No lo sé…

─Hay una parte del templo en la que creo que puedas descansar ─enunció Doumeki comenzando a adentrarse en un pasillo del templo. Los condujo al altar mayor. Al llegar allí admiraron la atmósfera de calma y paz que en él se respiraba, llenando el alma y los pulmones. Tenía una luz tenue, que era grata para la vista, y un aroma dulce invadía los sentidos.

─Qué lugar tan apacible… ¿Rezas continuamente aquí, Doumeki? ─susurró Watanuki posicionándose a la par de su chico.

─No. Sólo cuando mi abuelo murió. La mayor parte de las veces vi a mi abuelo rezar, pero jamás lo interrumpí. Me imagino que él se daba cuenta de mi presencia.

─Quizás… ¿Y qué te parece Miku? ¿No te molestaría pasar aquí la noche?─preguntó Watanuki volviendo a ver a su compañera. Al terminar de darse la vuelta vio a Miku levitando suavemente con los ojos completamente cerrados, a la par de una de las lámparas de aceite.

─Vaya… estaba cansada ─susurró el mayor.

─Claro que sí. Imagínate lo que le tocó vivir en un día.

─Tú también tienes que descansar ─dijo Doumeki mientras lo jalaba suavemente de la mano y lo sacaba de ahí. Cerró las puertas del altar y guió a su novio hasta su habitación. Era un cuarto simple, con un futón en medio, un armario en una de las esquinas, un elegante biombo decorativo en otra y una deliciosa calidez se sentía en la habitación. Doumeki señaló el futón e hizo ademán de retirarse cuando…

─¿Por qué te vas? ─preguntó uno.

─Voy a buscar otra habitación ─respondió escueto el otro.

─¿Por qué? Si es tu habitación.

─Tú vas a dormir en ella ─Watanuki estaba a punto de empezar a golpearlo y gritarle una sarta de improperios. Pero en vez de eso, respiró hondo y dijo:

─Eso ya lo sé. A lo que me refiero es por qué vas a buscar otra habitación si puedes dormir aquí, o darme a mí cualquier otro cuarto.

─No. No podría darte cualquier otro cuarto. Y no creo que quieras dormir conmigo ─a Watanuki le sorprendió la respuesta y empezó a meditar acerca de lo que Doumeki acababa de decir. <<¿Quiero que… duerma… conmigo? No me molesta, pero… él… ¿Querrá dormir conmigo?>>. Finalmente se animó a responder:

─Y si… eso no… me molestara… ¿te quedarías… aquí…? ─hablaba el moreno entrecortadamente por el nerviosismo.

─Sólo hay un futón, y para sacar otro tendría que ir hasta la bodega.

─Pu-pue-puedes dormir conmigo. Yo… estoy bien con eso ─confesaba Watanuki con pena. El morocho abrió un poco los ojos del asombro que le causaba la petición del morenito, sin embargó se acercó y preguntó con cautela:

─¿Seguro?

─¡Claro que estoy seguro! ¡No te lo estuviera diciendo si no estuviera seguro! ─casi gritó Watanuki. Se relajó y por último pronunció quedito─ Además… no vamos a hacer nada…

─Entiendo ─dijo Doumeki finalmente. Su niño no quería nada por hoy─. Cámbiate si quieres. En ese armario hay pijamas limpias ─y señaló un clóset en la esquina  a la izquierda de su amado─. No te preocupes, no miraré… ─declaró mientras se sentaba en una de las paredes en posición de loto con los ojos cerrados.

─¡No me trates como a un niño! ─reclamó el menor.

─¿Quieres que mire? ─preguntó calmado el mayor abriendo uno de sus ojos.

─¡¡¡No!!! ─exclamó Watanuki con desesperación─. Es decir… ¡No seas pervertido! ─dijo recobrando la compostura, en lo que Doumeki dejaba salir una tenue sonrisa que su amado vio, pero que prefirió ignorar. Luego, cuando Watanuki estuvo recostado en el futón, le tocó el turno a Doumeki de cambiarse y de apagar la lámpara. En el momento en el que Doumeki levantó la sábana y entró en el futón, Watanuki se tensó y estuvo a punto de decir algo, cuando lo interrumpieron los brazos del morocho que le dieron la vuelta y lo apresaron con amor y dulzura, quedando cada uno mirando el rostro del otro. Al tenerlo tan cerca el morenito se aventuró un poco y le dio a Doumeki un beso tan tierno que pudo haberlo derretido.

─Buenas noches ─susurró Watanuki al instante de separarse; cobijándose más, apapachándose contra el mayor y aspirando su aroma.

─Buenas noches ─respondió Doumeki, apretándolo más contra sí y disfrutando por primera vez de su calor.

 

Notas finales:

 

 

Estuve pensándolo, y caí en la conclusión de que la mala no soy... Son ustedes por no dejarme los rr que saben que merezco.

Vamos gente, no tienen ni idea de lo feliz que me harían con tan sólo decirme "Hola, espero conti pronto". Por muy corto y simple que sea yo lo apreciaría muchísimo y me darían tantos ánimos.

Por favor, sólo es de escribir un poco y pulsar un botón. No cuesta mucho.

En fin… ¡¡¡Hasta pronto!!!

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).