Y es quizás un poco estresante tener que seguir con el plan que en un principio le resulto terriblemente fácil.
Con las grabaciones del drama, cosas por aquí y por allá, el estudio del libreto, lo deja un poco cansado, o quizás demasiado. Y el plan que ideo desde que vio aquel video de JYJ, modificado un poco, después de escuchar aquella conversación en la SM, se ve ahora un poco más complicado de lo que era.
Pero tener fija la meta de verle antes de que salga del hospital le hace mantenerse firme. Por fin un poco de respiro por parte de las grabaciones y de la empresa, le dejan con dos días libres, tiempo mas que suficiente para ir a verle.
La noche que le avisaron que dentro de una semana iba a ver dos días de descanso, le hizo pensar que al fin podría verlo frente a frente después de dos largos años lo vería de nuevo.
Ese amor que se tuvieron, sabia no estaba olvidado, tal vez Jaejoong se lo negara cuando se lo preguntara, pero lo conocía de sobra, y sabría que mentiría. Su amo por el seguiría intacto. Con un dolor que hizo que quizás hizo que pensase que no, pero seguiría ahí.
Las 12 de la madrugada y no podía pegar un solo ojo, la razón, nervios, su valor, determinación, y cualquier otra cosa que fue acumulando desde que ideo verse con Jaejoong, ahora se veía lejos, auto convencerse de que Jaejoong lo recibiría con los brazos abierto una vez que lo viera, ya no le valía lo mismo que días atrás, ahora con unas cuantas horas para verlo se sentía inseguro, con un nerviosismo creciente, preguntándose si al fin y al cabo vale la pena intentarlo.
o.O *-* o.O *-* o.O *-* o.O *-*
Ya llevaba tres días internado, “recomendaciones del doctor” al diablo las recomendaciones, lo único que quiere ahora es salir de ese lugar, prefiere su casa, el lugar donde ahora vive “felizmente” con Junsu y Yoochun, pero no le dejan.
Enojado, con ganas de gritar, así es como se siente cuando una puerta se abre de improviso, se gira, pues hasta el momento había estado observando la vista de su habitación, vistas hermosas, que le ofrecían el piso número 19 del Hospital Central de Seúl.
Y su coraje se vuelve mas grande aun, claro después de haberse recuperado del tremendo shock que se llevo al verlo ahí, en el umbral de la puerta, con una de esas sonrisas que tanto le gustaban. Y sí, abrió los ojos como platos, pero rápido recupero la compostura.
- ¿Qué haces aquí?
- Quería saber como estas
- ¿Cómo se te importara? – dijo bajo, pero no lo suficiente para que el otro no lo escuchara
- Si me importa – y termino de cerrar la puerta
- Bueno ya viste que estoy bien, ahora por favor retírate
Frialdad. Eso sintió Yunho en cada una de las palabras que le dijo Jaejoong, quien por cierto se veía hermoso en esa bata blanca de hospital, su nívea piel, quedaba mas al descubierto, haciendo que la deseara, pero no fue a eso.
- Me importas y lo sabes
- No pienso lo mismo – le vio a los ojos fríamente
- Jaejoong, por favor
- Por favor ¿Qué? Yunho
- No seas asi
- ¿Y como pretendes que te trate? – dijo casi gritando – no luchaste por nosotros, me dejaste decirte todo sin rechistar si quiera, tienes idea de ¿como me sentí?, de como se sintieron Junsu y Yoochun – decía con clara ira en la voz, aunque baja – ¿tienes idea lo que tuvimos que pasar?, el trabajo que nos ha costado mantener nuestra popularidad, las constantes amenazas de la SM, N-O-L-A-T-I-E-N-E-S, asi que no vengas aquí con tu cara de preocupación a saber como estoy
Definitivamente no esperaba tal reacción de Jaejoong, y lo hizo sentirse terriblemente culpable, el chico que alguna vez fue tierno con el, que nada mas verlo se lanzaba a sus brazos, a sus labios, ya no estaba. Y eso dolía demasiado.
