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ENCUENTROS EXTRAÑOS por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no son míos, tienen a sus respectivos creadores los que me boxearían al ver lo que escribo con ellos

Notas del capitulo:

En primer capítulo es la historia dedicada a Seiya con el Dios del Sueño

Capítulo 1.- Mientras dormías (Hypnos x Seiya)


 


Una noche, ya tarde en la mansión Kido reinaba la paz, todos sus habitantes dormían apaciblemente, los jóvenes guerreros después de la batalla en contra de Hades se habían establecido en la casa de su Diosa en Japón, había pasado casi dos años de esto y ahora los guerreros vivían con relativa calma y la noche transcurría en paz para todos salvo en la habitación del joven caballero de Pegazo en donde el aire como que se perturbó y una figura encapuchada apareció de la nada al pie de su cama, aquel hombre bajó su capucha dejando ver sus rubios cabellos, se sacó la capa que lo cubría, vestía una túnica muy hermosa, era blanca y tenía detalles dorados, el mayor se sacó las sandalias que llevaba puestas y se sentó en la cama del legendario caballero que se movió pero no despertó, el visitante acarició con suavidad el rostro del joven que dormía, suspiró entre sueños y se movió quedando recostado sobre su espalda, el mayor lo destapó con suavidad y sonrió, se levantó de la cama, se desnudó completamente, la luz de la luna bañaba su cuerpo y por la ventana la luz llegó hasta su rostro en el cual se podía ver una estrella en su frente


 


El visitante no era otro sino Hypnos, el Dios del sueño, el rubio destapó completamente al joven y lo empezó a desvestir con cuidado, movía suavemente al chico que dormía sacándole la ropa que traía puesta hasta dejarlo desnudo en la cama, al verlo se llenó de deseo, empezó a acariciarlo y besarlo por todo su cuerpo, Seiya suspiraba y se movía, abrió sus piernas y el mayor aprovechó esto para acomodarse entre ellas quedando sobre el completamente y lo empezó a besar y a acariciar en el cuello y en sus labios


- Te extrañé – murmuró el castaño entre sueños cuando el Dios besaba su cuello y levantaba su pierna para que lo rodeara por la cadera


- Y yo a ti mi preciosidad…, pero ahora que por fin estamos juntos dime que me amas – Hypnos susurraba directamente en el oído del joven caballero que dormía


- Te amo… – susurró Seiya casi sin voz


- Dime que me deseas – dijo Hypnos mientras seguía besándolo y acariciándolo


- Te deseo…


- Pídeme que te haga el amor


- Hazme tuyo…, hazme el amor…


- Tus deseos son ordenes


El mayor empezó a besar con mas fuerza y pasión al joven que se dejaba hacer mansamente, con cuidado lo fue preparando y lo penetró lentamente cuando lo sintió listo, Seiya se quejaba bajito mientras el otro lo embestía


- No… duele… duele… - es castaño se quejaba casi sin voz


- Esta parte siempre duele mi niño, ya pasará… ya pasará…


Hypnos se seguía moviendo dentro del cuerpo de Seiya que gemía casi inaudiblemente, el Dios buscaba sus labios y lo besaba con pasión, bajó su mano para acariciar el endurecido miembro del mas joven haciéndolo acabar, el chico se arqueaba casi imperceptiblemente y llegó a la cumbre del placer, Hypnos también y se derramó dentro del castaño que lo hizo entre ambos, el mayor salió de su cuerpo y acomodó al Pegazo en su pecho, el chico lo abrazó y continuó durmiendo tranquilamente, suspiró un par de veces mas pero no se volvió a mover.


 


Los últimos dos meses Hypnos había venido a visitar al joven caballero de Pegazo y sin poder resistirlo lo tomaba mientras dormía, utilizaba su poder para que el castaño no se despertara y a la mañana siguiente por lo regular Seiya no recordaba nada y si por azares del destino algo recordaba no se preocupaba y pensaba que era un sueño, un muy vívido, explícito, erótico y delicioso sueño que inexplicablemente tenía con uno de los dioses gemelos, Seiya se lo había comentado a Shun alguna vez, su amigo se sorprendió un poco pero después lo tranquilizó porque le contó que había soñado con Shaka mas de una vez


 


