Capitulo 2: Coincidencias...
- No estoy viva... -decía llorando de su desgracia.
- Pero... ¿Cómo es qué estás aquí?
- No lo sé, solo desperté y ya estaba aquí - decía alejándose de Miroku - estoy muerta, o es creo, solo vago en este mundo tan podrido, que... - calló un momento - solo sé que estoy aquí por él... - señalando a Inuyasha - estoy aquí por él, para ayudarlo a que sea feliz de nuevo...
- Ya te dije que estoy bien... - dijo el peli plata algo molesto
- Entonces, ¡¿Por qué demonios sigo aquí?! - dijo molesta Kaoruko
- Dejen de pelearse, Kao no te preocupes te prometo que Inuyasha va a cooperar... ¿verdad Inuyasha? - Inuyasha desvió la mirada y asintió, después de unos segundos, miro de reojo a sus amigos, vio perfectamente como Kaoruko derramaba lagrimas y como Miroku trataba de consolarla
- El aceptara... te lo prometo Kao, - le decía susurrando para que Inuyasha no los escuchara aunque para él fuera bastante audible
- ¿y si no quiere? Miroku no me permitas seguir aquí, este mundo que alguna vez me hizo sentir feliz, ahora solo me recuerda mi desdicha y me hace sentir infeliz y llena de rabia, solo él...
- Bueno déjense de sentimentalismos... - dijo Inuyasha interrumpiendo la conversación de los chicos, salvando a la chica de decir algo de lo que siente es su culpa.
- Jeje, Inuyasha como siempre inoportuno - decía Miroku - volvamos al tema que realmente importa...
- No, ya les dije que la respuesta es no, no y no
- Eso no tiene justificación - dijo Kaoruko molesta- como tu mejor amiga... - se quedo pensativa un momento buscando las palabras concretas y directas - lo que quiero decir es que tengo la obligación y el derecho de decirte que estas convirtiéndote en un amargado de 22 años, reacciona... - dice mientras busca de nuevo a Niko por la cocina.
- Deberías de volver a salir y dejar de estar encerrado aquí en esta pocilga - decía Miroku con toda honestidad, Inuyasha no era el hombre más ordenado del mundo - sin ofender... - le sonríe.
- Si deberías de volver a tener novio Inuyasha... al igual que tu Miroku - este último solo se quedo callado y con un pequeño tic en el ojo; desde muy temprana edad ella ya sabía sobre la homosexualidad de sus dos mejores amigos.
- Kao, mejor regresemos al tema de Inuyasha... - decía el pelinegro ocultando la mirada de solo recordar su ultima relación
- No, ¿Por qué la prisa? Sigamos con tu tema Miroku, ¿Por qué no tienes pareja? - le decía burlón el peli plata a su amigo completamente ruborizado
- ¡ay no estamos hablando de mí, sino de ti!! ¡¡Insensato!! - al borde de la histeria decía Miroku.
- Umm... si dejemos sus problemas existenciales para otra ocasión, jaja que buen chiste... - reía de su desgracia la joven azabache - está bien estábamos contigo Inuyasha - y este se quedo de piedra al escuchar su nombre - vamos a salir a pasear a Niko, no creo que otra gente me pueda ver ¿o sí? Aparte necesitas un poco de sol... - los chicos dudaron un momento pero a las suplicas y caritas de perro, accedieron, Miroku y Kaoruko metieron casi a la fuerza a Inuyasha al baño para que se aseara... - ¡vamos no es tan malo!... - decía la chica empujándolo hacia la puerta.
- ¡déjame si vamos a salir, voy a ir como yo quiera! - Inuyasha se aferraba al marco de la puerta con tanto fervor que si los otros dos lograran meterlo al baño se iría con todo y marco.
- Inuyasha... ¡no seas cochino y ba...ña...te!!- al fin lograron meterlo al baño y encerrarlo - por fin... ¡y más vale que te bañes!
- ¡Si, si lo hare! - después de media hora ya estaban en el Central Park junto con el cachorrito labrador retriever de color chocolate, jugando con él, mientras Miroku lanza un frizbee hacia Kaoruko, que se desvía a causa del viento y lo manda lejos de ahí.
- ¡ah, lo siento! - cayendo a los pies de una pequeña niña de aproximadamente 7 años, de cabellos blancos y ojos negros, sin ninguna expresión en su rostro "es algo triste que una niña pequeña luzca así" Kaoruko toma le frizbee del suelo y le dice a la niña - oh, tú no puedes verme ¿cierto? - decía con cierta tristeza, pero la niña solo asiente y le regala un enorme y cálida sonrisa, que cambia el rostro de la pequeña por completo, dejando sorprendida a la joven, la niña le hace una seña y Kaoruko se hinca para estar a su altura y le dice...
- Adiós angelito... - La chica se quedo inmóvil... tal vez la niña le hizo referencia a un ángel por el resplandor que emanaba de todo su cuerpo, se quedo un momento para asimilar lo que había pasado mientras la niña tomada de la mano derecha a su madre, le decía adiós con su pequeña manita izquierda y se va, la chica regresa con los otros con una extraña sonrisa en la comisura de sus labios, sentirse que no es invisible para todo el mundo; Miroku e Inuyasha se le quedan viendo...
- ¿paso algo, Kao? - le decía Miroku sosteniendo en brazos a Niko mientras se acercaban a ella
- No, no paso nada... estoy bien - le sonreía, en mucho tiempo la joven no sonreía de esa manera, ni cuando vivía se le veía sonreír de esa manera y la veces, en realidad eran contadas...
