Capitulo VIII
“Momentos de reflexión”
Quien pueda decir cuánto ama,
Pequeño amor siente.
Francesco P.
Le dolía la cabeza y la nuca, demasiado, probablemente por el golpe que había recibido de Sasuke.
Observo por todos lados y lo noto, estaba en un avión. Fijo su vista en su acompañante. Uchiha.
— ¿Y bien, a dónde vamos?
—Las Vegas. Sinceramente me sorprende que te hayas quedado dormido por tanto tiempo dobe— Naruto observo la sonrisa que se formó en los labios del pelinegro, se estaba burlando de él.
—En realidad estuve inconsciente porque sabes, hay personas que no sabe lo que es tener piedad con la gente y creo que tiene muy malas costumbres… secuestrar gente no es normal ¿No crees?
—Concuerdo contigo. — Y la sonrisa de extendió.
Concuerdas ¿Eh? ¡Que te den!Pensó Naruto, después sus pensamientos se alejaron ¿Cómo es que estaba en un avión? ¿Dónde se supone que habían sacado su pasaporte?
¡Oh Naru~ Tomare esta libretita!Katze, así que no había que ir muy lejos, esa mocosa era cómplice de su padre, aquella libretita era su pasaporte. Aunque no entendía porque Sasuke había mentido acerca de la llamada de Sakura.
—Ahora duerme un poco más.
Naruto salió de sus memorias al notar que Sasuke estaba muy cerca de él. Su brazo de paso por su nuca y de nuevo todo se vio negro.
2
Cuando el rubio despertó noto que ahora estaba en un hotel, miro con ojos somnolientos y vio la espalda de Sasuke. Estaba sobre uno de sus hombros, le toco con un dedo la cintura para indicarle a su captor que estaba despierto. El pelinegro noto el gesto y con poca delicadeza bajo a Naruto.
—Bienvenido a las Vegas dobe.
— ¿Nadie te interrogo acerca de porque traías a una persona inconsciente contigo?
—Les dije que tenías problemas con los transportes y que te desmayabas.
—Eres un experto en mentir—. Naruto suspiro y se tomó de la mano con el pelinegro.
Sasuke no supo qué hacer ante el acto pero no dijo nada, simplemente poco a poco apretó el agarre.
—Iremos a un club nudista dobe.
Naruto que había comenzado a caminar se detuvo y miro a Sasuke como si de un bicho feo y raro se tratase.
— ¿Ha?
—A menos de que tú quieras hacer el papel de nudista.
— ¡Por supuesto que no! Pero ese no es el punto, yo nunca he ido a ese tipo de lugares.
—Siempre hay una primera vez.
Sasuke jalo a Naruto por los pasillos para llevarle al elevador, ya había tomado las llaves de la habitación al parecer cuando estaba inconsciente porque ahora el pelinegro jugaba con ellas; salieron del elevador y caminaron por los pasillos para llegar a sus aposentos. Sasuke abrió con poca delicadeza pateando la puerta.
Una vez que entraron Naruto noto lo amplio del lugar y comenzó a correr para ver todo lo que estaba dentro. Sasuke simplemente dio una sonrisa de lado para después cerrar la puerta y observar al rubio.
Por su parte el menor se enfureció al notar cierto detalle. Y no dudo en exponerle el punto a su secuestrador.
— ¡¿Qué diablos pasa con eso?! ¡Solo hay una cama!
—Cállate dobe, eres demasiado ruidoso el hecho de que solo haya una cama no es motivo para gritar. La recepcionista me dijo que sólo tenía habitaciones con camas matrimoniales, así que le dije que no había problema, no es como si te fuera a hacer algo, claro que si tú quieres…
Y no dijo más, porque le presto más atención al hecho de que debía de esquivar la cantidad de objetos que Naruto le aventaba ahora con dirección al rostro.
— ¡Vete al infierno!
—Paso.
El rubio hizo un berrinche y rabio hasta más no poder. El pelinegro se deleitaba con cada expresión.
—Bien, bien ¿Acaso no fue este ruidoso dobe que tengo enfrente que dijo, que si me enojaba muy seguido me saldrían arrugas? Creo que deberías de seguir tu consejo ahora mismo.
