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SI NO ERES MIO... NO SERAS DE NADIE por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, en este capítulo Shun se da cuenta de todo, hay cosas que el no sabía pero de casualidad todo se descubre, espero que les guste

Capítulo 6.- La mano oculta


 


Seiya y Shyru llevaron a Hyoga hasta la habitación, lo dejaron en la cama acomodándolo de lado para que no vaya a ahogarse y bajaron, el departamento era una completa y absoluta revolución, parecía que un tornado había pasado por allí, Seiya no entendía nada y miró inquisidoramente a Shyru que suspiró y meneó la cabeza


- Cuando me llamaste yo llamé a Shun, primero no me contestó y después cuando lo hizo estaba bastante molesto, cuando le empecé a hablar de Hyoga me gritó Seiya, Shun me gritó que de ese infeliz no quería saber mas nada en lo que le restaba de vida, que por el lo podía arrollar un tren o algo así y me colgó


- Cielos!!!, pero que pasó? – el castaño estaba tristemente sorprendido


- No lo sé, como no hemos visto a Hyoga en este par de meses por lo del caso ese en el que estaba trabajando pues no tengo ni idea, no sabía que ellos ya no estaban juntos, qué te dijo a ti Hyoga?


- No me dijo nada, me llamó el cantinero – Seiya se encogió de hombros


- Bueno, lo único que podemos hacer ahora es arreglar un poco este desastre y esperar a que despierte


- Uy…


 


Hyoga despertó a la mañana siguiente queriéndose morir, la cabeza se le partía en dos literalmente y estaba mareado, con nausea, se sentía en verdad enfermo, para ver si le pasaba un poco sus malestares se dio una ducha rápida y bajó las escaleras, su corazón dio un brinco al ver su departamento relativamente ordenado


- Shun… SHUN… - llamó el rubio pero fue Seiya el que se volteó, el castaño estaba en la cocina haciendo café


- Lo siento… soy solo yo, cómo te sientes?


- Como si un caballo me hubiera botado y luego se hubiera puesto a bailar sobre mi


- Si… así es como te ves, qué te ha pasado amigo?, qué pasó con Shun?, qué pasó con tu trabajo?, algo me dijo el cantinero pero no le entendí nada


Hyoga tomó un sorbo del café que Seiya le ofrecía e hizo una mueca, estaba desabrido y cargado, se apoyó en el mesón de la cocina y suspiró


- Shun me dejó y ayer me despidieron


- Rayos… bueno cuéntame todo y mas despacio, tómate esto


Seiya le dio un par de aspirinas y Hyoga empezó a hablar, le contó todo a su amigo sin omitir detalle, era bueno poder sacar todo eso de su pecho, al terminar la historia se sentía un poco mejor


 


- Lo que mas me duele Seiya es que yo nunca lo engañé, nunca… yo lo amo, cómo pudo dudar así de mi?, cómo pudo creer que yo lo engañaría?, que no me conoce en lo mas mínimo?


- Entonces no te acostaste con Camus?


- Claro que no, además de todo el es… era mi compañero de oficina, tu sabes que eso nunca termina bien, pero lo de las fotos que mencionó Shun en verdad me preocupa


- Bueno eso si, no has intentado hablar con Shun


- Lo he intentado todo pero el no me da chance a nada, me dijo que he muerto para el, y cuando dice eso lo dice en serio, yo no se que hacer Seiya, siento como si me faltara un brazo y me quiero morir Seiya, me quiero morir…


- Tu no te puedes morir, debes descansar hoy, ya mañana podrás empezar a buscar otro trabajo


- El trabajo no me importa, pero Shun… Shun…


- Por eso… descansa, necesitas la cabeza fría para que planees lo que vas a hacer, mas tarde vuelvo si?, tengo cosas que hacer, Shyru dijo que iba a pasar a verte después de su turno en el hospital, lo llamaron para una cirugía de emergencia


- No necesito niñeros Seiya, estoy bien – Hyoga intentó sonar seguro de si mismo pero no podía, en verdad se estaba muriendo de la rabia y de la pena


- Ajá, de cualquier manera igual vamos a venir


- Gracias amigo


 


Shyru estaba en sus rondas en el hospital después de su cirugía y vio al final del pasillo a Rada que estaba tomando un café y hablando con Bian, Shyru no lo pensó mas y se acercó al rubio médico


- Rada, puedo hablar un momento contigo?


