Omake III
“Dear”
Desde que los padres de Naruto habían llegado a esa casa Sasuke sentía una enorme presión, es decir, no todos los días llegaban tus suegros desde Italia a visitarte.
Si en algo tenía razón Naruto era en que su madre era una mujer muy temperamental, había visto varias veces como lanzaba a los lejos de un solo puñetazo a los hombres que intentaban acercársele de más (póngase como ejemplo al “pobre hombre” que le toco un glúteo a la pelirroja). Ah, pero aquello era a lo que Minato le llamaba encanto, suspiro, y miro al hombre rubio. Extremadamente similar a su adoración rubia. Ahora veía de donde había sacado Naruto la mayor parte de todos sus rasgos, claro que la redondez de su cara, sus ojos grandes y llenos de vitalidad eran claros ejemplos de la herencia materna.
Regresando a la presión que Sasuke sentía por tener tan cerca a los susodichos era debido a ciertos hechos. Entre ellos la hostilidad de Minato. En varias ocasiones había hecho comentarios mordaces dirigidos a su persona. Naruto no tardo mucho en preguntarle el porqué de su actitud ya que con Gaara nunca fue así. ¡Oh! La respuesta fue tan tonta que casi quiso dejar a su dobe sin padre.
—Simplemente Gaara tiene el cabello pelirrojo y me recuerda el bello cabello de tu madre. Aunado al hecho de que este hombre me roba demasiado tú cariño.
Así, sin más soltó sus vagos argumentos.
Por su parte no es como si Kushina ejerciera menos presión, es decir, a cada momento le preguntaba diferentes cosas acerca de como hacia feliz a su retoño, que planes tenían de vida y demás cosas que Sasuke consideraba banales.
Si alguna vez dijeron que la pesadilla de todo hombre casado eran sus suegros ahora entendía porque.
Aunque le agradaba más el hecho de que Naruto pusiera un poco de limites.
—Vamos papá, mamá no soy una doncella así que dejen de ser tan sobreprotectores.
Pero a final de cuentas esos dos no podían dejar de lado su lado sobreprotector y en el momento tan incomodo en el que se encontraban ahora lo demostraba, después de todo ¿Quién se enfrenta a una situación en donde estas en medio de las piernas de un rubio desnudo y tu con sólo ropa interior a punto de tener claramente sexo y de la nada parecen sus padres abriendo la puerta como si nada? Claro que no mucha gente y para desgracia de Sasuke el pasaba por ello, Naruto sólo se golpeo la frente y después jalo una sabana para cubrirse un poco y mirar a sus padres con la cara tan roja como un tomate.
—Por favor toquen. — susurró el rubio.
Por supuesto que a partir de ese momento, se darían muchos, muy incomodos, pero… que más daba, una vez que tomo a Naruto estaba seguro de que tomaría a todo lo que viniese con él. Una lastima que fueran demasiados completos y muchos muy entrometidos. Para la próxima vez pondría un seguro a la puerta de su recamara.
Y era por eso que Sasuke ya le pedía todos los dioses y demonios (cualquiera que se dignara a oír sus plegarias) que no pasara mucho tiempo antes de que el matrimonio partiera de nuevo a Italia.
Omake IV
“Lazos”
“Oigo tu voz incluso en los abismos más profundos.”
Lou no estaba muy de acuerdo de hecho le ponía de mal humor saber que tendría que salir a lado de Sasuke. El pelinegro en cuestión aun no le caía muy bien, Naruto lo había sugerido luego de que Katze hubiese planeado una salida solo ella y el rubio.
El pelinegro no había dicho nada al respecto, de hecho sólo asintió.
—¿A dónde iremos?
—No lo sé, ¿Hay algún lugar en especial al que quieras ir?
—Me gustaría que esperáramos a que anocheciera, quiero ir al festival, ayer una amiga de la escuela me dijo que hoy habría un festival. No sé muy bien como esa eso de los festivales japoneses, supongo que será divertido…
—Si.
