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SI NO ERES MIO... NO SERAS DE NADIE por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, en este capítulo Shun le cuenta a Hyoga cosas de su pasado y su familia que no ha contado a nadie antes, ni a Rada que es su mejor amigo

Capítulo 3.- Un pasado escondido


 


Hyoga estaba muy feliz porque lo que empezó muy casualmente con el chef en poco tiempo relativamente se fue transformando en una relación con todas las de la ley, Shun era sumamente divertido y fresco además de cariñoso y apasionado, se llevaban bastante bien y se complementaban maravillosamente, era un bono adicional que el peliverde congeniara súper bien con Seiya y Shyru así como Hyoga con Rada, eso la verdad si facilitaba sus vidas, Shun no trabajaba las mañanas, en el restaurante tenía un horario bastante flexible y se veían casi todas las noches, un par de meses habían pasado y tanto Hyoga como Shun se sentían bastante bien el uno con el otro, Hyoga estaba bastante intrigado por la discusión que había tenido su novio con Rada la primera noche que se quedó en su casa, el peliverde no era muy comunicativo sobre su pasado, solo le había contado que sus padres murieron en un accidente hace muchos años y luego su hermano también, pero Hyoga no creía que el hermano de su chef estuviera muerto en base a la discusión que había oído pero no le pareció muy prudente presionar el tema, si Shun se lo quería contar eventualmente lo haría


 


Una noche en el departamento de Hyoga la pareja se estaba besando en el sillón de la sala luego de haber cenado, Shun había llevado una funda con algunas cosas que le había dicho a su rubio que eran una sorpresa, Hyoga pensó que era algo para la cena pero no era así, bueno…


- Por qué no te adelantas a la habitación y yo ya subo – dijo Shun mientras besaba el cuello de Hyoga y acariciaba su pecho


- Por qué?


- Sorpresa…, anda a la habitación, vamos compláceme, te prometo que te va a gustar – Shun tenía una sonrisa pícara en sus labios y sus ojos brillaban


- Está bien, pero no te tardes


Hyoga besó a Shun y subió a la habitación, se sacó los zapatos, se aflojó la camisa y se acostó en la cama, a los pocos minutos Shun dijo desde abajo


- Estoy listo, cierra los ojos


- En serio?


- Si en serio, vamos ciérralos y no los abras hasta que yo te diga


- Listo – dijo Hyoga entre risas


- No hagas trampa Hyoga o se acaba el juego


- Está bien, juro solemnemente que no voy a hacer trampa, ya ven que me siento solo – dijo Hyoga sumamente intrigado


Pasó otro minuto hasta que Hyoga sintió que Shun se subió a la cama y se sentó en sus caderas, besó suavemente su labios y se separó un poco, luego besó su cuello y lamió su oreja susurrándole – Abre los ojos – y se volvió a separar, Hyoga abrió sus celestes ojos y no pudo sino sonreír abiertamente y se incorporó para besar esta vez con fuerza a su peliverde


- Tranquilo que me dañas el look – dijo el chef entre risas mientras Hyoga lo besaba en donde podía


- Estás loco no cabe duda, pero me encantas


- Y no has visto lo mejor – Hyoga estaba encantado, Shun estaba puesto un bóxer rojo que tenía una cola puntiaguda, una capa roja, tenía un trinche en su mano y en su cabeza tenía unos cuernos de plástico que al apretar un botón se encendían intermitentemente


- En verdad eres un diablillo, pero te amo – Hyoga dijo esto mirándolo tiernamente y con pasión mientras acariciaba su rostro


- En serio?, me amas? – Shun sonreía con emoción


- Claro tonto, me traes loco no te has dado cuenta?, no se que me haz hecho, pero sea lo que sea no dejes de hacerlo


