Sueños de un músico por amenlina

Capitulo 8: El tiempo pasa ya nada importa...
 
 
- "Donde estoy? Ahgg mi cabeza... Que este frío lugar?
 
- Aaaahhh - un escalofriante grito fue lo que escuche en ese lugar, se podía también escuchar fuertes golpes y alguien estrellarse constantemente contra las cosas me imagino había en esa habitación - ya no mas por favor!!!  - Era una mujer de eso esto segura, aunque no tanto cuando quise asomarme a esa habitación de donde salía una luz - ya no me pegues por favor!!! - los golpes se escuchaban mas fuertes, y la voz de un hombre colérico me dejo inmóvil y sin ganas de si quiera asomar la nariz
 
- te dije que te callaras!!! que no entiendes?!!! - otro golpe - que tengo que hacer para que entiendas?!!! - otro golpe, la mujer solo gritaba del dolor, pero no podía quedarme ahí sin hacer nada, tenía que quitarle a la bestia que la estaba golpeando. Con pasos temblorosos pero decididos, me dirigí hacia aquella puerta, tome el pomo, mi mano temblaba pero tenía que hacer algo, tome valor, coraje, y decidida a quitar a ese tipo, gire la perilla y una cegadora luz se libero, al acostumbrarme a la luz divise la espalda del hombre, baje un poco la mirada y un escalofrío recorrió toda mi espina, la mujer de cabellos negros los cuales tapaban su rostro, pero lo mas terrorífico fue que no se movía, el hombre pateo su estomago y el cuerpo giro, iba a dar el primer paso, pero me quede congelada al ver el rostro de aquella mujer... Era yo, aquel rostro desfigurado por los golpes era yo, la sangre corría en mi rostro desde la frente, mis ojos soltaban lagrimas, mi labio y mejillas partidos e inmóvil en el suelo, ya no gritaba solo lloraba. Y yo ahí en el marco de la puerta sin poderlo creer, temblaba eso era notorio, mis ojos abiertos a mas no poder, y con fuertes lagrimas en mis mejillas, no pude hacer nada, sentía que el pecho se oprimía, pero mas terror me dio cuando aquel hombre se dio la vuelta... Sus ojos es algo que no podré olvidar, llenos de ira, cólera, odio, tristeza, todos eso sentimientos cargados en una mirada tan penetrante que sentí como calaba en mi alma, esos ojos y cabellos tan negros y largos como el aura de su dueño, me mantenían petrificada... Sentía que moría en ese instante..."
 
"Ese sueño ha vagado en mi mente durante días, esos ojos no los puedo borrar de mi mente, siento que ya los había visto, que ya me habían causado el mismo terror, pero también me causaron otro sentimiento, solo que aun no lo se, estoy confundida; mi mente no deja de pensar en la posibilidad de que aquel hombre pudiera ser mi asesino, aunque rápidamente la desecho de mi mente, porque recuerdo al cuerpo casi sin vida por los golpes, pero yo no morí así, yo morí de otra forma. 
Los días han pasado y Kykio no ha regresado, mejor por mi no quiero verla en verdad esa mujer me inspira un verdadero miedo, tengo que buscar mas en mis recuerdos, necesito ayuda"
 
La chica que se encontraba en la azotea, atravesó la puerta bajado por las escaleras hasta encontrarse con la puerta del departamento que también atravesó, viendo A Inuyasha sentado en el sofá de la sala y se acerco a este 
 
- Hola - dijo Inuyasha en tono alegre 
 
- Hola - sonrisas aparecieron en sus rostros, esas simples palabras los hacían sentir acompañados, sin necesidad de mas, aunque puede parecer ilógico, para ellos no, amigos desde la infancia mas que amigos, hermanos, contando el uno con el otro en cualquier momento no importa si fuera bueno o malo, su amistad traspaso hasta la misma muerte, para Kaoruko eso era muy especial y así como contó con el cuando estaba viva, quiere contar con el en la muerte, así que era hora de que le ayudara - Inuyasha... necesito que... - estaba realmente nerviosa - necesito que me ayudes
 
- Claro... Pero en que? Ocurre algo malo - "pero que estúpido, claro que ocurre algo, no la he visto en días, y se que ella me necesita, no me imagino estar en su situación" 
 
- Necesito que me ayudes a recordar - soltó sin rodeos.
 
- A recordar? Recordar que? - Inuaysha estaba confundido pero tenía el presentimiento de que se trataba 
 
- A recordar, como era antes de morir, como vivía, quien era - decía mirando a los lados de la habitación
 
- No - soltó de repente
 
- Que? - sorprendida quiso hablar pero Inuaysha la interrumpió 
 
- No dejare que recuerdes cosas dolorosas, cosas que te pueden hacer daño, no dejare que te vayas de mi lado, por recuerdos que no valen la pena, llamame egoísta, pero no dejare que recuerdes - puso sus manos en sus hombros firmemente pero sin hacerle daño, extrañamente podía tocar la fría piel de la chica - no dejare que te vayas - le dijo desesperado y la miro determinante, pero su mirada cambio al ver la de Kao, suplicante, derramando pequeñas lagrimas, eso le partió el corazón.
 
- Por favor... Necesito saber, necesito saber quien soy, tu sabes lo que se siente estar perdido, no sabes lo que se siente no recordar nada de tu vida antes de morir, antes de desvanecerte en el aire, y no poder irte por no saber la razón por la cual te quedas porque no recuerdas nada - le dijo desesperada y con los ojos llorosos.
 
- Esta bien - susurro derrotado por aquella imagen - que necesitas recordar? - le dijo, aún se sentía algo difícil hablar de eso.
 
- Sólo recuerdo hasta los años donde estaba estudiando la universidad, pero son recuerdos muy vagos, por favor, cuéntame - le dijo algo emocionada por saber.
 
- Si... - aún no muy seguro decidió seguir al ver el rostro ansioso de su amiga - estábamos en el tercer año de la carrera, recuerdas que se nos invito al concierto al aire libre en el Central Park? 
 
- Si, algo recuerdo, mi hermana estaba muy emocionada - dijo intentando recordar lo cual fue en vano.
 
- Bueno en ese entonces, nos preparábamos para los ensayos y un día de esos fuimos a festejar el cumpleaños de Miroku, fuimos a un bar... - callo un momento, en verdad odiaba a ese tipo.
 
-  Si, que sucedió después? Sólo eso puedo recordar
 
- estábamos cómodamente en la barra, y nos dieron ganas de bailar así que fuimos Miroku y yo porque tu decías que no tenías ánimos de bailar 
 
- Ah eso, es que no quería bailar con ustedes jeje - río nerviosa
 
- Oye si somos grandes bailarines 
 
- Aja y yo estoy viva
 
- Voy a ignorar ese comentario - el chico trago saliva y volvió a hablar - el caso es que nosotros estábamos en la pista y lo vimos fue que estabas hablando con un tipo - tipo dijo arrastrando la última palabra
 
- Un tipo? 
 
- Si, su nombre era Naraku...
 
- Naraku!... - miles de recuerdos golpearon en su mente en ese instante, imágenes felices, tristes, desgarradoras y al final la imagen de ella muriendo, siendo Inuyasha a la última persona que vio, y luego ese hombre se colaba en sus pensamientos, esa mirada llena de ira, de odio, es mirada nunca la pudo olvidar.