Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sueños de un músico por amenlina

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡¡LO SIENTO MUCHO!!! se que he tardado en actualizar, pero con eso de la escuela ya no se puede, con tantas tareas, trabajos, revisiones, exposiciones, etc. ustedes saben como es la escuela, pues no puede escribir y ni cabeza para hacerlo, estos meses han sido muy pesados, pero no quiero abandonar este fanfic, asi que actualizare en cunato pueda, bueno sin ya hacerselas mas larga, les dejo el capitulo 6, espero que les guste, y que dejen su reviw o comentario o criticas, o si les gusto o no, etc. bueno sin mas disfruten del capitulo (:

Capitulo 6 : No es verdad…

-          Quedarme aquí... Eternamente... - " por mi mente nunca antes había pasado esa idea... La idea de vagar en este mundo, al cual no pertenezco, en el cual no hay lugar para mí, me hace sentir un miedo y soledad que antes no conocía; humanos vienen y se van, algunos como yo, están condenados a estar en la tierra, donde para ellos el tiempo se ha congelado... como el mío" miro a lo alto de ese enorme árbol y suspiro - es tiempo de volver a mi casa - dijo En un suspiro, pero unos delgados brazos la detuvieron y envolvieron su cuello delicadamente… con miedo a voltear, se armo de valor y giro su rostro para ver al portador de los níveos brazos, abrió los ojos de par en par al encontrase con aquella figura esbelta.

-          Tan pronto te vas... Kao chan - vio como eso ojos chocolate la miraban fijamente y con algo de diversión, y su media sonrisa que notaba algo de burla, Kaoruko no pudo sentir otra cosa más que miedo, - pero no pongas esa cara querida, no voy a hacerte nada - el ente la giro para quedar enfrente de Kaoruko, - aun... - dice susurrándole al oído al fantasma más que asustado, - parece que te cortaron la lengua los Shinigamis jeje 

-          K… Kykio san... - dijo en suspiro, 

-          Ya déjala Kykio, ¿no puedes contener tus impulsos pecaminosos sobre Kao chan? - le dice una mujer igual a la otra, vistiendo un hermoso kinomo largo de color verde, y una cinta de color rojo, pero su rostro denotaba algo mas angelical que la primera mujer.

-           Vamos Kagome, hermanita déjame divertirme un rato - dice besando la mejilla de la chica- aparte ella se deja hacer - dice sonriendo maliciosamente y sus labios a punto de besar lo tersos y rosas de achica aun en shock, de pronto siente como la chica es jalada de sus brazos - ¡¡Oye!! - le reclama a la otra chica    -          ¡te dije que la soltaras! – Kykio se queda como niña regañada, ante las palabras de su hermana menor - ¿estás bien? – le dice amablemente a la chica

 

-          Si, algo aturdida…. – se queda pensativa un momento para volver a ver a los dos Shinigamis - ¿Por qué esta aquí Kagome san? ¿paso algo? – dijo algo preocupada

 

-          El caso es que… Kaoruko es muy difícil de explicar – hizo una pausa, la chica aun la miraba confundida, respirado hondo y se dispuso a hablar – Kao sabes que nuestro deber como Shinigamis es llevarnos las almas de aquellos que ya no está en el mundo mortal… y que nos han mandado a nosotras a ayudarte, por petición tuya -  la chica asintió, aun entendía muy bien lo que pasaba, se estaba empezando a desesperar….- la cosa es Kao, que nosotras…

 

-          Nos llevaremos tu alma sino encuentras a tu dichosos asesino en dos semanas… - dijo sin ningún tacto aquella mujer vestida con un hermoso kimono largo rojo y una cinta verde, sosteniendo una hoz y recargada en ella…

 

-          ¡¡¿Qué?!! – realmente era un gran sorpresa para Kaoruko, quien no quería creer lo que escuchaba  - no me pueden hacer esto… - decía la chica casi en llanto

 

-          Lamento decirte que así son las cosas – le dice Kykio con tono arrogante

 

-          No… no lo acepto – dijo molesta, mirando con rabia al Shinigami mayor

 

-          Pues ve haciéndote a la idea de que en unos días mas tu alma nos pertenecerá – le dice a la defensiva

 

-          No. No. Teníamos un trato, hasta que no encontrara a mi asesino, me iría con ustedes – dijo mientras en sus ojos pequeñas lagrimas se asomaban

 

-          Es cierto teníamos un trato, pero tu preferiste como siempre, ayudar a otras personas antes que tu – le dice ya muy molesta la mujer

 

-          ¿Qué?...

 

-          Guarda silencio Kykio – le decía su hermana menor tratando de calmar un poco los ánimos entre el fantasma y la diosa de la muerte.