- Me alegro, porque yo también te amo


Shun acarició suavemente el rostro de Hyoga y se unieron en un beso suave pero cargado de amor y deseo, era la primera vez que se habían dicho que se amaban, Hyoga estaba emocionado y Shun conmovido, el rubio volteó a Shun recostándolo sobre su espalda y lo empezó a besar por todo el pecho, el cuello y el vientre mientras el peliverde con algo de dificultad abría la camisa del rubio, al poco rato se quedaron desnudos, el trinche cayó al piso, Shun todavía llevaba puesta la capa y los cuernos que emitían luces y se movía en la cama mientras su amor lo preparaba, finalmente Hyoga se recostó sobre su espalda y Shun buscó la invasión dejándose caer sobre el erecto miembro del mayor hasta introducirlo totalmente en su cuerpo, luego de un momento el chef empezó a mover las caderas ayudado por el abogado consiguiendo un vaivén enloquecedor, Shun tenía los ojos cerrados y se apoyaba en el pecho de Hyoga que lo sostenía de la cintura y lo ayudaba a subir y bajar, entre jadeos y gemidos se volvían a decir cuanto se amaban hasta que llegaron a la cima del placer con explosivos orgasmos y cayeron rendidos en la cama


- Te amo pequeño demonio – dijo Hyoga acomodando mejor los cuernos intermitentes de la cabeza de Shun


- Esos son los únicos cuernos que me puedes poner que te quede bien claro Hyoga Bryce – dijo Shun de repente muy serio


- Cómo podría buscar a otro si te tengo a ti?, Shun… lo que me recuerda, quiero hablar contigo de una cosa importante


- Pasa algo?


- No, es solo que… - Hyoga no encontraba las palabras e intentaba hablar pero nada le salía


- Ya escúpelo – Shun se incorporó en la cama y miraba algo extrañado a su novio que se veía un poco nervioso


- Me gustaría que te mudaras aquí, tu sabes… conmigo


- Quieres que nos mudemos juntos?, en serio? – de entre todas las cosas que el abogado pudo haber dicho esa era uno de las que jamás se le habría podido ocurrir al chef


- Si no te gusta este departamento podemos buscar otro, pero yo quiero que vivamos juntos


- No lo había pensado, no te parece que es muy pronto?


- No, lo que mas quiero es estar a tu lado, amanecer todos los días junto a ti, comer todas tus recetas psicodélicas y hacerte el amor en la madrugada o a plena luz del día, eso me haría muy feliz, pero piénsalo con calma, si tu no quieres no nos vamos a apresurar, solo… piénsalo, sin presiones, lo podemos hacer como plan de largo plazo si quieres y…


- Shhhhh – Shun le puso un dedo en la boca a Hyoga y luego lo besó, cuando se separó lo miró a los ojos y sonrió – No sabes en lo que te estás metiendo rubito al pedirme esto


- Entonces aceptas? – a Hyoga le empezó a latir el corazón con fuerza


- Te advierto que no soy tan fácil, tu me conoces, tengo mis manías, estás seguro de que quieres embarcarte en esto?


- Si es contigo iría hasta el fin del mundo


- Ok., pero en verdad te va a tocar comer todo lo que se me ocurra hacer, a veces el pobre Rada ha ido a dar en emergencias


- Lo que tu quieras, si me lo das tu comería hasta piedras


- Te las haré con salsa alemana, de seguro quedarán ricas


- Oh Shun me haces muy feliz


Hyoga besó a Shun y lo estrechó contra su pecho y muy contento luego de un rato se quedó dormido, Shun estaba recostado sobre el pecho de Hyoga que dormía tranquilamente pero el estaba preocupado y no podía conciliar el sueño, amaba a Hyoga como no había amado a nadie pero por eso mismo no podía seguir ocultándole su historia, se lo tenía que contar… el problema era que no le había contado nunca a nadie, ni siquiera a Rada, bueno exceptuando a su psiquiatra a nadie… rayos!!!!, pero si Hyoga lo amaba lo entendería, además algún día se enteraría y será mejor que lo sepa por el mismo y ahora cuando todavía se pueden detener las cosas o dar marcha atrás


 