—Uchiha… ¿Te burlas de mí?
—No~
Naruto frunció más el ceño e hizo una mueca de molestia.
Se acostó en el piso y cerró los ojos. Sasuke le observo con disimulado interés, al parecer el rubio estaba bastante molesto, suspiro y le dejo estar. Camino para llegar a él y se acostó muy cerca de Naruto; cerró los ojos.
—Dobe.
— ¿He?
—Salgamos, creo que sería bueno recorrer las tantas atracciones que tiene el lugar, después de todo Las Vegas son famosas por sus múltiples casinos y miles de lugares de perdición.
Naruto observo a Sasuke, el cual tenía una sonrisa de satisfacción en el rostro.
—Me pregunto qué tanto frecuentaste en un pasado esos lugares de perdición. No pareces muy recatado al respecto teme.
—A mis veinte años me gustaba divertirme. Digamos que crecer con un hermano mayor que sueña con estar toda su vida soltero me hizo daño.
—Apoyo la parte de daño. Eres una persona bastante enfermiza.
— ¿He~? No me digas…
El rubio no respondió y se levantó, sacudió su ropa y le extendió la mano a Sasuke para que se levantara.
El pelinegro suspiro y tomo la mano para levantarse, había abierto un ojo cuando el otro no le respondió.
—Entonces…
—Iremos primero a un casino, es de lo más divertido.
—Me pregunto…
Sasuke miro al rubio fijamente y después sonrió ampliamente; con sinceridad y sin esa arrogancia que usualmente impregnaba sus facciones.
Naruto al ver el gesto se sonrojo en exceso y se llevó la mano a la boca, aquello en definitiva no se lo esperaba. Una amplia sonrisa, había una gran sonrisa en el rostro de Sasuke.
—No me sonrías así teme, es malo para mi salud— El rubio supo que esas palabras fueron articuladas con dificultad.
Y comenzó a caminar dejando atrás al pelinegro, con el rostro aun rojo.
Sasuke dejo se sonreír y corrió para taclear al rubio, tenía una idea muy divertida y ya había comprado todo lo necesario para llevarla a cabo.
3
Naruto tenía la firme creencia de que Sasuke o tenía una suerte endemoniada o era una tramposo de primera porque no podía creer que hubiera ganado todas las partidas de póker y al parecer no era el único que lo pensaba puesto que todos los que estaba jugando con el tenían una cara de profundo desprecio o en el mejor de los casos de envidia y admiración.
—Es hora de que me retire mi amada desea que vayamos a descansar.
El rubio miro con profundo desprecio a Sasuke, le había humillado y pagaría por ello. ¿Su amada? Al parecer el ambiente de Las Vegas le afectaba en sobremanera, daba la impresión de que Sasuke tenía doble personalidad.
Se miró a sí mismo y luego al pelinegro.
Le había obligado a vestir un vestido blanco que llegaba de largo debajo de las rodillas, mangas largas; un tanto holgadas, con moños y encajes. El colmo eran esas medias blancas y los zapatos negros, le hacía ver como una jovencita de gustos extraños en medio de un casino con un joven según voces cercanas, de lo más atractivo, flamante y con un acento para morirse.
Sasuke incluso se había jactado de lo lindo que se veía.
Como una linda muñeca hecha de porcelanacon cabellos rubios y cortos.
Y lo peor había sido ese estúpido prendedor que le puso en los flequillos.
—Vamos, Naruto.
Sasuke le extendió una mano a Naruto, este tomo la mano y la apretó con toda su fuerza. El pelinegro notó el gesto y le dedico una sonrisa “Brillante” Para después sonreír de lado.
Jalo a Naruto y le atrajo a él, paso un brazo por su cintura y se acercó a su oído.
—Vamos, no te enojes es una sencilla broma, además te vez bien así.
El rubio le dio un codazo en el estómago y se alejó un poco. Suspiro ¿Dónde estaba su honor? ¿Había cometido algún crimen en su anterior vida? ¿Y, ese crimen había sido tan grave que el karma ahora lo castigaba pisoteando su integridad como hombre? Probablemente esas preguntas nunca serían respuestas. A pesar de todo y del horrible vestuario se divertía, de una manera un tanto bizarra.