Lou pensó en ese momento que Sasuke era demasiado cortante y se preguntaba constantemente como era que una persona tan enérgica y tan hablante como su mamma había terminado enamorado de una persona tan opuesta a él.
Para pasar el tiempo, salieron a comer un helado. Hablaban tan poco y el ambiente era tan tensó que Lou estaba comenzando a sentirse incomoda. Se sentaron en la banca de un parque y miraron a la gente ir y venir; incomodo, molesto, silencioso tan poco familiar, era como si la brecha entre ellos dos fuera tan grande que aquellos sentimientos se hacían presentes con tanta facilidad que era aún mucho más molesto.
—¿Quieres comer otra cosa… o hacer algo?
La rubia miró a Sasuke con un poco de curiosidad él se veía extrañamente nervioso. –Supongo, no sé que deberíamos de hacer tal vez a ti no te guste lo que proponga…
—Cualquier cosa esta bien.
—¿Karaoke?
—Olvida eso de cualquier cosa. — El pelinegro le miro con la ceja alzada.
Lou casi olvido el ambiente que anteriormente se sentía y comenzó a reír.
—Entonces no sé que deberíamos de hacer.
—Mejor regresemos a casa, sé que un falta un poco para el festival pero tendrás mas tiempo para arreglarte con los problemas que surgen a una mujer cuando utiliza yukata o al menos eso le sucede con frecuencia a Katze.
Lou asintió, caminaron si muchas ganas, la rubia estaba distraída estaba a punto de cruzar la avenida cuando oyó el ruido de un claxon y su cuerpo siento jalando con fuerza hacía atrás. Sasuke le abrazaba y al parecer tenía la respiración un poco agitada.
—¡Maldita sea! Ten cuidado.
La rubia miro con los ojos abiertos a Sasuke y suspiro, tal vez ese hombre no era tan malo.
—Si, lo siento. Gracias.
Sasuke suspiro y tomo de la mano a la pequeña, esta se sonrojo por lo que quedo de camino a casa. En cuanto llegaron a ella se sentaron a ver una película en espera de que llegara la tarde.
2
Naruto soltó una sonrisa ante la escena que tenía enfrente de él. Sasuke estaba durmiendo y sobre su hombro tenía recargada a Lou con un rostro bastante tranquilo. Cuando les dejo solos pensó que tal vez ambos terminarían mal el día ante los comentarios mordaces que los dos tendían a soltar. Pero al ver como dormían juntos y de una manera tan familiar se sintió mucho más tranquilo. Iba ir en busca de una manta para cubrirles pero algo le detuvo.
—Papá…
El rubio sintió algo cálido en su interior al ver como su pequeña rubia se aferraba al brazo del otro mientras le llamaba papá inconscientemente.
Tal vez y después de todo esos dos eran más cercanos de lo que parecía.
Omake V
“Amanecer a tu lado.”
“El amor, aunque no lo creas, puede ser eterno después de todo aunque no estés a lado de esa persona la puedes amar por el resto de tu vida”
Observo con cuidado cada parte de su rostro, con muchas ganas de abrazarle y quito los mechones rubios que le impedían ver todo de su cara.
—¿Sasuke?—. Pregunto el rubio un tanto adormilado. –Bueno días.
—Buenos días dobe.
—Teme, son las cinco de la mañana no amanezcas diciéndome dobe.
—Un dobe es un dobe a cualquier hora del día.
—Y un teme es un teme a cualquier hora del día.
El pelinegro abrazo a Naruto, el otro hizo lo mismo al ver el gesto, era bastante interesante amanecer todos los días a lado de Sasuke, ver su rostro amable que podría alejar cualquier preocupación. Definitivamente era demasiado, más de lo que podía pedir y es que él había encontrado a la persona que podía ver como perfección. Aunque no lo fuera.
—Te amo Sasuke.
—Yo también te amo.