A la mañana siguiente Seiya se despertó cuando su televisor se encendió a manera de despertador, aunque se sentía un poco extraño esa mañana no le quedó mas remedio y como todos los días se levantó, se duchó, se vistió y bajó a desayunar, su rutina era bastante normal, iba al colegio con Shun que estaba en su mismo curso, Hyoga y Shiru estaban un año adelante e Ikky se había negado a ir al Colegio y andaba desaparecido, Shun había tenido noticias suyas la ultima vez hace un mes y su impredecible hermano estaba en la India haciendo quien sabe que cosa, pero esa mañana era un tanto diferente, Seiya estaba algo pálido y ojeroso, se sentó a la mesa para desayunar pero no lo pudo evitar y corrió al baño, el olor del tocino le llegó al alma, cuando salió del baño temblaba un poco, Shun lo estaba esperando un poco preocupado y lo ayudó a llegar al sillón donde el castaño se desplomó


- Comiste algo ayer que te hizo daño? – preguntó Shun secando la frente de su amigo que sudaba frío


- No, ayer me sentía mal y no cené, tal vez tengo un virus o algo


- Seiya… - Saori se acercaba a ver a su caballero mas fiel pero apenas entró al salón el castaño se puso mas pálido aún y volvió al baño, el perfume de Saori era muy fuerte, cuando salió le temblaban las piernas, Shun y Saori lo ayudaron a llegar al sillón, la joven le puso su mano en su frente y Shun tenía la impresión de que pasó algo porque la chica abrió mucho sus ojos y se puso pálida


- No puede ser – susurró la Diosa


- Qué? – preguntó casi sin fuerzas el Pegazo


- Seiya recuéstate y respira, estás muy pálido, Shun por favor podrías traerle a Seiya un poco de agua


- Claro – el caballero de Andrómeda salió rumbo a la cocina y Saori se sentó junto a Seiya en el sillón y puso disimuladamente su mano en el vientre del chico que estaba recostado y con los ojos cerrados


- Pero cómo…? – la chica estaba sorprendida y empezaba a asustarse, Shun volvió con el agua pero Saori le pidió que la dejara a solas con Seiya, el joven caballero se sorprendió un poco al pedido de su Diosa pero no protestó y se retiró, Seiya solo la miraba y se iba asustando al ver la cara que ella tenía


- Qué pasa Saori?, dime…


- Yo se que no es de mi incumbencia Seiya pero tu… estás con alguien?, tu sabes a lo que me refiero


- A que viene la pregunta? – Seiya se sorprendió un poco, por lo regular su Diosa era bastante prudente y no se entrometía en sus asuntos personales


- Solo dime y se sincero conmigo, tu estás con alguien?


- No


- Ok., entonces con quien has estado?, tu sabes… íntimamente…


- Con nadie Saori – Seiya estaba un poco sonrojado


- Seiya, por favor… se sincero conmigo, dime la verdad, con quien te has estado viendo? – Saori en cambio se iba impacientando


- Es en serio Saori, no estoy saliendo con nadie, bueno… veo a Minho los domingos cuando voy al orfanato pero, ella y yo… no… tu sabes…


- Seiya basta, deja de hacerte el desentendido que no te queda y ya dime con quien te has acostado – Los ánimos se iban caldeando y con rapidez, tanto la diosa como su caballero estaban algo molestos por la incómoda conversación


- Eso no es de tu incumbencia, pero ya te lo dije, no me he acostado con nadie


- Eso no es posible


- Y por qué?


- Porque estás esperando un hijo Seiya, por eso


- QUÉ????????, pero eso no puede ser, yo… soy un hombre


- Si, pero un cosmos extraño está creciendo dentro de ti, no puedo determinar cual es – la chica volvió a poner su mano en el vientre de Seiya que estaba mas blanco que un papel, la chica retiró su mano y parecía frustrada – Está protegido, no me deja ver su origen pero está ahí


- No es posible, cómo rayos…??????


- Bueno…, la única explicación sería que la criatura no es humana Seiya


- Y entonces que diablos es???


- Es hijo de un Dios, un dios es el único ser que puede tener descendencia con el ser que haya escogido independientemente de su sexo


- Saori… y ahora que voy a hacer?