- Claro siempre y cuando no tenga nada que ver con un rubio abogado amigo tuyo


- No es sobre el, es sobre Shun


- De el menos voy a hablar contigo, o con nadie la verdad – Rada se dio la media vuelta y empezó a caminar por el pasillo pero Shyru lo siguió y se le paró enfrente para que lo tome en cuenta


- Por favor solo escúchame, estoy preocupado porque Hyoga está muy mal, ni siquiera entiende las razones que tuvo Shun para dejarlo y todo esto lo tiene destrozado


- Eso es muy fácil, déjame ilustrarte, Hyoga lo engañó, Shun lo descubrió y todo se fue al diablo, 1 + 1 es 2


- Hyoga es mi amigo y no tiene por qué mentirme, el dice que nunca engañó a Shun y menos con Camus


- Ajá… y la chica?


- Cuál chica? – Shyru frunció el ceño


- No lo sabes??, vaya…, al parecer no solo a Shun le guardaba secretos


- Saber qué?, qué secretos?, de qué estás hablando?


- El otro día una chica fue al restaurante y le mostró a Shun los resultados de unos análisis, está embarazada y Hyoga es el padre


- Eso no puede ser, eso es una tamaña estupidez


- Pues así es, como te lo cuento, por favor dile a Hyoga que deje a Shun en paz, el no quiere verlo y no lo culpo


- Hyoga ama a Shun, no lo entiendo


- Qué te puedo decir?, así es como están las cosas, yo lo siento por Shun, el está muy triste pero tu infiel amigo tiene la culpa de todo


- Yo no lo creo, Hyoga no sería capaz de hacer algo así, en especial con lo de la muchacha, eso no tiene el menor sentido


- Yo solo te cuento lo que Shun me contó a mi, el es mi hermano, créeme ganas no le faltan de ir a romperle la cara a tu amigo por todo lo que está haciendo sufrir a Shun que no se lo merece, discúlpame por favor…


El beeper de Rada sonó y el rubio se perdió por el pasillo del hospital dejando a un muy confundido Shyru que sacó su teléfono para llamar a Seiya


 


***


 


Un par de semanas mas tarde Shun estaba en el restaurante, picaba vegetales pero estaba distraído y se cortó un dedo, después de quejarse y maldecir en voz alta (se acordó hasta de la quinta generación de la familia del fabricante de los cuchillos), fue a lavarse y ponerse una venda, el corte no era muy profundo pero estaba sangrando bastante, Milo que estaba apoyado leyendo una revista solo miraba algo preocupado a su peliverde amigo que últimamente estaba de un genio de los mil demonios


- Nuevo aderezo para la salsa? – preguntó Milo al ver como Shun vendaba su dedo


- Muy gracioso – contestó el peliverde con enojo


 


De la cocina llamaron a Milo de un grito y el fue para allá dejando la revista abierta en la barra, Shun iba a seguirlo a la cocina pero algo llamó su atención y tomó la revista, era un artículo sobre los jóvenes profesionales en ascenso y allí lo vio, tras muchos años de evitarlo el rostro de su hermano le sonreía desde la revista, Shun no lo pudo evitar y tomó la revista para leer el artículo, pero no era solo un artículo, Ikky era la entrevista principal del número y era una entrevista bastante extensa, cuatro caras completas, habían algunas fotografías que mostraban a Ikky en su oficina, el staff de colaboradores, y otras cosas mas, Shun leyó el artículo y miró con detenimiento las fotografías, leyó el pie de página para ver los nombres y las caras cuando de pronto palideció de la rabia y estrujó la revista al mirar con mayor detenimiento y reconocer uno de los rostros que sonreía despreocupadamente