 

-          No Kagome, debe saber de sus errores… si Kaoruko, siempre te has preocupado por otros antes que tu, siempre veías por otros antes que tu…

 

-          Eso… eso no es verdad – decía en llanto…

 

-          Si, si lo es… te preocupaste por los demás, te enfocaste tanto en ellos que…

 

-          Guarda silencio no lo volveré a repetir – le decía Kagome muy seria esta vez

 

-          Mira lo que te paso…

 

-          ¡¡Cállate, no quiero oírlo!!

 

-          Te preocupaste por los demás y mira como te lo pagaron

 

-          ¡Kykio basta! – le grito muy enojada Kagome,

 

-          El inútil de tu “mejor amigo” no puede vivir con la idea de que te hayas ido, reteniéndote en este lugar, ¡Ah! pero… creo que ya ha encontrado tu reemplazo, si, con aquel músico, y tu preocupada por su estúpida felicidad, de la cual estoy segura ya encontró en brazos de ese hombre, sin importarle un carajo tu estado…

 

-          ¡Cállate! – le gritaba desesperada Kaoruko, con los ojos ahogados en lagrimas,  sostenía su cabeza con ambas manos, tapaba sus oídos pero aun así escuchaba a aquella mujer,

 

-          ¿Qué no hiciste para que ellos no se hundieran en su propia porquería? ¿dime ya lo olvidaste? Y eso que no he empezado ni con el bueno… aquel sujeto que tanto te hizo sufrir– le dice en tono sereno, viendo como la chica no podría soportar aquellas duras palabras – todo tu esfuerzo se fue directo a la mierda por su culpa… tanto fue lo que sacrificaste que…

 

-          ¡Kykio detente ya! – Kagome cada vez se lo decía en forma de advertencia

 

-          Tanto que… ¡terminaste muriendo!!  -le grito molesta, lo que derrumbo a Kaoruko...

 

-          ¡CALLATE! – le grito desesperada, cerrando con fuerza sus ojos… y un fuerte golpe se escucho…. Kykio había sido abofeteada por Kagome muy fuete que termino contra un árbol casando gran estruendo, asustando a las personas que pasaban por aquel enorme parque…

 

-          ¿Qué habrá sido eso? Hay que volver pronto a casa – decía la gente, que con miedo caminaba…

 

-          Te dije que te callaras… - le dijo Kagome cuando Kykio rápidamente la tuvo enfrente, mirándola colérica.   -          No te atrevas a ponerme la mano encima otra vez – le dijo furiosa casi pegando su rostro al Kagome, quien seguía con su expresión severa y seria y sin hacer nada para alejarse,  la chica aun tirada en el suelo, miraba a las hermanas enfrentarse; vio el blanco rostro de Kykio con los dedos marcados de Kagome.   -          Apártate – le dijo Kagome seria…

 

-          Haya tu si te quieres quedarte con esta pobre mujer, yo me voy – diciendo lo ultimo para desaparecer… Kagome ayudo a levantarse a la chica y la miro con seriedad

 

-          Kaoruko… quiero que entiendas, que es nuestro deber llevarnos las almas de aquellos que han perdido la vida… se que hicimos un trato, pero debes de entender que todo tiene un límite,  ¿acaso no  estás cansada?, dime… ¿no deberías de olvidar todo esto e irte en paz? , ¿no deberías de hacer algo por ti solo por esta vez, que implica el descansar en paz? – por un momento Kaoruko se quedo pensativa, y respondió con la misma seriedad

 

-          No, esta vez estoy preocupándome por mi misma… no estoy esperando nada de nadie, puesto que nunca lo hice… sería injusto irme de aquí sin saber quien fue el maldito que me asesino… - le dijo en tono retador al shinigami

 

-          Está bien, espero que en verdad te ocupes de ello Kaoruko… porque las segundas oportunidades no existen, no aquí Kao – Kagome, tomo su enorme hoz, pero antes de irse volteo a ver por a la chica – tienes 15 días Kaoruko… ni un día mas ni un día menos, después de ese tiempo, vendrás con nosotros –  diciendo lo ultimo desapareciendo….

 

-          Lo sé… - suspirando palabras que se llevo el tiempo… empezando a caminar entre la gente, encaminándose a casa.     Con Inuyasha las cosas eran muy diferentes, aun sus labios estaba apresados por los de Sesshomaru quien rozaba con su lengua los labios del menor, abriendo su boca permitiendo el acceso a la lengua húmeda Sesshomaru, al final la necesidad de aire fue la que los separo, dejando un delgado hilo de saliva entre ellos…   -          Deberíamos ir a ver si esos dos ya se separaron ¿no crees? – le dice con una sonrisa picara y divertida por el sonrojo de Inuyasha…   -          Si claro - " mi corazón late muy fuerte, su presencia me hace temblar, sus ojos penetran profundamente en mi alma, y sus besos me doblegan... ¿Que será esto que siento? No lo sé, pero me hace sentir feliz. Ambos bajaron de la azotea en completo silencio, Inuyahsa aun mantenía sus mejillas sonrojadas por lo que había pasado, lo cual divertía a Sesshomaru. Llegaron al piso de Inuyasha, pero antes de entra Sesshomaru lo acorralo contra la puerta, quedando su rostro muy pegado al suyo, sintiendo el aliento del otro, mirando el profundo de esos ojos dorados, como penetraban en su alma, las piernas le temblaban, su cara era roja, y sus mirando a Sesshomaru, este se recargo en su hombro por unos segundos y después le susurro.

