Capítulo 13.- La batalla
Hades no les dio chance a nada y empezó sus ataques, pronto el templo del Patriarca tenía los pilares rotos y se caía a pedazos, la mayoría de espectros rebeldes habían sucumbido ante el poder de Hades y sus jueces, Hypnos, Thanatos, Shion y Seiya peleaban con todo lo que tenían, Hades buscaba viciosamente la oportunidad de acabar con su ex esclavo, pero se le dificultaba, el chico aparte de que se movía bastante bien y esquivaba los ataques dirigidos a él Hypnos estaba pendiente de él y no dejaba que nada le diera de lleno
Shion cayó fuera de combate al igual que Thanatos y Minos, en el lado opuesto del salón Radamantys y Aiacos se concentraron en Hypnos dejando el camino libre a su señor que alcanzó a ponerle las manos encima a Seiya y con una sola mano apretando su cuello lo levantó del piso, Seiya con sus dos manos trataba de aflojar el fuerte agarre del Dios, el aire le faltaba y la fuerza se le iba
- Maldito niño… la muerte es un castigo demasiado benévolo para ti… voy a dejarte vivir… para que sufras la pérdida de mi hijo… lo llevaré conmigo y lo haré a mi imagen, será mi digno sucesor, no hay nada que ustedes gusanos puedan hacer, después de todo es el deseo de los Dioses
- No…
- Te dejaré vivir y me aseguraré de que lo puedas ver de lejos, haré que te odie con todas sus fuerzas, haré que te aborrezca, que se avergüence de ti – el Dios sonreía maliciosamente, en verdad quería que Seiya sufriera lo que le restara de vida y él se encargaría personalmente de ello
Hades apretaba su cuello con más fuerza, Seiya estaba todo rojo y débil por la falta de aire pero con un grito de dolor Hades tuvo que soltar al castaño que cayó pesadamente al piso y tosía tratando de tomar aire en sus pulmones, el Dios de los muertos se miró incrédulo la mano, estaba totalmente quemada como si la hubiera metido en ácido, aún no salía de su sorpresa cuando volteó y vio aparecer a Atena con su hijo en brazos, el niño lloraba y la Diosa avanzaba con paso seguro hacia el Dios, Saori concentró todo su poder y con su báculo arrojó a Hades lejos de Seiya que seguía tosiendo en el piso pero por lo menos su color normal ya iba recuperando, el Pegaso se incorporó un poco con dificultad, y se levantó parándose frente a Saori y a su hijo, la Diosa abrazó al pequeño con mas fuerza, Seiya le dio a entender que el pequeño Ren estaría más seguro en sus brazos que con él en los precisos instantes porque Hades lo miraba con total y absoluto odio
- Niña estúpida… te arrepentirás – Hades se puso de pie y hablaba con rabia e indignación, sin esperar más desenvainó su espada amenazadoramente y arremetió contra la Diosa pero en el último segundo el escudo de libra se interpuso en el camino de la espada, el escudo se despedazó ante el contacto pero evitó efectivamente el ataque, Docko desde el pie de la escalinata había lanzado el escudo, el antiguo maestro lucía cansado, algo magullado pero vivo, Hades se volteó a ver quien había osado intervenir ahora y lo vio
- Solo tú has sobrevivido? – preguntó Hades con algo de burla en su tono de voz al ver solo al caballero que respiraba agitadamente
- No… - Docko sonrió y se regresó a ver escaleras abajo donde subían algo lastimados pero vivos y enteros, Saga, Shaka, Aioros, Death Mask, Sigfried y Shura – Solo camino un poco más rápido que los demás – Acabó de decir con una sonrisa cansada el guardián de Libra
Hades miró alrededor, sus jueces yacían en el piso, no había ni uno solo de sus espectros, si estos caballeros han subido era porque la batalla había terminado y ellos habían ganado, ahora estaba completamente solo y rodeado
- Esto no se va a quedar así… maldito niño… por lo menos a ti te llevaré de regreso al infierno – Hades miraba con un odio profundo a Seiya que estaba de pie bloqueando a su Diosa y a su hijo, el Dios de los muertos arremetió contra él pero la espada que sujetaba con fuerza en su mano se desvaneció para aparecer en las manos de Seiya que no lo pensó dos veces y aprovecho la confusión de Hades para atravesarlo con ella cuando se acercaba a ellos