Sasuke miro la cara de dolor y desdicha del rubio sin evitar burlarse un poco. Naruto había puesto tanta resistencia al momento de ponerle el vestido que incluso tuvo que amarrarle pero no fue suficiente así que le dejo inconsciente con un golpe en la nuca. Para evitar que se quitara la prenda lo saco así del hotel y en cuanto la presa despertó noto que ya estaban en el casino, así que se quedó con su enojo y ganas de golpear al pelinegro.
Aunque a decir verdad lo que más le había impresionado a Sasuke era que en realidad Naruto parecía una chica con ese tipo de ropa, sobresalía bastante. Y aunque el rubio manifestara que no le iba para nada ese tipo de cosas, cualquiera pensaría lo contrario.
Después de recoger las ganancias caminaron a la salida, dejando atrás el ruido producido por los gritos de alegría e infelicidad de la gente. Fuera hacia frio pero no el suficiente como para necesitar de un suéter o similar.
—Sabes Sasuke estuve pensando, tu acabas de cumplir treinta y tres años, y Katze quince… ¿Fuiste padre a los dieciocho?
Sasuke observo al rubio y después desvió la vista, a su mente vinieron los recuerdos de su adolescencia.
—Sí, solía ser torpe y tomaba malas decisiones como todo niño tonto. La madre de Katze se llamaba Karin, ella era dos años mayor que yo y tenía un buen futuro por delante, a veces me preguntaba porque me seguía tanto y porque me decía tantas veces que yo le gustaba.
Cedi un poco con ella y acepte ser su novio, supuse que no sería tan malo. Nuestro error fue caer ante los excesos, en una fiesta tomamos demasiado alcohol. El resultado fue una noche de sexo y por supuesto el embarazo de ella.
Sus padres desaprobaron el hecho así que ella fue a vivir a mi casa, por ende mis padres también se enojaron al respecto pero, me apoyaron un poco más al ver cómo me arrodillaba frente a ellos y les pedía su ayuda hasta que nosotros pudiéramos valernos por sí mismos. Yo que nunca les había pedido nada, yo que nunca me había disculpado ni arrodillado. Pero que más daba.
Tenía dieciocho y Karin veinte, así que tuvo que dejar la universidad por un tiempo hasta que Katze naciera, después de ello trabajaría de medio tiempo y mi madre nos ayudaría a cuidar de su futura nieta. Yo seguiría también el mismo camino, terminaría correctamente la escuela y después de ello me dedicaría a buscar un empleo para cuidar de mi familia. Tal vez en su momento aquello me pareció horrible, era un adolescente que se estaba obligando a sí mismo a tomar decisiones de un adulto pero muy en el fondo supe siempre que todo fue por mi error y que tenía que hacerme cargo de ello.
Los primeros años fueron complicados. A menudo cuando algún compañero me pedía que fuera con él a beber pensaba “si tan solo en ese entonces no hubiera…” y me daba cuenta de que me estaba lamentando a cada momento ¿Por qué no podía dejar atrás todo eso? El rumbo de mi vida ya estaba, tenía una hija y una mujer esperándome en casa. Por supuesto que tenía que negar todas las invitaciones.
Mucha gente dijo que Karin me había obligado a un matrimonio con su embarazo. Era mentira pero ella a veces se culpaba y decía que tenían un poco de razón. Era torpe, era poco talentosa, podría decirse que de lo único que podía valerse era de su intelecto único y aun así intentaba dar lo mejor de sí. Algunas veces le dije que era una piedra en el zapato, molesta… y ella solo sonreía y me preguntaba “¿soy una piedra muy grande? ¿De qué color soy? ¿Soy demasiado rugosa?” Así que lo que podía hacer era sonreír. Karin era mi esposa, al final lo acepte… Me gustaba que sonriera y que me aceptara tal y como era y que me diera la mano cuando nadie más estaba dispuesto a hacerlo.
La felicidad que creí eterna murió en el momento que le diagnosticaron una enfermedad terminal, verla postrada en una cama no era lo que esperaba, ver como la única persona que has aceptado para tomar tu corazón está muriendo es algo…—Sasuke calló de repente sentía que la voz se le estaba quebrando.