A la mañana siguiente, era sábado y cuando Hyoga se despertó oyó ruidos en la cocina, Shun siempre se despertaba antes y le hacía el desayuno, su novio era muy dulce pensaba el rubio por lo que se puso sus pantalones de pijama y bajó las escaleras fue hasta donde estaba su chef, lo abrazó por la espalda y besó su cuello susurrándole un buenos días en su oreja


- Hasta que despertaste, estoy haciendo escándalo por mas de 15 minutos y tu recién revives


- Tengo el sueño pesado mi amor, además tu me dejaste exhausto ayer – Hyoga volteó a Shun y se besaban en la cocina pero el peliverde estaba bastante incómodo y el abogado lo noto


- Qué pasa mi amor? – Hyoga acarició el rostro de Shun y lo miraba a los ojos


- Hyoga tenemos que hablar… - Shun se puso serio de repente


- Cambiaste de opinión?


- No… pero tengo cosas que decirte antes de mudarnos juntos, hay muchas cosas de mi que tu no sabes y tienes que saberlo antes de dar el siguiente paso


- Shun… tu pasado es tu pasado, no tienes que sentirte obligado a contarme nada si no quieres


- Es que si quiero, pero es… difícil para mi hablar de esto


- Cuéntame solo si me lo quieres contar, yo te amo, y nada de lo que digas me hará cambiar de opinión, así que tranquilo


- Ok., lo primero que debes saber es que te mentí, nunca ha sido mi intención mentirte pero cuando empezamos a salir yo… tu me gustabas mucho y todo eso pero el asunto de la confianza se ha ido dando poco a poco, ahora confío en ti y por eso te lo voy a contar


- Ok., me mentiste en qué? – preguntó tranquilamente el rubio


- Mi hermano… el no está muerto, bueno está muerto para mi pero físicamente asumo que está por ahí todavía


- Ok., qué pasó entonces?


- Mis padres murieron cuando yo era un niño, eso si es cierto y mi hermano Ikky cuidó de mi, éramos los dos contra el mundo, se quedó a mi cargo, fue muy duro para él, el trabajaba para que yo pudiera ir al colegio, se ganó una beca para la Universidad porque era un estudiante brillante y nosotros pues éramos muy unidos, yo lo quería mucho, no te imaginas cuanto… todo lo hacíamos juntos, nos contábamos todo, el era muy protector conmigo, en pocas palabras el era mi ídolo, yo quería ser como el


- Y qué pasó?


- Pues yo estaba en el colegio, tenía 15 años mas o menos y empecé a salir con uno de mis compañeros de aula, se llamaba Mime, era mi primera relación y era con un chico y yo tenía miedo, estaba asustado por la reacción de mi nissan y no le conté nada de esto, el era bastante serio y radical en sus opiniones y no sabía como iba a tomar el hecho que a mi me gustaran los chicos, bueno… Ikky por lo regular llegaba a casa cerca de las 8 de la noche, una tarde yo estaba en casa con Mime haciendo las tareas pero como acabamos rápido estábamos en el sillón, tu sabes… besándonos, eran besos inocentes Hyoga, yo era prácticamente un niño y no estaba haciendo nada extremo ni mucho menos, cuando de pronto la puerta se abrió e Ikky entró en la casa, casi le da un infarto al encontrarme con otro chico, se puso todo rojo del coraje y sin mayores miramientos echó a Mime de la casa, esa noche me abofeteó, me dijo que estaba avergonzado de mi y que no podía verme a la cara, no tienes idea de lo mal que me sentí, en especial porque no me habló por mas de un mes luego de eso, yo le rogaba y le rogaba y el solo me ignoraba, hasta una noche…


 


Shun se paró y empezó a caminar por la estancia, estaba tratando de no derrumbarse y llorar, Hyoga se dio cuenta y fue hasta donde el estaba y lo abrazó, Shun empezó a llorar y se aferraba a Hyoga tratando de tranquilizarse, el rubio acariciaba sus cabellos y su espalda sosteniéndolo, lo llevó al sillón para que pudieran seguir hablando, Shun respiró profundamente un par de veces y se secó las lágrimas


- Lo siento, no le he contado esto a nadie y es difícil para mi


- No te preocupes, yo estoy aquí para ti


- Lo sé


Shun acarició el rostro de Hyoga y suspiró antes de continuar con la historia


- Esa noche Ikky llegó a casa mas tarde de lo usual, serían como las 10 de la noche, estaba algo tomado pero no estaba borracho y… y…


- Te golpeó?