- Hay que estar seguros, no vayas al colegio hoy y vamos a la clínica


- A la CLÍNICA?????, Para qué?


- Te pueden hacer un ultrasonido y podremos ver, para comprobar si es cierto lo que estoy pensando y de ser así de cuanto tiempo estás y todas esas cosas, te parece bien?


- Si tu lo dices


- Mejor vámonos de una vez, así salimos de dudas y estarás mas tranquilo


- Cómo voy a estar mas tranquilo si un Dios… si un Dios… abusó de mi?


- No recuerdas nada de eso, nadie ha venido, no has hablado con nadie?


- Créeme Saori si me hubiera acostado con alguien lo recordaría no te parece?


- A menos que el padre de tu hijo te haya hecho olvidar


- Demonios… porqué me pasa esto justo a mi?... Saori… me quiero morir…


 


Saori llevó a Seiya a la clínica de la fundación y le hicieron un ultrasonido en el que se pudo apreciar lo que parecía un embrión de 6 semanas, el Pegazo no salía de su asombro al igual que el médico que no se explicaba como este muchacho pudiera llevar un hijo en el vientre, Seiya no quería que los chicos lo supieran todavía así que Saori estuvo de acuerdo y no dijo nada, en la noche ya muy tarde todos en esa casa dormían apaciblemente menos el castaño caballero que estaba sentado en uno de los muebles de la sala acurrucado en si mismo, su cabeza era una revolución y no sabía que hacer, a ratos sin poderlo evitar algunas lágrimas rodaban por sus mejillas, ahora tenía que hacer frente a esto y el no tenía la culpa de nada, no había hecho nada, rayos¡¡¡, todo era tan injusto, tan sumido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta que alguien lo observaba desde el arco que separaba la sala del hall


 


Hypnos como todas las noches había ido a ver a su Seiya pero al materializarse en su habitación encontró la cama destendida pero ni rastro del caballero de Pegazo, cerró sus ojos en franca concentración y lo sintió en la planta baja y fue para allá, al verlo tan triste y sumido en sus pensamientos se le encogió el corazón porque no sabía que era lo que le pasaba, con su poder desde donde se encontraba lo adormeció, Seiya se acomodó en el sillón y se quedó dormido inmediatamente, el mayor se acercó sigilosamente y lo cargó con cuidado en brazos para llevarlo a su habitación pero al voltearse vio a Atena que salía de las sombras y tenía un expresión de sorpresa mezclada con furia


- Tu…


Sin mas el dios del sueño desapareció llevándose a Seiya con el dejando a Saori en medio del salón con las manos levantadas intentando impedírselo, Thanatos estaba en los campos elíseos disfrutando tranquilamente de la brisa suave de la noche cuando vio llegar a su hermano que llevaba en brazos al caballero Pegazo


- Qué has hecho? – preguntó algo contrariado el gemelo de la muerte acercándose al gemelo del sueño


- Atena me vio, no tuve otra opción


- Y no se te ocurrió nada mejor que traerlo hasta acá?, eres un inconciente… el Señor Hades se pondrá furioso


- No le digas nada aún, dame un par de horas


- Tienes hasta el amanecer, después de eso si tu no se lo dices, lo haré yo, esto no puede continuar así


- Lo sé… gracias hermano


Hypnos llevó a Seiya al interior de uno de los templos, caminó adentrándose a la edificación, pasaba por varias estancias hasta que llegó a una habitación que tenía una cama enorme, en ella depositó con cuidado al joven caballero y acarició su rostro con adoración, Seiya abrió sus ojos, estaba un poco desubicado pero se incorporó con rapidez y miedo al ver tan cerca al Dios del sueño


- No me toques… eras tu?, eras tu??? – Seiya se alejó lo mas posible del Dios sin bajarse de la cama y se abrazaba a si mismo


- Cómo lo supiste? – Hypnos le preguntó tratando de llegar a él


- No te me acerques, no te atrevas a volver a tocarme, debí suponer que eras tu, los sueños… no eran solo sueños verdad?


- Por favor no me tengas miedo yo no quiero hacerte daño Seiya


- Mas de lo que me haz hecho??, desgraciado… me has destrozado la vida…


- No Seiya, yo te amo


- Como puedes decir eso después de lo que me haz hecho, has abusado de mi, me has violado y no conforme con eso ahora yo…, ahora yo….