- Vinimos porque sería raro ver un frizbee flotando por ahí - dijo Inuyasha sosteniendo el juguete antes de que alguien notara el extraño levantamiento del objeto.
- Ah, si está bien... ¡miren! - la chica corre hacia un poste donde ve que está pegado una volante que dice:
"La academia Juilliard le invita a asistir al concierto anual en el Central Park, contando con la actuación especial, del famosos, joven flautista: Sesshomaru Taisho"
6 de Diciembre del 2011
- Es un volante de... Juilliard, debo admitir que el flautista no esta tan mal parecido... ¿tú qué dices Inuyasha? - dijo Miroku bromeando y arrancando el volante del poste "más bien, es bastante bien parecido este tipo, y creo que a Inuyasha le gustó". Inuyasha se acerca a ver el volante junto con Miroku y lee con nostalgia el volante y ve a lo lejos, la escuela de música en la que estudiaba,
- No... puede...no puede ser...- susurro la joven para sí misma, abriendo sus obres azules lo mas que pudo, miles de recuerdos llegan de golpe a su mente -" ¿Por qué justo ahora?¿por qué recordarme esto? "- la pequeña alegría que le dio esa niña pequeña, se esfumo al ver ese volante, mientras Kao se alejaba poco a poco, sentía como el corazón se le oprimía, como se sentía cada vez mas pequeñita... la presión no pudo más y salió corriendo mientras lloraba amargamente, sin fijarse en el rumbo solo corriendo, quería desaparecer, quería esfumarse, quería dejar de estar en el mundo que le había hecho tanto y así, soltando lagrimas imparables que viajan por su rostro, atravesando muros, autos y gente a su antojo... ya no aguantaba esa opresión en el pecho... "ya no puedo más..."
- Yo no sé nada Miroku... - dijo completamente ruborizado... - ¿Dónde está Kao? - preguntó, mirando a su alrededor - no está Miroku, Kao no está - decía angustiado volteando a todas partes desesperado.
- ¿Cómo que no está? - dijo Miroku guardando el volante y aun con Niko en brazos...
- ¡¡Kao!! ¡¡ ¿Dónde estás?!! ¡¡Kao!! - gritaba por el parque, dando vueltas a su alrededor
- Cálmate Inuyasha, de seguro esta en el departamento, vamos - cuando Inuyasha se prepara para correr se topa con alguien hasta caer al suelo, Miroku se detiene un momento
- Estoy bien Miroku adelántate... - le dice aun en el suelo, para este salir corriendo, buscando al espíritu de la chica - ¡oye! ¡¿Por qué no te fijas cuando vas caminado por la calle?! - le reclama a la persona que está también en el suelo
- Más bien, ¿Por qué tú no te fijas mocoso? - y cuando alza la vista para ver al portador de gruesa voz se queda helado ante la imagen... ve a un hombre alto y muy apuesto, de cabellos largos y plateados, de obres dorados y unas extrañas marcas en su rostro, color rosa pálido y una luna creciente morada en su frente... "él es... el hombre... del volante..."
Mientras Kaoruko corría sin darse cuenta que había llegado hasta el departamento de Inuyasha, atravesando la puerta principal, subiendo las escaleras hasta el piso en donde vive Inuyasha, atraviesa la puerta como atravesó la principal... Miroku corre hacia el departamento de su amigo, oprimiendo todos los botones del edificio, hasta que uno de los vecinos de Inuyasha le abra, al fin se oye como abren la puerta y Miroku sale corriendo hacia las escaleras... usando la llave de emergencia del departamento entra al recinto, busca por todo el departamento hasta que un ruido en la recamara que fuera de la chica, lo alarma, pega el oído a la puerta, escucha como varios objetos son aventados con gran fuerza, Miroku abre la puerta con cuidado de que no le caiga algún objeto, y mira a la joven sentada en el piso de espaldas a él, se acerca sigiloso y se hinca en donde está la joven sentada, sus cabellos negro cubran sus perfectos zafiros, mientras que unas cuantas lagrimas ruedan sobre sus mejillas...
- Kao... ¿Qué te pasa? ... ¿Por qué te pusiste así en el parque? - le pregunta preocupado Miroku, posando su mano sobre el hombro derecho de la joven
- Yo... yo lo sabía... lo sabia... - balbuceaba, mientras sostenía fuertemente un papel entre sus delicadas y frías manos
- ¿de qué hablas Kao? - le dice sosteniéndola de ambos hombros, la joven alza la mirada llena de dolor...
- De esto... - le entrega el papel hecho bolita, la joven tiene la mirada llena de dolor, algo que Miroku nunca había visto en el rostro amable de la joven
- ¿Qué tienes en las manos? - Miroku toma el papel que estruja con fuerza, mientras Kao solo baja la mirada... - no... no puede ser - Miroku abre los ojos como platos al ver el papel que dice...
"La academia Juilliard le invita a asistir al concierto anual en el Central Park, contando con la actuación especial, de la famosa, joven violinista: Kaoruko Aoyame"
6 de Diciembre del 2010
Miroku saca el volante que había guardado y los compara y vuelve la mirada a la joven...
- Hace un año yo estuve en ese concierto... - Kaoruko no podía parar de llorar - hace un año yo estuve ahí - Miroku no creía lo que sus ojos veian, los uno que cambiaban fueron los nombres y las fotografías - porque... ese fue el día que morí...