Capitulo VII
"Si te hubiera conocido"
"El amor es simplemente de lo más peculiar.
Solo se puede sentir en el corazón,
Por las manos él no se deja tocar."
F.N
Era culpa. Si, se sentía culpable por el simple hecho de que había olvidado el cumpleaños de su hija.
"Sasuke siempre te preocupas mucho por ella, eso es malo, sabes, creo que deberías de tomártelo con más calma, si no lo haces terminaras perdiéndote a ti mismo y cometiendo más errores de los que te imaginas". Recordó las palabras de su difunta esposa y no le sorprendió que fueran tan ciertas.
Sabía lo mucho que Katze anhelaba que esos días los pasaran sólo ellos dos.
Mientras tanto, en el museo Naruto, Lou y Katze veían las exposiciones. Era algo lindo. Naruto vio que la pequeña estaba bastante triste. No había remedio aunque ellos dos quisieran subirle el ánimo, no podría ser posible. El rubio simplemente suspiro para después hacerle señas a Lou, se alejaron un poco y finalmente el mayor tomo la palabra.
—Creo que lo mejor será que le llevemos a donde su padre.
— ¡Pero si el tipo estaba más preocupado por otras cosas! Te lo digo mamma, no creo que el sea un buen esposo para ti.
—Lou— Naruto desespero —No creo que sea momento para criticarlo. Te digo que llevemos a Katze con su papá, se le ve demasiado deprimida.
Lou simplemente puso una mirada de exasperación para después suspirar. Observo a la otra chica y le vio ciertamente deprimida. Es verdad que ella tenía ilusiones de pasar algo de tiempo con Naruto pero, no tenía corazón para ver a Katze de esa manera. Se había acostumbrado a verle siempre altanera y llena de energía.
—Vamos, entonces, pero tendrás que recompensarme en un futuro.
—Tks, eres una timadora. Saca a Katze, llamare a su padre para que nos veamos en algún restaurante.
—Si.
Lou fue por Katze y le tomo de la mano, para que salieran del lugar, el rubio se acerco y ellas y juntos caminaron fuera del lugar. Naruto saco el celular y dejo que las pequeñas se alejaran lo suficiente como para que no oyeran lo que hablaba o con quien lo hablaba, busco en el numero de Sasuke. Espero a que contestaran y después de unos cuantos minutos finalmente oyó la voz entrecortada del hombre.
—¿Que quieres dobe?
—Que nos veamos en un restaurante, procura llevar un regalo para tu hija y tu mejor cara de perro arrepentido.
—¿Me estas diciendo perro?
—Si lo quieres ver de esa manera. Sí.
—¿En que restaurante?
—En el que esta pasando la florería Yamanaka. Si mal no recuerdo Katze dijo que le gustaba ese restaurante.
—Si.
—Por cierto teme ¿Estas llorando?
Sasuke no respondió a la pregunto, la ignoro para después responder: —Haya nos vemos dobe.
Naruto colgó el teléfono y miro a las chicas que estaban caminando a la parada del autobús. Troto para alcanzarles.
Después de unos cuantos minutos el transporte llego y subieron, Lou se sentó delante de la pelinegra y Naruto. Katze tenía los ojos rojos y veía constantemente a Naruto. Naruto se dio cuenta de las miradas.
—¿Sucede algo?
—Nah, es sólo que estaba pensando en lo genial que sería si mi papá se casara contigo, sería un poco reconfortante. Me agradas bastante Naruto, eres algo fuera de lo común.
A pesar de que te saco de quicio muy seguido sigues ahí para mí, esperando constantemente lo mejor de mi, aunque puede que no llegue. Puede que suene extraño de mi saber que no me importa mucho el hecho de que seas hombre o mujer como para poder ser algo similar a una figura materna o paterna. Simplemente quiero que estés ahí ¿Desde cuando? No lo sé. Sólo se que tu extraña presencia es reconfortante, me di cuenta de ello cuando me regalaste una sonrisa por primera vez. Que extraño, suena como si me estuviera confesando, pero ten por seguro que no lo hago, sería extraño robarle el novio a mi papá. Probablemente si no te viera como mi madre, o padre, definitivamente vería en ti lo que eres; un hombre lleno de defectos, pero aún más lleno de virtudes. Alguien atractivo. Probablemente si no hubieras actuado como un padre, o si no te hubiera conocido como mi maestro te vería como algo más Naru—. Finalmente Katze le dio una sonrisa de lado a lado.
Naruto se quedo sin habla, no tenía ni idea de que decir, se llevo una mano a su frente para después poner la otra en su estomago, comenzó a reír. La pelinegra se desconcertó al ver que mientras reía, el rubio lloraba, tenía un ligero sonrojo en sus mejillas.
—Eres una chica extraña. Muy extraña, pero definitivamente si nos hubiéramos conocido en otro lugar, si tuvieras más años, y si no te viera como mi hija... Entonces probablemente te hubiera visto por lo que eres; una mujer altanera, egocéntrica y de lo más egoísta cuando se trata de dar a los demás pero muy bella, amable y cariñosa chica.
Ahora fue el turno de Katze para reír, se sonrojo al pensar que Naruto realmente le veía como su hija. Observo que Lou se volteaba para verlos a ambos con una ceja levantada. Después Naruto le tocaba el hombro para que se bajaran.