 

-          “ Tú eras lo que me hacía falta” -  Sesshomaru se separo de un Inuyasha muy confundido por aquellas palabras, sin mas entraron al departamento donde encontraron a Kouga y Miroku muy bien sentados en el sofá de la sala, con una cierta distancia

 

-          Siento mucho las molestias… Inuyasha-san – le dice Kouga muy apenado por sus anteriores acciones.

 

-          Está bien, no te preocupes, ya todo está bien y no me hables así, ahora somos amigos – le dice sonriente Inuyasha

 

-          Si

 

-          En cuanto a ti Miroku – el mencionado cerró los ojos con fuerza cuando vio que Inuyasha alzaba su mano esperando el golpe, pero al no sentir nada abrió los ojos para que Inuyasha le pegara un coscorrón en la cabeza – eres un tonto… amigo – le dijo bromeando, Miroku solo sonrió.

 

-          Bueno creo que es hora de irnos Kouga, se hace tarde – dijo Sesshomaru muy ajeno a la situación

 

-          Es verdad mañana tengo trabajo

 

-          Te acompaño a la puerta – Miroku y Kouga salieron del apartamento  dejando solos a los peli platas, Inuyasha se acerco lentamente a Sesshomaru y este lo tomo por sorpresa de la cintura, y le dio un beso pasional, hundiendo su húmeda lengua en la cálida cavidad del chico dejándose hacer, se separaron por la falta de oxigeno, dejando a Inuyasha muy sonrojado y jadeante.

 

-          Espero verte pronto, Inuyasha – le dice el chico aun sin aire asiente con la cabeza.

 

-          Sí yo, yo también, descansa, hasta mañana – le dice separándose de él, yendo a la entrada, despidiéndose con un corto beso, después de unos minutos Miroku volvió al apartamento después de despedirse de manera especial de Kouga.

 

-          Oye Inuyasha, a ti… ¿te gusta Sesshomaru? – le pregunta de forma picarona Miroku.

 

-          ¿Por… porque lo dices?  

 

-          Pues el parece muy interesado en ti

 

-          Pues, si él me gusta pero no se hay algo que no me da buena espina

 

-          ¿de qué hablas?

 

-          No, no me hagas caso, olvídalo…

 

Kaoruko iba llegando al edificio donde antes fuera su casa, pero ve a dos personas saliendo por la puerta principal, "no son inquilinos..." piensa la chica quien se al alzar la mirada hasta al departamento donde vive Inuyasha, quien feliz se asoma por el gran ventanal que tiene su departamento, viendo como se marcha Sesshomaru.


- Mira... alguien te está observando - le dice Kouga a su amigo, Sesshomaru ve al gran ventanal y ve a Inuyasha, este al ser descubierto se sonroja de golpe y se agacha, con la esperanza de no haber sido visto por esas obres doradas...

-          ¿Crees que así evitaras que te haya visto? - le dice Miroku divertido recargado en el brazo del enorme sillón...

 

-           ¡Cállate!! - le dice haciendo pucheros y apenas si se asoma para ver si el mayor aun lo sigue viendo, Sesshomaru le lanza un beso y una de sus mejores sonrisas, lo que hace que a Inuyasha le tiemblen los brazos en los que se apoya...

 

-           Quita esa cara de idiota... - le dice Miroku, lanzando un cojín golpeándolo en la cara.

 

-          Esta vez no haré caso a tu tonto comentario... ¿No que ya te ibas? - lo mira enojado recordando lo que hace unas horas antes había pasado con él y con Kouga...

 

-          No quería quedarme a ver como hacías el ridículo - Le dice sonriente - oye y Kao? No la he visto por aquí...

 

-          Yo la vi cuando estaba en la azotea con Sesshomaru - Miroku lo vio de una manera picara, Inuyasha Solo supo negar y ponerse rojo con un tomate - no... No, no... No es lo que tú piensas, quita esa cara,¡¡ no me veas así!!!