 


Shun se guardó la revista, fue a la cocina, se sacó el delantal, dejó a Milo encargado de todo y salió cual vendaval con dirección al centro, el chef nunca había estado es estas oficinas, entró decidido y en información preguntó la dirección correcta, el piso y todo eso, entró en el elevador, sin ver a nadie caminó sigilosamente por el pasillo, lo que menos quería era llamar la atención y llegó hasta la oficina principal pero ni siquiera entró, al ver a la secretaria que estaba hablando por teléfono lo entendió todo, se dio la vuelta y caminó rápidamente a la salida, tan concentrado estaba en sus propios pensamientos que no vio bien por donde iba y no pudo evitar el choque con otra persona que venía en la dirección opuesta y papeles volaron por el aire


- Lo siento… - dijo el peliverde agachándose a ayudar a recoger el desastre que el mismo ocasionó


- No hay problema, qué haces aquí Shun?


El chef alzó la mirada y se topó con Camus que le sonreía, Shun se puso de pie y tomó a Camus del brazo


- Hay algún lugar en donde podamos hablar?


- Claro…


- Pero por favor no quiero que nadie sepa que estoy aquí, especialmente Hyoga


- Está bien, ven… - Camus llevó a Shun hasta una sala pequeñita donde estaba la copiadora del piso


- Hyoga ya no trabaja aquí Shun, no lo sabías?


- No, no he hablado con el en algunas semanas


- Ohhh, lo siento, el encargo del caso que le dio el Sr. Takamura fue mucho para el aunque si me preguntas fue muy injusto que lo despidiera así


- No vine a hablar de eso, Camus…, dime la verdad y por favor no te ofendas con mi pregunta, tu… te has acostado con Hyoga?


- Con Hyoga????, no…


Shun tenía la respiración agitada y sus ojos se llenaban de lágrimas


- Shun te lo prometo, yo no tengo nada con Hyoga, a mi me cae muy bien, en el tiempo que trabajó aquí si es cierto que trabajaba principalmente conmigo pero no… nunca fue así, el estaba muy enamorado de ti


- Es que… me llegaron unas fotos


- Fotos?


- Si, de ustedes dos juntos, tu sabes… desnudos en una cama y yo…


- Eso no es cierto, yo nunca he estado con Hyoga, pero…


- Pero que?


- Bueno, hay un muchacho nuevo abajo en la compañía de Importaciones, se llama Hagen, salimos por algunas semanas cuando el recién llegó a Tokio y a el le gustaba lo de las fotografías y los videos y pues yo…


- El es rubio?


- Si, tiene un tatuaje en el brazo derecho de una especie de caballo un tanto extraño, tiene mas patas de lo normal o algo así


- Si te enseño las fotografías tu lo reconocerías?


- Claro, no me he acostado con muchos rubios, ahora estoy saliendo con Shura un poco mas formalmente por lo que te agradecería mantener esto en reserva, tu entiendes…


- Claro, puedes ir por el restaurante a lo que salgas?


- Si, nos vemos hoy en la noche entonces


- Gracias Camus


 


Shun salió del edificio muy apurado y se fue directo a casa de Rada, revolvió sus cosas hasta encontrar las dichosas fotografías y las examinó con detenimiento una vez mas, la primera vez que las vio estaba embargado de la ira y los celos, ahora que las veía con detenimiento pudo comprobar que el rostro del rubio en todas las fotografías estaba borroso o de plano no salía, lo que era suficientemente raro, pero igual lo hizo dudar, de cualquier manera en una de las fotografía se podía ver parte del tatuaje que Camus le había descrito, entonces el rubio en cuestión no era Hyoga… no era Hyoga…


