“Acércate… Acércatele un poco más, y desaparecerás”
De nuevo, terriblemente contra su voluntad, Mello había sucumbido a su (ridículo) lado humano: Y estaba siguiendo a la bella joven en su salida; desde que él la recogió de su casa, hasta el salón de conferencias donde se llevaría a cabo aquella gala de modas*.
¿Por qué tenía que haberse puesto tan hermosa?: Sí, era un evento formal, y tendría que reemplazar a una modelo, pero… ¡no era para tanto! ¡Haría pensar a ese pobre idiota que quería agradarle más!
Sí, el pobre idiota era Paolo: El y Selena, llegaron al salón (que, afortunadamente, tenía paredes de vidrio; lo que permitía al rubio observarlos desde una azotea, con binoculares) cogidos del brazo, pero a una considerable distancia, que, por supuesto, trataba de ser cortada, constantemente, por el joven; lo que lo hacía blanco de las amenazas mentales de su odiado rival que aún no conocía:
¡Un intento! ¡Un movimiento en falso! ¡Y su asesinato sería la primicia del día siguiente!
No lo malentiendan: El ojiazul jamás había matado a alguien que no lo MERECIERA con todas sus letras; pero… cada vez, que la observaba a ella,… con ese vaporoso vestido azul,… el cabello rizado, calleándole sobre los hombros, como oro,… sus ojos bellísimos, resaltados, cómo los de una diosa del mar… Y, a ese, tan cerca,… admirándola desde primera fila,… mientras él tenía que conformarse con la última,… tentando a la suerte por una oportunidad, una vez tras otra, a pesar de sus gentiles rechazos… ¡¡No podía evitarlo!!
“Matt tenía razón” – aceptó, luego de varias horas, retirando los ojos del siguiente baile; en el que, estaba seguro, ella ya no podría rechazarlo – “Si sigo mirando esto, terminaré pegándome un tiro yo mismo…
… Pero no tengo alternativa”
El lado bueno era que ya debía faltar poco para que el evento terminara… Pero, esperen, ¿eso no significaba la clásica escena de despedida en la puerta de la dama?... ¡Vaya que ayudaba que Rocky** mirara telenovelas antes de ir a cumplir sus misiones! ¡Ahora, era un lado malo!
Mello se dejó ir sobre un muro, hasta quedar sentado en el suelo…
Y, entonces, ahí, recordó a sus compañeros, a sus enemigos, sus aventuras, y todos los cabos sueltos que dejó esperando para tomar ese descanso… Quizás, ya era hora de regresar a ello… De ocupar su mente con otras cosas, y olvidar eso que le estaba pasando
Pero no podía ser tan simple:
Natalia era la prueba viviente de eso
“Natalia” – El rubio se golpeó la cabeza:
De regresar, al grupo, ahora, todavía tendría ese problema
La castaña no se había rendido; y, él, mareado, con sus nuevas emociones, había dejado de detenerla, y hasta la había usado para distraerse y no sucumbir demasiado a sus deseos. Ahora, se sentía muy culpable. Y, lo peor, era que, cada vez, el estar con ella, servía menos para olvidar a la rubia… su hermosa diosa de ojos esmeralda… ¿Cómo le explicaría que fue todo eso?... Tendría que lastimarla diciéndole la verdad, o no lo entendería… Sin duda, ya tenía otro problema más grande aún…
“Roth, debiste matarme aquella noche” – Prefería enfrentársele, otra vez; a seguir varado entre todas esas decisiones sentimentales… ¡Ninguna salida le atraía!...
… ¿Salida?
Rápidamente, el joven volvió a mirar al salón: ¡Ya estaban saliendo! Y entre la multitud iban (nuevamente, del brazo) Selena y Paolo; que, pronto, tomaron un taxi, rumbo al departamento de la muchacha.