- Cómo lo sabes??, pero no, yo nunca he sido violento contigo mi niño, has sido mío, no te lo voy a negar ni te voy a mentir, pero lo disfrutaste tanto como yo


- Como lo voy a haber disfrutado si no lo recuerdo


- Si quieres recordarlo yo puedo hacer que recuerdes


- No…, no quiero volver a verte, quiero ir a casa, no quiero que te vuelvas a acercar a mi, quiero olvidar todo esto


Seiya estaba muy molesto pero sobre todo asustado, Hypnos vio que era imposible conversar con él en los precisos momentos, el joven caballero de pegazo no estaba en condiciones de escucharlo, ya luego vería la forma de acercarse a el


- Si eso es lo que quieres cumpliré tus deseos, dame tu mano – dijo tranquilamente el Dios


- Para qué?


- Para que pueda llevarte a tu casa


 


Seiya lo pensó un momento, al fin se decidió y con recelo tendió su mano, el mayor la tomó, respiró profundamente en preparación para transportarlo pero ahí fue que lo sintió, un cosmos extraño en el cuerpo del castaño, y lo entendió todo, por eso Seiya lo supo, por eso estaba tan triste y lloraba en la sala, llevaba a su hijo en el vientre y no entendía cómo pasó


- Seiya… - el mayor lo miró con adoración y emoción lo que hizo que el joven soltara su mano y se volviera a acurrucar sobre si mismo mirándolo con miedo, Hypnos se levantó de la cama y la rodeó, se arrodilló en el otro extremo junto a Seiya e intentó tocar su vientre pero el joven se alejó hasta el otro extremo de la cama, un par de lágrimas rodaron por sus mejillas, el mayor sin importarle nada se sentó junto a el y lo abrazó, el joven intentó resistirse pero el Dios lo sujetaba con fuerza, Seiya no sabía porqué pero dejó que Hypnos lo abrazara, sentía una especie de consuelo entre los brazos del mayor que lo sostenía y acariciaba sus espalda esperando pacientemente que el Pegazo se tranquilizara, cuando al fin lo hizo y dejó de llorar Hypnos levantó su mentón y besó sus labios suavemente pero el castaño se separó rápidamente


- Déjame explicarte Seiya, ya después tu decidirás que hacer y yo no me opondré en lo que sea que tu decidas


- Qué me puedes explicar??, que abusaste de mi??, que me ultrajaste??, que me utilizaste a tu antojo?, y no conforme con eso me embarazaste?


- Si me hubiera acercado a ti a la salida de tu Colegio que hubieras hecho?


- Hubiera…


- Corrido para el otro lado?


- Yo no corro a los enfrentamientos


- Exacto, te hubieras enfrentado a mi pero yo no quiero eso, tu te ganaste mi respeto en la batalla en contra de nuestro señor y después de eso pues te ganaste mi corazón


- Cómo rayos pude haber hecho eso si nunca hemos hablado siquiera


- Quieres que te cuente toda la historia?


- De cómo me violabas en las noches?


- No, de cómo llegué a tu vida, no fue casualidad, el Señor Hades me envió a ti


- Te envió a lastimarme?


- No…, me envió a ayudarte a pedido de tu amigo Shun de Andrómeda


- Shun???, qué tiene que ver el en todo esto?


- Mi señor me dijo que luego que todos se recuperaron de la última batalla mas o menos pasó un año y tu aún no podías dormir, en ese lapso Shun y mi Señor empezaron a hablar, tu sabes… amistosamente, y como prueba de buena fe mi señor le ofreció todo lo que quisiera a tu joven amigo pero el no pidió nada para el, pero le pidió que te ayudara a dormir que tu insomnio era muy fuerte y tu habías empezado a enfermar a causa de ello


- Las gotas de valeriana no funcionaron entonces


- No, me temo que no, yo empecé a venir a tu habitación en las noches para adormecerte, no te voy a mentir te vez muy dulce dormido por lo que empecé a quedarme y te veía dormir, cambiaba tus sueños, regularmente tenías sueños muy violentos así que los cambiaba por otros mas pacíficos para que pudieras descansar realmente, y en una de esas ocasiones pude ver tus recuerdos, tus sentimientos, te vi realmente a ti y me enamoré como un idiota


- Eso no te justifica


- Ya lo se, pero tu tienes un alma pura, eres magnífico y muy bello, eres la criatura mas hermosa que haya visto en mi vida y no solo me refiero a tu cuerpo


- Sigues sin justificarte


Seiya aún estaba molesto pero Hypnos pensó que estaba un poco mas calmado y se le ocurrió algo para intentar ganárselo


- Dame tu mano – Hypnos tendió su propia mano para recibir la del castaño que se encogió en la cama alejándose un poco mas


- No…, para qué?