 

-          Está bien ya no te enojes, pero, me alegra que por fin sonrías de nuevo... - Inuyasha se sorprende ante el comentario de su amigo "supongo que tienes razón" piensa Inuyasha volviendo a asomar la vista al ventanal... Y bien no me lo dirás cuáles son tus intenciones con ese chico Inuyasha? - le pregunta Kouga a Sesshomaru que se había quedado pensativo.

 

-          Las mismas que tú tienes con tu querido Miroku - Kouga le miro con algo de extrañeza, - bueno ya déjate de tonterías y vámonos - dijo al ver como su amigo le miraba con cara de bicho raro.

 

-          Ja, si yo no estoy haciendo nada - le contesta a la defensiva mientras camina - ¡y apúrate!

 

-           Si lo que digas...- "Inuyasha... ¿Serás aquella persona que necesito para sanar mis heridas?, aun por más profundas que sean... ¿Tú eres aquel quien vino a hacerme feliz? - dice mientras el e Inuyasha se ven a lo lejos.

 

-          ¡¡¿Que no te dije que te apresuraras?! - le grita Kouga.

 

-           ¡¡Oye no me hables así igualado!! - le responde de igual manera, para voltearse y traspasar al fantasma que se encontraba detrás de él, y quien mira con ojos tristes mientras el millonario y su amigo se alejan, y entonces... Recuerda las duras palabras de Kykio...

 

-          "El inútil de tu “mejor amigo” no puede vivir con la idea de que te hayas ido, reteniéndote en este lugar, ¡Ah! pero… creo que ya ha encontrado tu reemplazo, si, con aquel músico, y tu preocupada por su estúpida felicidad, de la cual estoy segura ya encontró en brazos de ese hombre, sin importarle un carajo tu estado"

 

-           Tal vez si tenía razón... - surcando de sus ojos pequeñas lágrimas que con esfuerzo ocultaba - pero, me alegra que por lo menos alguien este feliz... - alzando su vista, viendo al apartamento, Inuyasha veía como Sesshomaru se iba hasta que desapareció doblando en la esquina...

 

-          "Y tu preocupada por su estúpida felicidad, de la cual estoy segura ya encontró en brazos de ese hombre" – Kaoruko movió la cabeza negativamente, tratando se sacra esas duras palabras de sus pensamientos, por sus mejillas lagrimas corrían hasta morir en el suelo.

 

-           ¿Cómo puedo pensar eso?, no, esa mujer está equivocada… - “dime que eso no es verdad, por favor, no quiero dudar”

 

-          ¿En serio crees que tienes razón? - Kykio aparece de la anda detrás de la chica, quedando paralizada 

 

-          ¿Qué, que haces aquí? - le pregunta más que nerviosa, la mujer la abraza por la espalda y le susurra al oído

 

-           Vengo a enseñarte como son las cosas, mira hacia el ventanal... Dime, ¿qué es lo que ves? - Kaoruko hace lo que se le dijo y ve a Inuyasha...

 

-          Veo a... Inuyasha, ¿qué tiene eso de importante? - le dice algo confundida, solo mirando a su mejor amigo.

 

-          Pues tiene mucha importancia... Dime, ¿qué es lo que ves en su expresión?, digo aparte de la cara de idiota... ¿Que ves en él? 

 

-          Se ve... ¿Distraído?, creo...

 

-          Fíjate mejor, ¿qué puedes leer en sus ojos? 

 

-          Que... que, es feliz – la garganta se le cerraba mas con cada afirmación.

 

-          Exacto, el ya es feliz – le dice mientras gira a la chica para que quede en frente de ella – digamos, que te quito un gran peso de encima.

 

-          ¿Qué?

 

-          Que ya no depende de ti, que ahora  puedes enfocarte en lo que realmente nos prometiste – Kaoruko derramaba silenciosas lagrimas, no quería darle la razón a esa mujer, pero sabía que era verdad, sabía que tenía que seguir su camino tarde o temprano - ¿Qué piensas?

 

-           En que, tienes razón, yo sabía que esto pasaría… de acuerdo, seguiremos con el trato, si en 15 días no lo encuentro, me iré con ustedes… - con la mirada baja, sus perfectos ojos azules hinchados y rojos de tanto llanto, acepta su destino, “¿Cómo las personas pueden llegar a dejar de depender de otras?, ¿Cómo es que olvidan tan fácilmente a alguien?, ¿Cómo es que todo paso tan repentinamente?” piensa la azabache, alza su vista al Shinigami mas que complacido por su respuesta, con una sonrisa llena de maldad “he logrado meterte algo de curiosidad… o cizaña, hum, veremos cuál de las dos gana, al fin... sea lo que sea, el resultado es el mismo... Te alejaras de Inuyasha y tu deliciosa alma me pertenecerá..."

Notas finales:

espero que les haya gustado el cap. ya saben dejena sus comentarios que son mi recompensa y me animan a seguri con el fanfic (: 

nos vemos (:


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).