Seiya apretaba con todas sus fuerzas la espada que atravesaba el cuerpo del Dios cuando éste retrocedió un par de pasos y lo miraba con absoluta incredulidad
- Ren es mi hijo, no tuyo – dijo el castaño con rabia y satisfacción cuando sacó la espada del cuerpo del Dios del averno y lo vio caer a sus pies, junto a Hades apareció una vasija negra que lo atrapó, todos vieron asombrados como el cuerpo del Dios se convertía en humo negro y entraba a la vasija la misma que se cerró inmediatamente después quedando sellada en nombre de Atena
Todo era silencio por unos momentos hasta que fue roto por el llanto del pequeño Ren, Seiya respiró profundamente, soltó la espada que cayó sonoramente al piso, se volteó para tomarlo en sus brazos besando su cabecita con suavidad hasta lograr tranquilizarlo, le tomó bastante rato, Hypnos estaba atendiendo a Thanathos que estaba mal herido y todo era incertidumbre en los espectros que habían sobrevivido la batalla al ver a su Dios vencido no les quedó mas remedio y se arrodillaron frente a Atena ofreciendo sus vidas, la Diosa se las perdonó e hizo que juraran lealtad al pequeño Ren, heredero del Averno
Un tiempo después de que el humo se dispersó y las cosas se tranquilizaron y organizaron un poco, Atena se acercó al grupo de caballeros dorados que llegaron al templo del Patriarca al final de la lucha
- Docko… y el resto de caballeros? – preguntó bastante preocupada la Diosa
- Están mal heridos y se quedaron rezagados, algunos murieron… la ayuda que nos brindó la señorita Hilda de Polaris y los Dioses guerreros de Asgard fue decisiva para evitar males mayores
- Por favor encárguense de los heridos, yo pasaré a verlos en unos momentos
- Si mi señora
Saori fue al templo de Acuario que estaba siendo usado como base para los heridos, los más graves eran Hyoga, Mu, Shun, Ikky, Afrodita y Thor, pero estaban siendo atendidos con prontitud, con la ayuda de la Diosa se repondrían totalmente, la mayoría de caballeros de plata y bronce estaban en estado crítico pero estable, Saori con su poder había restaurado la vida de Aldebarán, Syd, Mime, Shyru y Aioria, caídos en batalla y curó las heridas de todos los caballeros que se habían atrincherado en la quinta casa la cual ahora estaba totalmente destruida, ahí habían impedido el paso a los demás espectros de Hades que llegaban al Santuario a socorrer a su señor, los tres jueces del inframundo habían muerto también al igual que la mitad de los espectros
Era tarde en la noche cuando el Gran Dios Zeus hizo su aparición en medio de todo el movimiento, se paseó buscando a su hija y la encontró de pie al filo del risco de la casa de Acuario
- Bella noche no crees? – dijo el mayor tranquilamente
- Padre…
- Siento mucho no haberte creído cuando me lo dijiste, la verdad pensé que el odio y la desconfianza te habían cegado, Hades puede ser muy convincente cuando se lo propone, aunque te defendiste bastante bien
- Tuve mucha ayuda
- Si… lo que me preocupa ahora es como arreglar este desastre – dijo pensativo el Dios de los cielos
- Desastre? – Atena arqueó una ceja
- Hades está encerrado verdad?
- Si…
- Perséfone no bajará al Inframundo, hace tiempo cuando regresó al Olimpo dijo que Hades la había liberado de sus obligaciones, sus tres jueces han muerto otra vez y solo la mitad de los espectros sobrevive
- Antes el Inframundo marchó por si solo
- Y mira con que buenos resultados… no… se necesita a alguien a cargo, dime hija… es cierto que Hades tiene un heredero?
- Si, existe un bebé
- Su madre es mortal?
- Ese es el punto… es uno de mis caballeros, Hécate obró su magia en el caballero Seiya de Pegaso y el trajo al mundo al bebé de Hades
- Es eso cierto también?
- Lo sabías?
- Algo supe… pero no lo creí, no pensé que mi hermano fuera tan cruel o estúpido para llevar a cabo algo como eso
- Estúpido?