En su motocicleta, a Mello no le tomó mucho alcanzarlos; y tan concentrado estaba en llegar antes que ellos, que no se dio cuenta que otro vehículo, con extrema cautela, los estaba siguiendo…
- Es él: ¡Mira, qué movimientos! Pocos tienen esa agilidad
- Sí… Y, esta noche, serán uno menos
En efecto, el rubio llegó primero, pero sólo por unos minutos: Y, escondido, pudo observar como él la ayudaba a salir del auto, tomándole la mano; y, luego, la escoltaba hasta la puerta, sin soltarla…
Y, por una vez, a ella no parecía importarle
“…” - Paolo sí que lucía vencedor
- Seli – La nombró, embobado, queriendo tomarle ambas manos
- Selena, Paolo… Selena
- Bien, Selena – (“Lo que tú mandes”) – Sólo quería decirte, que está ha sido una de las noches más agradables que he tenido… Nos divertimos mucho, y, durante el baile, yo sentí…
- Compañerismo, y ternura
- …
Mello se apartó lo más que pudo, para ya no escuchar:
No quería hacerlo, tenía el presentimiento de que sólo iba a lastimarse
Selena suavizó el efecto de sus palabras, acariciando el rostro del joven:
- ¿Por qué eres tan cruel, conmigo? – preguntó él
- Créeme, nada me duele más que esto. Pero, ya te lo dije muchas veces: Yo no siento lo mismo
- ¿Por qué? No lo entiendo – Por primera vez, se veía muy desesperado – He estado prestando mucha atención a todo, desde que me contaste sobre él, y no he visto que nadie más se te acerque o te trate lo suficiente para merecer tu afecto. Entonces, ¿cómo…
- Es que él no se acerca
- …
Hubo una pequeña pausa: Decir ello, le fue muy difícil
El chico volvió a hablar…
- Pues, así, no merece nada de ti: Deberías hacérselo saber
- … No, eso nunca
- ¿Por qué?
- …
“Porque ni siquiera sabe que es lo que le ofrezco”
- Paolo, ya no quiero seguir esta conversación: Estoy muy cansada – dijo Selena, con la intención de entrar a su casa, y mucho más seria que antes – Lo único que quiero que entiendas es que no puedo corresponder a lo que sientes: Existiera él o no, simplemente, no puedo
- …
Pocos segundos después, Mello vio a su rival marcharse a pie: Se notaba a leguas que le había ido bastante mal. Y, sorprendentemente, eso no le causó la satisfacción que esperaba…
“Aunque ella lo rechazara hoy, es obvio que no se rendirá… Y, así como él, en el futuro, pueden, y aparecerán, muchos más… Debo aceptarlo: Si no es para mí, Selena, tarde o temprano, será de otro…
… Y no puede ser para mí”
¡Dios, cuánto le dolía decirse eso! Ya ni siquiera pensaba en meterse un disparo… Tal vez, podría tirarse de un edificio... O colgarse de un poste… O envenenarse con un…
- ¡¡Ahora!!
- …
¡De la nada!, un par de matones enormes, aparecieron, para sujetarlo, y apretar, contra su cara, un pañuelo empapado en un liquido fármaco. Este, inmediatamente, se le subió al el cerebro y empezaron a pesarle los parpados…
“¡¡Sólo hablaba en sentido figurado!!”
La fiesta seguía, aún, a esa avanzada hora; y a Justin le costó mucho más trabajo hallar a Near, con sólo luces de colores y todos los jóvenes bailando por cualquier parte de su casa. Finalmente, lo hizo… ¡Y en el lugar que menos se imaginó!:
- Sírveme otra – dijo Near al Barman, que ya tenía claro que el peliblanco tenía un problema
- Near – lo nombró su amigo, aliviado de que no se hubiese ido – Por favor, déjame que te expliqué que… Near, ¿estás tomando alcohol?
- Tengo 19 años, ¿te muestro mi identificación?
- …
(Bien, con eso quedó claro que estamos tensos)
- Tenemos que hablar – sentenció Justin, poniéndose a su lado
- No, yo creo que todo quedó bien sentado: Te pedí que fuéramos amigos ¡y tú me engañaste!
- ¡No, no es así! ¡Yo… - Hizo una pausa, para no angustiarse – Te juro que no tenía esa intención. Y no sé que me pasó… Es que, parecías un niño pequeño, y…
- Pues, yo sí lo sé: Eres igual que él… ¡¡Otra!! – gritó para el Barman, que ya le tenía miedo
- ¡Deja eso! ¡Ven acá!
- … ¡Ey, eso es mío!
El atleta se lo llevó un poco lejos del bullicio, para continuar defendiéndose:
- Está bien, tienes derecho a estar molesto
- ¡¿Molesto?!