- Jaejoong – dijo en un susurro, intento acercase, pero el otro retrocedía – yo… no supe que decir, que hacer, y me disculpo por eso
- Pues es muy tarde – dijo girándose a la ventana – ya no necesito tus disculpas
- Aunque no las quieras yo necesito decírtelas
- Así se te hará la vida más fácil ¿no? – una lagrima rebelde bajo por su mejilla izquierda
- No – bajo la cabeza – no lo hará, pero te las debo, al igual que te debo el no haber dicho nada en aquel momento, fui un estúpido, pero la frustración de saber que nos separaríamos y que no podía impedirlo me cegó, no supe que hacer, no me di cuenta que te había perdido hasta muy tarde, corrí buscándote, pero no te encontré. Después lo intente, pero la empresa no me dejaba, quizás sepan que vine a verte, o quizás no, lo cierto es que no me voy de aquí hasta solucionar las cosas
- Y ¿exactamente que quieres solucionar Yunho?
- El haberte dejo ir sin mas
- ¿Crees que aun te espero?
Dolor un terrible dolor es lo que sentía Jaejoong en esos momentos, ¿Cuántas veces no había imaginado que lo busca? ¿Cuántas ma no soño con que se reconciliaban?, y ahora que lo tenia enfrente se preguntaba si realmente eso era lo que quería, si bien nunca supo como iba a reaccionar, ahora sabia que no era la mejor forma de haberlo hecho.
Y ahora con un mar de emociones, peleándose consigo mismo, apretando los puños hasta dejarlos blancos, preguntándose que seria mejor, ¿echarlo? O ¿abrazarlo?, decirle que le perdonaba, aun sin haber escuchado sus explicaciones, pero lo cierto es que le busco en un mal momento.
La presión de la grabación del dorama y lo de la demanda con SM, mas aparte el tener que permanecer en la cama por tres largos días, no le favorecieron en nada a Yunho. Quería gritarle que era un maldito idiota por no haber ido antes por el, que era un desgraciado al haberlo enamorado de que aquella forma, pero las palabras se negaban a salir de su boca.
- Se que tal vez sea imposible – la voz de Yunho lo distrajo de sus pensamientos y por un momento no comprendio de que hablaba – pero al menos quiero intentar algo – una sonrisa amarga apareció en su rostro – también se que no merezco que me escuches, fui un desgraciado que no supo que hacer – Jaejong afirmo con la cabeza – y que no merezco tu perdón – nueva afirmación por parte de Jaejoong – pero te amo demasiado como para no hacer algo
Jaejoong se quedo momentáneamente tieso.
- Demasiado tarde, pero lo intentare
- Demasiado – mas lagrimas bajaron por sus mejillas
- Jaejoong – se acerco mas a el – perdóname ¿si?
Abrazo a Jaejoong pasando sus brazos por ensima de los suyos y descansando sus manos en plano vientre de este. Siento al instante como el cuerpo de Jaejoong se tenso bajo su tacto.
- ¿Qué haces? – dijo con evidente enojo
- Solo te abrazo
- ¡Suéltame!