- Yo he visto en tu alma, quiero que tu veas en la mía, es lo mas justo no?


 


Seiya lo pensó un poco y con recelo extendió su mano, Hypnos la tomó, la besó primero y luego la puso en su pecho y cerró los ojos, Seiya lo imitó y al poco tiempo vio una serie de imágenes suyas, sus recuerdos y muchas otras cosas pero había un sentimiento que dominaba todo esto, era una admiración mezclada con deseo, sentido de pertenencia, emoción, ternura, amor, eso era lo que el Dios sentía por él, el joven caballero pudo verse a si mismo a través de los ojos del Dios y se vio hermoso, se sintió amado, deseado, con intensidad y emoción, vio en el alma del Dios y no encontró el más mínimo deseo de lastimarlo de ninguna forma, lo que el mayor quería con desesperación era que Seiya le corresponda, el joven abrió los ojos y sonrió sonrojándose ligeramente, Hypnos se sintió aliviado y se acercó suavemente y lo besó en los labios, fue un beso muy dulce y plenamente correspondido, luego de la sorpresa inicial claro está


- Me darás una oportunidad Seiya?, de estar junto a ti y a nuestro hijo?


- Cielos…, nuestro hijo…


- Te amo pequeño y quiero una oportunidad para lograr que me ames tu a mi


- No tendremos problemas por esto, Hades lo sabe?


- No, no lo sabe pero se lo diré ahora mismo


- No te matará por involucrarte con el enemigo?


- Tomando en cuenta que mi Señor Hades y Shun de Andrómeda mantienen una relación bastante amistosa espero no tener problemas mi niño


- Wow, no lo sabía


- Ven recuéstate, debes descansar ahora, ya es muy tarde


- Pero me siento bien


- Puedo? – Hypnos iba a poner su mano en el vientre del joven pero se contuvo, Seiya sonrió y asintió, el Dios puso su mano y sonrió, una luz dorada los bañó a ambos, Seiya sintió de repente una paz como nunca antes la había sentido


- Ese es nuestro hijo, sabe que soy su padre y me está saludando


- En serio?


- Si, dame tu mano


Hypnos puso la mano de Seiya bajo la suya y ahora el castaño sintió una alegría muy especial, era felicidad pura, como cuando uno es niño, alegría que viene de la inocencia


- Aparentemente también sabe quien eres tu y te ama, lo puedes sentir?


- Es fantástico


Seiya sonreía emocionado, nunca en su vida había sentido lo que acababa de sentir y estaba algo abrumado


- Seiya… me perdonas? – susurró el Dios, Seiya solo lo miró y retiró su mano de su vientre


- No… no me gusta que hagan las cosas a mis espaldas o que me oculten las cosas


- Qué piensas de todo esto?


- No se… en verdad no lo se


- Creo que será mejor que te lleve a casa para que lo puedas pensar tranquilamente y decidir lo que quieres hacer, yo mientras tanto hablaré con mi Señor inmediatamente y le explicaré la situación


- Está bien


 


Hypnos tomó de las manos a Seiya y lo hizo que se pare, lo abrazó con suavidad y el castaño sintió un hormigueo en todo su cuerpo y la luz era como un torbellino de colores, de pronto todo se detuvo y el estaba en su habitación de la mansión Kido, el mayor lo llevó hasta la cama y lo acostó, se arrodilló a su lado y besó sus labios una vez mas y sonrió


- Me haz hecho muy feliz pequeño – dijo el Dios en un susurro mirando al joven directamente a los ojos


- Vendrás mañana?