Naruto observo esto y se puso delante del pelinegro deteniendo su caminar, suspiro y haciendo un suave movimiento con el brazo, le extendió su mano a Sasuke.
—Vayamos juntos.
El pelinegro dudo un poco y después le dio la mano al rubio, tomo con firmeza la mano extendida para después sonreír. Comenzó su caminar jalando a su acompañante.
—Cuando ella murió me aleje un poco de mi familia, poco a poco lo hice más de mi hija… recuerdo vagamente que su nombre se debió a que vimos como una hoja marchita era tomada del piso por el viento, Karin comenzó a gritar “Animo” y yo simplemente suspire y dijo algo como “Kaze”… Es una de las formas en las que se pronuncia viento, creímos firmemente que ella sería el viento que nos levantaría cuando fuésemos hojas marchitas abandonadas. Aunque Karin dijo que no podíamos llamar de esa manera tan extraña a nuestra hija, así que agrego la t al nombre para que sonara mejor.
Y fue así, ella se encargó de que la vida que creí perdida se postrara de nuevo frente a mí, me enseño las infinitas posibilidades pero ella dijo que también en algún momento creyó perdidas posibilidades de felicidad, y que las recupero cuando un extraño le dijo que las hormigas también se esforzaban…
—Creo que se refiere a…
—Cuando te conoció. No sé realmente desde cuándo pero ella comenzó a caminar lejos de mí, para estar más cerca de ti. A menudo me sentía un poco envidioso de la forma en la que podías expresar tu enojo, tu felicidad, tu infelicidad con tanta facilidad.
—Si no mostrara mis emociones créeme que en algún momento explotaría. Mi familia es muy expresiva, mi abuelo es un viejo pervertido que siempre ha gustado de expresar su amor por otras mujeres que no sean mi abuela y mi abuela no duda en recordarle que ella tiene un gran temperamento. Mi padre es un tanto más calmado pero igual es un tanto extraño… mi madre es por otra parte también tiene mal genio pero cuando mi padre le dice algo lindo suele sonrojarse demasiado, mi hermana ella también había heredado el mal carácter mi madre… Lou se parece un poco más a su padre, heredo su buena mano para comida y la eterna sonrisa en el rostro.
—Dobe…
—A veces pienso que si no lloro en el momento por mi tristeza esta podría consumirme, que si no expreso mi enojo podría perdurar en mí el rencor, si no expreso mi felicidad en el momento tal vez después no tenga tiempo para estar feliz y aunque muchas veces deseo expresar mi amor a otras personas me doy cuenta de que el amor es la emoción más difícil de expresar.
—Parece que tienes tus momentos de lucidez… Naruto.
—Sí.
El pelinegro sabía que tardarían un poco en llegar a su siguiente parada pero quería caminar de la mano de Naruto un poco más de tiempo.
—Dime Naruto… No te sientes solo sin tu familia, sé que Lou está contigo pero antes de eso vivías solo.
—Me siento solo pero me consuelo pensando que todos estamos viendo el mismo cielo.
—Eres raro pero supongo que está bien.
—Si por raro te refieres a la estúpida ropa que visto es tu culpa.
—Creí que ya habías dejado el asunto por la paz, te vez bien así que no llores por cosas insignificantes.
— ¿Insignificantes? ¿Qué harías tú si de la nada alguien te trasviste?
—Eso es imposible, nadie lo lograría así que no tengo que pensar en ello.
—Eres un arrogante.
—Gracias.
— ¡No era una adulación teme!
—Para mí lo es. Cada palabra tuya la tomare y preservare eternamente.
Naruto se quedó en silencio ¿De qué iba ese tonto? ¿Por qué decía ese tipo de cosas de la nada?
—Por cierto ¿Cuándo fue que Sakura te llamo? Dudo mucho que haya sido ayer porque Katze tomo mi pasaporte hace varios días.
—Ciertamente, Sakura llamo hace una semana pero no había pensado mucho en ello y la mocosa se metió en medio de mis asuntos pero al final me ayudo. Supongo que puedo disfrutar un poco más de mi soltería por ahora.