- Solo un momento mas – sabia que no debía hacerlo pero lo hizo, beso la parte trasera de la oreja derecha de Jaejoong – por favor – dijo en un susurro
- ¡Lárgate! ¡Vete Yunho! – esta vez si grito - ¡no quiero verte! ¡no quiero sentirte! – intento zafarse de los brazos de Yunho, mas no lo logro
- No Jaejoong – lo afianzo mas – no hasta que escuches que te amo, que estoy dispuesto a todo por ti, a lo que sea para estar a tu lado, quiero hacerte entender que eres lo mas importante en mi vida, que sin ti no soy mas que un cuerpo vacío, un robot, un muerto en vida. Mi corazón y mi alma están en tus manos, tu, y solo tu eres mi dueño absoluto
- No juegues
- No lo hago, entiende que Te amo, con todo mi ser, con todo lo que soy
- Vete Yunho, por favor vete – un cierto tono de suplica iba impreso, Yunho sintió entonces una gota sobre su brazo
- Jaejoong ¿lloras? – lo volteo
- Vete – su voz se rompió un poco
Muy al contrario de hacer caso lo aferro mas a su cuerpo. Y terco Jaejoong intento separarlo, le golpeo el pecho, y por respuesta recibió un abrazo mas fuerte. Llego el momento en que Jaejoong vio que era inútil seguir peleando y ahora lloraba libremente sobre el pecho de Yunho, ese que tanto que le gustaba.
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Junsu y Yoochun venían doblando la esquina del pasillo cuando vieron a Yunho dudoso enfrente de la puerta de Jaejoong, por lo que rápidamente se ocultaron para que este no los viera. Lo espiaron hasta que este entro y por precaución se quedaron un rato mas escondidos por si salía. Realmente no tenían que hacerlo pero lo aun lo hicieron.
Se fueron a sentar en las sillas que se encontraban fuera del cuerto de Jaejoong después de haber esperado un rato. Estuvieron sentados en silencio, agarrados de la mano. Escucaron los gritos de Jaejoong y Junsu decidió que era tiempo de entrar, más Yoochun lo tomo mas fuerte de la mano.
- Déjalos que discutan, Jaejoong necesita desahogarse, y Yunho es quien tiene que escucharle y consolarle
- Pero…
- Pero nada, déjalos solucionar esto solos
- Solo espero que todo termine bien
- Yo también – ambos soltaron un suspiro
o.O *-* o.O *-* o.O *-* o.O *-*
- No tienes idea de lo doloroso que fue ver que no hacías nada – hablo Jaejoong, un poco mas calmado – ver nuestros sueños ser rotos – ya a estas alturas correspondía el abrazo de Yunho y este le acariciaba el pelo, aspirando su aroma – tener que empezar relativamente de cero, luchar por volver a hacernos un lugar
- No la tengo, y me arrepiento no haber estado ahí para ti, pero ya no mas, si me permites estaré a tu lado de ahora en adelante, sin importar que
- … - silencio por parte de Jaejoong
- ¿Aun me amas? – tomo su rostro entre sus manos - ¿Aun lo haces? – lo miro a los ojos.
Durante un momento ninguno de los dos dijo nada, solo se veían directamente a los ojos, uno expectante por la respuesta del otro, y el otro con cierto temor a decirlo. Después de unos interminables minutos para Yunho, contesto Jaejoong.
- Como desde el primer día – y fue todo lo que Yunho le dejo decir.
Se acercó lento hasta sus labios, depositando un beso sobre ellos, con sus pulgares limpio las pocas lagrimas que aun bajaban por esos hermosos ojos que poseía Jaejoong, miro esos esponjosos labios rojos. Esas mejillas níveas, ese semi dios materializado frente a sus ojos. Y ya sin poder contenerse mas, sin siquiera saber como, se encontraba besando de nuevo esos labios, después de tanto tiempo sin probarlos le sabían a gloria, a un delicioso jugo, vital para seguir con vida, y privado de el durante todo ese tiempo.
Fue un beso lento, suave, lleno de tantos sentimientos, tantas emociones que no se podían decir, solo expresar. Un beso largo, y terriblemente necesitado por ambos.
o.O *-* o.O *-* o.O *-* o.O *-*
Abrieron la puerta apenas un poco, el silencio que provenía de adentro les hizo esperar lo peor, pero grande fue su sorpresa al ver a ese par dándose un beso como si el mundo mismo dependiera de eso. Una inmensa sonrisa cruzo sus rostros y con la misma lentitud con la que abrieron la puerta la cerraron.
Fin.