- Claro que si… duerme bien


Apenas el Dios se fue Seiya se quedó dormido profundamente, a la mañana siguiente cuando el caballero de Pegazo bajó a desayunar todos en el comedor se le abalanzaron, los caballeros dorados habían llegado y había mucho movimiento en la casa, Seiya no entendía nada hasta que Saori se lanzó a sus brazos y lloraba de la felicidad al verlo


- Qué pasa? – logró decir el castaño al poder separarse un poco de la muchacha


- Seiya… pensamos lo peor, cuando Hypnos te llevó yo… oh Seiya me alegra que estés bien


- Saori estoy bien, lo siento si…


- Oh no sientas nada, lo importante es que estás aquí


- Llamaste a los caballeros dorados? – Seiya estaba sorprendido


- Claro, tu estabas desaparecido, cómo llegaste aquí? – Saori le apretaba las manos


- Hypnos me trajo de vuelta anoche y luego me quedé dormido, aurita me desperté y bajé


- Espera, tu estabas en tu habitación? – Saori frunció el seño


- Si


- Shaka?? – Saori volteó a ver expectante a su dorado guardián de la casa de Virgo


- No mi señora… no lo entiendo – el rubio caballero tenía una cara de frustración única


- Qué??? – Seiya los miraba confundido


- No podemos sentir tu cosmos – explicó Shaka


- Pero si yo estoy aquí


- Al principio creíamos que Hades o Hypnos o el Inframundo en general hacían interferencia contigo, pero si tu estás aquí, es tu bebé el causante – dijo Saori mirando al castaño a los ojos


- Pero si es muy pequeño – dijo Seiya poniendo sus manos en su vientre


- Pero igual, ayer recién manifestó su cosmos y ahora hace interferencia, es extraño – dijo pensativa la muchacha, todos los caballeros dorados y los de bronce que estaban ahí hablaban a la vez y Seiya parecía extremadamente abrumado


- Cómo te sientes Seiya? – preguntó Shun adelantándose hasta llegar a el


- Bien, tengo hambre la verdad


- Huevos revueltos con jamón? – sonrió el de Andrómeda


- No… - solo al escuchar la propuesta el joven Pegazo se veía descompuesto


- Ven, te voy a hacer tostadas – Shun lo tomó de la mano y lo llevó a la cocina, lo sentó en el desayunador y le dio un vaso de jugo de naranja y puso el pan a tostar


- Algo simple no te va a hacer daño no crees?


- Yo se que te preocupabas por mi Shun, pero por qué rayos le comentaste a tu amiguito que yo tenía insomnio?


- Seiya por lo que mas quieras… si alguien se entera me matan o algo peor


- Está bien, pero me debes una


- Siempre puedo ser el padrino de tu bebé no?


- Cielos… todo esto es tan raro, sabes que lo sentí ayer?


- Al bebé??


- Si, Hypnos me hizo sentirlo


- Y???


- Fue maravilloso, fue una sensación única de alegría y paz, no se como explicarlo – Seiya sonreía, no lo podía evitar


- Estás feliz?


- Si


- Y que piensas de Hypnos?, el es el papá de tu bebé verdad


- Si, es el, pero no se que pensar, lo que hizo fue muy… bajo y feo, yo no se, que derecho tiene de hacer algo así, no me dio oportunidad de nada


- Bueno eso si…


- Pero me ama


- Te lo dijo?


- Mejor… con su poder me hizo ver su alma y me vi a mi mismo y sentí lo que el siente por mi, fue muy extraño pero me ama Shun, de eso estoy seguro


- Vaya… bueno por algo es un Dios, esa es una raza aparte, Hades tiene una forma de ver la vida sumamente retorcida pero muy interesante


- Ustedes son muy amigos?


- Algo…


- Ajá


 


En ese momento la joven Diosa entró a la cocina dejando a todos los caballeros afuera


- Seiya… yo se que estás abrumado pero necesito que me cuentes en detalle lo que paso ayer


- Saori… ayer no pasó nada, Hypnos me contó algunas cosas, el es el padre de mi hijo y…


- Hypnos es el padre de tu hijo??, no es Hades?? – Saori estaba sorprendida


- No, es Hypnos, tu creíste que era Hades?, por qué?


- No sé, era lo mas lógico, estás seguro que es Hypnos?