- ¡Pero, no es para tanto!
- ¡Suéltame!
- ¡No creo que haya hecho algo tan malo!
- ¡¡Tú no!!
- …
Ya era la segunda vez que se mencionaba a una tercera persona; y Justin ya no pudo ignorarlo.
Near dejó de lado la rabieta; para mostrar, entonces, perfectamente, su herida, fresca y sangrante. Con algo así, era obvio porque sentía tanto rechazó hacia un simple beso… ¡Cuánto debía recordarle!
El muchacho trató de consolarlo, rodeándolo con sus brazos, pero el menor se hizo hacia atrás; ahora, de forma más natural que defensiva; y le dijo:
- Está bien, Justin: Olvidémoslo
- … Pero, Near…
- Sólo déjame tranquilo, ¿sí? - Y regresó al bar
Su amigo no pudo hacer más, y le tomó la palabra y ya no se le acercó el resto de la noche (ni bailó, o festejó con nadie más). Pero, sí se aseguró de que nada a su alrededor representara un peligro para él. Ósea: Lo mantuvo a salvo, desde lejos
“Bien… Ya estuvo… ¡¡Estos tipos no saben con quién se han metido!!”
- …¡¡Agrrrrr!!
- …¡¡Agffff!!
¡De un momento a otro, (sin que supieran cómo) Mello se liberó de ellos!, y les devolvió con creces los golpes que le habían propinado. Entonces, tomó distancia, y asumió una admirable pose de pelea:
- Trabajan para Roth ¿verdad? – Habló, en lo que los tipos terminaban de limpiarse la sangre – Conozco ese veneno, y él es uno de los muy pocos que saben cómo conseguirlo
- No nos mintió: Es muy listo
- … Y fuerte
- No sé cuánto les esté pagando ¡Pero, créanme, no verán ni un centavo de ese dinero!
- ¡¡Eso ya lo veremos!!
- ¡¡A él!!
“Justo la distracción que necesitaba”
Por su parte, Selena estaba todo menos dormida:
Mía aún no llegaba; pero eso no hacía la diferencia (“Está con Matt”): Era otra cosa, la que le quitaba el sueño… Para ser más precisos, algunas de las palabras de Paolo:
- El no merece nada de ti… Deberías hacérselo saber…
Tal vez, su compañero tenía razón; pero… ¿Qué podía hacer ella?: Si no pudo quitarle su afecto, con tanto tiempo separados, ahora, que lo tenía tan cerca, dudaba que fuera posible… ¿Por qué tenía que sentir aquella admiración tan poderosa? ¿Por qué encontraba tan fascinante todo lo relacionado con él?...
… ¿Por qué estaba tan enamorada?
“No lo entiendo: Sé que lo tengo que olvidar, pero, al mismo tiempo… No quiero…
…Él es el único, el mejor; y sus razones para ser como es no pueden estar más justificadas” – pensaba, mientras salía a dar un paseo al balcón – “Sólo quisiera devolverle un poco de esta sensación; demostrarle que puedo pertenecer a su mundo… Aunque él nunca llegué a sentir lo mismo…
… Pero, ¿qué está pasando ahí?” – La joven se inclinó más, sorprendida, de ver tanto revuelo en el callejón de abajo. Y no tardó mucho en reconocerlo…- “¡Dios mío! ¡Mello!”
Sin embargo, no había tanto de qué preocuparse: El rubio estaba manejando muy bien la dura batalla. De hecho, creía que Roth lo estaba insultando al enviar matones que estaban muy por debajo de su nivel…
- ¿Por qué no vino el mismo? - preguntó en un momento, luego de (otra vez) alejar las manos de sus rivales de sus armas de fuego - ¿Tanto miedo me tiene?
- ¡Tú eres el que va a tener miedo, cuando acabemos contigo!
- Oh, créeme: ¡Se necesita, al menos, una docena de ustedes para intimidarme!
Mello empuñó el magnífico cuchillo que había robado a Roth, y se preparó para repeler cualquier golpe;…
…cuando Selena llegó al balcón más próximo, y vio que el ojiazul ¡se equivocaba respecto al número!…
- ¡¡Mello, cuidado!!
- …¡¡¿Qué?!!