- Maldito desgraciado… - Shun estaba hablando mas para si mismo que para que alguien lo oiga pero Rada estaba en el pasillo y no pudo evitar escucharlo


- Shun… deberías botar eso y seguir con tu vida


- Rada… este de aquí – dijo el peliverde mostrando la fotografía al rubio médico que la tomó para volverla a ver – no es Hyoga


- Shun…


- Ves esto?, Hyoga no tiene tatuajes, no es el Rada, no es el – Shun hablaba con una mezcla de ira y desesperación


- Estás seguro?, por favor no alimentes esperanzas para luego sufrir otra vez, me preocupas Shun… en serio


- Quién te dio las fotografías Rada? – exigió saber el joven


- Eso no es importante Shun


- Fue Ikky verdad?, habla…


- Cómo lo supiste? – Rada se puso un poco pálido


- Yo tengo mis medios, tengo que buscar a Hyoga…


- Pero y lo de la chica y el bebé y todo eso?


- Ella no está embarazada, ni es menor de edad ni nada


- En serio?


- Si… en serio, ya me voy, y hazme un favor si Hyoga llama dile que estoy en camino a su casa que tengo que hablar con el urgentemente, que me espere


 


Shun salió del departamento como alma que lleva el diablo, se subió en un taxi y fue hasta el departamento de Hyoga, subió por el elevador y con su llave entró, al menos el abogado no había cambiado las cerraduras, ni bien abrió la puerta se llevó una desagradable sorpresa y su corazón se detuvo al ver a un extraño sentado en la mesa del comedor que leía un libro y tenía una taza de café frente a él, era un muchacho rubio de cabello largo que levantó la vista cuando el llegó, Shun se quedó estático parado en la puerta y se puso pálido pero el extraño cerró el libro y sonrió al verlo


- Shun verdad? – dijo el extraño tranquilamente, a Shun se le abrió la tierra bajo los pies y se quería morir


- Lo siento, debí tocar el timbre…


- No te preocupes si es tu casa, Hyoga no está, salió a comprar la cena, pasa… le dará gusto saber que viniste


- Quien eres tu? – Shun lo miraba con curiosidad pero su pánico inicial estaba pasando


- Shaka – dijo el joven poniéndose de pie y extendiendo su mano, el peliverde la estrechó y sonrió aliviado al entender quien era el


- Oh… Hyoga me ha hablado de ti


- Vine a visitarlo, pero creo que sería mejor que me vaya a dar una vuelta, debe estar por llegar, por favor no te vayas y espéralo


El rubio tomó su saco y sin decir nada mas salió de la casa, en el pasillo se encontrón con Hyoga que regresaba con la comida


- A dónde vas?


- Necesitas privacidad, hay una sorpresa en tu departamento


Hyoga lo miró con intriga pero Shaka solo sonrió y siguió hasta el elevador, Hyoga entró al departamento y se le cayeron las fundas al ver a Shun de pie en medio de la sala, antes de que el rubio pudiera reaccionar Shun se lanzó a sus brazos y lo abrazó con fuerza


- Shun… - Hyoga estaba en shock


- Hyoga… lo siento, lo siento tanto… tanto…


- Oh Shun… cómo? – Hyoga lo abrazaba también emocionado de verlo y Shun solo repetía que lo sentía


- No debí dudar de ti, soy un idiota, un completo idiota


- Ok., eso no está en discusión pero cómo te diste cuenta?


- Por esto


Shun le dio a Hyoga la revista que había estado leyendo en el restaurante


- Ok., y esto que tiene que ver? – Hyoga seguía sin entender


- Siéntate y te lo cuento todo


 


Hyoga recogió las fundas con la comida y las puso en la cocina, volvió a la sala y se sentó junto a Shun que estaba un poco pálido


- Me encontré esta revista por casualidad en el restaurante y no pude evitar ojearla y vi esto – Shun señaló una fotografía en donde estaban dos personas


- No entiendo


- Este es mi hermano Hyoga, este es Ikky


- Ikky… Ikky Takamura es tu hermano?, pero tu apellido es Kido


- Si… somos hermanos de madre, eso nunca te lo dije verdad?