- Si… por lo menos eso es lo que me dijo


- Bueno eso me tranquiliza un poco


- Ah si?, por qué?


- Tendrás el hijo del Dios del sueño es preferible tener al hijo del Dios de la muerte no?


- Sea como sea es hijo mío


- No has pensado que… sería preferible… dadas las circunstancias… tu sabes…


- No, yo no podría hacer eso, no Saori, NO


- Me da gusto oírlo, tu eres muy joven, es entendible… si quisieras hacerlo…


- Pero no quiero


- Muy bien, yo creo que debes comer e ir al Colegio, ya pensaremos con calma que hacer, está bien?


 


El día pasó con relativa calma, en la tarde los caballeros dorados decidieron quedarse en la mansión, esta historia no había acabado todavía y su Diosa los podía necesitar si el Dios de los muertos se ponía violento o algo, entrada la noche Seiya estaba recostado en su cama oyendo música porque no quería dormir, en eso Hypnos apareció en su habitación, el Dios sonrió dulcemente y se acercó al joven, se sentó en la cama y lo besó suavemente, Seiya se puso algo nervioso pero no se apartó, el Dios puso su mano en el vientre del muchacho y sonrió


- Cómo has estado?, que dijo tu Diosa?


- De decir no dijo nada concreto, está algo preocupada pero nada mas y he estado bien, con un poco de nausea pero nada grave, y qué dijo Hades?


- Está molesto porque se lo oculté pero ya se le pasará, aunque dijo que si Atena intentaba hacer algo en contra de mi hijo o en contra tuya acabaría con el Santuario entero


- Vaya…


- No esperaba menos de el la verdad, estás cansado mi niño?


- Me vas a dormir?


- Si tu quieres…


- No… yo quiero hablar un momento contigo


- Qué pasa?


- No pasa nada pero… tu eres el padre de mi hijo y no te conozco


- Quieres conocerme?, en serio?


- Si…, porqué tan sorprendido?


- Por nada… me haces muy feliz


 


Por varias noches Hypnos fue a la habitación de Seiya y ellos hablaban de todo un poco, Seiya le contaba cosas de su infancia, de su vida como caballero, del colegio, de sus amigos, Hypnos le contaba de su gemelo, del Inframundo, de Hades, poco a poco Hypnos logró que Seiya se sintiera cómodo con el, había logrado que el joven se mostrara abierto, una noche Seiya estaba recostado y se había quedado dormido antes de que llegara Hypnos cuando el Dios llegó la luz de la lámpara estaba encendida y el joven tenía aún en sus manos el libro que había estado leyendo, Hypnos sonrió y con suavidad retiró el libro de sus manos, el castaño abrió sus ojos pesadamente y sonrió, el Dios se acercó y besó suavemente sus labios y se retiró pero Seiya jaló su túnica y lo acercó nuevamente, se besaron otra vez pero ahora profundizaron el beso y el Dios recibió de buen agrado la lengua invasora que tímidamente ingresaba a su boca


- Hola


- Hola


Seiya buscó una vez mas los labios del mayor, el joven se incorporó, Hypnos estaba sentado en la cama y sonrió cuando Seiya se sentó en sus caderas sin romper el beso y rodeó su cuello con los brazos, el Dios abrazaba al joven acariciando su espalda y su nuca, cuando rompieron el beso el mayor reclamó su cuello y lo besaba con ternura y pasión, Seiya se dejaba hacer dejando escapar leves suspiros ante las caricias que recibía, el mayor se volteó recostando a Seiya sobre su espalda y fue desabotonando la camisa de su pijama, el mas joven enredaba sus dedos en los rubios cabellos y se movía inquieto en la cama


- Seiya… tu quieres hacerlo?


- No te di suficientes pistas?