¡El disparo de un rifle atravesó el aire!
¡Al tiempo que el chico giraba, hacia atrás, evitando la bala!; Lastimosamente, uno de los que querían sujetarlo, no tuvo tan buenos reflejos, y terminó muerto, en el suelo, con un agujero en el cráneo.
Mello volteó hacia el lugar del tiro y descubrió a un tercer hombre; en el techo de un edificio…
… Luego, miro a su amada…
“…Si no hubiera sido por ella…”
¡Pero, eso, también le quedó claro al tirador!
- ¡¡Eso no!! - ¡Y, el rubio sacó su propia pistola para darle al rifle!, desviando el nuevo tiro que asestó contra el muro. Y Selena se cubrió, rápido, tras la pared de un pasillo.
Al sujeto restante ya no se le ocurrió qué más hacer; e intentó apuntar su arma contra el muchacho. Pero, la joven lo vio, al momento, y empujó un pesado contenedor de basura encima de él; en lo que el ojiazul seguía manteniendo a raya al del rifle; aunque, era obvio que, no podría darle: Era muy rápido.
El estruendo que hizo el metal al caer, fue como un tiempo fuera; y los dos jóvenes se aproximaron a ver al matón aplastado: Sólo estaba inconsciente; ¡podrían interrogarlo para saber el paradero de Roth!
No habían ni expuesto la idea, ¡cuando otra bala del rifle pasó muy cerca!
Mello tomó a Selena en brazos y la refugio con él, detrás del muro de otro callejón.
Pero, ese tiro sí consiguió su objetivo:
El segundo tipo, ya estaba muerto también.
Muy preocupado, el rubio apretó más a la joven, casi cubriéndola toda con su cuerpo:
…Si el tirador bajaba… ¡¿Quién le dijo que se acercara tanto?! ¡Ahora estaba en un tremendo peligro!
Selena no podía creer lo que escuchaba:
…El corazón de Mello… Nunca pensó que podría latir a esa velocidad…
…Tenía miedo… Por primera vez, en su vida, tenía un terrible miedo… Un miedo, muy familiar, para ella, ahora… Pues, fue el mismo, que sintió al verlo en el blanco de ese rifle… Eso, significaba…
Finalmente, no hubo tal enfrentamiento, ni más disparos: Al parecer, las habilidades de Mello impresionaron mucho al tipo, y no se creyó capaz de vencerlo sólo; y se retiró sin dejar rastro.
Sólo muchos minutos después de su partida, los jóvenes decidieron salir de su escondite.
Selena sentía como que el alma se le salía del pecho; y no era la única…
- …¿Se fue?
- …Sí
El ojiazul miró detenidamente los cadáveres a su lado:
“La casería ha empezado” – Casi podía escuchar la voz de Roth diciéndole eso
- ¿Estás bien? – Y revisó a Selena con desesperación - ¿No te pasó nada?
- No… Nada… Nada más que el susto
- …
- ¿Qué fue lo que pasó?
- Me encontró
- …
- ¿Dónde está Mía?
- …Con tu hermano
- Hay que apurarnos. Ven: No puedo dejarte sola
- …
Mientras tanto, en el apartamento: El ambiente estaba muy lejos de ser como Mello se lo temía.
Matt y Mía, creían, por instantes, que estaban en un sueño; sobretodo el muchacho:
…Tantas noches que pasó añorando un momento así… Y, ahora, todo era real: … Ella, sus caricias, su calor, su aroma, sus besos… ¡Y lo mejor era que todo se lo estaba dando, sin que él lo pidiera! Sin que él dijera nada, ella lo condujo hasta el sofá y empezó a consentirlo profundamente, al punto de dejarlo en una especie de trance de felicidad; se sentía muy culpable por haberle causado esa tristeza antes, y quería compensarlo de cualquier forma… Además, lo que hacía no representaba ninguna carga, sino todo lo contrario: Amaba tanto a su pelirrojo, y no quería perderlo… que sería capaz de darle todo, sólo a él…
- Te amo, Matt - le susurró, en un momento, a su oído – Te amo muchísimo
- … Bueno, eso ya me quedó muy claro - dijo él (inmensamente feliz), enderezándose un poco, con ella encima de su pecho – Pero sigo un poco confundido: ¿Por qué tan de pronto, si…
- Porque me cansé de mis inseguridades – dijo Mía, de inmediato – Y, al ver el daño que podían hacerte, me di cuenta de que eran una tontería - y agregó, acariciándole el rostro - Ninguna agonía pasada es tan grande, como la de estar, ahora, cerca, y no estar juntos
- …
- ¿Me perdonas?