- Me violó Hyoga, me violó…


- Tu hermano? – el abogado no lo podía creer…


- El es mayor a mi con 6 años y era mucho mas fuerte que yo, Ikky llegó azotando la puerta, entró a mi cuarto, yo ya estaba acostado pero de un tirón hizo que me parara y me abofeteó con tal fuerza que caí al suelo, luego me lanzó contra la pared, me arrancó la ropa y me violó, en mi propio cuarto, en mi propia cama… mientras lo hacía me decía: “Si esto querías yo te lo voy a dar”, “Marica de mierda, porqué lloras si esto es lo que te gusta”, y tantas otras cosas mas que la verdad no vale la pena ni repetir, me golpeaba, me insultaba, me ató a la cama, luego me safó para poder moverme cual muñeco de trapo y me forzó varias veces esa noche, yo lloraba, suplicaba, intentaba resistirme pero Ikky no tuvo compasión de mi y yo… me quería morir, no entendía por qué lo hizo, yo estaba muy lastimado y sangraba, todo me dolía y ni fuerte podía respirar pero cuando al fin se cansó, me dejó en paz y se quedó dormido yo saqué fuerzas no se de donde, como pude me salí de la casa y arrastrándome llegué hasta la casa de mi vecino que por suerte era médico, el era muy amigo de mi padre y nos tenía cariño, por lo que me atendió inmediatamente, yo estaba pálido y había perdido mucha sangre, inmediatamente llamó a una ambulancia y me llevó al hospital ya luego cuando me dieron de alta me recibió en su casa, así fue como llegué a vivir con Rada y su familia


- Rada?, pero tu dijiste que nadie lo sabía


- Y nadie lo sabe… yo le dije a la policía que no conocía al que me atacó, aunque yo creo que el papá de Rada suponía que fue Ikky ante mi terror de volver a casa, el sabía la naturaleza del ataque pero yo le rogué que no le dijera a nadie, que tenía vergüenza y no quería que nadie me mirara diferente, por eso yo dije en la escuela y a cualquiera que me preguntara que me arrolló una moto, justo en ese tiempo Ikky se transfirió de Universidad y se mudó fuera de la ciudad, de eso son casi 8 años pero aunque he hecho de todo para recuperar mi vida yo… a el no lo puedo perdonar, nunca mas lo vi, el no puso ni un pie en el hospital o en la casa de Rada, solo enviaba dinero, solo enviaba dinero…


- Cielos Shun…


 


Shun empezó a caminar por la habitación una vez mas, estaba mas tranquilo pero parecía inmensamente triste, todo esto aún le dolía


- Mas o menos hace un par de años Ikky ha hecho intentos de comunicarse conmigo pero yo no puedo, me niego a verlo, no lo soportaría, me costó sangre, sudor y lágrimas reponerme en algo de lo que me tocó vivir, he ido a terapia por años, aún voy la verdad, ya no tomo medicación y estoy relativamente bien pero esta es una de esas cosas que te marcan de por vida


- Mi amor, yo lo siento tanto – Hyoga abrazó a Shun con fuerza que volvió a llorar en sus brazos


- Por eso se me hace difícil confiar en las personas, y llegaste tu… tu venciste todas mis barreras, atravesaste todos mis obstáculos, me hiciste amarte, me enamoraste, me ganaste, te amo Hyoga, yo quería que lo supieras, nunca le he podido contar esto a nadie pero a ti te lo tenía que decir, no quiero tener secretos contigo, quiero que sapas todo de mi, y si después de esto tu…


- Shun… yo te amo pequeño, muchas gracias en verdad por confiar en mi y contármelo, pero era en serio lo que te dije, nada hará que yo te deje de amar, en especial algo así en lo que tu no tuviste culpa alguna


- En serio?, esto no cambia la opinión que tienes de mi?