—Dijiste que tú ya estuviste aquí cuando tenías veinte años, eso significa que ya estabas casado…
—Sí, los recuerdos que mi hermano ha provocado en mí de aquel entonces fueron un tanto perturbadores. Supongo que al principio no entendía porque me había traído aquí pero después me explico que tal vez aquella sería mi única oportunidad de salir en una verdadera fiesta y disfrutar de lo que él llama los placeres carnales. Eso de alguna manera me perturbo aún más pero supongo que le agradecí por preocuparse por mí.
—Que hermano tan… amable, creo.
—Es amable de una manera muy extraña.
Sasuke notó que ya habían llegado a su destino, suspiro y le señalo a Naruto el lugar.
—No bromeabas cuando dijiste que iríamos a un club nudista.
—Nunca he venido a uno así que al menos quería ver de qué iba…
—… ¡¿Hablas enserio?!
—Sí.
Naruto simplemente suspiro y camino a la entrada, el lugar estaba lleno de hombres al parecer de distintas clases sociales pero lo más llamativo eran las múltiples mujeres vestidas con trajes fetichistas sirviendo bebidas a los “clientes” del lugar. En el centro una joven bailaba mientras poco a poco se quitaba la ropa, el rubio simplemente atino a ponerse rojo y cubrirse los ojos con las dos manos.
—No puedo ver más… presiento que mi inocencia morirá el día de hoy.
—Vamos dobe.
Sasuke jalo a Naruto para que sentaran en una mesa, sonrió de lado al ver al rubio cubriéndose los ojos. Al momento se tomar lugar un chica vestida con un traje de enfermera se acercó a ambos.
— ¡Oh! Que les podemos servir.
Naruto dejo de cubrirse los ojos y vio a la mujer, para después sonrojarse más y esconderse detrás de Sasuke, la femenina en cuestión tenía un acento extraño, probablemente era extranjera y su nacionalidad dudosa explicaba los grandes pechos y las curvas poco comunes.
—Creo que…—Sasuke se quedó en silencio viendo lo avergonzado que Naruto estaba, aquello simplemente era de lo más gracioso ¿Si el rubio se avergonzaba con ver a una mujer con tan poca ropa, que haría cuando la chica que estaba a lo lejos bailando y desvistiéndose quedara totalmente desnuda? –Una botella de vodka y otra de whisky estaría bien, no importa la marca.
— ¡Yes!— La mujer se fue de ahí balanceándose.
El pelinegro respiro hondamente. Ni siquiera pensó en el pedido pero que más daba por el momento se preocuparía más por su acompañante que parecía estar a punto de desmayarse por el ambiente de aquel lugar.
—Naruto, respira.
—Lo siento… soy débil con este tipo de cosas.
—Dobe.
—Por ahora no debatiré eso.
Minutos después la camarera trajo las dos botellas de alcohol sobre una bandeja y las puso sobre la mesa, no sin antes sonreírle a Naruto el cual sintió su cara arder.
—Eres tan inocente~
—Lamento serlo.
—No… creo que está bien.
Su conversación fue dejada de lado cuando dos hombres se acercaron y pidieron permiso para sentarse con ellos, uno era de cabello castaño y el otro era peli rojo. Sasuke simplemente les extendió la mano para invitarles a tomar lugar. Los otros asintieron, el castaño observo a Naruto con interés para después ver fijamente a Sasuke.
— ¿Esa chica trabaja aquí?
—No, es mi esposa ¿No es linda? Cuando le dije que visitaría un club nudista insistió en acompañarme ya que dijo que nunca había visto un lugar de estos.
¿Qué yo insistí?Pensó Naruto con enojo. Para después mirara a ambos hombres.
—Me llamo Naruto. Es un placer.
— ¡Que linda!— Exclamo con emoción el peli rojo –Realmente es una esposa muy linda, que envidia me das ¡Me encantaría tener una mujer así a mi lado!
Naruto se sintió denigrado, incluso esos extranjeros raros y de dudosa categoría pensaban que él era una mujer, se dio de topes contra la mesa mientras los otros le ignoraban y se enfrascaban en una conversación. Se prometió a si mismo hacer que Sasuke prometiera nunca hablar acerca de que le había llevado por toda la ciudad con un vestido; aquel era un recuerdo que resguardaría en lo más profundo de sus traumas.