La pelinegra observo que estaban delante del restaurante que más le gustaba. Abrió la boca para después cerrarla y fingir que no estaba feliz, pero lo estaba realmente lo estaba, el hecho de que esos rubios se preocuparan por ella le agradaba.
Los tres entraron y pidieron una mesa, Katze estaba impaciente debido a que Naruto le había dicho que aun no podía pedir nada.
—Llegue— Se oyó la voz de Sasuke y tres miradas se posaron en él. Estaba empapado y traía consigo una gran cantidad de globos, un oso de felpa de gran tamaño. —Lo siento Katze, olvide que fecha era hoy.
Naruto vio que la pequeña comenzaba a llorar. Probablemente no se arrojaba a los brazos de su padre por orgullo. Al parecer no planeaban decir nada más que eso en público, puesto que se quedaron viendo fijamente, ambos disculpándose y dándose gracias.
—A que los Uchiha.
Ambos le observaron al oír su apellido. Sasuke simplemente amarro los globos a la cuarta silla que estaba ahí, le paso el oso a su hija, para después sentarse.
—Gracias papá.
—No... Está bien, era lo menos que podía hacer. Recordé justamente que tu madre siempre me decía que debería de dejar de preocuparme tanto por ti o cometería demasiados errores. Parece que ella tenía razón.
—Siempre la tenía cuando de esto se trataba.
—Si.
—Dobe.
—¿Que quieres teme?
—Gracias.
Naruto se quedo perplejo. Y después comenzó a reír. Era un día muy extraño, le daba la impresión de que los Uchiha se ponían sentimentales en los días de lluvia.
—De nada— Respondió finalmente entre risillas.
—Dobe raro.
—Teme amargado.
Los dos se miraron por unos segundos. Naruto sin querer se sonrojo, desvió la vista y se fijo que Lou le veía pensativa.
A pesar de los inconvenientes pasaron una noche agradable. Entre plática y platica la noche se hizo presente. Los cuatro salieron del restaurante ya tarde. Sasuke que estaba de mejor humor llevo a Naruto y a Lou al departamento, Katze se despidió del rubio con un beso en la mejilla y después se acerco a su oreja para susurrar algo inaudible para los demás, pero aquellos susurros hicieron que Naruto se pusiera extremadamente rojo y tosiera desviando la vista.
Sasuke se pregunto que habría sido aquello que había avergonzado tanto al dobe. Por su parte Naruto se despidió del pelinegro con un movimiento de mano.
En el momento que el coche arranco. Sasuke vio fijamente a Naruto por el espejo retrovisor, se le había hecho un extraño hábito hacer aquello.
—¿Qué tal estuvo el día?
—Bastante bien, debería decir que creo que hoy me rechazaron y yo rechace a alguien.
—¿Así? ¿A quién?
—A Naru-tan.
—¿Ha?
—Es sólo que hoy parecía que me le estaba confesando, y el dijo algunas cosas interesantes, pero no te preocupes papá que Naruto es todo tuyo.
Sasuke no dijo nada, estaba algo distraído pensando en que podrían haber platicado aquellos dos.
—Por cierto papá... Gracias por el día de hoy, creo que no era lo que esperábamos, pero estuvo bien... Me alegro de haber conocido a Naru.
—No te preocupes, es verdad que no era lo que esperábamos pero yo también me divertí de alguna manera.
Si lo hubiera conocido antes que Sakura... ¿Las cosas hubieran sido diferentes?—. Se pregunto a si mismo el pelinegro...
***
— ¡Dobe, dobe, dobe!
Naruto se levanto de la cama un tanto somnoliento, no entendía porque Sasuke le molestaba en medio de la madrugada, si no tenía mucho tiempo que se habían despedido. Se oían sus gritos por toda la casa, y junto con los gritos, unos cuantos golpes a la puerta.
Cuando abrió la puerta vio a Sasuke parado con una cara muy extraña.
—Teme— Naruto se talló los ojos. —Son las tres de la madrugada ¿Que quieres a esta hora?
—Hoy en la noche me llamo Sakura, dijo algo acerca de mi despedida de soltero, olvide que la fecha de la boda estaba cerca.
Naruto estaba mudo, algo en su interior de alguna manera se retorcía. Era un extraño sentimiento.
—¿Y que quieres que haga respecto a ello? Por si no te das cuenta, soy soltero. No creo que pueda ayudar mucho.
—Si puedes. — Sasuke vio fijamente a Naruto y después de ello le cargo en brazos inesperadamente.
—¡Espera! ¡¿Que diablos pasa con esto?!
—Es un secuestro.
—¿Ah?
El rubio se retorció un poco más en los brazos del mayor, pero no pudo evitar quedarse quieto cuando Sasuke le golpeo en la cabeza.
—Enserio... ¿qué diablos pasa por tu cabeza?
—Algo en especial, ahora quédate callado. Nos vamos de viaje.
—¿Eh?
Naruto estaba muy, muy sorprendido. Aquello era una situación de lo más extraña, si le preguntaran sus impresiones de aquel momento el no sabría que decir. Era de alguna manera un sueño, pero por otra una misteriosa pesadilla descontinua.
—¿Sasuke?
—Que te calles, no hagas preguntas. Después lo entenderás, no te preocupes por tu hija, le dije a Katze a donde iría así que creo que ella le diría.
Sasuke sabía que de alguna manera lo que le pediría a Naruto sería de lo más egoísta pero no lo importaba.