- …
Matt quedó muy sorprendido; pero, no por ello, se mantuvo callado:
- No tengo nada que perdonarte: Yo también te amo
- …
¡Qué bello, era escuchar eso de su boca! La joven sentía como un torbellino en el pecho cada vez que él se le acercaba, ¡pero esa vez fue mil veces mejor!: Ya no quería pensar, sólo sentir; y lo abrazó, de nuevo, muy dichosa, buscando sus labios…
…Pero antes de que los alcanzara, (para variar) fue Matt el que la detuvo…
- … - (Eso era extraño)
- Y porque te amo es que quiero que sepas que tienes la razón: – continuó, el ojos de jade; serio, como pocas veces se le había visto – Si queremos seguir disfrutando de lo nuestro, es hora de que lo formalicemos de una buena vez
- … Matt…
- …
- … ¿estás seguro?
Aquella posición que estaba asumiendo era difícil de creer: El siempre había sido tan liberal y despreocupado… Pero aceptaba que ya era tiempo, si quería conservar a su bello ángel para él
- Por supuesto – sentenció, el pelirrojo; y, con mucha ternura, le tomó ambas manos – Nunca amaré a nadie más cómo te amo a ti…
- …
- … Mía, ¿quieres quedarte para siempre conmigo?
- …
- … Sí – respondió, finalmente, ella; con algunas lágrimas en los ojos – Claro que sí… Sí…
- …
Matt experimentó el alivio más hermoso, y la felicidad más desbordante; se inclinó para besarla, otra vez, pero ella se le adelantó, echándole los brazos al cuello, y devolviéndolos a la posición en la que estaban antes. El joven sonrió, y la acomodó dulcemente; entonces, empezó a acariciarla de manera más intensa, aunque siempre con mucho cuidado, contorneando su cintura, sus brazos y espalda… Estaba loco por ella… No sabía cuánto más hubiera podido aguantar sin sentirla así de suya, pero seguro no hubiera sido mucho más… ¡Gracias al cielo, que vino a buscarlo! ¡Prácticamente, lo salvó del suicidio! *** Y, ahora, por nada del mundo, permitiría que algo (o alguien) volviera a apartarla de su lado… Nunca más…
“Te amo, con toda mi alma, mi ángel…Quiero compartir toda mi vida contigo”
Los besos y los toques siguieron por demasiado tiempo; parecía imposible que alguno de los dos pudiera parar: Se sentían tan bien, tan felices, tan completos… Que se habrían quedado así, eternamente,… de no ser por una insignificancia, con la que no contaron…
- ¡Matt!
- ¡Mía!
- …
- …
(Ok… No tengo que decirles que eso fue un momento muy embarazoso ¿o sí?)
Al menos, así, el rubio comprobó que su preocupación fue inútil y que su hermano estaba bastante bien; pero, aun así, no se quedó tranquilo: Eso no significaba que Roth no sabía sobre ellos; además, si había sido tan listo para encontrarlo, podía averiguar por qué se refugió en L.A. ¡Las cosas apenas empezaban!
Selena les explicó a los tortolos lo que les ocurrió antes de llegar. Ellos quedaron muy conmocionados; mientras, el mayor, daba vueltas, por la estancia, taladrando su mente con cómo defenderse, y contraatacar…
- ¿No sería bueno llamar a la policía? – dijo Mía
- No – respondió Mello, de inmediato – Eso sólo confirmaría que tengo lazos con la comunidad de este estado: Es más conveniente si piensan que huí a otro sitio, al saber de su presencia
- De todas formas esto no pasara desapercibido: Mañana temprano, descubrirán los cuerpos de esos sujetos y se iniciaran los interrogatorios…
- … - Selena sí que tenía mucha razón, ¡como él no pensó en eso antes!
La joven añadió (en un delicioso tono tranquilizador), como si supiera que le pasaba por la mente…
- Descuida: No vamos a decir nada. ¿Verdad, Mía?