- No…


- Eso no es lo importante, ella… ella… es la chica que fue a buscarme en el restaurante, la que me dijo que estaba embarazada de tu hijo


- Sayo?, Fler Sayo?... pero ella no está embarazada ni mucho menos, ella es la secretaria del Sr. Takamura y…


- Ves?, es Ikky el que me ha hecho todo esto, el lo hizo todo para separarme de ti y acabar contigo, por eso te dio ese caso y lo utilizó de excusa para botarte de tu trabajo y él es el que me hizo llegar estas fotografías


Shun le dio las fotografías de Camus con su misterioso amante y Hyoga al verlas pudo entender la confusión de su novio, al rubio que estaba con Camus no se le veía la cara


- Cielos… - Hyoga miraba las fotografías y su ira iba en aumento


- Hoy, al leer el artículo y al verla a ella en la fotografía de la revista fui a tu oficina para verla mejor y era la misma persona que me fue a buscar en el restaurante, además me choqué con Camus y hablé con el, me dijo que te habían despedido, además me dijo que el rubio de aquí era un nuevo empleado que trabaja en otro piso que se llama Hagen y que tenía un tatuaje, lo ves?, es este de aquí


Shun señaló la foto en la que se veía el tatuaje en parte y Hyoga la acercó a sus ojos para verlo mejor


- No lo puedo creer… - Hyoga miraba las fotografías una por una


- Yo sabía que Ikky era abogado y que era penalista, pero cada vez que Rada me empezaba a hablar de el yo le cambiaba el tema, nuca supe en donde trabajaba, o que fuera jefe de oficina ni nada de él, tu nunca lo mencionaste por su nombre solo por su apellido que es un apellido bastante común, además por la forma como hablabas de el yo pensé que era un hombre mucho mayor, a la cena que hicimos no vino, yo no sabía que el era tu jefe… no lo sabía…


- Nunca hubiera pensado que el era tu hermano, no se parecen en nada, nunca vi una fotografía, nunca me lo describiste, rayos…


 


Hyoga caminaba por la estancia estaba molesto por toda la situación, Shun solo lo miraba y su corazón se encogía


- Yo sé que no tengo derecho de pedirte nada por la forma como se dieron las cosas, actué por rabia e impulso cuando te dije todo lo que te dije, yo… entiendo si no quieres volver a verme, pero por lo menos tenía que explicártelo todo, me engañaron Hyoga y yo fui tan estúpido de creer lo que los otros me dijeron antes que a ti – Shun estaba en verdad arrepentido y avergonzado, Hyoga estaba muy molesto pero aliviado que todo se haya aclarado


- Siento que perdieras tu empleo – dijo Shun casi en un susurro


- Por lo menos me queda la satisfacción de que no me botaron por incapaz, el Sr. Takamura lo hizo todo para deshacerse de mi…, eso me da un retorcido sentido de tranquilidad


- En verdad lo siento, solo te he traído desgracias – Shun se quería morir, había sido muy injusto con su novio, ex novio???


- Shun… es solo un trabajo, además ya tengo otro, lo que en verdad me dolió es que no confiaras en mi, que no me dejaras explicarte, que no me lo contaras todo, lo de esa chica me lo contó Shyru que se lo contó Rada, yo no tenía idea de que eso había pasado


- Fue Rada el que me dio estas fotografías pero no me dijo quien se las había dado, pero hoy confesó y confirmó que se las había dado Ikky


- Tu hermano es un perfecto imbécil no cabe duda, pero lo que no entiendo es por qué te hace todo esto?