- Bueno si la cambia, yo creo que sobreponerse de algo como eso debió ser muy duro para ti, la verdad admiro el hecho de que seas como eres, no te has dejado vencer y tratas de ser feliz con lo que eres y lo que tienes, eres magnífico


- Me vas a hacer sonrojar


- Te ves hermoso sonrojado


- Ok., por todo eso para mudarme contigo tengo tres condiciones


- Lo que tu quieras - Hyoga volvió a llevar a Shun al sillón


- Escúchame antes de decir que si, la primera.- no se volverá a hablar de este asunto, si Ikky te busca como ha buscado a Rada para tratar de llegar a mi por favor ni me lo digas y niégate, yo no quiero volver a ver a mi hermano en lo que me resta de vida, he tenido problemas con Rada porque el no entiende mis razones y el lógico porque nunca se las he explicado pero contigo es diferente, tu lo sabes


- Hecho


- Segunda.- si me cuerneas Hyoga Bryce me iré y no volverás a verme, si hay algo que no te perdonaría es que me traiciones con otro o peor con otra, considérate advertido


- Hecho


- Tercera y última.- me gusta como me tratas, me gusta como hacemos el amor, me gusta que seas un poco pervertido y te guste hacer cosas nuevas, yo estoy dispuesto a todo lo que tu quieras porque a mi también me parece divertido y excitante, pero no voy a permitir nunca que me ates, así que ni me lo propongas, eso no lo tolero por obvias razones


- Tu eres el pervertido y a mi también me gusta como hacemos el amor, nadie lo hace como tu


- Y que no se te olvide


- Te amo Shun yo lo único que quiero es tenerte en mi vida, eso es suficiente para hacerme feliz, yo soy fácil


- Si mi amor, por eso me enamoré de ti, porque eres un cualquiera – Shun besó a Hyoga suavemente y se levantó del mueble corriendo para la habitación


- Qué????, ven acá conejo loco – Hyoga lo siguió por las escaleras atrapándolo antes de que llegue al segundo piso, Shun reía y se dejaba besar, Hyoga lo cargó haciendo que el menor rodee su cuerpo con las piernas y sosteniéndolo de las nalgas acabando de subir las escaleras al cuarto, y cayeron en la cama entre besos y caricias


 


Shun estaba muy vulnerable en esos momentos, había abierto su baúl de secretos por primera vez en su vida por lo que Hyoga lo estaba tratando con extrema suavidad y dulzura


- Hyoga… hazme el amor – dijo el joven chef entre jadeos


- Estás seguro que quieres?


- Si… ámame… hazme tuyo… ámame como solo tu sabes hacerlo


Hyoga cumplió el deseo de su novio, bajo el calor de las sábanas hicieron el amor suavemente, el rubio hizo suyo al joven peliverde que se le entregaba con pasión mientras le repetía cuanto le amaba, lo importante que era en su vida y lo feliz que le hacía, cuando todo acabó y Shun dormía recostado en su pecho, Hyoga no podía creer que el propio hermano de este maravilloso jovencito lo haya lastimado de esa manera tan cruel, si estuviera en sus manos lo estrangularía luego de castrarlo… pero eso era decisión de Shun, si antes lo único que quería era hacerlo feliz ahora se esforzaría el doble, esta dulce criatura que dormía en sus brazos ya había sufrido demasiado en esta vida y en manos de la persona que mas quería en el mundo, que injusta que es a veces la vida pero el haría todo para que Shun sea feliz a su lado


 


Notas finales:

Espero que les haya gustado

Nos vemos mañana con la continuacion


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