Tomo la botella de vodka y un vaso para servirse y comenzar a beber, después de todo su abuela muy a menudo decía que el sake era bueno para las penas y aunque él no tuviera sake tenía una cuantiosa cantidad de alcohol después de todo los extranjeros (Que ahora habían anunciado ser alemanes) habían pedido cerveza en grandes cantidades.
Dos horas después Sasuke que no presto mucha atención al rubio anteriormente noto que este ya estaba totalmente ebrio. Se alarmo al notar las botellas de whisky y vodka totalmente vacías además de que unas botellas de cerveza formaban una pirámidela cual tenía una base de cinco.
—Creo que me voy… mi linda dama ha bebido de más.
Los hombres miraron el dedo de Sasuke que apuntaba las botellas y abrieron los ojos. ¿Cómo le había hecho esa pequeña criatura para beber tanto en dos horas?
—Parece que tienes una chica bastante enérgica.
—Sí.
El pelinegro se despidió y tomo en brazos al rubio para caminar fuera del local, no sin antes pagar por lo consumido. Ya afuera le hizo la parada a un taxi que pasaba por ahí, con poca dificultad subió a Naruto en el auto.
Tardaron algo de tiempo en llegar al hotel, en el trayecto Sasuke observo dormir a Naruto, al parecer le daba por dormirse cada vez que bebía en grandes cantidades.
Al llegar el pelinegro pago rápidamente y salió con el rubio que aun dormía, al entrar al hotel algunas personas les observaron. Sasuke subió rápido al elevador; cuando llego a su piso camino a paso rápido para que entraran a la habitación, una vez dentro de dejo caer aun abrazando con fuerza al rubio y cuidando que no se golpeara.
Le miro, le miro y le miro por un largo rato para después carcajearse en medio de la oscura habitación ¿Estaba tan mal querer quedarse eternamente de esa manera? ¿Cuándo había sido que se había percatado de la extraña obsesión que había desarrollado por el vándalo que ahora dormía plácidamente?Probablemente se percató cuando noto ese deseo constante de verle sonreír, cuando noto ese deseo constante de caminar por el mismo lugar en el que él había de caminar minutos antes. En algún momento lo había notado y aun así se aferraba a esa extraña necesidad que podría ser considerada amor pero ¿Desde cuándo el amor provocaba sentimientos tan negativos? Ira, celos y deseo de dañar.
—Naruto.
Sasuke hundió su cara en el cuello de Naruto, el cual despertó al sentir la respiración del otro.
— ¿Sasuke?
El pelinegro levanto la vista y miro al otro con una mirada desolada.
— ¿Si?
— ¿Por qué lloras?
—No estoy llorando.
—Pareciera que lo haces, pareciera…— dijo apenas, arrastraba las palabras debido a su ebriedad.
—Tengo miedo… No sé qué camino tomar, quiero tomar el mismo que tú pero ¿Me aceptaras? Soy cobarde. Ni siquiera puedo decirle a la mujer con la que me voy a casar que no la amo y que en realidad deseo firmemente estar entre los brazos de otra persona.
Naruto se estiro un poco y beso los labios de Sasuke para después abrazarle con fuerza, sintió las lágrimas caer de sus ojos ¿Era acaso él el que lloraba? Quería preguntarle al hombre que estaba abrazando que si le permitiría quedarse a su lado, quería decirle que él lo aceptaba y que la verdadera pregunta era si él lo aceptaría, pero era más cobarde, no era tan egoísta. Al menos eso quería creer.
—Naruto.
¿Cuándo tiempo…? ¿Cuánto tiempo le tomo darse cuenta que poco a poco se había enamora de el rubio? No mucho. Supo que si se dejaba llevar nunca podría huir y aun así decido que no le interesaba huir. Y ahora estaba ahí pidiéndole a dios que le dejase estar al lado de esa persona, pidiéndole un milagro.
—Te amo. —Susurro casi dulcemente Sasuke.
Naruto sintió un golpeteo en el pecho y de repente comenzó a hacer mucho calor. Después sintió frio en sus mejillas y una enorme emoción se apodero de él.
Las manos del pelinegro comenzaron a recorrer el cuerpo del rubio; tal vez después Naruto le odiase por lo que estaba a punto de hacer pero realmente quería tomar, aunque fuese solo una vez aquel ser.