- Para molestarme asumo yo, el sigue siendo amigo de Rada, tal vez el le cuenta cosas mías y como yo me mudé y todo eso pues me hizo lo que me hizo y te botó del trabajo para complicar mi vida y arruinar la tuya


- Siempre lo admiré como profesional pero nunca hubiera creído que llegara a caer tan bajo


- Lo siento Hyoga… en verdad, yo no sé que mas puedo decirte y…


 


Hyoga se volteó, al ver la cara de pena, dolor y arrepentimiento que Shun tenía, se acercó a él, lo tomó entre sus brazos y lo besó con fuerza, lo estrechó contra su pecho y acariciaba su espalda, cuando el beso se rompió por falta de aire y se separaron un poco, se miraron a los ojos y sonrieron


- Te extrañé – dijo el rubio acariciando el rostro del chef


- Yo también, no tienes idea de cuanto


- Necesité una intervención de mis amigos, llamaron a mi hermano a que me cuide, ellos creían que estaba en estado suicida


- Oh… por eso Shaka está aquí?


- Cierto, lo viste


- Si, yo… entré con mi llave y lo encontré aquí


- Y no corriste por donde viniste al verlo?


- Créeme, no voy a cometer el mismo error dos veces, te juzgué mal y no sabes cuanto me arrepiento


- Y que no se te olvide, pero la verdad yo quisiera poner tierra sobre este asunto, lo importante es que estamos juntos otra vez, tu sabes que nunca te engañé, tu me amas y yo te amo, el resto no importa


- En verdad?


- Claro conejo loco, yo me estaba muriendo sin ti, pero tienes que confiar en mi fue sumamente injusto que no dieras chance a nada, yo nunca te he dado motivo


- Lo se… perdóname Hyoga por favor, perdóname


- Solo si me prometes que no te me vas a volver a ir así, nunca mas


- Te lo prometo


 


Shun besó a Hyoga que correspondió el beso, la pareja cayó en el sillón y sus besos y caricias se profundizaron en poco tiempo, la ausencia había hecho mella en ellos y las cosas se caldearon rápidamente, no podían dejar de acariciarse, una a una las prendas fueron aterrizando en el piso, cuando estaban casi desnudos Hyoga se incorporó y se levantó cargando a Shun que rodeó su cuerpo con las piernas y fueron a la habitación en donde bajo el calor de las sábanas se amaron demostrándose cuanta falta se hicieron mutuamente, Shun estrechaba con fuerza a Hyoga y gemía mientras el abogado se introducía en su cuerpo, las caricias del rubio eran como fuego en su piel, encendiéndolo cual hoguera, Hyoga estaba fascinado al tener nuevamente a Shun en su cama, de poderlo hacer suyo otra vez, extrañaba sus caricias, sus besos, su cuerpo, todo… y al verlo ahora tan entregado a él, tan apasionado eso lo llenó de deseo pero también de felicidad, su encuentro fue fuerte, cargado de amor y pasión, cuando todo acabó Shun estaba recostado apoyado en el pecho de Hyoga que jugaba con sus cabellos y acariciaba suavemente su espalda


 


- Y que trabajo tienes ahora? – preguntó el chef recordando que Hyoga se lo había dicho


- Ohhh, la semana pasada se abrió un concurso para fiscales del estado y gané un lugar, empecé esta semana, mi sueldo no es tan bueno pero el ambiente es totalmente diferente, trabajamos directamente con la policía, mis compañeros de oficina son muy simpáticos y experimentados, yo soy el novato pero me tratan bastante bien aunque me molestan porque me saben decir que antes yo trabajaba para sacar a los maleantes libres ahora voy a trabajar para meterlos a la cárcel, me dicen que la paga no es fantástica pero que es uno de esos trabajos que les permite dormir en las noches


- Entonces no me odias por haber perdido el trabajo?


- Ya te dije que no, es solo un trabajo, hay cosas mas importantes en la vida


- Como que?