 


El Dios sonrió y acabó de desnudar al Pegazo que facilitó todo y buscaba quitar la túnica del padre de su hijo que se la quitó quedando desnudo también, se acomodó entre las piernas del joven y lo fue bañando de besos y caricias por todo el cuerpo, el caballero de Atena gemía y se arqueaba respondiendo a estas divina sensaciones en especial cuando el Dios tomó con su boca su endurecido miembro y lo complacía de una manera tan sensual logrando llevarlo al límite del placer, un par de lágrimas escaparon de sus ojos cuando Hypnos lo penetró, lo hizo lentamente esperando que su joven amante se acostumbrara a el, cuando lo sintió relajado hizo que rodeara su cintura con las piernas, sus embestidas eran lentas y profundas al inicio, luego tomó ritmo al ver la expresión de sublime placer en el rostro de su amado que lo estrechaba con fuerza y gemía deliciosamente, Seiya tenía los ojos cerrados totalmente entregado al placer que le brindaba el Dios que ahora con su mano lo masturbaba acabándolo de enloquecer, el caballero Pegazo no pudo resistirlo mas y acabó con un explosivo orgasmo en las manos de su Dios que aguantó un poco mas y luego de una par de profundas embestidas mas acabó dentro del joven que respiraba agitadamente rendido totalmente en la cama, el mayor salió de su cuerpo con delicadeza y el mas joven se acurrucó en su pecho abrazándolo


- No pensé que fuera así…


- Te sientes bien?, no te lastimé?


- No… estoy bien, yo creo que ya era hora de que hiciéramos el amor, tomando en cuenta que nuestro hijo ya viene en camino


Hypnos rió y abrazó mas al muchacho estrechándolo contra su cuerpo


- Seiya… ven conmigo, quiero llevarte a casa


- A casa?


- A los campos elíseos donde yo vivo, el lugar es hermoso, tu lo has visto, allí nuestro hijo puede jugar y correr en el campo


- Y la escuela?


- Tu quieres vivir aquí?


- Si, yo quiero vivir aquí en la tierra, tu no puedes venir y quedarte con nosotros?


- Quieres que me quede contigo?


- Tu no quieres?


- Nada me haría mas feliz que estar junto a ti y ver crecer a mi hijo


- Entonces quédate conmigo, yo te quiero junto  mi, te amo Hypnos


- Música para mis oídos, yo también te amo mi pequeño


 


Hypnos con el consentimiento de su Señor Hades se fue a vivir a la tierra, no podía descuidar sus obligaciones de Dios pero sin problemas hacía funcionar todo para estar tiempo con su familia, Seiya dejó el colegio de manera presencial y lo hizo a distancia mientras su embarazo avanzaba, a los pocos meses la pareja se casó y se mudaron a una casa a las afueras de Tokio, una mañana Seiya dormía tranquilamente en su cama pero despertó de golpe cuando sintió que una manito le abría el ojo


- Qué haces tu aquí eh?


- Papa – dijo el pequeñito señalando hacia la ventana


- Ajá… ven acá


Seiya tomó a su pequeño hijo en brazos, la criatura tenía poco mas de dos años, era un niño de cabellos rubios aunque no tan claros como su padre, tenía los ojos cafés como los de Seiya y se parecía mucho a el, el orgulloso papá caminó por la habitación mientras el pequeño niño le acariciaba el rostro, besaba sus mejillas y reía porque su padre le estaba haciendo cosquillas, el castaño salió al patio de su casa y encontró a su esposo que estaba sentado en el césped jugando con Pólux, su otro bebé que se volteó y dijo – Papa – al ver llegar a Seiya con su hermano


- Se te perdió algo? – dijo el castaño al acercarse


- No, yo sabía exactamente en donde Castor estaba


- Ajá… confiesa que se te perdió y no te diste cuenta que no estaba a tu lado


- Está bien… entré en pánico por un segundo hasta que sentí que tu despertaste


- Eso si te lo creo, hola mi amor – dijo Seiya sentándose en el césped junto a Hypnos y besándolo suavemente, puso al bebé en el césped junto al otro y por un largo tiempo los padres abrazados vieron a sus retoños mientras jugaban despreocupadamente recogiendo flores y maravillándose ante las mariposas que volaban por ahí cerca


Seiya estaba recostado en el césped y apoyaba su cabeza en las piernas de su esposo que le acariciaba sus cabellos


- En que piensas pequeño?


- En todo… en nuestros hijos… en nosotros… en como se dio todo, fue extraño no lo crees?, como un sueño


- Bueno, si te acuerdas, todo comenzó… mientras dormías


 


Notas finales:

Espero que les haya gustado, mañana la historia de... Hyoga!!!

Muchas gracias por leer y por sus comentarios


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