- Cómo vas a procrear un hijo con alguien que te odia?, para un niño su madre es Dios, en este caso su padre, llama a tu caballero, necesito hablar con él, aunque pensándolo bien mejor vamos a dónde él esté, quiero ver al bebé
Saori llevó a Zeus al templo del Patriarca en donde descansaban los caballeros heridos que no estaban tan graves, en la habitación del fondo en una de las camas descansaba el Dios del sueño que tenía al bebé acostado sobre su pecho mientras Seiya estaba vendando una herida bastante fea en la pierna de Thanatos, todos los presentes en esa habitación dejaron de hacer lo que estaban haciendo cuando vieron a Zeus en persona entrar
- Así que este es mi sobrino, haber déjame verlo – Zeus dijo tranquilamente acercándose a Hypnos que se incorporó en la cama, el Dios de los cielos sonrió y cargó al bebé que casi inmediatamente se puso un tanto molestoso
- Ohhh estás pesado tu, qué te da de comer tu padre? – dijo el mayor sonriéndole al bebé pero pasándoselo de vuelta a Seiya antes de que llorara en verdad
- Aurita solo leche de fórmula pero come muy bien – dijo Seiya algo sorprendido por la visita
- Se parece mucho a mi hermano, misma nariz, mismo mentón, mismo encaje de cara, solo esperemos que no herede su carácter, aunque sus ojos son tuyos – Seiya sonrió ante el comentario y Zeus le sonrió de vuelta
- Mi querido muchacho… siento mucho todo lo que te ha pasado, ya mi hija me lo ha contado, pero puedes estar tranquilo, ahora tienes este regalo de los Dioses que te alegrará y llenará la vida – Zeus dijo este acariciando el rostro de Ren y luego el rostro de Seiya
- Eso si
- Cómo se llama tu pequeño?
- Ren
- Muy bien… como se podrán imaginar al haber encerrado al Dios de los muertos el Inframundo no puede quedar a la deriva, Ren es el heredero de Hades, como su hijo es su deber reinar en el Inframundo, hasta que tenga la edad suficiente aunque mas importante que su edad es su madurez, y que en verdad pueda cumplir con el sagrado trabajo encomendado, el poder será entregado a ti que eres su otro padre, es lo mas justo y lo que se estila
- Pero…
- Esto no es una negociación
- Ohh
- De lo que pude ver y me han informado tienes bajo tu mando mas o menos cuarenta y cinco espectros y al juzgar por lo que vi cuando entré aquí tienes también al apoyo de Hypnos y Thanatos, así que espero que lo hagas bien, si necesitas mas ayuda siempre se puede revivir a los que cayeron en batalla
- Mejor no – dijo Seiya pensando en los tres jueces del Inframundo que lo odiaban y con pasión, el castaño ya no quería mas conflictos en su vida
- Perfecto, entonces queda decidido
- Pero Señor…
- Ningún pero, eso es lo que he dispuesto, desde este momento deberás renunciar a la armadura de Pegaso, ya no servirás mas a mi hija, tu labor es infinitamente másgrande, desde que Hades volvió a su cuerpo ha hecho todo menos lo que debe, todo está muy descuidado, hasta Perséfone hacía mejor trabajo, espero no equivocarme contigo, cuida muy bien a tu bebé, enséñale por sobre todas las cosas la justicia, eso es lo más importante para desempeñar la sagrada labor que tienen a cargo
Seiya estaba bastante preocupado por escuchar la decisión sobre su futuro y el de su hijo pero Hypnos se paró a su lado y tomó su mano
- El Inframundo no puede estar en mejores manos señor – dijo el Dios del sueño con confianza
- Eso es lo que quería oír, bueno… es mejor que me vaya, aquí ya lo tiene todo organizado, mucha suerte muchacho y cuida a ese bebé
Zeus después de besar a su hija desapareció de la estancia dejando al ex – caballero de Pegaso sumamente aturdido y preocupado, Ren estaba algo quejoso porque tenía hambre así que Seiya se lo llevó para prepararle su biberón, el castaño una vez a solas mientras hacía el biberón y cargaba a su bebé no pudo evitar las lágrimas que salieron de sus ojos, tenía los sentimientos revueltos, estaba asustado por lo que le habían encargado hacer, estaba feliz por la victoria en la batalla, estaba tranquilo porque su Diosa restableció el orden en el Santuario y sus amigos estarían bien, pero sobre todo sentía paz al fin, al saber que Hades se había ido para no volver…