- Sí, lo prometemos
- …
- Y, entonces, ¿qué hacemos?
- …
Mello tomó a Matt del brazo y lo apartó de ellas (Mía se sentó junto a su hermana, para revisarla por si tenía algún rasguño); y, una vez que pudo creer que no los oirían, le dijo:
- ¿Ya ves porque no quería que esto se saliera de control?
- … Mello
- ¡Ahora lo sabe demasiada gente!
- Sólo quienes más nos importan
- …
- Hermano, esto no es tu culpa
- Hoy, Selena estuvo en grave peligro por mí… ¿Cómo crees que me hace sentir eso?
- Por ello, ahora, más que nunca, debes estar con ella: Para cuidarla… Verás que encontraremos una solución…
- Yo ya la tengo
- Pero, de seguro, no podrás llevarla a cabo pronto: Tú mismo lo dijiste, será mejor si creen que estás huyendo
- …
- Lo que tenemos que pensar, ahora, es cómo cubrir nuestras huellas, y que no nos vinculen con esos matones… Un truco para despistar…
- …
Matt estaba en lo cierto: Ello era lo mejor, por el momento
“… Pero, muy pronto, Roth, reuniré mis fuerzas…
… Y, entonces, veremos quién es el cazador… y quién la presa…”
El grupo terminó acordando que sería mejor si las gemelas no regresaban a su casa hasta que todas las investigaciones de los cuerpos se hubieran acabado; y decidieron que pasarían la noche ahí. Ellas, no tuvieron ningún problema en acomodarse en el cuarto de Matt (Lo que significaba, rotundamente, que ellos, dormirían en la sala), y en menos de una hora, ya se despedían de los chicos; adorablemente vestidas con sus pijamas de invierno (Pues, no llevaron las suyas)…
- ¿Puedo enamorarme de ti, otra vez? – preguntó el pelirrojo, con unos ojos muy traviesos; al darle el último beso (del día) a su amada, y prometerle que la protegería contra todo
- Sé que lo harás – le dijo ella, devolviéndoselo; de forma muy dulce
- …
- …
Mello y Selena hacían lo imposible por no mirar
“Qué suerte tienen algunos, ¿verdad?...
… ¡¿Otra vez?!... ¡Ahora, no tengo tiempo para esto!...
… Pero bien que sería grandioso, ¿o no?...
… Sí, sin duda… Lo más delicioso del mundo…
… Mmmm…
…¡Pero es imposible! ¡Es muy diferente!... Ellos son novios (porque es obvio, que ya volvieron), y nosotros no… ¡Además, está todo este tema sobre…
(Resumiendo)
… Pero, ¿quién dice que lo de los novios tiene que ser una ley?
Antes de que el rubio se auto-contestara, Selena ya estaba muy cerca de él; y le acariciaba el rostro, con la mano:
- … - (Dejó a su imaginación, la expresión de Mello) - ¿Qué estás haciend… - quiso preguntar, pero ella le cubrió los labios con la punta de los dedos; y, entonces, le dijo:
- No te vayas a atormentar demasiado; y trata de descansar un poco ¿sí?
- …
- … Claro
- …
- … Por cierto – Entonces, sí, el rubor cubrió sus mejillas; lo que sólo hizo más bella, la sonrisa, que le estaba regalando – Muchas gracias, por protegerme
- …
- Tú también me protegiste
- …
“… Y, ojala pudiera ser así, siempre”
Por fin, se quedaron los dos chicos, solos, en la sala: Matt se tumbó en su sofá con la sonrisa más amplia (y estúpida) que Mello jamás le había visto (y eso era mucho decir) y concluyó feliz:
- Ay, hermano: Con motivaciones cómo esta sí que da gusto enfrentarse al peligro ¿no?
- No empieces: Estoy muy cansando
- Ya me lo imaginó: Tuviste una noche de locura
- Pero no tanto como tú : Así que, regresaron
- Sí… ¡Y soy el ser más afortunado del mundo!
- … Eso, desde que naciste
(La envidia no es buena)
- Oye… ¿Y Near?...
- …
*La que mencionamos en el capítulo anterior/ **Una joven del grupo justiciero de Mello
***Para variar, Matt está exagerando