- Como tu…


Shun se incorporó para besar a Hyoga que se acomodó mejor en la cama para profundizar el beso cuando escucharon que la puerta de abajo se abría


- Tengo que seguir caminando por ahí o ya puedo entrar?, afuera está lloviendo y la verdad ya me cansé – gritó Shaka desde abajo sonriendo al ver la ropa regada por toda la casa


- Ahora bajamos – respondió Hyoga


 


Hyoga y Shun se levantaron, se vistieron rápidamente porque en este punto tenían hambre, el rubio se puso unos pantalones cómodos y una camiseta sencilla, Shun algo parecido, como ya no tenía ropa en casa de Hyoga estaba usando ropa de el y le quedaba algo grande, Shun en verdad se veía adorable y Hyoga se lo hizo saber cuando lo besó suavemente en las escaleras, Shaka estaba en la cocina sacando la cena de sus contenedores para calentarla


- Creo que debería ir a dormir en casa de Seiya – dijo el rubio al verlos bajar, Shun se sonrojó y Hyoga solo sonrió


- No seas exagerado – dijo Hyoga sentándose en el mesón de la cocina acomodándose a comer una alita de pollo que estaba fría, Shaka sonrió, su hermano menor siempre hacía lo mismo, el mayor se tranquilizó al ver a Hyoga feliz, estos últimos días habían sido muy duros para él


- Traje un poco más de todo porque asumí bien al pensar que te quedarías para la cena – Shaka le sonrió a Shun que se sonrojó aún mas


- Que vergüenza conocernos así – dijo Shun en voz baja


- Nahh, no te preocupes, lo único que importa es que haz hecho feliz a mi patito – Shaka acarició el rostro de Hyoga que trató de esquivarlo sin éxito


- Patito? – Shun regresó a ver a Hyoga que le lanzó un mantel a Shaka por su indiscreción, eso no le había contado al chef


- Lo que pasa es que cuando éramos niños, Hyoga tenía un buso amarillo que no se sacaba nunca, ni para ir a dormir, era todo acolchado y tenía el dibujo de un patito, mamá lo llamaba patito y el apodo se quedó – Shaka se encogió de hombros pero Shun sonreía divertido, Hyoga sabía que su chef le molestaría con lo de patito esta vida y la que viene


- Ajá… que dulce Hyoga


- Claro, búrlate de mi todo lo que quieras – Hyoga contestó divertido


 


Los tres cenaron tranquilamente, conversaron un rato mas de todo un poco, casi a la media noche Shaka armó maletas y haciendo caso omiso a lo que decía Hyoga de que no era necesario que se vaya, igual se fue a dormir en la casa de Seiya, al despedirse abrazó a su hermano menor, ahora se podía ir tranquilo al verlo bien, la pareja arregló un poco la cocina y después de otra ronda de besos por toda la casa se fueron a dormir, Shun había llamado al restaurante y le dijo a Milo que si por un acaso iba un abogado a buscarlo que se llama Camus, ya no era necesaria su ayuda, que ya lo había arreglado todo, esa noche Shun se sentía seguro y confiado en los brazos de su amor, al fin esa situación tan horrible había acabado y se encontraba en paz, Hyoga abrazaba a Shun que suspiraba de cuando en cuando y se acariciaban suavemente hasta que el sueño los venció, todo estaba tranquilo en su departamento mientras que en el edificio de en frente un peliazul rabiaba a mas no poder al mirar con sus binoculares como la pareja había hablado, se había arreglado y no conforme con eso había hecho el amor frente a sus narices, pero ellos no se iban a burlar así de él, claro que no…


 

Notas finales:

El tatuaje de Hagen es Sleipnir, el caballo de ocho patas del dios Odin, que hace referencia a su armadura como Dios Guerrero

Espero que les haya gustado, solo falta el final, muchas gracias por leer y por sus comentarios, nos vemos mañana en el fin

Saludos


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